¿Arde París?
Publicado: Lun Nov 05, 2007 12:39 am
¿Arde París? preguntó Adolf Hitler el 25 de Agosto, por la mañana, cuando se enteró de que las tropas aliadas ya estaban dentro de la capital francesa. Un ayudante del Führer, en Rastenburg, llamó a Dietrich Von Choltitz, comandante de París, respondiendo a la llamada un secretario del cuartel general alemán, indicando que Choltitz se encontraba con el General Leclerc.
- Pero, ¿arde París? -preguntaron desde Ratenburg.
- ¿Cómo?
- ¿Arde París?- reiteró impacientemente el ayudante.
- No. Escuche:
El secretario volvió el auricular haci la ventana abierta y en Rastenburg pudieron escuchar confusamentelas notas de La Marsellesa y el alborotado repique de las campanas de París.
Puede que la anécdota sea cierta o no, pero los Generales Von Choltitz y Speidel, jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos B, salvaron la capital francesa de la decisión tomada por Hitler de destruirla. Éste no estaba dispuesto a que la capital francesa cayera intacta en manos aliadas y llegados a ese extremo pretendía convertirla en un montón de ruinas, para ello dispuso que varias rampas de bombas volantes apuntaran contra París y que se prepara al gigantesco mortero Karl para bombardear la ciudad; la destrucción de la ciudad fue evitada por ambos generales que decidieron no cumplir dichas órdenes.
De momento he de dejarlo en este punto pero mañana trataré de seguir...
Fuente: Artículo de David Solar en la Revista La Aventura de la Historia Nº 70, Agosto 2004.
- Pero, ¿arde París? -preguntaron desde Ratenburg.
- ¿Cómo?
- ¿Arde París?- reiteró impacientemente el ayudante.
- No. Escuche:
El secretario volvió el auricular haci la ventana abierta y en Rastenburg pudieron escuchar confusamentelas notas de La Marsellesa y el alborotado repique de las campanas de París.
Puede que la anécdota sea cierta o no, pero los Generales Von Choltitz y Speidel, jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos B, salvaron la capital francesa de la decisión tomada por Hitler de destruirla. Éste no estaba dispuesto a que la capital francesa cayera intacta en manos aliadas y llegados a ese extremo pretendía convertirla en un montón de ruinas, para ello dispuso que varias rampas de bombas volantes apuntaran contra París y que se prepara al gigantesco mortero Karl para bombardear la ciudad; la destrucción de la ciudad fue evitada por ambos generales que decidieron no cumplir dichas órdenes.
De momento he de dejarlo en este punto pero mañana trataré de seguir...
Fuente: Artículo de David Solar en la Revista La Aventura de la Historia Nº 70, Agosto 2004.