"Operación Roble": cómo Hitler rescató a Mussolini
Publicado: Vie Dic 28, 2012 1:42 am
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Título en Inglés: "Hitler's raid to rescue Mussolini" ("La Operación de Hitler para rescatar a Mussolini")
Autor: Greg Annussek.
Editorial Da Capo Editorial
Año de publicación: 2005.
Pasta: dura
ISBN-10: 0-306-81396-3
Idioma Inglés. No ha sido traducida al Castellano.
El libro consiste de 14 capítulos y 263 páginas de texto, 42 páginas de notas, 8 páginas de bibliografía, 34 fotos blanco y negro. Yo diría que la obra podría dividirse en tres áreas claramente diferenciadas:
(1) Contexto histórico-político previo al rescate
(2) planificación de la operación y
(3) descripción del rescate propiamente dicho.
En general, el libro es una narración intensa y muy estimulante, alcanzando el clímax en sus últimas cuarenta páginas en las cuales se describe la operación de rescate paso a paso con abundancia de detalles.
El autor comienza describiendo la forma en que -Julio de 1943- Mussolini fue separado del poder por el Rey Víctor Emmanuel III y de inmediato puesto bajo arresto; Badoglio constituye de inmediato un nuevo gobierno y se enfrenta al crucial dilema: debe Italia continuar como aliada de Alemania ? o debe abjurar de esa alianza y rendirse incondicionalmente a las fuerzas aliadas que ya han capturado Sicilia casi en su totalidad y amenazan con una inminente invasión del territorio italiano ?
La caída del Gobierno de Mussolini llegó en el peor momento para los Nazis: justo después del colapso del Sexto Ejército en Stalingrado y de la catástrofe militar en el Norte de Africa. La Batalla del Atlántico enviaba muy malas señales y en cuanto a bombardeos, en 1943 los aliados dejaron caer 200.000 toneladas de bombas sobre territorio alemán, lo cual quintuplicaba el tonelaje del año anterior; el 27 de Julio los aliados bombardearon Hamburgo creando un infierno cuya temperatura llegó hasta los 1400 grados Farenheit, asesinando decenas de miles de civiles y literalmente aplanando más de ocho millas cuadradas de la ciudad, un área similar a la isla de Manhattan.
Ante la posibilidad de que el nuevo Gobierno se decidiera por la segunda opción, Hitler desarrolla una estrategia de doble eje: por una parte continuar las relaciones diplomáticas con el nuevo Gobierno italiano presionándolo para continuar combatiendo al lado de Alemania y por otra reforzar la presencia de tropas alemanas en Italia, específicamente en el Norte italiano por si no se lograra lo anteriora; Hitler teme que el nuevo Gobierno italiano entregue a Mussolini a los aliados como parte de las negociaciones previas a su rendición y éstos lo exhiban en todo el mundo como su principal prisionero de guerra, por lo cual ordena elaborar planes para su posible rescate: ése es el origen de la "Operación Roble" ("Operation Oak"), una de las más excitantes operaciones comando de la Segunda Guerra Mundial.
En efecto, el Gobierno de Badoglio comienza a explorar la posibilidad de negociar con los Aliados, por medio de contactos diplomáticos en Portugal -país neutral- y buenas razones tenía para ello pues desde el momento en que los aliados invadieron Sicilia, temían que Alemania estuviera usando a Italia como parachoques y como carne de cañón para desgastar a los aliados y conservar intactas las fuerzas alemanas para defender el territorio alemán.
Temerosos de que Hitler pudiera rescatar a Mussolini, trasladan a éste a diversos lugares sucesivamente, en el mayor secreto posible. Sin embargo, como buenos mediterráneos, los italianos encuentran difícil guardar secretos y ello facilita la labor de los Servicios de Inteligencia alemanes; además, una parte de la población continuaba simpatizando con Mussolini. El tiempo -sin embargo- estaba en contra de los Nazis, pues los sentimientos de los italianos se alejaban cada día más del fascismo.
Enmedio de ese juego entre el gato y el ratón, las informaciones que recibe el Alto Mando Alemán no son absolutamente claras, al grado de que luego de descartar decenas de posibles lugares de confinamiento, afinan las labores de inteligencia y se limitan a tres posibles ubicaciones; más allá les resulta imposible penetrar la secretividad que del gobierno italiano.
Previniéndose de lanzar una operación de rescate que resultara fallida por no encontrarse Mussolini en el sitios seleccionado, el Alto Mando Alemán considera la posibilidad de llevar a cabo tres operaciones de rescate simultáneamente, cubriendo los tres lugares que les ofrecen las máximas posibilidades de acierto.
La idea de Hitler era rescatar a Mussolini de manos de sus captores (el Rey Víctor Emmanuel III y el Gobierno de Badoglio) y restaurar un gobierno fascista en Italia.
Esta "Operación Roble" formaba parte de un conjunto de cuatro operaciones alemanas en Italia, siendo las otras tres:
• La "Operación Estudiante" para tomar Roma y capturar al Rey (de 73 años de edad), a Badoglio y a todo su Gabinete de Gobierno.
• La "Operación negro" para ocupar todo el territorio italiano y
• La "Operación Eje" para capturar la Flota Italiana y evitar que cayera en manos de los Aliados.
Badoglio -vacilante, inseguro, indeciso- le propone a Hitler una reunión en territorio italiano, Hitler rehúsa.
Hitler llama a seis candidatos a sus cuarteles generales en "La guarida del lobo" y selecciona personalmente a Otto Skorzeny como el líder del comando de rescate. Dado que varios altos militares alemanes en Italia simpatizaban con el Gobierno de Badoglio (entre ellos el Mariscal Alberto Kesserling, el máximo Jefe de las Fuerzas Alemanas en Italia) Hitler ordena a Skorzeny no informarles nada sobre la "Operación Roble". Inclusive Rommel tuvo momentos de optimismo ante el nuevo gobierno italiano: en una carta a su esposa le dice "No es imposible que el nuevo gobierno italiano continúe luchando a nuestro lado".
Casi por una casualidad, los alemanes reciben la confirmación definitiva del lugar en que preciso en el cual mantienen secuestrado a Mussolini: el Hotel Emperador, en lo alto de una remota montaña.
El 8 de Septiembre cae la bomba: a las 6:30 p.m. el Alto Mando Alemán escucha la radio "Este es el General Dwight D. Eisenhower, Comandante en Jefe de las Fuerzas Aliadas. El Gobierno Italiano ha rendido sus Fuerzas Armadas incondicionalmente. Como Supremo Comandante en Jefe, yo le he garantizado un Armisticio Militar. Todos los italianos que dea hora en adelante ayuden a expulsar al agresor alemán contarán con la asistencia y la ayuda de las Naciones Unidas". A las 7:45 p.m., Badoglio habla por la radio confirmando la capitulación de Italia.
El 12 de Septiembre de 1943, luego de una acelerada -frenética- planificación, despegan doce planeadores DFS230 modificados, cada uno con capacidad para 9 tropas de combate y sus equipos (además del piloto), tirados por aviones Henschel Hs126s. La hora programada inicialmente para el aterrizaje de los planeadores en el Hotel era las 7:00 horas, lo cual había sido cuidadosamente decidido: por una parte la sorpresa para los guardias sería mayor a una hora tan temprana y por otra los planeadores llegarían enmedio de los característicos vientos suaves de principios de la mañana. Sin embargo por diversas razones la operación se pospuso varias horas hasta que finalmente los planeadores despegaron a las 13:00 horas. En total levantaron vuelo 120 hombres.
A una altitud de 9.843 pies, Skorzeny desconectó su planeador del avión remolcador, con el Hotel Emperador a la vista y descendió lentamente hasta el nivel de 7.000 pies. A esa altura, dió varias vueltas alrededor del Hotel estudiando el terreno alrededor del Hotel y le ordena al piloto de su planeador aterrizar lo más cerca posible del edificio. El planeador desciende rápidamente y poco antes de tocar tierra despliega el paracaídas para frenar de golpe lo más posible y aterriza exitosamente a solo 50 pies de la esquina derecha trasera del edificio del Hotel.
En uno de los planeadores iba un Alto Oficial Italiano para prevenir que los custodios de Mussolini lo ejecutaran al percatarse de la Operación de Rescate, se trataba del General Fernando Soleti: su sola presencia causaría confusión en los guardias italianos, al tiempo que Soleti les ordenaría a éstos no disparar a los alemanes; ello facilitaría la operación, además de darle unos instantes más al equipo alemán para encontrar a Mussolini dentro del Hotel.
Otto Skorzeny volaba en el planeador que iba al frente del grupo, fue el primero en aterrizar.
Estas dos fotos corresponden a la elevación posterior del "Hotel Emperador", los planeadores aterrizaron justo en este sitio:
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(Fuente: strikehold.net)
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(Fuente: strikehold.net)
Mussolini describió ese momento: "Eran exactamente las 2:00 de la tarde y yo estaba sentado con los brazos cruzados frente a mi ventana abierta en el segundo nivel cuando de repente ví un planeador aterrizar a solamente cien pies de mí. La alarma sonó. El Coronel Faiola irrumpió en mi habitación y me gritó amenazante "Cierre la ventana y no se mueva!".".
Skorzeny y sus comandos corrieron rápidamente hacia el Hotel mientras el General Soleti les gritaba en italiano a los guardias "No disparen! no disparen!". Skorzeny entra al Hotel y encuentra a un guardia desprevenido y en total sorpresa, paralizado por el espectáculo, le ordena "Manos en alto!" y entra a la primera habitación que encuentra, en donde mira a un soldado italiano trabajando en su radio transmisor, le patea la silla y lo tira al suelo y destroza el radio transmisor con la culata de su metralleta.
Skorzeny busca desesperadamente una entrada más directa al Hotel pero no encuentra ninguna en esa área, por lo cual sale de regreso y corre inspeccionando la parte de atrás del Hotel sin encontrar ni una entrada. Corre al frente del edificio y mira la entrada principal al Hotel, pero lo separa de ella cierta distancia pues el edificio tiene forma semi-circular. Dirige su vista hacia una ventana del segundo nivel y mira un rostro: es el Duce.
Mussolini recuerda la escena: "Al frente del comando venía Skorzeny; los guardias del Hotel (carabinieri) ya habían preparado sus armas para disparar, cuando ví entre el grupo de rescate al General Soleti, comencé a gritar fuerte "No disparen! no ven que viene un General Italiano con ellos?"."
Skorzeny le grita a Mussolini: "Duce, apártese de la ventana!" y entra al Hotel con su comando, ponen manos arriba al resto de carabinieri y llegan hasta la habitación de Mussolini, custodiado por los últimos dos guardias a quienes también ponen con las manos en alto. Habían pasado cuatro minutos desde el aterrizaje del primer planeador, los últimos planeadores del grupo continuaban aterrizando, sus ocupantes tomaron posiciones alrededor del edificio. Ni una sola bala se había disparado. Pocos minutos más tarde, los italianos rindieron oficialmente el edificio a los alemanes.
Esta es la elevación principal del Hotel, a la cual el Comando Alemán llegó corriendo luego de bordear el edificio. Mussolini apareció en una de las ventanas del segundo nivel:
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Skorzeny le dice a Mussolini "Duce: el Führer me ha enviado a rescatarlo" y éste le contesta "Yo sabía que mi amigo Adolfo Hitler nunca me abandonaría".
Foto de Skorzeny con Mussolini, inmediatamente después de concluir el rescate, aún están en el Hotel Emperador:
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Uno de los planeadores había chocado estrepitosamente al momento de aterrizar, sus ocupantes heridos fueron atendidos en el Hotel por médicos alemanes e italianos: ninguno de ellos sufrió heridas mortales.
En el aire aún estaba sobrevolando en círculos el Capitán Heinrich Gerlach, al mano de un Fieseler 156 Stork, esperando la señal convenida: los comandos alemanes agitaron sábanas blancas en las ventanas del Hotel indicándole el éxito de la operación y que podía aterrizar.
Foto de un avión Fieseler 156 "Stork" como el utilizado en la "Operación Roble":
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En ese avión -siempre pilotado por Gerlach- voló Mussolini hacia la libertad, acompañado de Skorzeny, hicieron una escala en Pratica di Mare y cambiaron su avión por un Henkel 111 y volaron hacia Austria en donde aterrizaron a las 11:00 p.m.
En la siguientes dos fotos pueden ver a Mussolini dirigiéndose al avión Fieseler 156 "Stork", acompañado de Skorzeny:
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Foto del Coronel Skorzeny:
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Inmediatamente después de que llegaron al Hotel Imperial, Mussolini llamó por teléfono a Hitler y lo saludó brevemente; luego se retiró a dormir.
El conmutador telefónico se congestionó de llamadas dirigidas a Skorzerny: Himmler, Goering, Keitel y todos los principales líderes Nazis lo felicitaron por su triunfo. Finalmente Hitler lo llamó desde "La guarida del lobo" para felicitarlo: "Este día Usted ha llevado a cabo exitosamente una operación que pasará a la Historia. Usted me ha traído a mi viejo amigo Mussolini y yo le estoy entregando a Usted la Cruz de Caballeros y promoviéndolo a Mayor".
La siguiente foto muestra a Hitler felicitando a Skorzeny por el éxito de la "Operación Roble" al haber rescatado a Mussolini:
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Poco tiempo después, Goering condecoró a Skorzerny con la "Medalla de Oro de la Fuerza Aérea" y Mussolini con la "Orden de los Cien Mosqueteros".
El historiador Alan Bullock dice "Tomado junto al éxito alemán en haber ocupado la mayor parte de Italia y mantener a raya a los aliados muy al Sur de Roma, el rescate de Mussolini significó un final triunfante a la crisis del Verano de 1943, la cual amenazaba dejar la frontera Sur de Alemania directamente expuesta a un ataque aliado".
Japón expresó públicamente sus felicitaciones a Alemania: "Todo el pueblo japonés se siente extremadamente felíz por el rescate de Mussolini".
El "New York Times" -en cambio- minimizó la importancia de la operación: "Una pequeña victoria enmedio de muchas derrotas en Tunisia (Túnez), Russia, Sicilia e Italia".
El día siguiente Mussolini se reunió con su familia en Munich y un día después se reunió con Hitler en "La guarida del lobo". A pesar de que en público ambos aparecen sonrientes y cordiales, durante la reunión privada el ambiente fue denso y mucho menos amable: Hitler esperaba ver a Mussolini con su característica energía diabólica pero éste lucía deprimido y falto de ánimo. Hitler lo exhortó a tomar una ejemplarizante venganza en contra de Ciano Galeazzo (yerno de Mussolini, estaba casado con Edda Mussolini) y de los traidores que habían votado en su contra y precipitaron su caída del poder, muchos de los cuales -incluyendo a Ciano- permanecían en poder de los alemanes. Mussolini titubeó ante la idea de ejecutar al esposo de su propia hija.
Después de la reunión, Goebbels escribió en su Diario: "Mussolini, al rehusar castigar a sus detractores, mostró sus limitaciones: no es un revolucionario sólido como Hitler o Stalin. Al fin y al cabo, Mussolini es un italiano y no puede despojarse de esa condición heredada".
Luego Hitler recibió otra decepción de parte de Mussolini, cuando éste le expresó su deseo de la vida pública y retirarse a vivir tranquilamente en su amada región de Romagna, argumentando que no deseaba provocar una guerra civil entre sus compatriotas. Hitler rechazó de plano tal idea y Mussolini terminó retractándose.
Ambos dictadores estaban mutuamente decepcionados. La historiadora Elizabeth Wiskemann comenta: "Una Italia fascista fuerte y Nietzcheniana había sido parte importante en la estructura psíquica de Hitler. Ahora se veía obligado a reconocer que Italia no había sido mejor en esta guerra que en la anterior y que Mussolini era excesivamente italiano: su mentor y su compañero en la imagen mundial de superhombre resultaba ahora ser un perfecto hombre común".
Hay algo irónico en todo ésto: para el pueblo alemán el rescate de Mussolini significaba un motivo de orgullo y satisfacción y renovada fe en el futuro; para Hitler significó una desilusión.
Rachel Mussolini -esposa del Duce- lo describe: "Luce cansado, resignado y deprimido; cuando se refiere a sí mismo dice "el Mussolini difunto" y decía que su principal misión como Jefe de Estado era proteger a su pueblo de la venganza alemana".
Mussolini estableció su Gobierno en la orilla del Lago Garda, al Norte de Italia. A pesar de que nominalmente él era el Jefe de Gobierno, Alemania era quien imponía su voluntad: bajo presión de Hitler, Mussolini finalmente accedió a llevar a Corte a seis de los traidores entre ellos a Ciano. Las aprehensiones y vacilaciones de Mussolini terminaron cuando Ciano y cuatro más del grupo fueron ejecutados por un Escuadrón de Fusilamiento; el sexto del grupo fue sentenciado a largos años de prisión.
Mussolini y su familia se radicaron en la Villa Feltrinelli; Claretta Petacci -la amante del Duce- fue instalada en una casa cercana. Mussolini pasaba el tiempo interpretando en su violín diversas obras de Beethoven y Verdi, leyendo a Platón y a Goethe y quejándose de insomnio y de su mala salud. Recordemos que Mussolini era un hombre muy culto, hablaba con fluidez varios idiomas y cotidianamente hablaba sobre Arte, sobre los Clásicos Griegos y Romanos, etc.)
La última reunión entre Hitler y Mussolini tuvo lugar el 20 de Julio del '44 en "La Guarida del Lobo", pocas horas después de que Hitler sufriera un atentado que estuvo a punto de terminar con su vida. En esa reunión, además de la tensión provocada por el atentado, los principales lugartenientes de Hitler (Goering, Doenitz y Ribbentrop) comenzaron a culparse mutuamente por la caótica situación militar alemana; Mussolini -para entonces un fantasma de sí mismo- se limitó a escucharlos en absoluto silencio mientras saboreaba una porción de pastel.
Poco tiempo después, mientras el Duce viajaba junto a su amante Claretta Petacci, ambos fueron capturados por Partisanos italianos en la Villa de Dongo, en la región del Lago Como; el 28 de Abril fueron ejecutados, sus cadáveres fueron trasladados a Milán en donde fueron vejados por muchedumbre enardecida y colgados de los tobillos en la Plaza Loreto.
Terrible imagen de los cadáveres de Mussolini junto a su amante Claretta Petacci, poco después de haber sido asesinados por la turba:
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Fuente: avles-theamberpath.blogspot.com
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Fuente: stormfront.org
En cuanto a Skorzeny, pasó varios años en campos de concentración aliados, se escapó y vivió en diversos países. Murió de cancer en Madrid, España en 1975.
Estimados amigos: espero que esta recensión haya sido de vuestro interés y agrado.
Saludos cordiales desde Nueva York,
Antonio Machado.