La Unión Soviética y la Shoah-Antonella Salomoni

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La Unión Soviética y la Shoah-Antonella Salomoni

Mensaje por David L » Sab Oct 01, 2011 4:35 am

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Autor: Antonella Salomoni
La Unión Soviética y la Shoah
Editorial: Universitat de València
Páginas: 327
Año: 2010
EAN: 9788437077611

Unas breves notas sobre la disposición de este excelente estudio sobre la Unión Soviética y la Shoah. El libro consta de 326 páginas, distribuidas en un prólogo dedicado principalmente a relatar la matanza del barranco de Babi Yar-septiembre 1941-y seis capítulos más. Las notas están situadas a pie de página y no hay fotografías en su interior. Esta edición se presenta en tapa blanda.

Entrando ya en el contenido de este trabajo, me gustaría destacar la originalidad del mismo, ya que a pesar de ser en la Unión Soviética donde se produjeron el mayor número de víctimas Judías, tras la invasión alemana en junio de 1941, la opacidad del régimen soviético a la hora de afrontar el genocidio como un ataque perpetrado minuciosamente contra dicha comunidad fue siempre algo incómodo para Stalin y sus futuros sucesores. Este es el eje central del libro, aunque antes de entrar de lleno en esta cuestión la autora italiana, Antonella Salomoni, nos adentra en las macabras matanzas llevadas a cabo por los alemanes y colaboradores contra los Judíos de Ucrania, Bielorrusia, Países Bálticos, etc...Estas matanzas no pudieron ser coronadas con éxito sin la inestimable colaboración de una parte importante de la ciudadanía soviética, entendiendo como soviéticos a una parte de los ucranianos, lituanos, bielorrusos, etc...como he comentado anteriormente. Interesante resulta también el análisis que lleva a acabo la autora sobre la supuesta pasividad de los Judíos ante la suerte que les esperaba, para Antonella Salomoni el daño producido por el acuerdo Ribbentrop-Molotov de agosto de 1939 fue desastroso para el destino final de muchos Judíos soviéticos. La ciudadanía de la Unión Soviética permaneció durante casi 2 años en una opacidad informativa dirigida desde el Gobierno Central en Moscú sobre la suerte de los Judíos, no sólo alemanes, sino también los polacos, y eso influyó negativamente en la confianza de los Judíos a la hora de esperar un trato más humano por parte de los alemanes. La mayoría acudió a los lugares de encuentro determinados por los nazis sin saber la suerte que les tenía deparada el destino.

El antisemitismo palpable en los territorios soviéticos, existente mucho antes de la llegada de los nazis, fue explotado magníficamente por éstos para conseguir la colaboración de los autóctonos en el progrom Judío que se debía desencadenar. Antonella Salomoni nos ofrece una clara muestra de la extensa cooperación de una parte de esa ciudadanía, aunque también nos muestra la otra cara de la moneda, la ayuda desinteresada por parte de otros conciudadanos con la decidida intención de salvar de una muerte segura a muchos Judíos.

El silenciamiento del régimen soviético frente a la especificidad del genocidio Judío es la segunda parte de este ensayo. ¿Por qué la Unión Soviética se negaba a aceptar la Shoah como un ataque directo a la comunidad Judía? ¿A qué tenía miedo la URSS? A esta y a otras preguntas nos responde la autora con gran cantidad de material documental. Todo parece radicar en la intención de Stalin de asegurar la cohesión interna de las distintas nacionalidades que conformaban la gran Unión De Repúblicas Socialistas Soviéticas. No hubo asesinatos de Judíos, sino de ciudadanos soviéticos, aquellos debían presentarse como parte integrante de las bajas de la Unión Soviética sufridas en la Gran Guerra Patria. No había lugar para desviarse de esta versión oficial. El EAK (Comité Antifascista Judío) organización creada bajo el auspicio de Moscú y del Partido Comunista en 1942, acabó siendo un verdadero engorro para el Kremlin, esta organización fue autorizada por Stalin con vistas a aglutinar la ayuda de los Judíos norteamericanos y del resto del mundo mientras durara la guerra, cuando ésta terminó la EAK se convirtió, a ojos de Moscú, en una asociación promotora del sionismo y, de esta manera, en una entidad peligrosa para la unidad del Estado comunista. Este tema es ampliamente desarrollado por la autora con gran lujo de detalles. Para terminar, me gustaría también destacar la mención a una supuesta creación de una República Judía en Crimea que hubiese aglutinado en esos territorios a todos los Judíos dispersos por la Unión Soviética. Parece ser que el proyecto tenía el visto bueno del Ministro de AAEE, Molotov, y del propio Stalin, aunque todo acabó en agua de borrajas y no pudo hacerse realidad…..al final sería en Palestina donde nacería el Estado Judío de Israel en 1948.

En fin, un libro no muy extenso, pero sumamente atrayente para todos aquellos aficionados al estudio de la Shoah.

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Mensaje por gunsche » Sab Oct 08, 2011 4:29 am

Sin animo de generar polemicas (y sin haber leido el libro en cuestión), debo decir que las autoridades sovieticas nunca negaron que el Holocausto hubiese sucedido. Pero no podemos olvidar que de las mas de veinte millones de bajas (el numero exacto nunca se sabra) de la Union Sovietica en la SGM, fueron muchos mas los ciudadanos que eran eslavos (sea su etnia rusa, ucraniana, bielorrusa) que aquellos ciudadanos judíos. Hitler despreciaba a los eslavos casi tanto como a los judíos, y termino matando muchos mas eslavos que judíos, por eso las autoridades sovieticas no estuvieron de acuerdo en considerar a los judíos como las unicas victimas del nazismo.

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Mensaje por cv-6 » Sab Oct 08, 2011 2:00 pm

gunsche, creo que aquí no se ha mencionado que los judíos fueran las únicas víctimas del nazismo. Lo que sí parece es que los judíos caían tan mal a los soviéticos como a los alemanes (Eso sí, a diferencia del gobierno alemán, el soviético no organizó una política de exterminio contra ellos.)
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Mensaje por gunsche » Sab Oct 08, 2011 5:53 pm

No creo que sea tan cierto que "los judíos caian tan mal a los sovieticos como a los alemanes". El antisemitismo oficial en la Unión Soviética antes y durante la Segunda Guerra Mundial era mínimo. Hubo algunas excepciones, como la purga de funcionarios judíos hecha por Molotov al asumir el ministerio de relaciones exteriores en 1939, con el objeto de llegar a un acuerdo con la Alemania nazi. Pero todavia la Urss contaba con ciudadanos judíos en altos puestos jerarquicos (como Lazar Kaganovich). Recordemos que la propaganda nazi hablaba constantemente del judeobolchevismo. Fue recien despues de 1948, cuando tras la fundación del estado de Israel, Stalin comenzó a dudar de la lealtad de los ciudadanos sovieticos que eran judíos, que comenzaron las políticas antisemitas en la Unión Soviética.

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Mensaje por David L » Dom Oct 09, 2011 11:23 pm

La Unión Soviética no negó el Holocausto, hubiera sido muy difícil poder esconder que de los 5 millones de judíos que vivían en sus territorios en 1939, fueran asesinados alrededor de 3 millones. Lo que sí negó, o mejor dicho, censuró la URSS, fue la especificidad que esas muertes supusieron dentro del total de víctimas padecidas en la Unión Soviética durante la guerra. ¿Por qué? Primero de todo porque ese colectivo acabó asociado a un sionismo cosmopolita, a un estado dentro de otro estado y eso era lo último que querían escuchar las autoridades soviéticas. Cualquier alusión a una nacionalidad en concreto podría suponer una amenaza a su política interna de uniformidad. Aquí todos fueron muertos por la Gran Guerra Patria. Uno puede pensar que entra dentro de lo razonable pensar así, pero no lo es, sencillamente porque a los Judíos no se les dio nunca una oportunidad de poder salvarse, estaban condenados de antemano por la política exterminadora del Tercer Reich. Los eslavos, también considerados subhombres, fueron masacrados, de eso no hay duda, pero no existía una plan de antemano que pensara acabar con ellos eliminándolos de la faz de la tierra. Además, si la URSS hubiese aceptado la mencionada especificidad del exterminio Judío también tendría que haber lidiado con el colaboracionismo de muchos ciudadanos de la Unión Soviética que apoyaron la causa alemana merced a un antisemitismo latente mucho antes de la llegada de las fuerzas germanas a territorio soviético. La cohesión interna estaba por encima de cualquier alegato individualista. Ese parece ser el principal motivo de esta “ocultación” de la Shoah en la URSS. Cuando fue proclamado el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, la Unión Soviética reconoció dicho estado tres días después, pero cuando la ola de solicitudes judías en territorio soviético fue cada vez más en aumento la postura de las autoridades soviéticas ya no fue tan favorable. El sionismo organizado dentro de la URSS no era bien aceptado, eso suponía un peligro para la cohesión interna del país, la Guerra Fría comenzaba y no había lugar para dar cancha al enemigo. Como veis, antisemitismo y política interior iban de la mano.

Un saludo.
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