wilhelm heidkamp escribió:
el envío a Tokio, por parte del cónsul general en Honolulu Nagoa Kita, de un mensaje en el cual daba datos sobre PH, y daba la posición de los buques americanos dentro de una cuadrícula. Esto era un síntoma inequívoco de un ataque a esa base, más cuando en ninguna otra base del mundo, el personal diplomático japonés había hecho nada igual.
No es síntoma inequívoco de ataque a la base. Un síntoma inequívoco de ataque a la base sería un mensaje en el que se dijera precisamente eso, que la base sería atacada o iba a serlo en breve, dicho de forma directa o de forma indirecta, como con en el caso de los mensajes descodificados por los estadounidenses con relación al plan "MO" para Midway.
El resto, como el hecho de situar los buques norteamericanos en la zona con datos que permitieran su reproducción en Japón (cuadrículas) es trabajo habitual de los servicios de espionaje e inteligencia. Los alemanes realizaban las mismas pesquisas respecto de la Home Fleet en Scapa Flow. No podemos decir que en base a éso, los EEUU tuvieran que haber previsto anticipadamente un ataque a Pearl Harbour.
Saludos.
No vayas a creer que eso fue así de sencillo, amigo Willy. Al menos el almirante Kimmel tenía otra idea muy diferente al respecto. Pero déjame ahondar en el famoso
bomb plot message.
Los antecedentes del llamado
Bomb Plot Message fueron los telegramas cruzados entre Tokio y el consulado general de Honolulu. Aquí operaba como espía el alférez Takeo Yoshikawa bajo la cobertura de la identidad de vicecónsul. Yoshikawa era un graduado de la academia naval de Etajima que por razones médicas se había visto obligado al retiro. Regresó a la marina como oficial especializado en inteligencia y en 1940 fue colocado en la lista diplomática de Japón. En abril de 1941 fue enviado al consulado de Honolulu bajo la falsa identidad de Tadashi Morimasu.
Los descifradores estadounidenses interceptaron los mensajes de Yoshikawa, pero como el consulado de Honolulu se consideraba mucho menos importante que la embajada japonesa en Washington, sus despachos recibieron escasa atención. Y era tan baja la prioridad concedida a ese tráfico consular que las estaciones de escucha estadounidenses mandaban por correo las interceptaciones en vez de despacharlas por radio.
Los informes de Yoshikawa mostraban un gran interés japonés por las defensas de Pearl Harbor y los movimientos de los navíos estadounidenses dentro y fuera del fondeadero. Y las instrucciones desde Tokio eran todavía más significativas. El 24 de septiembre se le encargó a Yoshikawa utilizar un plan sistemático de Pearl Harbor dividiendo el fondeadero en cinco áreas con la misión de informar qué barcos estaban amarrados en cada sector. Ese despacho, tras su descubrimiento por los investigadores de posguerra, es el mensaje conocido como “
Bomb Plot Message”. El trazado, o división del puerto en zonas, fue visto retrospectivamente como una clara indicación de los planes japoneses. El 15 de noviembre Tokio ordenó a Yoshikawa informar sobre las unidades navales en el puerto al menos dos veces a la semana y “
poner sumo cuidado para mantener el secreto” en su labor de espionaje. Cuatro días más tarde se le ordenó “
informar incluso cuando no haya movimientos (de navíos)”. Un telegrama el 1 de diciembre le obligaba no sólo a dar informes diarios sobre los buques presentes, sino también anotar “
si hay o no globos de observación sobre Pearl Harbor o si hay cualquier indicación de que serán lanzados. También notificación [sic]
si……los navíos están provistos de redes antisubmarinas.”
En los análisis posteriores al ataque, se dijo desde Washington que los agentes japoneses en otros puertos también recibieron instrucciones similares. No había nada, según esa afirmación, que indicara que el interés en Pearl Harbor significara algo más que un interés completamente comprensible en la flota y principal base de una potencia enemiga.
Pero esa afirmación era falsa: el tráfico de mensajes japoneses relativo a otros puertos denotaba un interés mucho menos intenso que los despachos a y de Yoshikawa. Kimmel (que en 1941 desconocía el tráfico entre Yoshikawa y Tokio) mantuvo que si hubiera sabido de semejante interés en su flota y su fondeadero, entonces lo hubiera tratado como una pista importante de las intenciones japonesas. En su testimonio de posguerra al Congreso fue despiadado en su acusación a los que en Washington habían fallado en enviar el tráfico telegráfico de Yoshikawa a la
Pacific Fleet:
Esas instrucciones e informes japoneses apuntaban a un ataque de Japón sobre los navíos de Pearl Harbor. La información buscada y obtenida, con tal concienzudo detalle, no tenía otra utilidad concebible desde un punto de vista militar….
Nadie tenía un interés más directo e inmediato en la seguridad de la flota de Pearl Harbor que su comandante en jefe. Nadie tenía mayor derecho que yo a saber que Japón había dividido Pearl Harbor en sub-áreas y estaba buscando y recibiendo informes sobre los atracaderos precisos en ese puerto de los barcos de la flota. Se me había enviado el informe de Mr. Grew a principios de año con notificación positiva del Departamento Naval de que no debía concederse crédito a los rumores de los planes japoneses para un ataque sobre Pearl Harbor….
Ciertamente yo tenía el derecho de saber cuándo la información del Departamento Naval alteraba completamente la información y el consejo que se me había dado previamente.
Kimmel dijo que si hubiera conocido el
Bomb Plot Message habría re-desplegado la flota para emboscar a la flota japonesa.
Todo esto, claro está, es información de Michael Slackman,
Target: Pearl Harbor (University of Hawaii Press, 1991), pp- 30-31.
Saludos cordiales
José Luis