Batallas en la Linea Sigfrido
Publicado: Dom Jun 20, 2010 6:47 pm
Hola a todos
Continuamos con la historia
La 2ª División Acorazada formó el ala izquierda del asalto del XIX Cuerpo, que se dirigía a Gereonweiler y Linnich. Su sector era tan estrecho que el 16 de noviembre la fuerza de ataque se limitó al CCB. El avance se desarrolló sin problemas a pesar del lodo, ya que la división había tomado la precaución de equipar las orugas de los carros con “picos de pato” para mejorar su tracción.
Las defensas contracarro alrededor de Apweiler se mostraron especialmente duras, pero el CCB consiguió progresar. Es más, la rápida pérdida de Puffendorf alarmó tanto a los comandantes alemanes que Rundstedt consintió que se utilizaran las únicas reservas mecanizadas disponibles en la zona de operaciones, la 9ª División Panzer y la 15ª División de Granaderos Panzer, apoyadas por el 506º s.Pz.Abt. con 36 carros Königstiger. Esta fuerza contraatacó inmediatamente el 17 de noviembre, atacando a la Task Force 1 cerca de Puffendorf con el 11º Regimiento de Granaderos Panzer, apoyado por unos 30 carros. Sorprendido en campo abierto, y superado por los cañones de 75mm de los Panther, la TF1 se vio obligada a retroceder.
El combate de carros ocasionó la pérdida de unos 11 panzer, pero las pérdidas estadounidenses fueron más importantes. Un nuevo ataque de la TF2 por Apweiler se encontró también con los refuerzos panzer y tuvo que retroceder a la línea de partida. El comandante de la 2ª División Acorazada, el General Harmon, decidió desplegar parte del CCA en la refriega, pero la presencia de zanjas contracarro y una intensa concentración de fuego procedente de los carros alemanes ocultos en las colinas alrededor de Gereonsweiler hicieron imposible que el CCA pudiera seguir adelante. Al final del día, la división había perdido 18 carros M-4 y 16 más habían resultado dañados junto con 19 carros ligeros destruidos o averiados.
El día siguiente transcurrió con el apoyo de la vecina 29ª División de Infantería intentando asegurar la red de carreteras alrededor de Setterich. Aunque la 9ª División Panzer contraatacó, las buenas condiciones de vuelo permitieron la salida de los cazabombarderos estadounidenses, que disuadieron cualquier ataque panzer de importancia.
Harmon era un experimentado comandante de carros que se dio cuenta de que mandar sus blindados a través de cenagosos campos expuestos a la observación directa de los carros y los cañones contracarro alemanes era un suicidio. En su lugar, decidió intentar expulsar a los alemanes de Apweiler utilizando el adjunto 406º Regimiento de Infantería procedente de la 102ª División. En la tarde del 18 de noviembre, la localidad fue atacada por una descarga de artillería breve pero certera, seguida muy de cerca por el 3º Batallón del 406º Regimiento, que tomó rápidamente la ciudad. Los alemanes respondieron con un contraataque antes del amanecer llevado a cabo por un batallón de la 15ª División de Granaderos Panzer, pero fue frenado antes de que alcanzara la ciudad.
Tras otro día de escaramuzas infructuosas, el 20 de noviembre, la 2ª División Acorazada lanzó su mayor ataque en Gereonsweiler, bajo una lluvia torrencial. La ciudad fue atacada por la artillería y por tres destacamentos en las primeras horas de la tarde. El previsible contraataque alemán se retrasó hasta el día siguiente y el 11º Regimiento de Granaderos Panzer atacó duramente una compañía del 406º Regimiento antes de tener que retroceder desde el lado norte de la población.
La batalle de seis días de la 2ª División Acorazada para avanzar fuera del Rur había sido uno de los pocos éxitos claros de la operación “Queen”. A pesar del clima hostil y de lo expuesto del terreno, el habilidoso uso de carros e infantería por parte de Harmon había tenido éxito incluso frente a los poderosos contraataques ejecutados por la única reserva panzer alemana importante en este sector. El adjunto 406º Regimiento sufrió 600 de las 1.300 bajas habidas, pero había jugado un papel fundamental al asegurar varios puntos fuertes bien defendidos. Las pérdidas de carros en la 2ª División habían sido considerables, con unos 75 destruidos o seriamente dañados, pero la división se atribuyo la destrucción de 86 vehículos acorazados de la 9ª División Panzer y de la 15ª División de Granaderos Panzer. Como en el caso del sector de la 29ª División, la resistencia alemana se endureció el 22 de noviembre debido a la llegada de refuerzos. La 2ª División Acorazada detuvo importantes ataques para consolidar su avance y rearmarse antes del avance final había el Rur. El ataque fue relanzado el 26 de noviembre junto con el resto del XIX Cuerpo y alcanzó el Rur el 28 de noviembre.
Para el XIX Cuerpo, la operación “Queen” terminó después de tres semanas en las que sus aspiraciones de penetración en el Rur se vieron truncadas por la fura resistencia alemana y el inclemente tiempo. El cuerpo sufrió unas 10.000 bajas, incluyendo 1.133 muertos y 6.864 heridos. Las bajas alemanas fueron significativamente más altas, con 8.321 prisioneros y más de 6.000 muertos. Sin embargo, los alemanes habían conseguido obstaculizar el mayor avance norteamericano con una confusa mezcla de maltrechas divisiones y refuerzos aislados.
Fuentes:
En la línea de Sigfrido, Steven J. Zaloga
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Un saludo
Continuamos con la historia
La 2ª División Acorazada formó el ala izquierda del asalto del XIX Cuerpo, que se dirigía a Gereonweiler y Linnich. Su sector era tan estrecho que el 16 de noviembre la fuerza de ataque se limitó al CCB. El avance se desarrolló sin problemas a pesar del lodo, ya que la división había tomado la precaución de equipar las orugas de los carros con “picos de pato” para mejorar su tracción.
Las defensas contracarro alrededor de Apweiler se mostraron especialmente duras, pero el CCB consiguió progresar. Es más, la rápida pérdida de Puffendorf alarmó tanto a los comandantes alemanes que Rundstedt consintió que se utilizaran las únicas reservas mecanizadas disponibles en la zona de operaciones, la 9ª División Panzer y la 15ª División de Granaderos Panzer, apoyadas por el 506º s.Pz.Abt. con 36 carros Königstiger. Esta fuerza contraatacó inmediatamente el 17 de noviembre, atacando a la Task Force 1 cerca de Puffendorf con el 11º Regimiento de Granaderos Panzer, apoyado por unos 30 carros. Sorprendido en campo abierto, y superado por los cañones de 75mm de los Panther, la TF1 se vio obligada a retroceder.
El combate de carros ocasionó la pérdida de unos 11 panzer, pero las pérdidas estadounidenses fueron más importantes. Un nuevo ataque de la TF2 por Apweiler se encontró también con los refuerzos panzer y tuvo que retroceder a la línea de partida. El comandante de la 2ª División Acorazada, el General Harmon, decidió desplegar parte del CCA en la refriega, pero la presencia de zanjas contracarro y una intensa concentración de fuego procedente de los carros alemanes ocultos en las colinas alrededor de Gereonsweiler hicieron imposible que el CCA pudiera seguir adelante. Al final del día, la división había perdido 18 carros M-4 y 16 más habían resultado dañados junto con 19 carros ligeros destruidos o averiados.
El día siguiente transcurrió con el apoyo de la vecina 29ª División de Infantería intentando asegurar la red de carreteras alrededor de Setterich. Aunque la 9ª División Panzer contraatacó, las buenas condiciones de vuelo permitieron la salida de los cazabombarderos estadounidenses, que disuadieron cualquier ataque panzer de importancia.
Harmon era un experimentado comandante de carros que se dio cuenta de que mandar sus blindados a través de cenagosos campos expuestos a la observación directa de los carros y los cañones contracarro alemanes era un suicidio. En su lugar, decidió intentar expulsar a los alemanes de Apweiler utilizando el adjunto 406º Regimiento de Infantería procedente de la 102ª División. En la tarde del 18 de noviembre, la localidad fue atacada por una descarga de artillería breve pero certera, seguida muy de cerca por el 3º Batallón del 406º Regimiento, que tomó rápidamente la ciudad. Los alemanes respondieron con un contraataque antes del amanecer llevado a cabo por un batallón de la 15ª División de Granaderos Panzer, pero fue frenado antes de que alcanzara la ciudad.
Tras otro día de escaramuzas infructuosas, el 20 de noviembre, la 2ª División Acorazada lanzó su mayor ataque en Gereonsweiler, bajo una lluvia torrencial. La ciudad fue atacada por la artillería y por tres destacamentos en las primeras horas de la tarde. El previsible contraataque alemán se retrasó hasta el día siguiente y el 11º Regimiento de Granaderos Panzer atacó duramente una compañía del 406º Regimiento antes de tener que retroceder desde el lado norte de la población.
La batalle de seis días de la 2ª División Acorazada para avanzar fuera del Rur había sido uno de los pocos éxitos claros de la operación “Queen”. A pesar del clima hostil y de lo expuesto del terreno, el habilidoso uso de carros e infantería por parte de Harmon había tenido éxito incluso frente a los poderosos contraataques ejecutados por la única reserva panzer alemana importante en este sector. El adjunto 406º Regimiento sufrió 600 de las 1.300 bajas habidas, pero había jugado un papel fundamental al asegurar varios puntos fuertes bien defendidos. Las pérdidas de carros en la 2ª División habían sido considerables, con unos 75 destruidos o seriamente dañados, pero la división se atribuyo la destrucción de 86 vehículos acorazados de la 9ª División Panzer y de la 15ª División de Granaderos Panzer. Como en el caso del sector de la 29ª División, la resistencia alemana se endureció el 22 de noviembre debido a la llegada de refuerzos. La 2ª División Acorazada detuvo importantes ataques para consolidar su avance y rearmarse antes del avance final había el Rur. El ataque fue relanzado el 26 de noviembre junto con el resto del XIX Cuerpo y alcanzó el Rur el 28 de noviembre.
Para el XIX Cuerpo, la operación “Queen” terminó después de tres semanas en las que sus aspiraciones de penetración en el Rur se vieron truncadas por la fura resistencia alemana y el inclemente tiempo. El cuerpo sufrió unas 10.000 bajas, incluyendo 1.133 muertos y 6.864 heridos. Las bajas alemanas fueron significativamente más altas, con 8.321 prisioneros y más de 6.000 muertos. Sin embargo, los alemanes habían conseguido obstaculizar el mayor avance norteamericano con una confusa mezcla de maltrechas divisiones y refuerzos aislados.
Fuentes:
En la línea de Sigfrido, Steven J. Zaloga
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Un saludo