En 1918, la familia Schellenberg se trasladó a Luxemburgo, después de que la ocupación del Sarre, ordenada por el Gobierno francés tras la Primera Guerra Mundial, desencadenara una grave crisis económica en Alemania. En el año 1929, Walter Schellenberg se trasladó a Bonn, en cuya Universidad estudió medicina para, más tarde, pasarse a la facultad de derecho. En Bonn, precisamente, se unió a la asociación de estudiantes "Corps Guestphalia Marburg".
En junio de 1933 se convirtió en miembro de las SS (nº 124.817) y se afilió también al NSDAP (nº 4.504.508). En 1934 es ascendido a SS-Oberscharführer y se le destina a labores meramente administrativas. Uno de sus cometidos era el del adoctrinamiento de los nuevos reclutas de las SS, y fue precisamente con ocasión de una de esas conferencias cuando trabó relación con un oficial del SD (Sicherheitsdienst), el Servicio de espionaje del NSDAP, que rápidamente convenció a Schellenberg para que se uniera a esta prometedora organización, convirtiéndose así en el más joven miembro del SD.
Su primer destino en el SD fue Frankfurt y al cabo de unos pocos meses fue destinado a Berlín, esta vez como asesor jurídico. Ya en la capital alemana, solicitó una excedencia por estudios que le permitió concluir la carrera de derecho y obtener el anhelado título de abogado, tras lo que se reincorporó al Cuartel General del SD en Berlín a la temprana edad de 27 años, siendo inmediatamente ascendido a SS-Sturmbannführer.
En 1939, Ernst Kaltenbrunner, a la sazón Ministro de Seguridad en el gobierno austriaco de Seyss-Inquart, lo trasladó a la Gestapo, pero la investigación política no gustaba demasiado a Schellenberg, por lo que solicitó y obtuvo su traslado a la Amt VI - RSHA (Reichssicherheitshauptamt), donde su acreditada capacidad le permitió ascender hasta ser nombrado Jefe de la Sección de contraespionaje con el rango de SS-Obersturmbannführer.
Gracias a su probada capacidad organizadora, supo captar la atención de Heinrich Himmler, lo que le permitió ir escalando puestos en la jerarquía de las SS hasta llegar a convertirse en el más joven de sus generales, rango que alcanzó el 21 de junio de 1943 cuando fue nombrado SS-Oberführer.
El 9 de noviembre de 1939, Schellenberg organizó el denominado "caso Venlo", que consistió en el secuestro de dos agentes británicos del MI6, el comandante Stevens y el capitán Best, que se encontraban en la ciudad holandesa de Venlo, cerca de la frontera con Alemania. El "caso Venlo" fue una parte esencial en las labores de contraespionaje alemán para desarticular la red inglesa de agentes en Europa occidental y central; además sirvió a los alemanes para obtener la destitución del jefe del servicio secreto holandés, e, incluso, fue utilizado por el propio Hitler como pretexto para invadir Holanda en mayo de 1940, cuya neutralidad había quedado en entredicho a raíz de las estrechas relaciones entre el Gobierno holandés y el Secret Service británico.
En 1940, cuando se creía que la operación Seelöwe era inminente, Schellenberg se ocupó de elaborar la lista de 2.400 personalidades inglesas que habrían de ser apresadas tras la invasión de Gran Bretaña.
Desde su puesto en Berlín, Schellenberg trabajó a las órdenes directas de Reinhard Heydrich; ambos dirigieron al equipo de investigadores que se ocupó de dar captura a los miembros de la "Rote Kapelle" (la Orquesta Roja), una organización de espías que trabajaba para la URSS y que fue desmantelada por el SD en agosto de 1942.
En 1942, Schellenberg supo que el ex Rey de Inglaterra, Eduardo VIII, y su esposa se encontraban de viaje en Portugal, y así se lo comunicó a Hitler. Éste ordenó a Schellenberg que reuniese 50 millones de francos suizos con los que sobornar al ex soberano inglés para que se trasladase a Alemania (Hitler estaba convencido de que era pro-alemán). Si Eduardo VIII no accedía, el SD debía secuestrarlo. Finalmente, las dudas de Schellenberg ante un plan que él consideraba muy rudimentario permitieron al Secret Service adelantarse y poner a salvo al Duque de Windsor trasladándolo a las Bahamas.
Adolf Hitler encomendó también a Schellenberg una misión especial: dar muerte a Otto Strasser; pero el asesinato no pudo llevarse a término porque Strasser, que tenía sospechas de que se iba a atentar contra él, no se encontraba en Portugal cuando Schellenberg viajó a este país para matarlo.
Tras el asesinato de Heydrich en Praga, en 1942, Schellenberg estuvo a punto de sucederle en la jefatura del Reichssicherheitshauptamt (RSHA), pero la intervención personal de Hitler hizo que el nombramiento recayese, finalmente, en Ernst Kaltenbrunner.
Schellenberg intervino también en la organización de la "Operación Bernhard" con la que se pretendía lograr la bancarrota de la economía del Reino Unido, inundando el país con Libras esterlinas falsificadas. Véase viewtopic.php?f=51&t=827
El 21 de junio de 1944, Schellenberg fue nombrado SS-Brigadeführer und Generalmajor der Polizei, convirtiéndose en el máximo dirigente de los servicios de espionaje alemanes tras la unificación del SD y el "Abwehr" (Servicio de espionaje militar), llegando a suceder, por tanto, al Almirante Wilhelm Canaris como Jefe del servicio de espionaje militar del Tercer Reich.
Tres días después del atentado contra Hitler, ocurrido en la Wolfschanze el 20 de julio de 1944, Schellenberg se ocupó del arresto de Wilhelm Canaris, quien posteriormente fue internado en el campo de concentración de Flossenbürg.
A partir de febrero de 1945, cuando ya era evidente que la guerra estaba perdida, Himmler le encomendó la delicada y arriesgada misión de contactar con organizaciones occidentales que pudiesen servir de cauce para lograr una paz pactada y separada de la URSS, por lo que en abril de 1945 Schellenberg viajó a Estocolmo, donde entabló negociaciones con la Cruz Roja sueca y con el Conde Folke Bernadotte.
En junio de 1945 fue arrestado en Dinamarca por soldados aliados, lo que, paradójicamente, le sirvió, al menos momentáneamente, para esquivar una larga condena a prisión, ya que accedió a comparecer como testigo de cargo de la Fiscalía en varios de los procesos por crímenes de guerra que estaban teniendo lugar en Núremberg. A su momentánea inmunidad contribuyó, igualmente, el hecho de que Schellenberg tuviese valiosa información sobre la Unión Soviética, información que el antiguo jefe del SD supo hacer llegar a Allen Dulles.
Fotografía de la ficha de Walter Schellenberg en el Tribunal de Núremberg
A pesar de todo, el 11 de abril de 1949, Schellenberg fue juzgado en el célebre "Proceso de la Wilhelmstraβe" y condenado por el Tribunal Penal Militar nº IV a una pena de seis años de prisión. Después de pasar dos años en la cárcel (durante los que escribió su libro de Memorias "Das Labyrinth"), enfermó del hígado, lo que le sirvió para ser puesto en libertad en diciembre de 1950. Desde allí se trasladó a Suiza y, más tarde, a Verbania Pallanza (Italia).
El máximo dirigente del SD murió de cáncer, a la edad de 42 años, en la ciudad italiana de Turín.
Su autobiografía "Das Labyrinth" fue publicada en España bajo el título "Al servicio de Hitler" y, pese a que ha sido muy cuestionada por ser exageradamente apologética de sí mismo y por contener numerosas falsedades, la obra incluye interesantes retratos de muchos de los dirigentes del Tercer Reich, como Reinhard Heydrich, Heinrich Himmler, Adolf Hitler, Joachim von Ribbentrop, Wilhelm Canaris, Martin Bormann, Ernst Kaltenbrunner, Heinrich Müller y otros. De hecho, según el periodista Klaus Harpprecht, a partir de 1945 Schellenberg pudo subsistir únicamente gracias a los anticipos que le fueron abonados a cuenta de las ventas de su futura autobiografía. Otras fuentes aseguran que, tras la guerra, Schellenberg sobrevivió gracias a la ayuda económica prestada por Coco Chanel, a quien conoció durante los años de ocupación de París.
Es cierto que hay una práctica unanimidad a la hora de considerar que esta autobiografía ofrece un falso retrato, tanto del SD como del propio Schellenberg; de hecho, Otto Skorzeny lo tilda directamente de traidor y de falsario. Ello no obstante, resulta especialmente interesante el testimonio de David Irving, quien pudo examinar de primera mano el manuscrito original de Schellenberg, y que explica que éste llegó a un acuerdo con los aliados para, a cambio de revelarles información y ocultar datos en su libro de Memorias, obtener una sentencia condenatoria bastante benigna, cosa que, efectivamente, ocurrió. De hecho, en varios de sus libros, Irving se sirve de la información incluida en el manuscrito original de Schellenberg, pero aclarando siempre que ese texto no tiene nada que ver con la versión "mutilada y casi apócrifa" publicada por André Deutsch en 1956, que es el libro que todos conocemos.