Karl-Heinz Frieser
Karl-Heinz Frieser es miembro ya retirado del Militärgeschichtliches Forschungsamt (MGFA) o Departamento de investigación de Historia Militar, dependiente del Bundeswehr. Además del libro que reseño, entre sus trabajos destaca su aportación al volumen VIII (sobre la guerra en Rusia desde Kursk en adelante) de “Germany and the Second World War”, el macroproyecto del MGFA que estudia el papel de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Es, quizás, uno de los historiadores militares de la 2GM más respetados en la actualidad.
Frieser ha escrito un libro redondo donde defiende la tesis de que la famosa Blitzkrieg no fue planificada como tal, sino que los alemanes estaban planificando una larga contienda al estilo de la Primera Guerra Mundial, pero que una serie de factores hicieron que la balanza de la victoria se decantara por ellos rápidamente. Comienza el autor con una extraordinaria introducción conceptual en torno a terminología, para proseguir con los antecedentes de la campaña y la planificación de la misma: La lucha de egos en la cúpula militar alemana es bestial y muy interesante y está explicada con maestría ya que , siempre que puede, Frieser cierra cada asunto hasta el máximo, es decir, lo clarifica, aporta no sólo una serie de datos sino una interpretación sustentada por una documentación e investigación que me atrevo a decir inigualable.
No es hasta casi la página 200 cuando comienzan las operaciones militares propiamente dichas. No son explicaciones largas: están divididas en pequeños apartados, muy claras y concisas, profusamente anotadas (el apartado de notas es bárbaro).
En el siguiente hilo viewtopic.php?f=4&t=5525 el compañero José Luis explica detalladamente , basándose principalmente en la cuenta de Frieser, cómo Guderian y Rommel, desobedeciendo órdenes de sus superiores, consiguieron rupturas espectaculares que destrozaron los esquemas de los aliados para gloria de los generales alemanes. El Mosa y Sedán , escenario por segunda vez en 70 años de las más sonadas gloria de las armas alemanas. Los alemanes, con menos efectivos y con peor material que los aliados habían conseguido una ruptura del frente que al explotarla iban a provocar la caída del Ejército oponente. En este punto procede transcribir este texto: “La unión de los principios de mando tradicionales con la tecnología moderna dio como resultado un incremento tan tremendo de la velocidad de las operaciones de combate que surgió un cambio dialéctico que llevó a una nueva cualidad: la psicológica”(p 476). Esta ruptura y, sobre todo la rápida explotación de la misma, sembraron el pánico entre las fuerzas aliadas, que cayeron como naipes. Qué mejor forma de explicar esto que con un ejemplo que resumo:
Es indudable la importancia del factor psicológico en esta acción.Llega un momento en que Rommel está tan adelantado con respecto no ya a su cuerpo de Ejército, sino respecto a su propia división, que tiene que volver atrás, para lo cual monta en su vehículo de mando, escoltado tan solo por un Panzer III. En ese camino de vuelta se cruza con tropas y camiones de suministro franceses, que simplemente se rinden ante las palabras del propio Rommel, que iba practicamente solo. Cuando llega a Avesnes, donde se encuentra parte de la división llega con un convoy de 40 camiones franceses.
En el capítulo octavo, que el autor titula “El milagro de Dunkerke” se ve la primera seria intromisión de Hitler en el curso de las operaciones en la Segunda Guerra Mundial que llevó al desastre para los alemanes de dejar escapar a los británicos. Frieser deja bien claro cuánto valía el prestigio, la palabra, la autoridad del Führer: más que un cuerpo expedicionario británico. En un breve análisis el autor elucubra sobre qué hubiera sido de Gran Bretaña de no haber dado Hitler el alto a los Panzers. Sensacional. La virtud de lo bueno y breve. Elocuencia pura.
Además creo que es digna de elogio la labor didáctica del autor. Pongo un ejemplo: la claridad con la que marca las fronteras entre lo táctico, lo operacional y lo estratégico no se ve en otros trabajos. Otro más: Hay gran cantidad de apartados que van al grano, a la cuestión que preguntaría el periodista o el aficionado, o el historiador , verbigracia: “¿Era superior la Wehrmacht en lo que a fuerzas se refiere?” (p 59), o “¿Estaba el alto generalato alemán a favfor o en contra de la campaña en el Oeste?” (p85), o “La cuestión fundamental: ¿Quién fue el autor de la idea del Corte de Hoz?” (p 104), y muchos más. Otro ejemplo: cuando explica el parón a las puertas de Dunkerke expone unas 4 o 5 tesis que desmonta, poco a poco, con mucho sentido común y con datos, naturalmente, para llegar a su tesis sobre el porqué de este parón. La calidad superior de los mapas también hace su papel. Son extraordinarios, y sirven para seguir la evolución táctica de todas y cada una de las acciones que se describen en el texto. Asímismo la fluida traducción (Javier Veramendi) es un punto a favor del libro.
En el último capítulo Frieser explica cuáles son, según su parecer, las causas del éxito de la Blitzkrieg alemana: la tradición de la guerra rápida, la revitalización del pensamiento operacional, el principio del Schwerpunkt, el principio de cerco, la eliminación del tabú contra las penetraciones, la derrota del pensamiento lineal , el liderazgo por objetivos, el mando desde la línea de frente, la combinación de táctica y tecnología o la Luftwaffe como artillería volante. Y además lanza una pregunta que es una revuelta a todo el libro y que consiste en cuestionar si la Blitzkrieg no estaba ya completamente desfasada, en tanto en cuanto fue una forma intentar ganar una guerra desde el ámbito operacional en un mundo donde, según se había visto en la 1GM, la guerra se decidía en términos puramente estratégicos.
Bueno, tenemos un libro que es un hito historiográfico de la Segunda Guerra Mundial traducido a nuestro idioma. A disfrutarlo.