La conversión del joven Mussolini
Publicado: Jue Jun 21, 2018 12:18 pm
Benito Mussolini en sus años mozos se presentaba como un radical de izquierdas. Afiliado tempranamente al Partido Socialista Italiano (1900), pronto se alinea con su sector más antisistema o revolucionario. Publica artículos incendiarios en periódicos y huye a Suiza para escapar del servicio militar obligatorio. Allí se relaciona con exiliados rusos marxistas con los que discute apasionadamente de política, que lo llaman afectuosamente Benitouchka y aprecian su proclividad al extremismo. También tiene muchas aventuras amorosas/sexuales con jovencitas revolucionarias, como por ejemplo Angélica Balabanov y Marguerita Sarfatti.
Dicen que siempre hubo en sus poses políticas en elemento de teatralidad, de querer ser líder a toda costa, de querer significarse por la violencia de sus palabras, que en algún momento llegan a inquietar a algunos de sus entonces camaradas socialistas más moderados o más prudentes.
Pero en 1914, con el estallido de la 1ª. GM, el que aparecía como un izquierdista claro y radical da un vuelco y se desmarca de la consigna oficial de la Internacional Socialista Ni paz entre las las clases ni guerra entre los pueblos y empieza a sentir y a pensar en clave nacional.
Desde su tribuna el periódico milanés Avanti, del que era director pese a su juventud y al que había llegado como abanderado del sector más intransigente del socialismo italiano, ve en la guerra una posibilidad de acción y de lucha que le empieza a parecer más atractiva que la que propone su hasta entonces Partido.
Aunque en los primeros días de la guerra titubea, pronto empieza a pensar que la guerra es una oportunidad para hacer realidad una imagen idealizada de Italia en la que esta pueda recobrar territorios que considera irredentos. Como por ejemplo la Venecia Tridentina o la Venecia Giulia que permanecían bajo control austriaco. También se pone a pensar en Istria, en Fiume y en las zona con población italoparlante de lo que luego serían Yugoslavia y que por entonces también también pertenecían al Imperio Austrohúngaro.
“Durante toda mi vida yo fui socialista internacionalista. Cuando estalló la gran guerra vi que todos nuestros partidos que eran internacionalistas se convirtieron en socialistas nacionalistas. Eso me pasó a mí y eso es el fascismo” --dice Mussolini.
---Fuente: https://es.wikiquote.org/wiki/Benito_Mussolini
A pesar de sus palabras anteriores, su conversión indigna a muchos socialistas italianos, que no creen que sea correcto posponer la revolución proletaria mundial a cambio de una Italia más grande y más fuerte y piden su expulsión del Partido. Mussolini es expulsado del PSI, pero no sin amenazar e insultar antes a sus antiguos camaradas.
He aquí algunas de sus palabras entonces:
"La propaganda antiguerrera la ejercen los bellacos, los curas, los jesuitas, los burgueses, los monárquicos".
"Los neutrales jamás dominaron los acontecimientos, sólo los padecerán".
"No querer distinguir entre guerra y guerra, y pretender oponerse a todas las guerras, sean las que sean, es una conducta propia de imbéciles".
---Fuente: Luís Bettonica -La marcha sobre Roma. Un hombre llamado Mussolini., Editorial Bruguera. Colección Libro Amigo, 1977, 1ª edición, página 51.
Le apoyan tan sólo una minoría de socialistas intervencionistas y algunos otros pocos personajes pintorescos como los futuristas encabezados por Filippo Marinetti o el poeta decadentista Gabrielle D'Annunzio.
Mussolini se enrolará como soldado pero no tendrá una participación tan heróica en la guerra como probablemente habría deseado. Resulta herido en unas maniobras y pasa buena parte de la contienda dado de baja.
Tras acabar la 1GM Italia se encuentra en el bando vencedor pero el horizonte de reivindicaciones nacionalistas al que aspiraba Mussolini y sus seguidores resulta fustrado. Italia consigue anexionarse alguna zona de habla alemana (el Tirol Meridional) a costa de Austria, pero amplias zonas italoparlantes en lo que a partir de entonces se llamará Yugoslavia siguen irredentas a sus ojos.
Consigue capitalizar el sentimiento de insatisfacción de muchos soldados italianos desmovilizados que han luchado en la 1GM y que sienten que no han conseguido aquello por lo que creían que luchaban. Señala a comunistas y socialistas como los principales culpables de que eso no se haya conseguido, los enemigos de la nación italiana ideal, vendidos a Moscú, exponentes de un internacionalismo perverso a sus ojos.
Con esa base en 1919 Mussolini creará en 1919 los fascios, grupos paramilitares al servicio de su idea, y en 1921 el Partido Nacional Fascista.
El fascismo propone un culto a la autoridad (la de Mussolini, por supuesto), al líder carismático y supuestamente salvador. Un gusto por la violencia supuestamente heróica. Un desprecio por los derechos individuales y de las minorías por encima de los cuales está la idea nacional.
¿Fue Mussolini un oportunista que sin la 1GM hubiera sido un modelo de radical de izquierdas típico?
Dicen que siempre hubo en sus poses políticas en elemento de teatralidad, de querer ser líder a toda costa, de querer significarse por la violencia de sus palabras, que en algún momento llegan a inquietar a algunos de sus entonces camaradas socialistas más moderados o más prudentes.
Pero en 1914, con el estallido de la 1ª. GM, el que aparecía como un izquierdista claro y radical da un vuelco y se desmarca de la consigna oficial de la Internacional Socialista Ni paz entre las las clases ni guerra entre los pueblos y empieza a sentir y a pensar en clave nacional.
Desde su tribuna el periódico milanés Avanti, del que era director pese a su juventud y al que había llegado como abanderado del sector más intransigente del socialismo italiano, ve en la guerra una posibilidad de acción y de lucha que le empieza a parecer más atractiva que la que propone su hasta entonces Partido.
Aunque en los primeros días de la guerra titubea, pronto empieza a pensar que la guerra es una oportunidad para hacer realidad una imagen idealizada de Italia en la que esta pueda recobrar territorios que considera irredentos. Como por ejemplo la Venecia Tridentina o la Venecia Giulia que permanecían bajo control austriaco. También se pone a pensar en Istria, en Fiume y en las zona con población italoparlante de lo que luego serían Yugoslavia y que por entonces también también pertenecían al Imperio Austrohúngaro.
“Durante toda mi vida yo fui socialista internacionalista. Cuando estalló la gran guerra vi que todos nuestros partidos que eran internacionalistas se convirtieron en socialistas nacionalistas. Eso me pasó a mí y eso es el fascismo” --dice Mussolini.
---Fuente: https://es.wikiquote.org/wiki/Benito_Mussolini
A pesar de sus palabras anteriores, su conversión indigna a muchos socialistas italianos, que no creen que sea correcto posponer la revolución proletaria mundial a cambio de una Italia más grande y más fuerte y piden su expulsión del Partido. Mussolini es expulsado del PSI, pero no sin amenazar e insultar antes a sus antiguos camaradas.
He aquí algunas de sus palabras entonces:
"La propaganda antiguerrera la ejercen los bellacos, los curas, los jesuitas, los burgueses, los monárquicos".
"Los neutrales jamás dominaron los acontecimientos, sólo los padecerán".
"No querer distinguir entre guerra y guerra, y pretender oponerse a todas las guerras, sean las que sean, es una conducta propia de imbéciles".
---Fuente: Luís Bettonica -La marcha sobre Roma. Un hombre llamado Mussolini., Editorial Bruguera. Colección Libro Amigo, 1977, 1ª edición, página 51.
Le apoyan tan sólo una minoría de socialistas intervencionistas y algunos otros pocos personajes pintorescos como los futuristas encabezados por Filippo Marinetti o el poeta decadentista Gabrielle D'Annunzio.
Mussolini se enrolará como soldado pero no tendrá una participación tan heróica en la guerra como probablemente habría deseado. Resulta herido en unas maniobras y pasa buena parte de la contienda dado de baja.
Tras acabar la 1GM Italia se encuentra en el bando vencedor pero el horizonte de reivindicaciones nacionalistas al que aspiraba Mussolini y sus seguidores resulta fustrado. Italia consigue anexionarse alguna zona de habla alemana (el Tirol Meridional) a costa de Austria, pero amplias zonas italoparlantes en lo que a partir de entonces se llamará Yugoslavia siguen irredentas a sus ojos.
Consigue capitalizar el sentimiento de insatisfacción de muchos soldados italianos desmovilizados que han luchado en la 1GM y que sienten que no han conseguido aquello por lo que creían que luchaban. Señala a comunistas y socialistas como los principales culpables de que eso no se haya conseguido, los enemigos de la nación italiana ideal, vendidos a Moscú, exponentes de un internacionalismo perverso a sus ojos.
Con esa base en 1919 Mussolini creará en 1919 los fascios, grupos paramilitares al servicio de su idea, y en 1921 el Partido Nacional Fascista.
El fascismo propone un culto a la autoridad (la de Mussolini, por supuesto), al líder carismático y supuestamente salvador. Un gusto por la violencia supuestamente heróica. Un desprecio por los derechos individuales y de las minorías por encima de los cuales está la idea nacional.
¿Fue Mussolini un oportunista que sin la 1GM hubiera sido un modelo de radical de izquierdas típico?