Un condenado rio
Publicado: Lun Jun 04, 2007 7:33 pm
Antecedentes
El general Clark había diseñado un plan en varias fases para su 5º Ejército con el objetivo de quebrar la linea Gustav cuyo eje se encontraba en Monte Cassino, el X cuerpo inglés (McCreery) atravesaría el rio Garigliano avanzado por la izquierda del valle del Liri, mientras el cuerpo expedicionario francés (Juin) continuaría su avance por las montañas amenazando y presionando en el flanco derecho del valle, la clave del plan se encontraba en el centro donde el 2º cuerpo de ejército norteamericano (Keyes) debía irrumpir en el valle del Liri para conseguir enlazar con el 6º cuerpo de ejército (Lucas) que estaba a punto de desembarcar en Anzio, la irrupción en este valle permitiría hacer uso de grandes unidades blindadas aprovechando el terreno llano, la vía Casiliana (nacional 6) y el ferrocarril Napoles-Roma que pasa por Cassino. Pero antes de llegar al valle del Liri los norteamericanos debían cruzar el río Rápido a unos 8 kilómetros al sur de Monte Cassino…
El encargo recayó sobre la 36 º división de infantería (Texas), una división de la guardia nacional que había desembarcado en África en 1943, en un primer momento se la destino a la operación en Sicilia, sin embargo la inexperiencia de sus tropas hizo que se la destinara al desembarco en Salerno que sería su primer contacto con el combate. Aunque los hombres de la 36º división eran bisoños, por el contrario su comandante, desde finales de 1941, el general Fred Livingood Walker era uno de los más experimentados comandantes norteamericanos en servicio. Contaba con 56 años habiendo servido en I guerra mundial como capitán al mando de un batallón de infantería; en el periodo entreguerras había sido profesor en la escuela de mando y estado mayor y en la academia de guerra del ejército (el general Clark había sido uno de sus alumnos), y durante un tiempo estuvo destacado en China.
De este modo para cuando la división actuara en el Rápido era ya una división experimentada en combate, aunque esto era sólo en teoría, los duros combates que había tenido que soportar sobre todo en Salerno y San Pietro hicieron que necesitara de numerosos reemplazos lo que hacía que una gran proporción de sus integrantes fuesen novatos que en algunos casos tenían incluso dificultades en emplear debidamente sus armas, especial importancia revestía la bisoñez de los oficiales subalternos. Para hacernos una idea, sólo en las dos semanas previas al cruce del Rápido la división había recibido 1.040 soldados recién salidos de los campos de entrenamiento, y 90 oficiales recién salidos de la escuela de oficiales, para recomponer su fuerza, y su principal destinatario había sido el 143 regimiento especialmente castigado en los combates en Monte Sammucro y San Pietro (más de 1.000 bajas), aún con ello la división estaba por debajo de su fuerza normal y Clark la había clasificado con una eficacia del 75%.
Aunque la tarea nadie pensó nunca que sería fácil, otro factor vino a añadir más problemas, los ingleses habían obtenido un cierto éxito más al sur donde los alemanes habían tenido que movilizar sus reservas cerca de Roma para detenerlos, sin embargo para el 19 de enero estaba programado un tercer cruce del Garigliano a cargo de la 46º división frente a Sant Ambrogio, con objeto de apoyar el flanco izquierdo de los norteamericanos en su cruce del Rápido, en opinión de Clark esa era la misión más importante para el X cuerpo, pero esta operación se saldo con un fracaso y los ingleses, con buen criterio por otra parte, no intentaron perseverar en el intento que pudiese comprometer el éxito obtenido más al sur, para los norteamericanos esto fue algo muy decepcionante.
Clark no se hizo ilusiones sobre lo que este fracaso significaba y en su diario anotó: “Aunque el esfuerzo de la 46º división no hubiese protegido por completo el flanco izquierdo de la 36 º, su fracaso la dejaría completamente expuesta durante el cruce del Rápido”. En el diario también anotó que McCreery había advertido de las escasas posibilidades de éxito de la 36º división, para concluir anotando: “Sabiendo sin ninguna duda que tendré fuertes pérdidas, mantengo que es esencial ese ataque para fijar a todas las tropas enemigas en mi sector y atraer aún más hacia él, despejando de ese modo el camino para Shingle (el desembarco en Anzio). El ataque sigue en pie”. Se equivocaba, las tropas que los alemanes hubieran podido oponer en Anzio ya habían sido comprometidas más al sur debido al éxito inglés en esa zona.
Por su parte el general Fred Walker jefe de la 36º división anotó en su diario que el jefe de la 46º división había ido a verle para disculparse por su fracaso a lo que Walker había respondido: “Su fracaso complica la labor de mis hombres que ahora no tendrán ninguna de las ventajas que su cruce hubiera proporcionado. Los británicos son los mejores diplomáticos del mundo, pero no puedes contar con ellos para nada que no sean palabras”. Los ánimos anglo-norteamericanos ya caldeados de por si, estaban ahora en grado de ebullición.
Continua...
El general Clark había diseñado un plan en varias fases para su 5º Ejército con el objetivo de quebrar la linea Gustav cuyo eje se encontraba en Monte Cassino, el X cuerpo inglés (McCreery) atravesaría el rio Garigliano avanzado por la izquierda del valle del Liri, mientras el cuerpo expedicionario francés (Juin) continuaría su avance por las montañas amenazando y presionando en el flanco derecho del valle, la clave del plan se encontraba en el centro donde el 2º cuerpo de ejército norteamericano (Keyes) debía irrumpir en el valle del Liri para conseguir enlazar con el 6º cuerpo de ejército (Lucas) que estaba a punto de desembarcar en Anzio, la irrupción en este valle permitiría hacer uso de grandes unidades blindadas aprovechando el terreno llano, la vía Casiliana (nacional 6) y el ferrocarril Napoles-Roma que pasa por Cassino. Pero antes de llegar al valle del Liri los norteamericanos debían cruzar el río Rápido a unos 8 kilómetros al sur de Monte Cassino…
El encargo recayó sobre la 36 º división de infantería (Texas), una división de la guardia nacional que había desembarcado en África en 1943, en un primer momento se la destino a la operación en Sicilia, sin embargo la inexperiencia de sus tropas hizo que se la destinara al desembarco en Salerno que sería su primer contacto con el combate. Aunque los hombres de la 36º división eran bisoños, por el contrario su comandante, desde finales de 1941, el general Fred Livingood Walker era uno de los más experimentados comandantes norteamericanos en servicio. Contaba con 56 años habiendo servido en I guerra mundial como capitán al mando de un batallón de infantería; en el periodo entreguerras había sido profesor en la escuela de mando y estado mayor y en la academia de guerra del ejército (el general Clark había sido uno de sus alumnos), y durante un tiempo estuvo destacado en China.
De este modo para cuando la división actuara en el Rápido era ya una división experimentada en combate, aunque esto era sólo en teoría, los duros combates que había tenido que soportar sobre todo en Salerno y San Pietro hicieron que necesitara de numerosos reemplazos lo que hacía que una gran proporción de sus integrantes fuesen novatos que en algunos casos tenían incluso dificultades en emplear debidamente sus armas, especial importancia revestía la bisoñez de los oficiales subalternos. Para hacernos una idea, sólo en las dos semanas previas al cruce del Rápido la división había recibido 1.040 soldados recién salidos de los campos de entrenamiento, y 90 oficiales recién salidos de la escuela de oficiales, para recomponer su fuerza, y su principal destinatario había sido el 143 regimiento especialmente castigado en los combates en Monte Sammucro y San Pietro (más de 1.000 bajas), aún con ello la división estaba por debajo de su fuerza normal y Clark la había clasificado con una eficacia del 75%.
Aunque la tarea nadie pensó nunca que sería fácil, otro factor vino a añadir más problemas, los ingleses habían obtenido un cierto éxito más al sur donde los alemanes habían tenido que movilizar sus reservas cerca de Roma para detenerlos, sin embargo para el 19 de enero estaba programado un tercer cruce del Garigliano a cargo de la 46º división frente a Sant Ambrogio, con objeto de apoyar el flanco izquierdo de los norteamericanos en su cruce del Rápido, en opinión de Clark esa era la misión más importante para el X cuerpo, pero esta operación se saldo con un fracaso y los ingleses, con buen criterio por otra parte, no intentaron perseverar en el intento que pudiese comprometer el éxito obtenido más al sur, para los norteamericanos esto fue algo muy decepcionante.
Clark no se hizo ilusiones sobre lo que este fracaso significaba y en su diario anotó: “Aunque el esfuerzo de la 46º división no hubiese protegido por completo el flanco izquierdo de la 36 º, su fracaso la dejaría completamente expuesta durante el cruce del Rápido”. En el diario también anotó que McCreery había advertido de las escasas posibilidades de éxito de la 36º división, para concluir anotando: “Sabiendo sin ninguna duda que tendré fuertes pérdidas, mantengo que es esencial ese ataque para fijar a todas las tropas enemigas en mi sector y atraer aún más hacia él, despejando de ese modo el camino para Shingle (el desembarco en Anzio). El ataque sigue en pie”. Se equivocaba, las tropas que los alemanes hubieran podido oponer en Anzio ya habían sido comprometidas más al sur debido al éxito inglés en esa zona.
Por su parte el general Fred Walker jefe de la 36º división anotó en su diario que el jefe de la 46º división había ido a verle para disculparse por su fracaso a lo que Walker había respondido: “Su fracaso complica la labor de mis hombres que ahora no tendrán ninguna de las ventajas que su cruce hubiera proporcionado. Los británicos son los mejores diplomáticos del mundo, pero no puedes contar con ellos para nada que no sean palabras”. Los ánimos anglo-norteamericanos ya caldeados de por si, estaban ahora en grado de ebullición.
Continua...