Kurita decide acabar con la flota americana engolfo de Leyte

¿Qué pasaría si…?

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Gaetano La Spina
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Kurita decide acabar con la flota americana engolfo de Leyte

Mensaje por Gaetano La Spina » Jue Dic 14, 2006 12:02 am

Por todos es conocido que, el día 25 de octubre de 1944 el almirante Takeo Kurita debía incurrir a bordo del Superacorazado Yamato, en el golfo de Leyte, con el fin de aniquilar la cabeza de playa aliada en las playas de Leyte. De igual manera, los portaviones ligeros encargados de cubrir el desembarco, eran insuficientes para enfrentar a la flota de Kurita.

Sin embargo,por razones aún discutidas, Kurita decide dar media vuelta, y regresar a su base, tras una oposición de algunos destructores y aviones embarcados, que apenas podían hacer algo contra los acorazados nipones.

La pregunta es Qué hubiera pasado si Kurita decide seguir su incursión contra Leyte?, hubiera obtenido una gran victoria, que daría al Japon un respiro, o una paz negociada?
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almirante Takeo Kurita.
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Mensaje por minoru genda » Dom Dic 17, 2006 2:45 pm

Todas las acciones navales en Leyte llevaron el sello de la suerte estadounidense y este tópico podría ser ¿que hubiera pasado si......dos submarinos que pasaban por allí no hubieran topado con la flota de Kurita.?
Que hubiera pasado si esos dos submarinos hubieran finalizado su patrulla un poco antes? debemos recordar que esos submarinos se disponían a abandonar la zona y que fue en ese momento cuando detectaron a la fuerza Central de Kurita.
Una vez localizado ese gran grupo de barcos los submarinos transmitieron la situación a la flota invasora y pasaron al ataque.
De manos a boca el factor sorpresa se difuminó y Kurita se encontró con tres cruceros y dos destructores menos, dos de los cruceros acabaron hundidos y los dos destructorees regresaron a Brunei con un tercer crucero que había resultado averiado.
A partir de ahí, (el momento en que finaliza o no la patrulla de los dos submarinos) se podían abrir unas cuantas posibilidades.
La decisión de Kurita de no continuar la acción a mi entender no fue correcta, pero el hecho de que la hubiera continuado, tampoco hubiera modificado mucho el futuro de la flota imperial, si acaso quedarse sin unos cuantos buques más y en el peor de los casos sin ninguno.
Ya desarrollamos esto un poco más porque hay cosas a tener en cuenta :wink:
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Mensaje por Gaetano La Spina » Dom Dic 17, 2006 8:01 pm

saludos!
Claro esta que con lo de Leyte se pueden sacar un sin fin de especulaciones. Después del hecho de ser detectado y atacado por los dos submarinos, delatandose casi todo el plan SHO (una parte), y la siguiente batalla del mar de Sibuyan; lo cierto es que Kurita arriba al estrecho de San Bernandino sin que este estuviera vigilado por ninguno de los 4 grupos de los portaviones de Halsey, al haber ido tras los portaviones de Ozawa.

Entonces aqui viene mi planteamiento, Kurita decide, sin importarle nada, seguir adelante hacia la cabeza de playa aliada en Leyte, barrer los portaviones de escolta y los destrucores (para algo le quedaba el Yamato!), y seguir al Sur para entenderselas con los acorazados que destruyeron a la flota de Shima y Nishimura en Surigao.
Abra tenido Kurita suficiente munición para todo esto? después de todo, los acorazados que destruyen a Nishimura también deberían estar cortos de municiones... y el combustible?
Claro esta, el resultado de la guerra hubiese sido el mismo, pero por lo menos los nipones hubieran obtenido su tan ansiada victoria al estilo samurai, (hubiera sido preferible hacer esto, que esa absurda misión suicida en la que intervino el Yamato en 1945), y quizás una derrota más honrosa en la guerra, por lo menos con condiciones, hubieran conseguido una tregua y la paz.
Total, estos son los foros de las especulaciones.
Proximamente continuare con lo de Leyte!
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Mensaje por minoru genda » Lun Dic 18, 2006 8:36 pm

Buenoooooooo. Vamos con eso que preguntas
Por supuesto es mi particular modo de ver las cosas, creo que ya he comentado en otro momento al respecto.
Si Kurita hubiera decidido a seguir adelante, en primer lugar debería acabar con la Taffy 3 (cosa que ya casi había conseguido cuando decidió interrumpir la acción)
Tras ello se acercaria a Leyte, pero tendría que verselas con Oldendorf y todos los buques grandes y pequeños que andaban por allí, ya de por sí la fuerza de Oldendorf era temible, visto lo que habian hecho con Kurita un pequeño grupo de una docena de buques entre portaviones y destructores.
El roto para los estadounidenses podía ser grande, pero los japoneses se hubieran quedado prácticamente sin nada.
La fuerza de Oldendorf la componían 6 acorazados, 3 cruceros pesados, dos cruceros ligeros y al menos 16 destructores; en la práctica eran más buques pero porque estaban un tanto desperdigados, para cerrar el paso por el estrecho de Surigao.
Aquí podían darse dos situaciones
La primera Kurita llega a Leyte y ataca a los buques de desembarco y Oldendorf no llega a tiempo para oponerse a Kurita.
Pero una vez acabado el trabajo Kurita por razones de "seguridad relativa" debe dirigirse al sur y enfrentarse a Oldendorf, porque al Norte está Halsey con su fuerza y en el momento en que el grupo de invasión sea atacado lógicamente Halsey deberá ir hacia Leyte, por tanto si Kurita se retira hacia el norte se encontrará con Halsey y los acorazados de Lee entre los que se encuentran los más modernos, (Iowa, New Jersey, South Dakota, Alabama, Massachussets y Washington) además de un buen número de portaviones.
La segunda Oldendorf llega a tiempo y consigue entretener a Kurita mientras llegan del norte las fuerzas de Halsey.
La victoria estadounidense era un hecho, una vez roto el factor sorpresa solo resta elucubrar sobre los daños que hubiera sufrido la flota estadounidense, pero la derrota japonesa hubiera sido total.
Es mi modo de ver lo que hubiera pasado si Kurita sigue adelante en la situación ya dada.
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Mensaje por Gaetano La Spina » Lun Dic 18, 2006 10:35 pm

Pues tu primera opción me parece sería lo que pudo pasar:
Genda escribió:La primera Kurita llega a Leyte y ataca a los buques de desembarco y Oldendorf no llega a tiempo para oponerse a Kurita.
Pero una vez acabado el trabajo Kurita por razones de "seguridad relativa" debe dirigirse al sur y enfrentarse a Oldendorf, porque al Norte está Halsey con su fuerza
Si Kurita lograba vencer (o sobrevivir...) a Oldendorf, después de esa batalla, podría retornar a su punto de partida por el mismo estrecho de Surigao. Pero no se si la fuerza de Kurita era superior a la de Oldendorf, (debo revisar mis datos) de allí dependería el resultado.

Esto pues, era lo que proponía en la pregunta, las posibilidades... tu me das dos buenas posibilidades de resultado. :P
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Mensaje por minoru genda » Mar Dic 19, 2006 6:39 pm

Esa es otra aunque no deja de ser la misma.
Una vez hecho el trabajo en Leyte y suponiendo que lo hubiera hecho rápido al ir hacia el sur se encontraría con Oldendorf y creo que se llevaría una buena porque sus buques ya iban bien servidos suponiendo que lograra escapar no se yo hasta donde.
De lo que no tengo duda es que la única escapatoria estaba al sur.
La fuerza aproximada de Oldendorf ya te la he puesto yo, solo queda saber conque fuerzas contaría Kurita para combatir contra Oldendorf y está claro que el mayor problema de Kurita iban a ser los destructores de la clase Fletcher muy buen armados, con 10 tubos lanzatorpedos en dos montajes de 5, con 5 cañones de 127mm. (5") y que además desarrollaban una velocidad de 37 nudos.
Y digo esto, porque con ver lo que ocurrió en la batalla de Samar en la cual Kurita tuvo muy serios problemas por el acoso de tan solo 6 destructores, imagínate contra al menos 16 (no recuerdo si eran 23 o 16 los destructores que formaban parte del grupo de Oldendorf).
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Mensaje por Gaetano La Spina » Mar Dic 19, 2006 7:12 pm

También había pensado en el asunto de los destructores, además de las lanchas rápidas norteamericanas, que si mal no recuerdo, hicieron su parte en la batalla del estrecho de Surigao.

Ahora pensando en tus dos posibilidades expuestas anteriormente, que se centran en el hecho de que si Oldendorf retorna a tiempo o no al golfo de Leyte; podríamos tener una mejor idea si, averiguamos la posición exacta de Oldendorf en el momento en que Kurita comienza a disparar sobre los portaviones de escolta (creo que el día 25 de Octubre).

Con esta distancia en Kilometros, y la velocidad máxima de una flota de acorazados, (en este momento no se, diría yo de unos 23 nudos en promedio, estoy escribiendo con mis conocimeintos sin actualizar...); podríamos saber una posición aproximada del encuentro Kurita-Oldendorf.

Y lo más importante, determinar aproximadamente la posición de los portaviones de Halsey una vez destruida la flota de Ozawa. Y ver si (dependiendo de la duración de la batalla entre Kutita y Oldendorf), si los aviones de Halsey tuvieran dentro de su alcance a la flota de Kurita.

Es algo que pienso analizar, cuando prosiga el foro de Leyte.

Si hay algo que le salió bien a Kurita, fue su retroceso después de la batalla del mar de Sibuyan. Logró equivocar a Halsey, haciendolo pensar que se retiraba, cuando su intención era proseguir su avance al estecho de San Bernandino, amparado en la seguridad de la noche.
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Mensaje por Domper » Mié Dic 27, 2006 1:01 am

Buenas. Soy nuevo en el foro, pero probablemente nos conozcamos de algún otro.

La Historia Naval siempre me ha parecido apasionante, más la batalla naval de Leyte. Fue una batalla tan compleja que admite todo tipo de interpretaciones. Resulta frustrante (si eres norteamericano) que parte de la fuerza japonesa pudiese escapar. Pero de ahí a pensar que Kurita podía lograr sus objetivos…

Por de pronto, se ha citado la “suerte” norteamericana cuando la fuerza de Kurita encontró “casualmente” a dos submarinos norteamericanos de patrulla. Esos submarinos no estaban ahí porque sí, sino que vigilaban uno de los accesos a las Filipinas, y esperaban a la fuerza central japonesa, de cuya salida sabían por la ruptura de las claves niponas.

También se olvida que la maniobra japonesa estaba pensada para destruir a los transportes antes que desembarcasen su carga. Peor el reconocimiento falló, y era de esperar que cuando llegasen a Leyte los transportes estarían vacíos: tal vez se podrían hundir los barcos, pero sobrevivirían los soldados y los buques ligeros de asalto.

Otro factor que no se suele recordar era que Kurita llegaba tarde. Los ataques mantenidos durante todo el día 24 no sólo había significado la pérdida del Mushashi, sino un retraso de varias horas. Kurita hubiese debido llegar al golfo de Leyte al amanecer, tras atravesar el estrecho de San Bernardino por la noche. Al contrario, el trayecto entre dicho estrecho y Leyte debiera hacerlo de día, y sólo llegaría cuando Nishimura hubiese combatido ya. Es decir, los norteamericanos podrían destruir a uno y otro, sucesivamente.

Había un tercer factor: la sorpresa, pero no la sufrida pro los norteamericanos, sino por los japoneses. Al salir del estrecho, al amanecer, la formación de Kurita estaba cambiando de una formación nocturna de columna con destructores delante (de pantalla antisubmarina), a una diurna.

La formación nocturna era adecuada para navegar por aguas confinadas y, sobre todo, para facilitar el reconocimiento nocturno: cualquier unidad fuera de la formación se consideraría enemiga. Pero esa formación es pésima para aguas abiertas y de día: es poco flexible y muy vulnerable a ataques aéreos. Se estaba adoptando una formación para navegación diurna, es decir, las unidades pesadas en medio con un anillo antiaéreo, cuando se descubrió al Taffy 3 de Sprague.

En ese momento Kurita tomó una decisión polémica: ordenó un ataque general. Es sabido que Kurita había confundido la formación por un grupo de portaaviones de flota escoltados por cruceros y destructores (el error se debió por la diferencia de tamaño entre los destructores de escolta y los de flota). Los portaaviones son buques muy rápidos, que alcanzan más de 30 nudos, mientras que su formación estaba limitada a los 26 nudos del Nagato (suponiendo que sus máquinas, bastante baqueteadas, llegasen a esa velocidad: 24 ó 25 nudos sería más realista). Si no atacaba inmediatamente, la formación norteamericana se pondría a toda máquina y huiría. El porvenir de un acorazado situado a 30 millas de un portaaviones no es halagüeño, además.

(Kurita no sabía que los portaaviones de case Casablanca, los que realmente había encontrado, eran cafeteras que apenas llegaban a los 17 nudos; pero de este error no saldría en todo el combate, aunque los destructores japoneses se acercaron lo suficiente como para reconocer al enemigo, nadie se molestó en informar al almirante).

Como digo, se lanzó un ataque general, con los buques divididos, grosso modo, en tres fuerzas. Una estaba constituida por el Yamato y el Nagato, que seguían la ruta de Sprague, disparando desde lejos. Pero atacada por torpederos y destructores, tuvo que navegar hacia el norte durante varios minutos para evitar los torpedos, con lo que perdió de vista a los portaaviones.

Un segundo grupo estaba formado por los cruceros de batalla (Kongo y Haruna) y cruceros pesados, más rápidos. Este grupo intentó rodear a los portaaviones por el Este, cruzándose en su rumbo y situándose a sotavento, para que el humo no le cegase. Fue este grupo el que cañoneó a los portaaviones, pero al haberlos confundido con buques de flota, usó proyectiles perforantes que causaron poco daño, aunque uno de los barcos (el Gambier Bay) sufrió tales daños que quedó sin potencia, y cañoneado a placer se hundió. Los otros portaaviones respondieron con sus armas antiaéreas, y uno de ellos consiguió tocar en un pañol a un crucero japonés (el Chokai) que luego se hundió. Los destructores y los aviones embarcados (de los Taffy 1, 2 y 3, un total de 15 portaaviones tras la pérdida del Gambier Bay, con 500 aviones a bordo, el doble de los disponibles en Midway) atacaron repetidamente a los japoneses. Estos hundieron dos destructores de flota y uno de escolta, pero a cambio perdieron tres cruceros pesados.

Un tercer grupo (destructores) se aproximó siguiendo la estela de los portaaviones, pero ante el desbarajuste general atacó con torpedos desde muy lejos y se retiró.

A las 9:20, tras dos horas y media de persecución, Kurita estaba desconcertado. Aparte de llevar dos noches sin dormir, había perdido el control táctico. No veía al Taif 3, menos al Taif 2 que acababa de ser detectado desde el Kongo. Su flota estaba desperdigada, recibía ataques continuos (a esas alturas se habían unido a la fiesta los aviones de los portaaviones de McCain) y estaba perdiendo barcos a cambio de poco. Y la batalla se dirigía hacia el sureste, apartándole de su objetivo. Por eso decidió reagruparse antes de dirigirse de nuevo hacia Leyte. Para ello arrumbó de nuevo al norte y ordenó a sus buques que se le aproximasen. Poco después, pensando que el señuelo de Ozawa había fallado (porque se había encontrado portaaviones) decidió retirarse.

Ante esta decisión surgen varias cuestiones:

1. ¿Tenía posibilidades de llegar antes que Oldendorf? La pregunta es absurda, porque los barcos de Oldendorf estaban ya en el Golfo de Leyte e incluso sin moverse podrían cubrir con sus fuegos la boca. Su flota estaba limitada a los 20 nudos (los acorazados norteamericanos antiguos eran lentos) pero Kurita, para poder dirigirse a Leyte, tenía que reagruparse, y era improbable que llegase antes de las 12:00 O 13:00.

2. ¿Y si destruía antes al Taffy 3, y al 2, ya puestos? No era tan sencillo. A Sprague le quedaban aún destructores de escolta y, sobre todo, los ataques aéreos, hasta entonces descoordinados, se estaban efectuando mucho más coordinadamente, siendo muy peligrosos contra barcos aislados (recordemos que la formación japonesa estaba rota). Podían destruirse los portaaviones (suponiendo que no escapasen, ya sabemos que Kurita pensaba que eran buques de escuadra) pero probablemente le costaría mucho tiempo y se quedaría sin barcos: no sería raro que perdiese alguna unidad pesada: el Yamato y el Nagato tuvieron que esquivar torpedos, el Kongo había estado a punto (se encontró a 8.000 m de dos destructores, pero se habían quedado sin torpedos), tres cruceros estaban gravemente dañados, y dos más habían tenido que retirarse.

De hecho, ahora sabemos que si Kurita se hubiese quedado a rematar la faena, se hubiese encontrado por la noche con el Iowa y el New Jersey en un combate nocturno contra los barcos con los mejores radares de la época.

3. ¿Y si combatía con Oldendorf?

Había muchos factores por medio:

- Los buques que tenía Kurita. No le quedaba tanto. Tenía un acorazado muy potente (tal vez el mejor del mundo, sería para otra discusión), un acorazado viejo, bien armado pero mal protegido, dos cruceros de batalla con armamento y protección mediocre, un crucero pesado (Tone), dos ligeros (Noshiro y Yahagi) y media docena de destructores. Había gastado parte de sus municiones en el camino y la mayoría de sus torpedos. Tenía radares de exploración, pero no de tiro, y estaba en mala posición táctica.

- Los barcos de Oldendorf: no eran de hojalata. Tenía seis acorazados “viejos”, pero sin olvidar que el Kongo y el Haruna eran más viejos. Dos eran acorazados armados con cañones de 406 mm, y los otros cuatro, con seis de 356 mm. Salvo el Pennsylvania, más antiguo que el resto, estaban muy bien protegidos, más que el Nagato. Tenían equipos de radar, en algún caso muy moderno. Sus pañoles estaban o llenos (hubo algún acorazado que no había disparado) o medio llenos.

- No olvidemos el resto: cuatro cruceros pesados y cuatro ligeros (pero comparables a los pesados japoneses) y 26 destructores, más unidades ligeras.

- La posición táctica era ideal: podían disparar simultáneamente contra los barcos japoneses, que tenían que entrar en el golfo uno a uno. Más aún, podían disparar a través de cortinas de humo. Y contaban con los aviones de los Taffy y de McCain.

- La flota norteamericana podía seguir la estrategia que describía Luis de la Sierra: mantener unos pocos destructores que creasen una cortina de humo. Los acorazados y cruceros podrían dirigir su fuego con radar o mediante la aviación (los hidros de abordo que están para eso). Otros buques podían atacar a los enemigos con torpedos. Mientras, los aviones de los Taffy y los basados en Taclobán atacarían a los barcos japoneses. Es dudoso que ninguno de los barcos pesados japoneses pudiesen sobrevivir a eso, salvo el Yamato. Y estaría por ver si el Yamato conseguía centrar el fuego contra un enemigo invisible y entre una nube de piques.

En resumen, me parece improbable que ningún barco japonés llegase siquiera a entrar en el golfo. Pero ¿y si entraba?

4. El cuarto sí… Japoneses en el Golfo: no es tan fácil acabar con una flota de mercantes, ni siquiera cuando no hay oposición. Combates como el del Scheer lo habían demostrado. Menos, transportes militares armados (con armas antiaéreas pero que también hacen pupa) y en una melée de cruceros, destructores y fuerzas ligeras. La situación inversa en el estrecho de la Sonda, cuando una flota aliada (Houston, Perth) se encontraron con un convoy japonés. En el combate siguiente hundieron un dragaminas y un transporte, pero los dos cruceros se fueron a pique.

En Samar los pocos destructores norteamericanos habían conseguido detener temporalmente a una fuerza que les superaba en 40 a 1 (en desplazamiento al menos). En Leyte se hubiese encontrado a muchos más destructores, bastantes de ellos todavía con torpedos, así como multitud de buques menores. Las mismas dificultades que encontraban alemanes, norteamericanos, ingleses, etc., para destruir convoyes escoltados, se encontrarían los japoneses, pero decuplicadas.

En resumen: la apuesta japonesa falló en cuanto Kurita tuvo que maniobrar en Sibuyan y Nishimura no modificó sus planes. Y los japoneses cometieron más errores que Halsey (unas palabras tendría yo con Nishimura) y tuvieron muchos más problemas de control y comunicaciones.

Saludos. Y pido disculpas a lso que aguanten semejante rollo.

P.D.: la única agrupación de Halsey capaz de volver a Leyte a tiempo era la de McCain, que de hecho volvió, aunque por la distancia no pudo llevar bombas pesadas ni torpedos.

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Saludos!

Mensaje por Gaetano La Spina » Mié Dic 27, 2006 10:31 pm

Saludos Donper!
Me alegro que alla aparecido otra persona apasionada en el tema, de esta manero podemos informarnos mejor entre todos.

He estado leyendo por encima (por ahora), todos tus argumentos bastante bien defendidos. Me inmagino sabrás bien la posición de cada uno de las Flotas en el momento vital dela batalla, sobre todo en lo que respecta a la psición de Oldendorf, que afirmas que ya se encontraba en Leyte.

Necesito leer detenidamente tu post como se lo merece, esta muy interesante. Posteriormente te comentó con bases.

No soy ni Proyanqui ni pronipón, simplemente me hubiera gustado que el Japón hubiese salido de la guerra más honrosamente . Pero como tu mismo analisas, las probabilidades de victoria japonesa eran pocas.

Espero sigas posteando, en la sección de FRENTE del PACÏFICO, estoy haciendo una reconstrucción,si me ayudas... ter agradezco!
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Mensaje por leytekursk » Jue Dic 28, 2006 3:57 am

No estoy muy convencido de que Oldendorf pudiera contener a Kurita si este hubiese llegado cerca de la zona de desembarcos.

1.- Oldendorf había enviado a su fuerza de cruceros y al escuadrón de destructores 56 en persecución de las unidades sobrevivientes de la fuerza de Nishimura a través del estrecho de Surigao, lo que le restaba un importante escudo defensivo a sus acorazados. Habría que hacer un detallado estudio de tiempos, distancias posiciones y velocidades de estas unidades para determinar si luego de hundir el Asagumo y dañar al Mogami, alcanzaban a volver para un enfrentamiento con la fuerza de Kurita.

2.- Recuerden que los acorazados Americanos llevaban como misión principal, el cañoneo costero por lo que la gran mayoría de sus proyectiles eran del tipo HE , inútiles para combatir un acorazado como el Yamato. De los pocos AP que llevaban, ya habían gastado unos cuantos contra la fuerza de Nishimura.

3.- Por el mayor alcance de sus cañones, el Yamato podría haber batido a los acorazados americanos, sin que estos pudieran responderle.

Complicado asunto....pero muy interesante... :lol:

Saludos...

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Mensaje por minoru genda » Jue Dic 28, 2006 5:12 pm

El hundimiento del Asagumo marca el instante en que Oldendorf regresa hacia el golfo de Leyte con su grupo y según he visto se encuentra a una distancia de entre 70 y 80 millas (de 3 a 4 horas de navegación a toda máquina de la costa sur de la isla de Samar)
Por otra parte la distancia aproximada de la fuerza de Kurita al mismo punto en su situación más meridional, que es cuando decide retirarse, es más o menos igual, de entre 70 y 80 millas.
La fuerza de Kurita pierde durante la acción de Samar tres cruceros Chokai, Suzuya y Chikuma además de graves averías en el Kumano.
Por tanto la Fuerza Central ya se encontraba muy mermada en sus fuerzas y con todos los buques principales con alguna que otra avería de mayor o menor entidad.
Como buques capitales solo le quedaban el Yamato, el Nagato, el Haruna y el Kongo.
Como cruceros el Haguro, el Tone y el Kumano que como ya comentamos tenía serias averías.
Como cruceros ligeros el Yahagi y el Yoshino
En cuanto a destructores al menos 13 de los 15 iniciales (dos habían regresado con el Takao a Brunei tras el ataque de los dos submarinos en Palawan).
Para Domper
Los submarinos Darte y Dace se encontraban de patrulla desde el 1 de octubre y no habían sido enviados para controlar el paso de una posible flota japonesa, el día 12 tuvieron un contacto con un convoy japonés con el resultado del hundimiento de dos mercantes.
Es evidente que la patrulla era una de las muchas que hacían los submarinos estadounidenses para acosar y atacar al tráfico mercante y que se encontraron con la flota de Kurita en un caso de fortuna.
Digo ésto porque es de suponer que de esperar un ataque japonés se pensaría en la posibilidad que viniera del norte y el hecho de que Halsey mordiera el anzuelo con Ozawa obedece a esa idea, por otra parte la situación de los diferentes grupos estadounidenses era la correcta un grupo al norte (T.G 38.3) uno controlando el estrecho de San Bernardino (T.G 38.2) uno al sureste de la isla de Samar (T.G 38.4) uno de reserva al este de Filipinas (T.G 38.1) y la 7ª flota al mando de Kinkaid (entre la que se encontraba el grupo de Oldendorf que controlaba el estrecho de Surigao) apoyando el desembarco.
El problema del ataque japonés es que no hubo una coordinación adecuada y el factor sorpresa se fue al traste por culpa de dos submarinos, de no haber sido descubiertos y de ser detectada la fuerza de Ozawa antes que el resto, el éxito japonés en Leyte hubiera sido muy posible de hecho y con todos los condicionantes a favor a pesar de la derrota japonesa se puede decir que los estrategas estadounidenses de ésta batalla no anduvieron muy finos en una fase crucial como fue las acciones de Samar y solo el arrojo de unos pequeños destructores y portaviones evitaron un desastre.
Podemos plantearnos que hubiera ocurrido de no haber encontrado los japoneses esa valiente oposición en Samar, en la cual seis destructores y seis portaviones aguantaron a una flota muy superior, porque de no ser por la oposición de la Taffy 3, Kurita se hubiera presentado en Leyte con una fuerza temible y aunque en Leyte habia muchos barcos que darían mucha guerra, torpedeando y disparando casi como quien dice al bulto por la gran cantidad de buques, se hubieran hundido un montón de ellos y Halsey hubiera pagado los platos rotos por su ligereza.
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Mensaje por Domper » Vie Dic 29, 2006 10:57 am

Las dudas que plantea Leytekursk son fáciles de resolver. Aviso, el mensaje es largo y bastante denso.

Empezaremos por las posibilidades de Oldendorf en un combate frente a Kurita (se trata no sólo de la munición).

Se suelen despreciar sus posibilidades, pare como si bastase con que Kurita hiciese acto de presencia en el Golfo de Leyte para que la flota americana se autohundiese o huyese. Para legos, la fuerza de Kurita, aun tras las pérdidas sufridas en Palawan y en Sibuyan, era impresionante: cuatro acorazados rápidos, uno el más potente del mundo, otro con cañones de 406 mm, otros dos veloces cruceros de batalla ampliamente modernizados. Acompañados por siete cruceros y una docena de destructores.

Claro que se suele olvidar que frente a Samar se libró una de las batallas más impresionantes de la guerra, y donde Kurita sufrió importantes pérdidas (tres cruceros pesados, otro más gravemente dañado) a cambio de un portaaviones de escolta y tres destructores. Menos se suele recordar que frente a Samar se invirtió el patrón habitual de las batallas de las Salomón: los norteamericanos reaccionaron rápida y acertadamente (la actuación de Sprague fue excepcional) y fueron los japoneses los que mostraron una alarmante descoordinación. Y hubo un gran consumo de municiones, de cañón y sobre todo de torpedos.

La flota de Oldendorf no era chatarra. Eran barcos con años, y lentos, pero no se recuerda la filosofía norteamericana en el diseño de acorazados que primó en los veinte: lo prioritario era la protección. Los buques norteamericanos podían estar algo menos armados que sus enemigos, eran lentos (menos de 23 nudos, más realistas eran 20 nudos), pero su protección, que era superior a la de cualquier otro buque coetáneo. Fueron los primeros en adoptar el sistema “todo o nada”, del que no gozaban los japoneses (salvo el Yamato). También se les recrimina ser los recuperados de Pearl (sólo dos de ellos) pero eso implicaba que habían sido reformados. En algunos casos las reformas se limitaban a la sustitución de artillería antiaérea y equipos electrónicos (como el Mississippi), pero en otros barcos (especialmente el West Virginia y el California) habían sido completamente reconstruidos, y salvo por su velocidad eran equivalentes a buques nuevos. Estos barcos permanecieron en la flota el mismo tiempo que los “modernos” Washington, South Dakota o Alaska. Incluso el más viejo de los barcos presentes, el Pennsylvania, era más moderno los dos cruceros de batalla, y estaba mejor protegido que cualquier japonés salvo el Yamato.

Un factor multiplicaba la protección de los norteamericanos: la seguridad de sus pólvoras. Estas han sido siempre el talón de Aquiles de los acorazados, por lo que USA hizo durante los primeros años del siglo un gran esfuerzo en desarrollar pólvoras estables. Normalmente al desarrollar una pólvora hay que elegir entre potencia, estabilidad y precio. Los ingleses (siguiendo la línea de Fisher) fabricaron pólvoras potentes pero que se incendiaban con facilidad, lo que pagaron no sólo los cruceros de Jutlandia, sino barcos como el Royal Oak, el Hood y el Barham. Japón tenía pólvoras desarrolladas a partir de las inglesas, y tuvieron los mismos resultados: explosiones accidentales (Mikasa, Kawachi, Mutsu en 1943) y explosiones en pañoles en grandes unidades: al menos las sufrieron el Fuso, el Kongo y el Yamato. El Kirishima estalló tras hundirse, y lo mismo pasó con varios cruceros pesados, entre ellos el Chokai en la batalla de Samar al ser alcanzado por el cañón de un portaaviones (caso único en la guerra).

Los norteamericanos desarrollaron pólvoras caras pero más estables que las inglesas (o japonesas, o francesas, o italianas, o alemanas, o rusas). Por ello pocos barcos se perdieron por explosiones de pañoles de pólvoras: por lo que sé, el Arizona (atacado en tiempo de paz y con las puertas estancas abiertas) y el Juneau. El Helena se partió tras recibir un torpedo en el pañol de proa, pero no voló y tardó horas en hundirse. Varios cruceros en las Salomón fueron alcanzados en los pañoles y sufrieron incendios de pólvoras, pero no sólo no volaron, sino que pudieron ser salvados y rescatados: al menos, los St Louis, St Lake City y Portland.

Esto quería decir que era probable que los norteamericanos aguantasen el chaparrón (si les caía) en plan Bismarck, mientras que los japoneses podían estallar ante cualquier proyectil penetrante. Con el agravante que sólo el Yamato estaba protegido contra los proyectiles de 406 mm y 356 mm norteamericanos.

Un inciso sobre el Yamato: pruebas tras la guerra mostraron que la metalurgia japonesa era peor que la norteamericana, y sus aceros menos resistentes, por lo que sus proyectiles tenían menor capacidad de penetración que los norteamericanos equivalentes: los del Yamato eran más o menos como los de 406/50 de los Iowa. Los de calibres inferiores eran aún menos capaces: en Pearl Harbor las bombas de los B5N eran proyectiles perforantes de 406 mm con aletas, y al parecer ninguna consiguió perforar las corazas (es posible que la explosión del Arizona se debiese a un pañol de pólvora negra para la catapulta situado por encima de la coraza, cuyo incendio se comunicó al pañol proel). En Guadalcanal los proyectiles del Hiei se aplastaron contra la coraza del crucero San Francisco (eran de alto explosivo) y los del Kirishima no consiguieron perforar la coraza del South Dakota desde corta distancia.

Respecto al alcance máximo de la artillería, es anecdótico. De poco sirve poner un proyectil a 40 Km, si no ves donde cae, y el día no era claro. Curiosamente, el récord de distancia está compartido por el Warspita (contra el Giulio Cesare en Punta Stilo), cañones de 381 mm… y por el Scharnhorst en Noruega contra el Glorious, con cañones de 280 mm. En ambos casos el alcance fue de 25.000 m. La flota de Oldendorf fue capaz de destruir el Yamashiro desde unos 20.000 m, por la noche. Aparte que a Kurita le convenía combatir de cerca, tanto por las limitaciones de sus sistemas de tiro (que no veían a través del humo) sino por el diseño anticuado de las corazas de tres de sus acorazados.

Las corazas, lo mismo, de hecho la coraza del Yamato fue perforada por bombas que hubiera debido resistir (en Okinawa). Aun así el Yamato era un barco de gran capacidad de aguante, especialmente contra impactos submarinos. Los otros tres, bastante menos. El Nagato era un equivalente a los Maryland en artillería, pero sacrificaba protección a cambio de velocidad, y su sistema de corazas estaba anticuado. Los dos Kongo eran copias del Tiger inglés de la Gran Guerra, y aunque habían sido modificados (protección submarina y maquinaria), su coraza era vulnerable hasta a los proyectiles de 203 mm.

Recordad que en 1944 las armas norteamericanas ya funcionaban bien. Los proyectiles estallaban cuando debían, y los torpedos eran casi tan efectivos como los japoneses: en la batalla de Leyte los norteamericanos no perdieron ningún barco por torpedos japoneses, y los japoneses, varios. Las tripulaciones que manejaban los barcos eran veteranas, desde las direcciones de tiro hasta los equipos de control de daños.

Si atendemos simplemente al número de cañones pesados y al peso de sus andanadas, la ventaja norteamericana aumenta aún más: 64 cañones pesados frente a 33, con un peso de la andanada un 40% superior. Además el potencial japonés se concentraba en el Yamato. El desequilibrio era mayor si se contaban los cruceros: ocho pesados norteamericanos (los “ligeros” clases Brooklyn y Cleveland eran realmente pesados) contra uno pesado y dos ligeros japoneses. En destructores la ventaja era de tres a uno.

Y estaba la ventaja tecnológica: los barcos japoneses tenían buenas ópticas, pero sus radares eran sólo de exploración y poco efectivos, mientras que los norteamericanos disponían de radares de exploración y de tiro muy efectivos, que en la batalla de Surigao permitieron dirigir el tiro a más de 20.000 m de distancia (fuera del alcance de los torpedos). Así en Samar los japoneses tuvieron que suspender su fuego cuando sus blancos quedaron ocultos por el humo, mientras que los norteamericanos en Surigao pudieron centrar su fuego (no todos los barcos, el Pennsylvania y el Mississippi no dispararon apenas). La flota norteamericana, cuando sufrió los ataques kamikaze los días siguientes, cubrió Leyte de humo, y es lo que hubiese hecho. Tras esas nubes de humo los barcos norteamericanos podían disparar casi a placer. Y su fuego podría ser dirigido, si era preciso, por los hidros embarcados, mientras que la caza norteamericana impediría a los japoneses hacer lo mismo.

Hay que considerar que Oldendorf se mostró un táctico excelente. Su dispositivo de la noche había sido modélico. Su línea de cruceros y acorazados apenas había conseguido ser divisada por el contrario, y esquivó posibles torpedos sin interrumpir el fuego. Pocos barcos quedaron “cegados” por otros buques (aunque la línea era de 14 buques) y no hubo confusiones, salvo la del Grant. Sus flotillas de destructores actuaron agresiva y efectivamente. Luego su “persecución” consiguió hundir el Asagumo y forzar el abandono del Mogami, sin sufrir pérdidas.

Al contrario, Kurita actuó mal. Probablemente por la fatiga: llevaba dos días y pico sin dormir y sufriendo ataques continuos, y su barco había sido hundido. Sus subordinados estaban igual. El caso es que cometió errores: ordenó un ataque general costoso y poco efectivo, y perdió el control de sus unidades: en todo el combate de Samar llegó a saber que sus enemigos eran barcos de escolta. Dentro del Golfo no creo que actuase mejor.

Y quedaba la última baza: los portaaviones. Kinkaid tenía quince buques (el Gambier Bay había sido hundido ya) aunque a esas alturas varios barcos estarían fuera de servicio: el Taffy 3 había sido cañoneado y escapaba, el Taffy 1 había recibido los primeros kamikazes (el Swanee hasta fue torpedeado). Pero el Taffy 2 quedaba libre, y los aviones de los otros dos grupos habían sido enviados a Tacloban. Ya en las fases finales de la batalla de Samar los barcos de Kurita habían sufrido ataques coordinados por cientos de aviones, que se hubiesen reproducido. Durante la batalla de Samar, además, los aviones norteamericanos demostraron un enorme valor: atacaron con todo, hasta cargas de profundidad, ametrallaron continuamente las cubiertas, y hasta realizaban ataques falsos cuando acababan sus bombas para distraer a los artilleros y obligar a virar a los buques.

Oldendorf también tenía ventaja táctica. Como luego veremos, Oldendorf podía elegirl posición a placer, mientras que Kurita estaba obligado a “desfilar” por el paso sur del Golfo. Además los ataques aéreos y los posibles ataques con torpedos le forzarían a modificar continuamente su rumbo. Mientras los barcos de Oldendorf podrían dedicarse al tiro al blanco, contra un enemigo que, además, tenía que intentar eludirlos, porque no eran su objetivo.

Claro que eso sólo sería posible si quedaban municiones. Los acorazados habían usado muchos proyectiles para apoyo táctico, y luego contra Nishimura ¿quedaba algo?

Realmente el gasto de municiones no había sido muy grande. Sabemos la disponibilidad de municiones de los barcos de Oldendorf (tomado de www.navweaps.com)

http://www.navweaps.com/index_tech/tech-079.htm

West Virginia: disparó 93 proyectiles. Quedaban 282 (107 AP, 175 HC). Maryland: 48 disparados, quedaban 637 (192 AP, 445 HC); California: 63 disparados, quedaban 255 (177, 78); Tennessee: 69 disparados, quedaban 595 (327 AP, 268 HC); Mississippi: 12 disparados, quedaban 732 (189 AP, 543 HC); Pennsylvania: no disparó, quedaban 453 proyectiles (360 AP, 93 HC).

Casi todos conservaban en sus pañoles más del doble de los proyectiles perforantes gastados durante el combate nocturno, y bastantes más de alto explosivo (la mayoría tenían más proyectiles perforantes que de alto explosivo). Téngase en cuenta que lo normal es gastar pocos disparos en un combate: por ejemplo, en la batalla de Savo el Washington disparó 75 proyectiles de 406 mm y 107 de 127 mm. La excepción fue el combate final del Bismarck, cuando los ingleses dispararon más de 600 proyectiles pesados. Lo mismo puede decirse de los cruceros y de los torpedos de los destructores, no dispongo de datos pero es de suponer que dispondrían de cerca de la mitad de la dotación original. Y estaba la potencia de fuego que pondrían los aviones navales (del Taffy 2, del grupo de McCain y los procedentes de Tacloban).

Aparte de eso, los proyectiles de alto explosivo no servirían para hundir barcos, pero causaban tremendos daños en cubiertas y superestructuras: radares, control de tiro, artillería secundaria… El Yamato tenía protección para estas áreas (ligera), pero en los demás era mínima.

La última cuestión es la primera que planteaba Leytekusk ¿llegarían a tiempo los barcos? No sé con certeza el dispositivo que Oldendorf adoptó por la mañana, pero podemos conocer la posición en la que estarían sus buques. Lo mejor es acudir a un mapa de la batalla, modificado de una foto de Google Earth.

Imagen

En esta imagen podemos apreciar:

A: La boca norte del Golfo de Leyte. Tiene bajos fondos (por lo que puede ser minada) y obliga a seguir una ruta sinuosa. Me parece muy improbable que se accediese por esta ruta.

B: La boca sur del golfo, más amplia. Tiene 27 Km de ancho y era la probable entrada de los barcos de Kurita. Notad como la agrupación de Oldendorf se había situado durante la noche casi en esta boca. El motivo no es obvio: se trata del lugar que permite maniobrar y evitar ataques con torpedos.

c: La cabeza de puente, y donde estaba anclada la agrupación anfibia.

d, e y f: La posición de los cruceros del ala derecha, los acorazados y lso cruceros del ala izquierda, respectivamente.

g: La posición en la que se hundieron el Fuso y el Asagumo.

h: El lugar por donde se aproximaba la flota de Kurita a las 9:30. La posición es sólo orientativa, porque los buques se habían dispersado. En el punto marcado por la flecha estaba situado el grupo más débil, destructores y dos cruceros ligeros, que habían gastado parte de sus torpedos. Los cruceros de batalla estaban situados hacia el Este, y los acorazados, muy hacia el nordeste.

i: Ruta de los cruceros Denver y Columbia.

j: El aeródromo de Taclobán. Está en una península en el fondo del golfo (se ve mal porque la tapan las nubes) y estaba alejado de la posible entrada de Kurita, fuera del alcance eficaz de su artillería.

La posición de los buques puede deducirse de otra forma. Por una parte, sabemos que los acorazados se movieron por la línea que marco en el mapa. Respecto a los cruceros, sabemos que una vez hundido el Yamashiro, Oldendorf envió a parte de sus cruceros en persecución del Mogami y del Shigure. Estos detectaron mediante el radar la sección de proa del Fuso, aún a flote, y a las 5:31 abrieron fuego, que se suspendió a las 5:37 al desaparecer el eco del radar (la proa se hundió). Este “combate” se libró desde 18.000 yardas (unas 10 millas). Inmediatamente, Oldendorf ordenó retirarse a los cruceros, probablemente para evitar un ataque con torpedos. Eso indica que los cruceros apenas llegarían a la altura del islote situada al principio del estrecho.

Una hora después Oldendorf envió otra agrupación, compuesta por el Denver, el Columbia y tres destructores. Los buques avanzaron apenas a 12 nudos (muestra lo precavido de la táctica norteamericana) y a las 7:07 detectaron al Asagumo. Abrieron fuego y lo hundieron a las 7:21. A las 7:23 recibieron la orden de retirarse. A las 7:32 se recibió la noticia del combate de Samar. No sé la distancia de ese combate, pero como ya era de día se libraría por lo menos al alcance efectivo del radar (18.000 m).

Los cruceros eran buques veloces, capaces de mantener los 33 nudos. En las casi dos horas entre la llegada de la noticia y el momento en que Kurita decidió virar al norte, tuvieron tiempo no sólo de llegar al estrecho, sino de alcanzar el escenario de los combates de Samar.

Los acorazados eran más lentos, pero podían situarse, de nuevo sin problemas, en cualquier lugar del golfo, y el alcance de su artillería bastaba para cubrir las entradas desde cualquier posición. Si se mantenían a distancias entre 15.000 y 20.000 m seguirían pudiendo cubrir las entradas con facilidad, manteniéndose fuera del alcance de los torpedos (si se disparaban en el modo de alta velocidad), y los radares de tiro podrían distinguir los piques de los proyectiles y corregir el tiro.

La situación de Oldendorf no era ideal, pero tampoco mala. Podía desplegarse en una línea perpendicular a la adoptada por la noche, lo que le dejaba espacio para maniobrar. Podía desplegar sus destructores a ambos lados de la boca sur. Una vez empezasen a entrar los barcos de Kurita, podía disparar a los barcos uno por uno, mientras a la vez lanzaba un ataque aéreo para romper la formación japonesa. La ventaja de concentrar el fuego contra un buque es múltiple. Es más probable que quede fuera de combate, aunque sea el Yamato. Y el barco contrario se encuentra envuelto entre piques de proyectiles, y apenas ve una línea de fogonazos, resultando muy difícil corregir el tiro.

Combatir contra los japoneses seguía siendo una aventura, sobre todo por el riesgo que suponían los torpedos “Long Lance”. Aunque de día los japoneses no solían ser tan afortunados como de noche, siempre estaba el riesgo de recibir un torpedo o proyectiles del Yamato. Pero la tarea de Kurita era imposible. Tenía que superar a los restos de Sprague, reunir sus fuerzas, y dirigirse hacia el Golfo (calcularon que no llegarían antes de las 12 o las 13:00). Entonces, esquivar o derrotar a los acorazados del Oldendorf, y arreglárselas para aniquilar a los barcos anfibios, que mientras se defenderían con todo.

La única posibilidad de Kurita estaba en coordinar su ataque con Nishimura y Shima. Nishimura ya estropeó la planificación al negarse a esperar a Shima (celos con el mando, Shima era más antiguo), pero Kurita lo estropeó cuando invirtió el rumbo en el Mar de Sibuyan ante los ataques aéreos, y los otros grupos no modificaron sus horarios. Claro que fue esta maniobra la que engañó a Halsey, sin ella parece probable que se hubiese quedado más cerca de Samar y de los anfibios. Y la batalla hubiese sido diferente.

Saludos

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leytekursk
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Mensaje por leytekursk » Sab Dic 30, 2006 1:14 am

Excelente trabajo Domper....Ahora sí estoy convencido.... :-D

Lo que sí, me sigue pareciendo insuficiente la cantidad de proyectiles AP en algunas unidades para una batalla entre unidades mayores en algunos casos el 20 o 30% de su capacidad...es decir en el mejor de los casos y castigando las cifras, para una hora de combate...Pienso en combates de cruceros como el de las islas Kommandorsky en que alguna unidad llegó a disparar más de 800 proyectiles (en tres horas...).

En todo caso una muy buena exposición, muy profesional....felicitaciones...!!!!


Saludos...

Domper
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Mensaje por Domper » Sab Dic 30, 2006 12:25 pm

Precisamente en combates como el de las Kommandorsky o la fase diurna de la del Mar de Java se criticó el gran gasto de proyectiles que se hizo. En ambos casos una fuerza se vio sorprendida por la otra e intentó mantener a la otra a distancia. Por otra parte, los cruceros disponen de artillería de alta cadencia de tiro, por lo que su gasto de municiones es mayor.

Como comparación, el Nagato en la batalla de Samar gastó 45 de 406 mm y 92 de 140 mm. El Yamato gastó más o menos la misma cantidad (buena parte de proyectiles especiales antiaéreos). El Kongo hizo un gasto muy superior: 310 de 356 mm, 347 de 152 mm, 2.128 de 127 mm. El Harina hizo un gasto inferior porque las averías (no reparadas) de la batalla de las Marianas limitaban su andar.

En cualquier caso, Kurita disparó en Samar parecida cantidad de municiones a la usada por Oldendorf por la noche (y con resultados mediocres). Le quedaban muchas municiones (parte de alta capacidad, parte especiales antiaéreas) salvo en el Kongo, que había gastado la mitad, pero había disparado buena parte de sus torpedos.

Y recuerda que la potencia de fuego la ponían los portaaviones. No sólo estaban los ataques de los Taffy, a las 12:20 se sufrió el primer ataque lanzado por los portaaviones de McCain, que apenas consiguió resultados (daños leves en el Kongo) pero obligó a esquivar los ataques, pesando en la decisión de Kurita.

Saludos

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Mensaje por minoru genda » Sab Dic 30, 2006 4:39 pm

Opino igual que Leyte un excelente trabajo y muy preciso, no obstante debo dejar constancia de alguna cosa.
Una de las cuestiones que planteas al hablar de las pólvoras es que el Yamato explotó por la inestabilidad de la pólvora que usaba y en ese caso creo que la causa lejos del tipo de pólvora está en el exceso de dotación de municiones y el más que probable almacenamiento inadecuado de dicha munición, el persistente incendio en los pañoles de popa correspondientes a las piezas secundarias de esa zona fue una de las causas de alguna de las explosiones o quizas de todas.
Otra de esas cuestiones y referentes a lo mismo es la explosión del Kirishima o del Chokai ¿explosones por inestabilidad de las pólvoras o por incendios en zonas críticas?
La diferencia entre la seguridad en los buques japonesses y estadounidenses, estaba a la vista de diferentes sucesos, en la mayor calidad de los servicios de control de daños, posiblemente la mayor estabilidad de las pólvoras tuviese algo que ver, pero pienso que eso era algo un tanto secundario porque si se incendia un pañol y el incendio no se controla la explosión es un hecho por muy estable que sea la pólvora.
Lo del Arizona pues que más quieres que te diga tu ya lo comentas bien, solo unos datos sobre penetración de bombas de aviación para sucesivas referencias.
Para bombas de 250 kilos / 500 kilos (500/1000 libras aprox.)

Altura de lanzamiento | Velocidad de entrada | Grueso de blindaje en cm.

3000 ****************** 232/234 *************** 9,6/12,4

4000 ****************** 264/267 ************** 11,4/1

5000 ****************** 288/292 ************** 12,9/17

6000 ****************** 307/314 ************** 14,3/18,8

7000 ****************** 324/330 ************** 15,4/20,3

Por debajo de los tres mil metros la velocidad y por tanto la penetración bajan considerablemente el bombardeo en picado implica una menor altura de lanzamiento y a su vez ganas precisión en detrimento de la penetración. En Pearl Harbor y al estar los buques amarrados y parados el lanzamiento se podía llevar a cabo desde una altura mayor a la normal de bombardeo en picado.
Sin duda el hecho de que la bomba lanzada sobre el Arizona era de 800 kilos hizo que esta llegara lo suficientemente lejos y en el lugar preciso como para causar la enorme explosión que vimos.
Dices que el Kirishima no consiguio perforar la coraza del South Dakota desde corta distancia pues me parece que aunque el Kirishima no consiguió eso los proyectiles del Atago o Takao de 203mm. (8") penetraron en el blindaje del South Dakota 200 mm. imagínate si le llega a dar en el mismo sitio uno de 381mm (15")
Por cierto la penetración en un blindaje depende de la velocidad del proyectil y del diámetro del mismo, decirte al respecto, que a partir de una velocidad de impacto de (si mal no recuerdo) 670 metros por segundo cualquier proyectil es capaz de perforar un blindaje igual a su diámetro
Sobre el alcance a mayor distancia...pues.... Kingsep comenta que el Yamato acertó impactos a 31 kilómetros durante la batalla de Samar y un colega mio se puso en contacto conél para que se lo confirmara y así lo hizo por tanto mientras se demuestra o no debo creer a Kingsep y a mi amigo.
La coraza del Yamato fue perforada por bombas de aviación en el único lugar donde podía hacer verdadero daño en el entorno de la torre secundaria de popa tal y como comento más arriba. Ahí tenía el Yamato su talón de Aquiles. En realidad el talón de Aquiles de los acorazados estaba bajo el agua y en las cubiertas en ataques aéreos, los impactos con torpedos o artillería, a partir de una determinada profundidad que dependía del tipo de buque todos tenían serios problemas en caso de impacto por ejemplo el Bismarck a partir de 1,9 metros de la línea de flotación era muy vulnerable a impactos de proyectiles y sin embargo algo más resistente a los torpedos por la disposición y distancia entre mamparos.
No obstante a todo lo comentado estamos de acuerdo en lo esencial de la discusión y es que Kurita lo tenía muy crudo para conseguir escapar de haber insistido en su ataque. El Yamato tendría que combatir contra los aviones y destructores y lógicamente acabaría sucumbiendo por abrumadora mayoría, mientras sus acompañantes deberían de vérselas con el grueso de la fuerza de Oldendorf aparte quedarían los supuestos daños que la flota japonesa podría inflingir a la flota estadounidense y a sus transportes, que serían cuantiosos si tenemos en cuenta, que la finalidad de la batalla del Golfo de Leyte era comenzar la invasión de Filipinas y no enzarzarse en una lucha naval, que de haber salido bien para los japoneses, hubiera supuesto un serio varapalo para los estadounidenses. :wink:
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