Clara Petacci o ¿ una muerte romántica ?
Publicado: Jue Oct 27, 2016 12:30 pm
Mussolini era muy mujeriego.
Se le atribuyen cuatrocientas amantes, eso aparte de su esposa oficial, Rachelle Mussolini, que nunca pudo parar, aunque en algún caso lo intentó, los continuos affairs extramatrimoniales de su marido.
Clara Petacci era una joven romana que nada más alcanzar la pubertad se enamoró del Duce como hoy en día algunas jóvenes se enamoran de una estrella del rock. Así muy joven pedía a sus padres que le llevaran a presenciar los inflamados discursos de su ídolo. Del que coleccionaba numerosas fotos y recortes de prensa. A los trece años "ya te había ofrecido mi vida entera" le escribiría años después a éste.
Tras varias cartas adulatorias por fin consigue una cita con su hombre ideal y de ahí al poco se convierten en apasionados amantes. La correspondencia entre ambos muestra a las claras la devoción mútua que se profesaban.
"Arrodíllate, adora a tu gigante que te ama"..."Su rostro está rígido, sus ojos centellean. Yo estoy sentada en el suelo. Él se desliza del sillón y se echa sobre mí, curvo. Siento que todos sus nervios están tensos. Lo aprieto contra mí. Lo beso y hacemos el amor con tanta furia que sus gritos parecen los de un animal herido. Después, agotado, se deja caer sobre la cama. Incluso cuando descansa es fuerte."... "Pierdo el control. Si no fuera así los nuestros serían coitos maritales, aburridos"... "Lo hacemos con tanta fuerza que hasta me duele la alegría"... "Si hubiera podido te hubiera penetrado con el caballo".
Claretta se interesa poco por la política, pero aún así recibe jugosas confidencias sobre esos asuntos en la cama.
Con el tiempo ella acaba casándose con un teniente de la Regia Aeronáutica pero sin que eso signifique que cesen sus encuentros amorosos con el dictador.
Al final de la 2GM, cuando el régimen fascista se derrumba en la República de Saló y la estrella política de Mussolini está ya prácticamente estrellada y la mayoría de sus antes seguidores lo abandonan, Claretta Petacci sigue allí dispuesta a jugarse la vida por él.
Detenidos ambos por una patrulla de partisanos antifascistas cuando intentaban escapar en un convoy de la Werhmacht hacia Suiza, se ofrece a Clara la oportunidad de salvarse a título individual de la muerte destinada al dictador. Pero ella se niega, replica que si Mussolini muere, ella también.
Cuando el "Coronel Valerio" (Walter Audisio), jefe de los partisanos, se decide a disparar sobre el Duce Clara se interpone, recibiendo la descarga de disparos y muriendo inmediatamente antes que él.
Una vez ejecutados, los cadáveres de ambos fueron trasladados a la plaza Loreto de Milán, donde son exhibidos colgados boca abajo, colgados de los tobillos y sus cadáveres son linchados por la multitud.
Una fea muerte desde un punto de vista político pero digna de película para una historia de amor.
https://www.youtube.com/watch?v=Vel-OeI_bgk
Se le atribuyen cuatrocientas amantes, eso aparte de su esposa oficial, Rachelle Mussolini, que nunca pudo parar, aunque en algún caso lo intentó, los continuos affairs extramatrimoniales de su marido.
Clara Petacci era una joven romana que nada más alcanzar la pubertad se enamoró del Duce como hoy en día algunas jóvenes se enamoran de una estrella del rock. Así muy joven pedía a sus padres que le llevaran a presenciar los inflamados discursos de su ídolo. Del que coleccionaba numerosas fotos y recortes de prensa. A los trece años "ya te había ofrecido mi vida entera" le escribiría años después a éste.
Tras varias cartas adulatorias por fin consigue una cita con su hombre ideal y de ahí al poco se convierten en apasionados amantes. La correspondencia entre ambos muestra a las claras la devoción mútua que se profesaban.
"Arrodíllate, adora a tu gigante que te ama"..."Su rostro está rígido, sus ojos centellean. Yo estoy sentada en el suelo. Él se desliza del sillón y se echa sobre mí, curvo. Siento que todos sus nervios están tensos. Lo aprieto contra mí. Lo beso y hacemos el amor con tanta furia que sus gritos parecen los de un animal herido. Después, agotado, se deja caer sobre la cama. Incluso cuando descansa es fuerte."... "Pierdo el control. Si no fuera así los nuestros serían coitos maritales, aburridos"... "Lo hacemos con tanta fuerza que hasta me duele la alegría"... "Si hubiera podido te hubiera penetrado con el caballo".
Claretta se interesa poco por la política, pero aún así recibe jugosas confidencias sobre esos asuntos en la cama.
Con el tiempo ella acaba casándose con un teniente de la Regia Aeronáutica pero sin que eso signifique que cesen sus encuentros amorosos con el dictador.
Al final de la 2GM, cuando el régimen fascista se derrumba en la República de Saló y la estrella política de Mussolini está ya prácticamente estrellada y la mayoría de sus antes seguidores lo abandonan, Claretta Petacci sigue allí dispuesta a jugarse la vida por él.
Detenidos ambos por una patrulla de partisanos antifascistas cuando intentaban escapar en un convoy de la Werhmacht hacia Suiza, se ofrece a Clara la oportunidad de salvarse a título individual de la muerte destinada al dictador. Pero ella se niega, replica que si Mussolini muere, ella también.
Cuando el "Coronel Valerio" (Walter Audisio), jefe de los partisanos, se decide a disparar sobre el Duce Clara se interpone, recibiendo la descarga de disparos y muriendo inmediatamente antes que él.
Una vez ejecutados, los cadáveres de ambos fueron trasladados a la plaza Loreto de Milán, donde son exhibidos colgados boca abajo, colgados de los tobillos y sus cadáveres son linchados por la multitud.
Una fea muerte desde un punto de vista político pero digna de película para una historia de amor.
https://www.youtube.com/watch?v=Vel-OeI_bgk