Los poliedros en Geometría son los que tienen varios lados.
Saludos
Sentimientos
Publicado: Lun Abr 13, 2009 9:48 pm
por CRISTINA42
Recuerdo una entrevista a una mujer muy muy mayor que formó parte de la resistencia de francia, en fin una vida de esas llena de peligros, de vivencias fuerta. Al final de la entrevista, le preguntan..."Piensa mucho y reflexiona sobre esos tiempos, de si hubiera sido mejor actuar de otra forma, aliarse a otros sectores, en fin...y ella contestó: "Solo pienso en las veces que no hice el amor"
que te parece?
jajajajajajja...eh que lo dijo ella eh?
Saluditos.
Sentimientos
Publicado: Mié May 13, 2009 2:30 pm
por partisano
Hola:
"Al considerar el sacrificio no deberíamos olvidarnos tampoco de aquellos estratos que se sumergieron en las profundidades del puro dolor, del puro sufrimiento... ¿Y aquellos otros ejércitos de los que perecieron cuando las ciudades fueron arrasadas, que sucumbieron bajo los escombros de sus hogares, que se ahogaron, se asfixiaron en los sótanos, que se achicharraron en fósforo líquido?... Los jóvenes fueron creciendo en infiernos, en reinos que más que a seres humanos podrían servir de morada a demonios, y los niños captaron sus primeras imágenes en el mundo del horror. Antes que el tañido de las campanas oyeron el ulular de las sirenas y antes que la luz se acercó a sus camas el fuego".
Ernst Jünger. La paz,el nudo gordiano.el estado mundial y alocución en Verdún Tusquets editores.
ISBN: 84-8310-512-8
Una reflexión de Jünger escrita en 1944. En plena guerra mundial.
Saludos
Sentimientos
Publicado: Sab May 16, 2009 9:48 pm
por CRISTINA42
Para reflexionar:
La diferencia entre justicia y venganza es doble. En primer lugar, la venganza consiste en responder a un acto individual con otro acto individual, compareble en principio: mataste a mi hijo, yo mataré al tuyo. La justicia, en cambio, confronta el acto individual a la generalidad de la ley; el anonimato de los justicieros (policías o magistrados) se opone a la identidad singular del vengador. La venganza, como el perdón, es personal; la justicia no lo es, la ley no conoce individuos. Por otra parte, la pena no es un reflejo especular del crimen sino proporcionada a las demás penas; en vez de estar directamente motivada, forma parte de un sistema. El acto de justicia repara la ruptura del orden social, conforma la validez de la ley (escrito o, como en los crímenes contra la humanidad, no escrita) y, por lo tanto, el propio orden social; no compensa necesariamente la ofrensa sufrida por el individuo. Lo importante desde este punto de vista no es que la justicia sea más o menos severa o blanda, sino que sea.
Tzvetan Todorov
memorias del mal, tentación del bien.
Sentimientos
Publicado: Dom Jul 05, 2009 9:15 pm
por James M. Gavin
Buenas tardes,
"Todo ser humano tiene miedo. Es un componente natural del instinto de conservación. Sin embargo, yo observé en mí mismo ciertos momentos en que la rabia y la ira anestesiaban el miedo. Estoy seguro de que otros también experimentaron esto, cuando las reacciones normales dejaban de funcionar. Cuando estás expuesto a los proyectiles de artillería, contra los que no tienes ninguna posibilidad, la rabia por la propia impotencia aflora. Cuando se aproximan otros humanos para matarte ya es otra cosa. Ellos son tus iguales. Durante un instante ves al ser humano simplemente como eso, una persona. Al momento lo ves como una máquina de matar. La imagen salta adelante y atrás hasta quedar fijada como la máquina humana de matar. Y de ahí es de donde viene la rabia. Entonces es cuando disparas. Sin miedo. Sin escrúpulos. Tan pronto como el dedo se ha doblado, te calmas completamente". (Werner Eggert, 4º Regimiento Fallschirmjäger).
Fuente: La Batalla de Monte Cassino, Mathew Parker, Inédita Editores (2003), pág. 325.
Sentimientos
Publicado: Dom Ago 09, 2009 1:37 pm
por CRISTINA42
Tiene usted razón. No me conmueve ningún amor de esta naturaleza, y por dos razones: nunca en mi vida he amado, a ningún pueblo o comunidad, ni a los alemanes, ni a los franceses, ni a los norteamericanos, ni a la clase obrera ni a nada parecido. Sin duda, amo solamente´ a mis amigos y la única clase de amor que conozco y en el que creo es el amor entre personas.
Hanna Arent.
Chapeau!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sentimientos
Publicado: Sab Sep 26, 2009 12:46 am
por James M. Gavin
Buenas tardes,
Releyendo "Hermanos de Sangre, encuentro de nuevo estas reflexiones que, en una carta a sus padres, realiza David Kenyon Webster, soldado paracaidista de la ya mítica Compañía E, 506 Regimiento, 101 División Aerotransportada. Stephen Ambrose nos recuerda oportunamente, unas páginas antes, que "Webster era un inspirado novelista, un ávido lector lector de la mejor literatura inglesa, un hombre de Harvard".
"No puedo entender por qué deseáis un final rápido de la guerra. A menos que llevemos el horror de la guerra a territorio alemán, a menos que luchemos en sus pueblos, volando sus casas, destrozando sus bodegas, matando a su ganado para alimentarnos, a menos que cubramos sus calles con cadáveres alemanes horriblemente putrefactos como se hizo en Francia, los alemanes se prepararán para otra guerra, indiferentes a sus horrores. La derrota debe llevarse a territorio alemán antes de que este desastre llegue a su fin; una victoria rápida ahora, un colpaso súbito, dejará las zonas rurales relativamente intactas y a la gente sedientade venganza. Yo quiero que la guerra acabe cuanto antes, como cualquier otro, pero no quierdo dejar intacto el germen de otra guerra".
Un saludo.
Fuente: Hermanos de Sangre, Stephen E. Ambrose, Inédida Editores (2008), págs. 176 y 185.
Sentimientos
Publicado: Dom Mar 21, 2010 2:45 pm
por CRISTINA42
La camadería depende de una convivencia física en el tiempo y en el espacio, no es el instinto anmal de rebaño. En situaciones de peligro extremo y necesidad, es innegable que existe un mínimo consuelo en tener alrededor a otros de tu msma especie. Pero también es cierto que los hombres puede vivir en la misma habitación y compartir las mismas penurias sin tener ningún sentimiento de pertenencia a un grupo. Pueden cohabitar independencientemente y sin responsabilizarse de los demás. La próximidad física entre hombres no puede crear más que las condiciones mínimas de camadadería. No explica el atractivo de colectividad de la guerra, lo mismo que no explica porqué a la gente le gustan las ciudades.
¿Cuáles son entonces los elementos importantes de la camadedería, si la presencia física no es más que una condición mínima? Uno, sería que la organización es un bien común. Todos vemos la difrencia entre un grupo de hombres compuesto accidentalmente y el mismo número que actúa como un grupo organizado. Una colectividad tiene un objetivo y un plan común. Aquí está el quid de la question: El espectáculo de una enorme muchedumbre de prisioneros de guerra conducidos hacia centros de internamiento vigilados por un puñado de guardias con fusiles colgados de los hombres, está lleno de dramatgismo. No es la falta de armas lo que hace a los prisioneros indefensos frente a sus guardas, lo que les hace indefensos es la ausencia de un propósito común, la falta de confianza de que otros te apoyarían contra los vencedores.
Sentimientos
Publicado: Dom Mar 21, 2010 4:10 pm
por antfreire
[quote="James M. Gavin"]Buenas tardes,
Releyendo "Hermanos de Sangre, encuentro de nuevo estas reflexiones que, en una carta a sus padres, realiza David Kenyon Webster, soldado paracaidista de la ya mítica Compañía E, 506 Regimiento, 101 División Aerotransportada. Stephen Ambrose nos recuerda oportunamente, unas páginas antes, que "Webster era un inspirado novelista, un ávido lector lector de la mejor literatura inglesa, un hombre de Harvard".
"No puedo entender por qué deseáis un final rápido de la guerra. A menos que llevemos el horror de la guerra a territorio alemán, a menos que luchemos en sus pueblos, volando sus casas, destrozando sus bodegas, matando a su ganado para alimentarnos, a menos que cubramos sus calles con cadáveres alemanes horriblemente putrefactos como se hizo en Francia, los alemanes se prepararán para otra guerra, indiferentes a sus horrores. La derrota debe llevarse a territorio alemán antes de que este desastre llegue a su fin; una victoria rápida ahora, un colpaso súbito, dejará las zonas rurales relativamente intactas y a la gente sedientade venganza. Yo quiero que la guerra acabe cuanto antes, como cualquier otro, pero no quierdo dejar intacto el germen de otra guerra".
Un saludo.
Mas que la derrota militar (que no estubo muyclara) lo que desperto en el pueblo aleman la sed de venganza fueron las arbitrarias y abusivas leyes de los vencedores. Como arruinaron a Alemania y la trataron de convertir en un pueblo de esclavos sin ninguna otra ideologia que esquilmarlos.
Sentimientos
Publicado: Lun Mar 22, 2010 10:25 am
por CRISTINA42
Ha habido otros muchos pueblos a los que les pasó lo mismo, y no se convirtieron en asesinos. De todas formas, a Alemania se le devolvió los territorios que les quitaron con el Pacto de Versalles, y siguieron y siguieron.
Por la misma razon los polacos, los franceses, los hùngaros, los belgas, los daneses, los suecos,los italianos, los rusos, etc, etc......debieron devolvérsela a Alemania. Si sirve para uno sirve para otros. HE DICHO.
Sentimientos
Publicado: Vie Abr 23, 2010 11:07 pm
por James M. Gavin
Buenas tardes,
Y has dicho muy bien Cristina42, muy bien.
Un saludo.
Sentimientos
Publicado: Vie Abr 23, 2010 11:35 pm
por Eisenhower
El final ya del libro dice, fríamente:
"Las frías piedras subrayan la brevedad de aquellas vidas segadas al empezar la edad adulta,hombres que nunca volvieron a ver a sus familias y sus hogares.
Con el paso de los años,cada vez son menos las personas de edad avanzada que vienen a visitar estos solitarios rincones de Francia,Gran Bretaña, Bélgica,Polonia,las hawai,las Filipinas,Malaya y otras tierras extranjeras.
La generación que hizo la segunda guerra mundial va fundiéndose con la sombra de la historia."
La guerra que había que ganar.Muray y Millet
Como esta en mi firma.Creo que es una de las frases que la verdad me hace sentir escalofrio.
Saludos
Sentimientos
Publicado: Vie May 07, 2010 9:45 pm
por James M. Gavin
Buenas tardes,
“Durante la cena le dijo que tenía algo que decirle. Subieron a la habitación de Edith. “Se sentó en la cama y me apoyé en el tocador. Sólo dijo: “¿Quieres casarte conmigo?”. Y dije: “Sí”.
(…).
“Edith le llevó a Yorkshire a conocer a su familia. Luego pasaron otro permiso de cuarenta y ocho horas juntos en Dolphin Square, planeando la boda, fijada para el 4 de enero…”.
(…).
“Tres días después de volver de Londres, la mañana del 11 de noviembre (…). Los Hurricanes del 17º Escuadrón fueron dirigidos al encuentro de los alemanes sobre Burham, en Essex. Edith marcaba el movimiento de los cazas, Winifried el de los atacantes. “Podíamos oír todo lo que ocurría y toda la batalla que tuvo lugar”, dijo Edith. En el altavoz se oyó una voz que decía que el Azul Cuatro estaba cayendo al mar:”Sabía quien era. Era Denis. No dije nada. Me quedé sentada ahí cuando acabamos de trabajar. Los cazas regresaban”. Acabó su turno pero no pudo comer, obligándose aún a mantener la esperanza de que no fuese cierto. Trató de ahogar sus temores yendo al garaje para hablar con sus antiguos colegas. “Cuando volví a Saffron, Bill (su antiguo superior) me estaba esperando…Sí, era cierto, había desaparecido. No se había visto ningún paracaídas”.
Al día siguiente fue a dar la noticia a los Wissler. El dolor de Pop Wissler fue salvaje y espeluznante”.
(…).
"Edith Heap nunca olvidó a Denis Wissler. Se casó con un médico después de la guerra, pero se divorció cinco años más tarde. De vez en cuando, durante los sesenta años que siguieron, creyó sentir la presencia de Denis. “Una vez – me dijo – estaba sentada en la cama, leyendo, y de repente allí estaba Denis. Se agachó y me besó. Lo sentí. Fue una sensación cálida y maravillosa. Luego me sonrió y desapareció”.
Fuente: Pilotos de Caza, los héroes de la Batalla de Inglaterra. Patrick Bishop, (Inédita, 2006), págs. 432, 433 y 503.
Sentimientos
Publicado: Dom Feb 13, 2011 6:04 pm
por James M. Gavin
Buenas tardes,
“Cuando llegó al edificio, encontró la puerta delantera abierta y parcialmente desgoznada, y al entrar con cuidado, se dio cuenta de que hacía bien poco había sido una escuela. El vestíbulo estaba cubierto de cristales rotos, trozos de tejado, tablas astilladas, libros, papeles y demás escombros.
Varios cuerpos, que parecían ser de niñas pequeñas, estaban esparcidos por el suelo, y las paredes interiores que seguían en pie presentaban salpicaduras de sangre. No llevaban mucho tiempo muertas – probablemente sólo unas horas, supuso Lawler -, porque no se detectaba ningún olor. Se estremeció al pasar junto a los cadáveres. De la pared colgaba lo que andaba buscando: una fotografía enmarcada un poco inclinada.
Había tanta sangre en el cristal que apenas podía discernir la imagen que había detrás. Pero cuando quitó el marco y el cristal, Lawler contempló una foto de grupo, dispuesto en formación, que contenía más de cincuenta rostros orientales con expresión de solemnidad. Sólo cinco de las figuras de la foto eran hombres adultos, casi con total seguridad personal docente. El resto eran niñas en sus primeros años de adolescencia. Lawler no estaba seguro de si representaba a todo el cuerpo estudiantil de una escuela para niñas o tal vez sólo una clase. Iban vestidas con kimonos, blusas de marinero y vestidos de volantes. Algunas eran tremendamente hermosas, otras de lo más feo, pero para Lawler, lo más sorprendente la fotografía era que casi ninguna de las estudiantes sonreía. “¿Recibieron órdenes de no sonreír?”, se preguntó. “¿O de algún modo presentían lo que se avecinaba?”.
Le invadió un deseo apremiante de marcharse, de alejarse de aquel lugar de jóvenes esperanzas incumplidas y cuerpos maltrechos, de agarrar su trípode y continuar la marcha, de tirar la foto e intentar olvidar lo que estaba viendo. Pero algo le empujó a aventurarse en las profundidades de aquella estructura destrozada.
La parte superior del edificio había desaparecido casi por completo, pero algunas zonas de la primera planta emanaban un grotesco aire de normalidad. Entre las ruinas de un aula, una pizarra mostraba símbolos japoneses escritos prolijamente. Algunas estudiantes seguían en sus mesas. Otras estaban desparramadas por el suelo, con los brazos y las piernas extendidos y sus libros y papeles esparcidos a su alrededor. Había sangre por todas partes. Estaban todas muertas.
Lawler volvió a contemplar la fotografía, preguntándose cuántas de aquellas niñas que le devolvían la mirada estaban entre los cadáveres recientes que poblaban las ruinas del colegio. Dobló la foto con tosquedad y la guardó en su morral mientras salía de allí”.
Un saludo.
Fuente: “Okinawa, la última batalla”, Bill Sloan, págs. 384-385, Crítica 2008.
Re: Sentimientos
Publicado: Dom Feb 13, 2011 9:29 pm
por CRISTINA42
gracias por participar en mi post Jame....me gusta mucho lo que pones...