Martin Niemöller escribió:No tengo la menor idea de como se estableció esta trayectoria de la bala, pero aún siendo de arriba a abajo, en mi opinión no invalida la teoría del suicidio: esta trayectoria puede haberse debido a diferentes causas: el propio peso del arma (tengamos en cuenta que el cañon estaba dirigido contra su pecho), inoperancia de Geli, que probablemente no estaba acostumbrada a manipular pistolas, quiza un intento a ultimo momento de desviar el disparo, etc.
Estoy totalmente de acuerdo en que una trayectoria descendente no invalida, ni mucho menos, la hipótesis del suicidio. Solo quería apuntar que no entiendo como se puede establecer con precisión la trayectoria sin una autopsia.
José Luis escribió:Ahora vamos con lo de fermat. El informe de la policía decía además (p. 139): “The body lay in the room, which had only one entrance and a window looking down on Printzregentenplatz, face down on the floor, in front of the sofa, upon which we found a 6.35-mm Walther pistol. Police doctor Müller determined that death had been caused by a punctured lung, and based on the stage of rigor mortis, had occurred a number of hours before [sententeen or eighteen]. It was a closed shot, placed directly against the skin in the dress opening and penetrating the body above the heart, which was not damage. The bullet had not left the body, but was to be felt under the skin on the left side of the back, somewhere above the hip level.”
Volvemos a la trayectoria de la bala. Según el informe de la policía la bala penetró por encima del corazón y acabó un poco por encima de la cadera. Si la trayectoria de la bala hubiera sido una línea recta esto sugeriría un disparo realizado casi verticalmente hacia abajo. Dudo mucho que ningún tirador realizase un disparo así, ya que lo normal es disparar de frente. Aunque si podría ser que una suicida nerviosa e inexperta pudiera dispararse de ese modo...
Otra posibilidad es que la bala rebotase en alguna costilla, se desviase de su trayectoria inicial y adoptase una trayectoria descendente, que la llevó a parar muy abajo en la espalda. Teniendo en cuenta que el arma era del calibre 6.35 mm, es decir un calibre muy bajo esta posibilidad no es desdeñable. Una vez más la falta de una autopsia nos impide ir más allá, pero aquí se vislumbra una nueva "teoría de la bala mágica" como la que se asocia con el asesinato del Presidente Kennedy.
SIn embargo el informe de la policía dice algo, en mi opinión, muy interesante: el disparo se hizo a cañón tocante, lo cual refuerza la tesis del suicidio, ya que nadie se suicida disparándose a distancia. Es una pena que no se buscaran restos de pólvora en las manos de Geli, ya que eso nos hubiera dicho si fue ella la que disparó el arma o no.
José Luis escribió:Si la pistola se hallaba sobre el sofá y el cuerpo sobre el suelo, boca abajo, hay algo que no casa bien. Si, supuestamente, se pegó un tiro sentada sobre el sofá, lo más probable es que quedara muerta sobre el mismo. Y si no murió en el momento, como dice el doctor Müller, lo lógico es que se levantara o arrastrara para pedir ayuda, con lo cual habría huellas de sangre que indicaran esos movimientos. Si por el contrario, se pegó un tiro fuera del sofá, ¿qué hacía la pistola sobre el mismo?
No veo problema por este lado. Según los informes médicos la muerte no fue instantánea. Así pues pudo perfectamente dispararse en el sofa, con lo cual el arma quedó sobre éste, y después irse venciendo poco a poco hacia adelñante has acabar cayendo.
Martin Niemöller escribió:fermat escribió:Puestos a enterrarlo, mejor enterrarlo en un sentido literal. Es decir ya que vamos a cometer un crimen ¿por que no matar a Hitler, directamente?En mi opinión es muy distinto: si alguien hubiera asesinado a Hitler, además de convertirlo en mártir se hubiera lanzado una cacería contra el o los asesinos, quizá hasta una guerra interna en el partido nazi con consecuencias imprevisibles.De la otra forma, la figura de Hitler, quedaría manchada para siempre, sería su muerte política, y los verdaderos asesinos, por lo menos en teoría, tomarían las riendas del partido, sin muchas convulsiones internas.
La guerra interna en el Partido Nazi se hubiera dado igual, quizá incluso más, con un Hitler manchado en su reputación (mancha que no lo dudes se extendería también al Partido), que con un Hitler muerto. Además la muerte de Hitler se podría atribuir a elementos marxistas y ya se encargaría Goebbels de sacar rédito político a una muerte "tan heroica".
Por otro lado, si querían culpar a Hitler ¿por qué elegir, para matarla, un momento en que Hitler estaba fuera de Munich; y por qué no hicieron nada para dejar pruebas falsas que lo incriminaran?
Mac_aco escribió:Respecto al tema de la presión del NSDAP por ocultar el tema, hay una circunstancia que me parece que no podemos olvidar: el NSDAP había triplicado sus votos desde 1929 y era una fuerza creciente pero aún inmadura. En 1931 se dió mucha publicidad al tema de la homosexualidad de Ernest Rohm en la prensa socialdemocrata. Con estos datos, tiene todo el sentido del mundo, que la dirección del NSDAP intentase un control de daños respecto al tema de Geli Raubal e intentase que dicho tema fuera pasado por alto o por lo menos, con la mayor discreción posible. El suicidio de una familiar de Hitler, con la que por otra parte mantenía una relación ambigua, no era algo que fuera politicamente deseable.
Estoy de acuerdo con Mac_aco. Recordemos que solo tres semanas después de la muerte de Geli, Hitler mantuvo su primera entrevista por Hindenburg. Hitler estaba en el camino hacia la Cancillería y lo que menos le convenía en aquel momento era un escándalo del tipo que fuera. Por eso es razonable pensar que todo el mundo en el Partido pretendiese que se diera un rápido carpetazo al asunto. Para ello la tesis del suicidio era la más conveniente.
Y para terminar esta intervención voy a lanzar otra teoría que aún no ha apuntado nadie, creo. El causante de la muerte de Geli fue Emil Maurice. Veamos por que.
En el triángulo amoroso formado por Geli, Hitler y Maurice solo hemos considerado a dos de los vértices (Geli y Hitler) como posibles autores; pero yo me pregunto si ellos dos tenían motivos ¿por que no Maurice? Así pues he imaginado el siguiente escenario.
Tras conocer la relación de Geli con Maurice, Hitler que está enamorado de ella, decide luchar por el amor de la joven. Mediante una mezcla de súplicas, amenazas y promesas de una vida maravillosa cuando él sea Canciller del Reich, consigue convencer a Geli para que abandone a Maurice, cosa que Geli hace. Pero Maurice no se conforma, también está enamorado de Geli y no se resigna a perderla. Sabiendo que Hitler va a estar unos días fuera de Munich, y por tanto Geli va a estar sola, decide visitarla convencido d que en una entrevista cara a cara podrá reconquistar a la muchacha. Se dirige pues al apartamento de Hitler, donde la jóven le recibe para evitar el escándalo de un amante frstrado gritando su desamor a los cuatro vientos. Cuando están juntos en la habitación Maurice le suplica que vuelva con él, le pide que abandone a su tío, y los dos juntos huyan a otro país a empezar una nueva y mejor vida.
Pero todo es inútil, Geli ya ha tomado una decisión y le pide a Maurice que se vaya. Entonces Maurice enloquece, sabe donde guarda Hitler su pistola (no en vano se había encargado de su seguridad durante mucho tiempo), y no tarda en encontrarla. Presa de la furia le grita a Geli que puesto que no quiere volver con él, la matará, y luego él mismo se pegará un tiro. Ya que no han podido vivir juntos, al menos morirán juntos. Pero Geli no tiene intención de morir ni de dejarse matar. Aprovechando un descuido de Maurice, que está totalmente fuera de sí, se abalanza sobre el arma; forcejean, caen al suelo, y entonces se oye un disparo. Geli se estremece ligeramente y queda inmóvil en el suelo. Maurice se da cuenta de lo que ha hecho, pero incapaz aún de pensar con claridad, arroja la pistola sobre el sofa y huye despavorido de la escena del crimen.
¿Que os parece esta "línea de investigación"?
Nunca se hace el mal tan plena y alegremente como cuando se hace por motivos de conciencia (B. Pascal)