Wilhelm FRICK (* 12 de marzo de 1877, en Alsenz -Renania-; † 16 de octubre de 1946, en Núremberg) fue un político nacionalsocialista, que, entre 1933 y 1943, ocupó el cargo de Ministro del Interior, habiendo jugado un papel muy relevante en la fundación y consolidación del Estado nazi. Fue condenado a muerte en el proceso de Núremberg, y murió en la horca.
Familia
Wilhelm Frick fue el hijo menor de una familia protestante integrada por cuatro hermanos, cuyos progenitores Wilhelm († 1918) y Henriette († 1893) eran maestros de enseñanza superior.
En 1910, Frick contrajo matrimonio en Pirmasens, con Elisabetha Emilie Nagel (1890-1978), con la que tuvo dos hijos y una hija. A comienzos de 1934, el matrimonio se divorció y Frick volvió a casarse con la también divorciada Margarete Schultze-Naumburg (1896-1960), con quien tuvo un hijo y una hija.
Educación
Frick se matriculó en la Volksschule y en el Instituto de Kaiserslautern (hoy en día, Instituto “Albert-Schweitzer”, Martin-Luther-Straße 5).
A partir de 1896, cursó estudios de filología, durante seis meses, en la Universidad de Múnich. Posteriormente, entre 1897 y 1900, estudió derecho en las Universidades de Göttingen y Berlín, aprobando el examen de licenciatura en 1900 en la Universidad de Múnich. En 1901, se doctoró en la Universidad de Heildelberg.
Funcionario público en Baviera
A mediados de 1900, Frick volvió a Kaiserlautern para hacer prácticas como pasante en un despacho de abogados. En 1903, tras aprobar el examen de ingreso en el servicio jurídico de la Administración, comenzó a trabajar como abogado del Gobierno bávaro.
En 1904 y todavía como abogado de la Administración, prestó servicios en el distrito de la Alta Baviera y en la Dirección de la Policía en Múnich. En 1907, ascendió hasta ser nombrado Asesor del Distrito, siendo trasladado a Pirmasens, cuya Administración dirigió a partir de 1914.
A causa de problemas físicos, fue declarado no apto para el Ejército, por lo que no tomó parte en los combates de la Primera Guerra Mundial. En 1917 y a petición propia, fue destinado a la Dirección General de la Policía de Múnich, donde dirigió la sección de lucha contra la especulación en tiempos de guerra; al parecer y como se desprende de una carta enviada en esa época a su hermana, fue este destino el que despertó en Frick un fuerte sentimiento antisemita.
En 1919, una vez terminada la guerra, Frick fue ascendido, siendo nombrado director de la Sección política de la Policía. Fue en esta etapa cuando comenzó a desarrollar sus simpatías hacia los movimientos de extrema derecha, como lo demuestra el hecho de que, desde su elevada posición, ayudó a un miembro de un Freikorp acusado de asesinato, entregándole un pasaporte falso con el que pudo eludir la acción de la Justicia.
El Putsch de 1923
En 1919 y por intermedio de Ernst Pöhner, Polizeipräsident de Baviera, Frick conoció a Adolf Hitler, comenzando, a partir de entonces, una relación duradera durante la que Frick prestó un decidido apoyo, desde su alto cargo, a muchas de las actividades ilegales del NSDAP y del propio Hitler, como eran las reuniones, las manifestaciones o la realización de campañas de injuria y amedrentamiento contra los adversarios políticos. Fue Frick el jurista que indicó a Hitler los pasos que tenía que dar ante la Administración para conseguir la ciudadanía alemana, cuestión esta nada baladí, pues, mientras Hitler siguiese siendo ciudadano austriaco, no podría presentarse como candidato en las elecciones alemanas.
En 1923, Frick continuó con su ascendente carrera en el seno de la policía bávara, siendo nombrado Jefe del Servicio de Seguridad de la Kriminalpolizei de Múnich. En noviembre de ese mismo año, Frick y Pöhner (que había cesado en su puesto de Polizeipräsident en 1921) tomaron parte en el Putsch con el que Hitler trató de derribar al Gobierno bávaro. Entre los planes de los golpistas, figuraba el de nombrar a Frick nuevo Polizeipräsident de Baviera.
Durante las horas que duró el Putsch, Frick permaneció en su puesto de la Dirección General de la Policía y, entre otros cometidos, se ocupó de que ni la Landespolizei ni el Vicepresidente de la Policía fuesen alertados de la intentona golpista.
El Putsch fracasó y, en 1924, Frick fue condenado a una pena de 15 meses de prisión por “Beihilfe zum Verbrechen des Hochverrats” (Complicidad en un delito de alta traición); tras cumplir 5 meses, le fue suspendida la pena restante.
Por su participación en el Putsch, Hitler le concedió la Ehrenzeichen der Bewegung, condecoración que, más tarde, sería bautizada como Blutorden (Orden de la Sangre).
Tras salir de prisión, se le sometió a un proceso disciplinario a resultas del cual fue expulsado de la Administración bávara. Frick apeló la sentencia y su recurso fue estimado con el argumento de que él no había tenido intención de traicionar a su patria. De este modo, entre los años 1926 y 1930, así como entre 1932 y 1933, Frick, aunque fue apartado de todo lo relacionado con la policía y la seguridad, siguió trabajando, como funcionario, en el Departamento de Seguros del Gobierno bávaro, siendo ascendido, incluso, al rango de Regierungsrat de Primera Clase.
Es evidente que, al menos durante estos años, Hitler sentió verdadero aprecio por Frick, como lo demuestra el hecho de que su nombre apareciese recogido en el libro “Mein Kampf”, honor este del que sólo disfrutaron, aparte del propio Frick, Rudolf Heβ y Julius Streicher. En el libro, dice Hitler:
En las elecciones del 4 de mayo de 1924, Wilhelm Frick fue elegido diputado del Reichstag en las listas de la coalición entre el entonces prohibido NSDAP y el Deutschvölkische Freiheitspartei por la circunscripción electoral 24 (Oberbayern-Schwaben), conservando este escaño hasta 1945.
El 1 de septiembre de 1925, se afilió al NSDAP (número de afiliación 10). En 1928, fue nombrado Fraktionsführer (Jefe) del entonces pequeño grupo parlamentario nazi, que contaba con doce miembros, y este mismo puesto tenía cuando, en 1933, fue ascendido por Hitler al rango de Reichsleiter del Partido nazi.
De izquierda a derecha: Himmler, Göring, Frick, Hitler y Strasser
Sus discursos parlamentarios se caracterizaron, siempre, por sus extremados racismo y antisemitismo, así como por sus frecuentes insultos y descalificaciones hacia sus adversarios políticos. Precisamente, su destructiva labor en el Reichstag contribuyó decisivamente al posterior hundimiento del sistema parlamentario de la República de Weimar.
Ministro en el Land de Turingia
El 23 de enero de 1930, fue nombrado Staatsminister de Interior y de Educación Popular en el Gobierno de coalición del Land de Turingia, convirtiéndose, de este modo, en el primer miembro del NSDAP que ocupaba un cargo ministerial. También fue nombrado Delegado del entonces Presidente del Land, Erwin Baum, lo que hizo que el Gobierno del Land fuese conocido popularmente como “Gobierno-Baum-Frick”.
Frick se empleó a fondo en la misión de nazificar la Administración del Land, para lo que dictó numerosos Decretos de expulsión de los funcionarios (especialmente, profesores y alcaldes) comunistas y socialistas, a la vez que hizo todo lo que estuvo en su mano para que los principales puestos de la recién creada Landespolizei de Turingia fuesen a parar a miembros del NSDAP. Por esta razón, el 19 de marzo de 1930, el entonces Reichsinnenminister (Ministro del Interior de Alemania) Carl Severing (SPD) ordenó paralizar todas las subvenciones para la Landespolizei de Turingia, pero, sólo un mes más tarde, concretamente el 16 de abril, las subvenciones estatales fueron reanudadas, una vez que el Gobierno de Turingia se comprometió a que, en el futuro, los nacionalsocialistas no volverían a ser admitidos en la Landespolizei.
En cuestiones raciales, Frick fue implacable en su labor de promover social e institucionalmente a todos aquellos individuos que podían ayudarle a propagar el movimiento nazi y su Weltanschauung; así, por ejemplo, consiguió imponer su voluntad a la Universidad de Jena, para que ésta nombrase al célebre investigador racial Hans F. K. Günther como director del nuevo departamento de Antropología Social. Igualmente, prohibió todos los periódicos y manifestaciones artísticas (especialmente, las películas y las representaciones teatrales) en los que se hacía apología del pacifismo; de este modo, el 8 de febrero de 1930, promulgó un Decreto prohibiendo que la célebre novela de Erich Maria Remarque “Im Westen nichts Neues” (“Sin novedad en el frente”) pudiese ser leída en las escuelas de Turingia; en diciembre de ese mismo año, Frick prohibió la exhibición en las salas de cine de Turingia de la película de Lewis Milestone “All quiet on the Western Front“ que adaptaba para la gran pantalla la novela de Remarque.
Frick modificó el tradicional rezo en las escuelas de Turingia, imponiendo la siguiente fórmula:
El 1 de abril de 1931, el grupo parlamentario del SPD en el Landtag (Parlamento regional) de Turingia presentó y ganó una moción de censura, lo que provocó la salida de Frick del Gobierno regional.
Reichsminister en el Gobierno de Hitler
El 30 de enero de 1933, el Reichspräsident Paul von Hindenburg nombró a Adolf Hitler nuevo Reichskanzler. En el recién estrenado Gobierno, Wilhelm Frick y Hermann Göring se convirtieron en los únicos ministros que estaban afiliados al NSDAP.
Hitler, Frick y Göring, saludando desde la Cancillería, el 30 de enero de 1933. http://www.holocaustresearchproject.org ... ring.html/
Frick, como nuevo Ministro del Interior, tenía una posición clave para favorecer la consecución de los objetivos políticos de los nazis, ya que, entre otras funciones, le incumbía el control de todos los procesos electorales y referendos que se realizasen en toda Alemania, así como la asignación de los escaños parlamentarios resultantes de cada elección.
En concreto, las competencias asumidas por Frick al frente del Ministerio del Interior eran las siguientes:
a) la Administración del Reich, de los Länder y de los municipios. Al Ministro del Interior le correspondía el nombramiento de los Alcaldes de todos los municipios alemanes de más de 100.000 habitantes, con la sola excepción de Berlín y Hamburgo, cuyos Alcaldes debían ser nombrados por el propio Hitler.
b) Relaciones entre el NSDAP y el Estado.
c) Procesos electorales.
d) Nacionalidad y ciudadanía.
e) Leyes Raciales (incluidas la cuestión judía y la eutanasia).
f) Reclutamiento para las Fuerzas Armadas.
g) Implantación del Nuevo Orden en los territorios ocupados y anexionados.
h) Legislación y desarrollo de la Constitución (incluidas todas las Libertades Civiles).
i) Organización policial y sistema de campos de concentración.
Die Deutsche Polizei
Con todo, la función más importante que Frick tenía que llevar a cabo en el Ministerio del Interior fue la creación, por primera vez en la historia de Alemania, de una fuerza policial unificada y centralizada para todo el Reich.
Esta cuestión es especialmente relevante, toda vez que Alemania carecía de una organización policial unitaria, de modo que cada uno de los Länder disponía de su propio sistema policial independiente. El cambio decisivo en el modelo policial se llevó a cabo con el Decreto de 17 de junio de 1936 (RGBl, 1936, Part I, p. 87), que fue firmado por Hitler y por Frick, y cuyo artículo 1º disponía:
Sin embargo, Frick cometió el error de minusvalorar a Himmler y a Heydrich, y pensó que, por el mero hecho de estar legalmente subordinados al Ministerio del Interior, ambos se avendrían a seguir las directrices impartidas por el Ministro en cuestiones policiales. Pero no fue así, ya que, desde el primer momento, Himmler no sólo actuó de espaldas al Ministerio, sino que, como Reichsführer der SS, se aseguró de que todos los puestos claves de la policía estuviesen ocupados por miembros de las SS. Así, la Sicherheitspolizei quedó a cargo, sucesivamente, de los SS-Obergruppenführer Reinhard Heydrich y Ernst Kaltenbrunner; la Kriminalpolizei estuvo a cargo del SS-Gruppenführer Arthur Nebe; y al frente de la Ordnungspolizei fueron nombrados, sucesivamente, el SS-Oberstgruppenführer Kurt Daluege y el SS-Obergruppenführer Alfred Wünnenberg.
El resultado fue que, en muy poco tiempo, toda la Policía alemana acabó teniendo una doble dependencia: nominal y simbólica, respecto del Ministerio del Interior; real y efectiva, respecto de las SS.
De este modo, el poder y la influencia de Frick en el régimen nazi fueron disminuyendo paulatinamente. Así, en marzo de 1933, perdió algunas de sus competencias en beneficio del recién creado Ministerio de Instrucción Popular y Propaganda, dirigido por Joseph Goebbels. Igualmente, un año más tarde, cedió más competencias a favor del Ministerio de Educación y Ciencia.
En compensación, Frick siguió siendo una figura clave en el régimen nazi, al lograr simultanear su cargo de Reichsminister del Interior alemán, con el de Ministro del Interior de Prusia. Ello no obstante, esta duplicidad de cargos fue causa de numerosos conflictos, toda vez que, desde mayo de 1934, se daba la paradoja de que, en tanto que Ministro del Interior de Alemania, Frick ocupaba en el Gabinete un cargo más importante que Hermann Göring, que solamente era Ministro del Aire; pero, simultáneamente, Göring, en cuanto Ministerpräsident (Jefe del Gobierno) de Prusia, era el superior jerárquico de Frick, quien tan sólo era Ministro del Interior de Prusia.
No hay pruebas concluyentes de que Frick hubiera tenido alguna participación en la “Noche de los cuchillos largos” de 1934, aunque sí contribuyo a la legalización “a posteriori” de los asesinatos cometidos en esa jornada, al promulgar la Gesetz über die Maßnahmen der Staatsnotwehr (Ley de medidas para la legítima defensa del Estado) de 3 de julio de 1934, que fue firmada por el propio Frick, además de por Hitler y el Ministro de Justicia, Franz Gürtner.
En 1935, se creó el Ministerio para Asuntos Religiosos, como consecuencia de lo cual el Ministerio del Interior se vio despojado, nuevamente, de más competencias. Además y como ya se ha indicado, con la designación, en 1936, de Heinrich Himmler como nuevo Chef der Deutschen Polizei (Jefe de la Policía Alemana), Frick terminó por convertirse en un Ministro irrelevante.
El 1 de septiembre de 1939, la Administración civil alemana se transformó en profundidad a causa de las necesidades impuestas por el estado de guerra. En base a ello, Frick fue nombrado Comisario General para la Administración del Reich y pasó a ser miembro del Reichsverteidigungsrat (Consejo de Defensa del Reich), que era un órgano colegiado encargado de “coordinar la política, la economía y la propaganda del Estado, con las necesidades derivadas de la defensa nacional”. En 1942, Hitler recompensó su trabajo obsequiándole con un donativo de 250.000 marcos.
Declive
El 20 de agosto de 1943, Hitler destituyó a Frick del cargo de Ministro del Interior nombrando, en su lugar, a Heinrich Himmler. De este modo, Frick se convirtió en uno de los pocos Alter Kämpfer (viejos luchadores del Partido) que acabó siendo represaliado por Hitler. Los motivos de la destitución nunca han sido aclarados del todo. De hecho, el propio Frick, durante las sesiones del Proceso de Núremberg, alegó en su descargo que, mucho antes de esa fecha, él había dejado de pertenecer al núcleo de poder del Tercer Reich, como lo demostraba el hecho de que, desde el año 1937, ya no tenía acceso directo a Hitler.
Esta afirmación tiene visos de verosimilitud, toda vez que, al menos desde 1940, Hitler ya no despachaba asuntos relevantes con Frick, y casi todos los intentos de éste para conseguir una audiencia con el Führer se vieron frustrados. Al parecer, Hitler había manifestado su disgusto por el hecho de que Frick fuese incapaz de seguir el ritmo de las reformas que se le exigían y porque, además, no actuaba en consonancia con su ideología nacionalsocialista.
Según Albert Speer, esa destitución se había producido porque, en opinión de Hitler, Frick sufría una especie de deformación profesional que le hacía estar demasiado vinculado a las leyes y a los procedimientos, y, en consecuencia, ponía demasiadas trabas a todas las reformas y cambios pretendidos por Hitler.
Al final, la destitución del cargo de Ministro del Interior no fue sino el punto culminante y más visible de una progresiva pérdida de poder e influencia por parte de Frick, que, por motivos desconocidos, combatió decididamente la rampante invasión llevada a cabo por el NSDAP y sus organizaciones satélites dentro de la Administración del Estado.
Aunque Frick conservó, a título honorífico, el rango de Ministro sin cartera, sin embargo, terminó siendo desplazado, incluso físicamente, de los círculos de poder de Berlín, siendo nombrado, el 20 de agosto de 1943, Reichsprotektor von Böhmen und Mähren (Protector de Bohemia y Moravia), en sustitución de Kurt Daluege, por lo que hubo de trasladarse a vivir a Praga. Pese a ello, siguió pasando largas temporadas en su residencia privada de Kempfenhausen, junto al lago Starnberger. Pero, incluso como Reichsprotektor, la labor de Frick en la antigua Checoslovaquia fue meramente representativa, pues quien detentaba realmente el poder en el protectorado era el SS-Obergruppenführer Karl Hermann Frank, quien, como Deutsche Staatsminister für das Protektorat, dirigía toda la Administración del Protectorado.
Frick, en visita de inspección a los Sudetes. Otoño de 1938
Daluege y Frank, en Praga. http://fi.wikipedia.org/wiki/Karl_Hermann_Frank
Su contribución a la Gleichschaltung
Otra importante labor desarrollada por Frick en el Ministerio del Interior fue la de tejer una tupida red de más de 235 leyes y decretos que, creando la apariencia de una falsa legalidad, sirvieron para demoler todo el Ordenamiento Jurídico derivado de la Constitución de Weimar y asegurar la implantación de la doctrina nacionalsocialista en todos los niveles de la Administración y la sociedad alemanas. Así, en fecha tan temprana como el 4 de febrero de 1933, Frick aprobó el Decreto Presidencial para la protección del Pueblo Alemán (Verordnung des Reichspräsidenten zum Schutze des Deutschen Volkes), que, entre otras medidas, restringía, con carácter general, las libertades de prensa y reunión, convirtiendo al Ministerio del Interior en el organismo decisor en la materia.
Tras el incendio del Reichstag del 28 de febrero de 1933, Frick aprobó el Decreto Presidencial para la Protección del Pueblo y el Estado (Verordnung des Reichspräsidenten zum Schutz von Volk und Staat) -también conocido como Decreto del incendio del Reichstag o Reichstagsbrandverordnung-, que supuso, en la práctica, la abolición de los Derechos Fundamentales consagrados por la República de Weimar, así como el pleno respaldo legal a las detenciones generalizadas de los adversarios del NSDAP por parte de la Policía y las unidades de las SA. El Decreto permitió, asimismo, al Gobierno alemán la anulación de los poderes de aquellos gobiernos regionales de los Länder que aún no estaban en manos de los nacionalsocialistas, y su suplantación por los Reichskommissare o Comisarios del Reich.
Esenciales para asegurar que todos los poderes de la descentralizada República de Weimar cayesen en poder de los nazis fueron las Ermächtigungsgesetzes (Leyes de habilitación de poderes especiales) de 23 de marzo de 1933. Para la promulgación de estas leyes, Hitler se enfrentaba a un serio problema, toda vez que su aprobación por el Reichstag exigía el voto favorable de, al menos, los 2/3 de los diputados, cifra de escaños esta que se encontraba muy alejada de la que los nazis controlaban en ese momento. Frick resolvió el problema modificando las normas de escrutinio del Parlamento, de manera que los votos de los diputados que no estuvieron presentes en la votación y no justificaron tal ausencia (todos ellos, paradójicamente, detenidos por las SA y las SS), fueron sumados a los votos favorables al Decreto, con lo que, finalmente, los nazis obtuvieron el número de votos suficientes para su aprobación.
El 31 de marzo, Frick, previa aprobación de la Gesetz zur Gleichschaltung der Länder mit dem Reich (Ley de coordinación de los Länder con el Reich), consiguió que se celebrasen nuevas elecciones para el Reichstag, éstas sin la participación del KPD-Partido Comunista, y que el reparto de escaños resultante fuese, también, impuesto a los parlamentos de los Länder. Finalmente, el 7 de abril y mediante una segunda Ley, consiguió privar de poderes reales a los gobiernos de los Länder, transfiriéndoselos a los Reichsstatthalter.
Participación en la política racista
Frick siempre fue un entusiasta impulsor de todas las medidas contra los judíos, no sólo en su etapa al frente del Ministerio del Interior, sino, incluso, antes, como lo demuestran sus radicales discursos en el Reichstag. Así, por ejemplo, el 7 de abril de 1933, aprobó la Gesetz zur Wiederherstellung des Berufsbeamtentums (Ley para la recomposición del Funcionariado), en virtud de la cual todos los funcionarios comunistas y judíos fueron excluidos de la Administración Pública alemana.
Durante las sesiones del Proceso de Núremberg, un alto funcionario del Ministerio del Interior, el Dr. Bernhard Lösener, testificó en descargo de Frick, declarando que éste apenas había tenido participación en la elaboración de las Leyes de Núremberg de 1935. Con posterioridad, sin embargo, algunas investigaciones de Günter Neliba apuntan a que Frick tuvo una intervención muy relevante en la redacción de esas leyes, hasta el punto de que puede considerársele el verdadero coautor de las mismas, junto con Wilhelm Stuckart.
Frick y Stuckart, en una visita oficial
En julio de 1933, Frick, con el fin de “defender la salud del Pueblo”, aprobó la Gesetz zur Verhütung erbkranken Nachwuchses (Ley para la prevención de las enfermedades hereditarias en las futuras generaciones), uno de cuyos efectos fue el de dar carta de naturaleza a las esterilizaciones forzosas. A esta ley siguieron un buen número de normas de análogas características.
En el año 1940, aun cuando la denominada Euthanasiegesetz (Ley de Eutanasia) no estaba en vigor, Frick autorizó, sin ninguna cobertura jurídica, el programa Aktion T4, gracias al cual fueron exterminados numerosos enfermos incurables, y ello fue posible porque la Sección IV del Departamento de Salud Pública del Ministerio del Interior tenía amplias facultades de dirección sobre todos los centros psiquiátricos de Alemania, lo que le permitió alentar y coordinar la matanza llevada a cabo en tales centros.
El 1 de septiembre de 1941, Frick aprobó un Decreto por el que todos los judíos mayores de cinco años sólo podían aparecer en público llevando una estrella de David, cuyo tamaño había de ser, al menos, como la palma de la mano; dicha estrella tenía que ser de color negro sobre un fondo amarillo y en su parte central debía llevar escrita la palabra Jude. El Decreto establecía, además, que la estrella debía estar cosida en la parte delantera izquierda de la prenda exterior.
El Proceso de Núremberg
Tras su arresto en 1945, Frick, al igual que otros altos cargos del NSDAP y de la Wehrmacht, fue internado en el campo de prisioneros “Camp Ashcan”, situado en la región luxemburguesa de Bad Mondorf, y sometido a largas sesiones de interrogatorios. En agosto de ese mismo año, fue trasladado a Núremberg para ser juzgado.
Wilhelm Frick, dirigiéndose al Tribunal Penal Internacional
La Fiscalía acusó a Wilhelm Frick de los siguientes delitos: 1) Conspiración, 2) Crímenes contra la paz, 3) Crímenes de guerra y 4) Crímenes contra la humanidad.
Frick fue el único de los acusados que se negó a prestar juramento de decir verdad, por lo que no fue interrogado durante el juicio.
El 1 de octubre de 1946, el Tribunal Penal Internacional declaró que Frick era culpable de los delitos 2, 3 y 4, y le condenó a morir en la horca. Los Magistrados consideraron que Frick había sido el “cerebro jurídico” del Tercer Reich, y que había subvertido al Estado alemán sometiéndolo a los principios nacional-socialistas y preparándolo para desencadenar una guerra de agresión. En definitiva, Frick fue el jurista capaz de llevar a la práctica, en términos legales, los más importantes planes y programas de Hitler.
En su alegato final y antes de conocer el Fallo condenatorio, Frick no mostró ninguna clase de arrepentimiento y manifestó ante el Tribunal lo siguiente:
El cadáver de Wilhelm Frick
En la zona soviética de ocupación, todos los escritos y publicaciones de Frick quedaron incluidos en una “Lista de libros prohibidos”.
Fuentes:
Günter Neliba: Wilhelm Frick: Der Legalist des Unrechtsstaates.
Michael Wagner-Kern: Staat und Namensänderung.
Traducción de Barbarossa
Familia
Wilhelm Frick fue el hijo menor de una familia protestante integrada por cuatro hermanos, cuyos progenitores Wilhelm († 1918) y Henriette († 1893) eran maestros de enseñanza superior.
En 1910, Frick contrajo matrimonio en Pirmasens, con Elisabetha Emilie Nagel (1890-1978), con la que tuvo dos hijos y una hija. A comienzos de 1934, el matrimonio se divorció y Frick volvió a casarse con la también divorciada Margarete Schultze-Naumburg (1896-1960), con quien tuvo un hijo y una hija.
Educación
Frick se matriculó en la Volksschule y en el Instituto de Kaiserslautern (hoy en día, Instituto “Albert-Schweitzer”, Martin-Luther-Straße 5).
A partir de 1896, cursó estudios de filología, durante seis meses, en la Universidad de Múnich. Posteriormente, entre 1897 y 1900, estudió derecho en las Universidades de Göttingen y Berlín, aprobando el examen de licenciatura en 1900 en la Universidad de Múnich. En 1901, se doctoró en la Universidad de Heildelberg.
Funcionario público en Baviera
A mediados de 1900, Frick volvió a Kaiserlautern para hacer prácticas como pasante en un despacho de abogados. En 1903, tras aprobar el examen de ingreso en el servicio jurídico de la Administración, comenzó a trabajar como abogado del Gobierno bávaro.
En 1904 y todavía como abogado de la Administración, prestó servicios en el distrito de la Alta Baviera y en la Dirección de la Policía en Múnich. En 1907, ascendió hasta ser nombrado Asesor del Distrito, siendo trasladado a Pirmasens, cuya Administración dirigió a partir de 1914.
A causa de problemas físicos, fue declarado no apto para el Ejército, por lo que no tomó parte en los combates de la Primera Guerra Mundial. En 1917 y a petición propia, fue destinado a la Dirección General de la Policía de Múnich, donde dirigió la sección de lucha contra la especulación en tiempos de guerra; al parecer y como se desprende de una carta enviada en esa época a su hermana, fue este destino el que despertó en Frick un fuerte sentimiento antisemita.
En 1919, una vez terminada la guerra, Frick fue ascendido, siendo nombrado director de la Sección política de la Policía. Fue en esta etapa cuando comenzó a desarrollar sus simpatías hacia los movimientos de extrema derecha, como lo demuestra el hecho de que, desde su elevada posición, ayudó a un miembro de un Freikorp acusado de asesinato, entregándole un pasaporte falso con el que pudo eludir la acción de la Justicia.
El Putsch de 1923
En 1919 y por intermedio de Ernst Pöhner, Polizeipräsident de Baviera, Frick conoció a Adolf Hitler, comenzando, a partir de entonces, una relación duradera durante la que Frick prestó un decidido apoyo, desde su alto cargo, a muchas de las actividades ilegales del NSDAP y del propio Hitler, como eran las reuniones, las manifestaciones o la realización de campañas de injuria y amedrentamiento contra los adversarios políticos. Fue Frick el jurista que indicó a Hitler los pasos que tenía que dar ante la Administración para conseguir la ciudadanía alemana, cuestión esta nada baladí, pues, mientras Hitler siguiese siendo ciudadano austriaco, no podría presentarse como candidato en las elecciones alemanas.
En 1923, Frick continuó con su ascendente carrera en el seno de la policía bávara, siendo nombrado Jefe del Servicio de Seguridad de la Kriminalpolizei de Múnich. En noviembre de ese mismo año, Frick y Pöhner (que había cesado en su puesto de Polizeipräsident en 1921) tomaron parte en el Putsch con el que Hitler trató de derribar al Gobierno bávaro. Entre los planes de los golpistas, figuraba el de nombrar a Frick nuevo Polizeipräsident de Baviera.
Durante las horas que duró el Putsch, Frick permaneció en su puesto de la Dirección General de la Policía y, entre otros cometidos, se ocupó de que ni la Landespolizei ni el Vicepresidente de la Policía fuesen alertados de la intentona golpista.
El Putsch fracasó y, en 1924, Frick fue condenado a una pena de 15 meses de prisión por “Beihilfe zum Verbrechen des Hochverrats” (Complicidad en un delito de alta traición); tras cumplir 5 meses, le fue suspendida la pena restante.
Por su participación en el Putsch, Hitler le concedió la Ehrenzeichen der Bewegung, condecoración que, más tarde, sería bautizada como Blutorden (Orden de la Sangre).
Tras salir de prisión, se le sometió a un proceso disciplinario a resultas del cual fue expulsado de la Administración bávara. Frick apeló la sentencia y su recurso fue estimado con el argumento de que él no había tenido intención de traicionar a su patria. De este modo, entre los años 1926 y 1930, así como entre 1932 y 1933, Frick, aunque fue apartado de todo lo relacionado con la policía y la seguridad, siguió trabajando, como funcionario, en el Departamento de Seguros del Gobierno bávaro, siendo ascendido, incluso, al rango de Regierungsrat de Primera Clase.
Es evidente que, al menos durante estos años, Hitler sentió verdadero aprecio por Frick, como lo demuestra el hecho de que su nombre apareciese recogido en el libro “Mein Kampf”, honor este del que sólo disfrutaron, aparte del propio Frick, Rudolf Heβ y Julius Streicher. En el libro, dice Hitler:
Miembro del Reichstag“Él (el Presidente de la policía de Baviera, Pöhner) y su colaborador, el Dr. Frick, son, en mi opinión, los únicos hombres con cargos públicos que tienen derecho a colaborar en el establecimiento de una nación bávara”.
En las elecciones del 4 de mayo de 1924, Wilhelm Frick fue elegido diputado del Reichstag en las listas de la coalición entre el entonces prohibido NSDAP y el Deutschvölkische Freiheitspartei por la circunscripción electoral 24 (Oberbayern-Schwaben), conservando este escaño hasta 1945.
El 1 de septiembre de 1925, se afilió al NSDAP (número de afiliación 10). En 1928, fue nombrado Fraktionsführer (Jefe) del entonces pequeño grupo parlamentario nazi, que contaba con doce miembros, y este mismo puesto tenía cuando, en 1933, fue ascendido por Hitler al rango de Reichsleiter del Partido nazi.
De izquierda a derecha: Himmler, Göring, Frick, Hitler y Strasser
Sus discursos parlamentarios se caracterizaron, siempre, por sus extremados racismo y antisemitismo, así como por sus frecuentes insultos y descalificaciones hacia sus adversarios políticos. Precisamente, su destructiva labor en el Reichstag contribuyó decisivamente al posterior hundimiento del sistema parlamentario de la República de Weimar.
Ministro en el Land de Turingia
El 23 de enero de 1930, fue nombrado Staatsminister de Interior y de Educación Popular en el Gobierno de coalición del Land de Turingia, convirtiéndose, de este modo, en el primer miembro del NSDAP que ocupaba un cargo ministerial. También fue nombrado Delegado del entonces Presidente del Land, Erwin Baum, lo que hizo que el Gobierno del Land fuese conocido popularmente como “Gobierno-Baum-Frick”.
Frick se empleó a fondo en la misión de nazificar la Administración del Land, para lo que dictó numerosos Decretos de expulsión de los funcionarios (especialmente, profesores y alcaldes) comunistas y socialistas, a la vez que hizo todo lo que estuvo en su mano para que los principales puestos de la recién creada Landespolizei de Turingia fuesen a parar a miembros del NSDAP. Por esta razón, el 19 de marzo de 1930, el entonces Reichsinnenminister (Ministro del Interior de Alemania) Carl Severing (SPD) ordenó paralizar todas las subvenciones para la Landespolizei de Turingia, pero, sólo un mes más tarde, concretamente el 16 de abril, las subvenciones estatales fueron reanudadas, una vez que el Gobierno de Turingia se comprometió a que, en el futuro, los nacionalsocialistas no volverían a ser admitidos en la Landespolizei.
En cuestiones raciales, Frick fue implacable en su labor de promover social e institucionalmente a todos aquellos individuos que podían ayudarle a propagar el movimiento nazi y su Weltanschauung; así, por ejemplo, consiguió imponer su voluntad a la Universidad de Jena, para que ésta nombrase al célebre investigador racial Hans F. K. Günther como director del nuevo departamento de Antropología Social. Igualmente, prohibió todos los periódicos y manifestaciones artísticas (especialmente, las películas y las representaciones teatrales) en los que se hacía apología del pacifismo; de este modo, el 8 de febrero de 1930, promulgó un Decreto prohibiendo que la célebre novela de Erich Maria Remarque “Im Westen nichts Neues” (“Sin novedad en el frente”) pudiese ser leída en las escuelas de Turingia; en diciembre de ese mismo año, Frick prohibió la exhibición en las salas de cine de Turingia de la película de Lewis Milestone “All quiet on the Western Front“ que adaptaba para la gran pantalla la novela de Remarque.
Frick modificó el tradicional rezo en las escuelas de Turingia, imponiendo la siguiente fórmula:
Finalmente, esa plegaria fue retirada tras ser considerada no conforme con la Constitución.“Schenk uns des Heilandes heldischen Mut… Deutschland erwache! Herr mach uns frei!” (“Envíanos, Señor, el coraje heroico de un Salvador... ¡Despierta, Alemania!, ¡Señor libéranos!”)
El 1 de abril de 1931, el grupo parlamentario del SPD en el Landtag (Parlamento regional) de Turingia presentó y ganó una moción de censura, lo que provocó la salida de Frick del Gobierno regional.
Reichsminister en el Gobierno de Hitler
El 30 de enero de 1933, el Reichspräsident Paul von Hindenburg nombró a Adolf Hitler nuevo Reichskanzler. En el recién estrenado Gobierno, Wilhelm Frick y Hermann Göring se convirtieron en los únicos ministros que estaban afiliados al NSDAP.
Hitler, Frick y Göring, saludando desde la Cancillería, el 30 de enero de 1933. http://www.holocaustresearchproject.org ... ring.html/
Frick, como nuevo Ministro del Interior, tenía una posición clave para favorecer la consecución de los objetivos políticos de los nazis, ya que, entre otras funciones, le incumbía el control de todos los procesos electorales y referendos que se realizasen en toda Alemania, así como la asignación de los escaños parlamentarios resultantes de cada elección.
En concreto, las competencias asumidas por Frick al frente del Ministerio del Interior eran las siguientes:
a) la Administración del Reich, de los Länder y de los municipios. Al Ministro del Interior le correspondía el nombramiento de los Alcaldes de todos los municipios alemanes de más de 100.000 habitantes, con la sola excepción de Berlín y Hamburgo, cuyos Alcaldes debían ser nombrados por el propio Hitler.
b) Relaciones entre el NSDAP y el Estado.
c) Procesos electorales.
d) Nacionalidad y ciudadanía.
e) Leyes Raciales (incluidas la cuestión judía y la eutanasia).
f) Reclutamiento para las Fuerzas Armadas.
g) Implantación del Nuevo Orden en los territorios ocupados y anexionados.
h) Legislación y desarrollo de la Constitución (incluidas todas las Libertades Civiles).
i) Organización policial y sistema de campos de concentración.
Die Deutsche Polizei
Con todo, la función más importante que Frick tenía que llevar a cabo en el Ministerio del Interior fue la creación, por primera vez en la historia de Alemania, de una fuerza policial unificada y centralizada para todo el Reich.
Esta cuestión es especialmente relevante, toda vez que Alemania carecía de una organización policial unitaria, de modo que cada uno de los Länder disponía de su propio sistema policial independiente. El cambio decisivo en el modelo policial se llevó a cabo con el Decreto de 17 de junio de 1936 (RGBl, 1936, Part I, p. 87), que fue firmado por Hitler y por Frick, y cuyo artículo 1º disponía:
El artículo 2º del Decreto establecía que el cargo de Jefe de la Policía Alemana correspondía a Heinrich Himmler, estableciéndose, expresamente, que Himmler estaba directa y personalmente subordinado a los Ministros del Interior del Reich y de Prusia. En otras palabras, a través de este Decreto, Frick no sólo pretendió promocionar a Himmler, sino también a sí mismo, ya que esta nueva regulación aseguraba que la Jefatura suprema de toda la organización policial alemana, que incluía a la Sicherheitspolizei (Policía de Seguridad, en la que se reunían la Kriminalpolizei y la Gestapo) y la Ordnungspolizei (Policía uniformada) recaería en el propio Frick como Ministro del Interior.“Para la unificación de las labores policiales en el Reich, se crea, en el Ministerio del Interior, un Jefe de la Policía Alemana, encargado de la dirección y la organización de todas las cuestiones policiales”.
Sin embargo, Frick cometió el error de minusvalorar a Himmler y a Heydrich, y pensó que, por el mero hecho de estar legalmente subordinados al Ministerio del Interior, ambos se avendrían a seguir las directrices impartidas por el Ministro en cuestiones policiales. Pero no fue así, ya que, desde el primer momento, Himmler no sólo actuó de espaldas al Ministerio, sino que, como Reichsführer der SS, se aseguró de que todos los puestos claves de la policía estuviesen ocupados por miembros de las SS. Así, la Sicherheitspolizei quedó a cargo, sucesivamente, de los SS-Obergruppenführer Reinhard Heydrich y Ernst Kaltenbrunner; la Kriminalpolizei estuvo a cargo del SS-Gruppenführer Arthur Nebe; y al frente de la Ordnungspolizei fueron nombrados, sucesivamente, el SS-Oberstgruppenführer Kurt Daluege y el SS-Obergruppenführer Alfred Wünnenberg.
El resultado fue que, en muy poco tiempo, toda la Policía alemana acabó teniendo una doble dependencia: nominal y simbólica, respecto del Ministerio del Interior; real y efectiva, respecto de las SS.
De este modo, el poder y la influencia de Frick en el régimen nazi fueron disminuyendo paulatinamente. Así, en marzo de 1933, perdió algunas de sus competencias en beneficio del recién creado Ministerio de Instrucción Popular y Propaganda, dirigido por Joseph Goebbels. Igualmente, un año más tarde, cedió más competencias a favor del Ministerio de Educación y Ciencia.
En compensación, Frick siguió siendo una figura clave en el régimen nazi, al lograr simultanear su cargo de Reichsminister del Interior alemán, con el de Ministro del Interior de Prusia. Ello no obstante, esta duplicidad de cargos fue causa de numerosos conflictos, toda vez que, desde mayo de 1934, se daba la paradoja de que, en tanto que Ministro del Interior de Alemania, Frick ocupaba en el Gabinete un cargo más importante que Hermann Göring, que solamente era Ministro del Aire; pero, simultáneamente, Göring, en cuanto Ministerpräsident (Jefe del Gobierno) de Prusia, era el superior jerárquico de Frick, quien tan sólo era Ministro del Interior de Prusia.
No hay pruebas concluyentes de que Frick hubiera tenido alguna participación en la “Noche de los cuchillos largos” de 1934, aunque sí contribuyo a la legalización “a posteriori” de los asesinatos cometidos en esa jornada, al promulgar la Gesetz über die Maßnahmen der Staatsnotwehr (Ley de medidas para la legítima defensa del Estado) de 3 de julio de 1934, que fue firmada por el propio Frick, además de por Hitler y el Ministro de Justicia, Franz Gürtner.
En 1935, se creó el Ministerio para Asuntos Religiosos, como consecuencia de lo cual el Ministerio del Interior se vio despojado, nuevamente, de más competencias. Además y como ya se ha indicado, con la designación, en 1936, de Heinrich Himmler como nuevo Chef der Deutschen Polizei (Jefe de la Policía Alemana), Frick terminó por convertirse en un Ministro irrelevante.
El 1 de septiembre de 1939, la Administración civil alemana se transformó en profundidad a causa de las necesidades impuestas por el estado de guerra. En base a ello, Frick fue nombrado Comisario General para la Administración del Reich y pasó a ser miembro del Reichsverteidigungsrat (Consejo de Defensa del Reich), que era un órgano colegiado encargado de “coordinar la política, la economía y la propaganda del Estado, con las necesidades derivadas de la defensa nacional”. En 1942, Hitler recompensó su trabajo obsequiándole con un donativo de 250.000 marcos.
Declive
El 20 de agosto de 1943, Hitler destituyó a Frick del cargo de Ministro del Interior nombrando, en su lugar, a Heinrich Himmler. De este modo, Frick se convirtió en uno de los pocos Alter Kämpfer (viejos luchadores del Partido) que acabó siendo represaliado por Hitler. Los motivos de la destitución nunca han sido aclarados del todo. De hecho, el propio Frick, durante las sesiones del Proceso de Núremberg, alegó en su descargo que, mucho antes de esa fecha, él había dejado de pertenecer al núcleo de poder del Tercer Reich, como lo demostraba el hecho de que, desde el año 1937, ya no tenía acceso directo a Hitler.
Esta afirmación tiene visos de verosimilitud, toda vez que, al menos desde 1940, Hitler ya no despachaba asuntos relevantes con Frick, y casi todos los intentos de éste para conseguir una audiencia con el Führer se vieron frustrados. Al parecer, Hitler había manifestado su disgusto por el hecho de que Frick fuese incapaz de seguir el ritmo de las reformas que se le exigían y porque, además, no actuaba en consonancia con su ideología nacionalsocialista.
Según Albert Speer, esa destitución se había producido porque, en opinión de Hitler, Frick sufría una especie de deformación profesional que le hacía estar demasiado vinculado a las leyes y a los procedimientos, y, en consecuencia, ponía demasiadas trabas a todas las reformas y cambios pretendidos por Hitler.
Al final, la destitución del cargo de Ministro del Interior no fue sino el punto culminante y más visible de una progresiva pérdida de poder e influencia por parte de Frick, que, por motivos desconocidos, combatió decididamente la rampante invasión llevada a cabo por el NSDAP y sus organizaciones satélites dentro de la Administración del Estado.
Aunque Frick conservó, a título honorífico, el rango de Ministro sin cartera, sin embargo, terminó siendo desplazado, incluso físicamente, de los círculos de poder de Berlín, siendo nombrado, el 20 de agosto de 1943, Reichsprotektor von Böhmen und Mähren (Protector de Bohemia y Moravia), en sustitución de Kurt Daluege, por lo que hubo de trasladarse a vivir a Praga. Pese a ello, siguió pasando largas temporadas en su residencia privada de Kempfenhausen, junto al lago Starnberger. Pero, incluso como Reichsprotektor, la labor de Frick en la antigua Checoslovaquia fue meramente representativa, pues quien detentaba realmente el poder en el protectorado era el SS-Obergruppenführer Karl Hermann Frank, quien, como Deutsche Staatsminister für das Protektorat, dirigía toda la Administración del Protectorado.
Frick, en visita de inspección a los Sudetes. Otoño de 1938
Daluege y Frank, en Praga. http://fi.wikipedia.org/wiki/Karl_Hermann_Frank
Su contribución a la Gleichschaltung
Otra importante labor desarrollada por Frick en el Ministerio del Interior fue la de tejer una tupida red de más de 235 leyes y decretos que, creando la apariencia de una falsa legalidad, sirvieron para demoler todo el Ordenamiento Jurídico derivado de la Constitución de Weimar y asegurar la implantación de la doctrina nacionalsocialista en todos los niveles de la Administración y la sociedad alemanas. Así, en fecha tan temprana como el 4 de febrero de 1933, Frick aprobó el Decreto Presidencial para la protección del Pueblo Alemán (Verordnung des Reichspräsidenten zum Schutze des Deutschen Volkes), que, entre otras medidas, restringía, con carácter general, las libertades de prensa y reunión, convirtiendo al Ministerio del Interior en el organismo decisor en la materia.
Tras el incendio del Reichstag del 28 de febrero de 1933, Frick aprobó el Decreto Presidencial para la Protección del Pueblo y el Estado (Verordnung des Reichspräsidenten zum Schutz von Volk und Staat) -también conocido como Decreto del incendio del Reichstag o Reichstagsbrandverordnung-, que supuso, en la práctica, la abolición de los Derechos Fundamentales consagrados por la República de Weimar, así como el pleno respaldo legal a las detenciones generalizadas de los adversarios del NSDAP por parte de la Policía y las unidades de las SA. El Decreto permitió, asimismo, al Gobierno alemán la anulación de los poderes de aquellos gobiernos regionales de los Länder que aún no estaban en manos de los nacionalsocialistas, y su suplantación por los Reichskommissare o Comisarios del Reich.
Esenciales para asegurar que todos los poderes de la descentralizada República de Weimar cayesen en poder de los nazis fueron las Ermächtigungsgesetzes (Leyes de habilitación de poderes especiales) de 23 de marzo de 1933. Para la promulgación de estas leyes, Hitler se enfrentaba a un serio problema, toda vez que su aprobación por el Reichstag exigía el voto favorable de, al menos, los 2/3 de los diputados, cifra de escaños esta que se encontraba muy alejada de la que los nazis controlaban en ese momento. Frick resolvió el problema modificando las normas de escrutinio del Parlamento, de manera que los votos de los diputados que no estuvieron presentes en la votación y no justificaron tal ausencia (todos ellos, paradójicamente, detenidos por las SA y las SS), fueron sumados a los votos favorables al Decreto, con lo que, finalmente, los nazis obtuvieron el número de votos suficientes para su aprobación.
El 31 de marzo, Frick, previa aprobación de la Gesetz zur Gleichschaltung der Länder mit dem Reich (Ley de coordinación de los Länder con el Reich), consiguió que se celebrasen nuevas elecciones para el Reichstag, éstas sin la participación del KPD-Partido Comunista, y que el reparto de escaños resultante fuese, también, impuesto a los parlamentos de los Länder. Finalmente, el 7 de abril y mediante una segunda Ley, consiguió privar de poderes reales a los gobiernos de los Länder, transfiriéndoselos a los Reichsstatthalter.
Participación en la política racista
Frick siempre fue un entusiasta impulsor de todas las medidas contra los judíos, no sólo en su etapa al frente del Ministerio del Interior, sino, incluso, antes, como lo demuestran sus radicales discursos en el Reichstag. Así, por ejemplo, el 7 de abril de 1933, aprobó la Gesetz zur Wiederherstellung des Berufsbeamtentums (Ley para la recomposición del Funcionariado), en virtud de la cual todos los funcionarios comunistas y judíos fueron excluidos de la Administración Pública alemana.
Durante las sesiones del Proceso de Núremberg, un alto funcionario del Ministerio del Interior, el Dr. Bernhard Lösener, testificó en descargo de Frick, declarando que éste apenas había tenido participación en la elaboración de las Leyes de Núremberg de 1935. Con posterioridad, sin embargo, algunas investigaciones de Günter Neliba apuntan a que Frick tuvo una intervención muy relevante en la redacción de esas leyes, hasta el punto de que puede considerársele el verdadero coautor de las mismas, junto con Wilhelm Stuckart.
Frick y Stuckart, en una visita oficial
En julio de 1933, Frick, con el fin de “defender la salud del Pueblo”, aprobó la Gesetz zur Verhütung erbkranken Nachwuchses (Ley para la prevención de las enfermedades hereditarias en las futuras generaciones), uno de cuyos efectos fue el de dar carta de naturaleza a las esterilizaciones forzosas. A esta ley siguieron un buen número de normas de análogas características.
En el año 1940, aun cuando la denominada Euthanasiegesetz (Ley de Eutanasia) no estaba en vigor, Frick autorizó, sin ninguna cobertura jurídica, el programa Aktion T4, gracias al cual fueron exterminados numerosos enfermos incurables, y ello fue posible porque la Sección IV del Departamento de Salud Pública del Ministerio del Interior tenía amplias facultades de dirección sobre todos los centros psiquiátricos de Alemania, lo que le permitió alentar y coordinar la matanza llevada a cabo en tales centros.
El 1 de septiembre de 1941, Frick aprobó un Decreto por el que todos los judíos mayores de cinco años sólo podían aparecer en público llevando una estrella de David, cuyo tamaño había de ser, al menos, como la palma de la mano; dicha estrella tenía que ser de color negro sobre un fondo amarillo y en su parte central debía llevar escrita la palabra Jude. El Decreto establecía, además, que la estrella debía estar cosida en la parte delantera izquierda de la prenda exterior.
El Proceso de Núremberg
Tras su arresto en 1945, Frick, al igual que otros altos cargos del NSDAP y de la Wehrmacht, fue internado en el campo de prisioneros “Camp Ashcan”, situado en la región luxemburguesa de Bad Mondorf, y sometido a largas sesiones de interrogatorios. En agosto de ese mismo año, fue trasladado a Núremberg para ser juzgado.
Wilhelm Frick, dirigiéndose al Tribunal Penal Internacional
La Fiscalía acusó a Wilhelm Frick de los siguientes delitos: 1) Conspiración, 2) Crímenes contra la paz, 3) Crímenes de guerra y 4) Crímenes contra la humanidad.
Frick fue el único de los acusados que se negó a prestar juramento de decir verdad, por lo que no fue interrogado durante el juicio.
El 1 de octubre de 1946, el Tribunal Penal Internacional declaró que Frick era culpable de los delitos 2, 3 y 4, y le condenó a morir en la horca. Los Magistrados consideraron que Frick había sido el “cerebro jurídico” del Tercer Reich, y que había subvertido al Estado alemán sometiéndolo a los principios nacional-socialistas y preparándolo para desencadenar una guerra de agresión. En definitiva, Frick fue el jurista capaz de llevar a la práctica, en términos legales, los más importantes planes y programas de Hitler.
En su alegato final y antes de conocer el Fallo condenatorio, Frick no mostró ninguna clase de arrepentimiento y manifestó ante el Tribunal lo siguiente:
Wilhelm Frick fue ahorcado el 16 de octubre de 1946. En la crónica que escribió el periodista Howard K. Smith puede leerse:“Der Anklage gegenüber habe ich ein reines Gewissen. Mein ganzes Leben war Dienst an Volk und Vaterland. Ihnen habe ich meine beste Kraft in treuester Pflichterfüllung gewidmet. Ich bin überzeugt, dass kein patriotischer Amerikaner oder Angehöriger eines anderen Landes in gleicher Lage seines Landes an meiner Stelle anders gehandelt hätte. Denn jede andere Handlungsweise wäre Bruch meines Treueides, Hoch- und Landesverrat gewesen”.
“Tengo la conciencia tranquila ante las acusaciones. He dedicado toda mi vida a servir a mi Pueblo y a mi Patria. A ambos he entregado mis mayores esfuerzos en el fiel cumplimiento del deber. Tengo el pleno convencimiento de que, de haber estado en mi posición, ningún patriota americano ni ningún otro ciudadano de cualquier otro país habrían actuado de modo distinto a como lo hice yo. Cualquier otro comportamiento por mi parte habría significado quebrantar mi juramento de fidelidad y habría constituido un acto de Alta Traición”.
“el sexto hombre que abandonó su celda y subió al patíbulo con las muñecas esposadas fue Wilhelm Frick, de 69 años. Entró en la cámara de ejecuciones a las 2:05 de la mañana, seis minutos después de que se hubiera declarado muerto a Alfred Rosenberg. Subió a trompicones los trece escalones que conducían a la horca. Sus únicas palabras fueron: «Viva la Alemania eterna»; a continuación, el verdugo le cubrió la cabeza con una capucha, y accionó la trampilla”.
El cadáver de Wilhelm Frick
En la zona soviética de ocupación, todos los escritos y publicaciones de Frick quedaron incluidos en una “Lista de libros prohibidos”.
Fuentes:
Günter Neliba: Wilhelm Frick: Der Legalist des Unrechtsstaates.
Michael Wagner-Kern: Staat und Namensänderung.
Traducción de Barbarossa
