Hitler: de apátrida a ciudadano alemán

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

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Eckart
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Hitler: de apátrida a ciudadano alemán

Mensaje por Eckart » Dom Ago 16, 2015 3:19 am

Tras salir de la cárcel por su participación en el Putsch de Múnich de noviembre de 1923, pesaba sobre Adolf Hitler la amenaza de ser deportado a Austria, su país natal y del que era legalmente ciudadano. Para evitar tal posibilidad, Hitler solicitó que se le liberase de su nacionalidad austriaca el 7 de abril de 1925 mediante una carta (2) que le fue contestada positivamente tres días después (1). En adelante y hasta el 26 de febrero de 1932, Hitler fue a todos los efectos un apátrida.
  • Asunto: Solicitud de liberación de la nacionalidad austriaca.

    ¡Alto Magistrado!

    Pido mi liberación de la ciudadanía austríaca. Razones:

    Me encuentro desde al año 1912 en Alemania, he servido casi 6 años en el ejército alemán, incluyendo 4 años y medio en el frente y contemplo en delante obtener la ciudadanía alemana.

    Puesto que actualmente no sé, si mi nacionalidad austriaca no se ha extinguido ya, si una entrada en suelo austriaco fue rechazada empero por una orden del Gobierno Federal, pido una decisión favorable a mi demanda.

    Personal: Adolf Hitler, nacido el 20 de abril 1889 en Braunau am Inn, anteriormente jurisdicción de Linz a. d. Donau.

    Mis documentos no se encuentran desde noviembre 1923 y probablemente se perdieron.

    Atentamente.

    Adolf Hitler
El artículo 41 de la constitución alemana determinaba que «todo alemán que ha completado su 35º año de vida es elegible» como presidente del Reich (3), por lo que en 1932 y ante la celebración en marzo de unas elecciones presidenciales a las que Hitler quiso presentarse como candidato, surgió la necesidad de que consiguiera la ciudadanía. Hasta ese momento Hitler no había podido votar ni, a pesar de todo, presentarse en ninguna lista electoral a unas elecciones (1). En febrero de 1932, decidido a optar a ser elegido presidente del Reich, para conseguir la indispensable nacionalidad alemana, se urdió un sencillo plan que efectivamente se la otorgaría sin esfuerzo: el estado de Braunschweig le asignó un puesto como consejero del gobierno, algo que conllevaba la concesión inmediata de la ciudadanía alemana una vez el sujeto asignado jurase su cargo. A falta del acto de toma de posesión que se celebraría el día siguiente, el nombramiento de Hitler se produjo oficialmente el 25 de febrero de 1932, mediante la expedición de un acta y el envío de un despacho a la legación del gobierno de Braunschweig en Berlín (3). En este despacho, el ministro Werner Küchenthal, del DNVP, partido que gobernaba Braunschweig en coalición con el NSDAP, informaba y daba instrucciones sobre el asunto Hitler de la siguiente manera:
  • El ministerio de Estado de Braunschweig ha decidido poner al escritor ADOLF HITLER de Múnich, Prinzregentenplatz Nr. 16 II, nacido el 20 de abril de 1899 en Brunau a/Inn, con efecto a partir de hoy, al servicio del estado de Braunschweig bajo nombramiento como

    Consejero del gobierno

    concediéndole el puesto vacante de consejero del gobierno en la Oficina de Agricultura y Agrimensura, y al mismo tiempo confiarle los negocios de oficial en la legación de Braunschweig en Berlín.

    Las tareas de Hitler, en particular, han de empeñarse en hacer efectivos en el sentido más amplio los intereses económicos del estado de Braunschweig, especialmente en asumir la obtención de pedidos para la economía de Braunschweig.

    A la designación de Hitler no está ligada ninguna orden como plenipotenciario interino en el Consejo del Reich.

    Se ha previsto la transferencia presupuestaria del puesto de consejero del gobierno de la Oficina de Agricultura y Agrimensura a los fondos programados de la legación. Hasta el traslado del puesto se pagará la remuneración desde la Oficina de Agricultura y Agrimensura, de la que depende.

    El acta expedida por el nombramiento del escritor Adolf Hitler como consejero del gobierno se envía inmediatamente. Una copia del acta va adjunta.

    La antigüedad de Hitler se fija en la fecha de nombramiento como consejero de gobierno.

    Ruego que se conmine a Hitler a tomar posesión de su cargo en la legación inmediatamente.

    Con motivo de la aceptación del juramento de servicio prescrito -Reglamento del Ministerio de 31 de octubre de 1919 (Nº 143 GuVSl S. 407)- han de tomarse las medidas necesarias.

    Espero un informe sobre la entrada en servicio y el cumplimiento del juramento de servicio.
El día después, 26 de febrero de 1932, Hitler fue citado al mediodía en el número 11 de la Lützowstraße, sede de la legación del gobierno de Braunschweig en la capital del Reich. Juró allí su cargo, teniendo que pronunciar la fórmula oficial estipulada por la ley: «Juro lealtad a la constitución del Reich y del Estado, obediencia a las leyes y el cumplimiento de conciencia de mis funciones oficiales» (3). Podía ahora presentarse en una lista electoral y ejercer un cargo público como ciudadano alemán de pleno derecho.


Notas:
(1) Toland, John. Hitler. Una biografía narrativa. Ediciones B, S. A. Barcelona: 2009. p. 318.

(2) El texto alemán en: http://www.ns-archiv.de/personen/hitler ... schaft.php

(3) Morsey, Rudolf. Hitler als braunschweigischer Regierungsrat. Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte. 1960;4:419-48.
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Re: Hitler: de apátrida a ciudadano alemán

Mensaje por gableleig » Lun Ago 17, 2015 10:36 am

Hola Eckart, supongo que Hitler nunca llegó a pisar ese puesto de trabajo, ¿no? Que fue tan solo lo que comentas, una maniobra para darle la ciudadanía.

P. D.: Me resulta curioso lo de "el escritor Adolf Hitler" :)
[color=#FF0000][i][b]Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man auch am Ende Menschen. [/i][/b]Heinrich Heine (1797-1856).[/color]

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Re: Hitler: de apátrida a ciudadano alemán

Mensaje por Eckart » Lun Ago 17, 2015 8:41 pm

Hola, gableleig. Voy a responder a tu pregunta con datos que creo que son interesantes.

Como dice Morsey en su artículo (citado arriba), no se conoce la más mínima actividad de Hitler relacionada con los intereses estatales o económicos de Braunschweig. Su primer movimiento para evitar cumplir con sus nuevas obligaciones fue el de solicitar vacaciones inmediatamente después de ser nombrado, hasta que pasaran la elecciones presidenciales del 23 de marzo. Le fueron concedidas y, después, dado que la elección se resolvió en segunda vuelta, prolongadas hasta que esta se celebrara el 10 de abril. Ni siquiera después Hitler ejerció un sólo día sus obligaciones.

Pero la inactividad de Hitler no pasó desapercibida y durante los meses posteriores trató de sacarse a la luz por parte de algunos políticos de la oposición. El 7 de mayo el diputado Otto Thielemann (SPD) registró una pregunta al gobierno de Braunschweig en el Landtag acerca de las actividades de Hitler y de sus prolongadas vacaciones, las cuales ya habían acabado legalmente. Esta no se contestó hasta el 7 de junio, cuando el ministro de Estado (jefe del gobierno del Land) Werner Küchenthal (DNVP), emitió una respuesta en vagos términos que ni a él mismo satisfizo. Actuó entonces dirigiéndose al ministro de Interior de Braunschweig, Dietrich Klagges (NSDAP), para que le sirviera la información necesaria para responder las preguntas del socialista Thielemann. La respuesta de Klagges, emitida el 13 de junio, no fue extensa: «El consejero del gobierno Hitler me ha procurado valiosas reuniones en el asunto de la mina (Erzbergbau) y, como he deducido en diferentes reuniones con él, va a defender y a esforzarse por los intereses económicos de Braunschweig». El día 15, un Küchenthal insistente, pidió convocar una reunión para que se le explicase cuál era la labor de Hitler y sus resultados. Klagges, que no tenía resultado alguno que mostrar, adujo trabas burocráticas para que la reunión pudiese efectuarse. Y no se efectuó. Durante los meses de junio y julio, en los que Hitler seguía prolongando sus vacaciones irregularmente, no se incorporó a su puesto, ni fue cesado por ello.

El 14 de septiembre, el socialista Thielemann registró de nuevo una pregunta acerca de los logros de Hitler para con la economía y sobre sus actividades en general durante los meses anteriores. El ministro de Interior Klagges respondió el 24 de septiembre que «las relaciones y negociaciones económicas corren siempre el riesgo de ser perturbadas por el tratamiento público y, por tanto, requieren por su naturaleza confidencialidad». La respuesta no convenció al ministro de Estado Küchenthal, volvió a la carga el 6 de octubre pidiendo a Klagges un informe concreto. Este contestó dos días después de nuevo vagamente, indicando que hasta donde él sabía, Hitler había estado en los últimos tiempos valiosamente activo en favor de la economía de Braunschweig. El 14 de octubre Küchenthal insistió con cierta irritación, exigiendo «informaciones positivas» sobre los logros económicos de Hitler, para resolver las dudas y evitar “grandes interpelaciones» en el Landtag. Propuso que, al menos, le indicase «algún ejemplo. Será suficiente si se nombra una rama de la industria, sin especificar la empresa».

Unos días después, el 19 de octubre, con Alemania inmersa en plena inestabilidad tras dos elecciones parlamentarias seguidas (julio y septiembre), llegó al ministro de Estado Küchenthal una nueva petición de Hitler: solicitaba «con humildad» «vacaciones indefinidas», por considerar «que las luchas políticas en curso no me permiten en el período próximo el cumplimiento de mi contrato de servicio». Le fueron concedidas, pero esta vez sin sueldo (320,70 Reichmarks mensuales), algo que Hitler aceptó de inmediato. Esto le vino bien al ministro de Interior Klagges, pues aprovechó para responder el 7 de noviembre a la exigencia realizada por Küchental el pasado 14 de octubre, que se hallaba todavía sin respuesta. Sin remilgos, Klagges indicó que Hitler se encontraba de excedencia sin sueldo hasta nuevo aviso. No hasta que Küchenthal, persistiendo en su empeño, pidió de nuevo explicaciones, se animó Klagges con la siguiente afirmación: «Las actividades del consejero Hitler han sido de considerable provecho para la economía de Braunschweig».

Finalmente, el 15 de noviembre, Küchenthal respondió formalmente en nombre del gobierno estatal a la pregunta realizada por el socialista Thielemann el 14 de septiembre, presentando en el Landtag un escrito inspirado en la última respuesta de Klagges y en la que este diera el 13 de junio anterior: «El consejero del gobierno Hitler ha prestado valiosos servicios al señor ministro de Interior de Braunschweig tras su nombramiento como asesor especial en cuestiones económicas, en especial en la cuestión de la conservación de las minas del Unterhaz».

El 16 de febrero de 1933, tras haber sido nombrado canciller, Hitler solicitó con un breve escrito que se le liberase de su cargo como consejero del gobierno de Braunschweig. Le fue concedido con efecto inmediato.
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Re: Hitler: de apátrida a ciudadano alemán

Mensaje por gableleig » Jue Ago 20, 2015 12:57 am

Muchas gracias compañero Eckart. Es increíble, este hombre (Hitler) no dio palo al agua en su vida, salvo cuando alcanzó la cancillería (y aquí, a su ritmo) y los años en el frente durante la Gran Guerra. Y no sé si podrá demostrarse (seguro que sí porque se conservan miles de conversaciones suyas con subordinados) pero estoy seguro que más de una vez presumió de conocimientos económicos aduciendo para ello su experiencia en el cargo de consejero para asuntos económicos de Braunschweig (del mismo modo que creía que dominaba el arte de la guerra por haber luchado en las trincheras o que entendía de arte porque había pintado acuarelas de joven). Doctor Liendre...
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