Panzerschreck

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Este artículo fue publicado en la revista “Armas” (Hobby Press S.A.) Nro 47, Abril de 1986, págs. 23 a 30. Autor: Juan A. Pons Alcoy.
Edit: tuve algunos problemas para postear imágenes aquí asi que las puse en un segundo post.

PANZERSCHRECK

El Bazooka alemán

Con la aparición del Bazooka los alemanes se convencieron de que no eran los únicos que conseguían importantes progresos en la aplicación militar de los cohetes. Comprendieron que los americanos habían acertado plenamente con el Bazooka y sin más contemplaciones fabricaron su propia versión.

Durante los ataques lanzados por las Divisiones del Eje para hacerse con el control del Paso de Kasserine, las Fuerzas Acorazadas alemanas se llevaron una desagradable sorpresa ante la entrada en acción del Bazooka.
El estruendo y la humareda que seguía al disparo de este arma, pero que inmediatamente producía un carro de combate destruído, hizo comprender al mando alemán que aquel extraño artilugio iba a desbaratar su ofensiva.
Precisamente aquello era lo que necesitaba su Infantería para oponerse a la abrumadora masa de carros que desde el Este y el Oeste se cernían sobre el territorio del Reich.
La última gran ofensiva de Rommel en el continente africano quedó frustrada por dos poderosas razones: la descoordinación que existió entre sus fuerzas y las del General Arnim y la acción de las nuevas armas contracarro que el bisoño 1er Ejército Aliado había trasladado hasta el norte de Africa.
El 9 de marzo de 1943, el legendario Mariscal Erwin Rommel fue retirado del Teatro de Operaciones de Africa. En su vuelo de regreso a Berlín le acompañaba un Bazooka y varias granadas capturadas para que los ingenieros alemanes estudiaran y extrajeran las lecciones necesarias con que poder fortalecer las chapas de acero de los carros de combate y concebir un arma de similares características con destino a la infantería alemana.
Desde Berlín el arma fue remitida a Leipzig, al Departamento de Investigación del Hugo Schneider Akteingesellschaft (HASAG), en donde el profesor Langweiler y su equipo estaban completando el desarrollo del Panzerfaust 30.
El lanzador y los cohetes fueron detenidamente estudiados por los técnicos alemanes quienes tuvieron ocasión de comprobar la sencillez de los mecanismos y los bajos costos de fabricación y materias primas para proceder a su producción en serie.
Pero el Ejército necesitaba resultados inmediatos. En el recuerdo de todos pesaba la derrota sufrida por el 6º Ejército en Stalingrado (febrero de 1943) y los jefes de las unidades que luchaban en el Este pedían que se les dotase de un arma para la infantería capaz de detener el ardor con que los rusos lanzaban sus T-34/76 y KV-1 al ataque.
Como por otro lado los informes procedentes del frente indicaban la enorme capacidad destructora del Bazooka, el OKH solicitó del HASAG un arma de similares características en el menor tiempo posible.
Apremiados por todos lados, los talleres de la HASAG y los de MEUSELWITZ procedieron a preparar el utillaje mientras los proyectistas germanos se esforzaban por ultimar su versión del Bazooka. La limitación de tiempo no impidió que ciertas mejoras de importancia fueran introducidas en el Raketenpanzerbüchse 43 ó RPzB 43, designación oficial del primer lanzacohetes contracarro alemán.

El RPzB 43
El RPzB 43 entró en servicio a mediados de 1943 casi simultáneamente en el frente del Este y en el de Italia.
Los documentos oficiales dieron al RPzB 43 el sobrenombre PANZERSCHRECK (terror de los carros), pero la tropa prefirió utilizar el de OFENROHR (tubo de estufa) por la humareda que provocaba al efectuar cada disparo.
Muy similar al modelo originario americano, la primera diferencia digna de citar son sus 88 milímetros, calibre sobre el cual los alemanes habían estudiado lo suficiente como para haber llegado a la conclusión de que era el más idóneo para cumplir las especificaciones del Ejército en lucha contracarro. Dictadas en 1941, éstas pedían un arma transportable por un solo hombre capaz de perforar una chapa de 200mm a 30º desde 150-200 metros de distancia.
La segunda mejora se practicó en el mecanismo de disparo. Los técnicos del HASAG se vieron en la necesidad de reemplazar las pilas secas por otro sistema generador de energía ante el rigor climatológico existente en el territorio de la URSS y que inutilizaba este tipo de armas al descargara las pilas secas en corto espacio de tiempo.
Para solucionar este problema se introdujo en la amplia empuñadura una magneto atravesada por un núcleo móvil dentado. Al pulsar el gatillo, el núcleo móvil quedaba liberado y, por la acción de un muelle, discurría por el interior de la magneto, de tal modo que sus dientes originaban una inversión del flujo de los imanes de la magneto, gnerando una corriente inducida alterna que provocaba el disparo. Como en el caso de su progenitor, el circuito eléctrico y los diversos contactos estaban situados en los mismos puntos.
El Panzerschreck era de mayor longitud (1.683 mm) y peso (9,2 Kg) que el Bazooka M1A1 y además de las diferencias que hemos señalado anteriormente, la empuñadura, el guardamonte, el gatillo y el apoyo para el hombro respondían a un diseño distinto.

La Granada 4322
El proyectil cohete que los proyectistas alemanes concibieron para el RPzB 43 fue el Raketenpanzerbüchse Granat 4322 o RPzBGr 4322. Con 87,3 mm de calibre, un peso de 3,27 Kg y una longitud de 649 mm, también resultaba mayor en todos los sentidos que el M6A1 y, por supuesto, más poderoso.
A diferencia del ejemplar americano, la punta de su ojiva disponía de una espoleta AZ-5095 que, en 0,0002 comunicaba el fuego, a través del cono de cobre perforado, al cebo situado tras la carga explosiva.
La distribución de la carga y el propulsante eran idénticas al modelo americano. La cabeza de guerra contenía 0,667 Kgs de Cyclotol, explosivo compuesto por 41,2 por 100 de TNT y 58,8 por 100 de Cyclonita. Esta carga conseguía perforar blindajes entre 160 y 210 mm.
El cebo eléctrico de encendido se encontraba en la parte anterior de la cámara de combustión que contenía los siete macarrones de pólvora que debían impulsar al cohete a una velocidad de 104 m/s. Las aletas estabilizadoras estaban envueltas completamente por un aro de acero que servía para fijar el diente de la uña de retención y contacto del lanzador. El alcance eficaz se situaba en los 150 metros.
Pese a todo, el RPzBGr 4322 presentaba un serio problema en su motor cohete. La carga propulsora contenía un 64,5 % de nitrocelulosa, un 34,5 % de un compuesto llamado DEGN y un 1% de agente estabilizador y la combustión no resultaba en modo alguna perfecta. En el mismo instante del disparo, la tobera escupía una ingente cantidad de humo y partículas de pólvora sin deflagrar que resultaban peligrosas y tóxicas para los sirvientes del arma. Esta importante imperfección en la granada motivó la iniciación de estudios con vistas a su sustitución y mientras esto ocurría se ordenó a los equipos cazacarros que emplearan las máscaras antigas para paliar los efectos nocivos del rebufo de la granada.

RPzB 54 – un lanzagranadas más seguro
Los pequeños inconvenientes encontrados en el RPzB 43 intentaron ser evitados en el RPzB 54.
Básicamente consistía en un RPzB 43 al que se le había añadido un escudo protector metálico en su tercio anterior izquierdo para evitar la acción del rebufo del cohete sobre el rostro del tirador.
Este escudo variaba en su tamaño y calidad dependiento del subcontratista que lo fabricara pero, en general, tenía unas dimensiones de 35 x 47 cm. En el centro de su mitad superior disponiía de una ventana acristalada para poder efectuar la puntería. Como se desprende, la adición del escudo venía a solventar los problemas producidos por la munición 4322 pero como contrapartida suponía un aumento de 1,3 Kgs en el peso del arma.
La simplicidad en la fabricación del RPzB 54 permitió adjudicar la fabricación de los diferentes elementos a un elevado número de industrias, lo que redujo sustancialmente los efectos negativos de los bombardeos aliados. En su mayor parte talleres artesanales o pequeñas insustrias, las distintas piezas eran transportadas hasta el contratista principal, lo que volvía a poner a prueba la fragilidad del sistema, dado que también los bombardeos, tenían como objetivos prioritarios las comunicaciones. Pese a todo, la producción en 1945 fue superior a la de los mismos meses de 1944.
Una nueva granada hizo aparecer un nuevo lanzador. La RPzBGr 4992 era la versión mejorada de la problemática 4322 y su desarrollo permitió sacar adelante al RPzB 54/1, arma de menor longitud que los anteriores modelos (1.333 mm), con un kilo menos de peso que el RPzB 54 y con un alcance eficaz de 200 metros, gracias a las superiores prestaciones de la granada RPzBGr 4992.
Mientras los americanos hacían uso de sus Bazookas para apoyar el avance de sus formaciones acorazadas, los alemanes utilizaban sus RPzB en un postrer intento por frenar y detener las oleadas de carros de combate que desde dos frentes de operaciones presionaban sobre las fronteras de Alemania.
Aunque en un primer momento a cada División de Infantería se le adjudicaron 90 RPzB 43, este número fue elevado hasta 108 en la reorganización de unidades que sufrió la Wehrmacht en 1944.
Las Divisiones de Volksgrenadier, con una instrucción mínima, poseían un total de 216 RPzB en cualquiera de sus modelos, ya que las armas contracarro de estas formaciones eran escasas salvo en Panzerfaust. Los Batallones de Volkssturm disponían de 36 lanzadores.

El sistema de puntería del RPzB 54
Este sistema introdujo una importante novedad en un arma ligera de infantería.
El alza contaba con dos referencias a derecha e izquierda, marcadas con la numeración 15 y 30. Estas señales eran utilizadas cunado el carro se desplazaba paralelamente al frente, es decir, perpendicular con respecto a la posición del tirador, y servían para introducir la predicción en función de la velocidad que desarrollaba el carro de combate (hasta 30 Km/h).
Esta velocidad se calculaba por métodos expeditivos y una vez supuesta, se efectuaba la puntería situando al carro en la mira correspondiente a esa velocidad y sentido contrario a su movimiento. Si la predicción estaba bien calculada, carro y proyectil se encontraban en el punto 0 de la mira.
El punto de mira disponía de referencias para 100, 150 y 200 metros, así como de un mando para introducir las correcciones en relación a la temperatura ambiente y al tipo de munición empleada.

El Panzertot que no llegó
Mientras que el equipo de científicos que trabajaba en el desarrollo y perfeccionamiento del Panzerfaust conseguía importantes mejoras del sistema en lo referene a su mecanismo de disparo y al incremento progresivo de su alcance, no ocurría lo mismo con el Panzerschreck, que se basaba en principios de aplicación distintos, la mejora que había significado la granada 4992 no resultaba suficiente.
Pese a que en un primer momento el HASAG trazó un línea de desarrollo del RPzB y en octubre de 1943 se comenzó a trabajar en un lanzacohetes de mayor calibre (105 mm) que proporcionara mayores alcances, los estudios preliminares quedaron paralizados en 1944 ante la baja prioridad concedida al proyecto. Ello significó sustanciales recortes en la asignación de materiales con destino a la investigación, calificados como estratégicos y, por descontado, en cuanto a personal y medios técnicos puestos a disposición del programa.
Como otros muchos desarrollos que prometían espectaculares resultados, el Raketenpanzerbüchse de 105 milímetros fue sacado de su olvido a principios de 1945.
Al proyecto se le asignaron los escasos recursos disponibles en hombres y medios y, como contrapunto, se le exigieron resultados inmediatos.
Conocido por PANZERTOT, PANZERSCHRECK-KANONE y HAMMER, el incremento del calibre redundaba en un considerable aumento del peso por lo que hubo que adaptarle dos ruedas para permitir su tracción a mano por los soldados.
Tres hombres eran sus sirvientes y ciertas prometedoras mejoras se habían introducido en el circuito eléctrico de disparo, pero como otras tantas armas innovadoras alemanas, el colapso alemán de mayo del 45 vino a detener su completo desarrollo.
De todos modos, la búsqueda de mayores prestaciones había roto uno de los condicionantes de su adopción, cual era su posibilidad de ser transportado a brazo por un solo soldado.

Improvisaciones finales
En los últimos meses de 1944 los alemanes se vieron en la necesidad de emplear todo tipo de ingenios que pudieran acrecentar la movilidad de la defensa contracarro y en particular la de los equipos Raketenpanzerbüchse ante el imparable avance del rodillo ruso.
Como consecuencia, los RPzB 43 y 54 fueron instalados sobre pequños carros de cadenas que con anterioridad cumplían otros servicios muy distintos. Este era el caso del SCHWERER LADUNGSTRAGE SdKfz 301 Ausf C, vehículo dirigido por control remoto con 500 kilos de alto explosivo en su interior y empleado por los zapadores del Ejército para la apertura de brechas y la destrucción de obstáculos.
Al ser un medio fundamentalmente apto para acciones ofensivas, en una defensiva a ultranza como la que reñía Alemania, su utilización se veía disminuida al máximo.
Mucho más grande que le más conocido GOLIATH, en los meses finales de la guerra a un pequeño número de chasis del SdKfz 301 se le modificaron sus mandos de conducción, se les desmontó el explosivo y en su lugar se les instalaron cuatro lanzagranadas RPzB 43.
El modelo rsultante fue designado KLEINPANZER WANZE y entregado a pequeñas formaciones de voluntarios del Volkssturm creadas para defender a toda costa los pueblos y ciudades del Reich del asalto de las tropas soviéticas.
Para idénticos menesteres fueron utilizados los anticuados y más conocidos transportes ligeros británicos BREN, capturados en elevado número por los alemanes durante la campaña de Francia y que hasta aquel entonces cumplían funciones logísticas en bases y parques de material.
Tres RPzB 43 se instalaron en su parte superior central y dos soldados, uno a cada lado, ejercían las labores de tirador y cargador. Transformados en PANZERJÄGER BREN fueron lanzados a la batalla intergrados en unidades panzergrenadier.
Pero la gran potencia de fuego que proporcionaban etos vehículos quedaba minimizada por la superioridad aérea aliada y por la enorme diferencia material y humana de las fuerzas terrestres en conflicto.
Al igual que ocurriera con el Panzerfaust, en los últimos meses de la guerra se acoplaron lanzagranadas a las unidades de Defensa del Reich de la Luftwaffe. Cuatro lanzadores de gran longitud fueron instalados bajo las alas de aparatos Fw-180 F-8 y conocidos por “Fliegender Panzerschreck”. Fueron empleados para proteger la retirada de las fuerzas alemanas que se batían contra las tropas soviéticas, pero su resultado no fue satisfactorio dado que se trataba de una improvisación de última hora.
Finalizada la guerra, muchas naciones, entre ellas España, prosiguieron el camino trazado por americanos y alemanes y en todo el mundo surgieron armas contracarro de similares características.

Características Técnicas de los lanzacohetes alemanes

Características Comunes:
Calibre: 88 mm
Sistema de funcionamiento: encendido eléctrico

RPzB 43
Longitud: 1.638 mm
Masa: 9,2 Kgs
Alcance eficaz: 150 m

RPzB 54
Longitud: 1.638 mm
Masa: 10,5 Kgs
Alcance eficaz: 200 m

RPzB 54/1
Longitud: 1.333 mm
Masa: 9,45 Kgs
Alcance eficaz: 200 m

Granada 4322
Longitud: 648 mm
Diámetro: 87,3 mm
Masa total: 3,27 Kgs
Masa del explosivo: 0,65 Kgs
Masa de la carga propulsora: 0,20 Kgs

Cualquier comentario adicional es bienvenido.
Saludos,

FANGIO

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Panzerjäger Bren
[img]http://img312.imageshac
fotos del libro "Panzerfaust and Panzerschreck", editorial Osprey, colección Weapon nº36



vídeo en inglés Anti-Tank Chats #7 | Panzerschreck | The Tank Museum
https://www.youtube.com/watch?v=tZ8iBHVwKgE