Stalin’s General. Por Geoffrey Rooberts
Publicado: Mar Jul 16, 2013 7:26 am
Aunque meses atrás Jose Luis ha hablado sobre este libro en diversos hilos, no he visto que se publicase una reseña específica sobre este libro, así que posteo aquí la reseña que también puede encontrarse en mi blog. En caso de que me equivocase, ruego entonces que la moderación procediese a unificar convenientemente los hilos
- Stalin’s General: The Life of Georgy Zhukov. Por Geoffrey Roberts, Londres: Icon Books (2012). Notas al final del libro. Bibliografía. Pp. xxii, 375.
Hoy retornamos con una nueva reseña, en esta ocasión sobre esta excelente biografía sobre el mariscal soviético G.K. Zhukov (1896-1974). En esta obra, el profesor Geoffrey Roberts relata el devenir de la vida del personaje, desde su niñez hasta el período posterior a su cese por Khruschev como Ministro de Defensa en octubre de 1957, años que dedicó a la elaboración de su libro de memorias, titulado Vospominaniya i Razmyshleniya, y cuya primera edición vería la luz en abril de 1969, constituyendo el principal hilo conductor sobre el que transcurre toda la obra, al menos en lo que se refiere a su carrera militar hasta 1945.
Evidentemente, hubiese muy ingenuo recurrir a estas memorias como única fuente, procediendo el autor a un sistemático esfuerzo para contrastar la versión de los hechos que ofreció Zhukov. Para ello, el autor recurre, en primer lugar, otras memorias de otros altos oficiales soviéticos contemporáneos, como Vasilevsky, Shtemenko y Rokossovsky. En segundo lugar, el autor recurre a la vasta bibliografía secundaria referenciada, tanto en inglés como en ruso, representando para el lector occidental una valiosa oportunidad para ponerse al día de los resultados publicados en Rusia durante esta última década de la mano de autores como A. Isaev, O. Rzheshesvsky y S. Gerasimova; tampoco falta la serie de obras publicadas por el antiguo desertor del GRU, V. Rezhun/Suvorov, a quién el autor dedicada críticas razonables, documentadas y equilibradas. Para las cifras de bajas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial, el autor emplea, aunque generalmente no dé la referencia, los datos publicados en los volúmenes editados por el general G. Krivosheev, trabajo del que ya hablamos años atrás en la reseña al Thunder in the East de E. Mawdsley. También aparece referenciada la edición inglesa del libro de V. Zamulin sobre el combate de Prokhorovka librado el 12-VII-1943, pero sólo a título casi informativo, pues no se aprecia que haga uso del mismo, incluso cuando Zamulin relata como Zhukov llegó como sustituto de Vasilevsky en su misión de delegado del Stavka en el flanco meridional del saliente de Kursk el 13 de julio (ver Zamulin, 2011: 456-457).
Finalmente, el autor también recurre a fragmentos no publicados de su libro de memorias, incluido un manuscrito dedicado a su experiencia entre 1946 y 1957, y otros materiales relativos a la elaboración de las mismas. El autor también muestra el cuidado en determinadas ocasiones en citar la 11ª edición de estas, publicadas el 1992 y que incluyen amplios fragmentos cuya inclusión la censura soviética no autorizó en su día y que, a día de hoy, no se ha traducido al inglés ni al castellano. Respecto a estos fragmentos censurados, en ocasiones consisten en aceradas críticas contra Stalin que en los años de L. Brezhnev no eran tolerables; en otras ocasiones, las omisiones hacen referencia a episodios como la ocupación que Zhukov, entonces comandante del Distrito Militar Especial de Kiev, comandó de la Besarabia y la Bucovina Septentrional, territorios anexionados de Rumanía en 1940 y que, en el contexto de la política de bloques de la Guerra Fría, no resultaba oportuno recordar para no incomodar a su entonces asociado en el Pacto de Varsovia.
Respecto a estas memorias, el autor realiza un excelente trabajo de crítica histórica, subrayando aquellos puntos que difieren sustancialmente y, a veces, interesadamente de la realidad histórica narrada a partir de testimonios históricos fiables y actualizados. Como ejemplo, el autor cuestiona la versión de Zhukov sobre su designación como comandante del Frente de la Reserva a finales de julio de 1941, que sería fruto de una supuesta discusión que mantuvo con Stalin tras recomendar que el Frente Suroccidental abandonase sus expuestas posiciones alrededor de Kiev, apareciendo así como el providencial profeta cuya premonición no sería escuchada a tiempo para evitar el posterior desastre que se consumaría en septiembre de 1941. En realidad, durante esos días Zhukov ni siquiera se habría reunido con Stalin y, de acuerdo a un fragmento no publicado y depositado en los Archivos del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa – RGVA en sus siglas en ruso-, su versión respondería a una voluntad del entonces jefe del Estado Mayor General soviético de distanciarse de toda responsabilidad por la pérdida de cientos de miles de tropas soviéticas en Kiev y de lo que, normalmente, sólo se responsabiliza a Stalin.
Por otra parte, tampoco debe entenderse que su libro de memorias sea una mera colección de tergiversaciones autojustificativas, pues debe tenerse en consideración que, tras su cese como ministro en 1957, fue sometido a una sistemática campaña de desprestigio orquestrada por N. Khruschev, estando esencialmente dirigida contra su papel en la dirección y planificación de la operaciones militares durante la guerra. Como el autor observa, Zhukov, en algún momento de la década de 1950, tuvo la oportunidad de leer una traducción rusa de las memorias de Winston Churchill sobre la Segunda Guerra Mundial, sugiriendo Geoffrey Roberts que el libro de memorias de Zhukov compartiría, deliberadamente, el criterio histórico empleado por Churchill en su libro para construir su versión de los hechos ante la Historia. Pero también debe indicarse que, en otras ocasiones, Zhukov reconocería su responsabilidad por errores estratégicos, como fue el caso de las sucesivas ofensivas ejecutadas contra el HG “Centro” alemán entre enero y marzo de 1942 en el sector comprendido entre Rzhev-Sychevka-Viazma, costando cientos de miles de bajas para el Ejército Rojo. Al respecto, vale la pena recoger lo que Zhukov escribiría en 1966:
Al hacer un examen crítico de aquellos acontecimientos del invierno de 1941-1942, debo subrayar que cometimos un error en el momento de analizar la situación operacional en el área de Viazma.
(“La primera victoria” en S. Bialer, ed., Los generales de Stalin. Memorias de militares soviéticos de la Segunda Guerra Mundial, pp. 366-386: 382. Barcelona: Luis de Caralt, 1972.)
En definitiva, esta biografía del profesor G. Roberts presenta una interesante, contrastada y casi exhaustiva exposición sobre la figura de Georgy Zhukov, dejando obsoletas a las anteriores biografías, como la de O.P. Chaney Jr. (trad. esp. de J. Reiriz Basoco, Barcelona: Euros, 1975), dedicadas a uno de los jefes militares más populares de la Segunda Guerra Mundial.
- Stalin’s General: The Life of Georgy Zhukov. Por Geoffrey Roberts, Londres: Icon Books (2012). Notas al final del libro. Bibliografía. Pp. xxii, 375.
Hoy retornamos con una nueva reseña, en esta ocasión sobre esta excelente biografía sobre el mariscal soviético G.K. Zhukov (1896-1974). En esta obra, el profesor Geoffrey Roberts relata el devenir de la vida del personaje, desde su niñez hasta el período posterior a su cese por Khruschev como Ministro de Defensa en octubre de 1957, años que dedicó a la elaboración de su libro de memorias, titulado Vospominaniya i Razmyshleniya, y cuya primera edición vería la luz en abril de 1969, constituyendo el principal hilo conductor sobre el que transcurre toda la obra, al menos en lo que se refiere a su carrera militar hasta 1945.
Evidentemente, hubiese muy ingenuo recurrir a estas memorias como única fuente, procediendo el autor a un sistemático esfuerzo para contrastar la versión de los hechos que ofreció Zhukov. Para ello, el autor recurre, en primer lugar, otras memorias de otros altos oficiales soviéticos contemporáneos, como Vasilevsky, Shtemenko y Rokossovsky. En segundo lugar, el autor recurre a la vasta bibliografía secundaria referenciada, tanto en inglés como en ruso, representando para el lector occidental una valiosa oportunidad para ponerse al día de los resultados publicados en Rusia durante esta última década de la mano de autores como A. Isaev, O. Rzheshesvsky y S. Gerasimova; tampoco falta la serie de obras publicadas por el antiguo desertor del GRU, V. Rezhun/Suvorov, a quién el autor dedicada críticas razonables, documentadas y equilibradas. Para las cifras de bajas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial, el autor emplea, aunque generalmente no dé la referencia, los datos publicados en los volúmenes editados por el general G. Krivosheev, trabajo del que ya hablamos años atrás en la reseña al Thunder in the East de E. Mawdsley. También aparece referenciada la edición inglesa del libro de V. Zamulin sobre el combate de Prokhorovka librado el 12-VII-1943, pero sólo a título casi informativo, pues no se aprecia que haga uso del mismo, incluso cuando Zamulin relata como Zhukov llegó como sustituto de Vasilevsky en su misión de delegado del Stavka en el flanco meridional del saliente de Kursk el 13 de julio (ver Zamulin, 2011: 456-457).
Finalmente, el autor también recurre a fragmentos no publicados de su libro de memorias, incluido un manuscrito dedicado a su experiencia entre 1946 y 1957, y otros materiales relativos a la elaboración de las mismas. El autor también muestra el cuidado en determinadas ocasiones en citar la 11ª edición de estas, publicadas el 1992 y que incluyen amplios fragmentos cuya inclusión la censura soviética no autorizó en su día y que, a día de hoy, no se ha traducido al inglés ni al castellano. Respecto a estos fragmentos censurados, en ocasiones consisten en aceradas críticas contra Stalin que en los años de L. Brezhnev no eran tolerables; en otras ocasiones, las omisiones hacen referencia a episodios como la ocupación que Zhukov, entonces comandante del Distrito Militar Especial de Kiev, comandó de la Besarabia y la Bucovina Septentrional, territorios anexionados de Rumanía en 1940 y que, en el contexto de la política de bloques de la Guerra Fría, no resultaba oportuno recordar para no incomodar a su entonces asociado en el Pacto de Varsovia.
Respecto a estas memorias, el autor realiza un excelente trabajo de crítica histórica, subrayando aquellos puntos que difieren sustancialmente y, a veces, interesadamente de la realidad histórica narrada a partir de testimonios históricos fiables y actualizados. Como ejemplo, el autor cuestiona la versión de Zhukov sobre su designación como comandante del Frente de la Reserva a finales de julio de 1941, que sería fruto de una supuesta discusión que mantuvo con Stalin tras recomendar que el Frente Suroccidental abandonase sus expuestas posiciones alrededor de Kiev, apareciendo así como el providencial profeta cuya premonición no sería escuchada a tiempo para evitar el posterior desastre que se consumaría en septiembre de 1941. En realidad, durante esos días Zhukov ni siquiera se habría reunido con Stalin y, de acuerdo a un fragmento no publicado y depositado en los Archivos del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa – RGVA en sus siglas en ruso-, su versión respondería a una voluntad del entonces jefe del Estado Mayor General soviético de distanciarse de toda responsabilidad por la pérdida de cientos de miles de tropas soviéticas en Kiev y de lo que, normalmente, sólo se responsabiliza a Stalin.
Por otra parte, tampoco debe entenderse que su libro de memorias sea una mera colección de tergiversaciones autojustificativas, pues debe tenerse en consideración que, tras su cese como ministro en 1957, fue sometido a una sistemática campaña de desprestigio orquestrada por N. Khruschev, estando esencialmente dirigida contra su papel en la dirección y planificación de la operaciones militares durante la guerra. Como el autor observa, Zhukov, en algún momento de la década de 1950, tuvo la oportunidad de leer una traducción rusa de las memorias de Winston Churchill sobre la Segunda Guerra Mundial, sugiriendo Geoffrey Roberts que el libro de memorias de Zhukov compartiría, deliberadamente, el criterio histórico empleado por Churchill en su libro para construir su versión de los hechos ante la Historia. Pero también debe indicarse que, en otras ocasiones, Zhukov reconocería su responsabilidad por errores estratégicos, como fue el caso de las sucesivas ofensivas ejecutadas contra el HG “Centro” alemán entre enero y marzo de 1942 en el sector comprendido entre Rzhev-Sychevka-Viazma, costando cientos de miles de bajas para el Ejército Rojo. Al respecto, vale la pena recoger lo que Zhukov escribiría en 1966:
Al hacer un examen crítico de aquellos acontecimientos del invierno de 1941-1942, debo subrayar que cometimos un error en el momento de analizar la situación operacional en el área de Viazma.
(“La primera victoria” en S. Bialer, ed., Los generales de Stalin. Memorias de militares soviéticos de la Segunda Guerra Mundial, pp. 366-386: 382. Barcelona: Luis de Caralt, 1972.)
En definitiva, esta biografía del profesor G. Roberts presenta una interesante, contrastada y casi exhaustiva exposición sobre la figura de Georgy Zhukov, dejando obsoletas a las anteriores biografías, como la de O.P. Chaney Jr. (trad. esp. de J. Reiriz Basoco, Barcelona: Euros, 1975), dedicadas a uno de los jefes militares más populares de la Segunda Guerra Mundial.