Tragedia en Bari
Publicado: Sab Ago 01, 2009 6:04 pm
Hola a todos
Pasado un mes, era evidente para los médicos de Bari que de los sobrevivientes habían sido afectados por el gas. Razón suficiente como para iniciar una intensiva investigación al respecto. Se realizarían 53 autopsias, y pronto un patrón se hizo evidente. El gas mostaza atacaba los glóbulos blancos y el tejido linfático. Incapacitados por la precariedad del equipo de combate con el que debían sobreponerse día a día los médicos de campaña, el gobierno americano pondría la información en manos de dos farmaceuticos de la Universidad de Chicago, quienes, a su vez, recibirían todo el apoyo de distintas universidades de los Estados Unidos.
Si bien en 1919 un grupo de médicos alemanes había notado el efecto del gas mostaza sobre los leucocitos, el conocimiento científico de la época les resultó insuficiente como para encontrarle utilidad a este hallazgo. No obstante, veinticuatro años más tarde, los académicos de la Universidad de Chicago, valiéndose del conocimiento previo obtenido para combatir la Enfermedad de Hodgkin, para la cual se utilizaba una variante del gas en su tratamiento, lograron crear una versión de uso medicinal y aplicable del gas mostaza y así lograr, para 1946, el primer tratamiento quimeoterápico contra el cáncer linfático. Realmente, una tragedia que terminó en un gigantesco avance científico.
Un saludo
Pasado un mes, era evidente para los médicos de Bari que de los sobrevivientes habían sido afectados por el gas. Razón suficiente como para iniciar una intensiva investigación al respecto. Se realizarían 53 autopsias, y pronto un patrón se hizo evidente. El gas mostaza atacaba los glóbulos blancos y el tejido linfático. Incapacitados por la precariedad del equipo de combate con el que debían sobreponerse día a día los médicos de campaña, el gobierno americano pondría la información en manos de dos farmaceuticos de la Universidad de Chicago, quienes, a su vez, recibirían todo el apoyo de distintas universidades de los Estados Unidos.
Si bien en 1919 un grupo de médicos alemanes había notado el efecto del gas mostaza sobre los leucocitos, el conocimiento científico de la época les resultó insuficiente como para encontrarle utilidad a este hallazgo. No obstante, veinticuatro años más tarde, los académicos de la Universidad de Chicago, valiéndose del conocimiento previo obtenido para combatir la Enfermedad de Hodgkin, para la cual se utilizaba una variante del gas en su tratamiento, lograron crear una versión de uso medicinal y aplicable del gas mostaza y así lograr, para 1946, el primer tratamiento quimeoterápico contra el cáncer linfático. Realmente, una tragedia que terminó en un gigantesco avance científico.
Un saludo