Los judíos de Múnich
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Los judíos de Múnich
Os dejo algunos apuntes sobre lo vivido por los judíos de Múnich a partir de la Noche de los Cuchillos Largos, momento en el que se acentuó su persecución. He tomado la información del trabajo de David Clay Large Where Ghosts Walked. Munich Road's to the Third Reich. W. W. Norton & Company, Inc. USA: 1997.
Comparados con otras ciudades como Berlín o Núremberg, los daños causados a judíos y propiedades judías en Múnich durante el pogromo de 1938 fue relativamente ligero. Sin embargo, como era costumbre cuando en Berlín se tomaba una decisión o desde allí se daban directrices, los dirigentes locales de Múnich quisieron tomar la delantera en cuanto a la aplicación de unas medidas generales que afectarían a todo el Reich. En este caso, como consecuencia del pogromo, la orden dada fue la de "arianizar" (expropiar) todos los comercios judíos posibles, para lo cual Adolf Wagner, el Gauleiter de Baviera, creó ad hoc el 22 de noviembre de 1938 la Corporación para la Administración de la Riqueza de Múnich, que venía a ser una especie de madriguera de ladrones sancionada oficialmente para expropiar y repartir como mejor viniera en gana los negocios judíos, negocios estos que serían liquidados por un pequeño porcentaje de su valor real. Muchos de los judíos afectados por estos hechos emigraron, pero otros muchos permanecieron en Múnich, ahora privados de poder ejercer ningún trabajo o regentar un negocio. Como consecuencia y por necesidad vital, un buen número de ellos se vio obligado a vender parte de sus pertenencias. Y una vez más, la situación fue aprovechada por las autoridades locales, esta vez para instalar una Oficina de Compra, encargada de gestionar obligatoriamente las ventas. Los precios a los que fueron obligados a vender sus cosas se situaban entre un 20 y un 30% por debajo de lo que en realidad valían.
Otra parte del proceso de "arianización" implicaba la expulsión de los judíos de sus casas y su traslado a otros barrios. Hitler dio una orden expresa respecto a las viviendas judías confiscadas en su amada ciudad: que se alojara en ellas primero a los muniqueses que habían quedado sin casa como resultado de las obras de remodelación de la ciudad que estaban en marcha. Muchas viviendas fueron entregadas a estos ciudadanos, pero otras muchas fueron a parar a manos de los jerifaltes locales.
En noviembre de 1939, los judíos cuyas viviendas había sido expropiadas, fueron forzados a vivir en "casas de judíos" (Judenhäuser). También en ese mismo año, fueron sometidos a un racionamiento de los alimentos más estricto y a los comerciantes se les recortó el horario de apertura de sus negocios. También se les prohibió el acceso a los tranvías. Con el estallido del conflicto bélico, muchos judíos de las localidades del campo bávaro comenzaron a emigrar a las grandes ciudades de la región, a veces de manera forzada, pues muchos de ellos eran expulsados de sus pueblos. En Múnich había unos 4.000 judíos en 1939, de modo que los nuevos que iban llegando esperaban poder esconderse en una especie de anonimato en la gran ciudad, pasar desapercibidos.
A principios de 1941, las autoridades municipales disolvieron el sistema de Judenhäuser y comenzaron a colocar a los judíos en barracones en los suburbios. El primer campo fue instalado en Milbertshofen, a cuatro kilómetros del centro de Múnich. Otro lugar de refugio fue adecuado en agosto de 1941 en Berg am Laim, en un convento de las Hermanas de la Caridad. Este fue empleado para albergar judíos privilegiados ("medio judíos" y judíos casados con cristianos). Aunque era mucho más agradable que el asentamiento de Milbertshofen, no dejaba de ser una cárcel donde la vida de los judíos estaba estrictamente regulada. A los residentes se les prohibió contacto alguno con las monjas que ocupaban parte del complejo. Ese año 1941 fue el que marcó a los judíos del Reich con una estrella amarilla en sus vestimentas. Consta registrado el caso de joven chica judía que consiguió evitar a su madre portar tal marca, alegando que esta era viuda de un ario y madre de un soldado del frente. La chica tachó el logro como un "pequeño éxito en tiempos oscuros".
Con el progreso de la guerra, los judíos fueron viéndose privados de más y más derechos: se les prohibió el acceso a los cines, parques, museos y el empleo de aseos y teléfonos públicos. Además, se les prohibió el acceso a los refugios antiaéreos. Todas estas medidas y otras muchas les dejaron como poco más que bestias de carga, siendo utilizados para retirar nieve y escombros, transportar bombas sin explotar y trabajar en fábricas de armamento.
El primer transporte de judíos desde Múnich hacia los campos de trabajo y exterminio del este se efectuó el 20 de noviembre de 1941. Incluía ancianos de Milbertshofen y niños de un jardín de infancia de la Antonienstrasse. Su destino fue Theresienstadt, ciudad y campo de paso hacia un destino más lejano.
Tras la guerra, unos 250 judíos pudieron retornar a Múnich desde los campos de concentración. En la ciudad habían conseguido sobrevivir al Tercer Reich no más que 89. En noviembre de 1945, la Asociación Cultural Judía local contaba con 300 miembros. Antes de Hitler, contaba con 12.000.
Un saludo.
Comparados con otras ciudades como Berlín o Núremberg, los daños causados a judíos y propiedades judías en Múnich durante el pogromo de 1938 fue relativamente ligero. Sin embargo, como era costumbre cuando en Berlín se tomaba una decisión o desde allí se daban directrices, los dirigentes locales de Múnich quisieron tomar la delantera en cuanto a la aplicación de unas medidas generales que afectarían a todo el Reich. En este caso, como consecuencia del pogromo, la orden dada fue la de "arianizar" (expropiar) todos los comercios judíos posibles, para lo cual Adolf Wagner, el Gauleiter de Baviera, creó ad hoc el 22 de noviembre de 1938 la Corporación para la Administración de la Riqueza de Múnich, que venía a ser una especie de madriguera de ladrones sancionada oficialmente para expropiar y repartir como mejor viniera en gana los negocios judíos, negocios estos que serían liquidados por un pequeño porcentaje de su valor real. Muchos de los judíos afectados por estos hechos emigraron, pero otros muchos permanecieron en Múnich, ahora privados de poder ejercer ningún trabajo o regentar un negocio. Como consecuencia y por necesidad vital, un buen número de ellos se vio obligado a vender parte de sus pertenencias. Y una vez más, la situación fue aprovechada por las autoridades locales, esta vez para instalar una Oficina de Compra, encargada de gestionar obligatoriamente las ventas. Los precios a los que fueron obligados a vender sus cosas se situaban entre un 20 y un 30% por debajo de lo que en realidad valían.
Otra parte del proceso de "arianización" implicaba la expulsión de los judíos de sus casas y su traslado a otros barrios. Hitler dio una orden expresa respecto a las viviendas judías confiscadas en su amada ciudad: que se alojara en ellas primero a los muniqueses que habían quedado sin casa como resultado de las obras de remodelación de la ciudad que estaban en marcha. Muchas viviendas fueron entregadas a estos ciudadanos, pero otras muchas fueron a parar a manos de los jerifaltes locales.
En noviembre de 1939, los judíos cuyas viviendas había sido expropiadas, fueron forzados a vivir en "casas de judíos" (Judenhäuser). También en ese mismo año, fueron sometidos a un racionamiento de los alimentos más estricto y a los comerciantes se les recortó el horario de apertura de sus negocios. También se les prohibió el acceso a los tranvías. Con el estallido del conflicto bélico, muchos judíos de las localidades del campo bávaro comenzaron a emigrar a las grandes ciudades de la región, a veces de manera forzada, pues muchos de ellos eran expulsados de sus pueblos. En Múnich había unos 4.000 judíos en 1939, de modo que los nuevos que iban llegando esperaban poder esconderse en una especie de anonimato en la gran ciudad, pasar desapercibidos.
A principios de 1941, las autoridades municipales disolvieron el sistema de Judenhäuser y comenzaron a colocar a los judíos en barracones en los suburbios. El primer campo fue instalado en Milbertshofen, a cuatro kilómetros del centro de Múnich. Otro lugar de refugio fue adecuado en agosto de 1941 en Berg am Laim, en un convento de las Hermanas de la Caridad. Este fue empleado para albergar judíos privilegiados ("medio judíos" y judíos casados con cristianos). Aunque era mucho más agradable que el asentamiento de Milbertshofen, no dejaba de ser una cárcel donde la vida de los judíos estaba estrictamente regulada. A los residentes se les prohibió contacto alguno con las monjas que ocupaban parte del complejo. Ese año 1941 fue el que marcó a los judíos del Reich con una estrella amarilla en sus vestimentas. Consta registrado el caso de joven chica judía que consiguió evitar a su madre portar tal marca, alegando que esta era viuda de un ario y madre de un soldado del frente. La chica tachó el logro como un "pequeño éxito en tiempos oscuros".
Con el progreso de la guerra, los judíos fueron viéndose privados de más y más derechos: se les prohibió el acceso a los cines, parques, museos y el empleo de aseos y teléfonos públicos. Además, se les prohibió el acceso a los refugios antiaéreos. Todas estas medidas y otras muchas les dejaron como poco más que bestias de carga, siendo utilizados para retirar nieve y escombros, transportar bombas sin explotar y trabajar en fábricas de armamento.
El primer transporte de judíos desde Múnich hacia los campos de trabajo y exterminio del este se efectuó el 20 de noviembre de 1941. Incluía ancianos de Milbertshofen y niños de un jardín de infancia de la Antonienstrasse. Su destino fue Theresienstadt, ciudad y campo de paso hacia un destino más lejano.
Tras la guerra, unos 250 judíos pudieron retornar a Múnich desde los campos de concentración. En la ciudad habían conseguido sobrevivir al Tercer Reich no más que 89. En noviembre de 1945, la Asociación Cultural Judía local contaba con 300 miembros. Antes de Hitler, contaba con 12.000.
Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw
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Unas imágenes muy recientes del lugar donde se encontraba el hogar infantil judío de la Antonienstrasse, citado en el penúltimo párrafo de mi texto anterior. Entre 1941 y 1942, niños, adolescentes y cuidadoras fueron transportados de allí a campos de concentración y asesinados. El sitio está señalado con un panel en el que aparece una fotografía de dos jóvenes de aquel hogar asomando por una de las ventanas:
Archivo del autor
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Un saludo.
Archivo del autor
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Ian Kershaw
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En el centro de la ciudad se construyó la principal sinagoga de Múnich, entre 1883 y 1887. Allí, en la calle Herzog Max, estuvo prestando servicio a la comuinidad judía, hasta que en junio de 1938, bajo el pretexto de suponer un obstaculo para los planes de remodelación de la ciudad que estaban desarrollándose por esos años, fue destruída para siempre. En realidad, el templo no se encontraba cerca de ninguna de las áreas que se iban a ver afectadas por las reformas a gran escalada planteadas.
La sinagoga siendo derribada.
http://www.ashkenazhouse.org/timages/02-muench" onclick="window.open(this.href);return false; ... b-1938.jpg
El mismo lugar en la actualidad.
Archivo del autor
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Un saludo.
La sinagoga siendo derribada.
http://www.ashkenazhouse.org/timages/02-muench" onclick="window.open(this.href);return false; ... b-1938.jpg
El mismo lugar en la actualidad.
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Ian Kershaw
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NO me había dado cuenta de la obra de arte que representa dicho panel, ¿Tienes más información? Es decir si ¿lo hizo algun artista plástico o algo impulsado por la municipalidad?Eckart escribió:Unas imágenes muy recientes del lugar donde se encontraba el hogar infantil judío de la Antonienstrasse, citado en el penúltimo párrafo de mi texto anterior. Entre 1941 y 1942, niños, adolescentes y cuidadoras fueron transportados de allí a campos de concentración y asesinados. El sitio está señalado con un panel en el que aparece una fotografía de dos jóvenes de aquel hogar asomando por una de las ventanas:
Fantástico el efecto del panel con las imágenes del pasado y que según de donde se lo mire encaja perfectamente en la ventana de hoy día.
Gracias por estar
"La esclavitud crece sin medida cuando se le da apariencia de libertad."
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La verdad es que no sé quién lo hizo ni de quién surgió la idea, si del ayuntamiento, de alguna asociación o de algún particular.
En los últimos años, las autoridades de Múnich se han animado a recuperar la historia del nazismo en la ciudad. Existe una exposición permamente sobre este muy valiosa en el museo municipal (que nadie que viaje a Múnich se la pierda) y, por fin, se están empezando a colocar paneles informativos por la ciudad, aunque estos todavía con cuentagotas.
Un saludo.
En los últimos años, las autoridades de Múnich se han animado a recuperar la historia del nazismo en la ciudad. Existe una exposición permamente sobre este muy valiosa en el museo municipal (que nadie que viaje a Múnich se la pierda) y, por fin, se están empezando a colocar paneles informativos por la ciudad, aunque estos todavía con cuentagotas.
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Los judíos de Múnich
En esta página se ofrece la lista de las víctimas muniquesas judías:
http://www.rijo.homepage.t-online.de/en ... elist.html
La lista consta de 2806 nombres. Se incluyen los judíos nacidos en Múnich o que en el momento de ser deportados o asesinados residían en la ciudad. Se cuentan los muniqueses judíos muertos por el "programa de eutanasia", la "justicia" nazi, el sistema de deportaciones y campos y aquellos asesinados en la ciudad durante el periodo nazi. También se incluye a quienes cometieron suicidio.
La lista es considerada incompleta por sus autores.
Un saludo.
http://www.rijo.homepage.t-online.de/en ... elist.html
La lista consta de 2806 nombres. Se incluyen los judíos nacidos en Múnich o que en el momento de ser deportados o asesinados residían en la ciudad. Se cuentan los muniqueses judíos muertos por el "programa de eutanasia", la "justicia" nazi, el sistema de deportaciones y campos y aquellos asesinados en la ciudad durante el periodo nazi. También se incluye a quienes cometieron suicidio.
La lista es considerada incompleta por sus autores.
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