Mensaje
por Akeno » Dom Ene 06, 2008 10:53 pm
Siguiendo con las consecuencias de la fracasada operación I-GO, resultaría interesante conocer que desde la pírrica victoria japonesa en la batalla de Santa Cruz en Octubre de 1942, la aviación embarcada en los portaaviones luchó exclusivamente desde bases en tierra hasta la última batalla entre portaaviones, ocurrida en el Mar de Filipinas en Junio de 1944. El Zuikaku, Junyo y Zuiho estuvieron cubriendo la retirada japonesa de Guadalcanal en Enero de 1943, pero en esta ocasión, las unidades navales norteamericanas no intervinieron.
Después de comprobar el fiasco de la operación I-GO en Abril de 1943 ordenada por Yamamoto, su sucesor, el Almirante Mineichi Koga siguió erre que erre con la política de usar sus preciados aviones embarcados en la lucha por las Salomon. Tampoco veo que tuviera muchas más opciones para detener la ofensiva norteamericana, la verdad. No olvidemos que Rabaul era "un problema" de la marina japonesa, ya que la aviación del ejército luchaba desde Wewak, al Norte de Nueva Guinea y no quería saber nada de la defensa ni de Rabaul ni de las Salomon.
En el mes de Julio de 1943, con Yamamoto ya fallecido, Koga ordenó que el Junyo, Hiyo y el Ryujo, despacharan 92 aviones a Rabaul, donde se perdieron todos ellos en los combates. En Noviembre de ese año, con el objetivo de contener la ofensiva norteamericana sobre esta base, llevada a cabo por 138 P-38 Lightnings y alrededor de 213 bombarderos medios y pesados, se enviaron desde el Shokaku, Zuikaku y el Zuiho, 150 aviones. De todos ellos, se perdieron la mitad en los encarnizados combates y los supervivientes se retiraron dos semanas más tarde de esa condenada base.
Estos desastres hicieron que los kokubokan japoneses no pudieran intervenir en la defensa de Makin y Tarawa (en las islas Gilbert) a finales de Noviembre, cuando esas bases fueron atacadas y ocupadas por los norteamericanos.
Era el principio del fin.
Saludos cordiales