Halder, Paulus y Rommel

La guerra en el Continente Africano

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Von Kleist
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Mensaje por Von Kleist » Mié Feb 06, 2008 6:53 pm

Buenas
Comentar que Bernd Stegemann, el autor del capítulo que se ocupa de la guerra en África en Germany and the Second World War, que se titula The Italo-German conduct of the war in the Mediterranean and North Africa, plantea una postura parecida a la que sostiene el compañero Werto, crítica clara a la actitud en general de Rommel, analizando los hechos desde el punto de vista de la estrategia de Alemania en aquellos momentos.
Pues el tal Stegemann (vaya nombre de estratega de salón que tiene, por cierto) debería revisar un poco sus fuentes, porque la "estrategia de Alemania" en aquellos momentos consistia en:

a) A corto plazo: reconquistar Cirenaica (cosa que Rommel hizo, dos meses antes de los esperado, en marzo en vez de mayo de 1941).

b) A medio-largo plazo: bloquear a las fuerzas británicas de Egipto y, si fuera posible preparar el asalto destinado a alcanzar Alejandria, expulsar a los británicos del Mediterraneo y avanzar sobre el Caucaso desde el sur. Esto era parte de la estrategia general contemplada por el OKW. Otra cuestión, que exigiría un análisis mas profundo es la de considerar las deficiencias de la alianza italo-germana, y su incapacidad para armonizar una estrategia naval y terrestre común; o que las necesidades de la campaña rusa la mantuvieran a la campaña norteafricana relegada en un segundo plano.

Rommel hizo lo que debía: atacar y amenazar la posición estratégica enemiga. Discutir esto es como hablar sobre el sexo de los ángeles.

Saludos

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Mensaje por José Luis » Mié Feb 06, 2008 7:21 pm

¡Hola a todos!
Von Kleist escribió:Buenas
Comentar que Bernd Stegemann, el autor del capítulo que se ocupa de la guerra en África en Germany and the Second World War, que se titula The Italo-German conduct of the war in the Mediterranean and North Africa, plantea una postura parecida a la que sostiene el compañero Werto, crítica clara a la actitud en general de Rommel, analizando los hechos desde el punto de vista de la estrategia de Alemania en aquellos momentos.
Pues el tal Stegemann (vaya nombre de estratega de salón que tiene, por cierto) debería revisar un poco sus fuentes,
Amigo Kleist,

El tal Stegemann, como tú le llamas, es una autoridad reputada, y su contribución a esta historia oficial de Alemania en la IIGM es inestimable. En cuanto a sus fuentes, ¿qué quieres que te diga? Ni tú ni yo las tendremos todas juntas jamás a nuestro alcance.

Para mostrar nuestra discrepancia con la interpretación de un historiador sobre un tema determinado debemos aportar argumentos, no descalificaciones. Sobre todo cuando no se tiene idea de quién es el autor al que se descalifica.

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Mensaje por Von Kleist » Mié Feb 06, 2008 8:51 pm

Buenas
El tal Stegemann, como tú le llamas, es una autoridad reputada, y su contribución a esta historia oficial de Alemania en la IIGM es inestimable. En cuanto a sus fuentes, ¿qué quieres que te diga? Ni tú ni yo las tendremos todas juntas jamás a nuestro alcance.
Seguramente, amigo Jose Luis, no pretendia yo ponerme al nivel de este ilustre (aunque desconocido por mi) autor. Solo decía que tendría que revisar sus fuentes en relación a esa opinión concreta, porque si Stegemann opina eso (por mucho que sea reputadisimo) es que:

a) No tiene mucha idea del tema (cosa que afirmas no es así, y me fio de tu valiosa opinión al respecto).

b) Hace una interpretación erronea de los hechos (cosa que me parece mas que probable).
Para mostrar nuestra discrepancia con la interpretación de un historiador sobre un tema determinado debemos aportar argumentos


Creo haberlos aportado (los argumentos) al relacionar la estrategia del OKW con el comportamiento de Rommel ¿los has leido?. Están un poco más abajo del primer párrafo. Por supuesto son argumentos de un aficionado a la historia, no de un experto como Stegemann. Pero concordarás conmigo en que incluso a veces los más expertos echan un borron (hasta en los escritos de Glantz sobre el frente ruso encuentra uno a veces alguna metedura de pata que otra)
no descalificaciones. Sobre todo cuando no se tiene idea de quién es el autor al que se descalifica.
No he entrado a valorar a Stegemann (mas alla de un comentario jocoso sobre el apellido,y desde luego nada relativo a su obra, solo a esa opinión en concreto sobre Rommel) y no creo haberlo descalificado. En cualquier caso, siento si te has sentido ofendido por mi comentario y te presento mis disculpas.

Saludos
Última edición por Von Kleist el Mié Feb 06, 2008 8:57 pm, editado 1 vez en total.

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Mensaje por José Luis » Mié Feb 06, 2008 9:55 pm

Von Kleist escribió:
No he entrado a valorar a Stegemann (mas alla de un comentario jocoso sobre el apellido,y desde luego nada relativo a su obra, solo a esa opinión en concreto sobre Rommel) y no creo haberlo descalificado. En cualquier caso, siento si te has sentido ofendido por mi comentario y te presento mis disculpas.

Saludos
Vamos, Kleist, no te lo tomes tan a pecho :wink: ¿Cómo me puedo sentir ofendido? No tengo motivo alguno.

El problema es que no deberíamos juzgar una conclusión general de un autor sin leer su obra. Los argumentos de Stegemann son sólidos y válidos. Naturalmente, uno puede discrepar de sus conclusiones.

Fíjate, yo estoy de acuerdo con Stegemann (y tantos otros) en que Rommel se equivocó con su ofensiva de la Cirenaica de primavera de 1941. No quiero repetir lo que expuse en el enlace que facilité, así que remito allí. Sin embargo, este error de Rommel lo fue, a mi juicio, sólo desde la perspectiva de la gran estrategia que entonces había adoptado Hitler. ¿Qué quiero significar? Que la Cirenaica, con Tobruk incluido, podía haber sido conquistada en la primavera de 1941. Pero para ello Hitler debía desviar su esfuerzo de guerra hacia el Mediterráneo. Si tal hubiera hecho, no sólo la Cirenaica, sino Alejandría y el Canal de Suez habrían sido conquistadas en el verano de 1941. El problema es que ese cambio del centro de gravedad estratégico no entraba bajo ningún concepto en sus planes. Fue un error tremendo; en realidad cuando a lo largo del verano-otoño de 1940 Hitler decidió abrir un segundo frente en Rusia tornando el centro de gravedad de la guerra allí, cavó su propia tumba. Pero esto nos llevaría a discutir la estrategia de Hitler, no las decisiones de Rommel.

La decisión de Rommel de lanzarse a por la Cirenaica en abril de 1941, dada la estrategia de Hitler, fue un grave error, en mi opinión, provocado por su errada apreciación de las intenciones británicas (Rommel creía que los británicos se retiraban de la Cirenaica y luego se dio de bruces con Tobruk) y agravado por su previo y total conocimiento de saber que no podía esperar refuerzos de Alemania. Que Hitler estuviese, efectivamente, totalmente errado en su gran estrategia no puede justificar ese error de Rommel.

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Mensaje por josan » Mié Feb 06, 2008 11:01 pm

No se que problema puede haber,en conquistar Cirenaica en marzo,en lugar de dos meses despues.Mas de un estado mayor y de dos,estaria complacidisimo por este adelanto en el logro,otra cosa mas discutible,seria quizas el ataque sobre Tobruk.

De cualquier manera,habria que preguntarse si Rommel estaba informado o no,de la fecha del ataque a la Union Sovietica.
En caso de que no fuera asi,su decision de atacar "oliendo literalmente la debilidad pasajera del enemigo,me parece mas que correcta.
En el libro "La guerra que habia que ganar",los autores,tambien bastante reputados,por cierto,consideran que la mision de Rommel,era basicamente,la de mantener ocupados a los aliados en Africa,ayudar a los italianos aliados,y evitar asi,momentaneamente al menos,veleidades aliadas de posibles ataques sobre la metropoli de Mussolini.
Si Rommel decidio cumplir estas ordenes,como mejor sabia,atacando,no creo que se le puedan poner muchos peros.

Dicho sea,con todo respeto,lo diga quien lo diga

Un saludo.

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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 1:00 am

¡Hola a todos!
josan escribió:No se que problema puede haber,en conquistar Cirenaica en marzo,en lugar de dos meses despues.Mas de un estado mayor y de dos,estaria complacidisimo por este adelanto en el logro,otra cosa mas discutible,seria quizas el ataque sobre Tobruk.
Es que tomar la Cirenaica sin Tobruk es como no tomarla. Con Tobruk en manos británicas Rommel estaba operacionalmente clavado y expuesto. Y el problema era que no tenía suficientes fuerzas para vencer la resistencia británica de Tobruk; lo intentó repetidas veces hasta que llegó a esa conclusión evidente: no tenía fuerzas suficientes para tomarla.

Por eso dije anteriormente que ese error de Rommel (la ofensiva de Cirenaica de abril) fue de apreciación de las intenciones británicas. Él creyó que iban a retirarse de todas las plazas de la Cirenaica, sin saber que Churchill había ordenado defender Tobruk a toda costa. Y también dije que ese error se agravó por el hecho de que Rommel ya sabía que no iba a recibir más refuerzos de Alemania.

Rommel fue enterado en repetidas ocasiones por el OKH que un ataque a Tobruk debía posponerse hasta el otoño de 1941. En realidad, cuando fue destinado a Trípoli ya se le había comentado que no se esperaba realizar ninguna ofensiva de envergadura en Libia hasta el otoño. Era obvio que los caballeros del OKH esperaban finiquitar la campaña rusa por esas fechas :wink:

En fin, el topic se desvía.

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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 11:41 am

¡Hola a todos!

Para reconducir este hilo quizás sea conveniente retomar el planteamiento inicial de nuestro compañero Chuikov:
Chuikov escribió:Hola amigos,

Leyendo “Stalingrado y yo”, biografía y apuntes de Paulus recopilados por Walter Gorlitz, el pasaje que transcribo literalmente a continuación me ha llamado la atención:

El 23 de abril de 1941 anotó el General Halder en su Diario : " Es necesario, por consiguiente, aclarar lo más rápido posible las condiciones que reinan en África del Norte. Después de maduras reflexiones he decidido no ir personalmente allí. No deseo presentarme como un órgano de exploración... El comandante supremo del ejército ha manifestado ciertos reparos en este sentido y atribuye las dificultades al Alto Mando italiano. Claro está, que los motivos son de índole muy distinta, y quizás sea preferible mandar allí al teniente general Paulus, que está en buenas relaciones con Rommel y que tal vez sea el único capaz de poner bajo su influencia personal a ese soldado que se ha vuelto loco... "

¿Cuál o cuáles fueron los problemas que le surgieron al OKH con Rommel para que se pensase así?

Cierto es que no estoy ducho , en absoluto, en temas africanos…..

Saludos
Mi anterior mensaje sobre las anotaciones de Halder refleja específicamente las reflexiones del jefe del EMG sobre la estrategia de Hitler con respecto a Libia-Egipto durante el otoño de 1940.

Durante ese periodo (que en propiedad podemos extender desde finales de julio a finales de diciembre de 1941) el Führer barajó varias alternativas militares en busca de vencer la resistencia británica de continuar la guerra. Por una parte se planificó y preparó la operación “León Marino” para invadir Inglaterra, que necesitaba previamente de la intervención de la Luftwaffe en los cielos de Inglaterra para, fundamentalmente, derrotar a la RAF y hacerse con la supremacía aérea sobre el Canal y las costas inglesas. Al mismo tiempo se estudió, se planificó y se preparó la operación “Félix”, que tenía por objeto capturar la base británica de Gibraltar en España. También se consideró seriamente la viabilidad de operaciones militares contra Turquía y contra los británicos en Egipto.

Al final, todos esos planes, y otros de tenor similar, quedaron en nada si exceptuamos las operaciones aéreas de la Luftwaffe contra Inglaterra. Todos estos proyectos de alternativas militares obedecían al intento alemán de dotarse de una planificación estratégica, y ejecutarla, para continuar la guerra contra Gran Bretaña después de que fracasaran, ante la negativa del Gabinete Churchill, los intentos de la diplomacia alemana para poner fin a la guerra en una mesa de negociaciones. Lo que decidió Hitler durante ese periodo crucial, de forma paulatina pero inequívoca, fue abrir un nuevo frente de guerra contra la Unión Soviética. Dejemos sus razones al margen para no hacer extensiva mi intervención.

Dentro de esa búsqueda de una gran estrategia para derrotar a Gran Bretaña, se estudió la posibilidad de intervenir militarmente en Libia para, junto con los italianos, atacar a los británicos en el Mediterráneo oriental, especialmente en Egipto. La anotación de Halder, que he copiado anteriormente, de 2 de noviembre de 1940 establece que el envío de una división blindada a Libia se consideraba suficiente para, junto con la ayuda de las fuerzas italianas allí desplegadas, expulsar a los británicos al oeste del Nilo y hacerse con Alejandría. Recordemos que el punto de partida de ese ataque sería Sidi Barrani, en Egipto, plaza que había sido ganada por Graziani en septiembre. Y recordemos igualmente que Mussolini estaba esperando a que Graziani se decidiera a continuar su ofensiva de septiembre lanzando un ataque contra los británicos en Mersa Matruh.

Por otra parte, y en esa misma anotación, Halder consideraba que para expulsar a los británicos de Egipto y hacerse con el Canal de Suez, como objetivo más ambicioso que el anterior, entonces la Wehrmacht debería enviar un cuerpo motorizado reforzado.

Para el primer objetivo (Alejandría) se estimaba que se tardaría unos tres meses en hacer a la división blindada operacional en la línea de frente, es decir, sólo se podría atacar en febrero de 1941. Si se elegía el segundo objetivo (Canal de Suez) entonces el cuerpo motorizado sólo estaría operacional en el otoño de 1941.

Todos estos planes, así concebidos, se fueron al garete cuando O’Connor noqueó a Graziani en su ataque de diciembre, que acabó finalmente en febrero de 1941 con pérdida italiana de la Cirenaica y una situación de verdadera crisis en el mando italiano ante la posible pérdida de sus posesiones en África del Norte.

En estos momentos es fundamental tener previamente en cuenta, a la hora de analizar la actuación posterior de Rommel en Libia con su ataque a la Cirenaica, la situación estratégica alemana del momento de acuerdo con los planes de Hitler de invadir la Unión Soviética a partir de mediados de mayo de 1941. Ya en noviembre y diciembre se estaba planificando la operación “Marita”, al tiempo de los preparativos febriles y descomunales para la operación “Barbarroja”.

Halder estuvo de permiso desde el 25 de diciembre de 1940 hasta el 15 de enero de 1941. El 16 de enero anotó en su diario:

[La guerra en África no tiene por qué molestarnos mucho…..pero no debemos correr el riesgo de un colapso interno de Italia. Se debe salvar de ese peligro a Italia. Será necesario enviar alguna ayuda. Los reveses se deben a la falta de material de guerra moderno en África (cañones antitanque). Decisión: Se debe enviar una fuerza con el equipo que les falte. ¡Debemos sacudirlos para que pierdan su miedo a los tanques! ¡Protección! (La fuerza debe combinar la movilidad con una cierta cantidad de potencia ofensiva).]

Seguimos en breve.
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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 12:31 pm

El 27 de enero de 1941 Halder anota en su diario:

[No podemos enviar a Libia nada más de lo que originalmente se había planeado, tanto porque el tiempo es demasiado breve, como también porque no podemos sacar nada más de los recursos destinados a BARBARROJA. Por el momento, las medidas iniciadas deben bastar]

Halder no vuelve a anotar nada en su diario digno de consideración sobre Libia hasta el 14 de marzo de 1941. Todas sus preocupaciones en el diario giran en torno a los preparativos de Marita y, especialmente, Barbarroja. En ese tiempo Rommel ya está en Trípoli, había llegado el 11 de febrero con la misión de defender la Tripolitania. Según sus propias palabras (The Rommel Papers):

[La condición básica para proporcionar esta ayuda era que el gobierno italiano acordaría llevar a cabo la defensa de Tripolitania en el área del Golfo de Sirte, en una línea que se extendía al sur desde cerca de Buerat, con el objetivo de asegurar el espacio necesario para el empleo de la Luftwaffe alemana en África. Esto representaba un cambio con respecto al plan italiano previo, que había estado limitado a mantener la línea defensiva de Trípoli.]

El 14 de marzo de 1941 Halder anota:

[1. a) El propósito de Rommel de usar una defensa avanzada (estará disponible una división italiana para relevar a la 5ª División Ligera), es aceptable. b) La navegación costera (¡sin Túnez!) está funcionando y puede ser mejorada. c) Unidad de la gestión de transporte.

2. Intenciones de Rommel para un ataque el 8-5, meta: Tobruk.

La 5ª División Ligera más la 15ª División Panzer como base (se desean dos divisiones motorizadas). Tropas de ocupación italianas.

Demandas: Tres unidades blindadas de reconocimiento, etc.

Uno debe informar:

a. Demandas no se pueden satisfacer.
b. Las divisiones italianas no sirven como tropas de ocupación.
c. Los abastecimientos se deben transportar a lo largo de la costa; el ataque requiere de liderazgo, tanto en el desierto como junto a la costa (Bengasi).

Una operación contra Tobruk directamente a través del desierto requiere de 1.500 toneladas adicionales = 4 batallones = 1/12 de Barbarroja. ¡Cuatro batallones de los italianos! El término medio es aproximadamente de 3/5 de lo anterior.

Desventaja: Más lento; una detención de cinco días entre los objetivos.

3. Ataque en Egipto. Un cuerpo blindado después del relevo y la reconstitución desde Barbarroja (preparado). Tiempo requerido, tres a cuatro meses; ataque a finales de invierno
.]

Anotación del 20 de marzo:

[General Rommel: Informe sobre Libia. Impresión general: Los británicos están pasivos y sólo parecen pensar en términos defensivos. Las unidades blindadas británicas parecen estar concentrándose en dirección a Bengasi. El área hacia el sur, alrededor de Agedabia y Sollum, aparentemente se trata como tierra de nadie. Esto indicaría las intenciones británicas de defender la región de Djebel, que ofrece condiciones favorables de salud y tácticas.

No podremos atacar en la línea base del arco en dirección a Tobruk hasta que no sea derrotado el enemigo en el Djebel. Pero el Cuerpo de Africa aún no está lo suficientemente fuerte en este momento para hacerlo. No obstante, podríamos ponderar la posibilidad de ocupar la tierra de nadie alrededor de Agedabia y hacer preparativos para una campaña en dirección a Tobruk durante el próximo otoño
.]

Ahora es importante señalar que en la víspera de esta anotación de Halder, esto es el 19 de marzo, Rommel voló al CG del Führer, en donde el ObdH Brauchitsch le informó de que en el futuro inmediato no había intención alguna de realizar una operación de envergadura en África del Norte, y en consecuencia Rommel no debía esperar refuerzos. Sólo a finales de mayo, con la llegada de la 15ª División Panzer, debía atacar Rommel hacia Agedabia y, quizás, Bengasi. Rommel le responde a Brauchitsch que para tomar Bengasi es necesario tomar toda la Cirenaica, pues Bengasi no puede defenderse en sí misma.

Recapitulando hasta aquí: tanto Brauchitsch como Halder comunicaron a Rommel que no debía comenzar ninguna operación ofensiva de alcance hasta que el DAK contara con la 15ª División Panzer, esto es, a finales de mayo. Y entonces esa operación debía ser contra Agedabia y, dependiendo, contra Bengasi. No habría más refuerzos.

Es evidente, pues, que el OKH estaba pensando claramente en Barbarroja (y en Marita) y, en consecuencia, no deseaba ninguna situación de riesgo en Libia. Con el DAK completo, el objetivo inicial sería Agedabia, y sólo después de finiquitar Barbarroja, allá por el otoño, se pensaría en proceder a un ataque contra Tobruk con vistas a seguir hacia Egipto. Pero Rommel iba a precipitar esos acontecimientos en contra de las advertencias que había recibido de sus superiores inmediatos.

Seguiremos
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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 1:05 pm

El 24 de marzo de 1941, cinco días después de su visita a Berlín, Rommel atacó contra El Agheila, tomándola en ese mismo día, mientras los británicos se retiraban a Mersa el Brega. Siete días después, el 31 de marzo, Rommel atacó Mersa el Brega, siguiendo con su ataque hacia Agedabia, que cayó en sus manos el 2 de abril por la tarde. Tenía, pues, la plaza de Agedabia el 2 de abril, cuando sus superiores le habían dicho que debía esperar a finales de mayo para lanzar ese ataque.

El 3 de abril anota Halder:

[Agedabia fue tomada por el DAK (parece que hubo severas bajas británicas). El enemigo se retira apresuradamente hacia el norte]

El 3 de abril Rommel discute acaloradamente con Gariboldi. Él mismo lo cuenta en su The Rommel Papers:

[A mi regreso al Cuartel General me encontré con el comandante-en-jefe italiano, general Gariboldi, quien de ninguna manera estaba satisfecho con el curso de la acción hasta la fecha, y me amonestó violentamente, principalmente porque nuestras operaciones estaban en contradicción directa con las órdenes de Roma. Añadió que la situación del suministro era demasiado insegura para permitir a cualquiera asumir la responsabilidad de semejante operación, o de sus consecuencias. Quiso que suspendiera toda acción y no ejecutara movimientos posteriores sin su expresa autoridad.

Yo había decidido desde el principio luchar por la más grande posible medida de libertad táctica y operacional y, más aún, no tenía intención alguna de dejar pasar las buenas oportunidades sin aprovecharlas. En consecuencia la conversación se volvió acalorada. Expuse mis opiniones claramente y sin equivocación. El general Gariboldi quería primero obtener autoridad de Roma. Pero de esa forma podían pasar días perdidos; no iba a tolerarlo y dije que intentaría seguir haciendo lo que sentía que tenía que hacer cualquiera que fuese la situación que se diera. Esto llevó la discusión a su clímax. En ese justo instante llegó una comunicación -deus ex machina- del Alto Mando alemán dándome completa libertad de acción, dejando la discusión exactamente como yo deseaba
]

El comunicado que recibió Rommel cuando discutía con Gariboldi se encuentra en la página 676 de Gerhard Schreiber, Bernd Stegemann, Detlef Vogel, Germany and the Second World War, Volume III, The Mediterranean, South-east Europe, and North Africa 1939-1941 (Oxford University Press, 1995), esto es la obra citada por nuestro compañero Chuikov, que dice así en su original:

[On the evening of 3 April he came to Rommel and a violent argument ensued between the two men. Gariboldi pointed to the insecure supply situation; he demanded that Rommel break off the operation, which was in defiance of the orders of the Italian high command, and refrain from carrying out any further troop movements without marching orders. Rommel, on the other hand, insisted that he should be free to react as he thought necessary to the changing situation; he considered Gariboldi’s misgivings about the supply situation to be unfounded.

At this point a message arrived from the Wehrmacht high command which referred to Hitler’s directive of the day before, warned Rommel not to advance further, pointed to other commitments of the Axis, and announced delays in the transport of 15th Armoured Division to North Africa. The message concluded: “A further advance of the German Africa Corps is therefore only possible if it can be determined beyond any doubt that the enemy is withdrawing most of his mobile units from Cyrenaica. Written order follows.” Thereupon Rommel announced that the Wehrmacht high command had granted him complete freedom of action. Gariboldi abandoned his opposition, although Rommel was formally his subordinate]

En otras palabras, el OKW (esto es Hitler, no el OKH) autoriza a Rommel a continuar su ataque el 3 de abril, tras tomar Agedabia el día anterior, siempre y cuando Rommel no tenga duda alguna de que los británicos piensan retirarse de la Cirenaica. Rommel está seguro de ello, y en consecuencia continúa con su ofensiva.

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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 3:58 pm

El 3 de abril de 1941 anota Halder en su diario:

[Orden del Führer al Cuerpo del Africa. Reconocimiento de sus realizaciones, recordándoles de no ser temerarios, porque las unidades de la fuerza aérea se están retirando y la llegada de la 15ª División Panzer se demorará; además, los italianos ahora necesitan todas sus fuerzas contra Yugoslavia y, así, no disponen de nada que puedan emplear en África septentrional. Bajo estas circunstancias existe el peligro de ataques ingleses en los flancos. Más avances se autorizan solamente cuando haya seguridad de que se han sacado del área los elementos blindados británicos.]

Anotación del 4 de abril de Halder:

[Se informa que los británicos están evacuando Bengasi y prendiendo fuegos.]

5 de abril de 1941, Halder:

[África septentrional: Bengasi fue tomada; el equipo de un regimiento de artillería media italiano y de un batallón blindado fue recapturado. Se está haciendo el reconocimiento en dirección a Derna.]

El 8 de abril comienza la campaña de los Balcanes. El 12 de abril Halder anota en su diario la toma de Bardia. Al día siguiente, anota Halder:

[El Führer está considerando enviar un regimiento de infantería motorizada a África del norte. ObdH lo había rechazado previamente por las siguientes razones:

a. El asunto se estuvo considerando aquí durante largo tiempo.

b. No vemos cómo hacer sobrar tropas para África del norte en vista de las grandes tareas inminentes.

c. No hay posibilidades de embarco mientras la 15ª DP no haya llegado al África.

d. Es impracticable debido a la falta de transporte motorizado y combustible.

e. Sin un apoyo aéreo más intenso, ciertamente no sería conveniente emprender operaciones con objetivos ambiciosos.

f. A medida que nos acerquemos a Egipto, la resistencia británica se volverá más tenaz
.]

Halder, 14 de abril:

[Rommel quiere avanzar a Suez desde Sollum vía Mersa Matruh. El Mariscal del Reich está dispuesto a proporcionarle apoyo aéreo.

Discusión con Jodl (OKW): Esta operación sólo se puede poner en escena en forma de una incursión. Para mantener a Suez, no contamos ni con las tropas ni con las facilidades de abastecimiento.

Decisión del Führer con respecto a las peticiones de Rommel: Nuestro principal objetivo es levantar un frente de gran amplitud en el área de Sollum (incluyendo el Oasis de Shiwa). Aparte de esto, solamente incursiones
.]

El 15 de abril Halder anota:

[Conferencia con ObdH no produce nuevos puntos de vista. Él está tratando de encontrar medios de acelerar el establecimiento de una base para Rommel y quiere submarinos y la división aerotransportada para este efecto. Yo pienso que ambos métodos son errados. La división aerotransportada no es motorizada y, por esta razón, inútil una vez que se le haya puesto en tierra en el África. Proveer submarinos es tarea de la armada italiana; sería un error retirar cualquiera de nuestros submarinos estacionados alrededor de Inglaterra y en Freetown.

Rommel informa haber encontrado una tenaz resistencia en Tobruk, lo que bloquea su avance; aparentemente hay una guarnición fuerte apoyada por unidades navales desde el mar. Él debe emplear las dos divisiones italianas para estrechar la línea de cerco. Además, lo están atacando por el lado de tierra desde Egipto. Ahora, por fin, se ve obligado a declarar que sus fuerzas no son lo suficientemente poderosas como para permitirle aprovechar completamente las “oportunidades únicas” que le ofrece la situación general. Esa es la impresión que nosotros hemos tenido aquí desde hace ya bastante tiempo
]

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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 5:30 pm

Mapa del ataque a la Cirenaica:
Imagen
Fuente: The Rommel Papers (London: Collins, 1953), p. 108

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Mensaje por José Luis » Jue Feb 07, 2008 6:59 pm

La situación en la que Rommel se encontró con la resistencia británica de Tobruk la cuenta él mismo en sus memorias. La llama una “situación extremadamente desagradable, tanto táctica como estratégicamente, que se convertiría particularmente difícil si los británicos lanzaban un ataque sobre el frente de Sollum”. Si esto acontecía, Rommel se vería obligado a recular al área de Tobruk o a defenderse en Sollum con la amenaza de ser atacado por todas partes, impidiendo de esta forma sus operaciones para intentar rendir Tobruk.

Tras los intentos realizados a partir del 10 de abril y días sucesivos contra Tobruk, Rommel finalmente reconoció el 19 de abril que “Ahora estaba finalmente claro que no había esperanza alguna de hacer nada contra las defensas enemigas con las fuerzas que tenía, en gran parte debido al deficiente estado de entrenamiento y al inútil equipo de las tropas italianas. Decidí detener el ataque hasta la llegada de más tropas”. (The Rommel Papers, 1953, p. 128).

El 23 de abril de 1941 se firma la capitulación griega. Aquí llegamos a un punto del diario de Halder de especial significado, después de todo este recorrido que hemos hecho desde la situación estratégica de otoño de 1940, para el tema que el amigo Chuikov preguntaba en su mensaje inicial y que yo cité unos mensajes más arriba. Halder anota en ese día:

[La razón de mi insistencia es la situación en el norte de África. Me preocupa, y la información correspondiente sólo está disponible en Zeppelín. Rommel no nos ha enviado ni un solo informe claro en todos estos días y tengo el presentimiento de que las cosas están hechas un desastre. Informes de oficiales que vienen de su escenario de guerra, como igualmente una carta personal, demuestran que Rommel no está ni de lejos a la altura de su tarea operacional. Todo el día se mueve apresuradamente entre las unidades esparcidas en un área muy extensa y pone en escena incursiones de reconocimiento, en que malgasta sus fuerzas. Nadie tiene un cuadro claro de la disposición de ellas ni de su capacidad de ataque. Está seguro solamente que sus tropas se encuentran ampliamente dispersas y que su eficiencia de combate se ha deteriorado considerablemente. Los ataques de penetración que se lanzan poco a poco con fuerzas blindadas débiles han sido costosos. Además de eso, sus vehículos motorizados están en malas condiciones debido a la acción de la arena del desierto. Muchos de los motores de sus tanques se deben reemplazar. El transporte aéreo no puede satisfacer las demandas sin sentido de Rommel, principalmente por falta de combustible; los aviones que aterrizan en África septentrional no encuentran allí combustible para el vuelo de regreso. En vista de todo esto es esencial aclarar sin demora toda la situación en África septentrional. Después de reflexionar sobre todo este asunto, rehúso ir yo mismo en avión para allá. No sería satisfactorio que yo fuera allí meramente para investigar los hechos. Si voy, quiero la autoridad para impartir órdenes. ObdH tiene objeciones privadas a este respecto y pretexta dificultades con el alto comando italiano. Las verdaderas razones lógicamente son otras, pero quizás sea mejor despachar al mayor general Paulus. Él tiene buenas relaciones personales con Rommel desde mucho tiempo atrás cuando sirvieron juntos y posiblemente sea el único hombre que tenga la suficiente influencia personal como para atajar a ese soldado que se ha vuelto completamente loco. Lo acompañarán representantes de la Sección de Operaciones, Sección de Organización, Gen. Qu, como también los capitanes Loyke y Soltmann de la armada.]

Bien, si queremos comprender estas consideraciones –que en parte son muy injustas- de Halder, entonces tenemos que intentar comprender cómo llegó Halder a ellas. El único punto que, a mi juicio, es inatacable de Halder es el error operacional de Rommel en su ataque a la Cirenaica. Ya lo hemos tratado en los mensajes precedentes. Rommel se encontraba a mediados de abril en una situación crítica que era previsible semanas atrás si su apreciación de las intenciones británicas se demostraba incorrecta. Y así fue. Halder está rabioso, en primer lugar, porque los hechos le vienen a dar la razón, razón que se había visto desafiada por un Rommel que para él, y aquí viene el segundo lugar, era un arrogante intolerable que gozaba del favor de Hitler, circunstancia que le permitía “pasar” del OKH. Pero además, a Halder le llegaron las quejas por escrito o por medio de retornados del frente de comandantes como Streich, Olbrich o Schwerin, quejas que se referían a las “intolerables” exigencias que Rommel imponía a sus unidades y a la caótica situación que parecía reinar en el frente. Con estas críticas Halder ya tiene en su mano todo lo que pensaba y deseaba en su interior: que Rommel no está a la altura de su cometido y que hay que ponerle freno.

La injusticia de Halder en esas últimas conclusiones se basa en las opiniones de terceros (entre los cuales está Streich, el comandante de la 5ª División Ligera, que tiene una cuenta pendiente con Rommel desde la campaña de Francia) y en su completo desconocimiento de lo que es la guerra en el desierto. Seguramente a Halder le parecería totalmente injusto si alguien, allá por la altura de agosto de 1941, le echara en cara una especie de locura porque sus tanques en Rusia se quedaban sin combustible (porque éste no llegaba a la línea de frente), se averiaban con gran frecuencia (debido a las dificultades del terreno), con los motores deteriorados (por iguales motivos y porque no han dejado de funcionar en una enajenada carrera sin descanso), o que las provisiones no llegaban al frente al ritmo deseado (porque los planes logísticos ya se tambaleaban) y sus formaciones tenían que combatir al 50% de su fuerza original. O si esa misma persona le recriminara unos meses después porque sus aviones no podían despegar debido al congelamiento, los motores de sus tanques no encendían por igual motivo, y no se tenían aceites especiales para superar esta circunstancia. O tal vez la crítica sería más feroz si ese alguien también lo humillara poniéndole delante el desastre de las ropas de invierno que no tenían y precisaban sus tropas, que morían congeladas.

Si Rusia iba a ser un escenario novedoso y sorprendente, el desierto no lo iba a ser menos, pero con el agravante de que el ejército alemán ya había combatido en Rusia en la Gran Guerra, mientras que África era un escenario completamente desconocido para una guerra de movimiento.

Por tanto, las primeras operaciones de Rommel en Libia estaban sujetas a este tipo de circunstancias que iban a mermar el poder combativo de sus unidades. Dicho esto, Rommel se movió extraordinariamente bien. Y para eso tenía que ser un duro. Si liderara a sus fuerzas al modo de Streich, con toda seguridad Rommel todavía estaría tomando el té en el área de Sirte.

Así que Halder, extrayendo unas conclusiones demasiado precipitadas y negativas sobre las capacidades de Rommel (que después reconocería) comenzó a poner en marcha su estrategia para atar en corto a Rommel. Y con tal fin partió para Libia un brillante oficial general de EMG del OKH que habría de ser tristemente famoso poco más de dos años más tarde: Friedrich Paulus.

Mañana continuaré.
Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por Chuikov » Jue Feb 07, 2008 8:05 pm

Hola amigos,

José Luis, me llevas a marchas forzadas, jeje. No he escrito antes, sobre todo la respuesta al primer post del compañero von Kleist, simplemente porque antes quería leer el post completo sobre Martin van Creveld que me has recomendado.

Ahora, von Kleist, después de haber leído todos los mensajes de José Luis ( supongo que tú también lo habrás hecho) y el post de van Creveld, quizás no tiene mucho sentido contestar al post, porque todo está contestado, con respecto a los dos objetivos que tú citas. Con respecto al primero, lee "Crítica: van Creveld" ( de extensión casi como la de un libro de Osprey...), y verás que no era ese el objetivo a corto plazo, y con respecto al objetivo a largo plazo, pues sí, puede ser, pero con un pequeño matiz, un sensible condicional, a saber, que Rusia doblara la rodilla para finales del 41.

Tengo que decir que ha sido muy productiva la lectura de las discusiones entre José Luis y Beltzo en el post que he mencionado antes. Además veo que tú también, José Luis, has leído el trabajo de Stegemann et al ( no me sorprende).

En ningún momento me he posicionado a favor o en contra de Rommel y sus actuaciones en 1941 y simplemente me he limitado a tratar de analizar y comprender los entresijos de esta campaña en el lado alemán desde la óptica de un observador ( egoísta) que lee para formarse un parecer.

Saludos.
Carpe Diem

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Mensaje por Von Kleist » Jue Feb 07, 2008 8:54 pm

Buenas
Ahora, von Kleist, después de haber leído todos los mensajes de José Luis ( supongo que tú también lo habrás hecho) y el post de van Creveld, quizás no tiene mucho sentido contestar al post, porque todo está contestado, con respecto a los dos objetivos que tú citas
No veo nada que cambie mi punto de vista. Que Rommel se excedió en las órdenes, correcto. Pero que tenia motivos para hacerlo (que concordaban perfectamente con la estrategia alemana) también correcto. Rommel sabía por su equipo de intercepciones de radio (Capitán Seebohn) y por sus reconocimientos que la posición briánica en Cirenaica era débil. Consecuentemente, se lanzó a la ofensiva antes de lo previsto por el OKH, con el objetivo de evitar que el enemigo mejorara su posición, lo cual no deja de parecerme un acierto.

Ahora bien, una vez que se llega al "nudo" de Tobruk, Rommel topa con un problema que el ya no puede resolver operativamente. Pero el trasfondo, mas allá de lo erroneo de lanzar ataques poco preparados contra el perímetro enemigo, es otro. La reconquista de la Cirenaica abria nuevas posibilidades estrategicas que Rommel pudo haber explotado siempre que se dieran una serie de condiciones que ya no dependían directamente de el, sino de una cooperacion estrecha Roma-Berlin, concretamente y resumiendo;

a) Preparar el terreno en el campo aeronaval para la captura de Malta, eliminando la omnipresencia de la Royal Navy en el Mediterraneo Central.

b) Una adecuada coordinación logística para enviar suministros suficientes a Africa, que hubiera requerido de un importante esfuerzo por parte de la marina italiana.

Sigo pensando que, desde el campo estrictamente operativo que controlaba Rommel, hizo lo correcto al pasar a la ofensiva en marzo de 1941.

Saludos

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Mensaje por José Luis » Vie Feb 08, 2008 11:20 am

Paulus pasará en Libia dos semanas y media (estará de regreso en Berlín el día 11 de mayo).

El día 28 de abril Halder anota en su diario:

[Libia: Llegaron los primeros refuerzos que fueron trasladados por avión. Una estimación de la situación por Rommel la describe como tensa, pero pese a la supuesta ineficiencia de las tropas italianas, él ha decidido atacar Tobruk. Concentrará todas las fuerzas alemanas para esta tarea, dejando las operaciones defensivas alrededor de Sollum a los italianos. Según mi opinión, todo esto es un error.]

El 19 de abril de 1941 Rommel regresa hacia el área de Tobruk de un viaje de inspección a Bardia (tiene que conducir personalmente pues su vehículo ha sido atacado dos veces por la RAF, a resultas de los cuales muere su conductor, Eggert, su correo, Kanthak, y el conductor del Mamuth, Berndt, es herido), adonde Rommel llega en la madrugada del 20 de abril, y se entera de que el alto mando italiano finalmente ha mostrado los planes de las defensas de Tobruk. A partir de entonces Rommel se pone a trabajar en un plan para otro ataque sobre Tobruk, el que menciona Halder en la anotación anterior.

Anotación del 30 de abril, Halder:

[Al anochecer, el general Paulus informa desde Libia:

1. En caso de caer Tobruk, instruirá al Cuerpo del Africa en la siguiente forma: apoderarse de Cirenaica a lo largo de una línea general Siwa-Sollum-Bardia con el ala sur escalonada para protegerse contra intentos de envolvimiento. No se debe avanzar más allá de las líneas Siwa-Sollum, excepto para incursiones de reconocimiento, incluso si el enemigo se retira más hacia el este. Las fuerzas se deben reagrupar y volver a completar. Vigilar la costa.

2. En caso de mantenerse Tobruk, quiere instruir al Cuerpo del Africa a preparar una posición a lo largo de la frontera este de Cirenaica con el ala izquierda en Ain el Ghazâl y un profundo escalonamiento en el flanco derecho; la línea será defendida por efectivos provenientes de refuerzos recientemente llegados. El bloqueo de Tobruk se mantendrá hasta el comienzo de la temporada de calor o bien, hasta que la situación táctica en Tobruk o Sollum indique como indispensable el retirarse en forma planeada a la posición de Ain el Ghazâl
.]

Halder anota el 1 de mayo:

[Orden a Paulus:

1. Concuerdo con las líneas propuestas Siwa-Sollum, pero también se deberían estudiar las posibilidades de la línea Siwa-Mersa Matruh. Bajo ninguna circunstancia debe Rommel avanzar más allá de la línea Siwa-Sollum sin haber recibido órdenes.

2. La preparación de una línea de defensa en la frontera este de Cirenaica es correcta y, si fuera necesario, podría ser mantenida por una guarnición mínima que consistiría de fuerzas italianas que se llevarían allí para ese propósito. Fuerzas alemanas nuevas que lleguen no se deberían inmovilizar en esta línea mientras exista la posibilidad de usarlas en un nuevo ataque a Tobruk, que estaría protegido por una fuerza de cobertura en Sollum. Usar solamente vehículos blindados en Sollum
.]

El 30 de abril Rommel comienza su ataque sobre Tobruk. A pesar de los éxitos iniciales en la línea defensiva exterior británica, la resistencia del enemigo es tenaz y las fuerzas alemanas escasas. El 2 de mayo Rommel tiene claro que no cuenta con fuerzas suficientes para mantener el ataque a gran escala que es necesario para tomar la fortaleza y “no tengo más alternativa que contentarme con lo que hemos logrado, principalmente, la eliminación de la amenaza a nuestra ruta de suministros desde las posiciones enemigas en Ras el Madauer”. (The Rommel Papers)

Halder anota en su diario del 3 de mayo:

[Paulus envía un mensaje por radio de que la operación de Tobruk se debe considerar terminada y que sólo ha reportado ganancias locales no concluyentes. Las tropas están en malas condiciones. Ha instruido a Rommel a no reiniciar el ataque, a no ser que ofrezca posibilidades de éxito rápido sin un mayor gasto de fuerzas, esto es, si el enemigo se retira por su propia iniciativa. En cuanto al resto, de acuerdo a nuestras directivas, ha instruido a Rommel a considerar la defensa de la Cirenaica como su misión principal, sin considerar si tiene Tobruk, Bardia y Sollum. Para este efecto, debe reforzar inmediatamente la línea Gialo-Sollum con fuerzas móviles, reagrupar y disponer sus tropas en profundidad alrededor de Tobruk y preparar una línea de defensa a lo largo de la cresta oriental del Djebel (El Ghazâl y haci el sur).

El que la llegada de la 15ª División Panzer permita la reiniciación del ataque a Tobruk depende del desarrollo de los eventos en el futuro próximo.

Conversaciones con ObdH: Él aprueba las instrucciones de Paulus. Se envía un telegrama a Rommel confirmando las instrucciones de Paulus como orden oficial de ObdH. Preparar para enviar a Libia: dos batallones pesados requisados de OKW, cinco batallones independientes y reemplazos. Acelerar el traslado de camiones desde Túnez a Trípoli; enviar vehículos motorizados británicos capturados desde Grecia a Libia
.]

Continuaremos
JL
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