FLAMMPANZER II
La primera pesadilla
El primer uso de los tanques lanzallamas se atribuye a los italianos en la campaña de Etiopía; sin embargo, aquellos modelos eran más bien de producción artesanal. Fueron los alemanes los primeros que inciaron la fabricación de un vehículo lanzallamas en serie.
Los primeros intentos se realizaron con el Panzer I durante la Guerra Civil Española. Los tanquistas tenían la creencia que la ametralladora de la torreta era inutil cuando el vehículo estaba en marcha y muy expuesta cuando se detenía. Pensaban que un lanzallamas sería más efectivo en movimiento. Así que sustituyeron la ametralladora por un lanzallamas de infantería. El resultado fue desalentador. El alcance del lanzallamas era pequeño, pero se reducía drásticamente con el vehículo en movimiento debido a la propia resistencia del aire, además, su depéosito de combustible (diseñado para ser llevado a hombros, era muy pequeño para la autonomía del vehículo.
Tras la experiencia, los ingenieros alemanes se pusieron a estudiar la posibilidad de incluir armas lanzallamas en los carros de combate y el modelo elegido fue el Panzer II. Conocido como Flammpanzer II, su nombre correcto era "Panzerkampwagen II (Flamm) Sdkfz 122". El diseño final conservaba una torreta con una ametralladora MG34 similar a la del modelo previo, pero, además, se le habían añadido dos pequeñas torretas, denominadas Spritzköpfe (cabezas rociadoras), en la parte frontal del chasis del carro. Tenían un ángulo de giro de 180º (el frontal) y podían dispararse individualmente o juntas. Cada una de ellas tenía una capacidad de 80 deflagraciones de uno 3 segundos de duración. El depósito de combustible tenía una capacidad de 160 litros y éste era impulsado mediante 4 cilindros de nitrógeno comprimido y encendido mediante acetileno comprimido que al entrar en contacto con la mezcla y el aire entraba en combustíon.
Los Spritzköpfe podían proyectar el combustible sin arder. Una táctica era rociar previamente al enemigo y después lanzar una encendida con lo que causaba una destrucción mayor, además del efecto desmoralizador de recibir una lluvia de combustible.
La ametralladora MG34 estaba intalada en un montaje de bola lo que le permitía disparar en ángulos de elevación de -10º a 20º. Y tenía munición para 1800 disparos en cinta (12 de 150 disparos cada una). Era flammpanzer II tenía una dotación de tres hombres. El jefe del carro manejaba la ametralladora y los lanzallamas. El conductor iba sentado en la parte delantera izquierda y a la derecha se sentaba el operador de radio que, además, podía usar los lanzallamas si era necesario.
La autorización para la producción llegó al Heeres Waffenamt en Enero de 1939 y en Junio del mismo año ya estaba disponible el primer prototipo. Sin embargo la producción fue muy lenta, no llegaron a completarse más de 100 vehículo, ya que las necesidades del ejército en 1941 hicieron que muchos chasis destinados al Flammpanzer II acabaran como base para autopropulsados, principalmente con cañones anticarro Pak.36(r) de 76,2 mm.
Casi todos los Flammpanzer II estuvieron presentes en la campaña de Rusia. Al principio integrados en dos unidades: la Pz.Abt 100 y la Pz.Abt 101 (Panzerflammbteilung: batallón lanzallamas acorazado), pero fueron retirados del frente a finales de 1941. La 101 fue integrada en el 24º Regimiento Panzer que formaba parte de la 24ª División Panzer. El 100 fue integrado en la División Grossdeutschland y devuelto al frente en el verano de 1942.
Interesante el Flammpanzer, ¿verdad?
Lo que más llamó mi curiosidad fue el hecho de que pudiese arrojar el liquido al enemigo y despues con una llama hacerlo arder. Debería ser terrorífico verse lleno de este combustible.
Un saludo.
La primera pesadilla
El primer uso de los tanques lanzallamas se atribuye a los italianos en la campaña de Etiopía; sin embargo, aquellos modelos eran más bien de producción artesanal. Fueron los alemanes los primeros que inciaron la fabricación de un vehículo lanzallamas en serie.
Los primeros intentos se realizaron con el Panzer I durante la Guerra Civil Española. Los tanquistas tenían la creencia que la ametralladora de la torreta era inutil cuando el vehículo estaba en marcha y muy expuesta cuando se detenía. Pensaban que un lanzallamas sería más efectivo en movimiento. Así que sustituyeron la ametralladora por un lanzallamas de infantería. El resultado fue desalentador. El alcance del lanzallamas era pequeño, pero se reducía drásticamente con el vehículo en movimiento debido a la propia resistencia del aire, además, su depéosito de combustible (diseñado para ser llevado a hombros, era muy pequeño para la autonomía del vehículo.
Tras la experiencia, los ingenieros alemanes se pusieron a estudiar la posibilidad de incluir armas lanzallamas en los carros de combate y el modelo elegido fue el Panzer II. Conocido como Flammpanzer II, su nombre correcto era "Panzerkampwagen II (Flamm) Sdkfz 122". El diseño final conservaba una torreta con una ametralladora MG34 similar a la del modelo previo, pero, además, se le habían añadido dos pequeñas torretas, denominadas Spritzköpfe (cabezas rociadoras), en la parte frontal del chasis del carro. Tenían un ángulo de giro de 180º (el frontal) y podían dispararse individualmente o juntas. Cada una de ellas tenía una capacidad de 80 deflagraciones de uno 3 segundos de duración. El depósito de combustible tenía una capacidad de 160 litros y éste era impulsado mediante 4 cilindros de nitrógeno comprimido y encendido mediante acetileno comprimido que al entrar en contacto con la mezcla y el aire entraba en combustíon.
Los Spritzköpfe podían proyectar el combustible sin arder. Una táctica era rociar previamente al enemigo y después lanzar una encendida con lo que causaba una destrucción mayor, además del efecto desmoralizador de recibir una lluvia de combustible.
La ametralladora MG34 estaba intalada en un montaje de bola lo que le permitía disparar en ángulos de elevación de -10º a 20º. Y tenía munición para 1800 disparos en cinta (12 de 150 disparos cada una). Era flammpanzer II tenía una dotación de tres hombres. El jefe del carro manejaba la ametralladora y los lanzallamas. El conductor iba sentado en la parte delantera izquierda y a la derecha se sentaba el operador de radio que, además, podía usar los lanzallamas si era necesario.
La autorización para la producción llegó al Heeres Waffenamt en Enero de 1939 y en Junio del mismo año ya estaba disponible el primer prototipo. Sin embargo la producción fue muy lenta, no llegaron a completarse más de 100 vehículo, ya que las necesidades del ejército en 1941 hicieron que muchos chasis destinados al Flammpanzer II acabaran como base para autopropulsados, principalmente con cañones anticarro Pak.36(r) de 76,2 mm.
Casi todos los Flammpanzer II estuvieron presentes en la campaña de Rusia. Al principio integrados en dos unidades: la Pz.Abt 100 y la Pz.Abt 101 (Panzerflammbteilung: batallón lanzallamas acorazado), pero fueron retirados del frente a finales de 1941. La 101 fue integrada en el 24º Regimiento Panzer que formaba parte de la 24ª División Panzer. El 100 fue integrado en la División Grossdeutschland y devuelto al frente en el verano de 1942.
Interesante el Flammpanzer, ¿verdad?
Lo que más llamó mi curiosidad fue el hecho de que pudiese arrojar el liquido al enemigo y despues con una llama hacerlo arder. Debería ser terrorífico verse lleno de este combustible.
Un saludo.
