Rommel ¿el mejor general de la 2º guerra mundial?

La guerra en el Continente Africano

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Mar 29, 2007 12:17 pm

¡Buenos días a todos!

El teatro de guerra más característico y más famoso de Rommel fue África del Norte. Su desempeño profesional aquí puede, de esta forma, servir como referente de su desempeño general en la guerra.

Hay varios factores que sirven para analizar y evaluar los éxitos y fracasos de Rommel, y con ello formarse un criterio propio. De los dos que juzgo fundamentales -las operaciones militares y la base política y militar en que vienen fundamentadas-, sólo voy a entrar en materia en el segundo factor.

Sobre el primero, sólo diré que Rommel reunía en un altísimo grado las cualidades que se requieren en un comandante, y que ejerció su mando en un alto nivel en sus características fundamentales. Cualidades como las de liderazgo (sobresaliente), Conocimiento profesional (sobresaliente tanto a nivel técnico como a nivel de conocimiento del enemigo), Visión e Inteligencia (buena visión, buena claridad de pensamiento y genial originalidad), Juicio e Iniciativa (buena capacidad en la toma de decisiones, genial intuición, sobresaliente iniciativa y excelente flexibilidad), Coraje y Resolución (valor y vigor en un grado difícilmente alcanzado por otro comandante de sus responsabilidades; quizás abusando del riesgo), Confianza en sí mismo (sobresaliente), Capacidad para comunicar (buena), Integridad y Ejemplo (sobresalientes), son cualidades todas ellas que Rommel reunía, en su conjunto, en un grado tal que lo colocaban a la cabeza de los comandantes de la IIGM. Y en los requerimientos y objetivos del mando (unidad de esfuerzo, descentralización, confianza, entendimiento mutuo, toma de decisiones efectiva y oportuna), Rommel no estuvo por debajo de nadie.

Sin embargo, el terreno donde Rommel mostró su lado más débil, a mi juicio, fue en el tablero político. Rommel no supo o no quiso calibrar en su justa medida la montaña de dificultades políticas y administrativas que tenía delante cuando llegó a Trípoli en febrero de 1941, una barrera que se mantuvo durante toda su estancia en África del Norte. Rommel intentó flanquearla o puentearla en vez de juzgar con realismo hasta dónde era posible eliminarla y, en consecuencia, basar sus decisiones operacionales teniendo en cuenta las limitaciones o dificultades resultantes de esa muralla. Sus fracasos en el terreno operacional vinieron precedidos de un desacertado juicio sobre lo que podía dar de sí el laberinto político-administrativo del que Rommel dependía inevitablemente.

Tampoco tenía Rommel, no podía tener todo, el don de la diplomacia que se necesita para tratar exitosamente los problemas de un mando conjunto aliado.

Cuando Rommel llegó a Trípoli, su mando y control no iban mucho más allá de los de un comandante divisional. Estaba subordinado a Gariboldi (que era nominalmente el comandante supremo de las fuerzas germano-italianas en Trípoli), y ambos al Comando Supremo en Roma. Rommel reportaba igualmente al OKH, cuestión que ya lo debió haber puesto en guardia, en el sentido de que sus superiores en ese alto mando alemán no lo miraban con simpatía alguna. No debía haber olvidado que cuando solicitó el mando de una formación de combate en 1939, tras la campaña polaca, el OKH le había asignado el mando de una división de montaña, y que él decidió recurrir directamente a Hitler (por su especial relación y mutua admiración de entonces) para que, desautorizando al OKH, le concediera el mando de una división panzer. Aquí se inició una "guerra" que se habría de mantener hasta la muerte del mariscal, y que este mismo alimentó con sus incautas declaraciones en la campaña de Francia sobre los "culos dorados" del Estado Mayor General del Heer. Schmundt, el ayudante de la Wehrmacht de Hitler, nunca dejó de recordar a Rommel que en el OKH tenía un duro y peligroso enemigo. Rommel se confió a Hitler, puenteando cuantas veces quiso al OKH; pero si Halder y compañía eran malos enemigos, la "amistad" y el apoyo de Hitler tenían la misma solidez del "rumor de adulación mundana" del que nos habla Dante en La Divina Comedia: dependía de la dirección en que soplase el viento.

Rommel tampoco tenía mando directo sobre las unidades de la Luftwaffe inicialmente establecidas en Sicilia. Sólo podía recomendar o sugerir. Tampoco tenía mando y control (sólo táctico) administrativo de las unidades motorizadas italianas que le habían sido asignadas. Dependía de la voluntad de los italianos. ¿Y cómo estaban organizados los italianos? Lamentablemente (para Italia, claro) bajo un auténtico caos.

El mando de Gariboldi (que había reemplazado a Graziani) era mucho más triste que el propio de Rommel. Dependía del Comando Supremo, que estaba en Roma, como Rommel dependía del OKH, que estaba en Berlín. Pero la organización del Comando Supremo estaba a años luz de la del OKH, o mejor dicho, en las antípodas.

Dejando a un margen la negligencia de preguerra del alto mando italiano para prevenir los riesgos logísticos en caso de guerra (un estudio de estado mayor había previsto que Italia, al entrar en guerra, perdería el 50% de su tonelaje por acción del enemigo o por su internamiento en puertos neutrales) carecía de cualquier cosa que pudiera llamarse organización logística. Como cuenta MacGregor Knox*, en 1941 los italianos tenían cinco canales independientes, y muy a menudo conflictivos, en su "organización" administrativa-logística: ejército, marina, fuerza aérea, Ministerio para el África Italiana, y Wehrmacht. Y en el centro de todo había una "multiplicidad de organizaciones que luchaban por uno u otro aspecto del suministro exterior." Si la oficina de transporte del estado mayor del ejército (Direzione Superiore Transporti) pretendía centralizar la dirección de los embarques marítimos, la interferencia o resistencia del Ministerio de Comunicaciones, o de otros servicios o partes de la burocracia del ejército, lo hacían totalmente ineficaz. "En la periferia, en los puertos de Italia, Albania y África del Norte, reinaba todavía una mayor confusión. En cada puerto, el ejército y la marina mantenían respectivamente 'oficinas de embarque y desembarque' independientes, y 'comisiones de embarcación y navegación'."

Todo este maremagnum de caos escapaba al control e incluso a la comprensión de Rommel. Como igualmente estaba fuera del alcance de sus competencias el mando administrativo para mejorar la capacidad de los puertos de Libia y las comunicaciones terrestres. Tan sólo podía sugerir.

Y quizás Rommel tampoco podía comprender cómo Italia, con una buena oportunidad de éxito en África del Norte, tenía desplegados en el decisivo verano de 1942 casi 18.000 camiones y tractores de artillería, 946 piezas de artillería, casi 300 cañones antitanque de 47 mm, 52 cañones modernos antiaéreos, etc., a lo largo del Don en Rusia, donde poca utilidad podían tener, siendo en cambio de inestimable valor en África.

Tampoco estaba el "Zorro del Desierto" capacitado para lidiar con éxito con intrigantes de la catadura de Cavallero y Kesselring, a quienes estaba subordinado.

Todo esto y desgraciadamente mucho más, debía haber hecho reflexionar a Rommel para extraer un juicio realista de la situación político-militar en África del Norte y en la retaguardia alemana e italiana en Berlín y Roma, antes de tomar decisiones estrictamente militares y ejecutarlas en el terreno operacional. En este sentido, la apreciación de la situación estratégica que Rommel sacó con respecto a las posibilidades y voluntades reales de sus propios superiores y sus organizaciones en referencia a las posibilidades reales del teatro africano, fue una estimación completamente irreal. Sus fracasos en el Desierto Occidental tienen su raíz en esa apreciación irreal sobre el enorme cúmulo de dificultades internas y organizacionales en el terreno administrativo y en la cadena de mando germano-italiana con la que Rommel tuvo que bregar. Situación que, por otra parte, sirve también para valorar en mucha mayor medida los grandes éxitos de Rommel en África, pues no sólo tuvo que luchar y vencer a sus adversarios británicos en el campo de batalla, sino a sus propios superiores directos en teatro y a los del alto mando alemán e italiano en el campo político-administrativo.

* MacGregor Knox, Hitler's Italian Allies (Cambridge University Press, 2000)

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Mensaje por josan » Jue Mar 29, 2007 8:57 pm

Soy un profundo admirador de Rommel desde pequeño,supongo que se me nota mucho.No voy a abundar en las cualidades militares del Mariscal magnificamente retratadas en los post de Beltzo,Jose luis y otros compañeros.Aparte de ellas,lo que me atrajo del personaje,fueron sus cualidades humanas.Segun todos los que le trataron mas intimamente,incluidos enemigos,fue siempre,cito:honesto,honrado,caballeroso,un ejemplo para sus soldados que le idolatraban y....un ingenuo en politica.El escritor britanico David Fraser asi lo describe.En un tercer reich tan politizado, esto a la larga le tenia que pasar factura.Por supuesto que cometio errores,estaria ciego si no los viera:ante tobruck,en crusader y en otras ocasiones,pero yo humildemente creo que sus aciertos fueron mucho mayores.
Cometio el error,a mi entender,de confiar en uno de los mayores depravados que han existido en la historia del mundo:Adolf Hitler.eso lo tuvo que reconocer en sus amargos momentos finales y asi lo hizo.Por todo esto y a pesar de sus errores como qualquier ser humano,le planteo a su antiguo admirado,el fin de la guerra en Europa occidental,en varias ocasiones-esto al final puede que le costara la vida,el bien mas preciado para todo ser humano.Se podria haber defendido de las acusaciones dee traicion,pero penso primero en su familia.
Por todo ello,vaya mi homenaje al hombre mas que al magnifico general que sin duda fue.Un saludo.

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Mensaje por Leiva » Vie Mar 30, 2007 12:56 am

Álvaro escribió:Creo recordar que Hitler dio órdenes expresas de no retirarse de El Alamein ante la inminencia del ataque de Montgomery. Rommel solo cumplía órdenes (decidme si me equivoco), claro que podemos decir que hizo mal en cumplir órdenes.
Es verdad que Hitler prohibió la retirada del Alamein, pero eso fue durante la última batalla del Alamein, y yo me refería a toda la campaña en África.

Saludos

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Mensaje por Leiva » Vie Mar 30, 2007 1:15 am

José Luis escribió:En mi opinión, el mejor general alemán del Heer en el terreno de la estrategia y de la gran estrategia no participó en la guerra. Fue el coronel general Ludwig Beck.
¡Venga, José Luis, mójate con uno que sí participara en la guerra!

Saludos

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Mensaje por Leiva » Vie Mar 30, 2007 2:26 am

beltzo escribió:¿pero que ocurre si los aliados como hubiese sido lo normal desembarca al norte de Roma?, la respuesta también es evidente, todas las tropas en el sur de Italia quedan en riesgo de quedar aisladas y el mismo terreno montañoso que juega a favor en la defensa juega ahora en contra para salir de la ratonera. Si los aliados fueron tan ineptos como para desembarcar en el sitio donde menos daño podían hacer, es demerito suyo, y no un mérito de Kesselring que estaba asumiendo un riesgo que me atrevo a asegurar que muy pocos generales hubiesen corrido.
Aunque la costa italiana es tan larga que parece muy difícil de defender, en realidad hay pocos sitios aptos para un desembarco de envergadura. Es una costa muy abrupta, llena de acantilados y con escasas vías de entrada al interior. Además, un desembarco al norte de Roma hubiera tenido que carecer de cobertura aérea porque desde Sicilia los aviones no tenían autonomía para llegar tan lejos. Este fue el argumento que decidió a los aliados a no desembarcar tan lejos.
beltzo escribió:¿era Kesselring el mismo tipo de jugador?, yo no lo creo, más bien era un optimista recalcitrante.
Me gustan los optimistas reclacitrantes, me parece una cualidad importante en un militar. ¿Cómo va a mandar al combate un general a sus hombres pensando en que va a perder la batalla de todas formas?. El pesimista Rommel hubiera regalado Italia a los aliados sin combatir, mientras que el optimista Kesselring los mantuvo a raya durante el resto de la guerra con la uña del dedo meñique.
beltzo escribió:El principal problema de Rommel no fue la logística sino las prioridades de Hitler, el OKH y el OKW, su única mirada estaba puesta en el este y descuidaron las oportunidades que se presentaban en África, algo que Rommel no hizo.
Cuando Rommel llegó a África ya sabía que no podía contar con refuerzos, así que debió haber ajustado sus objetivos operativos a los medios con los que contaba. Lo que no tiene sentido es meterse a toda velocidad por el desierto hasta que se le acabó la gasolina.
beltzo escribió:Para hacerlo más difícil se encontró con unas ordenes por parte del OKH también erróneas y estratégicamente suicidas. Porque veamos, se le dice que se pare en la zona del golfo de Sirte y que cuando llegue la 15º PD ataque el Agedabia y Bengasi, pero esto no sucederá como mínimo hasta finales de mayo, mientras tanto ¿los ingleses iban a estarse quietos? Además tomar Bengasi implicaba tomar también Tobruk cosa que el OKH no parecía haber previsto.
En mi opinión hizo lo correcto vapuleando a todos los ingleses que encontró desde El Agueila hasta Tobruk, pero entonces debió haber regresado a El Agueila.
beltzo escribió:Veamos las distancias de aprovisionamiento en el norte de África obviando los puerto de menor capacidad, los británicos tenían su base principal en Alejandria a 940 Km de Bengasi, sin embargo también tenían otros puertos para el aprovisionamiento más cercanos, así tenemos, Tobruk- Bengasi 370 km , Bengasi-Derna 250 km, y el propio Bengasi 0 km. Por su parte los alemanes tenían Trípoli a 640 km de El Agheila. Todas estas distancias no pretenden ser exactas pero creo que dejan bastante claro que aunque Rommel se ciñera a las órdenes recibidas, el aprovisionamiento de los ingleses no iba experimentar mayores dificultades que las de los alemanes, y que en realidad el de estos últimos seguiría siendo más complicado. Los alemanes podían reducir drásticamente la capacidad de Bengasi por medio de su aviación, de la misma manera que los ingleses podían hacer lo mismo con Trípoli, sin embargo la diferencia esta en que mientras que dañar Bengasi añadiría complicaciones logísticas para los ingleses, para los alemanes con Trípoli lo que estaba en juego era su propia supervivencia.
Tobruk y Derna eran puertos pequeños y que además, con Rommel en El Agueila, hubieran estado sometidos constantemente al bombardeo aéreo, al igual que Bengasi. Los ingleses no podían hacer lo mismo con Trípoli porque no hubieran podido suministrar de combustible, munición, repuestos, etc. a las bases aéreas que hubieran tenido que construir en Bengasi.
beltzo escribió:Los ingleses no se harían fuertes en la Cirenaica ni amenazarían Trípoli porque aprovechando su debilidad decidió tomar Bengasi, de allí a Tobruk y después a Suez. Su olfato había intuido una oportunidad irrepetible y no la quería desaprovechar, entre un buen general y otro brillante esta es una de las diferencias más importantes. Aceptaba un riesgo pero a cambio eliminaba otro mayor, y si tenía éxito, la recompensa sería ciertamente colosal.
Pero beltzo, Rommel se lanzó con menos de una división a la conquista de Alejandría. Sólo en Tobruk le esperaban 30.000 australianos. No fue problema, se estableció un cerco a la ciudad y se siguió adelante. ¡Hasta el infinito y más allá!. Claro, al final tuvo que retroceder a sus posiciones de partida después de haber despilfarrado un mar de la inapreciable gasolina y de los inapreciables tanques.

Su famosa intuición lo engañó, pensaba que estaba ante una oportunidad irrepetible y casi destruye en el intento a su querido DAK. Si identificar una oportunidad irrepetible es una característica del genio militar hay que convenir que Rommel no era uno de esos genios.

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Mensaje por José Luis » Vie Mar 30, 2007 9:33 am

¡Buenos días a todos!
Leiva escribió:
José Luis escribió:En mi opinión, el mejor general alemán del Heer en el terreno de la estrategia y de la gran estrategia no participó en la guerra. Fue el coronel general Ludwig Beck.
¡Venga, José Luis, mójate con uno que sí participara en la guerra!

Saludos
No es cuestión de mojarse, Leiva; es cuestión de realismo y madurez.

Si he puesto el caso de Beck es porque de todos los altos mandos de la Wehrmacht en preguerra, concretamente en 1938, el jefe del EMG fue el único que se opuso frontalmente a la política exterior de Hitler, bajo el fundamento de que esa política conducía fatalmente a una guerra mundial en la que Alemania sucumbiría. Como no consiguió el apoyo de sus compañeros de armas, dimitió.

Después, cuando Hitler metió a Alemania en la guerra, ya no hubo ningún alto mando que pudiera o se atreviera a opinar o afectar ante Hitler sobre la gran estrategia. Por tanto, en este terreno es absurdo hablar del "mejor general" porque, simplemente, no lo hubo.

Hubo quienes, en el momento de los hechos, dieron a la discreción del papel sus pensamientos al respecto, o quienes los expresaron por la boca pequeña. Pero éstos, inicialmente, no tuvieron mando de tropas en línea de frente.

Así pues, lo que queda del generalto alemán debe ceñirse, en esta cuestión, al terreno operacional y táctico. Y aquí hubo varios comandantes de gran solvencia eincluso genialidad, como el caso de Manstein que se ha citado. Pero nombrar a uno por encima de los demás siempre será algo muy relativo.

Sin embargo, y en otro orden de cosas, voy a enterarte de algo de lo que veo que estás mal informado. Rommel, a diferencia de lo que tú has afirmado en intervenciones previas, nunca quiso luchar en El Alamein. La primera batalla de El Alamein (según la jerga inglesa), es decir el ataque alemán conocido como la Batalla de Alam Halfa, iniciado el 31 de agosto de 1942, no obedeció a los deseos de Rommel, sino a las órdenes de Hitler y Mussolini. Los mitos, estimado Leiva, se asientan en el ideario común precisamente por falta de un espíritu crítico, por no contrastar y confirmar en las fuentes pertinentes lo que se lee por aquí y por allá.

Rommel era partidario de abandonar sus posiciones en torno a El Alamein semanas antes de que decidiera, obligado por Hitler, a atacar en Alam Halfa. Hay muchos testimonios y documentos que así lo confirman. Te pongo una fuente de primera mano, Fritz Bayerlein, a la que tienes acceso en la red:

[These considerations then raised a question. In spite of the advantage of the Alamein position, anchored on both flanks–would it not be wiser to break off contact and move away from the enemy in time, and thereby abandon the worthless desert terrain and the long supply route to the enemy? The offensive power of our army could have been renewed, undisturbed by the enemy, in one of the prepared defensive positions closer to the supply center, perhaps at Sollum. In the meantime, we could have conducted a landing operation on Malta. This was Rommel's own idea. However, Hitler completely closed his mind to any such thoughts of moving backward; his goal was the Suez Canal.] Liddell Hart, Fritz Bayerlein, G. P. B. Roberts, A Battle Report: Alam Halfa (Marine Corps Association, 1956), p. 20

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Mensaje por Von Kleist » Vie Mar 30, 2007 12:30 pm

Buenas
Leiva escribió:El pesimista Rommel hubiera regalado Italia a los aliados sin combatir, mientras que el optimista Kesselring los mantuvo a raya durante el resto de la guerra con la uña del dedo meñique.
Creo que, para hacer afirmaciones tan taxativas, uno debe tener al menos cierta sobriedad aportando datos que las respalden. Naturalmente es rotundamente falso que Italia fuera mantenida con la uña de un dedo. De hecho, la Werhmacht perdió (siguiendo el simil) al menos tres falanges de la mano en suelo italiano.

La campaña Italiana le costo a alemania unas 450.000 bajas (incluyendo muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros) desde Septiembre del 43 a Abril del 45. A los aliados, 325.000 bajas... repito, Kesselring fue un hábil táctico y organizador. Pero no hizo milagros.

Saludos

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Mensaje por José Luis » Vie Mar 30, 2007 12:34 pm

José Luis escribió: La primera batalla de El Alamein (según la jerga inglesa), es decir el ataque alemán conocido como la Batalla de Alam Halfa, iniciado el 31 de agosto de 1942...
Matizo que me refiero a la primera batalla con Montgomery como comandante en jefe del 8ºE.

Ciao
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Mensaje por beltzo » Vie Mar 30, 2007 1:57 pm

Hola de Nuevo:

Bueno Leiva, la verdad es que ya me he cansado de este juego que parece consistir en que sueltes la primera barbaridad que te viene a la cabeza para ver que pasa, y que yo o cualquier otro, tenga que ir detrás corrigiéndolo, sino es así lo siento, pero es la impresión que me da tras leer tus intervenciones, sobre todo la última.

Ahora voy con el post de José Luis, porque me parece un ejemplo claro de hasta donde llega la lupa gruesa con que se miran las decisiones de Rommel. Que a un militar que no ejerce funciones de jefe de estado, se le juzgue también por sus capacidades políticas no es algo común, no digo que no deba hacerse, ¿pero se hace lo mismo con Manstein, Patton o Rokossovski, por citar solo algunos ejemplos?

Rommel era un militar, que ciertamente tenía poco o nada de político, y menos aun de diplomático, pero lo cierto es que se vio envuelto en una vorágine para la que ningún político ni diplomático consumado en Roma o en Berlin consiguió una solución satisfactoria, pretender que sea Rommel quien la halle, es a mi entender, injusto. Aun con ello consiguió bastante utilizando la que era quizá la única táctica viable en ese caso, apelar a las directrices dadas por una de las partes para oponerse a la otra.

Rommel era sobre todo un hombre práctico y de acción, y fueron esas las bazas que jugó, a mi entender de manera bastante realista aunque los resultados no fueran los esperados, tenía la convicción de que la mejor manera de alterar a su favor los planes de Hitler y el OKH estaba en ofrecer resultados sobre el terreno, y tengo para mí que estaba en lo cierto, aunque los resultados obtenidos no fueron suficientes para inclinar la balanza a su favor, quizá en parte porque no comprendió hasta que punto la obsesión de sus superiores se encontraba en el este.

La hostilidad del OKH para con Rommel era anterior a su partida para África, donde tampoco gustó nada que Hitler le eligiera para esa tarea, y difícilmente iba a librarse de ella aunque hubiese seguido fielmente sus directrices.

Si yo tuviese que elegir los mejores generales en el bando germano en terreno táctico me quedaría con Rommel, Manteuffel y Guderian, no necesariamente en ese orden, y en el operacional con Manstein y Halder, claro que si aplicamos la lupa gruesa, me parece que el apartado operacional iba a quedar desierto.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Vie Mar 30, 2007 2:30 pm

beltzo escribió:Hola de Nuevo:
Ahora voy con el post de José Luis, porque me parece un ejemplo claro de hasta donde llega la lupa gruesa con que se miran las decisiones de Rommel. Que a un militar que no ejerce funciones de jefe de estado, se le juzgue también por sus capacidades políticas no es algo común, no digo que no deba hacerse, ¿pero se hace lo mismo con Manstein, Patton o Rokossovski, por citar solo algunos ejemplos?
Amigo Beltzo, creo que no has entendido para nada mis comentarios. En ellos he dejado meridianamente claro que Rommel no tenía capacidad para solventar el entramado político-administrativo germano-italiano que tenía ante sí. Ni tenía autoridad para resolverlo efectivamente. No era necesario, pues, ser un jefe de estado para darse cuenta del estado de cosas en ese sentido. Lo que hacía falta era pensar y decidir las operaciones militares teniendo en cuenta ese poderoso hándicap y hasta donde podía Rommel mejorarlo. Pero sus decisiones no se atuvieron a la realidad de ese factor. Esto es innegable y me abstengo de discutirlo.

Un comandante, incluso a nivel táctico, debe tener siempre presente hasta donde su soporte administrativo le permite ir en sus operaciones militares. Puede intentar mejorarlo, intentar incrementarlo, intentar solventar los problemas que lo limitan, etc. Pero lo que no puede hacer es olvidar la realidad administrativa que lo rodea, y planificar sus operaciones en la inteligencia de que esas cosas mejorarán con el tiempo, es decir, bajo un futurible (bastante improbable, por cierto) y no bajo la realidad del momento. En ese aspecto, Rommel no se puede comparar a Manstein ni a Montgomery, mucho más realistas que el "Zorro" en el plano administrativo.

Y en el plano político no pido que Rommel fuera un diplomático consumado. Pero siendo como era un hombre tremendamente práctico en su vida personal y profesional, debió ser igualmente práctico a la hora de extraer los problemas y consecuencias políticas de su situación en África del Norte y saber con quien estaba lidiando y qué podía esperar. No lo hizo o lo hizo bajo su propio riesgo.

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Mensaje por José Luis » Vie Mar 30, 2007 6:20 pm

José Luis escribió: Un comandante, incluso a nivel táctico, debe tener siempre presente hasta donde su soporte administrativo le permite ir en sus operaciones militares.
Svechin escribió en 1927:

[The material of operational art is tactics and administration; success in developing an operation depends on both force resolution of individual tactics problems, and on forces being supplied with all materiel necessary to conduct the operations continuously until the operation’s aim is achieved. Proceeding from the operational aim, operational art advances an entire series of tactical problems and assigns a number of missions for rear area activity. It cannot indiscriminately use any tactical means. Depending on available materiel, time which can be allocated for resolving various tactical problems, forces which can be deployed for battle on a specific front, and, finally, the nature of the operation itself, operational art dictates to tactics the basic line of its conduct] A. A. Svechin, “Strategy and Operational Art”, en Harold S. Orenstein, The Evolution of Soviet Operational Art, 1927-1991: The Documentary Basis, Operational Art 1927-1964 (Routledge, 1995), p. 5

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Mensaje por Leiva » Vie Mar 30, 2007 11:23 pm

beltzo escribió:Bueno Leiva, la verdad es que ya me he cansado de este juego que parece consistir en que sueltes la primera barbaridad que te viene a la cabeza para ver que pasa, y que yo o cualquier otro, tenga que ir detrás corrigiéndolo, sino es así lo siento, pero es la impresión que me da tras leer tus intervenciones, sobre todo la última.
Chico, si te has cansado no respondas a mis mensajes y listo, que nadie te obliga a ello. Yo he sido respetuoso con tus opiniones, así que no sé a cuento de qué viene eso de calificar las mías como “la primera barbaridad que se me viene a la cabeza”.

Siendo moderador deberías dar ejemplo de respeto a las opiniones ajenas aunque se discrepe de ellas, en vez de dedicarte a descalificarlas de esa forma.

Espero y deseo que el cansancio de comentar mis opiniones te dure muuuuuuucho tiempo. Por mi parte no volveré a comentar tus mensajes, pues si me he dado de alta en este foro ha sido para compartir con otras personas mi afición por la historia de la IIGM, no para tener que aguantar faltas de respeto

Finalmente, transcribo a continuación dos opiniones sobre la actuación de Rommel para que las personas que han estado siguiendo este tema comprueben que teóricos de mucho prestigio respaldan “la primera barbaridad que se me viene a la cabeza”:

“La amenaza contra Egipto fue sólo casual y como resultado de la imprevista derrota del 8º ejército en la batalla de Gazala-Tobruk. Rommel no tenía fuerzas suficientes para intentar la conquista de Egipto, pero excitado por la victoria no pudo resistir la tentación de perseguir al enemigo en retirada, y esa fue su desgracia.” (Liddell Hart, El otro lado de la colina, pag. 189)

“Sus defectos más destacados fueron su tendencia a menospreciar el aspecto administrativo de la estrategia y su descuido por los detalles” (op. cit. pag. 76)

“Como estratega, sus defectos descompensaban gravemente su sutileza y arrojo. Como táctico, sus cualidades tendían a eclipsar sus defectos. Como jefe, a su excepcional mezcla de capacidad de mando y facultades comunicativas se añadía un temperamento impulsivo que le hacía pasar con excesiva brusquedad de la exaltación a la depresión.” (op. cit. pag. 77)

“Dado que la Wehrmacht sólo se hallaba parcialmente motorizada y que no estaba apoyada por una industria pesada del motor, dado que la situación políticaobligaba a cargar con los totalmente inútiles lastres italianos –puesto que la capacidad de los puertos de LIbia era tan pequeña y las distancias a recorrer tan grandes-, parece claro que, para toda la brillante táctica de Rommel el problema de abastecer una fuerza del Eje en un avance sobre el Oriente Medio era insoluble. De acuerdo con tales condiciones, la decisión inicial de HItler de enviar una fuerza que defendiera en el norte de África un área limitada era correcta. El repetido desafío de Rommel a las órdenes recibidas y los intentos de avanzar más allá de una razonable distancia de sus bases fue sin embargo erróneo, y nunca debiera haberse tolerado.” (M. Van Creveld, “Los abastecimientos en la guerra”, pag. 326)

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Mensaje por Antonio » Sab Mar 31, 2007 10:50 am

Leiva escribió:
beltzo escribió:Bueno Leiva, la verdad es que ya me he cansado de este juego que parece consistir en que sueltes la primera barbaridad que te viene a la cabeza para ver que pasa, y que yo o cualquier otro, tenga que ir detrás corrigiéndolo, sino es así lo siento, pero es la impresión que me da tras leer tus intervenciones, sobre todo la última.

Espero y deseo que el cansancio de comentar mis opiniones te dure muuuuuuucho tiempo. Por mi parte no volveré a comentar tus mensajes, pues si me he dado de alta en este foro ha sido para compartir con otras personas mi afición por la historia de la IIGM, no para tener que aguantar faltas de respeto
Señores, espero no arruinen este interesantisimo debate que tiene lugar, y "archiven" estos comentarios "sobrantes". Sigan ustedes ....

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Mensaje por beltzo » Sab Mar 31, 2007 12:50 pm

Hola de Nuevo:
Chico, si te has cansado no respondas a mis mensajes y listo, que nadie te obliga a ello. Yo he sido respetuoso con tus opiniones, así que no sé a cuento de qué viene eso de calificar las mías como “la primera barbaridad que se me viene a la cabeza”.

Siendo moderador deberías dar ejemplo de respeto a las opiniones ajenas aunque se discrepe de ellas, en vez de dedicarte a descalificarlas de esa forma.
En ningún momento me he referido a tus opiniones que me parecen tan respetables, acertadas o erróneas como las de cualquier otro, pero hay determinadas afirmaciones, que no opiniones, que a mi me parecen una barbaridad (según la real academia dicho necio o temerario), de lo cual nadie esta exento, pero que en tu caso me parecen excesivamente reiteradas, antes de hacer afirmaciones hay que observar un mínimo de rigor o no hay posibilidad de debate, y es lo que he querido hacerte ver, con escasa fortuna por lo que veo. Te voy a poner dos ejemplos de lo que considero barbaridades aunque se pueden hallar unos cuantos más:
No podía mover las divisiones acorazadas, pero podía mover sus reservas de infantería y no las movió. Por otra parte, ¿por qué estaba ausente?, ¿porque pensaba que el desembarco tendría lugar con marea alta?, ¡pues vaya clarividencia!
Ya esta más que comentado.
Aunque la costa italiana es tan larga que parece muy difícil de defender, en realidad hay pocos sitios aptos para un desembarco de envergadura. Es una costa muy abrupta, llena de acantilados y con escasas vías de entrada al interior. Además, un desembarco al norte de Roma hubiera tenido que carecer de cobertura aérea porque desde Sicilia los aviones no tenían autonomía para llegar tan lejos. Este fue el argumento que decidió a los aliados a no desembarcar tan lejos.
Paso a comentarlo brevemente; no se a que llamas un desembarco de envergadura, pero allí no necesitaban un desembarco tipo Normandia y por ello sus necesidades apenas iba más allá de una playa, y en Italia hay muchas. En cuanto a la cobertura aérea, si los aliados eran capaces de bombardear el sur de Alemania partiendo desde el sur de Italia, me parece que cae por su peso que en el norte de Italia sería mucho más fácil. Los alemanes sabían que los aliados intentarían nuevos desembarcos al norte de Salerno, y sobre los riesgos que estaba corriendo Kesselring recomiendo la lectura del testimonio de Sigfried Westphal, jefe de estado mayor de Kesslering, recogido por nuestro compañero Erich Hartmann: viewtopic.php?p=730&highlight=kesselring#730

Amigo José Luis, no se si no me habré enterado de todo, de algo o de nada, pero leyendo esta frase: [Sin embargo, el terreno donde Rommel mostró su lado más débil, a mi juicio, fue en el tablero político.], entiendo que efectivamente le estas juzgando también por sus cualidades políticas.


Saludos
"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío". Albert Einstein

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Mensaje por Leiva » Dom Abr 01, 2007 1:11 am

Hola José Luis

Me disponía a contestar tu mensaje sobre Manstein de la página 4, que lo tenía pendiente de respuesta, pero al releerlo me ha dado la impresión de que lo has cambiado, ¿es así?

Saludos

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