Las raíces rusas del nazismo

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Mié Feb 04, 2009 6:18 pm

¡Hola a todos!

El título de este topic es el que Michael Kellogg dio a su libro The Russian Roots of Nazism: White Émigrés and the Making of National Socialism, 1917–1945 (Cambridge University Press, 2005). Se trata de la primera investigación realmente profunda y detallada de la influencia que tuvieron algunos exliados rusos (Blancos) en la ideología inicial del Nacional Socialismo alemán. Me atrevo a afirmar que este libro será de enorme interés para los estudiosos del foro del Nacional Socialismo. Por otra parte, Kellogg desmonta convincentemente la creencia más o menos aceptada de que los primeros sentimientos e ideas antisemitas de Hitler surgieron en sus años de Viena o durante la IGM, situando, en cambio, el comienzo de estos prejuicios a su regreso a Munich en 1919.

En la introducción, Kellogg adelanta y explica el objetivo de libro y cómo se desarrollan sus capítulos. Dada su importancia, a mi juicio, he decidido traducir esa introducción para los compañeros del foro, con la esperanza de despertar el interés suficiente para leer el libro. Añadiré las anotaciones, tal como están en su original, de Kellogg al texto.

INTRODUCCIÓN (I)

Tras la Revolución Rusa de Octubre de 1917, exiliados anti-bolcheviques del antiguo Imperio Ruso, conocidos como “exiliados Blancos”, contribuyeron ampliamente a la formación del Nacional Socialismo Alemán. Este libro examina las influencias de formación políticas, financieras, militares e ideológicas que ejercieron los exiliados Blancos en el movimiento Nacional Socialista de Adolf Hitler. Este estudio de las contribuciones de los exiliados Blancos al Hitlerismo demuestra que el Nacional Socialismo no se desarrolló simplemente como un peculiar fenómeno alemán. El Nacional Socialismo surgió a principios del periodo posterior a la IGM (1918-1923) de un entorno de la derecha radical internacional en el que amargados alemanes völkisch (nacionalistas/racistas) colaboraron con vengativos exiliados Blancos en una lucha anti-Entente (Gran Bretaña y Francia), anti-República de Weimar, anti-bolchevique y antisemita.

Desde 1920 a 1923 Hitler se alió con una asociación de exiliados Blanco/Alemanes de complicidad völkisch con jefatura en Munich, Aufbau: Wirtschafts-politische Vereinigung für den Osten (Reconstrucción: Organización Político-Económica para el Este), de aquí en adelante Aufbau. Esta unión reservada buscó combatir la judería internacional y derrocar tanto a la República de Weimar alemana como a la Unión Soviética en asociación con los Nacional Socialistas. Aufbau contribuyó con considerables sumas de dinero al movimiento Nacional Socialista de Hitler. Por otra parte, la inicial ideología Nacional Socialista combinó nociones völkisch de superioridad racial y espiritual germánica con la apocalíptica teoría de conspiración de la Aufbau de exiliados Blancos en la que los judíos, que operaban como una red sin fisuras de maquinadores capitalistas financieros y asesinos bolcheviques, amenazaban con conquistar el mundo y luego llevarlo a la perdición. Aufbau también dejó un poderoso legado anti-bolchevique y antisemita al Nacional Socialismo después de 1923.

Miembros prominentes de la Aufbau de exiliados Blancos que influyeron en las estrategias política y militar de Hitler así como su Weltanschauung (visión del mundo) anti-bolchevique y antisemita incluyeron al teniente primera Max von Scheubner-Richter, al general Vladimir Biskupskii, al coronel Ivan Poltavets-Ostranitsa, al teniente Piotr Shabelskii-Bork, al coronel Fedor Vinberg, y a Alfred Rosenberg. Scheubner-Richter dirigió de facto la Aufbau hasta que fue fatalmente tiroteado mientras marchaba con Hitler y el general Erich von Ludendorff durante el desastroso Putsch Hitler/Ludendorff de noviembre de 1923. Hitler afirmó posteriormente que de los “mártires” de la fallida empresa sólo Scheubner-Richter se había probado irreemplazable (1).

El general Biskupskii actuó como un socio inestimable de Scheubner-Richter en la jefatura de la Aufbau, y más tarde dirigió la comunidad de exiliados Blancos en el Tercer Reich (2). Poltavets-Ostranitsa dirigió la sección ucraniana de la Aufbau, y buscó establecer una Ucrania Nacional Socialista (3). Shabelskii-Bork pasó Los Protocolos de los Sabios de Sión, una incendiaria falsificación que influenció a los nacionalsocialistas y otros antisemitas alrededor del mundo, desde Ucrania a Berlín para su publicación en alemán poco después de la IGM (4). Vinberg mantuvo minuciosas discusiones ideológicas con Hitler y convenció al Führer de que los soviéticos representaban una “dictadura judía” (5).

Rosenberg ha sido en buena parte pasado por alto en la literatura histórica a pesar de sus cruciales contribuciones al Nacional Socialismo (6). El exiliado Blanco sirvió como el principal filósofo nacionalsocialista después de Hitler mismo. Colaboró con Dietrich Eckart, el mentor inicial de Hitler, en el periódico Auf gut deutsch: Wochenschrift für Ordnung und Recht (En buen alemán: Semanario para la Ley y el Orden). Asumió de facto la dirección del periódico nacionalsocialista Völkischer Beobachter de un enfermo Eckart en 1923. Concibió una nefasta amenaza de una conspiración bolchevique-judeo capitalista mundial sobre los racial y espiritualmente superiores alemanes. Dirigió el Partido Nacional Socialista durante el encarcelamiento de Hitler tras el Putsch Hitler/Ludendorff (7). Finalmente dirigió la política de Alemania sobre las antiguas áreas soviéticas en la IIGM, y participó en las atrocidades de la Solución Final a través de su puesto como Reichsminister für die besetzten Ostgebiete (Ministro de Estado para los Territorios Orientales Ocupados) (8).

1 Georg Franz-Willing, Ursprung der Hitlerbewegung 1919–1922 (Preussisch Oldendorf: K. W. Schütz
KG, 1974), 198.

2 DB reports from November 11, 1922 and May 22, 1936, RGVA (TsKhIDK), fond 7, opis 1, delo 386,
reel 2, 157; opis 4, delo 168, reel 1, 1.

3 “Ukraine und Nationalsozialismus,” Wirtschafts-politische Aufbau-Korrespondenz über Ostfragen und
ihre Bedeutung für Deutschland
, May 17, 1923, 4.

4 Gestapo report from April 13, 1935, RGVA (TsKhIDK), fond 501, opis 3, delo 496a, 208.

5 Adolf Hitler, notes for a speech on November 2, 1922, Sämtliche Aufzeichnungen 1905–1924, eds.
Eberhard Jäckel and Axel Kuhn (Stuttgart: Deutsche Verlags-Anstalt, 1980), 716.

6 Johannes Baur, Die russische Kolonie in München, 1900–1945: Deutsch–russische Beziehungen im 20.
Jahrhundert
(Wiesbaden: Harrassowitz Verlag, 1998), 271.

7 Max Hildebert Boehm, “Baltische Einflüsse auf die Anfänge des Nationalsozialismus,” Jahrbuch des
baltischen Deutschtums
, 1967, 63.

8 Karlheinz Rüdiger, “Reichsminister für die besetzten Ostgebiete Alfred Rosenberg,” KR, BAB,
[November 1941], NS 8, number 8, 2.

Seguiremos.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por CARLOS ANDRES » Mié Feb 04, 2009 6:50 pm

Hola José, amigo como siempre posteando temas de muy variado interes, y este si qué esta interesante. Sabes si el libro esta traducido al español -porque me parece que no es así-... y si la venta de este ha sido servida para este otro continente?
Un abrazo...

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José Luis
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Mié Feb 04, 2009 8:08 pm

¡Hola a todos!

No tengo conocimiento de que haya sido traducido al español, Carlos.

INTRODUCCIÓN (II)

La cohesión general de este libro se ha visto facilitada por la afortunada circunstancia de que un grupo nuclear sorprendentemente estable de aventureros exiliados Blancos conspiró repetidamente con colegas alemanes völkisch, incluyendo nacionalsocialistas, en varios planes anti-bolcheviques y anti-República de Weimar desde 1918 a 1923. Por otra parte, con las notables excepciones de Scheubner-Richter, que fue muerto en 1923, y Vinberg, que se trasladó a París el mismo año, este grupo central de exiliados Blancos de la Aufbau, incluyendo a Biskupskii, Poltavets-Ostranitsa, Shabelskii-Bork, Rosenberg, y otros que serán introducidos más abajo, siguieron sirviendo a la causa nacionalsocialista después de que Hitler llegara al poder en Alemania en enero de 1933.

El fracaso representa un tema recurrente en esta obra. Los movimientos de extrema derecha en el Imperio Ruso y en la Alemania Imperial consiguieron solamente una pequeña parte de la influencia política que deseaban y que ha sido posteriormente atribuida a ellos. Las principales figuras de exiliados Blancos en el principal período de consideración de este libro, de 1917 a 1923, se demostraron tres veces perdedores. Fracasaron en varias empresas anti-bolcheviques en el curso de la Guerra Civil rusa. Se reagruparon en la Alemania del Elba oriental solamente para sufrir un grave revés cuando el Putsch de Kapp de extrema derecha colapsó en marzo de 1920. Se reorganizaron una vez más en Baviera sólo para sufrir una casi catastrófica derrota e incluso la muerte en el Putsch Hitler/Ludendorff de noviembre de 1923. Las fortunas de los exiliados Blancos mejoraron considerablemente después de la ascensión de Hitler al poder. Sin embargo, con la completa derrota militar del Tercer Reich en la IIGM, desaparecieron las aspiraciones de los exiliados Blancos de derrocar a la Unión Soviética en asociación con la Alemania Nacional Socialista.

Dada la extrema complejidad de la Rusia Imperial multi-étnica, resulta problemático utilizar la palabra “ruso” en conjunción con los exiliados del colapsado Imperio Ruso que más conformaron la génesis y el desarrollo del Nacional Socialismo (9). Muchos de esos refugiados del Este procedían de orígenes étnicos ucranianos o alemanes bálticos, pero políticamente habían pertenecido al Imperio Ruso. Numerosos expatriados alemanes bálticos y ucranianos se habían resentido del estado imperial ruso. Me dirijo a los exiliados de la derecha del antiguo Imperio Ruso que se opusieron a los bolcheviques “Rojos”, o Mayoría Social Demócrata, como “exiliados Blancos”. Este término se emplea en los círculos académicos rusos. Antiguos sujetos de la Rusia Imperial que combatieron a los bolcheviques vinieron a ser conocidos como “Blancos”, ya que los líderes bolcheviques insultaban a sus enemigos llamándoles así en la primera parte de la Guerra Civil Rusa. Los bolcheviques deseaban asociar a sus enemigos con la reaccionaria dinastía Borbón que había gobernado Francia tras la derrota y exilio en 1815 del emperador Napoleón Bonaparte (10).

La importancia de las sustanciales influencias de los exiliados Blancos en la Welttanschauung de Hitler se ha vuelto más evidente desde que Brigitte Hamann expresó convincentemente en su obra de 1996, Hitlers Wien: Lehrjahre eines Diktators (La Viena de Hitler: Los Años de Aprendizaje de un Dictador), que Hitler no era todavía antisemita durante sus “años de hambre” en Viena desde 1908 a 1913. Defendió incluso a judíos en intensas discusiones políticas con quienes los denunciaban (11). El libro de Hamann refuta el consenso histórico inicial que había sostenido que Hitler desarrolló una cosmovisión sumamente antisemita durante su época en Viena (12).

Existen más indicaciones del desarrollo relativamente tardío de las ideas políticas de extrema derecha de Hitler. La correspondencia y los escritos privados de Hitler de la IGM (1914-1918) carecen de pasajes antisemitas (13). Los camaradas de Hitler durante la IGM no detectaron opiniones antisemitas entre sus creencias (14). Más aún, según el edecán Hans Mend, el oficial comandante inmediato de Hitler en el Frente Occidental en la IGM, Hitler elogió ocasionalmente a los judíos, y mostró inclinaciones socialistas. A menudo mantuvo “arengas” en las que se llamaba a sí mismo un representante del “proletariado con conciencia de clase” (15). Hitler solamente comenzó a cristalizar su virulenta Weltanschauung anti-bolchevique y antisemita en Munich a finales de 1919 en el contexto de la colaboración intelectual entre los alienados alemanes völkisch y los radicales exiliados Blancos.

9 Geoffrey Hosking, Russia: People and Empire 1552–1917 (Cambridge: Harvard University Press, 1997),
xix, xx.

10 Brian Crozier, The Rise and Fall of the Soviet Empire (Rocklin, CA: Prima Publishing, 1999), 19.

11 Brigitte Hamann, Hitlers Wien: Lehrjahre eines Diktators (Munich: Piper, 1996), 239–241, 499, 500.

12 See, for instance, Alan Bullock’s Hitler: A Study in Tyranny (New York: Harper and Row, 1962),
36, and Joachim C. Fest’s Hitler, trans. Richard and Clara Winston (New York: Harcourt Brace
Jovanovich, 1974), 42.

13 Hitler, Sämtliche Aufzeichnungen, 60–84, 1,256, 1,257.

14 Ian Kershaw, Hitler 1889–1936: Hubris (London: Penguin Press, 1998), 64.

15 Hans Mend, “Protokoll aufgenommen am 22. Dezember 1939 mit Hans Mend, Reitlehrer und
Verwalter auf Schloss Eltzholz Berg bei Starnberg a/See, ehemals Ulan im kgl. bayer. x. Ulanenregiment
zugeteilt als Ordonnanzreiter im Oktober 1914 dem Inf. Rgt. ‘List.’ Seit Juni 1916 befördert
zum Offizier-Stellvertreter und zugeteilt dem 4. bayer. Feldartillerieregiment, Munitionskolonne
143 (Tankabwehr). Bei der Truppe bekannt als der ‘Schimmelreiter,’” BHSAM/AK, Handschriftensammlung,
number 3231, 2, 5.

Mañana más.
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Mensaje por CARLOS ANDRES » Mié Feb 04, 2009 8:40 pm

José Luis escribió:No tengo conocimiento de que haya sido traducido al español, Carlos.
OK, José Luis, es una lástima porque seve que esta interesantisimo, sin embargo buscaré algo en la red, que pueda aportarme mas conocimiento, mientros me alimentaré de tu brillante exposición...
Un abrazo una vez más...Y Gracias!!!

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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Jue Feb 05, 2009 12:12 pm

¡Hola a todos!

INTRODUCCIÓN (III)

El debate sobre la historia alemana moderna ha tratado una idea que ganó impulso en la década de 1960, a saber la de un pernicioso Sonderweg (paso especial) alemán. Según la teoría del Sonderweg, los alemanes burgueses provocaron una desviación histórica mediante su debilidad que llevó en última instancia al Tercer Reich y sus crímenes (16). El historiador alemán Ernst Nolte atacó la tesis del Sonderweg en su obra de 1987, Der europäische Bürgerkrieg 1917-1945: Nationalsozialismus und Bolschewismus (La Guerra Civil Europea 1917-1945: Nacionalsocialismo y Bolchevismo). Mantuvo que el Nacionalsocialismo representó fundamentalmente una reacción contra el Bolchevismo (17).

En el Historikerstreit (Debate de los Historiadores) de la segunda mitad de los ochenta, la mayoría de los académicos rechazó la idea de causalidad de Nolte (18). La mayoría de los historiadores envueltos en el Historikerstreit afirmó la horrorosa singularidad del Nacional Socialismo en general y del Holocausto en particular (19). En los noventa, el académico americano Daniel Goldhagen desató un segundo Historikerstreit al reintroducir una versión extrema de la teoría del Sonderweg en su libro, Hitler's Willing Executioners: Ordinary Germans and the Holocaust (Los Verdugos Voluntarios de Hitler: Los Alemanes Corrientes y el Holocausto) (20). Colocó el supuestamente sin paralelo antisemitismo alemán “eliminacionista” en el centro de su esquema histórico (21). Los académicos alemanes en particular atacaron las ideas de Goldhagen como peligrosamente simplistas (22).

Las posiciones de Goldhagen y Nolte representan opiniones opuestas de influencias alemanas y extranjeras en el Nacional Socialismo. En Hitler's Willing Executioners, Goldhagen aboga por la peculiaridad de la naturaleza alemana del Nacional Socialismo y el Holocausto. Enfatiza lo que él califica como el “modo de pensar eliminacionista” del “antisemitismo alemán” para la virtual exclusión de todos los demás factores. Afirma que “no [es] esencial discutir comparativamente el antisemitismo alemán”. Sin embargo, concluye, “Ningún otro país europeo se acercó” a igualar el antisemitismo alemán. “El incomparable volumen y la virulenta y asesina sustancia de la literatura antisemita alemana de los siglos XIX y XX sólo indican que el antisemitismo alemán fue sui generis” (23). Goldhagen evita de esta forma un análisis comparativo suficiente en su tratamiento del supuestamente inigualado antisemitismo alemán.

Por otra parte, Nolte subraya la influencia crucial de la toma y consolidación bolchevique del poder en Rusia sobre el movimiento Nacional Socialista. Es conocido por razonar que los académicos deben “historiar” la Solución Final comparándola con otras matanzas masivas, de forma más notable las cometidas bajo el régimen soviético (24). En La Guerra Civil Europea 1917-1945, Nolte expresa que la resistencia al Bolchevismo formó el “punto más fundamental” del Nacional Socialismo. Minimiza la importancia del antisemitismo alemán en la génesis y desarrollo del Nacional Socialismo. Razona que la esencia del Nacional Socialismo “no [existía] ni en las tendencias criminales ni en las obsesiones antisemitas”. En cambio, el “miedo y la relación llena de odio al comunismo fue de hecho el centro motor de los sentimientos de Hitler y de la ideología de Hitler”. Nolte subraya aún más: “El Bolchevismo fue tanto pesadilla como ejemplo para el Nacional Socialismo”.

En la conclusión de su obra, Nolte afirma de modo provocador que al mantener a los judíos responsables por la amenaza del Bolchevismo, Hitler y el Reichsführer SS Heinrich Himmler “llevaron el original concepto de destrucción bolchevique a una nueva dimensión”. Nolte mantiene todavía más: “El Archipiélago Gulag es más original que Auschwitz y......existe entre ellos un nexo causal” (25). Las opiniones de Nolte contienen mérito en que los nacionalsocialistas resistieron ferozmente al Bolchevismo al mismo tiempo que los sobrecogió”. Sin embargo, los argumentos de Nolte pueden llevar a considerar la Solución Final del Nacional Socialismo como una simple reacción a desarrollos foráneos.

16 Charles Maier,The Unmasterable Past: History, Holocaust, and German National Identity (Cambridge:
Harvard University Press, 1988), 102, 104.

17 Ernst Nolte, Der europäische Bürgerkrieg 1917–1945: Nationalsozialismus und Bolschewismus (Frankfurt
am Main: Propyläen Verlag, 1987), 15.

18 Peter Baldwin, Reworking the Past: Hitler, the Holocaust, and the Historians’ Debate (Boston: Beacon
Press, 1990), 9.

19 Maier, The Unmasterable Past, 53.

20 Ullrich Volker, “Hitlers willige Mordgesellen: Ein Buch provoziert einen neuen Historikerstreit:
Waren dieDeutschen doch alle schuldig?” Ein Volk von Mördern? Die Dokumentation zur Goldhagen-
Kontroverse um die Rolle der Deutschen im Holocaust
, ed. Julius Schoeps (Hamburg: Hoffmann und
Campe, 1996), 89.

21 Daniel Goldhagen, Hitler’s Willing Executioners: Ordinary Germans and the Holocaust (New York:
Alfred A. Knopf, 1996), 393.

22 Joseph Joffe, “Goldhagen in Germany,” The New York Review of Books, November 28, 1996, 18.

23 Goldhagen, Hitler’s Willing Executioners, 6, 9, 25, 419.

24 Maier, The Unmasterable Past, 66, 67.

25 Nolte, Der europäische Bürgerkrieg, 15, 16, 21, 22, 545, 548.

Seguiremos.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Vie Feb 06, 2009 10:02 am

¡Hola a todos!

INTRODUCCIÓN (IV)

Aunque yo tiendo más hacia las opiniones de Nolte que las de Goldhagen, defiendo una posición media entre la explicación específica-alemana de Goldhagen del desarrollo asesino del Nacional Socialismo y el análisis en torno al Bolchevismo de Nolte de los crímenes del Nacional Socialismo. El Nacional Socialismo tuvo raíces alemanes y rusas. El movimiento Nacional Socialista se desarrolló principalmente como una síntesis de la derecha radical alemana y movimientos e ideas rusas. El Nacional Socialismo surgió de un entorno de derecha radical en el Munich de posguerra de alemanes völkisch vengativos y exiliados Blancos rencorosos. Varios de los últimos despreciaban el Bolchevismo y sin embargo admiraban la determinación de sus líderes así como sus prácticas de subversión seguidas de una estricta centralización, mediante la militarización, y la implacable eliminación de enemigos políticos.

Recalco el papel fundamental de la Aufbau para guiar a nacionalsocialistas y exiliados Blancos en una lucha conjunta antisemita, anti-bolchevique, anti-República de Weimar y anti-Entente. Aunque el Nacional Socialismo se desarrolló en buena parte en el marco del movimiento völkisch, los exiliados Blancos miembros de la Aufbau influenciaron de forma importante las opiniones ideológicas, políticas y militares de Hitler. La Aufbau dio forma a las estrategias nacionalsocialistas iniciales para combatir tanto a la República de Weimar como a la Unión Soviética. La organización de complicidad bajo Scheubner-Richter, que sirvió como un cercano consejero y asesor de política exterior de Hitler, buscó formar una alianza internacional encabezada por nacionalistas e incluso nacionalsocialistas alemanes y rusos (en realidad rusos, ucranianos y gentes del Báltico) contra la Entente, la República de Weimar y el “Bolchevismo judío”. La Aufbau provocó un putsch condenado al fracaso contra la República de Weimar bajo Hitler y Ludendorff. Finalmente, la Aufbau advirtió al movimiento nacionalsocialista inicial que el “Bolchevismo judío” representaba un peligro apocalíptico que amenazaba con sepultar a Alemania, Europa, e incluso al mundo entero.

Este libro mejora una debilidad en la indagación histórica, pues los trabajos previos sobre las influencias de los exiliados Blancos en el Nacional Socialismo son contadísimos. En su pionero libro de 1939, L'Apocalypse de notre temps: Les dessous de la propagande allemande d'après des documents inédits (La Apocalipsis de nuestro Tiempo: El lado oculto de la propaganda alemana según documentos inéditos), Henri Rollin subrayó que el “Hitlerismo” representaba una forma de “contra-revolución anti-soviética” que empleaba el “mito de un misterioso complot judío-masónico-bolchevique”. Rollin investigó la creencia nacionalsocialista, que fue tomada principalmente de las opiniones de los exiliados Blancos, de que una vasta conspiración judeo-masónica había provocado la IGM, derrocado los imperios ruso, alemán y austro-húngaro, y desatado el bolchevismo después de socavar el orden existente mediante la insidiosa propagación de ideas liberales. Las fuerzas alemanas destruyeron rápidamente la obra de Rollin en 1940 tras ocupar Francia, y el libro desde entonces ha permanecido en el olvido (26).

Casi treinta años han pasado antes de que Walter Laqueur observara la carencia de investigación histórica sobre las contribuciones de los exiliados Blancos al Nacional Socialismo en su libro Russia and Germany: A Century of Conflict (Rusia y Alemania: Un Siglo de Conflicto). Laqueur comentó: “En la búsqueda por los orígenes del Nacional Socialismo alemán se han puesto prominentemente de relieve unas influencias muy abstrusas e improbables, pero el impacto más tangible y sustancial de los refugiados de Rusia ha sido frecuentemente pasado por alto”. Laqueur expresó que los historiadores del movimiento nacionalsocialista no han estado generalmente ni interesados en las influencias de los exiliados Blancos ni cualificados para analizarlas, mientras que el desarrollo del Nacional Socialismo pos-Putsch Hitler/Ludendorff ensombreció la colaboración inicial de nacionalsocialistas/exiliados Blancos. El libro de Laqueur representó un valioso servicio al atraer la atención a la interacción nacionalsocialista/exiliados Blancos. Sin embargo la obra de Laqueur ofreció una visión relativamente superficial de las contribuciones de los exiliados Blancos al Nacional Socialismo, en buena parte a causa de las restricciones del período de la Guerra Fría (27).

26 Henri Rollin, L’Apocalypse de notre temps: Les dessous de la propagande allemande d’après des documents
inédits
(Paris: Gallimard, 1939), 9, 11, 168.

27 Walter Laqueur, Russia and Germany: A Century of Conflict (London: Weidenfeld and Nicolson,
1965), 53.

A seguir.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por Spiderman2 » Vie Feb 06, 2009 11:45 am

Bueno, la verdad es que no conocía estos datos sobre los posibles orígenes del nacionalsocialismo en Rusia. Lo que sí conocía era el sentimiento antisemita en Rusia, que se mantuvo en la URSS tras la guerra, y que favoreció incluso la creación del estado de Israel para evitar que los judíos rusos volvieran a su patria. Claro que entonces Stalin no vio venir la estratagema de EEUU para afianzarse como espectador privilegiado en Oriente Medio, controlando el petróleo...

De todas formas, no coincido con tanta rotundidad en que el nacionalsocialismo tuviera unas tan marcadas raíces rusas, puesto que los alemanes que finalmente abrazaron el nazismo consideraban a los eslavos de la misma calaña que los judíos. Hay, sin embargo, una fuente que alimentó el nacionalsocialismo alemán con mucha fuerza, que no es otra que los escritos del señor Henry Ford, el conocido fundador de la Ford Motor Company. Cuando este personaje se convirtió en un magnate empresario compró en 1918 un periódico semanal, el "Dearborn Independent", en el que dio rienda suelta a toda su obsesión contra los judíos, así como contra los inmigrantes. Durante varios años Ford publicó muchos artículos antisemitas y antiimingración, lo que le valió el reconocimiento de parte de la ultraderecha. Incluso se conformó un partido político del que formó parte el conocido aviador Lindberg.

Hay numerosos datos que apuntan a la importante influencia de los escritos de Ford en las teorías de Hitler. De hecho, varios pasajes de "Mein Kampf" están casi calcados de escritos de Ford. Tampoco es un secreto que Hitler tenía una foto de Ford en un lugar destacado. Esta relación fue muy intensa, con viajes de Ford a la alemania nazi, lo cual incluso le valió que el cónsul alemán en Cleveland le condecoró con la Cruz del Águila, que era la condecoración más alta que el estado alemán podía conceder a un extranjero.

Pero en casa Ford comenzó a ser un estorbo; fue denunciado por una asociación judía jurídicamente, que a la postre le costó a Ford cerrar su periódico. Además, a finales de los años 30 la alta clase política norteamericana empezó a ver en Ford una incomodidad manifiesta, sobre todo porque existía la posibilidad de entrar en guerra en contra de Alemania (pese a que inicialmente EEUU vendió armas y alimentos a los nazis hasta 1941). En poco tiempo desbarataron la formación política de la que Ford era mecenas.

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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Vie Feb 06, 2009 8:34 pm

¡Hola a todos!

INTRODUCCIÓN (V)

Desde los sesenta, unos cuantos historiadores han tratado la colaboración nacionalsocialista-exiliados Blancos, incluyendo Norman Cohn en su obra Warrant for Genocide: The Myth of the Jewish World-Conspiracy and the “Protocols of the Elders of Zion”, Robert Williams en su libro Culture in Exile: Russian Émigrés in Germany, 1881-1941, y el editor Karl Schlögel en su antología Russische Emigration in Deutschland 1918 bis 1941: Leben mi europäischen Bürgerkrieg (La Emigración Rusa en Alemania, 1918 a 1941: Vida en la Guerra Civil Europea). La obra de Cohn examina la fabricación y difusión de la conocida falsificación antisemita Los Protocolos de los Sabios de Sión desde Rusia a Alemania, donde influenció a los nacionalsocialistas (28). Un experto alemán en los Protocolos, Michael Hagemeister, ha desafiado recientemente la conclusión de Cohn de que la Okhrana (Policía Secreta) imperial rusa fabricó en París los Protocolos (29). Regresaremos a este tema en el Capítulo Dos.

Los libros de Williams y Schlögel sirven como valiosos trabajos de referencia sobre los asuntos de los exiliados Blancos en general, pero no se centran en las influencias de los exiliados Blancos en el Nacional Socialismo. Williams trata brevemente las contribuciones de los exiliados Blancos al Nacional Socialismo. Observa: “Con el Tercer Reich llegó la nueva virulencia antisemita de los nazis alimentada por los rusos y bálticos de extrema derecha que habían descubierto a Hitler en Munich a principios de los veinte”. Sin embargo, el libro de Williams no examina en detalle la alianza entre nacionalsocialistas y muchos exiliados Blancos (30). El trabajo de Schlögel sirve como un útil libro de referencia sobre los exiliados Blancos, pero trata las influencias de los exiliados Blancos en el Nacional Socialismo como un tema secundario (31).

Entre los historiadores rusos, sólo Rafael Ganelin ha examinado considerablemente las contribuciones ideológicas de los exiliados Blancos al Nacional Socialismo. Ha observado que muchos exiliados de derechas del antiguo Imperio Ruso creían que el capitalismo financiero judío había apoyado la Revolución Bolchevique. Esta opinión se convirtió en parte de la ideología nacionalsocialista. Ganelin no llevó a cabo una gran cantidad de investigación primaria. Su ensayo más importante, “Russian Black Hundreds and German National Socialism”, descansa fundamentalmente en publicaciones occidentales secundarias (32).

Un trabajo relativamente detallado examinando las influencias de los exiliados Blancos en el Nacional Socialismo solamente apareció en 1998 con la publicación Die russische Kolonie in München 1900-1945: Deutsch-russische Beziehungen mi 20. Jahrhundert de Johannes Baur (La Colonia Rusa en Munich 1900-1945: Relaciones Germano-Rusas en el Siglo Veinte). Baur afirma que los exiliados Blancos influenciaron la concepción de Hitler sobre la Revolución Bolchevique. Más aún, los “profetas antisemitas de la emigración” ayudaron a formar la ideología nacionalsocialista combinando el anti-bolchevismo extremo con el antisemitismo. Esos exiliados Blancos mostraron “la intención de destruir segmentos enteros de la población y gentes”. No obstante, Baur minimiza el alcance de la “interacción entre el segmento de Munich de la derecha monárquica rusa con los nacionalsocialistas”. Mantiene que la cooperación entre esos dos grupos estuvo limitada a un corto período de tiempo, con diferencias ideológicas y políticas existentes desde el principio (33).

Las diferencias ideológicas y de poder político ciertamente existieron entre los primeros nacionalsocialistas y los exiliados Blancos con base en Baviera. Miembros de ambos bandos buscaban utilizar al otro para sus propios propósitos. No obstante, a pesar de las inevitables discrepancias comunes en cualquier colaboración intercultural, muchos nacionalsocialistas y exiliados Blancos poseían una base común sustancial. Lanzaron una lucha conjunta contra lo que consideraban como nefastos judíos internacionales que manipulaban el capitalismo financiero rapaz en el Oeste y el Bolchevismo sangriento en el Este. Cuatro miembros de la Aufbau de la misma fraternidad de Riga en la Rusia Imperial en particular salvaron las distancias entre nacionalsocialistas y exiliados Blancos, pues pertenecían a ambos grupos: Scheubner-Richter, Arno Schickedanz, Otto von Kursell, y Rosenberg.

Dadas las crecientes oportunidades de investigación de la época pos-Guerra Fría, los historiadores necesitan subrayar más las influencias rusas en el Nacional Socialismo. Los materiales de archivo almacenados en Moscú que sólo recientemente han estado disponibles a los historiadores en particular, necesitan una reevaluación de las contribuciones de los exiliados Blancos al Nacional Socialismo. Durante el verano de 1945, las fuerzas de ocupación soviéticas en la Baja Silesia alemana descubrieron enormes archivos alemanes así como grandes cantidades de documentos que los alemanes habían capturado de países ocupados, principalmente Francia y Polonia. Toda la colección de archivo fue transportada a Moscú, donde fue almacenada al resguardo del público e incluso de los trabajadores de otros archivos soviéticos (34). Aunque las autoridades soviéticas retornaron algunos de esos informes a Alemania del Este durante la Guerra Fría, la mayor parte de la colección de archivo capturada permaneció en secreto en Moscú.

Las autoridades rusas sólo admitieron poseer documentos saqueados de Alemania y los desclasificaron en 1991 tras el colapso de la Unión Soviética. Se permitió a historiadores investigar la enorme colección de archivo en el Centro para la Preservación de Colecciones Histórico-Documentales, que se había convertido en parte de los Archivos Militares del Estado Ruso en la época en que examiné los materiales allí en 1999-2001 (35). Temporalmente se me denegó acceso al antiguo Centro en marzo de 2001, probablemente como parte de las frías relaciones ruso-americanas que surgieron tras el arresto en febrero de 2001 del operativo del FBI Robert Hanssen como agente doble de los soviéticos y rusos (36).

En su apogeo, el antiguo Centro contenía grandes cantidades de expedientes tratando la colaboración nacionalsocialista-exiliados Blancos, incluyendo informes de la Geheime Staatsolizei (Policía Secreta del Estado, abreviada comúnmente como Gestapo) de Hitler y el Reichskommissar für die Überwachung der öffentlichen Ordnung (Comisario Estatal para la Supervisión del Orden Público), la oficina secreta de inteligencia de la República de Weimar que reportó sobre desarrollos políticos y extranjeros observados en Alemania (37). Lamentablemente, muchos expedientes del Comisario Estatal, muy probablemente incluyendo uno dedicado específicamente a la Aufbau, han estado desde hace mucho almacenados en el Sluzhba vneshnoi razvetki (Servicio de Inteligencia Extranjera), donde no se ha permitido examinarlos a los historiadores. Como un obstáculo más, las autoridades rusas transfirieron “temporalmente” los restantes documentos del Comisario Estatal que había allí durante el verano de 2001, afortunadamente después de que yo los hubiera examinado completamente. Creo que soy el último estudioso occidental para investigar esos valiosos materiales.

El antiguo Centro todavía alberga importantes documentos personales que examiné. Por ejemplo, el antiguo Centro posee la extensa colección privada de Ludwig Müller von Hausen. Este publicista völkisch recibió Los Protocolos de los Sabios de Sión de Shabelskii-Bork en 1919. Había traducido los Protocolos al alemán, y luego los publicó con comentarios, difundiéndolos de esta forma a los nacionalsocialistas y otros antisemitas (38). El antiguo Centro también mantiene el diario inédito de Walther Nicolai, el jefe de Inteligencia del Ejército Alemán durante la IGM que posteriormente proporcionó inteligencia anti-bolchevique a la Aufbau y al Partido Nacional Socialista (39).

El antiguo Centro también contiene valiosos documentos de procedencia polaca y francesa que he analizado. En particular, la institución posee copias de expedientes de inteligencia francesa de la Sûreté Générale y la organización que le sucedió en 1934, la Direction Générale de la Sûreté Nationale. El antiguo Centro también mantiene copias de informes de inteligencia militar del Deuxième Bureau. Por otra parte, el antiguo Centro alberga informes de inteligencia de la polaca Sztab Glówny Oddzial drugi (Sección Segunda del Cuartel General Principal) sobre actividades de exiliados Blancos. El Narodnyi komissariat vnutrennikh del (NKVD) comenzó a recopilar estos expedientes en septiembre de 1939 después de que la Unión Soviética invadiera Polonia oriental (40).

28 Norman Cohn, Warrant for Genocide: The Myth of the Jewish World-Conspiracy and the “Protocols of
the Elders of Zion”
(Chico, CA: Scholars Press, 1981), 61, 62.

29 Michael Hagemeister, “Der Mythos der ‘Protokolle der Weisen von Zion,’” Verschwörungstheorien:
Anthropologische Konstanten – historische Varianten
, eds. Ute Caumanns and Matthias Niendorf
(Osnabrück: Fibre Verlag, 2001), 99.

30 Robert Williams, Culture in Exile: Russian Émigrés in Germany, 1881–1941 (Ithaca: Cornell University
Press, 1972), 371.

31 Russische Emigration in Deutschland 1918 bis 1941: Leben im europäischen Bürgerkrieg, ed. Karl Schlögel
(Berlin: Akademie, 1995).

32 Rafael Ganelin, “Rossiiskoe chernosotenstvo i germanskii natsional-sotsializm,” Natsionalnaia
pravaia prezhde i teper, Istoriko-sotsiologicheskie ocherki, chast 1: Rossiia i russkoe zarubezhe
(Saint
Petersburg: Institut Sotsiologii rossiiskoi akademii nauk, 1992), 130.

33 Baur, Die russische Kolonie in München, 279, 316.

34 Götz Aly and Susanne Heim, Das Zentrale Staatsarchiv in Moskau (“Sonderarchiv”) (Düsseldorf:
Hans-Böckler-Stiftung, 1992), 7; Patricia Kennedy Grimsted, “Displaced Archives and the Restitution
Problems on the Eastern Front in the Aftermath of the Second World War,” Contemporary
European History
, vol. 6, March 1997, 60.

35 Grimsted, Archives of Russia Five Years After: “Purveyors of Sensations” or “Shadows Cast to the Past”?
(Amsterdam: International Institute of Social History, 1997), 65; Grimsted, “Displaced Archives,”
45.

36 Adrian Havill, The Spy Who Stayed out in the Cold: The Secret Life of FBI Double Agent Robert Hanssen
(New York: St. Martin’s Press, 2001), 7, 216–219.

37 Quellen zur Geschichte der UdSSR und der deutsch–sowjetischen Beziehungen 1917–1945 (Potsdam:
Zentrales Staatsarchiv, 1984), 106.

38 Gestapo report from April 13, 1935, RGVA (TsKhIDK), fond 501, opis 3, delo 496a, 208.

39 Walther Nicolai’s commentary on his letter to Erich von Ludendorff from April 19, 1922, Tagebuch
(Diary), RGVA (TsKhIDK), fond 1414, opis 1, delo 20, 174.

40 Grimsted, Trophies of War and Empire: The Archival Heritage of Ukraine, World War II, and the
International Politics of Restitution
(Cambridge: Harvard University Press, 2001), 289, 296, 302.

Mañana más.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Sab Feb 07, 2009 2:03 pm

¡Hola a todos!

INTRODUCCIÓN (VI)

Este libro está organizado temática y cronológicamente. El Capítulo Uno proporciona los antecedentes de la génesis del Nacional Socialismo principalmente como una síntesis de los movimientos e ideologías de la derecha radical alemana y rusa examinando el desarrollo de la extrema derecha en los imperios alemán y ruso. Los derechistas radicales alemanes y rusos imperiales, que se consideraban poseedores de una superioridad espiritual e incluso racial, desarrollaron elaboradas opiniones anti-occidentales, anti-socialistas y antisemitas. El aspecto redentor del pensamiento alemán völkisch asociado con el filósofo Arthur Schopenhauer, el compositor Richard Wagner, y el autor Houston Stewart Chamberlain, subrayaba que los alemanes necesitaban oponerse a los materialistas judíos y denegar la voluntad de vivir, consiguiendo de esta forma la salvación. Sacando la inspiración de los autores místicamente inclinados Fedor Dostoevskii y Vladimir Solovev, los extrema-derechistas rusos imperiales propagaron la superioridad cristiana-ortodoxa y advirtieron que se avecinaba una batalla apocalíptica entre Rusia a la cabeza de todos los eslavos y la judería internacional conspiradora, donde los rusos asumirían el papel de Cristo, y los judíos tomarían la parte del Anticristo.

A pesar de sus desarrollos de creencias anti-occidentales, anti-socialistas y antisemitas de gran inspiración religiosa, los extrema-derechistas en los imperios alemán y ruso fracasaron políticamente en el periodo que precedió a la Revolución Bolchevique de 1917. La derecha alemana völkisch no pudo ganarse una masa seguidora, ni pudo reemplazar al Kaiser con una dictadura militar bajo el general Ludendorff en 1917. En la Rusia Imperial, el movimiento de extrema derecha “Centurias Negras"”, del cual la Soiuz russkago naroda (Unión del Pueblo Ruso) formaba la parte más importante, consiguió algunos éxitos populares iniciales tras la Revolución de 1905. Sin embargo, el movimiento Centurias Negras pronto se dividió en facciones que no pudieron frustrar la abdicación del Zar y la toma bolchevique del poder en 1917. La extrema derecha combinada Alemanes-Blancos/exiliados Blancos solamente comenzó a prosperar después de que los bolcheviques hubieran llegado al poder y Alemania hubiera perdido la IGM. Los alemanes völkisch y los Blancos/exiliados Blancos culparon principalmente a los judíos de esas catástrofes.

El Capítulo Dos está dividido en dos partes. La primera sección se centra en la Ucrania de 1918 como el teatro de la primera colaboración de gran escala germano-Blanca anti-bolchevique. La interacción germano-Blanca anti-bolchevique dentro y fuera de Ucrania estableció un precedente para una colaboración posterior entre derechistas alemanes y Blancos/exiliados Blancos en Alemania y el extranjero, en particular la conducida en la región del Báltico el año siguiente. Muchos oficiales Blancos que sirvieron en Ucrania bajo la ocupación alemana continuaron para unirse a la Aufbau y fomentar la causa nacionalsocialista, incluyendo el general Biskupskii, el coronel Vinberg, el coronel Poltavets-Ostranitsa, el teniente Sergei Taboritskii, y el teniente Shabelskii-Bork.

La segunda sección del Capítulo Dos trata el papel de Ucrania como zona de transferencia de la ideología Blanca a los círculos alemanes völkisch de posguerra en general, y a Hitler en particular. Durante el invierno de 1918/1919, el personal militar alemán evacuó miles de oficiales Blancos de Ucrania. Uno de ellos, Shabelskii-Bork, llevó con él a Berlín Los Protocolos de los Sabios de Sión. Una vez allí, dio la fabricación al publicista völkisch Hausen para la traducción y publicación en alemán. Las advertencias de los Protocolos de un insidioso complot judío para conseguir la dominación mundial mediante el insaciable capitalismo financiero y la agitación revolucionaria, afectaron en gran medida a los alemanes völkisch y los exiliados Blancos, incluyendo a los mentores de Hitler, Eckart y Rosenberg. A su vez, influenciaron las opiniones antisemitas de Hitler. Hitler usó los Protocolos como un programa de los esquemas judíos para conquistar el mundo, particularmente mediante el uso de la inanición como medio para subyugar a las mayorías nacionalistas.

El Capítulo Tres se centra en la colaboración alemanes-Blancos/exiliados Blancos en la región del Báltico y en Alemania en 1919-1920. La primera parte del capítulo analiza la campaña anti-bolchevique de un ejército combinado de Freikorps alemanes y rusos Blancos en la Intervención Latvia de 1919. Tras permitir e incluso promover la creación de Freikorps en la región del Báltico, la Entente y el en buena parte socialista gobierno alemán ordenaron a esas unidades acabar su operación anti-bolchevique en conjunción con formaciones Blancas en Latvia. El primer director de la Intervención Latvia, general conde Rüdiger von der Goltz, obedeció las demandas de la Entente y la República de Weimar, pero miles de alemanes desafiaron sus órdenes permaneciendo en Latvia con sus camaradas Blancos. El Ejército de Voluntarios de Occidente, como se llamó la fuerza combinada germano-Blanca en Latvia, cayó bajo el mando del coronel Pavel Bermondt-Avalov, que había servido en Ucrania bajo la ocupación alemana en 1918. Tras algunos éxitos iniciales, el ejército de Bermondt-Avalov fue derrotado. Aunque la Intervención Latvia fracasó militarmente, fomentó un fuerte sentido de solidaridad germano-Blanca.

Además de servir como una cruzada germano-Blanca anti-bolchevique en el extranjero, la Intervención Latvia complementó los esfuerzos de la extrema derecha internacional para derrocar a la República de Weimar. Los nacionalistas alemanes agrupados alrededor de Wolfgang Kapp y Ludendorff esperaban apoyo para su deseado putsch de derechistas alemanes y Blancos miembros del Ejército de Voluntarios Occidental de Bermondt-Avalov después de que hubieran triunfado sobre el bolchevismo en Latvia y Rusia. Tras la derrota de las fuerzas de Bermondt-Avalov, Kapp y Ludendorff usaron alemanes y exiliados Blancos desmovilizados de la Intervención Latvia para socavar la República de Weimar. Las aventuras nacionales revolucionarias alcanzaron su apogeo con el abortado Putsch de Kapp en marzo de 1920, que apoyaron Ludendorff, Scheubner-Richter, Biskupskii, Vinberg, Shabelskii-Bork, Taboritskii, e incluso Hitler y Eckart. Aunque el Putsch de Kapp fracasó en Berlín, tuvo éxito en Munich, y creó el marco para una mayor cooperación entre alemanes völkisch, incluyendo nacionalsocialistas, y exiliados Blancos.

Con el siguiente mensaje pondré fin a esta introducción.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Sab Feb 07, 2009 6:11 pm

¡Hola a todos!

INTRODUCCIÓN (VII)

Los Capítulos Cuatro a Siete examinan el auge y caída de la Aufbau en Munich desde 1920 a 1923. La Aufbau ganó su ímpetu inicial de la cooperación entre antiguos alemanes völkisch y exiliados Blancos conspiradores del Putsch de Kapp localizados en Baviera y las fuerzas armadas de la Rusia meridional del general Piotr Vrangel, que tenían su base en la península de Crimea en Ucrania. Scheubner-Richter dirigió una peligrosa misión a Crimea para especificar los términos de apoyo mutuo entre sus partidarios de derecha alemanes y exiliados Blancos en Baviera y el régimen de Vrangel. El Ejército Rojo pronto invadió la península de Crimea y puso en fuga a Vrangel y sus soldados, pero, no obstante, Scheubner-Richter convirtió la Aufbau en el punto central dinámico de la colaboración entre alemanes völkisch y exiliados Blancos.

La Aufbau unió a importantes alemanes völkisch, principalmente a Hitler y el general Ludendorff, a quienes Scheubner-Richter presentó en el marco de la Aufbau, con prominentes exiliados Blancos. Importantes exiliados Blancos miembros de la Aufbau incluían al Primer Secretario, Scheubner-Richter mismo, al Vicepresidente Biskupskii, al Subdirector Schickedanz, al líder de la fracción ucraniana Poltavets-Ostranitsa, a Vinberg, Shabelskii-Bork, Taboritskii, Rosenberg, y al colaborador de Rosenberg en el periódico de Eckart, En buen alemán, Kursell. Además de servir en la Aufbau, Scheubner-Richter, Schickedanz, Kursell, y Rosenberg jugaron unos activos papeles en el Partido Nacional Socialista. El segundo secretario de la Aufbau, el alemán Max Amann, también sirvió como secretario del Partido Nacional Socialista.

Después de consolidarse como una poderosa fuerza conspiradora en la primera mitad de 1921 bajo el liderazgo de facto de Scheubner-Richter, la Aufbau intentó y fracasó en unir a todos los exiliados Blancos detrás del Gran Príncipe Kirill Romanov en asociación con los nacionalsocialistas. La Aufbau esperaba dirigir a todos los exiliados Blancos en Europa en una cruzada anti-bolchevique que reemplazaría el régimen soviético por estados nacionalistas rusos, ucranianos y bálticos. En vez de unificar a todos los exiliados Blancos, la Aufbau se enzarzó en una amarga lucha intestina con el Consejo Supremo Monárquico bajo el antiguo líder de la facción Unión del Pueblo Ruso, Nikolai Markov II. El Consejo apoyaba para Zar al Gran Príncipe Nikolai Nikolaevich Romanov, que había estrechado lazos con el gobierno francés. El Consejo de Markov II buscaba restablecer la Rusia Imperial en sus antiguas fronteras con la ayuda militar francesa. La Aufbau detestaba en tal grado las aventuras pro-francesas del Consejo que contempló una arriesgada alianza táctica con el Ejército Rojo.

Para promover complementariamente los intereses de la derecha alemana y Blanca, Hitler ayudó a la Aufbau pro-Kirill en su lucha con el Consejo Supremo Monárquico de Markov II. Por su apoyo, Kirill concedió al Partido Nacional Socialista de Hitler considerables subsidios en el contexto de la “causa nacional germano-rusa”. Aunque la Aufbau no pudo unir a todos los exiliados Blancos en Alemania (y más allá) tras Kirill y engancharlos con los nacionalsocialistas, los ideólogos de la Aufbau, Schewubner-Richter, Vinberg y Rosenberg exigieron una “Alemania-Rusia por encima de todo”. Consiguieron convencer a Hitler de la necesidad de una alianza nacionalista germano-rusa contra la Entente, la República de Weimar, la Unión Soviética, y la judería internacional.

Además de urgir la colaboración germano-rusa, la Aufbau se involucró con el terrorismo. Biskupskii realizó un contrato para el asesinato de Aleksandr Kerenskii, el antiguo jefe del Gobierno Provisional de 1917 en Rusia. Dos colegas de la Aufbau, Shabelskii-Bork y Taboritskii, tirotearon accidentalmente al prominente demócrata constitucional Vladimir Nabokov en su intento de asesinar al líder democrático constitucional ruso, Pavel Miliukov. Los co-conspiradores de la Aufbau, Biskupskii, Ludendorff, y su asesor el coronel Bauer (al menos) coludieron en el asesinato del ministro de Exteriores de la Alemania de Weimar, Walther Rathenau. En esta empresa, los asociados de la Aufbau conspiraron con la Organización C, una asociación de derecha radical con base en Munich bajo el importante participante en el Putsch de Kapp, capitán Hermann Ehrhardt. Esta asociación llevó a cabo actos de terrorismo, planificó campañas militares contra la República de Weimar y la Unión Soviética, y mantuvo estrechas relaciones con los nacionalsocialistas de Hitler.

Al tiempo de involucrarse en terrorismo, la Aufbau coordinó los esfuerzos conjuntos de los nacionalsocialistas/exiliados Blancos para derrocar a la Unión Soviética mediante el uso de la fuerza militar. Los propósitos de la Aufbau vis-à-vis la Unión Soviética se convirtieron en los del Partido Nacional Socialista, cuando Scheubner-Richter se convirtió en el principal asesor de política exterior de Hitler y uno de sus consultores más cercanos en general. La política exterior de la Aufbau buscaba debilitar al régimen bolchevique mediante revueltas internas y luego derrocarlo con fuerzas de intervención. La Aufbau planeó entonces establecer estados nacionalsocialistas sucesores en la Ucrania, en la región del Báltico, y en el centro de la Gran Rusia. Hitler, que todavía no había desarrollado su concepto de que Alemania necesitaba adquirir Lebensraum en el Este, aprobó los planes de la Aufbau para reconstituir la Unión Soviética. Deseó especialmente promover una independiente Ucrania Nacional Socialista bajo Poltavets-Ostranitsa.

Aparte de los planes para derrocar a la Unión Soviética en asociación con los nacionalsocialistas, la Aufbau jugó un papel fundamental en la coordinación de los preparativos de Hitler para un putsch contra la República de Weimar. La Aufbau ayudó al Partido Nacional Socialista a construir fondos sustanciales para su buscado golpe contribuyendo con fondos de los miembros de la Aufbau o aliados como Kirill, así como canalizando fondos de Henry Ford, el rico industrial y político americano. Scheubner-Richter jugó un papel principal entre la cada vez más beligerante Kampfbund (Liga de Combate), una organización paramilitar bajo Hitler y el general Ludendorff. Al preparar un putsch contra la República de Weimar, Scheubner-Richter partió del percibido ejemplo bolchevique, donde unos cuantos hombres decididos habían conformado la historia del mundo mediante la subversión seguida de una estricta centralización y militarización. Scheubner-Richter congregó a Hitler y Ludendorff a la cabeza de la Kampfbund para una decidida muestra de fuerza en el Putsch Hitler/Ludendorff de noviembre de 1923. Pagó por esta condenada empresa con su vida.

El Capítulo Ocho analiza las primeras contribuciones ideológicas de la Aufbau al Nacional Socialismo. Hitler, que solamente comenzó a desarrollar intensas creencias anti-bolcheviques y antisemitas a finales de 1919 en el contexto de la interacción alemana völkisch/exiliados Blancos, aprendió mucho de su primer mentor Eckart y de tres miembros de la Aufbau: Scheubner-Richter, Vinberg, y Rosenberg. Estos camaradas ideológicos sirvieron como los “cuatro escritores del apocalipsis”. Influenciaron la ideología nacionalsocialista añadiendo el antisemitismo conspirador-apocalíptico de los exiliados Blancos a las existentes nociones redentoras völkisch de superioridad espiritual y racial germánica.

En la vena de Dostoevskii, los cuatro escritores del apocalipsis expresaron una siniestra conspiración mundial judía manipulada por los dos malignos gemelos del rapaz capitalismo financiero y el bolchevismo sediento de sangre. Vilipendiaron lo que consideraban como “judeo-bolchevismo”. El cuarteto ideológico advirtió que el “judeo-bolchevismo” había matado a muchos millones de rusos en general, y, de una manera más siniestra, había exterminado a la intelectualidad nacionalista de Rusia. Enfatizaron que los “judeo-bolcheviques” amenazaban con aniquilar la intelectualidad nacionalista alemana y masacrar muchos millones de otros alemanes en su sangrienta búsqueda para alcanzar el gobierno mundial tiránico. Aunque el bolchevismo le horrorizaba, sin embargo Rosenberg aprendió de lo que percibió como su método brutal de eliminar enemigos políticos. Los cuatro escritores del apocalipsis radicalizaron el inicial Partido Nacional Socialista mediante advertencias de que el peligro “judeo-bolchevique” amenazaba con pasar de la conquista mundial a la destrucción mundial.

Este trabajo se concentra en la génesis del Nacional Socialismo desde 1917 a 1923, pero el Capítulo Nueve analiza el legado ideológico, político, financiero y militar de la Aufbau al Nacional Socialismo después de 1923. La trágica muerte de Scheubner-Richter al lado de Hitler durante el Putsch Hitler/Ludendorff sirvió como modelo de sacrificio heroico para la causa nacionalsocialista. Biskupskii en particular continuó a canalizar fondos para el Partido Nacional Socialista después de 1923. Rosenberg, Schickedanz, y Biskupskii mantuvieron altos puestos en el Tercer Reich. Hitler y Rosenberg continuaron utilizando a los separatistas ucranianos bajo Poltavets-Ostranitsa para socavar la Unión Soviética. La insistencia de Hitler en ganar Ucrania para Alemania en la vena de la Aufbau durante la IIGM lo llevó a desviar poderosas formaciones del ejército alemán hacia el sur lejos de Moscú en 1941, con desastrosos resultados militares.

Después de amainar de alguna forma durante la toma y consolidación del poder nacionalsocialista, el virulento anti-bolchevismo y antisemitismo de Hitler, que había derivado en gran parte del pensamiento de la Aufbau, encontró pronunciada expresión en los últimos años del Tercer Reich. El intenso anti-bolchevismo de Hitler, al que la Aufbau había dado forma, lo llevó en buena parte a lanzar una arriesgada invasión de la Unión Soviética en 1941. Las ideas nacionalsocialistas fundamentales inspiradas en la Aufbau sobre la perniciosa naturaleza de los conspiradores mundiales judíos continuó evolucionando después de 1923, y ayudaron a motivar el intento nacionalsocialista de aniquilar la judería europea en la Solución Final. Como ministro estatal para los Territorios Orientales Ocupados, Rosenberg ayudó a Hitler en su doble cruzada contra el bolchevismo y la judería, que el Führer a menudo combinó en una simple lucha contra el “judeo-bolchevismo”.

A pesar de las nociones populares, el Nacional Socialismo no surgió como una mera continuación de las políticas de derecha radical peculiarmente alemanas. Este libro busca promover el entendimiento del Nacional Socialismo y sus atrocidades principalmente como resultado de una interacción intercultural entre grupos derrotados en la IGM y la Revolución Bolchevique: alienados alemanes völkisch y rencorosos exiliados Blancos. Muchos anti-bolcheviques y antisemitas exiliados Blancos contribuyeron en gran manera al auge y desarrollo del Nacional Socialismo en Alemania. Afectaron agresivamente las estrategias políticas y militares nacionalsocialistas, proporcionando a Hitler grandes fondos, e influenciaron la ideología nacionalsocialista al advertir de forma apocalíptica la inminente destrucción “judeo-bolchevique”, y ayudaron a estimular la Solución Final.

Saludos cordiales
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por valhalla » Dom Feb 08, 2009 12:08 am

No he podido leer todos los hilos referentes a este tema suficientemente, pero la tesis parece plausible. Entra un poco en la tradición de Ernst Nolte, que afirmaba que el antisemitismo de Hitler tenía una razón fundamentalmente antibolchevique, con lo cual las teorías un tanto infantiles que se han dado de su odio por los judíos (Hitler de origen judío no asumido, sífilis adquirida por el contacto con prostitutas judías en Viena y alguna más que no recuerdo) quedan un tanto orilladas. ¿Es el miedo al judeobolchevismo lo que origina todo su movimiento? ¿Es la influencia de los exiliados rusos en la Alemania de Weimar? Desde luego, hay muchos textos de corte ideológico de Hitler que hablan de estas cosas que menciona Jose Luis siguiendo a este libro.
"sei gelobt was hart macht!

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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Dom Feb 08, 2009 12:25 pm

¡Hola a todos!
José Luis escribió: Colaboró con Dietrich Eckart, el mentor inicial de Hitler, en el periódico Auf gut deutsch: Wochenschrift für Ordnung und Recht (En la auténtica Alemania: Semanario para la Ley y el Orden).
Mi amigo Eckart (el administrador del foro, no el mentor de Hitler :wink: ) ha tenido la gentileza de advertirme de un craso error que he cometido al traducir el nombre de esa publicación. Aunque lo he traducido directamente de la forma inglesa del texto (In Plain German), que ya de por sí está mal (pues debería haber traducido "En auténtico alemán" -German- no Alemania -Germany), la traducción literal del alemán "Auf gut deutsch" es, según Eckart, "En buen alemán", pero que tiene mejor expresión como "Hablando claro" o "Sin rodeos".

Por tanto, que cada lector se quede con el giro que más le guste, y sirva este mensaje como corrección de mi error.

Gracias, Eckart.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por José Luis » Dom Feb 08, 2009 1:15 pm

He recitificado el texto en consecuencia, traduciendo por "En buen alemán".
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por Eckart » Dom Feb 08, 2009 7:01 pm

:wink:

Estamos ante un libro que hace una muy atractiva propuesta, nada descabellada. De Scheubner-Richter ya sabíamos que era un hombre muy importante para Hitler, la muerte que más le afectó de entre las habídas en el Putsch de 1923. De lo que no se había escrito tanto, o casi nada (en español, por supuesto, nada) es sobre la naturaleza de su contribución, como líder de otro círculo político radical, la Aufbau, al desarrollo temprano del NSDAP y su influencia directa sobre el antisemitismo de Hitler.

Se debe situar el giro antisemita radical de Hitler en el inmediato periodo de posguerra 1918-19, sin embargo, en su primer escrito antisemita conocido (septiembre de 1919), no aparece ni rastro de esa tesis de la conspiración mundial judeobolchevique que más tarde será cuestión recurrente y necesaria para Hitler; sólo aparecen referencias a las supuestas ambiciones materiales de los judíos y su sed de poder, cosa que parece influencia directa de Gottfried Feder. Lo mismo para los primeros discursos del DAP/Hitler (1919-1920). Veremos hasta que punto los exiliados Blancos contribuyeron a introducir en el ideario nazi la cuestión de la conspiración judeobolchevique y a radicalizar más aun el antisemitismo de Hitler y los suyos. Este libro merece atenta lectura.

Un saludo.
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Las raíces rusas del nazismo

Mensaje por Werto » Lun Feb 09, 2009 11:05 am

Hola a todos.

Con todo respeto, esto ya es revisionismo del revisionismo -por más que la tesís pudiera ser correcta y pudieramos acahacar a los "blancos" la deriva de Hitler y el NSPD-.

Las elaboraciones conceptuales que se pueden llegar a elaborar sobre esa teís -y si no el tiempo- van a dar lugar a posicionamientos del tipo puesto que ya no podemos defender plausiblemente que los verdaderos "malos" eran los "comunistas", ahora mantenemos que la responsabilidad última del rumbo antisemita de Hitler y su camarilla de criminales es, menuda novedad, tambíen de los rusos, pero en este caso de los anti-bolcheviques.

Saludos Cordiales.
Jonny coge el Bombardero,
y lo eleva por el cielo,
no hay cañón que alcance a Jonny,
ni rival que lo derribe...

Jonny no mata a la gente.
elimina el objetivo,
Jonny no es un asesino;
Jonny es frio..., y profesional.

Tal vez no veamaos en el ESTAIR, Supendereis.

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