¡Hola a todos!
Como ya dije anteriormente, el libro de Antony Beevor -Stalingrado (Barcelona: Editorial Crítica, 2000)- fue todo un éxito editorial en el mundo de habla hispana. Es, añado, un libro que contiene crasos errores, análisis superficiales, maltrato en la edición y anotación de las fuentes (quizá porque muchas de ellas se nombran sin haber sido investigadas propiamente), y mucho sensacionalismo. En lo que aquí tratamos, en las cuatrocientas y bastantes páginas narrativas de su libro, Beevor nombra a la 22. en siete ocasiones. La primera (p. 73) para citar a un médico de la 22. para poner un ejemplo del ataque indiscriminado de los partisanos contra ambulancias y hospitales de campaña. La segunda (pp. 73-74) para reflejar un ataque de las blindadas 13ª y 22ª el 23 de julio sobre Rostov. La tercera para hacer una referencia al buen trato a los hiwis, tomando como ejemplo un destacamento de artillería antitanque de la 22. La cuarta es muy interesante porque es quizá de donde procede gran parte de las referencias literarias posteriores para convertir la anécdota de los ratones en una categoría fatal para la 22. Cito literalmente: “La 22ª división blindada, como formación de reserva, había padecido una aguda escasez de combustible, y durante su largo periodo de inmovilidad, los ratones se habían refugiado del duro clima en los cascos de los carros. Habían roído el aislamiento de los cables eléctricos y no había repuestos disponibles de inmediato. Entretanto, otros regimientos de la división eran continuamente segmentados, y enviados de aquí para allá en respuesta a las demandas de ayuda de las unidades rumanas”. Subrayo que el marco temporal en que Beevor señala estos asuntos es antes del inicio de Urano, durante la primera quincena de noviembre. La quinta mención (p. 262) es una mera referencia al inicio artillero de Urano, con temblores del suelo que “a 50 km al sur, los oficiales médicos de la 22ª división blindada se despertaron de un profundo sueño, 'porque el suelo temblaba'”. La sexta (p. 267) es otra forma de ridiculizar a la 22.: “La 22 división blindada tenía algo más de treinta tanques funcionales y estaba tan escasa de combustible que necesitaba tomar prestado de las reservas rumanas. Las bromas sobre el sabotaje de los ratones habían pasado por todo el ejército, pero pocos se rieron cuando sus resultados se hicieron evidentes”. La séptima y última (p. 275) remata a la 22. diciendo: “Entretanto, la 22ª división blindada, incapaz de resistir a los T-34 del 1º cuerpo de tanques, se había retirado. Hizo un intento de atacar en dirección nordeste al día siguiente [21 de noviembre], pero pronto fue rodeada. Reducida a poco más que al equivalente de una compañía de tanques, más tarde se abrió camino y se retiró hacia el sudoeste acosada por el 8º cuerpo de caballería soviético”. Estas informaciones de Beevoy no vienen anotadas y, por tanto, el lector desconoce las fuentes de las mismas. Del desempeño de la 22. en sus combates defensivos hacia el Chir ni una palabra.
Otro ejemplo, del que beben algunas informaciones que he reflejado de la wiki, es el prolífico autor Samuel W. Mitcham y su The Panzer Legions: A Guide to the German Army Tank Divisions of World War II (Stackpole Books, 2000). Cito literalmente (p. 165):
[In November 1942, the Soviets routed the Romanians, and the 22nd Panzer -operating almost alone- attempted unsuccessfully to prevent the encirclement of the 6th Army. It suffered heavy losses against the overwhelming Soviet onslaught; in the end, the 22nd Panzer Division only barely managed to escape encirclement itself. Casualties were so high in the I/129th Panzer Grenadier Regiment, for example, that command devolved onto a first lieutenant. By December 1942, as it retreated back across on the Chir, the 22nd was a Kampfgruppe. It had perhaps half of its tanks left, and most of these were not up to standards mechanically; in fact, Field Marshal Erich von Manstein...called the division “a complete wreck.” (During the fall of 1942, when it was placed in reserve behind the 6th Army, its men had used straw to keep the tanks warm. Mice has nested in the straw and had eaten the insulation off the wiring.] Anotaciones de la fuente de la información: ninguna. Descripción de los combates defensivos de la 22: ninguna. Tenor general: negativo; cita a Manstein (que la tilda en diciembre de 1942 de “ruina completa”, y concluye entre paréntesis con el asunto de los ratones, como si las desgracias de la 22. durante Urano, en lo tocante a la pérdida de sus tanques, tuviesen su raíz en los famosos ratones.
En fin, hay muchos diletantes que publican libros como churros.
Saludos cordiales
JL
El verbo “ridiculizar” lo utiliza Glantz (“una fuerza ridiculizada durante años desde la derrota alemana en Stalingrado”) para reflejar cómo ha sido tratada la 22., en general, en la literatura popular. Glantz no cita, obviamente, a ningún autor en particular. Pero yo voy a hacerlo para señalar algunos ejemplos de ese menosprecio hacia la 22.Jen73 escribió: Sobre la supuesta pobre actuación de la 22. Pz.Div. entre el 19.11. - 30.11. (en algún lugar de este hilo ha aparecido incluso el adjetivo "ridiculo") no puedo más que asombrarme, sobretodo cuando disponemos de suficientes fuentes primárias (entre otros un detallado diário de lo acaecido entre el 19.11. y el 30.11.) que apoyan lo contrario,
Como ya dije anteriormente, el libro de Antony Beevor -Stalingrado (Barcelona: Editorial Crítica, 2000)- fue todo un éxito editorial en el mundo de habla hispana. Es, añado, un libro que contiene crasos errores, análisis superficiales, maltrato en la edición y anotación de las fuentes (quizá porque muchas de ellas se nombran sin haber sido investigadas propiamente), y mucho sensacionalismo. En lo que aquí tratamos, en las cuatrocientas y bastantes páginas narrativas de su libro, Beevor nombra a la 22. en siete ocasiones. La primera (p. 73) para citar a un médico de la 22. para poner un ejemplo del ataque indiscriminado de los partisanos contra ambulancias y hospitales de campaña. La segunda (pp. 73-74) para reflejar un ataque de las blindadas 13ª y 22ª el 23 de julio sobre Rostov. La tercera para hacer una referencia al buen trato a los hiwis, tomando como ejemplo un destacamento de artillería antitanque de la 22. La cuarta es muy interesante porque es quizá de donde procede gran parte de las referencias literarias posteriores para convertir la anécdota de los ratones en una categoría fatal para la 22. Cito literalmente: “La 22ª división blindada, como formación de reserva, había padecido una aguda escasez de combustible, y durante su largo periodo de inmovilidad, los ratones se habían refugiado del duro clima en los cascos de los carros. Habían roído el aislamiento de los cables eléctricos y no había repuestos disponibles de inmediato. Entretanto, otros regimientos de la división eran continuamente segmentados, y enviados de aquí para allá en respuesta a las demandas de ayuda de las unidades rumanas”. Subrayo que el marco temporal en que Beevor señala estos asuntos es antes del inicio de Urano, durante la primera quincena de noviembre. La quinta mención (p. 262) es una mera referencia al inicio artillero de Urano, con temblores del suelo que “a 50 km al sur, los oficiales médicos de la 22ª división blindada se despertaron de un profundo sueño, 'porque el suelo temblaba'”. La sexta (p. 267) es otra forma de ridiculizar a la 22.: “La 22 división blindada tenía algo más de treinta tanques funcionales y estaba tan escasa de combustible que necesitaba tomar prestado de las reservas rumanas. Las bromas sobre el sabotaje de los ratones habían pasado por todo el ejército, pero pocos se rieron cuando sus resultados se hicieron evidentes”. La séptima y última (p. 275) remata a la 22. diciendo: “Entretanto, la 22ª división blindada, incapaz de resistir a los T-34 del 1º cuerpo de tanques, se había retirado. Hizo un intento de atacar en dirección nordeste al día siguiente [21 de noviembre], pero pronto fue rodeada. Reducida a poco más que al equivalente de una compañía de tanques, más tarde se abrió camino y se retiró hacia el sudoeste acosada por el 8º cuerpo de caballería soviético”. Estas informaciones de Beevoy no vienen anotadas y, por tanto, el lector desconoce las fuentes de las mismas. Del desempeño de la 22. en sus combates defensivos hacia el Chir ni una palabra.
Otro ejemplo, del que beben algunas informaciones que he reflejado de la wiki, es el prolífico autor Samuel W. Mitcham y su The Panzer Legions: A Guide to the German Army Tank Divisions of World War II (Stackpole Books, 2000). Cito literalmente (p. 165):
[In November 1942, the Soviets routed the Romanians, and the 22nd Panzer -operating almost alone- attempted unsuccessfully to prevent the encirclement of the 6th Army. It suffered heavy losses against the overwhelming Soviet onslaught; in the end, the 22nd Panzer Division only barely managed to escape encirclement itself. Casualties were so high in the I/129th Panzer Grenadier Regiment, for example, that command devolved onto a first lieutenant. By December 1942, as it retreated back across on the Chir, the 22nd was a Kampfgruppe. It had perhaps half of its tanks left, and most of these were not up to standards mechanically; in fact, Field Marshal Erich von Manstein...called the division “a complete wreck.” (During the fall of 1942, when it was placed in reserve behind the 6th Army, its men had used straw to keep the tanks warm. Mice has nested in the straw and had eaten the insulation off the wiring.] Anotaciones de la fuente de la información: ninguna. Descripción de los combates defensivos de la 22: ninguna. Tenor general: negativo; cita a Manstein (que la tilda en diciembre de 1942 de “ruina completa”, y concluye entre paréntesis con el asunto de los ratones, como si las desgracias de la 22. durante Urano, en lo tocante a la pérdida de sus tanques, tuviesen su raíz en los famosos ratones.
En fin, hay muchos diletantes que publican libros como churros.
Saludos cordiales
JL
