Conflictos entre 1919-1939

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

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Lehto
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Conflictos entre 1919-1939

Mensaje por Lehto » Mar Jun 20, 2006 2:36 am

A ver si os animais a ir contando esos conflictos menores que tuvieron lugar entre 1919-1933 y que fueron preparando el clima para la SGM.

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Mensaje por Lehto » Mar Jun 20, 2006 2:42 am

LA CAMPAÑA DE ASIA MENOR: GRECIA CONTRA TURQUÍA (1919 - 1922)

1. Marco histórico

Este conflicto, que es conocido como Guerra de la Independencia Turca (en Turquía) o la Catástrofe de Asia Menor (en Grecia), tuvo lugar después de la Primera Guerra Mundial, cuando Grecia –bajo mandato de Venizelos- intentó expandir sus territorios en Tracia y en Esmirna (en Anatolia). Estas zonas habían sido adjudicadas a Grecia por el Tratado de Sèvres (10 agosto 1920).

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En enero de 1921 el Ejército Griego, a pesar de sus carencias de equipo y con unas líneas de suministros muy precarias, lanzó una ofensiva sobre Anatolia en contra de los Nacionalistas Turcos, los cuales habían derrocado al gobierno otomano y no reconocían el acuerdo firmado en 1920.

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A pesar de ser rechazados en el mes de abril, los griegos volvieron a atacar en julo consiguiendo avanzar en la línea ferroviaria Afyonkarahisar – Eskisehir en dirección Ankara.

No obstante los turcos, comandados por Mustafa Kemal (conocido más tarde como Atatürk), derrotó a los griegos en el río Sakarya (1921).

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Un año más tarde los turcos asumieron el control de Esmirna y expulsaron a los griegos de Anatolia. Esta derrota generó un descontento interno en Grecia que acabó en un golpe de estado contra la monarquía. Para los turcos supuso el nacimiento de la nueva nación turca bajo liderazgo de Kemal Ataturk, quien reorganizó el ejército y se aseguró la estabilidad del estado con una serie de alianzas con la Unión Soviética.

2. Fases de la Campaña de Asia Menor (1919 – 1922)
2. 1. La situación diplomática

Tras la caída del Imperio Otomano en 1918, se iniciaron una serie de problemas políticos internos en Turquía. Los aliados dieron continuidad al sistema de gobierno: el sultán, mientras en la práctica se procedió a repartir entre las naciones vencedoras de la Gran Guerra antiguos territorios otomanos.

Así, el Medio Oriente fue repartido entre Francia y Gran Bretaña. Por otro lado, el territorio de Asia Menor despertó los intereses de Italia, que ocupó Antalya, Francia y Grecia. Esta ultima nación, con el apoyo de Gran Bretaña y Francia, envió sus tropas a Esmirna, donde existía una numerosa colonia de habitantes de origen griego. Junto a ello ocuparon zonas en el Estrecho de los Dardanelos en función de estar cumpliendo las cláusulas del Tratado de Sèvres.

2. 2. La situación en Turquía

Mientras esto ocurría, a principios de mayo de 1919 dio comienzo un movimiento nacionalista en Turquía liderado por Mustapha Kemal. En los primeros días de abril de 1920 proclamó un gobierno provisional. Frente a ello, las naciones aliadas ocuparon Constantinopla al tiempo que los griegos ocuparon, como ya se ha señalado, Esmirna.

Fueron ocupadas Adrianópolis y la mayor parte de Tracia. Se produjeron una serie de batallas cuyo resultado no favoreció a ninguna de las partes; y los griegos iniciaron la marcha hacia Ankara.

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Los turcos buscaron el apoyo de la Unión Soviética, al tiempo que se iniciaron una serie de conversaciones diplomáticas para que Italia abandonara el territorio ocupado de Antalya y Francia evacuara el sudoeste de Turquía.

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Todas estas maniobras dieron tiempo a que Kemal organizara las fuerzas y en agosto de 1922 lanzara una feroz ofensiva contra los griegos.

3. Las batallas
3. 1. La primera batalla de Inonu (enero de 1921)

Las tropas griegas se habían desplazado desde Bursa hasta Eskiþehir y Afyon, a donde habían llegado el 6 de enero, y para el día 9 habían alcanzado las posiciones de Inonu. Se trataba de una posición de gran valor estratégico ya que controlaba la línea ferroviaria Eskişehir – Estambul – Bagdad.

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Las tropas turcas sufrieron algunas bajas en el primer enfrentamiento que se produjo el día 9.

El día 10, que se produjo un ataque griego, el flanco derecho turco se retiró de las posiciones que ocupaban, consiguiendo los griegos ocupar la estación de Inonu y asegurar el norte de la misma.

No obstante, la eficaz defensa turca de sus posiciones detuvieron los posteriores ataques griegos que se efectuaron el mismo día 10. Ante la imposibilidad de ocupar el área, las tropas griegas se retiraron en la mañana del 11.

Se producía así una inesperada victoria turca que conllevó una serie de consecuencias:

• En primer lugar elevó la moral del ejército turco y de toda la nación, que apenas estaba recuperándose de las imposiciones de los tratados de paz.

• En segundo término ayudó a agilizar las negociaciones con la Unión Soviética, la cual vio la posibilidad de tener un aliado en tan difícil zona que concluyó con la firma de un tratado de amistad.

• Por ultimo, los aliados repensaron la política llevada a cabo hasta el momento con Turquía y en la Conferencia de Londres de 1921 se comenzó a debatir una nueva política para la zona.

3. 2. La segunda batalla de Inonu (marzo – abril 1921

La Conferencia de Londres no arrojó ningún resultado efectivo, por lo que se retomó la idea del Tratado de Sèvres. Gran Bretaña urgió a Grecia para que culminara la ocupación de los territorios estipulados.

En consecuencia, las fuerzas griegas estacionadas en Bursa y Uşak iniciaron un nuevo ataque contra Afyon y Eskişehir el 23 de marzo de 1921. Los griegos ocuparon Bilecik el día 24 e iniciaron el ataque contra las posiciones turcas de Inonu el día 26.

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El ataque griego contra el flanco derecho turco tuvo éxito y rompió la línea turca el día 28. Los combates prosiguieron los días 29 y 30, pero la llegada de tropas de refuerzo turcas derivó en un contraataque el día 31 que de nuevo terminó con la retirada de las tropas griegas al día siguiente (1 de abril de 1921)

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Mientras esto ocurría en el sector de Inonu, los griegos atacaron también Eskisehir y Afyon. Ocuparon Dumlupinar el 26 de marzo. Para el día 28 avanzaron en la línea Cay – Bolvadin. Para ese momento, alguna de las fuerzas turcas que habían participado en el combate de Inonu se desplazaron hacia la zona para frenar el avance griego. Cuando las tropas griegas tuvieron noticia de la llegada de más fuerzas enemigas evacuaron Afyon (7 de abril de 1921).

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No obstante, entraron en combate con los turcos en Aslihanlar, donde fueron derrotados, pero lograron mantener sus posiciones en Dumlupinar. El coste final fue la pérdida de 4000 hombres.

El saldo final, desde luego, fue de nuevo un victoria turca que determinó una gran confianza de la nación en su ejército. Por otro lado, a nivel internacional, tanto griegos como británicos se convencieron de que Turquía tenía un poderoso ejército al que sería difícil enfrentarse. Por ello, Italia se retiró de Antalya en junio. Francia comenzó una serie de conversaciones en Ankara, también en junio, para conseguir una serie de acuerdos políticos (que tuvieron que ser pospuestos ya que Grecia inició nuevas operaciones ese verano).

3. 3. La batalla de Tumlu - Bunar (marzo de 1921

Tras la segunda derrota en Inonu el frente griego estaba a punto de desmoronarse. En este momento, el general Kontoulis, dio inicio a una nueva operación.

El 26 de marzo de 1921 había ordenado a la 13ª División de Infantería – de manera acertada- que ocuparan la zona de Tumlu – Bunar; y a la 2ª División de Infantería que se trasladara a las inmediaciones de la ciudad de Ayvalik, ya que estas eran las rutas de avituallamiento de las fuerzas griegas y posiblemente los turcos tratarían de cortarlas. Pero para el momento tan solo estaba en la zona el 34° Regimiento de Infantería.

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El 27 de marzo, las tropas turcas estacionadas en la zona bajo mando de Reset Pasha, iniciaron un gran ataque contra los griegos, precedido de un ataque de su artillería. Los griegos resistieron. Pero el despliegue turco (7000 hombres) superaba ampliamente a los griegos: 1500 hombres. En el momento en que la derrota parecía inminente, el coronel Dialetis, ordenó que todo aquel que fuera capaz de empuñar un arma defendiera la posición. Así a las tropas se unieron cocineros, heridos e incluso capellanes (precisamente fue el capellán del regimiento quien enarboló la bandera griega durante el combate).

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Cuando la posición griega estaba a punto de caer, una batería griega llegó a la zona y comenzó a disparar sobre los turcos logrando detener el ataque durante unos momentos.

Esta pausa fue crucial para los griegos ya que llegó como refuerzo el 7° Regimiento de Infantería. El combate continuó durante la noche y al amanecer del día 28 llegó a la zona de manera inesperada el 5/42 Regimiento Euzon, bajo el mando del coronel Plastiras, que atacó a los turcos por la retaguardia.

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De esta manera los turcos se retiraron finalmente dejando sobre el terreno 800 muertos y 200 prisioneros. Del 34° Regimiento griego murieron 165 hombres y 587 resultaron heridos, mientras que el 5/42 Regimiento Euzon perdió a 65 hombres entre ellos al coronel Plastiras.

3. 4. La batalla del río Sakarya (Saggarios)

En junio de 1921 el Ejército Griego avanzó hacia el río Sakarya (a 100 km de Ankara). La intención era atacar y destruir al ejército turco.

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El plan del general Papoulas -al mando de la operación- consistía en hacer una maniobra convergente desde el este y desde el norte sobre las tropas enemigas estacionadas en Ilica.

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El 23 de agosto de 1921 los griegos atacan las posiciones turcas en Ilica y logran romperlas en Mangal Dagi y Chal Dagi. Ante el avance griego, Kemal da órdenes de que ninguna unidad debe abandonar su posición. El general turco Fevzi Pasha acude en socorro de las fuerzas de Chal Dagi.

Si bien los griegos ocupan totalmente Chal Dagi el 2 de septiembre de 1921, el general Papoulas inicia el 4 de septiembre la retirada de sus fuerzas por temor a un contraataque turco. En efecto, los turcos atacan el día 8 pero no logran cortar la retirada griega (por el simple hecho de que éstos utilizaban vehículos motorizados).

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Los griegos llegan hasta Esmirna y en ese momento piden ayudan a los aliados para que les ayuden en la defensa. Tanto británicos como franceses e italianos han acordado previamente que el Tratado de Sèvres no puede ser cumplido y debe ser revisado.

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En marzo de 1922 los aliados proponen un alto el fuego, pero Kemal argumenta que no se puede llegar a ningún acuerdo mientras los griegos sigan ocupando Anatolia.

3. 5. La batalla de Dumlupinar (agosto 1922)

Tras la retirada de Sakarya, los griegos se atrincheraron en Eskisehir y Afyonkarahisar. Kemal aprovechó la coyuntura para reforzar su ejército y conseguir acuerdos con las potencias occidentales consiguiendo aislar a los griegos.

En terreno griego surgieron dificultades. El general Papoulas fue destituido por el rey Constantino y su lugar fue ocupado por el general Hatzianestis. Por otro lado, la moral de las tropas –ocupando un territorio hostil- cayó en picado.

En este momento, los griegos tenían superioridad en cuando a ametralladores, cañones de campaña y transportes; pero los turcos contaban con superioridad en artillería pesada y una eficaz caballería liderada por el general Fahrettin.

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Kemal –convertido en comandante supremo del ejército- decidió aplastar a los griegos en agosto de 1922. Para ello movilizó al 1° Ejército para lanzarlo contra el flanco meridional enemigo. Una maniobra arriesgada ya que la línea defensiva griega ocupaba terrenos elevados en una sucesión de colinas y terreno llano muy abrupto. La defensa griega consistía en el I Cuerpo de Ejército del general Tricoupis, con el cuartel general estacionado en Afyon. Al norte del mismo se encontraba el II Cuerpo de Ejército del general Dighenis. Existía una línea ferroviaria: Afyon – Dumlupinar, siendo esta ciudad una fortaleza rodeada de montañas. El ferrocarril, del que dependían los griegos para abastecerse, llegaba hasta los muelles de la ciudad de Esmirna. En esta ciudad se encontraba el Estado Mayor del general Hatzianestis.

Los turcos iniciaron el ataque por el flanco sur del saliente de Afyon la mañana del 26 de agosto de 1922.

La artillería turca acabó con las baterías griegas y los puestos de observación. A continuación la infantería avanzó, frente a una dura resistencia, consiguiendo conquistar terreno.

Al día siguiente el 4° Cuerpo Turco bajo el mando del coronel Sami conquistó la cumbre de Erkmentepe, y el general Fahrettin atacó la retaguardia griega con su caballería. Los griegos entraron en confusión. El general Frangou se retiró del oeste de Dumlupinar con dos divisiones. Posteriormente el resto de fuerzas griegas comandadas por Tricoupis y Dighenis corrieron a refugiarse en Esmirna.

Los turcos cercaron Dumlupinar el 30 de agosto. En septiembre cercaron Esmirna si bien el 16 del mismo mes las tropas griegas abandonaban la ultima posesión griega en Anatolia. La ciudad fue tomada por las fuerzas turcas y sometida a una devastación sin límites.

3. 6. La destrucción de Esmirna

40000 soldados griegos fueron evacuados del Puerto de Esmirna por unidades de la flota griega. No obstante dejaron atrás a 18500 civiles griegos.

Cuando el 9 de septiembre de 1922 entraron las tropas turcas en Esmirna detuvieron a todos los varones griegos y armenios para deportarlos (muchos de ellos fueron ejecutados por el camino) al tiempo que incendiaban la ciudad.

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3. 7. La Aviación Griega

La Aviación Griega comenzó sus actividades al inicio de las operaciones desplegando 4 escuadrones del Servicio Aéreo del Ejército y 1 del Servicio Aéreo Naval.

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Desde 1919 hasta 1922 desarrollaron una serie de variadas misiones: reconocimiento, fotografía del frente, bombardeo (las misiones más renombradas fueron los bombardeos de Kioutachia y Eski Sehir) así como algún combate aéreo contra sus homólogos turcos (el teniente Christophoros Stavropoulos derribó un Breguet turco al noreste de Afion Karachisar).

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4. Las consecuencias

Después de Esmirna, el siguiente objetivo turco fue recuperar el control de Constantinopla y Tracia oriental –incuyendo Adrianápolis. Pero cuando iniciaron el avance hacia la zona atravesando la zona neutral vigilada por los aliados, estos intervinieron. Los británicos detuvieron a los turcos en Canakkale.

Se inició una crisis diplomática entre Turquía y Gran Bretaña en cuya resolución se determinó la caída del sultan y el nacimiento definitivo de la nueva república de Turquía. Por otra parte, la desastrosa campaña motivó una revolución militar en Grecia liderada por el general Plastiras que acabó con el exilio del rey Constantino y gran parte de su gabinete y altos mandos del Ejército.

En la Conferencia de Lausana Grecia y Turquía firmaron un acuerdo de paz que supuso el traslado de un gran número de civiles de las áreas ocupadas por cada una de las naciones. Grecia solicitó que se repatriara a los deportados griegos. Como Turquía se negó, Grecia ordenó la expulsión de 1.400.000 musulmanes de su territorio.

Finalmente, Kemal consiguió que las potencias reconocieran el nacimiento de la nueva nación turca.


Anexos:

1.- Uniformes griegos
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2.- Uniformes turcos
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3.- Medalla conmemorativa turca
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Fuentes:

ΓΕΝΙΚΟ ΕΠΙΤΕΛΕΙΟ ΣΤΡΑΤΟΥ - HELLENIC ARMY GENERAL STAFF: http://www.army.gr/

Second Greco-Turkish War 1921-1922 [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.onwar.com/aced/data/golf/greekturk1921.htm Sin ISSN

Turkish War of Independence [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.allaboutturkey.com/kurtulus.htm Sin ISSN

Venizelos and the Asia Minor Catastrophe [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.ahistoryofgreece.com/venizelos.htm Sin ISSN

Hellenic Air Force History [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.haf.gr/en/history/history/history_4.asp Sin ISSN

Greco-Turkish War (1919-1922) [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://en.wikipedia.org/wiki/Greco-Turk ... 1919-1922) Sin ISSN

The Greco-Turkish War 1919-1922 [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.albany.edu/~pd6062/pathfinder.html Sin ISSN

Greco-Turkish War (1919-1922) [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://bvio.ngic.re.kr/Bvio/index.php?t ... 1919-1922) Sin ISSN

Turkish War of Independence 1919 – 1923 [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.lbdb.com/TMDisplayWar.cfm?WID=74 Sin ISSN

Mustafa Kemal and the Turkish War of Independence, 1919–23 [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.britannica.com/eb/article-44425 Sin ISSN

Ataturk and the Turkish War of Independence [en línea] [citado 19-06-2006] Disponible en internet: http://www.turkeyforyou.com/turkey_atat ... dependence Sin ISSN

Créditos de ilustraciones

www.albany.edu
www.postcardman.net
http://members.fortunecity.com
www.venizelos-foundation.gr
http://forum.uniforminsignia.net/
www.btinternet.com
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http://grecja.home.pl
www.allaboutturkey.com
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Mensaje por Salgento Arensivia » Mié Jun 21, 2006 12:10 am

¡Excelente post, Lehto!. Muy original e interesante. Mis felicitaciones

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Mié Jun 21, 2006 2:38 am

Siento lo mismo que Arensivia. Muchas gracias, Lehto, por todo el trabajo que te has tomado :D

José Luis
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sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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Mensaje por Invitado » Jue Jun 22, 2006 1:35 am

Me parece muy interesante todo el contenido del post. Pero recuerdo haber leído que durante este conflicto Winston Churchill promovió sin éxito que Gran Bretaña acudiera en auxilio de los griegos, ¿qué sabeis de eso?

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Mensaje por Lehto » Jue Jun 22, 2006 10:51 pm

Indagaré, pero por lo que se, cuando Churchill empezó a demostrar interés por el tema el conflicto estaba ya decidido.

Saludos

PD: continúo y posteo un par de temas. El primero es de la 1GM (muy a grandes rasgos) y la sociedad de entreguerras en su vertiente política y económica. El segundo tiene que ver con el surgimiento y expansión de las ideas fascistas/totalitarias en Europa. Tengo un tercer tema sobre la Revolución rusa, pero no se si encontráis oportuno que lo cuelgue.

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Mensaje por Lehto » Jue Jun 22, 2006 10:55 pm

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1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

1. 1. Causas del conflicto.

La guerra no estalló de un modo espontáneo. Los motivos que impulsaron a los gobiernos europeos a lanzarse unos contra otros en 1914 hundían sus raíces en problemas surgidos, muchas veces, más de medio siglo antes. Las causas del conflicto eran de tres tipos:

1. equilibrio militar y diplomático entre las potencias. La rivalidad continental entre Francia y Alemania, las ansias expansionistas de ésta última y su competencia naval con Gran Bretaña; la tirantez de relaciones entre Austria-Hungría y Rusia a causa de los Balcanes.

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2. causas de tipo económico. Tenían su origen en la agudización de las tensiones provocadas por el crecimiento de las potencias imperialistas en las últimas décadas del XIX y primeras del XX. Los estados colonialistas habían tendido a establecer un circuito económico cerrado con sus colonias. El resultado de esta política fue una feroz competencia colonial primero y una guerra de aranceles después.

3. causas de orden psicológico e histórico. De entre los cuales se puede citar el nacionalismo, consustancial al ascenso de la burguesía europea durante el siglo XIX. Cada país descubría en el estudio de su historia motivos de resentimientos y reivindicaciones frente a sus vecinos. También se puede citar el militarismo, doctrina que asociaba a las formas más extremas del nacionalismo para incrementar la carrera armamentista y favorecer la incorporación de los militares en la vida política de los estados.

1. 2. Antecedentes del conflicto.

Entre 1911 y 1914 la situación mundial empeoró a pasos agigantados. Desde que en 1890 dejara Bismarck la cancillería alemana, los países occidentales habían tendido hacia una bipolarización diplomática y militar que escindió en dos bloques a las potencias europeas:

• Triple Alianza: bloque centroeuropeo integrado por Alemania, Austria-Hungría e Italia.
• Entente Cordial: formada por Francia, Gran Bretaña, y Rusia.

Hasta el momento en que estalló la guerra discurrió una década llena de crisis.

La crisis marroquí de 1905-1906 se saldó con la derrota diplomática de Alemania en la Conferencia de Algeciras y el reforzamiento de la colaboración colonial entre franceses y británicos. En 1911,una nueva crisis norteafricana se pudo solucionar mediante la concesión de ciertas satisfacciones coloniales al Imperio Alemán.

Sin embargo el problema más agudo se centraba en los Balcanes. El enfrentamiento del reino de Serbia con el Imperio Austro-Húngaro coincidía con la crisis general del Imperio Otomano y el aumento de la presión rusa sobre la zona. Austria y Alemania iniciaron un acercamiento hacia Turquía. A la vez, los alemanes tenían que ejercer toda su influencia para impedir que los austriacos cruzasen el Danubio e invadieran Serbia.

El Imperio Ruso multiplicaba sus gestos amistosos hacia los eslavos del sur. El resultado fue el acercamiento búlgaro serbio y la formación de la Liga Balcánica de 1912 que derrotó a los otomanos en la I Guerra Balcánica.

Las disensiones surgidas tras el Tratado de Londres supusieron un peldaño más en la escalada hacia la guerra continental. Bulgaria se opuso a las exigencias de Serbia, quien contaba con el apoyo ruso. El choque diplomático degeneró en conflicto armado, la II Guerra Balcánica, que unió a los estados de la zona contra los búlgaros.

La Paz de Bucarest (1913) redujo los límites de Bulgaria, pero no satisfizo a los serbios, que no lograron la salida al mar. Como consecuencia, aumentó el resentimiento anti-austriaco.

1. 3. Las alianzas.

A comienzos de 1914 una intrincada red de alianzas se extendía sobre Europa.

Alemania se veía forzada a apoyar la agresiva política del canciller austriaco Ehrenthal. Al tiempo elevaba el tono de su enfrentamiento militar, diplomático y económico con los países de la Entente.

Austria-Hungría afectada en su unidad por la actitud nacionalista de sus minorías tenía motivos para recelar de Serbia, así como de la política rusa que intentaba aunar a su alrededor a todos los pueblos eslavos.

Italia, miembro de la Triple Alianza, inició un lento viraje hacia la Entente. Además, la actuación austriaca en los Balcanes molestaba a los italianos.

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Gran Bretaña, Francia y Rusia tenían tales lazos de unión que se verían obligados a luchar si alguno de sus miembros entraba en conflicto.

Finalmente, Turquía reforzó su aproximación a la Triple Alianza, coincidiendo con el apoyo financiero de Alemania al Imperio Otomano.

1. 4. Declaración y estallido del conflicto.

El 28 de junio de 1914 el archiduque Francisco Fernando, heredero de Austria-Hungría, es asesinado por un estudiante bosnio en Sarajevo.

El 23 de julio, Austria envía un ultimátum a Serbia, y al ser rechazado dos de sus exigencias, el 28 declara la guerra. Tres días antes Rusia había advertido que no permanecería neutral. El 29 de julio los austriacos bombardean Belgrado, el gobierno de Moscú procede a la movilización parcial. Francia e Gran Bretaña advierten a Berlín que no serán neutrales.El día 30 Rusia moviliza sus tropas contra Austria-Hungría y Alemania. El 1 de agosto Guillermo II declara la guerra a Rusia y el 3 a Francia. Al día siguiente las tropas alemanas invaden Bélgica. Gran Bretaña entra en conflicto.

1. 5. Contendientes y armamento.

Se enfrentan en los comienzos del conflicto Rusia, Francia, Gran Bretaña, Serbia y Bélgica contra Alemania, Austria-Hungría. Italia se proclama neutral. Rumania, Bulgaria y Grecia son solicitadas por los dos campos y esperan un momento propicio para decidirse. Turquía se identifica sin titubeos con Alemania.

Es la primera guerra en la que participan casi simultáneamente las principales potencias del mundo. Los beligerantes son potencias industriales, que se ven precisadas a llamar a la población rural para incrementar el número de sus soldados o para ocupar los puestos vacíos en las fábricas.

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La Entente dispone de una enorme superioridad en población, en materias primas y en facilidades de acceso a las grandes rutas marítimas, pero los imperios centrales se habían preparado con mayor meticulosidad para la guerra.

En principio, el potencial militar de la Entente es más débil. El ejército ruso carece de infraestructura logística para una movilización rápida; Gran Bretaña no ha establecido el servicio militar obligatorio y en consecuencia no posee un suficiente número de soldados; Francia es una nación menos poblada, menos industrializada y con armamento menos moderno que Alemania.

La guerra de países industriales y de alto nivel de tecnificación va a caracterizarse por sus innovaciones en el armamento: fusiles de disparo rápido, ametralladoras, aviones, submarinos, tanques...

1. 6. Dimensiones nuevas en la guerra.

La guerra del 14 se significa por su duración y su extensión geográfica. La movilización alcanza grados hasta entonces desconocidos: millones de hombres combaten en frentes de centenares de kilómetros. Junto a ello sobresalen dos aspectos:

1. la guerra económica: la guerra obliga a los beligerantes a movilizar todas sus fuerzas económicas. La realidad de la prolongación del conflicto obligó a los gobiernos a improvisar una organización a gran escala para la fabricación de municiones y material de guerra. Los estados comenzaron a controlar y dirigir la vida económica en un grado hasta entonces desconocido; no sólo eran los responsables de la marcha de las operaciones militares, sino también los planificadores de la producción industrial y los organizadores del abastecimiento de las ciudades y los campos.

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2. la guerra psicológica: cuando el frente se estabiliza se procura minar la moral del adversario; los bombardeos de ciudades tienen esta finalidad. La prensa desempeña también una misión exagerando los éxitos propios y minimizando el valor del enemigo.

1. 7. Guerra de movimientos: 1914.

Siguiendo las previsiones del plan Schlieffen -basado en la lentitud de movilización del ejército ruso- los alemanes atraviesan Bélgica y se lanzan sobre Francia.

El 2 de septiembre las vanguardias alemanas llegan a 25 kilómetros de la capital francesa. El contraataque francés se concentra en el Marne, tras el cual el plan alemán fracasa.

Los alemanes inician las batallas de Flandes estableciendo un frente de 800 kilómetros.

En el E los alemanes derrotan a los rusos en Tannenberg. No obstante, los austriacos retroceden en Galitzia y los Balcanes; y pese a la derrota rusa, los franceses resisten.

En agosto Japón declara la guerra a Alemania y en pocos días ocupa sus posesiones en el Pacífico. Turquía entra en guerra al lado de Alemania.

1. 8. La guerra de posiciones: 1915-1916.

Con la falta de fuerza de los contendientes y con la aparición de armas defensivas, aparece una nueva modalidad de lucha: la trinchera. Se excavan kilómetros de fosos, se protegen con sacos terreros, se refuerzan con casetas de cemento y los ejércitos parecen iniciar una especie de guerra de topos. En 1915 aparecen los gases asfixiantes y los lanzallamas; y en 1916 los primeros tanques.

Considerando más vulnerable el frente oriental, los alemanes efectúan varias ofensivas en Lituania, Galitzia y el Vístula, que obligan a replegarse a los rusos, pero los imperios centrales no consiguen la firma de la paz de los rusos.

En mayo de 1915 Italia entra en guerra. Nuevos beligerantes amplían las dimensiones del conflicto y el número de frentes. Bulgaria apoya a los centrales, Rumania a las potencias de la Entente.

A finales de 1915 los alemanes piensan lanzar una ofensiva que cambie la situación. La elección recae en Verdún. La ofensiva comienza en febrero de 1916. Los franceses resisten con tenacidad, entre febrero y junio mueren 240.000 alemanes y 275.000 franceses. En julio los franceses inician ofensivas en el Somme obligando a los alemanes a retirar tropas del frente de Verdún.

1. 9. La crisis de 1917.

El año 1917 se va a caracterizar por tres acontecimientos:

a) intervención de Estados Unidos: el presidente Wilson, rompiendo la neutralidad por la que había abogado, rompe relaciones diplomáticas con Alemania. El comercio de los EUA con Gran Bretaña y Francia era muy intenso. La guerra submarina emprendida por Alemania suponía una amenaza para las empresas. A ello hay que unir el caso del "Telegrama Zimmerman" en el que el gobierno alemán prometía apoyo a México para recuperar las tierras que EUA le había arrebatado.

La intervención de los EUA supuso el fin de la angustia financiera inglesa y francesa ya que se acordaron anticipos de Estado a Estado, además, las enormes reservas demográficas e industriales de los EUA fueron decisivas para el final del conflicto.

b) rendición de Rusia: en Rusia los sufrimientos de la guerra contribuyeron a la caída del régimen zarista. En noviembre se firma el armisticio y en febrero de 1918 la paz de Brest-Litovsk.

c) el cansancio de los combatientes se percibe en todos los países. En Francia los soldados intentan dirigirse a París. En el frente italiano los alemanes obtienen la victoria de Caporetto.

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1. 10. El retorno a las grandes ofensivas: 1918.

La desaparición del frente del E permite a los alemanes disponer de más efectivos y lanzar una gran ofensiva en Francia, donde consiguen abrir una brecha de 80 kilómetros. Los aliados comprenden que deben unir sus fuerzas y crean un mando único, cuya dirección se encomienda a Foch.

Foch inicia en junio una serie de ofensivas simultáneas sobre las debilitadas líneas alemanas. El material de guerra norteamericano produce ya su efecto.

El hundimiento alemán es rápido. En septiembre Hindenburg y Ludendorff declaran imposible la resistencia. En noviembre se firma el armisticio. Días antes Guillermo II había huido. En Berlín se proclama la República.

1. 11. Las perdidas de la guerra.

El largo conflicto provocó terribles pérdidas demográficas: Alemania ha perdido 1.800.000 hombres, Francia 1.400.000, el Reino Unido 750.000.

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Las destrucciones materiales no fueron menos intensas; en este aspecto Francia fue el país más afectado. Tres millones de hectáreas quedaron devastadas, la red ferroviaria interrumpida, los puentes destruidos... El coste de la guerra supuso para Francia el 30% de su riqueza nacional, para Alemania el 22%, para Gran Bretaña el 32%.

Las transformaciones sociales son intensas. La incorporación de la mujer a una serie de trabajos,hasta entonces monopolio masculino, se acelera; el éxodo rural hacia las ciudades es más rápido; al lado de millones de familias empobrecidas aparecen nuevos ricos. El antiguo combatiente, nostálgico del peligro, incapaz de reintegrarse a la vida normal, va a constituir la base de movimientos hipernacionalistas y revanchistas.

1. 12. El tratado de Versalles.

Los problemas a los que deberían hacer frente los victoriosos aliados que se reunían en París para decidir el destino de Alemania y de sus derrotados socios no tenía ningún precedente: cuatro imperios se habían hundido. La guerra había terminado con el viejo equilibrio europeo.

La guerra había probado que Alemania era lo suficientemente fuerte como para desafiar a una coalición entre Gran Bretaña, Francia, Rusia e Italia.

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La tarea que esperaba a la Conferencia de Paz era inmensa. No sólo debían imponer a Alemania unas nuevas fronteras sino que también debían trazar las de otros diez estados que desde el Báltico al Adriático estaban formándose con los despojos de los antiguos imperios.

El 28 de junio de 1919 se concluye el Tratado de Versalles. El Tratado contiene 440 artículos y de todos, fue el número 231 el que suscitó más controversia por señalar la responsabilidad de Alemania y de sus aliados en el desencadenamiento de la guerra. Los alemanes se resistieron a aceptar que la Gran Guerra hubiese estallado exclusivamente por su culpa y consideran las reparaciones y las pérdidas territoriales como un castigo injusto.

Los aliados no dudaron en devolver Alsacia-Lorena a Francia y consideraron esencial dar a Polonia un acceso al mar Báltico, entregándole parte de Prusia Oriental y Posnania.

Los beneficios de la industria carbonífera del Sarre irán a compensar las terribles perdidas de Francia. En ultramar, el Imperio Alemán fue desmantelado en beneficio de Gran Bretaña y Japón. El ejército quedó limitado a 100.000 hombres, sin fuerza aérea ni submarina.

2. LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS.

2. 1. La sociedad de naciones.

La Gran Guerra había demostrado que los sistemas reguladores de la vida internacional no habían puesto fin al enfrentamiento armado entre las naciones.

Woodrow Wilson -presidente de los Estados Unidos- se refirió en varias ocasiones a la necesidad de una organización internacional con la participación de todas las naciones,que garantizara la paz en el mundo.

Inspirándose en estas idealistas formulaciones, el tratado de Versalles recoge en su articulado el Pacto de la Sociedad de Naciones,que entra en vigor el 10 de enero de 1920.

La nueva situación se proponía el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Los estados miembros asumían ciertos compromisos de agotar primero todos los procedimientos pacíficos de solución de los conflictos. Dos artículos ofrecen una especial complejidad interpretativa: el 10, que intenta definir la agresión; y el 16, que establece sanciones económicas y militares contra el estado agresor.

Aunque se proponía ser una organización mundial, su primera limitación fue su falta de universalidad, y aunque el inspirador había sido el presidente norteamericano, su primera ausencia trascendental fue la de Estados Unidos. Los aliados se opusieron al ingreso de Alemania hasta 1926, y la URSS no fue admitida hasta 1934. La cadena de agresiones-sanciones en los años 30 produjo la retirada de sucesivas potencias: Alemania y Japón (1933), Italia (1937) la URSS (1939).

2. 2. La posguerra: 1919-1939.

Las relaciones internacionales de estos veinte años de entreguerras ofrecen un particular interés para la historia de Europa. En conjunto la política internacional pasa por cuatro fases:

1. Tensiones derivadas de la aplicación de las cláusulas de los tratados de paz (1919-1924).
2. Tratado de Locarno: años de concordia, con la incorporación de Alemania a la Sociedad de Naciones y programas de renuncia a la guerra (1925-1929).
3. Fase de recelos, provocados por la insolidaridad durante la crisis económica (1929).
4. Tensiones de los años treinta (1932-1939) con la resurrección de los nacionalismos y la política exterior agresiva de los estados fascistas.

La situación y el trato a Alemania constituyen el problema central en el inicio de los años veinte. Se trata en primer lugar de las reparaciones, y los pleitos territoriales.

Berlín no reconoce las fronteras impuestas en Versalles, especialmente la pérdida del pasillo de Dantzig, que aísla por tierra las regiones de Prusia oriental; ni el control francés de algunas comarcas del Rin. La zona desmilitarizada entre Francia y Alemania no deja de suscitar tensiones. El caso más graves es la ocupación del Ruhr en enero de 1923 para obligar a Alemania el pago de las deudas de guerra.

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Los alemanes se deciden por la resistencia pasiva, paralizando minas y ferrocarriles. Pero para Alemania se volvió una sangría insostenible. La inflación adquiere una velocidad asombrosa, los precios suben cada hora. El marco papel perdió todo valor. El objetivo francés de obligar a Alemania a pagar no podía cumplirse. La hacienda germana, hundida, no se encontraba en condiciones de saldar sus deudas de guerra.

2. 3. El Tratado de Locarno. Consecuencias.

En febrero de 1925 Streseman comunica que Alemania está dispuesta a firmar un tratado en el que se garantice el respeto a las fronteras dibujadas en Versalles. Esto suponía la aceptación de la zona desmilitarizada y de la integración de Alsacia-Lorena en el territorio nacional de Francia.

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En octubre se reúnen en Locarno los representantes de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Bélgica. El Tratado de Locarno confirma el status quo de Renania; se respetan por Alemania, Francia y Bélgica las fronteras fijadas en Versalles. Se promete la revisión de las deudas y la incorporación de Alemania a los organismos internacionales.

En la era Briand-Streseman se vive un ambiente de paz cuyo acontecimiento más destacado es la incorporación de los Estados Unidos. En agosto de 1928 quince naciones firman el pacto Briand-Kellog en el que se condena la guerra como medio de la resolución de los conflictos internacionales.

Estos años de ilusiones se verán ensombrecidos por la crisis económica. En el ánimo de los franceses pesan nuevas reivindicaciones: el Sarre, el rechazo a la zona desmilitarizada, medidas de rearme... Tardieu, nuevo jefe del ejecutivo francés, formula declaraciones amenazadoras.

2. 4. Del pacifismo al belicismo.

Con la crisis económica se ha roto la solidaridad; a partir del otoño de 1931 incidentes aislados demuestran la inoperancia de la Sociedad de Naciones:

1. La ocupación japonesa de Manchuria ha sido considerada como el primer eslabón de la política expansiva que desembocó en la guerra del 39. Para Japón la necesidad de espacios se había convertido en imperiosa ante el crecimiento constante de su población.

El sabotaje de algún grupo chino a la línea férrea manchuriana provoca la ocupación total de Manchuria -que pasa a denominarse Manchukuo- y el nombramiento de un régimen títere.

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2. En 1933 el organismo ginebrino convoca una conferencia de desarme, a la que asiste Estados Unidos. Los rusos proponen la renuncia sin control a todo tipo de armamento, los americanos la reducción de un tercio del existente, los ingleses la fijación de un nivel idéntico...

Tras el fracaso las naciones se consideran con el derecho a volcar su potencia en el rearme. En esta coyuntura aparece en escena la Alemania Nazi con una política no sólo de rearme sino también de expansionismo territorial.


3. LA CRISIS DE 1929.

3. 1. Problemas económicos de la paz.

En el período interbélico cambian las relaciones económicas internacionales, mientras que Europa retrocede, EUA se encuentra en auge.

El problema fundamental era reconvertir una economía de guerra en economía de paz, por tanto la economía se encontraba directamente condicionada por la situación política. En base a ello, Europa vive dos fases que se reflejan en los tratados de Versalles y de Locarno.

3. 2. Los signos precursores de la depresión.

Durante cuatro años la economía mundial vive en un ambiente de optimismo apoyado sobre una superproducción y una gran especulación.

La superproducción se considera unánimemente la causante de la depresión del 29. Terminada la guerra la producción industrial europea y la extra-europea se suman, sin que paralelamente aumente el consumo; este estado de superproducción general aumenta continuamente los stock de las fábricas. Además debe añadirse una superproducción agrícola, provocada por una serie de años de cosechas excepcionales, a partir de 1925.

A pesar del desfase entre producción y ventas las cotizaciones de los valores en bolsa no dejan de subir a causa de la inflación del crédito. Este abuso de la especulación daba lugar a una situación artificial que no podía prolongarse por mucho tiempo.

3. 3. La crisis bursátil de 1929.

Se admite que la causa de la crisis fue la especulación de las cotizaciones de Bolsa desligada del nivel de producción y de los beneficios y la política de créditos bancarios baratos. Se pueden señalar, en consecuencia:

a) factores estructurales: la estructura bancaria americana estaba muy fragmentada y también la estructura de los negocios era favorable a los abusos. Se daban préstamos demasiado fácilmente.

b) factores psico-sociológicos: existía una euforia especulativa y de aumento de capital nominal fácil.
EUA entra en un proceso acumulativo en el que el alza llama al alza y el frenazo de octubre de 1929 toma un carácter catastrófico.

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Las empresas se habían expansionado a base de fáciles créditos bancarios. Al iniciarse el pánico los Bancos tienen que aumentar su liquidez, para lo cual han de vender sus títulos. La gente retira su dinero y el 24 de octubre estalla el pánico ante una gran oferta de venta de acciones y una demanda casi nula. Los precios se hunden y los bancos intervienen para restablecer momentáneamente la confianza. Durante los días 25 y 26 se cree que ha pasado la baja, pero el lunes 28 comienza el desastre sin que sea posible frenar la caída de las cotizaciones y el martes 29 es el día más desastroso.

El hundimiento de la Bolsa provoca la ruina de millares de accionistas modestos. Las grandes empresas contemplan impotentes cómo desciende de manera continua la cotización de sus valores.

El crack del 29 demuestra que la economía no puede apoyarse preferentemente en el dinero, olvidando los mecanismos de producción y consumo.

3. 4. La depresión mundial.

La depresión nació en EUA y se propagó al resto del mundo. Es la primera vez que desde la revolución industrial se pone en duda la capacidad del sistema capitalista para recuperar el equilibrio. EUA comienza a pedir a Europa que les devuelva el dinero, pero Europa no puede.

3. 4. 1. Causas de la depresión:

a) errores de la ortodoxia liberal: la política económica no se adecuaba a la realidad de la crisis. El pensamiento económico liberal era impotente para solucionar el problema.

b) factores coyunturales: las quiebras bancarias conducen a otras quiebras que comprometían la confianza de los depositantes. Se favorecía el atesoramiento y se paraliza la inversión. La baja de precios reduce el poder de compra de los productores.

c) factores estructurales: dimensiones mundiales de la economía americana y sus exportaciones de capital.

3. 4. 2. Depresión en Estados Unidos.

La crisis bursátil repercute en seguida en toda la economía norteamericana. Dura hasta 1932 y supone una disminución del ritmo de la actividad económica y, en consecuencia, un aumento del paro que se convierte en una angustia nacional.

Las quiebras bancarias paralizan las inversiones. El hundimiento de los precios agrícolas y las dificultades financieras de los agricultores que no pueden devolver los préstamos bancarios, lleva a la bancarrota a un gran número de pequeños bancos.

En cambio la actitud del gobierno es contradictoria por sus declaraciones optimistas.

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Lo mismo fue contradictoria la política agraria. Primero se adquirieron por el gobierno los remanentes agrarios con lo que se mantuvieron los precios; de esta manera la producción aumentó y a mediados de 1931 el gobierno, incapaz de sostener este gasto inmenso lanzó a la venta sus stock, con lo que se hundieron los precios y todo el sector del campo.

3. 4. 3. Repercusiones internacionales de la depresión.

a) la extensión de la depresión: los bancos fueron los más directamente afectados por la depresión, y , en consecuencia, se paraliza la actividad industrial de sus clientes y se repatrian capitales, con lo que se exporta la crisis a Europa.

La crisis es mundial, aunque afecta de manera más grave a los países de mayor desarrollo industrial y a los agrícolas que basan su economía en un sólo producto.

b) la extensión del proteccionismo: los gobiernos europeos reaccionan ante la crisis con un aumento de los aranceles.

Para evitar los peligros de estas políticas, un cierto número de países llegan a acuerdos regionales, preferentemente discriminatorios frente a terceros países.

3. 5. Intervencionismo estatal en la economía.
3. 5. 1. Estados Unidos.

En 1933 el demócrata Roosevelt accede al poder. Su política económica, denominada del "New Deal", se centró en actuar de forma enérgica sobre lo que se consideraban causas de la depresión. El New Deal intenta salvar el sistema capitalista reactivando el consumo y la inversión y poniendo fin a ciertos abusos que están en la base del origen de la crisis.

a) medidas financieras: ayuda a los bancos mediante la creación de un organismo estatal que los coordine; devalúa el dólar para provocar el aumento de los precios interiores; prohibe el atesoramiento y las exportaciones de oro y crea un seguro sobre los depósitos bancarios. Se pretende que los empresarios ganen y puedan reinvertir, aún a costa de la moneda del país.

b) medidas agrícolas: ante la acumulación de excedentes, Roosevelt se decide a actuar sobre la producción; a los agricultores se les invita a que consientan en reducir voluntariamente sus cosechas a cambio de una indemnización. Se desarrolla una política de limitación de las cosechas para que suban los precios y subvenciona los productos para que las exportaciones no se vean excesivamente frenadas.

c) medidas industriales: se buscaba, asegurando un beneficio razonable a la industria, aumentar los salarios, reducir las horas de trabajo y conseguir precios más altos para corregir los descensos provocados por la depresión. Se creaba así con este intervencionismo una masa de trabajadores con cierto poder de compra, única salida para evitar la superproducción o subconsumo.

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3. 5. 2. Alemania.

La retirada de fondos norteamericanos había sumido en una gran depresión a las finanzas austriacas y alemanas. Además actuaban como agravantes de la crisis el endeudamiento exterior y las reparaciones de guerra.

La primera medida fue la bajada de precios interiores para frenar el éxodo de capitales. No dio buenos resultados y posibilitó la subida de los nazis al poder. A partir de 1933 la economía fue dirigida por Schacht, con un sistema autárquico de circuito cerrado.

Se recurrió a un severo control de los cambios y operaciones de comercio exterior; a los acreedores se les pagó en marcos bloqueados que sólo podían emplearse en compras a Alemania, con lo que revertían de nuevo al país; por otro lado las importaciones de los alemanes necesitaban permiso especial del Reichsbank para obtener divisas.

Eliminar el paro fue otro de los grandes éxitos espectaculares; los fondos estatales reanimaron el mercado de trabajo con el fondo de obras públicas y el desarrollo de la industria de guerra. Al llegar Hitler al poder en 1933 había seis millones de parados, en 1935 la tercera parte, y en 1938 alrededor de 400.000.

La actividad económica, benefició a capital y trabajo, y favoreció el ahorro ayudado por el control del consumo a fin de evitar la dilapidación de los recursos; así el Estado recogía los frutos de los fondos que había invertido.

La teoría de Schaht de liberalizar la economía no tuvo acogida en los lideres nazis, por lo que fue sustituido por Goering. Alemania inició entonces una ampliación del mercado por vía de las anexiones: los Sudetes, Austria, etc.

3. 5. 3. Francia.

Es el país menos afectado por la depresión gracias a su mejor nivel de industrialización y a su agricultura diversificada.

Siguió políticas distintas y contradictorias: Laval desarrolla una política de deflación que levanta descontentos; Leon Blum desarrolla una política inversa y logra reducir el paro y aumentar la producción. En 1938 vuele la política de deflación.

3. 5. 4. Gran Bretaña.

La crisis británica precede a la mundial, puesto que no había superado del todo las consecuencias de la guerra. Pero después de 1929, una vez desencadenada la crisis mundial, Gran Bretaña se encontraba con ciertas ventajas para enfrentarse a ella:
- disponía de oro en sus dominios.
- su imperio mundial le facilitaba el comercio exterior.
- se beneficiaba del bajo precio de materias primas y alimentos.

Por lo demás siguió una línea de política económica semejante a la de EUA.

3. 6. Consecuencias de la crisis.

3. 6. 1. Consecuencias políticas:

a) a nivel internacional: se recrudecen los nacionalismos y se vuelve al proteccionismo. Se crea así un atmósfera de hostilidad entre las grandes potencias que anuncia el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

b) a nivel interior: al demostrarse la necesidad de la intervención estatal para salir de la crisis, se refuerzan los gobiernos autoritarios.

3. 6. 2. Consecuencias demográficas:

Durante la crisis económica se agudizan las tendencias contractivas en demografía. Disminuye la natalidad más que la mortalidad, produciéndose un déficit en la renovación de la población. Se detiene la concentración urbana y se frenan las migraciones.

3. 6. 3. Consecuencias sociales:

Para la mayoría de la población, disminuyen las capacidades adquisitivas: las profesiones liberales se encuentran con una clientela empobrecida y los accionistas se arruinan.

Crece el paro y entre las masas proletarias aumenta la hostilidad al capitalismo y los movimientos obreros. Por el contrario, se fortalecen los sindicatos y los partidos obreros de base proletaria.

3. 6. 4. Consecuencias culturales:

Estalla una crisis de valores y la revisión del pensamiento económico -neocapitalismo- se convierte en una necesidad.

Keynes es el teórico de la crisis y su remedio: defiende que la depresión se ha producido por una disminución de la demanda y que ésta ha de aumentarse con el aumento del empleo. Propone como soluciones el lanzamiento a la circulación de dinero abundante y el aumento de la inversión pública por medio de grandes obras que creen nuevos puestos de trabajo y aumenten el poder adquisitivo de los trabajadores.

BIBLIOGRAFÍA:

FERRO, M: La Gran Guerra. Alianza, Madrid, 1970.

GONZÁLEZ SALCEDO, J. – RAMÍREZ ALEDÓN, G.: Historia del mundo contemporáneo a través de sus documentos Teide, Barcelona, 1989.

HARDACH, G: La Primera Guerra Mundial, 1914-1918. Crítica, Barcelona, 1986.

HOWARD, M: La Primera Guerra Mundial. Crítica, Barcelona, 2003.

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LEON, P: Historia económica y social del mundo. Guerra y crisis: 1914-1947. Pedroncini, Madrid, 1979.

MARTIN, G.: La Primera Guerra Mundial. La esfera de los libros, Madrid, 2004.

RENOUVIN, P: La Primera Guerra Mundial. Oikos-Tau, Barcelona, 1972.

RENOUVIN, P: Historia de las relaciones internacionales. Las crisis del siglo XX. Akal, Madrid, 1982.

RENOUVIN, P: Las crisis europeas y la Primera Guerra Mundial. 1904-1918. Akal, Madrid, 1990.

STRACHAN, H.: La Primera Guerra Mundial. Crítica, Barcelona, 2004.

VV.AA: Historia Universal Contemporánea: de las revoluciones liberales a la Primera Guerra Mundial Ariel, Barcelona, 1999.

WALTERS, F. P: Historia de la Sociedad de Naciones. Tecnos, Madrid, 1971.

WILMOTT, H. P.: Primera Guerra Mundial. Inédita Ediciones, Barcelona, 2004.

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Mensaje por Lehto » Jue Jun 22, 2006 10:57 pm

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1. LA CRISIS DE LAS DEMOCRACIAS PARLAMENTARIAS

Al finalizar la Primera Guerra Mundial y como consecuencia directa de ella se abre un periodo crítico para las democracias de Occidente en el que se puso en tela de juicio la viabilidad del viejo sistema liberal ante las nuevas realidades que habían sido causa y consecuencia de la contienda iniciada en 1914.

Cuatro rasgos básicos definen la Época de entreguerras en el marco de los liberalismos democráticos:

1.- Crisis de la democracia parlamentaria clásica: en los países de tradición democrática consolidada desde largo tiempo atrás nos encontramos con la inecuación de las instituciones y la teoría liberal a las exigencias de la posguerra. En cuanto a los nuevos países que tratan de organizarse conforme al sistema democrático, tropiezan con estructuras poco propicias para su desarrollo, con economías escasamente industrializadas, bajo nivel de urbanización de sus habitantes, población activa rural, poca preparación política, etc.

2.- Nuevas alternativas de organización estatal: precisamente intentando una respuesta a esa crisis liberal aparecen ofertas de nuevas formas estatales más dinámicas y directas. Una vertiente la ofrecen los fascismos y sistemas autoritarios con solución reaccionaria al sistema liberal. Otra, tiene su origen en la revolución soviética y en el afianzamiento de un estado socialista en la U.R.S.S.

3.- Crisis económica: los efectos de la guerra y el desarrollo posterior de las fuerzas económicas dan como resultado la terrible crisis que, preludiada en los años veinte, estalla con toda su virulencia en la cuarta década del siglo. Al igual que la crisis política, la economía ponía en crisis al capitalismo liberal y le exigía un esfuerzo de adaptación a una serie de cambios que permiten hablar casi de un nuevo sistema económico, al menos, de una nueva fase del capitalismo

Visión caótica del mundo: el panorama ideológico se muestra extremadamente complejo, con posturas muy diversas pero todas ellas caracterizadas por esa visión pesimista del mundo como rasgo general, cuando no se trata de corrientes marcadas por la huida inconsciente ante los graves problemas existentes.

1. 1. La crisis del capitalismo y su reflejo en la política.

Además de las consecuencias políticas de la crisis económica atmósfera de hostilidad internacional e intervencionismo interior el capitalismo se encontró en los años veinte con una serie de problemas que se trataron de ir solucionando sin abordar sus causas reales. El resultado sería la crisis de 1929, a partir de la cual se prefigura una nueva fase del sistema, sería el estadio del neocapitalismo.

Con la aparición de nuevas potencias económicas y las soluciones aisladas a los problemas económicos se agudizó la lucha competitiva y se produjo una tendencia general a los monopolios financieros, cuya influencia en las decisiones políticas fue notable, bien porque estaban presentes en los órganos de poder o por presionar mediante procedimientos diversos en ellos; y ello ocurre tanto a nivel nacional como internacional.

1. 2. Crisis del estado liberal.

La teoría positivista sobre el papel del Estado en el liberalismo que defendía el "dejar hacer" da paso a un nuevo concepto de un Estado que debe intervenir en muchas facetas de la sociedad y la economía. Veamos algunos rasgos de este nuevo Estado:

1.- La ruptura de equilibrio de poderes: el periodo de entreguerras contempla un reforzamiento del poder ejecutivo en detrimento del legislativo, expresión de la voluntad popular. Las competencias de los organismos parlamentarios se ven menguadas con la proliferación de los decretos leyes como procedimiento legal o la concesión de plenos poderes a los gobiernos para que puedan actuar sin rendir la responsabilidad que les corresponde según la teoría liberal pura.

Cuando no se producen estos aumentos de poder ejecutivo, las crisis ministeriales prolongadas y difíciles suelen jalonar la vida política de los Estados, en un claro reflejo del escaso entendimiento de los poderes. Incluso donde el ejecutivo ya contaba con una tradición de preeminencia, como es el caso del presidencialismo estadounidense, tienen lugar otras formas de manifestarse este desequilibrio. Aquí se refuerza el poder federal en detrimento del de los Estados.

2.- La limitación de las libertades públicas: unido a la tendencia antiparlamentaria, se produce en general una reducción de las libertades burguesas y, en ocasiones, su completa supresión. Este fenómeno se debe a la aparición de fuerzas que van contra la legitimidad del poder, aunque los Estados lo justifican apelando a la función de garantía y estabilidad social que tiene todo Estado. Esta misión represiva es alentada por las fuerzas conservadoras y grupo económicos, en especial los vinculados a la industria de guerra.

Tanto en el refuerzo del poder ejecutivo como en la limitación de libertades influyen las concepciones de un liberalismo autoritario y elitista desarrollado por aquellos años por autores como Pareto, Max Weber Ortega... en ocasiones se llegó a exaltar la justificación del dominio de los mejores en una clara degeneración del darwinismo social.

3.- El aumento de competencias estatales: las más importantes novedades en este sentido radican en la asunción por el Estado de tareas en la dirección de la economía y de las relaciones sociales. En este último aspecto destacan, ante la creciente importancia de los conflictos obreros, las funciones asistenciales y el arbitrio de medidas de redistribución de la renta. Aumentan las prestaciones estatales de tipo social y como exigencia inmediata aumenta los impuestos directos que gravan rentas o patrimonios y no bienes de consumo.

4.- Aparición de nuevas fuerzas políticas: los sistemas liberales clásicos se habían caracterizado por el número restringido de fuerzas políticas integradas en el mecanismo del poder, frecuentemente reducidos a dos, que practicaban un turno pacífico en el gobierno; lo normal es que uno tuviera signo conservador y el otro liberal.

El sufragio universal, conquistado en la segunda mitad del XIX apenas cambió este mecanismo, debido a los procedimientos de control ejercidos sobre el electorado. Sin embargo en el último tercio del XIX se va a producir un fenómeno de singular importancia y es la aparición de asociaciones sindicales y obreras bien organizadas.

El paso definitivo en la ruptura del viejo sistema se dará cuando aparezcan nuevos partidos; frente al tradicional grupo de notables se imponen los partidos de masas, ,en especial socialistas y, desde 1920, los comunistas. El ejemplo clásico es Inglaterra, donde el partido laborista rompe el tradicional esquema bipartidista de conservadores y liberales.

5.- Viraje de la idea nacionalista: En sus comienzos la idea nacionalista fue un instrumento de la burguesía en el momento en que luchaba contra los restos del Antiguo Régimen. El nacionalismo alentaba entonces la unidad económica y fomentaba la libertad. Sin embargo en este periodo el nacionalismo tiene casi siempre un signo conservador con tintes racistas. En el punto extremo de esta tendencia está el antisemitismo alemán y la acción antinegra del Ku Klux Klan.

Tan sólo conservó parte de su carácter progresivo en las luchas de liberación nacional, como en el caso de Irlanda o en los movimientos descolonizadores, impregnados, por otra parte, de ideas socialistas.

6.- El problema de las democracias nuevas: nos referimos a las establecidas en países con especiales condiciones estructurales o en las nuevas nacionalidades, surgidas sobre todo al desmembrarse el Imperio de los Habsburgo.

Tanto unos como otros tienen en común unas estructuras sociales caracterizadas por la falta de una auténtica burguesía y de categorías sociales intermedias. Eran países de economía básicamente agrícola y de población polarizada en los extremos de la escala social; el nivel de instrucción era muy deficiente con tasas de analfabetismo muy altas. Algunos de ellos tenían además problemas étnicos o de nacionalismos internos entre los diferentes grupos que los integraban.

El procedimiento por el que se intenta resolver la inestable constitución política fue el golpe de fuerza tomando como ejemplo el acceso al poder de Mussolini en Italia.

En Polonia, el mariscal Pilsudski instaura un sistema populista con fachada constitucional y apoyo en el ejército y los sindicatos. En Turquía, Mustafá Kemal buscaba modernizar y consolidar la unidad del país con métodos autoritarios. En Grecia, intentaba lo mismo el general Metaxas. En Yugoslavia y Rumania los monarcas Alejandro I y Carol II ponían en practica una curiosa forma de dictadura real. En Austria, el canciller Dollfuss ideaba un modelo de estado social cristiano y corporativo. En España, el rey Alfonso XIII aceptaba la dictadura militar del general Primo de Rivera.

La excepción de las democracias jóvenes la marca Checoslovaquia. Las causas de ello radican en el desarrollo industrial de Bohemia que originó una pujante burguesía, una abundante clase obrera con un fuerte sindicalismo, una tendencia política Socialdemócrata organizada y un nivel cultural aceptable.

2. LOS ORÍGENES DEL FASCISMO.

Íntimamente unido a esta crisis del sistema liberal que hemos descrito aparecen los totalitarismos como la tentativa más amplia y original de superar la crisis de occidente, aunque los hechos históricos se encargarían de demostrar que no iban a conducir a la deseada superación de la tragedia.

Sin el liberalismo en crisis y sin el socialismo convertido en sistema, no se puede comprender el fascismo, porque constituye una reacción contra ambos.

Los movimientos fascistas pretenderán ofrecer una solución distintas, se extienden por casi toda Europa, con ejemplos de mayor o menor entidad, pero sólo alcanzarán a plasmarse en regímenes, con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, en los casos de Alemania e Italia.

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Su pretendida novedad radicaba en querer sacar a flote al casi naufrago capitalismo con base en una nueva forma de organización estatal totalitaria; a su servicio utilizaron ciertos principios ideológicos de cuño reaccionario con vieja tradición en Europa: nacionalismo, racismo, violencia, exaltación de la minoría frente a la masa, etc.

Su base social vendrá dada por los grupos sociales más afectados en la crisis de la posguerra, a los que la izquierda del momento no puede o no sabe ofrecer alternativa válida. Sus procedimientos de gobierno supondrán una flagrante violación de los derechos humanos que, al menos en teoría, el liberalismo había convertido en su bandera. Su función social última consistirá en eliminar cualquier peligro proveniente de las clases dominadas y en ejercer el poder por medio de una alianza entre sectores dominantes, que garantizaría la pervivencia del capitalismo. Los propósitos imperialistas del fascismo generarían una polarización en Europa entre fascismo y antifascismo que abocaría de manera fatal en la guerra que se inicia en 1939.

2. 1. Fundamentos doctrinales e históricos del fascismo.

1.- Doctrinalmente: resulta difícil concretar cuales son sus raíces ideológicas, aunque ciertamente muchos de los rasgos más típicos de estos movimientos fueron defendidos anteriormente. En concreto el nazismo ofrece una elaboración doctrinal más completa que el fascismo italiano. El mismo Mussolini se jactaba que su movimiento no tenía teoría, sino acción.

En general, es innegable la influencia del pensamiento de cuño conservador o reaccionario en los fascismos. Es el caso de la aportación del abate Gioberti, propugnador en el XIX del proceso italiano. Veamos concretamente algunos antecedentes:

El movimiento anterior a la Primera Guerra Mundial, en Francia, Action Francaise, promovido por Maurras. Este veneraba el Antiguo Régimen y odiaba la Ilustración y la Revolución de 1789 que habían sumido a Francia en la decadencia y la anarquía. La democracia era, para Maurras, debilidad y desorden. Sólo el restablecimiento de una monarquía fuerte podía dar al país unidad, estabilidad y autoridad.

El racismo y el antisemitismo son puntos importantes de la misma ideología y tienen representantes desde mediados del XIX, especialmente en Alemania.

El nacionalismo supone otra de las grandes corrientes inspiradoras de los fascismos. En Italia, desde el Risorgimento, habían proliferado las tendencias nacionalistas exacerbadas. Alemania, desde la Época napoleónica, había ido desarrollando una corriente que comienza en los "Discursos a la Nación Alemana" de Fichte y continúa por los eruditos románticos hasta alcanzar su importancia mayor en la escuela historicista alemana, de marcado cariz racista, uno de cuyos máximos ejemplos es Paul Lagarde.

El imperialismo también se puede señalar como una ideología inspiradora del fascismo. Estas conexiones son defendidas por Hannah Arendt. También sobre la fuerza y la distinción entre élites masas hay antecedentes, si bien son teorías desarrolladas ya por los teóricos del nazismo sobre todo.

2.- Condicionamientos históricos: los primero a señalar es que el fenómeno responde a los presupuestos específicos del periodo de entreguerras. Simplemente los autores se diferencian por dar más o menos importancia a uno u otro factor. En síntesis, cabe afirmar que la llegada de los sistemas fascistas supone la unión de una serie de condicionamientos históricos:

a) la crisis económica y su impacto sobre las masas. ¿por quÉ si esta afectó a muchos países sólo originó fascismos en Alemania e Italia?. Puede buscarse la explicación a través del proceso de formación de la burguesía en ambos países y de su conciencia política gestada precipitadamente en la fase de unificación y la falta de una tradición liberal. Sea lo que fuere, lo cierto es que esta crisis afectó de un modo especial sobre las capas medias y el proletariado, que desilusionados por el liberalismo y por las soluciones de izquierda, buscaron en el movimiento fascista una nueva solución. En Alemania estaría además alentado por los anhelos de desquite por los resultados de la guerra y de la búsqueda de seguridad ante el desequilibrio colectivo.

b) los intereses de las clases dominantes que exigían contener a las masas y encauzar su descontento por vías que no les resultara peligrosas. El temor al proletariado sería la explicación socialista, defendida por Angelo Tasca.

c) el cansancio de las instituciones liberales que han llevado al mundo occidental a una cruel guerra y a una tremenda crisis económica.

3. EL FASCISMO ITALIANO.

3. 1. Comienzos del fascismo italiano.

Italia fue duramente castigada por la crisis que siguió a la guerra de 1914 1918. Sus decepciones fueron múltiples: la humillación de Caporetto, las promesas de engrandecimiento por parte de los aliados, que apenas fueron atendidas; las finanzas y la economía arruinadas por la guerra.

En esta coyuntura, el ex socialista Mussolini creo los Fasci italiani di combattimento (marzo de 1919), con un programa republicano, democrático y socialista. Pero al poco tiempo declaró: "El fascismo es pragmatista; no tiene a priori ni objetivos a largo plazo". Su programa estuvo en continua evolución Lo esencial era la organización de choque Camisas Negras, integrada por la escoria de la población, y que utilizaba la misma brutalidad en la propaganda y en la acción política.

Ayudado, desde 1919, por algunos sectores del ejército y de la marina, quiso desempeñar el papel de salvador de Italia de la amenaza bolchevique: subvencionado por los banqueros, industriales y grandes propietarios, apoyado moralmente por la pequeña burguesía, que le proporcionaba los cuadros de su ejército de aventureros

A partir del verano de 1920 se organizaron "expediciones punitivas": grupos de Camisas Negras que entraban por la noche en una ciudad, fusilaban a los dirigentes de izquierda y obligaban a la población a cambiar de municipio. Los fascistas destruyeron primero los círculos culturales eslovenos de Istria; después en la alta Italia, quemaron las "Casas del Pueblo" y las bolsas de trabajo, y asesinaron a millares de personas.

En 1921 crearon los sindicatos fascistas, nutridos fundamentalmente de obreros en paro. Los fascistas, que sólo eran 20.000 en octubre de 1919, ascendían a 310.000 en octubre de 1921.

Giolitti, presidente del gobierno, los hizo entrar en su bloque nacional en las elecciones de mayo de 1921, llegando a alcanzar 30 diputados fascistas . Ante la agravación de la situación social, el presidente del consejo de ministros ofreció algunas carteras a los fascistas. Mussolini exigió las principales; inmediatamente los socialistas desencadenaron una huelga general, deshecha en tres días por los Camisas Negras. El 24 de octubre, Mussolini anunció en Nápoles la marcha sobre Roma, y envió un ultimátum. El día 29 el rey Víctor Manuel III ofreció el poder a Mussolini, y los Camisas Negras hicieron una entrada triunfal en Roma el día 31.

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El primer gabinete de Mussolini sólo incluía cuatro fascistas de un total de catorce ministros. La cámara le otorgó plenos poderes: se restableció el orden, y poco a poco los fascistas se introdujeron en todos los organismos del Estado y eliminaron todo tipo de oposición. Finalmente en 1924 se implantó la dictadura, y se declaró ilegales a los otros partidos políticos y a los sindicatos no fascistas.

3. 2. Métodos y realizaciones del fascismo.

El régimen estaba influido por el sindicalismo antiparlamentario y por el nacionalismo de Amurras; rechazaba la creencia en el progreso, la democracia y el pacifismo. Ante todo era una ideología oportunista, que creó un régimen totalitario.

El régimen se basaba en el culto a la obediencia al jefe del partido el Duce, que era, al mismo tiempo, detentador único del poder ejecutivo desde la reforma constitucional de 1926; Mussolini acumuló los ministerios, procedió a modificaciones brutales, dispuso plenamente del poder de legislar y de administrar. Se apoyaba en el partido único, el fascista, encargado de la propaganda y de la defensa del régimen, por medio de milicianos.

El régimen reposaba, igualmente, sobre el culto al estado italiano, continuador del Imperio Romano, llamado a regir al mundo gracias a su potencial demográfico, a la adhesión de sus miembros en organizaciones de corte paramilitar, y al control de la prensa y de todas las actividades cotidianas.

Al menos al principio, el régimen se apoyaba también sobre la única fuerza espiritual no integrada en el fascismo: la Iglesia Católica, que recuperó , gracias a el su preponderancia en Italia (acuerdos de Letrán, 1929) y aprobó combatir el comunismo italiano.

3. 3. La política económica.

Frente al liberalismo, que propugna el libre juego de las fuerzas del mercado, y frente al socialismo, que supone la absorción de la vida económica por el Estado, el fascismo se presenta como una tercera vía, en la que se apoya a la empresa privada pero con una intervención estatal. El corporativismo se inspira en los gremios o corporaciones medievales, en los que, se afirmaba, se habían armonizado los intereses de patronos y trabajadores. El Estado corporativo suprimiría la lucha de clases, constituyendo al Estado en árbitro de las disputas dentro de unas instituciones comunes. El intervencionismo estatal fue una construcción jurídica de Alfredo Rocco, con las leyes laborales de los años 1926 y 1927, disposiciones que se resumen en la Carta del Lavoro, que organiza las profesiones en corporaciones verticales de patronos y obreros.

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Los planes de aumento de la producción se bautizan con denominación bélica: la Batalla del trigo se inició en 1925; su objetivo era el autoabastecimiento para frenar la pérdida de divisas que provocaba la importación. Se consiguió con el cultivo de tierras marginales y convenciendo a los campesinos para que abandonaran otros cultivos. Una activa propaganda movilizó a millones de italianos en una empresa cuyo resultado feliz se identificaba con el prestigio de la nación. Pero la batalla del trigo fue antieconómica. Parte de los que se ahorro en compra de cereales extranjeros se perdió por el descenso en las ventas de otros productos, se abandonaron cultivos de huerta lucrativos, y en el sur se antepuso el cereal a los pastos y a la ganadería, cuyos fertilizantes hubieran enriquecido el suelo.

La Batalla de la lira consistió en establecer una cotización excesivamente alta para la moneda italiana, estableciendo una ecuación entre moneda fuerte y prestigio internacional, pero tal cotización redujo la competitividad de los productos italianos en el mercado exterior y produjo la quiebra de las pequeñas empresas.
Con gran publicidad se acometió la desecación de pantanos y marismas, la irrigación y la repoblación forestal. el ejemplo más famoso es la desecación de los pantanos pontinos, cerca de Roma; tras la recuperación de la tierra se trajeron colonos del nordeste, y se construyeron ciudades como Latina y Sabaudia.

3. 4. Política exterior y fin del fascismo.

La Italia fascista se lanzó inicialmente por el camino de la expansión ultramarina: brutal colonización de Libia (1922 1933); conquista de Etiopía (1935 1936); intervención en la guerra civil española (envío del Corpo truppe volontarie). Estas acciones iniciaban la serie de agresiones que condujeron a la Segunda Guerra Mundial. El Duce entró en la lucha en junio de 1940, al lado de Hitler, lo que entorpeció el plan de guerra alemán. En la URSS, después de Stalingrado, los contingentes italianos iniciaron una difícil retirada hacia Rumania; y cuando se produjo el desembarco aliado en Sicilia (1943) se desbandaron prácticamente sin resistencia alguna. La guerra aumentó la impopularidad del régimen, y las derrotas provocaron su hundimiento.

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Durante la noche del 24 al 25 de julio de 1943, los dirigentes del partido intimaron a Mussolini a que entregara todos los poderes al rey; Víctor Manuel mandó detenerle. Se formó un gobierno presidido por el mariscal Badoglio, que firmó un armisticio con los aliados, Italia se pasó al campo de los aliados, pero el Duce fue liberado por unos paracaidistas alemanes. Mussolini intentó reorganizar el régimen sin contar ahora con la monarquía, que le había traicionado. El Duce proclamó en Salo la República Social Italiana, satélite de Alemania, con un gobierno compuesto de fascistas fieles. Intentó promover un fascismo más liberal y más reformista en el plano social; pero las conspiraciones y el hundimiento del ejército alemán en abril de 1945 arrastraron consigo al instaurado fascismo.

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Después de la liberación de Roma (junio de 1944) el Comité de Liberación Nacional emprendió la depuración de la administración pública, reactivó la vida económica, y se esforzó en ayudar militarmente a los aliados a expulsar a las últimas tropas alemanas. Mussolini fue capturado por los partisanos (27 de abril de 1945) y ejecutado al ida siguiente en Como.


4. EL NAZISMO ALEMÁN.

El nombre de nacionalsocialismo señala el intento realizado por ciertos nacionalistas para separar a las masas del socialismo, al que se reprochaba ser internacionalista, y por lo tanto, destructor de la comunidad nacional. Esta teoría fue expuesta por primera vez en el programa de veinticinco puntos redactado por Feder para el Partido Obrero Alemán (1920) y después en Mein Kampf obra de Hitler. En El mito del siglo XX de Rosenberg aparece su justificación pseudo histórica.

4. 1. La doctrina nazi.

La idea de gran Reich alemán procede de los pangermanistas; la de la superioridad de la raza germánica, de Gobineau: Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1853 1855) y reforzada por la mal entendida teoría del superhombre de Nietzsche; el antisemitismo, recogido en parte en los Protocolos de los sabios de Sión. La apología de la guerra y de la violencia y del culto a la fuerza se halla ya en Arndt y Hegel. El estado autoritario, y despuÉs totalitario, se anuncia en Fichte y Hegel. Las ideas de Hitler, inspiradas en parte, en el fascismo italiano, arrancan básicamente de la crisis que siguió al armisticio de 1918.

Impresionado por la derrota, Hitler buscó a los responsables: para Él, los judíos, raza impura que intentaba manchar la etnia superior, la de los arios rubios del norte, y propagar las ideologías nefastas. El racismo y el culto a la fuerza y a la violencia son las bases del nacionalsocialismo: el Reich, desembarazado de los judíos, regenerado por la sangre aria; guiado por el Führer, a quien los alemanes están unidos por un juramento de fidelidad, iba a ser lo bastante fuerte para arruinar la obra del tratado de Versalles. Las otras potencias le tendrían que permitir anexionarse las regiones de habla germánica y forjarse en Europa un espacio vital, zona de influencia económica y política reservada a la raza alemana en expansión; tambiÉn tendrían que restituirles sus antiguas colonias.

Los aspectos socialistas del nazismo evolucionaron; Hitler partió de fórmulas utópicas contra el interés, la gran propiedad, los trusts internacionales, idóneas para seducir a la pequeña burguesía. Pero al recibir el apoyo de los grandes magnates de la industria, el Führer se limitó a atacar al marxismo "generador de conflictos sociales"; a los judíos, "explotadores del pueblo alemán" y al parlamentarismo, "fuente de debilidad". Supo interesar a las clases dirigentes en su economía planificada, indispensable para llegar a la autarquía, y prepararse de este modo para el conflicto militar.

4. 2. La República de Weimar: 1919 1933.

Tras las derrotas de 1918 y el peligro de invasión, el Kaiser abdicó y se refugió en Holanda. La república nació rodeada por una atmósfera revolucionaria: los soldados y marinos de la retaguardia y los obreros constituyeron consejos al estilo de los soviets.

En marzo de 1919 un nuevo alzamiento revolucionario fue aplastado. La asamblea nacional constituyente, elegida por sufragio universal, era de mayoría socialista y aprobó una constitución que instituía un régimen parlamentario de cámara única: el Reichstag, con un presidente de la república dotado de poderes bastante amplios, que debía ser elegido por sufragio universal directo.

El tratado de Versalles significó para Alemania la perdida de numerosos territorios; le impuso una gravosa indemnización de guerra y redujo su ejército a 100.000 hombres. Los militares y las derechas hicieron de este tratado el símbolo de la humillación de Alemania y la base de su propaganda nacionalista,

Un doble peligro amenazó a la república de Weimar desde su nacimiento: el nacionalismo exacerbado y la crisis económica. Escapó al primero de ellos: fracaso de los "putsch" de Kapp Lutwitz (1920) y de Hitler (1923). Sin embargo no pudieron evitar la subida a la presidencia del candidato nacionalista Hindenburg.

La crisis de 1922 hizo que se perdiera la confianza en la moneda y estalló una inflación sin precedentes. El ministro de Exteriores, por otra parte, procuró ganarse la confianza de las potencias extranjeras, garantizando las fronteras, e ingresando en la Sociedad de Naciones. No obstante este periodo terminó con la crisis de 1929. A partir de los primeros años 30 la inquietud social aumentó. Entraba en escena el Partido Nazi de Hitler.

4. 3. El acceso al poder.

Hitler, miembro del Partido Obrero Alemán, tomó su dirección muy pronto y le dio el nombre de Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (N.S.D.A.P.). Sus miembros se reclutaron sobre todo en Baviera. El Partido tenía su periódico, el Völkischer Beobachter, y sus S.A. (Sturmabteilungen) para proteger sus reuniones y perturbar las de sus adversarios. Prohibido despuÉs del fallido putsch de Munich (1923), desempeñó una importante función a partir de 1925.

Ante los reproches efectuados por Strasser, líder nazi del N de Alemania, Hitler decidió nombrar por sí mismo a los jefes regionales (Gauleiter), y amplió su guardia personal de tropas de protección: S.S. (Schutzstaffeln), para independizarse progresivamente de las S.A.; en 1929 confió la dirección de las S.S. a Himmler.

El Partido Nazi explotó el descontento general surgido de la crisis económica y política a partir de 1930. Las S.A. y las S.S. formaban el más temible de los ejércitos privados que se disputaban el control político de Alemania. Cuando Hitler subió a la cancillería(1933), las S.A. recibieron funciones de policía y permitieron al partido ganar las elecciones en marzo de 1933: Hitler obtuvo plenos poderes el 23 de marzo de 1933. Goebbels, encargado del ministerio de Propaganda, controlaba todos los medios de comunicación de masas, lo que le permitió extender la ideología nazi: El Partido Nazi se convirtió en partido único.

En plena cresta del desastre económico y social, Hitler se encuentra optimista y agresivo: "Jamás en toda mi vida me había sentido tan bien y tan satisfecho de mí mismo como en estos días". Estaba comprobado cómo en una clase media en pleno hundimiento irrumpía el NSDAP como partido de masas.

Es el hundimiento de la República de Weimar. Con la caída del gabinete Muller, marzo de 1930, se acaba realmente el funcionamiento parlamentario, pues los gobiernos siguientes son gabinetes presidenciales que se apoyan en la confianza del presidente Hindenburg, y no en mayorías parlamentarias que dejan de existir desde las elecciones de septiembre de 1930. Hitler esperaba en esta ocasión unos 50 escaños, y el NSDAP obtiene 107, con más de siete millones de votantes. Los nacionalsocialistas, diezmando a los partidos burgueses del centro y de las derechas , habían llegado al límite de sus posibilidades electorales. En el Reichstag de 1932, entre nazis y comunistas reunían por primera vez más del 50 por 100 de los escaños.

El peligro comunista era hábilmente esgrimido por Hitler en sus contactos con los dirigentes financiero industriales. A los representantes de la gran industria pesada renana el cada vez más seguro candidato a la Cancillería les explicaba que si el NSDAP se derrumbaba, Alemania contaría días despuÉs con 10 millones más de comunistas. Además, Hitler contaba con el apoyo y la disposición de buena parte del ejército. De tal modo que los grandes industriales (Krupp, Siemens, Thyssen...) suscriben la propuesta de aceptar a Hitler como canciller, propuesta que hacen llegar al presidente Hindenburg.
El 26 de enero de 1933, el viejo Hindenburg les dice a dos generales: "No irán ustedes a creer, caballeros, que voy a nombrar canciller a ese cabo lancero austríaco." El día 30 lo nombraba canciller de un gabinete donde sólo había otros dos nazis: Frick y Goering.

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El día 30 de enero de 1933, los afiliados y simpatizantes del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores se lanzaron a la calle para celebrar un acontecimiento largo tiempo esperado: la llegada a la presidencia del Gobierno alemán del Führer nazi, Adolf Hitler.

Resultado electoral: noviembre 1932.

4. 4. La noche de los cuchillos largos.

El 11 de abril de 1934, Hitler se entrevistó a bordo del acorazado Deutschland con el ministro de la Defensa, Von Blomberg y los altos mandos militares. A cambio de su apoyo en la sucesión de Hindenburg, el Führer se comprometió a reducir el poder de las S.A. y a incrementar los efectivos de la Reichswehr.

La vasta conspiración culminó el 30 de junio en la llamada noche de los cuchillos largos, en la que el dirigente de la S.A. , Strasser, y varias docenas de significados nazis fueron asesinados por los hombres de las S.S.

Los empresarios lograron una favorable legislación laboral y bastante libertad de iniciativa. Los militares obtuvieron todo tipo de compensaciones materiales y morales a cambio de su sometimiento al Führer.

El 2 de agosto de ese año falleció el presidente de la República, general Hindenburg, el canciller del Reich asumió la jefatura del Estado sin ninguna oposición. La República de Weimar había sucumbido definitivamente, el Führer conquistaba la última esfera del poder. El "Reich de los mil años" comenzaba su andadura.

4. 5. Organización del partido.

Tras la "Noche de los cuchillos largos" el partido era ya entonces una potente organización política. El número de sus afiliados había aumentado de manera considerable.

NSDAP MILITANTES
1925............................................. 27.000
1926............................................. 49.000
1927............................................. 72.000
1928............................................ 108.000
1929.............................................120.000
1930............................................ 380.000
1931............................................ 800.000

La jerarquía se componía, en orden ascendente, de jefes de bloque, jefes de célula, jefes de grupo local, jefes de círculo , quienes controlaban además a los funcionarios del estado; jefes regionales (Gauleiter).

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Hitler abandonó la dirección del partido al jefe de la cancillería: Rudolf Hess, hasta 1941; y posteriormente a Martin Bormann. Las S.A. dejaron de tener un papel predominante y se dedicaron al entrenamiento militar de la Hitler Jugend . Las SS aseguraron, desde 1934, la seguridad interior del Reich. Esta Élite tuvo una importancia capital bajo la dirección de Himmler, sobre todo a partir del momento en que penetró en el ejército agrupándose dentro de la Wehrmacht en divisiones: Waffen SS. El servicio de seguridad S.D. (Sicherheitsdienst), fundado en 1931 como policía de las propias SS, estaba dirigido por Reynhard Heydrich, que en 1936 obtuvo, junto con el mando de la policía de seguridad, la dirección de la policía secreta del estado (Geheime Staatspolizei) o Gestapo; si bien el conjunto de la policía estaba en manos de Himmler.

Las Juventudes Hitlerianas fundadas en 1926 se dividían en numerosas divisiones. Existían además, organizaciones que agrupaban a las amas de casa, a los agricultores, a los trabajadores, etc. Cada año los miembros del partido se reunían en Nuremberg en inmensos congresos.

La Segunda Guerra Mundial modificó la jerarquía del partido; los sucesores designados por Hitler fueron desapareciendo: Goering, Hess... Incluso las Waffen SS admitieron extranjeros en sus filas, hasta formalizar un total de 37 divisiones.

4. 6. Política racista: "La Solución Final".

Cuando Hitler llegó al poder, en 1933, había alrededor de 500.000 judíos en Alemania, los cuales destacaban en el campo de las finanzas, del comercio, las ciencias y las artes. Para Hitler no eran más que el "enemigo interior".

El Apartado 4° del programa de 24 puntos del Partido Nazi decía: "Nadie, excepto los miembros de la nación puede ser ciudadano del Estado. Nadie, salvo los que tengan sangre alemana, cualesquiera que sean sus creencias, puede ser miembro de la nación. Por consiguiente, ningún judío puede ser miembro de la nación".

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Hitler había llegado a una conclusión muy simple: la raíz de todos los males de la crisis de la posguerra en Alemania estaban en la conspiración judía. Por las calles de Alemania se podían ver prósperos almacenes y tiendas que eran propiedad de judíos alemanes, mientras muchos de sus conciudadanos no tenían ni siquiera pan.

“El judío nunca ha fundado civilización alguna, pero sí ha destruído cientos de ellas. No posee nada a lo que remitirse sino a su propia creación. Todo lo ha robado” (Hitler, discurso en Munich 1922)

El Partido Nazi se aprovechó de los ocultos resentimientos de los pequeños comerciantes frente al Éxito de los judíos en este terreno, y la espontánea violencia de la S.A y los violentos nazis surgieron casi inmediatamente.

Las raíces del antisemitismo alemán son profundas, pudiéndose rastrear ya desde el siglo XIX, con ejemplos tan significativos como Grattenauer y su panfleto Wieder die Juden (1803). Escrito que coincide con el despertar del nacionalismo alemán tras la invasión francesa, ocupación que además otorgó libertades y derechos a las minorías judías. Tras la caída napoleónica, el antisemitismo se hace virulento. Incluso los “Jóvenes Hegelianos” (Feuerbach, Bauer y Marx) arremeten contra los judíos: Marx y Bauer son autores de sendas obras acerca de la “cuestión judía” alrededor de 1820. Con la unificación alemana ya consolidada los círculos políticos conservadores son los más antisemitas del panorama y personajes como Treitschke, Stöcker o Marr redactan y manifiestan sus sentimientos de repulsa y peligro ante el judaísmo. Como muestra, en las elecciones de 1881 los antijudíos –que conforman una alianza conservadora- llegan a alcanzar la segunda posición en la representación parlamentaria.
Texto antisemita de finales del siglo XIX:

“La regla general para llegar a una solución no ya parcial sino integral de la cuestión judía no puede ser ni una construcción puramente intelectual, ni una construcción que repose sobre la idea de una mejora de los judíos. El objetivo inmediato, que en modo alguno es la meta final, es la ejecución política bajo apariencias y con medios modernos, de los que los siglos precedentes no realizaron de un modo suficiente. El resultado final de estas medidas, sistemáticamente limitadas, será la disminución de los judíos, tanto en lo que concierne a su número y a su riqueza como por lo que respecta de manera más general a su participación en el Estado y en la sociedad. De esta manera se establecerá la libertad interior de las naciones modernas, lo que evitará un mestizaje con una raza tan perniciosa como insoportable para estos pueblos. Tras las medidas limitadas, será preciso recurrir a los medios más rigurosos”

Dühring: Die Judenfrage als Frage des Raakschädlichkeit für Existenz, Sitte und Kultur der Volker. 1886. en SORLIN, Pierre: El antisemitismo alemán. Península, Barcelona, 1976; Documento 8: pág 139 y ss.
No fue hasta 1935 cuando el "problema judío" fue definido legalmente como inflexible. La gente era clasificada como alemán o judío, ario o semita. En el congreso anual del partido la violencia del antisemitismo popular que reinaba en las calles fue debidamente canalizado hacia las leyes. La nueva legislación antijudía, denominada Leyes Raciales de Nuremberg fue aprobada en el Reichstag por unanimidad. Estas nuevas leyes prohibían el matrimonio, así como las relaciones sexuales extramaritales entre alemanes y judíos ; en ellas se negaba el voto a todos los que se consideraba que tenían sangre judía.

Hacia 1938, los campos de concentración que inicialmente se habían establecido para la confinación de oponentes políticos, como comunistas y sindicalistas, vieron ampliado su papel, con objeto de efectuar trabajos forzados. A finales de mayo comenzaron los arrestos masivos de judíos y la mayor parte de los detenidos fueron enviados a Dachau.

A finales de 1938 las S.A. y simpatizantes del nazismo lanzaron un asalto nacional a las juderías, con matanzas de sus habitantes. Los líderes nazis locales y los alcaldes incitaban a las masas a quemar las sinagogas, destruir negocios, casas... En la noche del 9 de noviembre de 1938 (Kristallnacht) los incendios se extendieron por todo el territorio alemán, y los cristales de los escaparates rotos inundaron las calles de pueblos y ciudades.

De la eliminación fáctica de los judíos se encargó la Gestapo. El 20 de enero de 1942 Reinhard Heydrich convocó la Conferencia Wannsee en Berlín, donde propuso la "Solución final", que implicaba la eliminación sistemática de la población judía instalando cámaras de gas como mÉtodo más eficaz de ejecución. Las cifras de víctimas arrojadas por estos campos son brutales: Sobibor (250.000), Belzec (600.000), Chelmno (600.000), Treblinka (731.000), Maidanek (1.300.000), Auschwitz Birkenau (4.000.000); a los que hay que sumar un millón aproximado de judíos ejecutados en la Unión Soviética desde 1941 a 1942.
Günther Otto, un carnicero de veintiún años, destinado en el tren que transportaba carne fresca a la tropa, descreibió la experiencia en sus declaraciones en uno de los juicios de Nuremberg después de la guerra:

“Los miembros del tren de la carne y de la compañía de panaderos arrestaban sistemáticamente a todos los judíos que podían encontrar basándose en sus características faciales y en su lenguaje, pues muchos de ellos hablaban yiddish. El Obersturmführer Braunnagel, de la compañía de panaderos, y el Untersturmführer Kochalty eran los encargados de las redadas. A continuación se formaba un pasillo entre dos hileras de soldados. La mayor parte de ellos eran miembros del tren de la carne y de la compañía de panaderos, aunque algunos formaban parte de la 1ª División de Cazadores de Montaña. Después se obligaba a los judíos a pasar en medio de las dos hileras y, mientras lo hacían, los soldados los golpeaban con las culatas de los fusiles y las bayonetas. Al final del pasillo se encontraban varios oficiales de las SS y de la Wehrmacht, provistos de pistolas automáticas con las que disparaban a los judíos hasta darles muerte en el momento en que entraban en el cráter de una bomba [que se usaba como fosa común]. [Los altos mandos del regimiento] formaban parte del grupo que efectuaba los disparos. De esta manera, mataron entre cincuenta y sesenta judíos”

RHODES, Richard: Amos de la muerte. Los SS-Einsatzgruppen y el origen del holocausto. Seix Barral, Barcelona, 2003, p. 110-111

4. 7. El final de la Alemania nazi.

Hitler practicó desde el principio una política exterior agresiva, iniciada con la restablecimiento del servicio militar obligatorio. Siguió con la ocupación de Renania (1936) y la participación en la guerra civil española (Legión Cóndor), la constitución del eje Berlín Roma, y la política de amenazas y anexiones. La primera anexión fue la de Austria (Anschluss, 1938), seguida de la de Checoslovaquia: los Sudetes, creación del protectorado de Bohemia y Moravia (1939). Finalmente el 1 de septiembre de 1939 las tropas alemanas invadieron Polonia, agresión que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.

Después de los grandes Éxitos iniciales, ocupación de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y Francia en 1940, y Yugoslavia y Grecia en 1941, la declaración de guerra a la URSS arrastró a Hitler a una campaña fatal. Se movilizaron todos los recursos humanos y materiales de Alemania. El país se transformó en un inmenso campo de trabajo forzado con mano de obra extranjera.

Después de la batalla de Stalingrado (1943) y de la creación de un segundo frente en Normandía (1944), Alemania perdió toda esperanza de vencer. Hitler se negaba a entablar negociaciones. Durante el invierno de 1944 1945 Alemania sufrió terribles bombardeos y fue invadida. Hitler y sus últimos fieles se suicidaron cuando acabó el sitio de Berlín. El 8 de mayo de 1945 el ejército alemán capituló sin condiciones. Era el fin de la Alemania Nazi.

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Después de la desaparición del régimen hitleriano (mayo 1945), el descubrimiento de los campos de concentración por los aliados mostró la intensidad de los crímenes nazis. El tribunal de Nuremberg, encargado de juzgar los crímenes de guerra, condenó a los jefes nazis y declaró criminales a cuatro de las agrupaciones nacionalsocialistas: estado mayor del partido, Gestapo, SS, y S.D..


5. LA EXPANSION DE LOS FASCISMOS.

Mucho antes de su abrupto final en 1945, el fascismo italiano suscitó considerable interés en toda Europa. Tanto el golpe de Estado de septiembre de 1923 del general español Primo de Rivera, que no era fascista, como la intentona de Hitler en Munich en noviembre de 1923, tuvieron como referente último el caso italiano de 1922.

La mayoría de los fascismos fueron movimientos interclasistas, con apoyo preferente en las pequeñas burguesías urbanas y rurales, y militancia mayoritariamente joven. Pero el PPF francés fue un partido obrero, la Guardia de Hierro rumana la integraron sobre todo, estudiantes y campesinos, el rexismo belga sólo estudiantes, y La Cruz y la Flecha húngara fue un movimiento de desempleados, estudiantes y campesinos sin tierras. Mussolini y Hitler eran de origen modesto y oscuro. La elite nazi la integraban, como la del fascismo italiano, seudo-intelectuales, tipos desclasados e inadaptados. Starhemberg y Mosley, por el contrario, eran aristócratas; Doriot, obrero de fábrica; Szalasi, militar; Codreanu, estudiante; Mussert, ingeniero; Ante Pavelic, el líder de la Ustacha croata, abogado; Degrelle, periodista; Quisling, ex-oficial de artillería. En suma, los distintos fascismos europeos fueron fenómenos singulares y particulares definidos por su propia especificidad. Pero tenían estilos, ideas, programas y hasta mentalidades comunes, si bien combinados en grados muy distintos: ultra-nacionalismo, elementos militaristas e imperialistas, antiliberalismo, anti-comunismo, sindicalismo nacional, agrarismo, populismo, culto al líder y a la fuerza, autoritarismo, mística del heroísmo, de la acción y de la violencia y un estilo militar y disciplinadamente ritualizado.

El fascismo combinó elementos revolucionarios y reaccionarios. La mayoría de las dictaduras que se implantaron en Europa entre 1920 y 1940 no fueron formas de fascismo -algunas de ellas reprimieron a los movimientos fascistas-, sino dictaduras de inspiración por lo general conservadora y a veces nacionalista, que ante el aparente fracaso de los sistemas de partidos y parlamentarios, quisieron establecer un nuevo tipo de orden político autoritario y estable como base del desarrollo económico y social de sus respectivos países.

Los Estados del Este y centro de Europa, en concreto, eran países de muy débil tradición democrática, con la excepción de Austria y de la nueva Checoslovaquia. Eran además países económicamente atrasados, si bien con ciudades como Viena, Praga y Budapest de excepcional modernidad, y predominantemente rurales, aunque con estructuras de propiedad de la tierra muy distintos, y con importantes enclaves industriales y mineros en varios de ellos. Por lo general, hubieron de hacer frente en los años de la inmediata posguerra, como ya quedó dicho, a gravísimos problemas económicos y políticos: problemas de vertebración nacional (Polonia, Hungría), pleitos fronterizos y reivindicaciones irredentistas (Hungría, Bulgaria), tensiones interétnicas (conflicto serbio-croata, cuestión macedónica), inestabilidad financiera, formidables devastaciones territoriales (Polonia, Hungría, Bulgaria), reorganización y reconstrucción económica, y problemas, finalmente, de régimen político (Hungría, Grecia). Ya se mencionó que en Hungría, el almirante Horthy, como reacción al desastroso episodio bolchevique de 1919, estableció en 1920 una dictadura contrarrevolucionaria y antisemita que duró 24 años, y que en Yugoslavia las violencias entre serbios y croatas hicieron que en 1928 el rey Alejandro I proclamara la dictadura.

El fascismo adquirió pronto un auge desigual pero evidente. Además, el rexismo belga, el nacional-socialismo holandés y el Movimiento Patriótico finlandés perdieron votos en las elecciones que con posterioridad a las citadas en el texto se celebraron en sus respectivos países antes de la II Guerra Mundial. El fascismo no prosperó en los países, como los mencionados, donde los valores democráticos, parlamentarios y constitucionales impregnaban ya profundamente la vida política. El fascismo distaba, pues, de ser un fenómeno genérico y homogéneo. Las diferencias, por ejemplo, entre el nacionalsocialismo alemán y el fascismo italiano eran, como se verá más adelante, considerables. En Austria, profascistas y pro-nazis estaban profunda y violentamente enfrentados: la Heimwehr aplastaría en julio de 1934 el intento insurreccional de los nazis austríacos. El rexismo belga era exaltadamente católico y la Guardia de Hierro rumana era de inspiración cristiana: la mayoría de los fascismos eran, sin embargo, aconfesionales, ateos o anticlericales. La Ustacha croata y la Guardia rumana recurrieron al terrorismo. Fascistas italianos y nazis alemanes hicieron de la violencia callejera una forma de acción política y de intimidación de la población: La Cruz y la Flecha húngara renunció explícitamente al uso de la violencia.
Las dictaduras del centro y este de Europa, nacidas todas ellas como regímenes fuertes y de autoridad, garantía de la regeneración, independencia y engrandecimiento nacionales, sucumbieron ante Hitler.

5. 1. EL FASCISMO EN LA EUROPA DEMOCRÁTICA.

5. 1. 1. Checoslovaquia.
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En Checoslovaquia hubo dos minúsculos partidos seudofascistas cuya fuerza electoral fue prácticamente nula. Incluso, el régimen que Hitler impuso en la Eslovaquia independiente que creó tras invadir y dividir el país en marzo de 1939 fue un régimen -dirigido por el Partido Popular Eslovaco de Andrej Hlinka y Monseñor Tiso- de significación cristiana y tradicionalista más que fascista o nazi (aunque fuera fanáticamente antisemita).

5. 1. 2. Francia.
En Francia, donde Acción Francesa había creado desde 1899 el núcleo principal de las ideas del nacionalismo reaccionario del siglo XX, proliferaron desde los años 20 las ligas, movimientos y grupos fascistizantes, pero casi ninguno adquirió fuerza política de relieve, entre otras razones porque la mística antifascista creada a partir de 1933 por la izquierda y sobre todo por escritores e intelectuales ganó en Francia la batalla de las ideas. La misma Acción Francesa derivó con el tiempo hacia el tradicionalismo monárquico, y en los años treinta, era una asociación abiertamente elitista, prestigiosa en medios intelectuales y universitarios católicos y aristocráticos, y hostil a la idea misma de la movilización de masas. En 1925, Georges Valois, que procedía de Acción Francesa, creó el primer movimiento francés de inspiración fascista, Faisceau, una traducción literal de la palabra italiana fascio, un fascismo sindicalista y de izquierda que llegó a disponer de unos 150 grupos locales pero que, falto de apoyos, se disolvió en 1928.

En 1927, se creó, bajo la presidencia del teniente coronel De La Rocque, la asociación de ex-combatientes Croix de feu (Cruz de fuego), liga de carácter ultranacionalista, con secciones femeninas y juveniles, que, fusionada con otros movimientos similares, llegó a tener unos 100.000 afiliados en 1934. Se dotó de un ritual fascistizante (grandes mítines de masas, desfiles, maniobras motorizadas) y pudo haber constituido el fundamento de un fascismo francés: pero la ideología cristiana y tradicionalista -familia, patria, trabajo- de La Rocque y de muchos de sus seguidores, sus contactos con la derecha liberal republicana (y no, con los enemigos de la República francesa) y la moderación política en momentos cruciales de La Rocque, hicieron de las Croix-de-feu un movimiento más próximo a la derecha católica conservadora que al fascismo (al extremo que, en un gesto de pacificación ante la creciente polarización de la vida francesa, el movimiento se autodisolvió en junio de 1936. La Rocque creó de inmediato el Partido Social Francés, que aceptó las instituciones republicanas y que, hasta su desaparición en 1940, se alineó con la derecha conservadora francesa). Un antiguo colaborador de Valois, Marcel Bucard, quiso revivir el fascismo puro y en 1933 creó, con dinero italiano y al estilo italiano -uniforme de camisas azules y boinas vascas-, el francismo: tampoco jugó papel significativo alguno. Sólo lo jugó el Partido Popular Francés, creado en julio de 1936 por Jacques Doriot (1898-1945), un obrero metalúrgico, militante socialista primero y luego, desde 1920, destacadísimo dirigente comunista -en 1931 sería elegido alcalde de Saint-Denis, el distrito rojo por excelencia de la región parisina-, expulsado en 1934 del Partido Comunista por su apoyo a la idea de un frente común de la izquierda (entonces todavía idea execrable para la dirección del PC).

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Pero incluso el éxito del PPF -300.000 afiliados en 1938, de ellos un 55-65 por 100 obreros- fue efímero: su actitud abiertamente proalemana le desacreditó en un país donde el sentimiento antialemán tras la guerra franco-prusiana y la I Guerra Mundial era casi consustancial con la identidad nacional (de ahí, la paradójica contradicción en que incurrieron el nacionalismo francés del siglo XX y muchos de los grupos y organismos citados: terminar integrados en el régimen formado en Vichy en 1940 por el mariscal Pétain tras la invasión alemana, como colaboracionistas de las fuerzas de ocupación y de los gobiernos títere impuestos por Hitler).

5. 1. 3. Bélgica.
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El caso de Bélgica fue parecido: proliferación en los años veinte de ligas y movimientos de ex-combatientes de carácter ultranacionalista, aparición relativamente tardía (diciembre de 1935) del único movimiento fascista políticamente relevante, el movimiento Christus Rex o rexista, de Léon Degrelle -11 por 100 de los votos y 21 escaños en 1936-, un fascismo monárquico de inspiración católica y populista, colaboracionismo posterior con la ocupación alemana.

5. 1. 4. Gran Bretaña.
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En Gran Bretaña, la Unión Británica de Fascistas creada en 1932 por el carismático e inteligente Oswald Mosley, un aristócrata militante durante años del partido laborista y ministro con este partido en 1929, no logró romper la estabilidad tradicional del sistema de partidos ni hacer del nacionalismo un factor de movilización política porque, como quedó dicho, parlamentarismo y liberalismo constituían desde el siglo XIX parte esencial e irrenunciable de la cultura política inglesa, y porque el tipo de ritual e ideas que Mosley quiso introducir -uniformes, marchas militares, antisemitismo- eran ajenos a los hábitos de comportamiento y a la sensibilidad del pueblo británico.


5. 1. 5. Holanda.
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En Holanda, parte de la gran comunidad germánica en los esquemas nazis, y en los países escandinavos, la influencia alemana, notable en muchos aspectos de la vida social y cultural, no fue suficiente para que los partidos de ideología nazi que se crearon -y se crearon varios- lograran apoyos significativos. Las excepciones fueron el Movimiento Nacional-Socialista holandés, creado en diciembre de 1931 por Anton Mussert -copia exacta del partido nazi alemán, con tropas de asalto, camisas negras, organización sindical y juvenil-, que llegó a tener unos 52.000 afiliados (en 1935) y a alcanzar el 8 por 100 de los votos -unos 300.000- en las elecciones provinciales de 1935.

5. 1. 6. Finlandia y Escandinavia.
El movimiento finlandés Lapua (luego, Movimiento Patriótico Popular) que en 1936 obtuvo el 8,3 por 100 del voto popular. No fueron, por tanto, excepciones formidables. En Suecia y Dinamarca, los partidos fascistas o nazis no llegaron siquiera a alcanzar la barrera del 2 por 100 de los votos.

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Tampoco en Noruega, contra lo que pudiera creerse visto el apoyo que los pro-nazis noruegos de Vidkun Quisling dieron a la invasión alemana de 1940 (Quisling, además, presidió entre 1942 y 1945 el gobierno impuesto por los alemanes): el partido de Quisling, la Unión Nacional Noruega, obtuvo en 1936 26.576 votos, menos también del 2 por 100 y a gran distancia de laboristas (618.616 votos), conservadores (310.324), liberales (232.784) y agrarios (168.038).

5. 2. . LAS DICTADURAS CONSERVADORAS.

5. 2. 1. Polonia.
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En Polonia, el mariscal Pilsudski (1867-1935), el héroe de la independencia y de la guerra contra la Rusia soviética, el creador de la nueva nación polaca, puso fin en mayo de 1926 a la joven República, que en sus pocos años de existencia, plagados de problemas, había vivido permanentemente al borde de la guerra civil en un clima de fragmentación e inestabilidad políticas extremas (más de 30 partidos en el Parlamento, 14 gobiernos en cinco años).

En Polonia, la dictadura de Pilsudski, que inicialmente contó hasta con el apoyo de los comunistas, fue en sus primeros años una dictadura benigna: se limitó a enmendar la Constitución reforzando los poderes de la Presidencia del gobierno -poderes que Pilsudski, hombre desdeñoso de la práctica cotidiana de la política, no ejerció personalmente salvo en algún momento excepcional- y permitió un considerable grado de libertad. Pero la prolongación de la situación y las actuaciones irregulares de la dictadura provocaron hacia 1929-30 el fin del consenso. Pilsudski respondió endureciendo la represión y apoyándose exclusivamente en los militares y en los círculos de sus colaboradores más próximos. Frente a la crisis de 1929, siguió una política deflacionista, que golpeó particularmente a las clases populares, y, tras la llegada de Hitler al poder, intentó una política de acomodación con la Alemania nazi que pudiese garantizar la independencia de Polonia. En abril de 1935, impuso una nueva Constitución, que pretendía perpetuar la dictadura que, en efecto, a su muerte (mayo de 1935), se prolongó en el llamado régimen de los coroneles, un régimen nacionalista y antisemita, bajo la presidencia de Ignacy Moscicki, con el jefe del Ejército Rydz-Smigli como hombre fuerte y el partido Campo de la Unidad Nacional, creado por el coronel Koc, como base política.

Los "coroneles" polacos intentaron seguir una política de equilibrio entre Alemania y la Unión Soviética. Fue inútil. A principios de 1939, Hitler anuló el pacto de no-agresión que había firmado en 1934 con Pilsudski. Más aún, las cláusulas secretas del pacto nazi-soviético de 25 de agosto de 1939 suponían la quinta partición de Polonia. El 1 de septiembre, tropas alemanas invadieron el país y se anexionaron Danzig: antes de un mes habían entrado en Varsovia (al tiempo que el Ejército soviético ocupaba importantes territorios en la Polonia oriental).

5. 2. 2. Hungría.
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En Hungría habían surgido también desde 1919-20 numerosos grupos, ligas y movimientos de naturaleza y significación fascista o filofascista, ultraderechistas y nacionalistas. Pero la dictadura de Horthy (1920-1944) o impidió su desarrollo o terminó por absorberlos: Gyula Gömbos, un oficial del Ejército vinculado a uno de los grupos fascistas creados en 1919, sería nombrado primer ministro en 1932. Hubo una excepción: el Partido de la voluntad Nacional (o Movimiento Hungarista o La Cruz y la Flecha dado que el emblema del partido era una cruz flechada), creado en 1935 por fusión de varios de aquellos grupúsculos y dirigido por otro oficial, Ferenc Szalasi, cristalizaría en un verdadero movimiento de masas, con amplio apoyo campesino y obrero. En las elecciones de 1939, por ejemplo, La Cruz y la Flecha obtuvo cerca de 750.000 votos -de un electorado de dos millones y medio- y 31 escaños (en una cámara de 259 diputados).

El régimen de Horthy, que en los años veinte supuso sencillamente el retorno de la antigua oligarquía imperial húngara, logró entre 1922 y 1932 estabilizar la economía del país e impulsar un notable desarrollo industrial. El conde Bethlen, que gobernó en todos esos años, mantuvo además un cierto pluralismo parlamentario, llevó a cabo una modesta reforma agraria, liberalizó los sindicatos e incluso toleró el retorno gradual de los socialistas a la vida pública. Pero no sobrevivió a los graves problemas financieros provocados por la crisis de 1929, que hundió las exportaciones de trigo, clave de la economía húngara. Horthy jugó entonces la carta del nacionalismo y del antisemitismo, encargando el gobierno en octubre de 1932 al filofascista y populista Gömbos, partidario del alineamiento húngaro con la Alemania nazi y la Italia de Mussolini (aunque ello no fue suficiente para frenar el crecimiento de la ultra-derecha húngara: el partido de La Cruz y la Flecha se creó precisamente en 1935). En Yugoslavia, la dictadura de Alejandro I, que concluyó en 1931 con la aprobación de una nueva Constitución menos democrática que la de 1920 -pues reforzaba el poder de las instituciones yugoslavas e ilegalizaba los partidos étnicos y particularistas-, no pudo poner fin a las tensiones entre las minorías nacionales.

La colaboración con el Eje permitió a Hungría recuperar entre 1938 y 1940 parte de Eslovaquia, Rutenia y Transilvania, la gran aspiración del irredentismo húngaro desde 1919. Como aliada de Alemania, en junio de 1941 Hungría declaró la guerra a Rusia; pero cuando Horthy -que personalmente detestaba a Hitler y los nazis- quiso negociar una paz separada con los aliados occidentales, Alemania, cuyo ejército ocupaba importantes posiciones en el interior del país, y que en 1943 ya había impuesto un gobierno afín, encarceló a Horthy (octubre de 1944) e impuso un gobierno nazi presidido por Szálasi.

5. 2. 3. Bulgaria.
En Bulgaria, el zar Boris III, que reinó entre 1918 y 1943, impuso en enero de 1935 una dictadura real, tras una larga etapa de disturbios y tensiones políticas, agravadas por el irredentismo búlgaro sobre los numerosos territorios perdidos en la I Guerra Mundial y por las derivaciones del problema macedonio. En efecto, desde 1919 el país había conocido sucesivamente: la llamada "dictadura verde" (1919-1923) del partido agrario dirigido por Alejandro Stambolijski; un golpe militar nacionalista contra éste (junio de 1923); varios y muy violentos conatos de insurrección comunista, durísimamente reprimidos; la violencia terrorista de la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia, terrorismo que aunque dirigido principalmente contra Yugoslavia y Grecia, también se volvió contra políticos búlgaros acusados de no apoyar suficientemente los derechos de los macedonios, o de buscar la amistad con los dos países citados; y un nuevo golpe de Estado militar y nacionalista en mayo de 1934.

A Bulgaria, la cooperación con la Alemania nazi le valió la recuperación de las Macedonias griega y serbia. Pero el zar Boris se abstuvo de declarar la guerra a Rusia y desde 1942-43 trató de negociar con los aliados.

(Continúa)

Lehto
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Mensaje por Lehto » Jue Jun 22, 2006 10:58 pm

5. 2. 4. Rumanía.
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Sólo otro movimiento fascista adquirió fuerza comparable en la Europa central y del este: la Guardia de Hierro rumana (o Legión del Arcángel San Miguel, según su nombre original), creada en 1927 por Corneliu Z. Codreanu (1899-1938), un estudiante nacionalista, visionario y fanático -al estilo de Hitler-, movido, además, por una especie de misión de salvación cristiana de Rumanía. Movimiento violento que a partir de 1932 recurrió a la acción terrorista, la Guardia de Hierro obtuvo, en las elecciones de 1937, 66 de los 390 escaños del Parlamento, lo que hizo de ella la tercera fuerza del país.

La instauración en 1938 de la dictadura del rey Carol detuvo, sin embargo, su ascensión: catorce dirigentes del partido, entre ellos Codreanu, fueron violentamente eliminados. En los demás países de esa región europea, los movimientos fascistas no tuvieron tanta importancia.

Finalmente, en Rumanía, el 18 de febrero de 1938, el rey Carol II (que reinó de 1930 a 1940), ante el crecimiento del fascismo de la Guardia de Codreanu y la creciente polarización del país, reflejada en las elecciones de 1937, suspendió la Constitución de 1923 -que había introducido un sistema democrático y parlamentario viciado en la práctica por la corrupción electoral y el intervencionismo político de la Corona-, suprimió los partidos políticos, formó un gobierno de concentración nacional presidido por el Patriarca de la Iglesia ortodoxa, y tras un plebiscito popular fraudulento impuso una nueva Constitución claramente autoritaria y antidemocrática, con un parlamento corporativo y un electorado restringido. La eficacia, naturaleza y duración de estas dictaduras fueron tan dispares como sus orígenes.

En Rumanía, los alemanes tuvieron su hombre en el general Antonescu (1882-1946), militar prestigioso y de claras simpatías fascistas que encabezaba el gobierno desde 1940 y que, tras exiliar al rey Carol en septiembre de ese año -a la vista de la campaña ultranacionalista y antimonárquica desencadenada por los sucesores guardistas de Codreanu- asumió plenos poderes dictatoriales (con el título de Conducator, equivalente rumano de Duce y Führer). Antonescu, que a veces gobernó con la Guardia de Hierro pero que la reprimió con dureza cuando le fue preciso -con el asentimiento y la ayuda alemanes, además- llevó a Rumanía a la guerra como aliado de Alemania.

5. 5. 5. Yugoslavia.
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En Yugoslavia, en 1929 se creó, con financiación italiana, la Ustacha ("Insurgencia") croata, que fue más una organización terrorista clandestina que un movimiento de masas, y que sólo llegó al poder impuesta por el Ejército alemán, que, tras invadir Yugoslavia, creó en 1941 una Croacia independiente.

El propio rey fue asesinado en octubre de 1934, en Marsella, por un macedonio al servicio del terrorismo croata. Su sucesor, el príncipe regente Pablo -que ejerció la regencia en nombre del joven rey Pedro II- siguió en principio una política centralista y proserbia encarnada por Milan Stojadinovich, jefe del gobierno de 1935 a 1939, pero que al tiempo -y pese al estilo fascistizante del primer ministro- supuso una relativa apertura democrática y buscó, además, la atracción del nacionalismo croata moderado. Así, en 1935 Yugoslavia firmó un concordato con la Santa Sede que reconocía los mismos derechos a los católicos -esto es, a los croatas- que a los ortodoxos. Pero no bastó. Al contrario, la apertura fortaleció al nacionalismo croata y ello, más la fuerte oposición que suscitaron el estilo de gobierno de Stojadinovich y su política exterior (Concordato, amistad con Bulgaria, acuerdo de no agresión con Italia, dos de los enemigos históricos del país), forzaron su dimisión. En agosto de 1939, el regente restableció el sistema federal mediante un "acuerdo" (Sporazum) que reconocía una amplia autonomía a Croacia. Pero el problema era ya casi insoluble: el "acuerdo" de 1939 irritó al nacionalismo radical serbio, radicalizó al independentismo croata del Ustacha y despertó las aspiraciones autonomistas de las restantes minorías.

En Yugoslavia, un golpe de Estado de militares pro-occidentales acabó el 27 de marzo de 1941 con la regencia del príncipe Pablo, que desde 1938-39 había basculado, como los demás países de la región, hacia Alemania e Italia. Diez días después, los alemanes desencadenaron un violentísimo ataque por aire y tierra y en pocos días ocuparon toda Yugoslavia. Ésta fue dividida. Eslovenia quedó incorporada a Alemania, Dalmacia a Italia, la Vojvodina a Hungría y Kosovo a Albania. Serbia fue colocada bajo administración alemana; Croacia fue declarada Reino independiente y a su frente alemanes e italianos pusieron a Ante Pavelic, el líder del Ustacha, que desencadenó una represión verdaderamente atroz contra las minorías serbia y judía.

5. 6. 6. Portugal.
Ésta fue otro ejemplo significativo de la crisis que la democracia sufrió en la Europa del período de entreguerras. Cronológicamente, fue una de las primeras. La dictadura portuguesa fue instaurada por el pronunciamiento militar de 28 de mayo de 1926 encabezado por el general Gomes de Costa (muy pronto sustituido por el también general Carmona) y fue desde luego una de las más largas y exitosas: duró hasta 1974.

La dictadura llegó por agotamiento de la experiencia democrática que se inició en 1910 con la proclamación de la República. Falta de autoridad y de instituciones moderadoras, amenazada por la contrarrevolución monárquica, el faccionalismo republicano y el intervencionismo militar, sometida a una creciente polarización por cuestiones religiosas y sociales y marcada por un estrepitoso fracaso económico y financiero -el escudo se depreció en un 2.800 por 100 entre 1911 y 1924-, la República portuguesa naufragó: nueve presidentes, 45 gobiernos (uno cada cuatro meses), 25 revoluciones y golpes de Estado, tres dictaduras contrarrevolucionarias, un Presidente, Sidonio Pais, y un jefe de gobierno, Antonio Granjo, asesinados, todo en dieciséis años.

La dictadura portuguesa, como otras dictaduras europeas, se inspiró en el ejemplo italiano de 1922 (y en el español de 1923). Pero no fue, como no lo fueron aquéllas según se ha visto, un régimen fascista.

Inicialmente, el régimen portugués fue una dictadura militar, preocupada ante todo por el mantenimiento del orden público y la suspensión de toda actividad política. Incapaces de resolver los problemas económicos de Portugal, los militares llamaron al ministerio de Hacienda a un catedrático de Economía de la Universidad de Coimbra, ya conocido y respetado en los medios católicos y reaccionarios, Antonio de Oliveira Salazar (1889-1970), un hombre de origen campesino y humilde, antiguo seminarista, muy religioso, soltero, ascético, de vida privada reservada, anodina y austera, que en muy poco tiempo logró, mediante una política muy conservadora de economías y ahorro, estabilizar la moneda, reducir el déficit y restaurar la confianza internacional en la economía portuguesa.

Salazar -que ejerció como primer ministro de 1932 a 1969- institucionalizó la dictadura y le dio una significación política clara y precisa (y distinta, sin duda, de los vagos y contradictorios proyectos iniciales de los militares). Creó un régimen, el llamado Estado Novo, anti-liberal, antidemocrático, contrarrevolucionario, católico y corporativo, inspirado en las directrices sociales del catolicismo conservador portugués.

La Constitución de 1933, en efecto, además de establecer una especie de "diarquía" entre la jefatura del Estado -ejercida por Carmona hasta 9.951- y la del gobierno, detentada por Salazar hasta su muerte, creaba un Estado fuerte, en el que el gobierno era responsable no ante las cámaras sino ante el Presidente (elegido cada siete años) e introducía un sistema de representación corporativa, en el que grupos y corporaciones (gremios, casas de pescadores, universidades y similares) y no los individuos, constituían la base de la representación, y en el que las cámaras (Asamblea Nacional y Cámara Corporativa) tenían muy escasas competencias. Los partidos políticos fueron prohibidos, salvo el partido gubernamental, la Unión Nacional, que Salazar creó desde arriba -diferencia esencial con los movimientos fascistas- y que perfiló como una entidad de integración nacional que trascendía los partidos políticos.

El salazarismo fue, por tanto, una especie de corporativismo católico y autoritario. Más que a la ideologización de las masas, el salazarismo aspiró a su desmovilización. Salazar no creó un estilo fascista. El movimiento fascista portugués, el Movimiento Nacional-Sindicalista de Rolao Preto, fue liquidado en 1934. La dictadura portuguesa no fue por ello menos represiva. Salazar hubo de hacer frente a intentos de restauración democrática (1927) y a insurrecciones de carácter obrerista (1934) y desde 1945, a una creciente oposición.

El régimen portugués se apoyó en todo momento en el Ejército y dispuso desde 1933 de una policía política, siniestro instrumento de una represión eficaz, amplia y continuada. Pero la represión, la censura y el control no explicarían su duración. El catolicismo y el pragmatismo de Salazar sin duda apelaron a los valores y preocupaciones de una buena parte de la sociedad portuguesa.

La dictadura creó una administración eficiente, reforzó la integración entre Portugal y sus colonias, desarrolló un vasto programa de obras públicas -ferrocarriles, carreteras, presas hidraúlicas- que cambió la infraestructura del país (y que permitiría su progresiva industrialización, que se inició a partir de 1950-60) y saneó la economía, aunque Portugal siguiese siendo durante muchos años un país rural y pobre, y cerca de un millón de portugueses optaran por la emigración entre 1921 y 1940.

El pragmatismo de Salazar, finalmente, mantuvo a Portugal fuera de la II Guerra Mundial. Había apoyado a Franco en la guerra civil española (1936-39). Pero la neutralidad que observó durante la contienda mundial y su especial relación amistosa con Gran Bretaña, y a través de ella con los aliados, hicieron que, paradójicamente, la dictadura portuguesa se encontrara en 1945 al lado de los países democráticos.

5. 5. 7. Austria.
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La República austríaca no recuperó su legitimidad política tras los violentos sucesos del 15 de julio de 1927 (también ya mencionados en un capítulo anterior). La depresión económica de 1929-33 -crisis internacional pero que comenzó con la quiebra del banco austríaco Kredit Anstalt y que fue particularmente grave en el país- puso fin además a la gradual recuperación económica que había ido produciéndose a lo largo de los años veinte. La llegada de Hitler al poder en 1933 supuso una amenaza directa para la seguridad del país: los nazis austríacos, además, desencadenaron de inmediato una intensa y violenta oleada de agitación pro-alemana. En esas circunstancias, el canciller Engelbert Dollfuss (1892-1934), que había sustituido a Seipel al frente del derechista Partido Social Cristiano, optó por una política de colaboración con la Heimwehr del príncipe Starhemberg y de amistad con la Italia de Mussolini. En 1934, tras suspender previamente el Parlamento, limitar las libertades democráticas y prohibir el partido nazi, deshizo a la oposición socialista tras una breve guerra civil de cinco días (12 al 16 de febrero), en la que las fuerzas del gobierno bombardearon el principal barrio obrero y socialista de Viena, e impuso (30 de abril) una nueva Constitución que convertía Austria en una dictadura católica y corporativa.

El caso austríaco fue paradigmático y premonitorio. La dictadura de Dollfuss sirvió para muy poco. El gobierno pudo controlar el intento de golpe nazi de 25 de julio de 1934 -en el que Dollfuss fue asesinado-, pero la política de su sucesor, Schuschnigg, de salvaguardar la independencia de Austria mediante la amistad con la Alemania hitleriana fue un completo fracaso: el Ejército alemán ocupó el país el 12 de marzo de 1938 y los nazis austríacos proclamaron la unión con Alemania. En Hungría, Horthy, tras la muerte de Gömbos en marzo de 1936, propició el retorno a políticas más moderadas y tradicionales, reprimió al movimiento nazi-fascista de Szálasi e impulsó una política exterior que, aun reforzando la amistad con Alemania, tendiese puentes con Austria y con otros países balcánicos y con Occidente.

5. 5. 8. Grecia.
En Grecia, el 4 de agosto de 1936, el general Metaxas (1871-1941), con el apoyo del rey Jorge III, disolvió el Parlamento y los partidos políticos, con el pretexto de prevenir una supuesta revolución comunista, y estableció una dictadura militar después también de una larga etapa en la que el país había vivido dividido y polarizado por la cuestión monárquica. Constantino I había sido obligado a abdicar en septiembre de 1922 como consecuencia de su actitud pro-alemana en la guerra y a causa de la derrota griega ante Turquía en 1922. Su sucesor, Jorge II, abandonó Grecia en diciembre de 1923 tras la gran victoria de los republicanos de Eleuterio Venizelos (1864-1936) en las elecciones de ese mes y la posterior proclamación de la república (1924-1935). La Monarquía fue restaurada en 1935, primero por el Parlamento -presionado por el general Kondylis, que se había hecho con el poder por la fuerza en octubre- y luego por el país en un irregular plebiscito: la experiencia republicana liderada por Venizelos, que pareció estabilizarse entre 1928 y 1932, había entrado en un período de enfrentamientos y tensiones graves como consecuencia del impacto que sobre el país tuvo la crisis económica mundial de 1929.

Metaxas creó un régimen que él mismo llamó "totalitario". La dictadura militar impulsó un vasto programa de obras públicas e introdujo una amplia legislación social paternalista y protectora para las clases trabajadoras. Como los coroneles polacos, el régimen griego trató de mantener una política de equilibrio entre el Eje de un lado y Gran Bretaña y Francia (que en abril de 1939 garantizaron la integridad e independencia de Grecia) de otro. Pero la Italia fascista, al atacar Grecia en octubre de 1940, rompió el equilibrio. Ello provocó la unidad de Grecia en torno al régimen militar: los griegos derrotaron a los italianos, pero no pudieron resistir la posterior invasión alemana (abril de 1941).





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KLEIN, Claude: De los espartaquistas al nazismo. La República de Weimar. Madrid, Sarpe, 1985

KOEHN, Barbara: La resistencia alemana contra Hitler: 1933-1945. Alianza, Madrid, 2005.

MICHEL, Henri: La Segunda Guerra Mundial. Akal, Madrid, 1991.

NOLTE, Ernst: La crisis del sistema liberal y los movimientos fascistas. Barcelona, Península, 1987.

PARIS, Robert: Los orígenes del fascismo. Madrid, Sarpe, 1985.

PAXTON, Robert: Anatomía del fascismo. Península, Barcelona, 2004.

PAYNE, Stanley: Falange. Historia del fascismo español. Madrid, Sarpe, 1985.

RHODES, Richard: Amos de la muerte. Los SS-Einsatzgruppen y el origen del holocausto. Seix Barral, Barcelona, 2003.

RYAN, Cornelius: La última batalla. La caída de Berlín y la derrota del nazismo. Salvat, Madrid, 1994.

SPEER, Albert: Memorias. El Acantilado, Barcelona, 2001.

TOYNBEE, Arnold: La Europa de Hitler. Madrid, Sarpe, 1985.

TRAVERSO, Enzo: La violencia nazi. FCE, México, 2003.

TREVOR-ROPER, Hugh (ed.): Las conversaciones privadas de Hitler. Crítica, Barcelona, 2004.

TREVOR-ROPER, Hugh: Los últimos días de Hitler Alba Editores, México, 2000.

platoon
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Mensaje por platoon » Jue Jun 22, 2006 11:43 pm

*** lehto,,,tengo ya para leer pa un mes,,,muchas gracias!!! alah!! a empaparse un poco de historia...gracias otra vez... :wink:
GEORGE S. PATTON: Agárralo por la nariz, para darle una buena patada en el culo.
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maximus

Mensaje por maximus » Vie Jul 14, 2006 5:44 am

He notado que en estos estupendos textos faltan referencias a un importante episodio de entreguerras, como fue la guerra civil rusa. Así que añado parte de un artículo sobre este asunto y algunos comentarios.

http://en.wikipedia.org/wiki/Russian_Civil_War

Tras la abdicación del Zar Nicolás II y la turbulenta revolución de febrero de 1917 se estableció un gobierno provisional que pretendió continuar la guerra mundial contra los Imperios Centrales, pero en Octubre de 1917 tuvo lugar una nueva revolución liderada por el Partido Bolchevique que, entre otras cosas, disolvió la asamblea constituyente en curso, que intentaba establecer un gobierno parlamentario de corte occidental (más o menos lo que hay ahora, finalmente) para crear un régimen revolucionario dirigido por líderes obreros. Este gobierno inició negociaciones para llegar a una paz con Alemania, lo que finalmente se consumó en el tratado de Brest-Litovsk, de marzo de 1918, por el cual los rusos cedían grandes cantidades de territorio nacional al enemigo, entre otras cosas, toda Ucrania y los Estados bálticos.

Este tratado de paz provocó la indignación de numerosos sectores conservadores y nacionalistas, así como la de los Estados que luchaban contra Alemania, la cual ahora había alcanzado la victoria en el Este y podía dirigir la totalidad de sus recursos militares en el Oeste. Este hecho fue decisivo a la hora de movilizar contra los bolcheviques a sus numerosos enemigos políticos rusos.
La guerra civil rusa tuvo lugar a lo largo de tres frentes principales: el lejano Este, el Sur y el Noroeste, y podríamos dividirla en tres periodos cronológicos.
El primer periodo comenzó a finales de Noviembre de 1917, recién instalado el gobierno bolchevique, cuando se sublevan los cosacos del Don. Esta rebelión se sumará a la de los elementos militares descontentos por la firma del Tratado de Brest-Litvosk, en marzo de 1918. La lucha tuvo un carácter esporádico y móvil, casi propio de guerra de guerrillas. Los cosacos toman Rostov en Diciembre de 1917 organizados por altos jefes militares zaristas. Reino Unido y Francia envían tropas a los puertos rusos en apoyo de los rebeldes como consecuencia del abandono de la Rusia soviética de la guerra contra Alemania (Brest-Litovsk, marzo de 1918). Los encuentros de estas fuerzas extranjeras con los bolcheviques fueron de escasa relevancia.
Es en este momento, primavera de 1918, cuando los mencheviques y el partido social-revolucionario se unen a la lucha armada contra los bolcheviques. Lo hacen cuando se consuma la paz con Alemania y se hacen notorios los pasos de los bolcheviques para establecer una dictadura. Los revolucionarios democráticos contaban, sobre el papel, con el apoyo popular y la autoridad moral que les daba la Asamblea Constituyente rusa, democráticamente elegida en 1918. Sin embargo, estos contrarrevolucionarios encontraron poco apoyo en las fuerzas militares.
Caso relevante fue el de la Legión Checa, unos 30.000 hombres, exprisioneros de guerra y desertores del Ejército Austro-húngaro que deseaban volver a su país, bajo el liderazgo del político checo Masaryk. En las circunstancias de confusión que siguieron al tratado de Brest-Litovsk, los checos se rebelaron en Siberia Central, donde tomaron posiciones estratégicas, capturando la ciudad de Ekaterinburg, en el Volga, en el verano de 1918, días después de que el Zar y su familia fueran asesinados allí por orden de las autoridades bolcheviques.
Con el apoyo de los checos, los socialistas democráticos crearon el Komuch, autoridad derivada del poder representativo de la Asamblea Constituyente, con un programa social para los campesinos menos radical que el de los bolcheviques. El Komuch extiende su poder por la zona de los Urales.
Se crean también entidades gubernamentales de corte más conservador en diversas regiones de Siberia y Asia Central, y en Septiembre de 1918 se crea un Directorio de coalición con su capital en Omsk, Siberia Central.
El nuevo gobierno pronto quedó bajo la influencia del jefe militar supremo, Almirante Kolchak y en Noviembre de 1918 éste arrestó a los miembros civiles del Directorio, convirtiéndose en único mandatario y arruinando cualquier esperanza de restauración democrática. En Diciembre de 1918, Kolchak capturó nuevas posiciones en los Urales.

El segundo periodo fue el más importante y duró de Enero a Noviembre de 1919. Los ejércitos Blancos (antibolcheviques) avanzaron desde el Sur (general Denikin), desde el lejano Este (Kolchak) y el Noroeste (Yudenich). Estuvieron cerca de alcanzar la victoria, pero el Ejército Rojo dirigido por Trotsky rechazó a Kolchak en Junio y a Denikin y Yudenich en octubre.
A primeros de 1919 los bolcheviques se mantenían firmes en el núcleo poblacional, económico y social de Rusia, más o menos coincidente con la antigua Moscovia: desde Petersburg a Zaritzin (Stalingrado), incluyendo por supuesto Moscú.
En el Este gobernaba Kolchak y en el sur estaban los Cosacos. El general Denikin tenía un ejército en el Cáucaso y Yudenich otro en Estonia. La intervención extranjera era también notable, ya que los franceses ocupaban Odessa, en el Mar Negro, los británicos y norteamericanos los puertos del norte (Murmansk y Arcángel) y los japoneses Vladivostok. La Rusia bolchevique se encontraba completamente rodeada y aislada del mundo exterior donde, de hecho, no contaban con ningún gobierno amigo. Durante estos años, sin embargo, los bolcheviques practican un oportunista pluralismo, logrando atraer a diversos elementos populares y para defender la Revolución de la reacción numerosas facciones no bolcheviques luchan eficazmente al lado del Ejército Rojo. Los anarquistas liderados por Nestor Makhno, por ejemplo, llegarán a ser importantes en Ucrania. La tolerancia soviética de esta época llegará al punto de que durante algún tiempo se aceptará a los numerosos objetores de conciencia rusos que son seguidores de las doctrinas pacifistas de León Tolstoy, fallecido en 1910.
En estas circunstancias, y bajo el mando político-militar de Leon Trotsky, los bolcheviques reorganizaron el Ejército Rojo y contraatacaron. En febrero de 1919 retomaron Kiev, derrotando a los cosacos. En marzo cayó Rostov. Destruídas las fuerzas cosacas, los franceses abandonaron Odessa sin lucha, en abril.
Sin haber acabado las batallas en Ucrania, Trotsky envió al excomandante zarista Tukhachevsky contra Kolchak al Este. La lucha fue larga y dura, pero a fines del año, Tukhachevsky tomó Omsk, la capital de Kolchak, mientras los anglobritánicos se retiraban de los puertos de Murmansk y Arcángel sin comprometerse demasiado, limitándose a seguir enviando ayuda militar al Ejército Blanco, particularmente a las fuerzas de Yudenich (en el Báltico).
Mientras los bolcheviques atacaban a Kolchak en las enormes extensiones de Siberia, el ejército del Cáucaso, ahora bajo el mando de Wrangel, atacó hacia el Norte, intentando distraer fuerzas enemigas. Wrangel capturó Zaritzin (Stalingrado) en el verano de 1919, pero Tukhachevsky contraatacó, expulsando a los blancos. Por el contrario, los cosacos reaccionaron y lograron retomar Kiev. Poco después, Tuchachevsky lograría derrotarlos de nuevo.
Mientras los rojos hacían retroceder a todos sus enemigos en Ucrania, el Cáucaso y Siberia, el general Yudenich atacó desde Estonia con apoyo británico. En octubre de 1919 llegó a las afueras de Petersburg, pero Trotsky personalmente dirigiría la resistencia. Yudenich regresaría a su base de Estonia, y los estonianos lograrían detener a los bolcheviques y salvar su independencia, con la condición de expulsar a Yudenich y su ejército.
Para cuando comienza 1920, el ejército bolchevique, cuya superioridad numérica es aplastante y que cuenta con buenos jefes militares profesionales, como Tukhachevsky, y jefes políticos eficientes, como Trotsky, ministro de la guerra, ha eliminado el prestigio de los jefes enemigos. Kolchak es entregado por “enemigos internos” a los bolcheviques, que lo ejecutan. Con la desaparición de Kolchak ya no queda resistencia organizada a los bolcheviques en el Este.
En abril de 1920, los checos también abandonan Rusia, de regreso a su país, y los soviéticos se ven complicados en un nuevo conflicto bélico con Polonia, en el que sufrirán un revés temporal que quizá evitó la extensión de la violencia revolucionaria a toda Europa Central.
El período final de la guerra civil rusa se considera que fue el asedio de las últimas fuerzas organizadas del ejército blanco en Crimen. El general Wrangel reune los restos de los ejércitos de Denikin y retiene sus posiciones, mientras los bolcheviques están ocupados combatiendo a los polacos (guerra ruso-polaca). Una vez acabada esta campaña, la superioridad del Ejército Rojo se impone y los Blancos se retirarán definitivamente en noviembre de 1920
El general Wrangel resistirá en Crimea y, tras la derrota bolchevique en la guerra contra los polacos en 1920 intentará aprovechar la coyuntura para atacar hacia el norte, pero es derrotado y él y sus hombres abandonan Crimea en noviembre de 1920, evacuados por la flota británica
Los japoneses se retirarán de Siberia Oriental en octubre de 1922, cuando por fin los soviéticos puedan tomar el control efectivo sobre todo el enorme y desorganizado territorio.
Los rojos mantuvieron durante toda la guerra la zona central del país, que era también la zona industrial, lo cual les dio el control sobre los ferrocarriles y la producción de municiones. Controlaban la mayor población y a partir de 1919 crearon enormes ejércitos mediante la cronscripción. Llegaron a tener 3 millones de hombres en sus filas a finales de 1919 y hasta 5 millones en 1921. Contaron asimismo con más de 75000 oficiales zaristas bajo sus órdenes. Se calcula, en cambio, que los blancos jamás llegaron a tener más de 250.000 hombres
Trotsky resultó ser un efectivo organizador aunque no responsable directo de las operaciones militares, que entregó a hombres capaces, al tiempo que utilizaba el sistema de comisarios políticos para controlar la lealtad de las tropas.
Por el contrario, los blancos eran débiles por causa de que pretendían reunir a grupos con intereses muy diferentes, desde el socialismo democrático al deseo de restauración del zarismo autocrático. De esa forma no pudieron ofrecer un programa coherente a la población. Tampoco Kolchak fue un comandante supremo eficaz, ni en lo militar ni en lo político. No consiguió mantener la lealtad de la Legión Checa, su mejor fuerza militar y, peor todavía, no ganó el apoyo de los líderes aliados extranjeros. Nadie reconoció en el extranjero como legítimo al gobierno de Kolchak. Tampoco se ganaron el apoyo de finlandeses, polacos y los estados bálticos, pues no aseguraban su independencia en el futuro-
En el terreno militar, su dispersión en las inmensas distancias rusas les impidió a los blancos coordinarse, mientras que los rojos mantenían el control de los ferrocarriles. Por otra parte, el comportamiento de los blancos contra la población civil se basó en buena parte en el saqueo y el terror.
La guerra civil, sumada a a los padecimientos de la participación en la guerra mundial hasta principios de 1918 llevó a Rusia a la ruina. En 1920 hubo sequías y en 1921 se extendió una espantosa hambruna. Se calcula que perecieron hasta quince millones de personas, de los cuales sólo un millón cayó en combate. Todos los demás perecieron por hambre, enfermedad o masacres masivas (incluyendo terribles pogroms contra los judíos).
Un millón de personas abandonaron Rusia, dispersándose por toda Europa y Oriente, o refugiándose en los nuevos estados bálticos independientes. Muchos se convertirían en los famosos “rusos blancos”, entre los cuales había numerosas personas educadas y de la élite profesional. El novelista Vladmir Nabokov es uno de los casos más conocidos.
Económicamente, aunque el comunismo de guerra resultó eficiente durante el conflicto, la política de requisiciones y nacionalizaciones acabó teniendo efectos ruinosos en los años posteriores. Se calcula, por ejemplo, que el ganado pasó de 58 millones de cabezas a 37 y que la cosecha apenas alcanzó el 40 % del rendimiento anterior a la guerra.
Puede hacerse la observación de hasta dónde alcanza la similitud con la guerra revolucionaria de la república francesa hacia 1790. Recordemos cómo en aquella ocasión, el régimen revolucionario francés, con mandos militares improvisados y una administración gubernamental inexperta, logró derrotar a la totalidad de las fuerzas extranjeras enviadas contra ella (como en el caso de los bolcheviques, todas las potencias extranjeras eran enemigas). Dirigidos por dirigentes revolucionarios como Danton y Robespierre, millares y millares de conscriptos derrotaron a ejércitos profesionales y a otros improvisados que reunían antirrevolucionarios pero muy variados intereses. En estas luchas, los ejércitos revolucionarios, por cierto, tuvieron también brillantes comandantes profesionales que no eran revolucionarios ellos mismos, como Napoleón.
La diferencia, sin embargo, es que, en el caso francés, tras las victorias, el terror revolucionario acabó volviéndose contra sus líderes, y Robespierre acabaría siendo ejecutado, y el joven comandante Napoleón tomaría el poder. En el caso ruso, el terror revolucionario no llevó a la caída de Lenin y Trotsky, y fue el equivalente ruso de Napoleón, Tukhachevsky, el que sería finalmente ejecutado.
Hitler no supo aprender las lecciones de la guerra civil rusa. No comprendió que el régimen soviético poseía una gran capacidad propagandística y que su mensaje social era capaz de seducir a las masas a pesar de la brutalidad de la represión contra los disidentes. Tampoco comprendió que los comunistas eran, en el fondo, buenos organizadores militares y capaces de sacar partido a la industria militar incluso en circunstancias en extremo difíciles, así como capaces de movilizar a enormes masas de tropas.

En cambio, dio demasiada importancia a la eficiencia de los militares exzaristas a quienes Trotsky debió en buena parte su victoria. Estos militares fueron en un principio honrados por el Estado Soviético, pero una decena de años más tarde serían los primeros en ser purgados, circunstancia que los militares alemanes juzgarían alentadora para sus propósitos de invasión y destrucción de la URSS.
Tukhachevsky mismo sería fusilado junto con la mayoría de sus más brillantes colaboradores en los años 30. Se cree que Tukhachevsky y los suyos, sabedores de lo que los esperaba, intentaron un golpe de Estado, pero la conspiración se ahogó al nacer: el pueblo ruso seguía fiel a los ideales revolucionarios y nunca apoyaría una Junta Militar antisoviética.

Mijail Mijailovich
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Mensaje por Mijail Mijailovich » Vie Jul 14, 2006 8:11 am

Es interesante lo que fuentes similares (que no idénticas, dicen y dejan de decir):

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Civil_Rusa

"La Guerra Civil Rusa tuvo lugar entre 1918 y 1922.

Tras el éxito de la Revolución Rusa el nuevo gobierno bolchevique firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, el cual fue ratificado el 6 de marzo de 1918; por este acuerdo se pactaba un armisticio unilateral y la salida de Rusia de la I Guerra Mundial.

Esta paz negociada era la única opción para el gobierno revolucionario dado que el viejo ejército ruso, aunque había sido reorganizado en enero bajo la nueva denominación de Ejército Rojo, se encontraba en un estado de caos y falta de disciplina cuando los alemanes avanzaron en febrero de 1918.

Este tratado tuvo como consecuencia el levantamiento de grupos anti bolcheviques dentro y fuera de Rusia, que se organizaron para actuar contra el nuevo régimen. Winston Churchill declaró que la ideología bolchevique debía ser "estrangulada en su cuna".

Casi la totalidad de los frentes de la Guerra Civil cesaron en 1920, pero la resistencia continuó en algunas zonas del país hasta 1922; podemos citar el Levantamiento de Kronstadt, la Rebelión de Tambov y la resistencia final del Movimiento Blanco en el Este.

Los historiadores soviéticos tradicionalmente no aplican el calificativo "Rusa" y utilizan el término "Guerra Civil e Intervención Militar de 1917-1922", e incluyen tanto la guerra polaco-soviética y la resistencia en Ucrania, como la resistencia Basmachi y la intervención en Asia Central.

La guerra enfrentó al Ejército Rojo, formado por los comunistas y revolucionarios en el poder, con el Ejército Blanco, compuesto por conservadores y liberales favorables a la monarquía y socialistas contrarios a la revolución bolchevique.

Poster bolchevique de 1919 Bolshevik alusivo a los tres generales "blancos" Denikin, Kolchak y Yudenich como tres perros bajo el control de los Estados Unidos de Norteamércia, Francia e Inglaterra.
Imagen

Un grupo de nacionalistas y anarquistas denominado Verdes o Ejército Negro tuvo una pequeña intervención en la guerra, luchando contra los Blancos, los Rojos e incluso entre ellos mismos. La Triple Entente formada por Reino Unido y Francia intervino del lado de los Blancos, lo cual ocasionó el agravamiento de la guerra civil.

La contienda se desarrolló en tres frentes principales, Este, Sur y el Noroeste, y puede ser dividida en tres períodos:

El primer período duró desde la Revolución hasta el armisticio.

El primer grupo armado contrarrevolucionario fue el ejército de voluntarios en la región del Don, que luego se unió con la Legión Checoslovaca en Siberia. El Este estaba controlado por dos administraciones antibolcheviques, Komuch en Samara y el gobierno nacionalista de Siberia en Omsk.

La mayoría de los combates en este primer estadio de la guerra fueron poco menos que escaramuzas entre pequeños grupos y con rápidos cambios de escenario. Entre los antagonistas se encontraban los checoslovacos (conocidos como la Legión Checoslovaca o los Checoslovacos Blancos) y los polacos de la quinta división de rifles.

El segundo período de la guerra, de marzo a noviembre de 1919, fue clave.

Al principio, el Ejército Blanco avanzaba desde el Sur (dirigido por Anton Denikin), desde el Noreste (bajo el mando de Nikolai Nikolaevich Yudenich)y desde el Este (comandado por Aleksandr Vasilevich Kolchak). Estas tropas tuvieron éxito, obligaron a retirarse al nuevo Ejército Rojo y avanzaron hacia Moscú. Pero León Trostky, luego de reformar el Ejército Rojo, fue capaz de repeler las fuerzas de Kolchak en junio, y las fuerzas de Denikin y Yudenich en octubre. El poder de combate de Kolchak y Denikin se rompió casi simultáneamente a mediados de noviembre.

El período final de la guerra se caracterizó por situar a las últimas tropas del Ejército Blanco en Crimea.

Pyotr Nikolayevich Wrangel reunió los remanentes de la armada de Denikin y fortificaron su posición en Crimea. Mantuvieron estas posiciones hasta que el Ejército Rojo volvió de Polonia, donde había estado luchando la Guerra Polaca-Soviética desde 1919. Cuando la totalidad de las fuerzas de la Armada Roja se enfrentó con los Blancos, éstos terminaron agobiados. Las tropas que quedaron fueron evacuadas a Constantinopla en noviembre de 1920.


Poster Bolchevique de 1920 Bolshevik titulado "La útima batalla", en el que un soldado de Ejército Rojo expulsa al empresario capitalista fuera del mundo.
Imagen

Curso de los Acontecimientos

El primer intento para tomar el poder de los bolcheviques fue el Levantamiento Kerensky-Krasmov en octubre de 1917. Tuvo el apoyo del amotinamiento Junker en Petrogrado, pero fue rápidamente vencido por la Guardia Roja.

Inglaterra, Francia y Estados Unidos, entre otros, intervinieron del lado de los Blancos. Después de que los aliados derrotaran a los imperios centrales en noviembre de 1918, continuaron su intervención en la guerra contra el comunismo por su temor a que la Guerra Civil Rusa derivase en una revolución socialista mundial. Lenin fue sorprendido por el estallido de la guerra civil y, en principio, subestimó las fuerzas que se levantaban en contra de su nuevo país.

Los grupos que en principio se levantaron contra el comunismo eran principalmente generales contrarevolucionarios y ejércitos cosacos locales que declararon su lealtad al Gobierno Provisional. Entre ellos estaban Aleksei Maksimovich Kaledin (Cosaco del Don), Alexander Dutov y Grigory Mikhailovich Semionov - (Cosacos de Orienburgo y de Baikal, respectivamente).

En noviembre, el General Mikhail Vasilevich Alekseev, el comandante en jefe zarista más antiguo, comenzó a organizar un milicia de voluntarios en Novocherkassk. En diciembre se sumaron Lavr Georgevich Komilov, Denikin y muchos otros. Ayudado por Kaledin, tomaron Rostov en diciembre.

A pesar de todo, los cosacos no tenían deseos de luchar, y en enero, cuando comenzó la ofensiva soviética bajo el mando de Vladimir Aleksandrovich Antonov-Ovseenko, los cosacos dejaron sólo a Kaledin, que terminó por suicidarse. Las fuerzas de Antonov recuperaron Rostov y a fines de marzo de 1918 se declaró la República Soviética del Don. La Armada Voluntaria fue evacuada en febrero y escapó a Kuban, donde se reunió con los cosacos de Kuban para montar un asalto en Ekateriondar. Kornílov fue asesinado el 13 de abril y el mando pasó a Deníkin, quien volvió al Don. Allí, los soviets alistaron a la población local y la milicia de voluntarios encontró nuevos reclutas.

A principios de la primavera de 1918, el Partido Social-Revolucionario y los mencheviques se unieron a la lucha armada. En principio eran fuertes opositores del conflicto bélico con los Bolcheviques, pero el tratado de paz y el establecimiento de medidas dictatoriales cambiaron su punto de vista.

Mapa con las ofensivas "blancas" y de las las potencias occidentales aliadas (nortemericanos, franceses, ingleses).
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Pudieron haber sido una seria amenaza pues contaban con el apoyo y la autoridad emanada de su victoria en las elecciones en la Asamblea Constituyente Rusa en 1918. Sin embargo, necesitaban el apoyo de las armas. Un intento temprano de reclutar tropas de Letonia en julio de 1918, llevado a cabo por el Partido Socialista Revolucionario, acabó en rotundo fracaso. Por suerte, la Legión Checoslovaca terminó por acudir en ayuda de la contrarrevolución democrática. La Legión Checa había sido parte del viejo ejército ruso y para octubre de 1917 se habían alistado alrededor de 30.000 hombres, en su mayoría ex prisioneros de guerra y desertores del ejército austro-húngaro. Auspiciada por Tomás Masaryk, la legión fue rebautizada con el nombre de Cuerpo del Ejército Checoslovaco.

Un acuerdo con el gobierno soviético para atravesar el mar por Vladivostók fracasó por un intento de desarmar al Cuerpo, y la fuerza terminó por rebelarse en junio de 1918 en Cheliábinsk. En un mes, los Checoslovacos controlaban gran parte del Oeste de Siberia y parte de la región del monte Volga y Ural. Para el mes de agosto, su control se había expandido de tal forma que Siberia (y sus preciados suministros de grano) quedó excluida del resto de Rusia.

Los Mencheviques y el Partido Socialista Revolucionario apoyaron la acción contra el control de los suministros de alimentos ejercido por los soviets. En mayo de 1918, con el apoyo de los checoslovacos tomaron Samara y Saratov, estableciendo el Comité de Miembros de la Asamblea Constituyente. Para julio, la autoridad de Komuch extendió una gran parte del área que se encontraba bajo dominio checoslovaco. Intentaron retomar las operaciones contra Alemania y comenzaron a formar su propia armada. También implementaron una programa de reformas socialistas, pero sin los cambios económicos que los soviets estaban realizando y que eran tan poco populares.

Se estaban desarrollando una especie de gobiernos conservativos y nacionalistas dormados por los baskires, los kirguízios y los tártaros, así como también un Gobierno Regional Siberiano en Omsk. En septiemnre de 1918 todos los gobiernos anti-soviéticos se reunieron en Ufá y acordaron formar un nuevo Gobierno Provisional Ruso en Omsk, encabezado por un directorio formado por cinco integrantes: tres del Partido Socialista Revolucionario (Avkséntiev, Bóldyrev y Zenzínov)y dos Kadets (Vinográdov y Volgogódskii).

"La guerra contra el bolchevismo, 1918-1919"
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Rápidamente, el nuevo gobierno fue influido por el Gobierno Regional Siberiano y su nuevo ministro de guerra Aleksandr Vasílievich Kolchák. El 18 de noviembre Kolchák fue ungido como dictador por un golpe de estado. Los miembros del directorio fueron arrestados y Kolchák fue ascendido a almirante, proclamándose a sí mismo como el "Gobernante Supremo".

Para los soviéticos este cambio de mando era un problema militar y una victoria política, dado que tildaba a sus oponentes de reaccionarios antidemocráticos. Pero, como los soviets temían, Kolchák probó ser un comandante capaz. Luego de una reorganización de la Armada Popular, sus fuerzas irrumpieron en Perm y expandieron su control sobre territorio soviético.

En territorio soviético, siguiendo el Quinto Congreso Soviet en julio, dos izquierdistas del Partido Socialista Revolucionario (Yakov Blyúmkin y Nicolay Andréyew) asesinaron al embajador alemán en Moscú, Conde Mirbach, en un intento de provocar a los alemanes y retomar las hostilidades. Otro izquierdista del Partido Socialista Revolucionario capturó a prominentes Bolcheviques e intentó levantar al Ejército Rojo contra el régimen.

Detalle de operaciones militares.
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Los soviets pudieron aplacar los levantamientos locales organizados por el Partido Socialista Revolucionario y los anarquistas. Lenin se disculpó personalmente ante los alemanes por el asesinato, aunque era improbable una represalia alemana por estar inmersos en plena campaña occidental. Hubo arrestos masivos en el ala izquierda del Partido Socialista Revolucionario y los dos actos terroristas que tuvieron lugar más tarde, entre ellos el ataque a Lenin dejándolo herido, derivaron en la expulsión de los Mencheviques y del Partido Socialista Revolucionario de los soviets.

Reorganización del Ejército Rojo.

Dado que el desarrollo de una Guerra Civil en Rusia se tornaba inevitable e inminente a partir de la firma del Tratado Brest-Litovsk, Leon Trotsky fue designado Comisario de Guerra en 1918. Desde un centro de la Guardia Roja que había sido armado por el Gobierno Provisional, Trotsky recontruyó el Ejército Rojo a través del reclutamiento. Para el año 1921, los Bolcheviques comandaron alrededor de cinco millones de soldados, incluyendo 50 000 antiguos oficiales zaristas convocados para entrenar a los reclutados.

La política del comunismo de guerra le otorgó prioridad al Ejército Rojo. Mientras los bolcheviques controlaban las principales regiones industriales, también estaban relativamente bien equipados. Los mejores sistemas de comunicación, en particular los trenes, estaban bajo el control de los bolcheviques, permitiendo que tanto los soldados como los suministros necesarios sean velozmente transportados al campo de batalla.

Las ventajas más importantes que tenía el Ejército Rojo sobre el Blanco eran disciplina y capacidad de liderazgo. Mientras Lenin era el líder indiscutido del Partido Bolchevique, Trotsky era el brillante organizador militar dirigiendo actividades en los frentes de la guerra. Viajando en su legendario tren, aumentó la moral en la Armada Roja y diseñó estrategias. También reintrodujo estricta disciplina, tras un corto período de igualdad bajo la Primera Orden Soviet. Los desertores eran fusilados, comisarios políticos y bolcheviques comprometidos eran puestos en diferentes rangos para asegurar la lealtad de los soldados.

Repercusiones.

Al final de la Guerra Civil, la Rusia Soviética se encontraba exhausta y arruinada. Las sequías de 1920 y 1921 y la hambruna de 1921 empeoraron la situación. La guerra cobró alrededor de nueve millones de vidas tan sólo unos meses después de la Revolución de Octubre. Un millón de personas murió por efectos indirectos de la guerra. Otro millón abandonó Rusia escapando de los estragos de la guerra y del hambre. Esta fracción de emigrantes incluía gran parte de la población educada.

El comunismo de guerra salvó al gobierno soviético durante la Guerra Civil, pero la economía rusa decayó hasta estancarse. La industria privada y el comercio fueron proscritos y el recientemente establecido y poco estable gobierno era incapaz de dirigir la economía para satisfacer las necesidades del devastado pueblo ruso. Se estima que la producción total de las minas y fábricas cayó en 1920 a un 20% del nivel anterior a la guerra mundial.

Para 1921, la tierra cultivada era sólo el 62% del área de preguerra y el rendimiento de la cosecha era sólo el 37% del rendimiento normal. El número de caballos disminuyó de 35 millones en 1916 a 24 millones en 1920, y el ganado de 58 a 37 millones. La tasa de cambio para el dólar de Estados Unidos subió de 2 Rublos en 1914 a 1 200 en 1920.

Aunque Rusia eventualmente se recuperó y experimentó un rápido crecimiento económico en 1930, la combinación de los efectos de la I Guerra Mundial y de la Guerra Civil Rusa dejó una gran cicatriz en la sociedad rusa y tuvo efectos permanentes en el régimen soviético."

Un cordial saludo.
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"Al que no sabe, cualquiera lo engaña.
Al que no tiene, cualquiera lo compra."

maximus

Mensaje por maximus » Dom Jul 16, 2006 1:58 am

Supongo que las diferencias entre el artículo en español y el que está en inglés son casuales. El que está en castellano califica a Kolchak de comandante capaz, mientras que el otro dice que el "knew nothing about land warfare". La cifra de quince millones de muertos no viene en la versión española.

En cualquier caso, eso demuestra que la guerra civil rusa es un terrible episodio histórico apenas conocido. Pero, afortunadamente, siempre nos quedará leer esa maravilla de la literatura que es "Doctor Jivago".

Lehto
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Mensaje por Lehto » Lun Jul 17, 2006 2:53 am

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1. INTRODUCCIÓN.

La Revolución Rusa, junto con las dos guerras mundiales, son los hechos básicos para explicarnos la remodelación histórica del siglo XX. Sólo cabe compararse por su magnitud con la Revolución Francesa de 1789. Se asemeja a ella en cuanto que:

a) ambos fueron movimientos de liberación, la una contra el feudalismo y el despotismo, y la otra contra el capitalismo..

b) las dos pretendieron dirigir sus mensajes al mundo entero.

c) las dos suscitaron una fuerte reacción por parte de aquellos cuya concepción de la vida estaba en peligro.

d) las dos tuvieron éste modelo revolucionario: unidad de opinión mientras el problema era acabar con lo que había, y después desunión y conflicto a la hora de organizar el régimen.

No obstante, hay notables diferencias:

a) Francia en 1780 estaba a la cabeza de Europa en muchos aspectos, mientras que Rusia en 1900 estaba atrasadísima respecto al continente.

b) La fuerza de la Revolución en Francia estuvo en las clases medias, mientras que en la Revolución Rusa se apeló a la fuerza radical de obreros y campesinos.

c) en Francia es mucho más espontánea, mientras que en Rusia fue el resultado preparado por un grupo de revolucionarios desde 20 años atrás.

d) en Francia la Revolución fue seguida de una fuerte reacción o compromiso con el antiguo régimen, mientras que en Rusia se instaló de inmediato eliminando la oposición..

2. ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN RUSA.

2. 1. RUSIA DESPUÉS DE 1881.

Para entender este tema hemos de recordar el proceso de industrialización rusa, el cual fue muy peculiar y tardío respecto a las demás naciones. Partimos de esta fecha, en la que reina Alejandro III con un régimen político totalmente represivo pero sin que pueda evitar que en esta sociedad se den cambios sociales y económicos importantes:

a) mientras que la burocracia zarista es refractaria a las nuevas ideas, sin embargo tiene que aceptar los hechos de la presión y de la pobreza campesina y se ven obligados a concederles ciertos tipos de ayuda, tales como un banco estatal o la colonización abierta de Siberia, que dio lugar a la instalación de un campesinado en condiciones de igualdad y libertad antes desconocida.

b) por otro lado, mientras se intentaba una campaña de rusificación sistemática, obligando a las distintas etnias asimilarse a la cultura rusa, la cultura de grandes hombres rusos (Tolstoi, Dovstoievsky, Tchaicokvsky, Borodin...) era más que nunca una parte de la civilización europea.

c) además , y sobre todo, es la Época de la gran industrialización rusa en estrecha conexión con los avances técnicos de Europa, y de un cambio social mientras que , por otro lado, se intenta mantener una situación política anacrónica.

2. 2. SITUACIÓN DE LA RUSIA ZARISTA.

Para hacernos una idea de este mundo atrasado, pero sometido a un proceso de cambio rápido y complejo, vamos a resumir la situación atendiendo a los aspectos principales.

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Economía: A partir de 1880 Rusia experimenta una rápida industrialización, impulsada por el gobierno reformador del conde Witte, que en 1897 adoptó el patrón oro haciendo su moneda convertible con todas las demás por primera vez.
Rasgos a tener en cuenta de este avance fueron:

a) construcción acelerada de ferrocarriles, lo que comportó el desarrollo de la metalurgia y de la industria hullera, sobre todo en la zona de Ucrania, así como la explotación del petróleo en Bakú. Esta industrialización se hizo a base de gran aportación de capital europeo, sobre todo francés, despuÉs de la alianza franco rusa de 1892. Para devolver estos empréstitos los campesinos se vieron obligados a soportar duros impuestos con lo que la clase campesina cargaba con una parte considerable de los costes de producción.

b) el desarrollo industrial se manifestó esencialmente en forma de grandes empresas modernas que parecían trasplantadas a un país atrasado,. De manera que las zonas industriales se dan en muy pocos puntos, dando lugar a un proletariado concentrado, dentro de una Rusia agrícola en gran parte de su territorio.

Sociedad: Sigue siendo una sociedad jerarquizada, pero sometida a una transformación a causa de esta nueva realizada económica. Los zares siguen concentrando todo el poder y son vistos por los campesinos como la única institución intocable y sagrada.

Las clases privilegiadas están formadas por:

a) una nobleza tradicional terrateniente que aún conserva gran fuerza tanto económica como de privilegios y que acaparan los puestos de oficiales en el ejército y de funcionarios de la administración.

b) una reducida burguesía industrial comercial y los famosos kulaks que se están haciendo propietarios de grandes haciendas.

c) las clases medias formadas por una burguesía urbana y los profesionales liberales que integran la intelligentsia y que en Rusia tiene mayor importancia por el escaso grado cultural del pueblo ruso.

Las clases revolucionarias están formadas por:

a) el proletariado industrial: en 1913 sólo alcanzaba la cifra de 3.500.000, pero viven en la misma situación que los obreros industriales de antes de 1850. Trabajan 11 horas o más diarias, con salarios bajos y malas condiciones, tienen prohibido los sindicatos y las huelgas. Pero, como rasgo distintivo importante, están muy concentrados y les es muy fácil organizarse políticamente.

b) el campesinado: constituyen las 4/5 partes de la población, son libres de sus señores desde 1861 y viven en sus comunas aldeanas o mirs. En ellas la tierra se dividía entre familias campesinas por acuerdo de la comunidad aldeana y nadie podía abandonarla sin autorización. Hasta 1906 todavía pagaban el dinero de la redención resultante de la 1ª emancipación y esto al margen de muchos impuestos. Bajo estas presiones y a causa de sus primitivos métodos de cultivo, los campesinos reclamaban siempre más tierra.

Política: A los dos procesos descritos de emancipación e industrialización en los campos social y económico, no les acompañó casi ninguna medida de modernización en el campo político. Tras los intentos liberales de Alejandro II, los dos últimos zares Alejandro III y Nicolás II mantienen a ultranza un sistema autocrático sin ningún tipo de oposición y no porque no existiera sino porque no la dejan manifestarse. De hecho a finales de siglo no puede hablarse en Rusia de Constitución, de partidos políticos, ni de elecciones.

Únicamente quedaban como instituciones semidemocráticas los mir campesinos y los zemstvos: asambleas locales y provinciales en las que estaba representados todas las clases sociales, pero según unas modalidades de sufragio tan complicadas que en general aseguraban la supremacía de la nobleza.

Los zemstvos tenían poderes muy limitados y su actividad fue vigilada. No obstante desempeñaron un papel importante en la medida que era el único campo oficialmente abierto a las iniciativas cívicas. En su seno surgió el Partido Democrático Constitucional (KADETES), eran liberales, progresistas o constitucionalistas en el sentido occidental.

2. 3. CORRIENTES IDEOLÓGICAS REVOLUCIONARIAS ANTES DE 1900.

a) Populistas: En la generación siguiente surgieron, junto a los teóricos de la economía como Chernichevsk o Pissarev, hombres partidarios de la acción directa: Bakunin y Nechaiev. Los revolucionarios se organizaron más o menos en un movimiento populista; Éste preconizaba una revolución socialista especificamente rusa.

Los populistas intentaron llegar al pueblo. En 1874 emprendieron una serie de giras de información por las zonas rurales del país, pero no obtuvieron Éxito alguno. La diferencia de nivel de instrucción, de mentalidad y de género de vida era demasiado grande. A los campesinos sólo les interesaba la tierra y no comprendían la teoría de los señores.

b) Terroristas: El fracaso de la propaganda dirigida a las masas y tambiÉn el deseo de vengarse de ciertas medidas de represión, condujeron a una parte de los populistas a consagrarse a un terrorismo cada vez más sistemático y organizado. Finalmente se asistió a un espectáculo extraordinario: algunos jefes terroristas eran agentes de la policía secreta con lo que llevaron a buen término sus atentados..

c) Partido Socialista Revolucionario: En el último decenio del siglo aparecieron una serie de movimientos con una amplitud mayor. El hambre de 1891 92 dio nueva vida a los movimientos populistas, que fundaron en 1900 el Partido Socialista Revolucionario. Los socialistas revolucionarios creían en su mayoría que, dado que el capitalismo ruso era aún muy débil la caída del zarismo llevaría a un socialismo basado en el mir.

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d) Marxismo Oficial: El marxismo había sido introducido por Plejanov y en 1898 se funda el Partido Socialdemócrata Ruso, con dos tendencias:

d. 1.) una fracción creía que despuÉs de la caída del zarismo era necesario pasar por una etapa de república democrática burguesa hasta que el capitalismo alcanzara un desarrollo suficiente para permitir el paso al socialismo.

d. 2.) otros querían sustituir el gobierno imperial por una dictadura del proletariado y rechazaban cualquier colaboración de clases. Todos estaban de acuerdo en rechazar los actos terroristas, pero unos querían reclutar, por medio de la propaganda, de la difusión de ideas; en tanto que los otros querían una organización centralizada y fuertemente disciplinada.

2. 4. LA APORTACIÓN TEÓRICA DE LENIN.

Dos fueron sus obras que aportaron su pensamiento a la gestación de la Revolución Rusa: El imperialismo, estado supremo del capitalismo. (1916) y El Estado y la Revolución (1917).

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En el primero estima que el capitalismo ha pasado de la forma industrial a la forma financiera , y de este modo a la lucha de clases se añade la lucha entre Estados. Ya no es el proletario de los países ricos la base revolucionaria, sino el proletariado de los países atrasados.

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En su segunda obra plantea la estrategia de la Revolución: un proceso revolucionario no es fatal sino algo que se prepara. Destaca: el papel del partido y el papel de los intelectuales, pues Lenin cree que sólo los intelectuales son suficientemente dialécticos para captar las interrupciones de la acción. Señala el papel del campesinado al que considera necesario por el apoyo que debe prestar al proletario en busca de la revolución.

2. 5. LA REVOLUCIÓN DE 1905.

En 1900 se podía ya discernir los signos precursores de una explosión. El terrorismo, vencido momentáneamente, volvía a tomar fuerza. Los zemstvos se constituyeron en unión clandestina en 1903. En la primavera de 1902 estallaron unas serie de revueltas agrarias, en tanto que la agitación en las zonas rurales se veía fomentada por los empleados de los zemstvos.

En enero de 1904 estalló la Guerra Ruso japonesa. Este lejano conflicto, que las masas no entendían muy bien, no podía ser popular. Además desencadenó, fuera de la burocracia y por lo tanto en contra un movimiento de ayuda a los soldados y a sus familias, por parte de los zemstvos.

Las derrotas militares pusieron una vez más de relieve la profunda debilidad del régimen. A partir de entonces las revueltas se produjeron simultáneamente o sucesivamente, a todos los niveles y en las regiones más diferentes. El año 1905 puso, sobre todo, de manifiesto la importancia de la autocracia. Desde noviembre de 1904 una conferencia de dirigentes de zemstvos reclamaban una Asamblea Nacional representativa con poderes legislativos. En esta coyuntura se produce la manifestación del Domingo rojo de San Petersburgo, manifestación obrera pacífica dirigida por el pope Gapon que fue ametrallada por la tropa.

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El Gobierno, cuyas finanzas acababan de ser arruinadas por la guerra, ni siquiera podía contar con la fidelidad del ejército, en cuyo seno se producían sediciones esporádicas, decidió tomar algunas medidas liberales y el 17 de octubre de 1905 anunció la creación de un régimen representativo.

2. 6. EL RÉGIMEN SEMICONSTITUCIONAL.

Entre noviembre de 1905 y abril de 1906 se pusieron en funcionamiento las instituciones de los que podría ser un régimen representativo. Junto a un Consejo de Estado el poder legislativo sería ejercido por una Duma elegida, pero con importantes restricciones. Por otra parte, la Duma no era elegida por sufragio universal, sino por clases, según diversos modos de voto indirectos y censitarios. En la primera Duma apenas hubo conservadores, contó con: 40 liberales, 180 constitucionales, 100 del Partido del Trabajo, y 100 campesinos sin partido.

No tardó en producirse el enfrentamiento entre la Duma y el Gobierno. La Duma reclamó la instauración de una sola cámara elegida por sufragio universal.

El Gobierno no podía admitir una expropiación masiva que hubiera puesto en entre dicho la propiedad privada en todas sus formas. Preparaba tambiÉn una reforma agraria, pero la reforma preparada por el ministro de Witte aplicada por Stolypin iba encaminada a permitir el abandono del mir por parte de todos aquellos que así lo desearan. Su objetivo esencial era de orden político social: se trataba de constituir una clase bastante numerosa de campesinos ligados a la propiedad individual y que por tanto serían auténticamente conservadores. Stolypin, al no poder conseguir que la Duma aceptara tales medidas, no dudó en adoptar el procedimiento de los decretos de urgencia.

2. 7. RUSIA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

En Rusia, las distintas minorías nacionales tomaron ante todo conciencia de sí mismos, al menos en el plano cultural, a partir del reinado de Alejandro III debido a una política general de rusificación encaminada a imponer en todas partes el uso de la lengua rusa y la conversión a la religión ortodoxa. Este Énfasis en el carácter ruso del Imperio tuvo un corolario: el sentimiento de solidaridad con los demás pueblos eslavos de Europa. Este paneslavismo acabó tomando mal partido para el Antiguo Régimen.

Rusia entró en guerra con entusiasmo. El desengaño no tardó en llegar. Se movilizó a más cantidad de gente que material dispuesto. Las relaciones de Rusia con el exterior fueron cortadas debido a la ineficacia del ejército. Ante el fracaso de las operaciones militares el zar asume el mando.

En 1915 la Duma intentó consolidar su poder erigiéndose en intérprete del descontento general. En 1916 Rusia estaba en una situación desesperada.

3. LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS DE 1917.

Los movimientos revolucionarios rusos que se dan en 1917 tienen dos etapas delimitadas por dos momentos fundamentales: febrero y octubre. Se puede decir que son tanto dos pasos en la misma revolución como dos revoluciones que se dan en un corto espacio de tiempo. En realidad se trata de un mismo proceso revolucionario que primero tiene la revolución de corte liberal y posteriormente la revolución socialista de los soviets.

3. 1. REVOLUCIÓN BURGUESA DE FEBRERO.

El zarismo va a ser derribado en cinco días. El 23 de febrero surgen manifestaciones masivas pidiendo paz y pan. Los días siguientes las manifestaciones aumentan, el zar no les da importancia considerando que es un movimiento reducido a la capital y que dispone de una guarnición numerosa. Las tropas, de reciente reclutamiento, no están dispuestas a ejercer violencia contra el pueblo. 26 ó 27 soldados se amotinan y fusilan a sus oficiales, al día siguiente confraternizan tropa y pueblo; se libera a los prisioneros políticos y se constituyen los soviets Kerenski apoya al soviet de San Petersburgo y lanza una llamada al país: "todos los ciudadanos deben emprender la lucha contra el zarismo, formar soviets, asumir la gestión de los asuntos locales, reunir una Asamblea Constituyente". Fue un estallido espontáneo. Se establece un gobierno provisional presidido por Luvov con apoyo de los socialistas moderados. El zar carece de autoridad. Se establece un doble gobierno:

a) el provisional, constituido por diputados de la Duma.

b) los soviets, que se afanan en conseguir el control de los centros de comunicación

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En el soviet de San Petersburgo tienen gran influencia los mencheviques. Los bolcheviques estarán un tanto al margen.

3. 2. EL GOBIERNO PROVISIONAL.

Nicolás II abdica en el gran duque Miguel, pero éste abdica. Kerenski y la Duma persiguen reformas liberales. Los obreros piden el programa mínimo: jornada de ocho horas, seguridad en el empleo. Los campesinos quieren la propiedad de las tierras que trabajan, distribución gratuita de propiedades abandonadas. los soldados piden el final de la guerra.

La burguesía no está en condiciones de atender esta lista de reivindicaciones de los obreros, campesinos y soldados.

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3. 3. ACTIVIDADES REVOLUCIONARIAS.

En este estallido revolucionario que acabamos de ver, no se puede percibir ninguna organización política concreta como aglutinante de esta revolución. Por el contrario, hay una serie de órganos directos de presión que actúan sin relación entre sí:

a) La Duma: nace como resultado de 1905 y como concesión del zar ante las presiones. Tiene pocas atribuciones. Es, pues, una especie de Parlamento y en el momento de la revolución burguesa de febrero está compuesto por monárquicos, liberales y una minoría socialista.

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b) Los Soviets: surgen desde los primeros momentos de la revolución como cauces de coordinación, afianzamiento y profundización de todos los movimientos populares. De hecho son los auténticos órganos de poder del pueblo. Así se forman soviets de trabajadores, soldados y campesinos; y son órganos de democracia popular directa. Formaron un poder político opuesto al del gobierno provisional.

c) Los comités de fábricas y empresas: se crean en la propia revolución y son comisiones elegidas por los trabajadores en cada fábrica y su finalidad es representar a los obreros en los órganos de gestión y vigilancia de la marcha de la empresa.

d) Los sindicatos: aparecieron en 1905 y fueron los causantes de importantes huelgas revolucionarias. Cuando llega la revolución es el único tipo de organización amplia del pueblo que existe. Están mediatizados por los grupos políticos nuevos y por eso muchas veces su función era ser auxiliares de estos partidos para la puesta en práctica de sus planteamientos estratégicos y prácticos.

En este ambiente de organización nueva y tras los sucesos de febrero comienzan a volver muchos exiliados. Concretamente Lenin vuelve en 1917, escribiendo en abril de 1917: "Las tesis de abril" en las que por primera vez se intenta programar la revolución socialista según un modelo nuevo. Lenin sostiene que es necesario pasar a la segunda etapa en la que se rechaza el gobierno provisional y se comienza a lanzar la consigna de "todo el poder para los soviets". Lenin es partidario de tomar el poder. aprovechando las circunstancias, concretamente el poder lo tomaría el partido bolchevique, lo que suponía controlar la mayoría de los soviets y eliminar los demás partidos. Trotski está de acuerdo con Lenin en el planteamiento, pero pensaba que no debía tomar el poder el partido sino los mismos soviets. Al final acepta el golpe de los bolcheviques y se convertirá en el organizador del Ejército Rojo.

Otros miembros del comité central como Kamenev y Zinoniev eran contrarios totalmente a poner en marcha la revolución socialista. Tras varios meses de discusión triunfa la postura de Lenin y la revolución rusa y bolchevique será un hecho.

En los meses siguientes los signos de descontento se multiplicaron. El 3 de julio se inicia en San Petersburgo una insurrección popular, pero el Gobierno destaca tropas leales a la capital, pone fin a las manifestaciones y ordena la detención de los bolcheviques. Luov dimite y Kerenski es nombrado primer ministro. Kornilov general zarista espera instaurar una dictadura patriótica con la militarización de la retaguardia. Kornilov es puesto fuera de la ley. La habilidad de Kerenski no es suficiente para que cada vez se agrave la crisis interna.

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3. 4. LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE DE OCTUBRE: REVOLUCIÓN DE LOS SOVIETS.

En septiembre se han enfrentado varios sectores: Kornilov, quien representa a millones de hombres que colocaron sobre todo la defensa nacional; Kerenski, que representa a los millones de hombres que están dispuestos a defender la revolución política; y Lenin, quien representa el sector decidido a apoderarse del poder para realizar la revolución social.

Hay el nacimiento de un embrión de Estado proletario con el hundimiento de las instituciones zaristas. El llamamiento del soviet de Petrogrado en febrero ha cubierto a Rusia de comités y de centenares de sindicatos, se han formado milicias obreras, millones de soldados se han emancipado... Para oponerse a la reacción militar derechista el gobierno provisional ha tenido que llamar a todas las fuerzas populares, incluso a los bolcheviques, quienes de esta manera salen de la semiclandestinidad en que se encuentran desde julio. El 9 de octubre llega a San Petersburgo y al día siguiente, en una reunión del comité central bolchevique, se decide preparar la insurrección armada.

La noche del 24 de octubre Lenin se instala en la sede del soviet de San Petersburgo para dirigir las operaciones. El 25 de octubre las fuerzas bolcheviques entran en acción y ocupan los puntos estratégicos. El acorazado Aurora apunta sus cañones sobre el Palacio de Invierno.

La revolución se había hecho bajo la consigna de "todo el poder para los soviets", pero realmente no fueron los soviets los que controlan la situación sino solamente un sector : el más audaz y el más preparado: los bolcheviques.

El mismo día del triunfo de la revolución, Lenin esboza una serie de decretos que dan satisfacción a los soldados, campesino y obreros: el decreto sobre una paz inmediata se propone a todos los beligerantes; la gran propiedad agrícola es abolida sin indemnización, pasa a los soviets de campesinos; no se abole la propiedad privada ni se priva de sus bienes al campesino medio o pobre...

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Cuatro días más tarde, en cada fábrica será ejercido el control por los trabajadores a través de sus instituciones elegidas. El decreto de las nacionalidades afirma la igualdad y soberanía de todos los pueblos de Rusia. El gobierno provisional había convocado elecciones para la Asamblea constituyente y los bolcheviques no se atrevieron a anular la convocatoria. Los bolcheviques sólo obtienen la cuarta parte, están en minoría. La guardia roja impidió el paso de los diputados a la sala. La disolución de la Asamblea escandalizó a demócratas, a socialistas e incluso a parte de los bolcheviques. Pero el argumento decisivo para Lenin es que la Asamblea representaba a un modelo de Estado burgués, y en la revolución suponía una institución antirrevolucionaria; había nacido una forma de democracia más profunda, la de los soviets, no montada sobre elecciones nacionales y propaganda, sino apoyada sobre pequeñas elecciones en comités de campesinos y obreros.

3. 5. GUERRA CIVIL Y ORGANIZACIÓN: COMUNISMO DE GUERRA.

Inmediata mente que tuvo lugar el golpe bolchevique comienzan a aparecer varios centros de resistencia. En algunos estados, como Ucrania, se intensifica el movimiento separatista y deciden entenderse con los alemanes al margen de las decisiones del gobierno soviético. En otros lugares, oficiales y soldados, fieles a la herencia zarista, comienzan a organizarse en diferentes lugares. Esto aumentó aun más por la firma con los alemanes del tratado de Brest Litovsk, que para algunos era una vergüenza y una humillación. Todo ello hizo que se formara el llamado "Ejército Blanco" , pero que en realidad era un grupo de fuerzas complejas y tan divididos que nunca fueron capaces de coordinar sus esfuerzos ni de ganar el apoyo de la población civil.

Por el contrario, el "Ejército Rojo", aunque mal equipado, era para entonces ya una formidable fuerza de combate disciplinada y dispuesta a todo debido sobre todo al organizador: Trotski.

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Así, entre 1918 y 1920 tiene lugar una cruenta guerra civil en la que el ejército blanco, al mando de Denikin, y aún contando con apoyo de las potencias victoriosas de la Guerra Mundial , no pudo conseguir ninguna victoria sobre el ejército rojo, que aun logró recuperar algunos de los territorios cedidos a los alemanes.

La guerra civil vino a agravar la situación de esta sociedad sometida a un cambio tan rápido y brutal y durante ella se van a dar unos hechos decisivos para la implantación del sistema:

1 se decide inmediatamente formar la III Internacional o Internacional Comunista (KOMITERN).Tiene el primer congreso en 1919 y con ella se pretende aglutinar desde Moscú todo el movimiento socialista mundial.

2 en el campo político comienza la represión contra todo tipo de oposición al nuevo régimen. se crea la CHEKA para "combatir la contrarrevolución y el sabotaje" con la que va a comenzar la Época del terror rojo.

3 en el campo económico se da el comunismo de guerra:

Bajo este nombre se entiende una serie de medidas económicas tomadas bajo el impulso de los fervores revolucionarios y otros impuestos por la penuria y el hambre que ocasionaba la guerra civil. Aunque las medidas son distintas y diversas, giran alrededor de dos elementos:

a) por un lado la concentración del poder económico con un control centralizado de la economía y la sustitución de las pequeñas unidades de producción por otras mayores.

b) el progresivo abandono de las formas comerciales y monetarias así como del comercio. Concretamente:

1.- Agricultura: se legalizaron los repartos de tierras hechos en los primeros momentos, pero como el hambre presionaba en las ciudades se acudió a la requisa de productos de campesinos. Esto no lo entendían los campesinos y por eso la producción descendía aun más.

2.- Industria: las disposiciones de control de las fábricas provocaron el desacuerdo entre patronos, técnicos y trabajadores; de modo que la autogestión estaba fracasando, se tuvo que recurrir a veces a la militarización de los obreros para poder producir lo necesario para la guerra.

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3.- Comercio: prácticamente se anula, pero como réplica comenzó a circular un comercio negro.

En definitiva, la ilusión socialista de que sería posible una auto disciplina obrera se vino abajo e inmediatamente tuvieron que llegar medidas intervencionistas del Nuevo Régimen.

3. 6. EL NACIMIENTO DE LA U.R.S.S.

En 1920 se realizaron pactos federativos entre las diferentes repúblicas soviéticas: Ucrania, Bielorrusia, Azerbaiján, Armenia, Georgia, etc., que condujeron a la presentación de un frente diplomático unido en 1922. Este mismo años se planteó la necesidad de crear una única organización federal. Frente al criterio de Stalin, quien hablaba de repúblicas autónomas, se impuso el criterio de Lenin: las distintas repúblicas se unieron en un nuevo estado: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1922) que comprendió a Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia, posteriormente se sumaron las de Uzbekistán y Turkmenistán (1924) y la de Tadzhikistán (1929).

El nuevo Estado nacido de la Revolución es menos extenso que el Imperio, y por otra parte, se aleja del centralismo moscovita para montar una estructura federal.

La vida del Estado soviético esta regulada por tres órganos supremos:

a) el Congreso de los soviets: que se convoca anualmente y reúne a representantes de los soviets urbanos y de los soviets de volost (grandes organizaciones agrícolas y fabriles).

b) el Comité Central o Soviet Supremo: equivalente a los parlamentos occidentales, y configurado por dos cámaras: el Consejo de la Unión y el Congreso de las Nacionalidades que reúne la representación de las diferentes repúblicas federadas y de las repúblicas y territorios autónomos.

c) el Presidium o Consejo de Comisarios del Pueblo: equivalente a un gobierno, cuyos miembros no tienen la misma categoría, ya que la jurisdicción de los Comisarios de la Unión se extiende a toda la URSS y los comisarios de las repúblicas federadas se ocupan de la economía, trabajo, agricultura, etc. de su demarcación respectiva.

3. 7. UNA ECONOMÍA DE PAZ. LA N.E.P.

En 1921 la situación económica era catastrófica. La producción agrícola sólo representaba unos 2/3 de la anterior a la guerra. La industria había disminuido su producción hasta un 14 % respecto a 1913; los efectivos de la clase obrera se habían reducido a la mitad.

La crisis pronto amenazó con adquirir un carácter político. Las revueltas agrarias se multiplicaron en el centro, en el Volga y Siberia. La sublevación del los marineros de Kronstadt (1921) tuvo un claro carácter antibolchevique. Fue entonces cuando Lenin planteó la necesidad de aumentar la producción para recuperar el apoyo social al régimen.

En el X Congreso del Partido (1921) se definió la Nueva Política Económica. La N.E.P. supone el abandono del ideario colectivista en economía y el retorno transitorio a formas de capitalismo controlado, con el fin de estimular la producción. Se pone fin a todas las requisas y se sustituye el impuesto en especie por un impuesto en metálico, el campesino dispone libremente de sus tierras y queda autorizado para comercializar sus productos. Un decreto permite a los artesanos la venta de sus artículos; en julio las empresas industriales de menos de veinte obreros son desnacionalizadas. Los dirigentes bolcheviques insisten en que se trata de una fase transitoria y excepcional, y que en todo caso la privatización no afecta a los instrumentos básicos de la economía. Lenin escribe al respecto: "Mientras el Estado controle los ferrocarriles, los otros medios de transportes, los bancos y el comercio exterior, no existe ningún temor a una insurrección del capitalismo."

En 1927 se alcanza el nivel de producción normal; se duplica la cosecha de trigo y la extracción de petróleo, se triplica la del carbón y se multiplica por siete la producción de acero; el hambre deja de ser un espectro cotidiano, se reabsorbe el paro y aumentan los salarios, mientras la contratación de técnicos extranjeros proporciona un impulso acelerado a la modernización de la industria.

3. 8. LA LUCHA POR EL PODER.

La división en el partido se agravó a partir de la enfermedad y muerte de Lenin (1924).La lucha se polarizó alrededor de Stalin y Trotski y se centro en definitiva en el papel del partido y de la revolución mundial en la construcción del socialismo en la U.R.S.S.

Tras el ataque de Trotski a los viejos bolcheviques y la denuncia de la burocratización del partido, Stalin logró el apoyo de Zinoviev y Kamenev, ante lo cual Trotski abandonó la presidencia del Consejo de la guerra. Poco después Zinovev, Kamenev y Trotski se opusieron a Stalin, criticaron la N.E.P. y pidieron el sometimiento de los campesinos a los intereses de la clase obrera.

Finalmente, sin embargo, Trotski fue depuesto del Politburó y junto a Zinovev y otros oponentes expulsado del partido..

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4. LA DICTADURA DE STALIN: LA ERA DE LA PLANIFICACIÓN.

Con la eliminación de Trotski, Stalin decide el paso a una nueva etapa en la edificación de un Estado soviético. A partir de 1928 los planes quinquenales suponen la fijación de directrices para la economía, solamente alcanzables con el control de la industria y la colectivización de los campos. Se vuelve a los ideales de dirigismo estatal de los primeros momentos de la Revolución.

4. 1. Primer plan quinquenal:

Se procura la desaparición paulatina del sector privado. Tanto la industria pesada como la industria media y ligera empiezan a depender financiera y técnicamente del Estado; el comercio se canaliza por medio de cooperativas y almacenes estatales; los beneficios se invierten en ampliar el tamaño de las empresas. Gigantescas obras públicas son puestas en marcha por técnicos extranjeros..

Para estimular a la clase obrera se recurrió a todos los procedimientos competitivos y propagandísticos: creación de brigadas de choque formada por los mejores trabajadores, procedimientos stajanovistas de máximo rendimiento individual, desafíos entre brigadas y fábricas, etc.

Al mismo tiempo se produce la colectivización del campo con el establecimiento de koljoses granjas de economía colectiva y la pequeña propiedad agraria se reduce a un tercio tras un año de presión intensa de las autoridades.

Los resultados fueron inciertos; la producción industrial aumentó en algunos sectores de forma espectacular, pero la agrícola se deprimió, la vida política quedó sometida a un régimen policíaco y las tensiones internas terminaron saliendo a la luz

4. 2. Segundo plan quinquenal:

En 1936 comenzó a garantizar a las masas un mejor nivel de vida. Hay que tener en cuenta el gigantesco esfuerzo realizado en el terreno de la enseñanza y en la creación de centros profesionales ligados al desarrollo industrial.

El segundo plan dobló la producción industrial e incrementó la productividad del trabajo; en el sector agrario condujo a una renovación de las colectivizaciones y en incremento de ingresos de los koljoz. Sin embargo estuvo acompañado de una nueva división del trabajo, un proceso de burocratización y la acentuación del control político del partido.

4. 3. Tercer plan quinquenal:

Los proyectos de este tercer plan eran llevar a su término la edificación de la sociedad socialista e iniciar el paso gradual hacia el comunismo, así como alcanzar y sobrepasar a los países capitalistas en un periodo de 10 a 15 años. Los objetivos no se alcanzaron en su totalidad debido a la política represiva que se inició en esta Época y que afectó incluso a los efectivos de las fábricas.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial paralizó esta economía dirigida.

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BIBLIOGRAFÍA.

CARR, Edward Hallett: 1917. Antes y después. La Revolución Rusa. Madrid, Sarpe, 1985

CARR, Edward Hallett: La Revolución Rusa. De Lenin a Stalin 1917 1929. Madrid, Alianza, 1984.

FITZPATICK, Sheila: La revolución rusa. Siglo XXI, Buenos Aires, 2005

GUROV, P GONCHAROV, P.: La política agraria leninista. Moscú, Progreso, 1977.

LAQUEUR, Walther: Europa después de Hitler. Madrid, Sarpe, 1985.

RODRIGUEZ FIERRO, Armanda: La revolución rusa y el desarrollo de la URSS: (1917-1939). AKAL, 1990.

TROTSKI, León: Historia de la Revolución Rusa. Madrid, Sarpe, 1985.

VIDAL: César: La ocasion perdida: la revolución rusa de 1917: del régimen zarista a los horrores del estalinismo. Península, 2005

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Mensaje por Lehto » Mar Jul 18, 2006 2:00 am

Mijail Mijailovich escribió:Para desconocido, la suerte de lo que los "historiadores" deciden que debe seguir siendo desconocido.
Sobre la guerra civil rusa se ha escrito mucho, hay una extensa bibliografía... en inglés y francés.

El problema no es de los historiadores sino de los lectores que prefieren dar credibilidad a un mito (lo que escriben los historiadores) antes que aprender idiomas.

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