La guerra de la infantería alemana 1941-1944- Jeff Rutherford
Publicado: Mié May 31, 2017 7:38 pm
La guerra de la infantería alemana 1941-1944, de Jeff Rutherford.
Nº de páginas: 600 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editorial: LA ESFERA DE LOS LIBROS
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788491640004
Año:2017
Jeff Rutherford es doctor en historia y profesor en la Wheeling Jesuit University, especialista en historia contemporánea de Alemania y, concretamente, en la participación de la Wehrmacht en el Frente del Este. Estamos pues ante un verdadero conocedor de toda la idiosincrasia que conllevó la presencia germana en la URSS. Por eso mismo es de agradecer que los lectores en castellano podamos disfrutar de trabajos como el que aquí se va a reseñar.
El título de este ensayo deja muy a las claras quién o quiénes van a ser los protagonistas, esta sin duda la infantería alemana, la verdadero protagonista de la invasión de la Unión Soviética aquel 22 de junio de 1941, ella será quien conquistara los territorios, además se encargara de su control y dominara todas las esferas públicas de las mencionadas conquistas, entre las que se encontraba la población autóctona.. Como podemos observar, no sólo la lucha frente al Ejército Rojo fue la misión encomendada a la infantería alemana, los valores raciales frente a lo que ellos consideraban el germen de todas sus desgracias, el judeo-bolchevismo, sería por así decirlo la parte política de esta doble misión. El autor cree que la historiografía ha analizado al detalle el periodo que va desde que se desataron las hostilidades hasta el final de la crisis invernal de 1941-1942, pero posteriormente hay un vacío historiográfico en cuanto a los giros que se sucedieron desde finales de 1942 hasta 1944 que presentan interesantes variables en cuanto al tratamiento con la población civil. Una relación que no siempre fue homogénea, a pesar de lo que pudiéramos pensar si analizamos al detalle el constante machaque propagandístico que acompañó la presencia nacionalsocialista en el Frente del Este.
Un hecho determinante que debe quedar claro tras la lectura de este ensayo es la certeza de que para 1944 una gran parte del ejército alemán había participado de un modo u otro en la guerra genocida en suelo soviético, a partir de esta premisa el autor basándose en la trayectoria de tres divisiones de infantería- la 121º, la 123º, y la 126º- intentará demostrar, o al menos cuestionar, si la ideología racial nazi fue la motivación principal que animó a estos soldados a practicar una guerra de aniquilación en toda regla, o, por el contrario, existieron otras razones que pueden explicarnos esos virajes que se sucedieron en el desigual comportamiento de estas tres unidades anteriormente mencionadas.
Estas divisiones, con las cuales se va a conformar una microhistoria de la presencia germana en Rusia, estaban encuadradas en el Grupo de Ejércitos Norte, todas combatieron la mayor parte de la contienda en este frente, aunque la 123º fue desviada en otoño de 1943 al frente Sur, en concreto a Ucrania. Podríamos preguntarnos por qué el autor decide centrarse en estas tres unidades y en el Frente Norte cuando es en el Centro y Sur donde se desarrollan las campañas más espectaculares de la Wehrmacht. Hay una respuesta: precisamente este frente “tranquilo” acarreó una ocupación más a largo plazo y una “convivencia” más cercana con la población civil. Podemos afirmar sin faltar a la verdad que estas fuerzas administraron una zona que resultó prácticamente inalterada desde 1941 hasta 1944. Sin duda es un buen ejemplo para demostrar la teoría principal que el profesor Jeff Rutherford pretende plantear en este trabajo, que no es otra que la de afirmar que aunque la ideología nazi proporcionó un contexto legitimador para utilizar la violencia como arma de guerra en todas sus variantes, no fue el único motivo en el que basó su táctica para someter a la URSS, hay otra motivación de más peso todavía, es lo que se denomino imperativo militar. Atención a este último término porque es fundamental para entender el comportamiento de la infantería alemana en la Unión Soviética. Rutherford afirma que no podemos observar el “imperativo militar” como un concepto rígido, sino como un medio que permite hacer cualquier cosa que fuera necesaria para vencer al enemigo en el campo de batalla, en todas sus formas posibles. No podemos solamente quedarnos con la ideología racial impregnada en la vida nacionalsocialista para explicar todo lo que paso en Rusia, la victoria debía conseguirse a toda costa y, para ello, había que ser pragmáticos y utilizar un conjunto de acciones adaptadas a los momentos precisos en los que fueran necesarios ponerlas en práctica, de ahí que durante estos tres años de presencia germana en suelo soviético el comportamiento de estas tres divisiones, ejemplo de la participación militar alemana, no siempre siguiera un criterio homogéneo. Si solamente se hubiese atendido a la práctica de una política basada en una ideología racial extrema alentada por el nazismo, estos constantes giros en el proceder a veces muy contradictorios no se hubiesen llegado a producir. No habría habido tregua alguna para con el enemigo, y, sin embargo la hubo; siempre que fuese necesaria dentro de lo que el autor denomina “imperativo militar” la política del palo y la zanahoria harían acto de presencia sin importar otros componentes como pudieran ser los ideológicos.
Existió radicalización según avanzaba la guerra, de eso no hay duda, pero no sólo es achacable, según el autor, a la interiorización de un contenido ideológico nazi en el soldado de infantería, el imperativo militar formaba parte de esa práctica operacional que debía ser utilizada con todas sus fuerzas cuando el momento lo requiriese sin ningún miramiento y es aquí donde entra la perversa relación con la población civil maltratada o “mimada” según necesidades militares.
¿De dónde procede este concepto de “imperativo militar”? para Jeff Rutherford es una cuestión que viene respuesta en la tradición militar prusiana, se aplicaran todos los medios necesarios y contundentes en el menor tiempo posible para desbaratar y aniquilar la defensa de sus enemigos logrando una victoria rápida y total.
El título de este ensayo deja muy a las claras quién o quiénes van a ser los protagonistas, esta sin duda la infantería alemana, la verdadero protagonista de la invasión de la Unión Soviética aquel 22 de junio de 1941, ella será quien conquistara los territorios, además se encargara de su control y dominara todas las esferas públicas de las mencionadas conquistas, entre las que se encontraba la población autóctona.. Como podemos observar, no sólo la lucha frente al Ejército Rojo fue la misión encomendada a la infantería alemana, los valores raciales frente a lo que ellos consideraban el germen de todas sus desgracias, el judeo-bolchevismo, sería por así decirlo la parte política de esta doble misión. El autor cree que la historiografía ha analizado al detalle el periodo que va desde que se desataron las hostilidades hasta el final de la crisis invernal de 1941-1942, pero posteriormente hay un vacío historiográfico en cuanto a los giros que se sucedieron desde finales de 1942 hasta 1944 que presentan interesantes variables en cuanto al tratamiento con la población civil. Una relación que no siempre fue homogénea, a pesar de lo que pudiéramos pensar si analizamos al detalle el constante machaque propagandístico que acompañó la presencia nacionalsocialista en el Frente del Este.
Un hecho determinante que debe quedar claro tras la lectura de este ensayo es la certeza de que para 1944 una gran parte del ejército alemán había participado de un modo u otro en la guerra genocida en suelo soviético, a partir de esta premisa el autor basándose en la trayectoria de tres divisiones de infantería- la 121º, la 123º, y la 126º- intentará demostrar, o al menos cuestionar, si la ideología racial nazi fue la motivación principal que animó a estos soldados a practicar una guerra de aniquilación en toda regla, o, por el contrario, existieron otras razones que pueden explicarnos esos virajes que se sucedieron en el desigual comportamiento de estas tres unidades anteriormente mencionadas.
Estas divisiones, con las cuales se va a conformar una microhistoria de la presencia germana en Rusia, estaban encuadradas en el Grupo de Ejércitos Norte, todas combatieron la mayor parte de la contienda en este frente, aunque la 123º fue desviada en otoño de 1943 al frente Sur, en concreto a Ucrania. Podríamos preguntarnos por qué el autor decide centrarse en estas tres unidades y en el Frente Norte cuando es en el Centro y Sur donde se desarrollan las campañas más espectaculares de la Wehrmacht. Hay una respuesta: precisamente este frente “tranquilo” acarreó una ocupación más a largo plazo y una “convivencia” más cercana con la población civil. Podemos afirmar sin faltar a la verdad que estas fuerzas administraron una zona que resultó prácticamente inalterada desde 1941 hasta 1944. Sin duda es un buen ejemplo para demostrar la teoría principal que el profesor Jeff Rutherford pretende plantear en este trabajo, que no es otra que la de afirmar que aunque la ideología nazi proporcionó un contexto legitimador para utilizar la violencia como arma de guerra en todas sus variantes, no fue el único motivo en el que basó su táctica para someter a la URSS, hay otra motivación de más peso todavía, es lo que se denomino imperativo militar. Atención a este último término porque es fundamental para entender el comportamiento de la infantería alemana en la Unión Soviética. Rutherford afirma que no podemos observar el “imperativo militar” como un concepto rígido, sino como un medio que permite hacer cualquier cosa que fuera necesaria para vencer al enemigo en el campo de batalla, en todas sus formas posibles. No podemos solamente quedarnos con la ideología racial impregnada en la vida nacionalsocialista para explicar todo lo que paso en Rusia, la victoria debía conseguirse a toda costa y, para ello, había que ser pragmáticos y utilizar un conjunto de acciones adaptadas a los momentos precisos en los que fueran necesarios ponerlas en práctica, de ahí que durante estos tres años de presencia germana en suelo soviético el comportamiento de estas tres divisiones, ejemplo de la participación militar alemana, no siempre siguiera un criterio homogéneo. Si solamente se hubiese atendido a la práctica de una política basada en una ideología racial extrema alentada por el nazismo, estos constantes giros en el proceder a veces muy contradictorios no se hubiesen llegado a producir. No habría habido tregua alguna para con el enemigo, y, sin embargo la hubo; siempre que fuese necesaria dentro de lo que el autor denomina “imperativo militar” la política del palo y la zanahoria harían acto de presencia sin importar otros componentes como pudieran ser los ideológicos.
Existió radicalización según avanzaba la guerra, de eso no hay duda, pero no sólo es achacable, según el autor, a la interiorización de un contenido ideológico nazi en el soldado de infantería, el imperativo militar formaba parte de esa práctica operacional que debía ser utilizada con todas sus fuerzas cuando el momento lo requiriese sin ningún miramiento y es aquí donde entra la perversa relación con la población civil maltratada o “mimada” según necesidades militares.
¿De dónde procede este concepto de “imperativo militar”? para Jeff Rutherford es una cuestión que viene respuesta en la tradición militar prusiana, se aplicaran todos los medios necesarios y contundentes en el menor tiempo posible para desbaratar y aniquilar la defensa de sus enemigos logrando una victoria rápida y total.
Fuente imagen: https://www.casadellibro.com/libro-la-g ... 04/5334571