Los juicios de Nürnberg

Los juicios de Núremberg, las nuevas fronteras

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Erich Hartmann
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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Oct 10, 2005 10:41 pm

EL TESTIGO MÁS ESPERADO: PAULUS.

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El gran derrotado de Stalingrado llega en avión de Moscú para declarar ante los jueces de Nuremberg

Prisionero desde febrero de 1943 en Rusia, Paulus había aceptado colaborar con la URSS contra el Reich hitleriano. En otoño de 1945 había escrito a las autoridades soviéticas: "El 8 de agosto de 1944 pedí por radio al pueblo alemán que derribara a Hitler y pusiera fin a una guerra ya insensata... Hoy que los delitos nazis son llevados al juicio de los pueblos, considero mi deber comunicar al gobierno soviético todo cuanto tengo en mi conocimiento, para que pueda servir al proceso de Nuremberg como material útil para demostrar la culpabilidad de los criminales de guerra...".

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El derrotado Paulus se dirige a su cautiverio soviético y a su lugar en la historia, el 1 de febrero de 1943

Acusados y defensores se dan cuenta en seguida de su importancia y del peligro que representan las revelaciones de Paulus. Por ello se oponen a la comunicación al tribunal del testimonio escrito del Feldmariscal y piden que Paulus declare en estrados.

El acusador soviético no se inmuta. "Si el tribunal considera útil interrogar a Paulus en persona ofreciendo tal posibilidad también a la defensa, el testigo será convocado a esta sala".

¿Qué tiempo hará falta —pregunta el presidente Lawrence— para que Paulus comparezca ante el tribunal?".

"Pienso, señoría, que bastarán cinco minutos".

La respuesta suscita entre los acusados un nuevo y prolongado murmullo. El recurso de la defensa ha sido un arma de dos filos. Los soviéticos habían pensado ya llevar en avión a Paulus desde Moscú a Berlín, y luego en coche desde la ex capital del Reich a Nuremberg. Alto, delgado, vestido de negro, Paulus es introducido en la sala. Le interroga el general Rudenko.

Paulus: "A consecuencia de la decisión de atacar Yugoslavia, la fecha prevista para el ataque (a la URSS) tuvo que ser pospuesta unas cinco semanas, es decir, retrasada hasta la mitad del mes de junio. El ataque tuvo lugar precisamente el 22 de junio de 1941. Afirmo, pues, en conclusión, que los preparativos de esta agresión contra la URSS, que se realizó el 22 de junio de 1941, habían comenzado ya en otoño de 1940".

Rudenko: "¿De que modo y en qué condiciones fue...?".

Presidente: "Un instante. ¿No ha indicado el testigo la fecha? Ha dicho que los preparativos para el ataque ya estaban hechos. Lo que yo quisiera saber es cuándo se comenzaron".

Paulus: "He dicho ya que la primera comprobación personal se remonta esencialmente al 3 de septiembre de 1940, al comienzo de mis funciones".

Rudenko: "¿Cómo y en qué circunstancias se realizó la agresión contra la Unión Soviética, preparada por el gobierno hitleriano y por el Alto Mando del ejército alemán?".

Paulus: "El ataque a la URSS tuvo lugar, como he dicho, según un plan preparado hacia largo tiempo y acertadamente disimulado. Las tropas de ataque fueron primeramente dispuestas en profundidad en las zonas de concentración. Luego, con normativas especiales, fueron desplazadas a las posiciones de partida, cada una en su sector, y finalmente fueron lanzadas al ataque simultáneamente en todo el frente, desde Rumania hasta Prusia oriental, quedando excluido el teatro finlandés de operaciones. Este plan de operación había sido experimentado teóricamente en cierto sentido, como ya he dicho antes, y también la utilización detallada de las tropas había sido estudiada en ejercicios reservados a los mandos superiores del ejército y consiguientemente fijada en una serie de órdenes de los Estados Mayores de los Grupos de ejércitos, de los Ejércitos, de los Cuerpos de ejército y de las Divisiones. El conjunto, mucho tiempo antes del comienzo de las hostilidades. Una gran maniobra de diversión, que iba desde Noruega hasta las costas francesas, debía revelar intenciones de un desembarco en Inglaterra en junio de 1941, y alejar así la atención de los territorios del este. Pero todas las medidas habían sido tomadas no sólo con vistas a una operación de sorpresa, sino incluso de una sorpresa táctica. Por ejemplo, se había prohibido hacer reconocimientos en la frontera o más allá antes del comienzo del ataque. Lo que significaba que se aceptaban 'a priori' posibles bajas, debidas a la falta de reconocimiento del terreno, a cambio de la sorpresa, y que, por otra parte, no se temía una eventual acción de sorpresa del adversario a través de la frontera. Todas estas medidas demuestran que se trataba de una agresión criminal".

Rudenko: "¿Cómo definiría los objetivos de la agresión de Alemania a la URSS?".

Paulus: "El objetivo Volga-Arkangel, que era con mucho superior a las posibilidades de las fuerzas alemanas, basta ya para caracterizar la ausencia de límites en la política de conquistas de Hitler y del gobierno nacionalsocialista. Desde el punto de vista estratégico, llegar a este objetivo significaba destruir todas las fuerzas de la URSS. Conquistando esta línea, serían conquistados y sometidos los principales territorios de la URSS con su capital, Moscú, y por tanto con el centro político y económico. Desde el punto de vista económico, el alzar la línea citada significaba poseer regiones más prósperas en lo que resta a la producción agrícola, minera (comprendidas las cuencas petrolíferas del Cáucaso) e industriales, así como los principales nudos ferroviarios de la Rusia europea.

Puedo testimoniar con precisión cuánto deseaba Hitler alcanzar estos objetivos económicos de la guerra a causa de un hecho al que asistí personalmente. El 1 de junio, con ocasión de una reunión de comandantes en jefe de los Grupos ejércitos meridionales que operaban Poltava, Hitler declaró: 'Si no alcanzo los pozos petrolíferos de Maikop y Prosnia, tendré que terminar la guerra'. Para el aprovechamiento y la administración de los territorios conquistados, ya mucho antes del comienzo de las hostilidades se habían constituido los correspondientes organismos de administración económica. Resumiendo, quiero decir que los objetivos declarados de la guerra eran los de conquistar territorios soviéticos con fines de colonización, de aprovechamiento de materias primas y de otros recursos económicos, con la intención de servirse de ellos para acabar la guerra en el oeste. La misión final era, naturalmente, la de afirmar su hegemonía sobre toda Europa".

El general Rudenko pregunta al testigo: "¿Quién de los acusados tomó parte activa en la preparación y deliberación de la guerra de agresión contra la Unión Soviética?".

Paulus: "Entre los acusados que conocía entonces están los consejeros militares de Hitler: Keitel, jefe del OKW; Jodl, jefe del Estado Mayor de operaciones, y Goering, en su calidad de jefe del ejército aéreo, dotado de plenos poderes en materia de economía y de armamento".

El testimonio de Paulus fue escuchado y comentado de modo contradictorio en el recinto de los acusados. Aunque algunos hacían comentarios favorables, Keitel y Jodl se mostraban muy nerviosos.

En cuanto a Goering, estalló durante una suspensión de la sesión. "¡Preguntad a ese sucio cerdo si se da cuenta de que es un traidor! ¡Preguntadle si se ha hecho dar documentos de ciudadanía rusa!”
La acusación soviética no ha terminado todavía. El consejero de estado Zorya habla otra vez de la agresión a la URSS y llama a declarar a otro testigo, el general de infantería Buschenhagen.

Luego la palabra vuelve al coronel Pokrovsky, que esta vez habla de los crímenes cometidos en violación de las leyes y las costumbres de guerra en lo que respecta al tratamiento de los prisioneros.

Recuerda a este propósito la siguiente frase de Von Reichenau: "El aprovisionamiento de víveres para la población civil y para los prisioneros de guerra no es más que un humanitarismo inútil".

El consejero general de justicia Smirnov habla también del comportamiento de los alemanes en la URSS y en los otros países del este. El consejero de Estado Shenin, habla del saqueo. La información sobre la deportación con fines de trabajo es suministrada por el consejero de estado Zorya.

Corresponde al coronel Smirnov concluir esta última parte de los cargos recordando los crímenes contra la humanidad. Cita una serie de testimonios, entre otros el de Samuel Rajzman. Este pasó un año en Treblinka, que "no era una estación elegante, sino la estación de la muerte".

Efectivamente, los deportados pasaban casi directamente del andén del ferrocarril al campo de concentración.

Al final de la requisitoria soviética el coronel Smirnov afirma: "Me he reservado el honor de concluir la presentación de las pruebas presentadas por el ministerio público soviético. Sé que en este momento millones de ciudadanos de mi país, y con ellos millones de hombres de todo el mundo, esperan una decisión rápida y justa...".

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El general Rudenko (abajo, en la mesita con el micrófono) se dirige al testigo Friedrich Paulus


Para leer una declaración más exhaustiva de Paulus, diríjanse aquí: http://www.yale.edu/lawweb/avalon/imt/proc/02-12-46.htm

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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Oct 12, 2005 6:57 pm

Fuego cruzado sobre Paulus

En el proceso de Nuremberg, el sustituto del acusador jefe de la URSS era Mark Yurevic Rayinsky. Según él, uno de los hechos más clamorosos del "proceso del siglo" fue el testimonio del feldmariscal Friedrich Paulus, ex jefe del VI Ejército en Stalingrado el año 1943. Nadie creía en serio que estaría presente en el proceso, pero los soviéticos lo habían llevado en avión desde Moscú, y luego en auto desde Berlín. Después de su rendición del I de febrero de 1943 en Stalingrado, Paulus había decidido colaborar con los rusos y relatar todos los preparativos de la "Operación Barbarroja". Cuando compareció en la sala fue inmediatamente interrogado por la acusación, pero como recuerda Rayinsky, la defensa solicitó interrogarlo al día siguiente. La propuesta fue aceptada. El 12 de febrero de 1946, Paulus reapareció en la sala. Este es el relato de Mark Yurevic Rayinsky: "Los abogados le sometieron a un fuego cruzado de preguntas. Le llegaron a preguntar cuánto le habían''pagado los rusos, si enseñaba en la Academia Militar de Moscú, y si no se sentía también responsable dado que había participado en la preparación del plan 'Barbarroja'. Goering le hizo preguntar mediante su abogado si el feldmariscal 'había asumido la ciudadanía soviética'. El defensor de Von Ribbentrop preguntó: 'Durante su prisión, ¿ha puesto de algún modo a disposición de las autoridades soviéticas sus conocimientos y su experiencia militar?'. Paulus respondió con calma a todas las preguntas, y al final uno de los acusadores ingleses se dirigió al abogado de Von Ribbentrop y le dijo: 'Evidentemente; abogado, usted no se ha dado cuenta de cómo ha terminado la Segunda Guerra Mundial. Es el Ejército soviético el que ha derrotado al alemán, y no al revés. Suponer que los jefes rusos hayan podido tomar lecciones de táctica de generales nazis derrotados por ellos es más bien estúpido. ¿No seria más razonable lo contrario?".

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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Oct 19, 2005 4:21 am

La declaración de otro "prominente": Von Rundstedt

http://www.powcamp.fsnet.co.uk/Field%20 ... stedt3.htm


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PD: Lamento no poder ofrecer esta declaración convenientemente, pero no dispongo de mucho tiempo últimamente...

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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Oct 19, 2005 4:32 am

Pantallas de piel humana

Lev Smirnos, abogado general soviético, toma la palabra para leer la declaración de Sigmund Mazur, preparador en el Instituto de Anatomía de Danzig. Este testigo cuenta cómo los alemanes fabricaban jabón con grasa humana. A la vez el tribunal es informado de la receta oficial: "...después de haber sido enfriado, el jabón es vertido en los moldes".

Los acusados no miran ya a Smirnov. Su atención está atraída por un objeto colocado sobre la mesa de los jueces. El paño blanco que lo recubre deja adivinar que se trata de una prueba terrorífica. Smirnov no abusa de su paciencia. Retira el paño que cubre los "huecos", los moldes en que se vertía el jabón en estado liquido. Y helo aquí solidificado.

Pastillas de jabón de aspecto normal, pero, ¿quién sabe cuántas vidas han sido inmoladas para proporcionar este "artículo" a las droguerías alemanas?

Luego el fiscal muestra algo que parece piel. Y efectivamente se trata de piel no curtida. Piel humana. Cuando lo dice Smirnov, un rumor sofocado recorre la sala. Algunos se estremecen, como si sintieran en si mismos el cuchillo de un desollador nazi.

En mesas colocadas contra la pared hay otros objetos recubiertos con paños. Por orden del fiscal son descubiertos, y a la vista de los presentes aparecen pieles humanas curtidas y tensadas en bastidores. Todas presentan señales de tatuajes artísticos. Aquellos que habían tenido la desgracia de hacerse tatuar durante su juventud eran entregados a los mayores tormentos apenas los nazis se apoderaban de ellos. Eran asesinados y su piel servia para confeccionar pantallas y otros objetos.


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La exposición de la piel humana. Puede observarse debajo de la gran pantalla puesta sobre una tabla de madera. Al lado la cajita de cristal que contenía la cabeza reducida cuys detalles se muestran a continuación.

A un lado, bajo un fanal de cristal, hay una cabeza momificada del tamaño de un puño. Los cabellos se han conservado, así como la señal de una cuerda en el cuello. ¿Quién era? ¿Un ruso, un polaco, un francés? Sólo se sabe que esta cabeza, montada sobre un soporte, adornaba un mueble del despacho del jefe del campo de Auschwitz.

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Dice Smirnov: "Todos estos crímenes monstruosos han sido aplicación de un sistema bien definido. Todos los métodos de asesinato seguían ese modelo. Uno solo e idéntico sistema informaba la construcción de las cámaras de gas, la producción masiva de los botes redondos que contenían los venenos Zyklon A y Zyklon B. Todos los hornos crematorios eran construidos según un proyecto idéntico, y los campos de concentración estaban todos concebidos del mismo modo. Las horribles máquinas de la muerte que los alemanes llamaban Gaswagen (coches de gasógeno) y que nuestros hombres rebautizaron como ”máquinas para matar el alma” estaban fabricadas en serie, igual que los molinos móviles para triturar huesos humanos. Todos estos hechos indican muy bien que en los verdugos y en los asesinos existía una concertada voluntad de hacer el mal (...). Las pruebas que les presentaremos en seguida les mostrarán que los médicos forenses soviéticos han descubierto localidades donde los alemanes habían enterrado a sus victimas, tanto en el norte como en el sur del país. Estas localidades estaban separadas unas de otras por millares de kilómetros, y está fuera de duda de que los crímenes fueron perpetrados por personas muy distintas. Pero los métodos eran absolutamente los mismos. Las heridas eran invariablemente localizadas en las mismas partes del cuerpo. Las inmensas tumbas, camufladas de fosas anticarro o de trincheras, habían sido excavadas según los mismos procedimientos".


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Un Gaswagen, empleado para gasear a los internos en los campos y en los locales donde se aplicaba el programa de "eutanasia" Particularmente este "prestaba sus servicios" en el campo de concentración de Chelmo, hasta que en el campo se instaron cámaras de gas.


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Una de las "peculiares" máquinas para moler los huesos. A medida que la guerra comenzó a ir mal contra los alemanes, éstos iniciaron una gran operación para ocultar sus crímenes. En la foto, algunos Sonderkommando, la mayoría de ellos judíos, habían recibido la orden de exhumar los cuerpos de millares de víctimas y deshacerse de los restos. La foto mestra esta máquina que estaba especalmente diseñada para moler los huesos y machacar las partes del cuerpo que no podían quemarse. El hombre de la derecha, con el apodo de Korn, quemó unos 46.000 cuerpos, incluyendo el de su esposa, durante los tres meses que trabajó como Sonderkommando. No hace falta tener mucha imaginación para saber que sus huesos porteriormente también pasaron por esta máquina cuyo funcionamiento conocía perfectamente.



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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Oct 21, 2005 4:48 pm

El interrogatorio de Alfred Jodl

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Jodl replica a Paulus diciendo que él era contrario al ataque a Rusia y que no dejó de comunicarlo al Führer: "Todo fue en vano. Algún tiempo después pedí a Hitler que reexaminara la orden de operaciones contra el Cducaso. Le anuncié que el intento seguramente fracasaría por la dificultad del terreno. Me parecía arriesgado proseguir al mismo tiempo la ofensiva sobre Stalingrado y la conquista del Cáucaso... Hitler se enfadó. Tuvo un violento acceso de cólera y llegó hasta a acusarme de insubordinación. A consecuencia de este incidente nuestras relaciones se hicieron muy frías y difíciles. El Führer dejó de aparecer por el comedor del Estado Mayor y tomó la costumbre de hacer sus comidas solo... Mostraba que no quería verme y se abstenía de darme la mano... Keitel me hizo saber que Hitler tenía intención de hacerme sustituir por el general Paulus cuando éste hubiera conquistado Stalingrado".

Stalingrado no fue conquistado nunca, pero la elección del Führer fue igualmente equivocada, porque Paulus se había adherido ya a la conjura antinazi y no ocultaba cierta simpatía por la Unión Soviética. Goering, que ha seguido la declaración de Jodl y el testimonio de Paulus haciendo exagerados gestos de disgusto, se vuelve a Hess, que ni siquiera parece escucharle, y le dice: "Nuestro Führer, cuando llegó al Cuartel General la noticia de la rendición de Paulus, pareció enloquecer. 'Simplemente se han rendido —aullaba— mientras que habrían debido cerrar filas, formar un reducto y luego suicidarse, con la última bala. Ese hombre, ese Paulus, debía haberse matado de un disparo. Imaginaos. Ahora será llevado a Moscú, ¡a esa trampa de ratones! Lo firmará todo. Ya lo veréis. Escribirá confesiones, dictará proclamas. ¡No pasará una semana sin que hable por la radio...!' ". (Efectivamente, en julio de 1943 el feldmariscal Paulus, prisionero en Moscú, habló por radio invitando al ejército alemán a que eliminara a Hitler.)

Prosigue Jodl: "Mis relaciones con el Führer mejoraron progresivamente. Llegamos a reconciliarnos, inesperadamente para mí, el 30 de enero de 1944. Hitler declaró públicamente que seguía creyendo que yo había dado un mal consejo, pero que no obstante me consideraba todavía un excelente militar. Luego me concedió la medalla de oro del partido. Pero mi confianza en el sentido de justicia del Führer quedó quebrantada".

La declaración del ex jefe de operaciones del OKW ocupa toda la sesión. Alfred Jodl insiste en su tesis, es decir, que siempre y sólo había sido un soldado que cumplía órdenes, ligado a Adolf Hitler, comandante supremo, por el juramento de fidelidad. Pero los acusadores inglés y americano presentan al tribunal el diario personal de Jodl, uno de los más importantes documentos junto con los diarios de Halder y de Hans Prank, del que se desprende que el acusado, único entre los jefes militares, ha hecho política activa, y ha celebrado reuniones con los Gauleiter y dirigentes del partido. En su diario, bajo la fecha 20 de noviembre de 1938, Jodl escribía: "El pacto de Munich ha sido firmado. Checoslovaquia ha dejado de existir como potencia... El genio del Führer y su decisión de no retroceder ni ante una guerra mundial, le han hecho lograr una nueva victoria sin recurrir a la fuerza".

Pero sobre todo los fiscales angloamericanos le acusan de la ejecución sumaria de prisioneros de guerra, y es esta única imputación la que perturba a Alfred Jodl.

Roberts: "El 7 de octubre de 1942 la radio alemana difundió un comunicado que decía: 'Dado que los comandos ingleses que realizan actos de terrorismo y sabotaje en Alemania se comportan no como soldados sino como bandidos, serán tratados por nuestras tropas como tales, e implacablemente liquidados'. Quiero hacerle, Jodl, una pregunta. ¿Qué diferencia hay entre un aviador inglés que bombardea una central eléctrica y un paracaidista inglés de uniforme que, llegado a tierra, la consigue volar con una carga de dinamita?".

Jodl: "Ninguna diferencia".

Roberts: "Otra cuestión aún. Tengo ante mí un informe firmado por Keitel. Dice: 'El 16 de septiembre de 1942, diez ingleses y dos noruegos, todos de uniforme británico, desembarcaron en las costas de Noruega armados y provistos de explosivos. El 21 de septiembre hicieron saltar la central de Glonfiord, y durante la acción mataron a un centinela alemán. De los doce hombres del comando, siete fueron detenidos y el 30 de octubre fusilados'. Resulta que esta ejecución fue cumplida por orden suya. Jodl. ¿Cómo la justifica?".

Jodl: "No puedo justificarla. Ha sido un acto contrario al Derecho Internacional, pero me enteré del fusilamiento demasiado tarde".

Roberts: "¿Y los cincuenta aviadores ingleses que huyeron del campo de concentración de Sagan y fueron capturados y pasados por las armas?".

Jodl se agita, hace un gesto hacia su abogado como para atraer su atención, y luego, poniéndose en pie ante el micrófono, exclama con voz sofocada:

"Debo reconocer que fue un crimen que...". Pero el fiscal le interrumpe enérgico.

Roberts: "Y usted, un general, un soldado celoso de su honor, ¿continuó sirviendo fielmente al hombre que ordenaba estos delitos?".

Jodl: "Sólo puedo repetir que reconozco el carácter criminal de estas ejecuciones. Pero no corresponde al soldado juzgar a su jefe supremo. El papel de juez corresponde a la historia, o a Dios".


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Rosenberg y Jodl en Nuremberg

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Última edición por Erich Hartmann el Mar Dic 13, 2005 4:46 am, editado 2 veces en total.

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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Oct 21, 2005 4:54 pm

He aquí un excelente diagrama de la sala para hacerse una idea clara de la posición de los distintos personajes en el proceso. Pulsen sobre cada sección para ver fotos expplicadas de la misma.

http://www.law.umkc.edu/faculty/project ... iagram.HTM

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Mensaje por Erich Hartmann » Lun Oct 24, 2005 5:47 am

El turno del "verdugo de Polonia"

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Jueves 18 de abril de 1946. Es la vez del "verdugo de Polonia", Hans Frank, llamado a declarar por el abogado Alfred Seidl, su defensor así como de Rudolf Hess. Doctor en leyes, de cuarenta y seis años, ha sido abogado y profesor. Su "actividad esencial" será luego "la de consejero jurídico de Hitler y del partido nacionalsocialista". El 26 de octubre de 1939, Hitler le nombra Gobernador General ce los territorios ocupados de Polonia, es decir, de los territorios de Polonia que no habían sido incluidos en las medidas ce anexión aprobadas aquel mismo día, y que serán administrados bajo el nombre de "Gobierno General".

"En mi esfera de competencia —declara Frank— he hecho todo lo que se podía esperar de un hombre que cree en la superioridad de su país y es un fanático de esta idea, por asegurar la victoria de Adolf Hitler y su doctrina. Pero —precisa— no participé nunca en las más importantes decisiones políticas".

Llegado a Polonia lleno de celo y quizá sin intenciones sanguinarias, Frank fue pronto marginado. Hitler personalmente quiso limitar su autoridad para aumentar la de las SS y la Gestapo, mandada por el general Krüger. Los conflictos de competencia se resolvían regularmente a favor del impasible y despiadado Krüger frente al febril Gobernador General, que tratando de salvaguardar de algún modo sus propios poderes, se dedicó a ser más brutal que su adversario: trágica rivalidad en busca del poder. Esta dureza la presenta el "débil" Frank con una especie de impudicia complacida en las páginas de los 38 volúmenes de su diario. ¿Ha sido uno de los autores de la guerra? No. pero la revisión pacifica del Tratado de Versalles imponía la existencia de una Alemania potente, como condición necesaria para poder tratar de igual a igual con las demás naciones.

Frank: "He aquí cómo veía este proceso: reforzamiento del Reich, restablecimiento de su soberanía en todos los campos, afín de liberarnos de las intolerables cadenas impuestas a nuestro pueblo. Por eso contemplé con alegría a Hitler, llegado al poder gracias a un crescendo entusiasta y único en la historia, cuando realizó antes de 1938 la mayor parte de estos proyectos. Con tristeza fue como en 1939 me di cuenta de que el Führer tendía cada vez más a abandonar ese camino para adoptar otros métodos".

En lo que respecta a los crímenes cometidos en Polonia. Frank se declara responsable, "y cuando Hitler se suicidó, decidí revelar al mundo esta responsabilidad del modo más claro posible. En vez de destruir mi diario, decidí entregarlo a los americanos que me detuvieron".

Frank, después de haberse negado a decir que "se siente culpable de crímenes cometidos en violación de las leyes internacionales o contra la Humanidad" ("es un problema —dice— que ha de decidir el tribunal"), añade: "Deseo desde ahora declarar desde lo más profundo de mi corazón, a la luz de estos debates y después de haber lanzado una última mirada a tantos horrores espantosos, que llevo en mí un profundo sentido de culpa".

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Entre Jodl y Rosenberg

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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Oct 26, 2005 5:06 am

Un hombre de posición

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Moreno, vivaz e inteligente, Frank nació el 23 de mayo de 1900 en Karlsruhe, Baden. De joven había querido ser pianista. Tenía manos pequeñas, delicadas y blanquísimas y una innata sensibilidad para la música. "Toca el piano como un ángel", decía su mujer, Frau Brigitte. El menor de tres hermanos, Hans tuvo que resignarse a seguir la profesión de su padre, un abogado de origen incierto, expulsado de la profesión por estafa, y luterano (mientras que su madre era católica). Frank, a los dieciocho años, combatió en la Guerra Europea en un destacamento de caballería. Cuando volvió a Alemania en 1919, reanudó sus estudios de Derecho y Economía. A los veinticinco años, aun antes de graduarse, se casó con la hija de un industrial, Brigitte Herbst, cinco años mayor que él y que le daría cinco hijos. "Parece como si hubiera buscado en el matrimonio más un refugio afectivo y una ayuda financiera que el amor", apunta el psicólogo G. M. Gilbert. En realidad la crisis económica de la posguerra obligó a Frank a suspender por algún tiempo sus estudios legales. Ni siquiera la hacienda de su mujer era suficiente para vivir cuando el marco se hundió. Fueron años dificilísimos. Frank, que hablaba correctamente italiano y español, acabó aceptando una singular oferta leída en los anuncios económicos del "Völkischer Beobachter", por la que Hitler y Rosenberg buscaban expertos legales para defender ante los tribunales las publicaciones del partido nazi. Cinco años más tarde, en 1930, Hans Frank había resuelto sus problemas. Enseñaba en el Politécnico, escribía sobre temas jurídicos en el "Völkischer Beobachter", era diputado en el Reichstag, y se le consideraba la estrella del foro en Munich.

"Testigo Hans Frank —le pregunta en el interrogatorio Seidl—, ¿cuáles eran sus ideas sobre el principio del estado de derecho?".

Frank: "Por lo que a mí respecta, el principio estaba contenido en el articulo 13 del programa del partido nacionalsocialista que afirmaba la necesidad de crear una ley común alemana. Quiero decir brevemente algo sobre mis ideas al respecto. El punto principal es que estaba estudiando un nuevo tipo de código para Alemania y el problema de la independencia de la magistratura...".

Después de haber sido dos años, hasta 1935, jefe del ministerio de Justicia, Hans Frank fue ministro sin cartera. Al estallar, la guerra fue movilizado como oficial de reserva, pero no participó en los combates. El 26 de octubre de 1939, invadida Polonia y creado el Gobierno General, que comprendía los distritos de Lublin, Cracovia, Radom y Varsovia, con un total de doce millones de habitantes, Hitler lo confió a Frank.

Abogado Seidl: "Testigo Frank, ¿cuál fue su parte en los sucesos polacos después de 1939?".

Frank: "Quiero asumir enteramente toda mi responsabilidad...".

Seidl: "¿Se siente culpable de haber violado el Derecho Internacional o de haber cometido delitos contra la humanidad?".

El presidente Lawrence da un golpe con el martillo para llamar la atención del defensor: "Abogado Seidl. ¡sobre esta cuestión es el tribunal quien ha de decidir!".

Frank: "Sólo he de decir que pido que este tribunal valore exactamente el grado de mi culpa al final de lo sucedido. Yo, hablando desde el fondo de mi alma, deseo decir que, ahora que he logrado la visión completa de las espantosas atrocidades que han sido cometidas, siento en mi una responsabilidad terrible...".

Seidl: "¿Hizo fusilar rehenes?".

Frank: "Nunca, personalmente".

Seidl: "¿Participó en el exterminio de los judíos?".

Frank: "Mi respuesta es que si. Me parece que mi conciencia no me autoriza a dejar que la responsabilidad recaiga sobre personas que tenían una autoridad de segundo plano. Nunca creé campos de exterminio para judíos, ni favorecí la existencia de estos campos. Pero si Adolf Hitler ha dejado gravar sobre el pueblo esta tremenda responsabilidad, yo también soy igualmente culpable. En efecto, hemos luchado contra los judíos durante años, nos hemos dejado llevar a acciones horribles y mi mismo diario me acusa. Es, pues, mi deber responder afirmativamente a la pregunta (...). Deberán pasar al menos mil años antes de que esta responsabilidad pueda quedar cancelada por Alemania".

Un incidente significativo ocurre durante la declaración del ex gobernador alemán de Cracovia. Von Burgsdorff. Como Seidl precisa que el testigo había permanecido en su cargo "hasta el momento de la ocupación del distrito por parte de las tropas soviéticas", el fiscal general Rudenko interviene, irritado. "Hablar de 'ocupación soviética' constituye una 'manifestación hostil'". Seidl replica fríamente que se ha tratado de un error de traducción. Quería decir, sostiene, que el distrito de Cracovia había sido ocupado por las tropas soviéticas "durante su avance".

Presidente: "No era una ocupación, sino una liberación".

Seidl: "Ciertamente. Lo que quiero decir es que las tropas soviéticas habían arrojado de esas regiones a las tropas alemanas".



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Mensaje por Erich Hartmann » Mar Nov 01, 2005 8:01 pm

Para aquellos que todavía tengan dificultades para reconocer a los acusados en Nuremberg:

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:arrow: 1. Hermann Göring
:arrow: 2. Rudolf Hess
:arrow: 3. Joachim von Ribbentrop
:arrow: 4. Wilhelm Keitel
:arrow: 5. Ernst Kalterbrunner
:arrow: 6. Alfred Rosenberg
:arrow: 7. Hans Frank
:arrow: 8. W. Frick
:arrow: 9. Julius Streicher
:arrow: 10. Walther Funk
:arrow: 11. Hjalmar Schacht
:arrow: 12. Karl Dönitz
:arrow: 13. Erich Reader
:arrow: 14. Baldur von Schirach
:arrow: 15. Franz Sauckel
:arrow: 16. Alfred Jodl
:arrow: 17. Fanz von Papen
:arrow: 18. Arthur Seyss-Inquart
:arrow: 19. Albert Speer
:arrow: 20. Kostantin von Neurath
:arrow: 21. Hans Fritzsche


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El cargo contra Sauckel

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Poco después es interrogado el ex Gauleiter de Turingia y Obergruppenführer (teniente general) de las SS, Ernst Friedrich Christoph Sauckel, el ex marino mercante que "tenía la misión de procurar mano de obra esclava para la economía alemana". De cincuenta y un años, Sauckel es un hombrecito de ojos porcinos, bigote a lo Adolf Hitler, bastante grueso, rudo y ordinario. Goebbels lo definía como "uno de los más estúpidos de los estúpidos", y un periodista que sigue el proceso de Nuremberg, William Shirer, lo describe como "el tipo de alemán que en otros tiempos habría podido ser un carnicero en el mercado de cualquier ciudad provinciana". Pero aunque no ha tenido parte en ninguna de las del Tercer Reich, ha sido uno de los más eficaces funcionarios en la deportación a Alemania de obreros de todas las naciones europeas ocupadas.

Hijo de un empleado postal catoliquísimo y de una costurera de Hassfurt-am- Main, en los alrededores de Bamberg (Franconia), donde había nacido el 27 de octubre de 1894, Fritz Sauckel había pasado cinco años en el instituto, pero luego las condiciones económicas de la familia (la madre, gravemente enferma del corazón había tenido que dejar el trabajo ) obligaron al joven Sauckel a interrumpir sus estudios y a escoger la carrera de marino en la flota mercante.

Uno de los aspectos principales de esta movilización —dice el cargo contra Sauckel— fue el aprovechamiento sistemático, y por la fuerza, del potencial de trabajo de los territorios ocupados. Poco después de haber ocupado su puesto, el 21 de marzo de 1942, Sauckel envió a los gobernadores de las naciones invadidas unos decretos que establecían el servicio obligatorio de trabajo en Alemania. Por la fuerza de estos decretos, los representantes de Sauckel, sostenidos por la policía de las regiones ocupadas, reclutaron y enviaron al Reich el número de obreros necesarios para alcanzar el cupo establecido por el acusado. El sistema de reclutamiento, denominado 'voluntario', ha sido descrito por el mismo Sauckel en una reunión como el de "una banda de agentes de los dos sexos que operaban según los métodos utilizados para la leva de marineros británicos en los viejos tiempos... 'Es decir, secuestrando borrachos y drogados.) Su actitud se expresaba en esta regla: 'Todos los obreros deben ser alimentados, alojados y tratados de modo que se obtenga el máximo rendimiento con el mínimo gasto'. Está demostrado que Sauckel estaba encargado de un programa que implicaba la deportación para cinco millones de seres humanos, y que para muchos de ellos la deportación sucedía en condiciones de extrema crueldad".

Así, después de la invasión de la Unión Soviética y las primeras deportaciones de obreros rusos, en las fábricas y campos de trabajo de las industrial Krupp, "tártaros y kirguises morían como chinches a causa de la mala nutrición, la escasez y deficiente calidad del sustento, el exceso de trabajo y el descanso insuficiente". Todavía en enero de 1944, cuando Hitler pidió el envió a Alemania de medio millón de mujeres eslavas "para ayudar a las amas de casa alemanas", y de otros cuatro millones de trabajadores, Sauckel declaró que cumpliría "con voluntad fanática el intento de procurar esta mano de obra" y preparó la deportación de millón y medio de operarios desde Italia.

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Ahora Fritz Sauckel rechaza estas acusaciones. Agitándose ante el micrófono y sudando abundantemente bajo la luz de los reflectores y de las lámparas, el ex Gauleiter de Turingia sostiene que los cinco millones de trabajadores deportados al Reich habían escogido libremente trasladarse a Alemania. “También hice mejorar los salarios, porque los fijados por Goering eran, en mi opinión, demasiado bajos

El acusador americano Dodd lee un informe de Sauckel en el cual se dice que "un millón de rusos deberá ser conducidos lo antes posible a Alemania". "¿Recuerda usted esa frase?", pregunta Dodd.

"Si, la he dicho, es cierto —replica con vehemencia Sauckel— pero debo recordar que se trata del acta de una reunión y que por eso no todas las palabras son exactas".

Dodd: "Querría leer otro pasaje. Aquí está. 'Los obreros rusos deberán ser tratados tan brutalmente por la administración alemana en el este, que prefieran irse a trabajar a Alemania antes que permanecer en la Unión Soviética'. ¿Recuerda este punto?".

Sauckel: "No. Repito que se trata de un relato hecho por otro y que yo no he firmado".


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Sauckel junto a Keitel durante el proceso

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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Nov 02, 2005 4:08 pm

Walther Funk, el banquero de Hitler

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Como el pianista malogrado Hans Frank; como Julius Streicher, que quería ser pedagogo; como Baldur von Schirach, que escribía poesías y novelas, y como Hjalmar Schacht, que quería ser misionero, también Walther Emmanuel Funk, ex ministro de Economía y ex director del Reichsbank, parecía destinado a una carrera artística. Nacido en Trakehnen, Prusia Oriental, el 18 de agosto de 1890, sus padres, grandes comerciantes de tejidos en Königsberg, le habían hecho estudiar música desde niño. Su madre hubiera querido que llegara a ser director de orquesta, pero su padre, aunque compartía este proyecto, lo convenció de que asistiera a la universidad de Berlín y se graduara en Derecho y Ciencias Políticas. La vida de Walther Emmanuel Funk, que ahora se sienta desalentado y encogido en el banquillo de los acusados, ha sido la de un servil funcionario conservador, de un hombre que "demasiadas veces", dice el fiscal americano Dodd, "ha querido cerrar los ojos ante la realidad". Consejero particular de Hitler en asuntos económicos (1931), jefe de la oficina de prensa del Reich (1933), subsecretario del ministerio de Propaganda (1935), ministro de Economía en sustitución del "rebelde" Schacht (1938), presidente del Reichsbank (1939), miembro del Consejo de ministros para la defensa del Reich (1943), Funk, según la acusación, participó en el plan económico-financiero, ya en la preparación de algunas guerras de agresión (Polonia y la Unión Soviética), ya en la persecución contra los judíos, ya en el aprovechamiento de territorios ocupados y de la mano de obra esclava.

Según Dodd, para Funk la "semana de los cristales" de noviembre de 1938, primera oleada de pogromos desencadenada por los nazis en Alemania, fue presentada en un discurso público como "legitima y espontánea reacción del pueblo alemán".

Funk (turbado): "Pero yo no sabía lo que había detrás de esa acción...".

Dodd: "¿Cuándo acuñó usted la expresión 'semana de los cristales'?".

Funk: "¿'Semana de los cristales'?".

Dodd: "Si".

Funk: "Ah,ya. Usé esa frase porque durante aquellos incidentes docenas de escaparates de tiendas judías habían sido hechos pedazos".

Dodd: "Y cuando participó en la reunión con Goering y Goebbels donde se estudiaron nuevas formas de opresión para los judíos alemanes, ¿no dijo usted nada?".

Funk: "Estaba impresionado...".

Dodd: "Pero fue una cosa monstruosa, ¿no es verdad?".

Funk: "Reconozco que estaba turbado...".

Dodd: "¿De veras?".

Funk: "Sí, y mi conciencia me atormentaba".

Dodd: "Sin embargo, pocos días después del pogromo, el 17 de noviembre de 1938, usted dijo en un discurso: 'El estado y la economía constituyen una unidad indivisible. Su dirección debe inspirarse en los mismos principios. La mejor prueba es la reciente evolución del problema judío en Alemania. Es imposible eliminar a los judíos de la vida política si se les consiente participar en la vida económica'. ¿Es verdad?".

Funk palidece, baja la cabeza y admite que "la liquidación económica de los judíos fue principalmente obra suya". Luego, pasándose el pañuelo por la cara, prorrumpe en sollozos. "Fue así, precisamente así. En ese momento debía haber presentado la dimisión. ¡Por esto soy culpable, me confieso culpable!".


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Mensaje por Erich Hartmann » Mié Nov 02, 2005 7:29 pm

Muelas y prótesis de oro conservadas en cajas fuertes

Incondicional de Hitler, que se acordará de él en su testamento confirmándole en el ministerio de Economía, Walter Funk, al surgir el nazismo, fue el eslabón entre el Führer, los trusts y el gran capital alemán, asegurando y manteniendo el contacto con Thyssen, el barón Kirdorf. Voegler, Von Schnitzier, la Allianz (la más grande sociedad de seguros), el Deutsche Bank y el Dresdnere Bank. Si la acusación principal que se hace a Funk es la de haber tenido una parte relevante en el expolio de los países ocupados (la incautación de las reservas de oro de los Bancos nacionales checoslovaco y yugoslavo, la movilización del potencial económico alemán con fines de guerra, el aprovechamiento de millones de trabajadores extranjeros), lo que impresiona más al tribunal y al público son las revelaciones de depósitos al Reichsbank del oro que era sustraído sistemáticamente a los judíos deportados al este. Las SS habían incluso abierto una cuenta corriente en el Reichsbank a nombre de un inexistente Max Heiliger. o sea, "Maximiliano Santo" —"supremo escarnio para las victimas", ha escrito Poliakov—, donde guardaban el fruto de sus rapiñas. En una declaración hecha bajo juramento, el ex vicepresidente del Reichsbank, Emil Puhl, afirma: "Pregunté a Funk de dónde llegaban el oro, las joyas, la plata y tantos otros objetos que eran depositados en las bóvedas blindadas del Banco. Funk me dijo que se trataba de valores requisados en los territorios conquistados del este, y que yo no debía hacer más preguntas y tenia que mantener el secreto más absoluto".

Funk: "¡Es falso! Si Puhl ha declarado eso, ha declarado en falso. El banco no podía aceptar objetos de ese género".

El acusador Dodd se dirige a lord Lawrence: "¿Permite el tribunal que haga proyectar un breve film?".

Los ayudantes preparan una vez más el proyector de cine, se apagan las luces y sobre la pantalla aparecen cinco soldados americanos que, abriendo de par en par las pesadas puertas del Reichsbank de Frankfurt, entran en el local y vacían en el suelo grandes sacas con el letrero "Deutsche Reichsbank", llenas de muelas de oro, prótesis de oro, broches de oro, gemelos y botones de oro, joyas, collares, anillos y piedras preciosas.

Apenas vuelve la luz, Walther Funk, de pie, dice: "Nunca he visto nada semejante, Sin embargo, me ha dado la impresión de que se trata de objetos que los ciudadanos deberían haber entregado al estado y que, por el contrario, habían escondido en el banco...".

Dodd: "Escuche usted, Funk. ¿Ha oído decir alguna vez que alguien deposite en el banco sus dientes de oro para ponerlos a seguro?".

Funk inclina la cabeza y no responde.



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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Nov 04, 2005 5:24 am

LA URSS DEL ANO 2.000 SEGÚN HITLER

Según los documentos de Nuremberg, éste debía ser el destino de Rusia si hubiera vencido el Tercer Reich.


Decenas de toneladas de documentos de fuente alemana fueron recogidas de los archivos de Berlín a continuación del término de la guerra en Europa, a fin de seleccionar el material de acusación contra Goering y los demás altos jefes del Tercer Reich que debían ser procesados ante el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg.

El jefe del servicio de búsqueda de documentos nazis, comandante William S. Coogan, del ejército de los Estados Unidos, dividió el material en cinco "centros" apropiados: Frankfurt, Biebrich, Marburgo. Kassel y Freising. Un grupo de civiles alemanes, guiado por expertos americanos, trabajó durante cuatro meses para seleccionar los dos mil documentos principales. Cada grupo reconstruía la estructura de una de las operaciones políticas o militares de Hitler, desde el Anschluss de Austria a "León Marino", desde la ofensiva en el norte de África al secuestro (fallido) del Duque de Windsor, desde el desembarco en Noruega a la ocupación (nunca realizada) de las Azores, desde el exterminio planificado de los judíos al ataque a Grecia. En esta selección de documentos cuyas fuentes indicamos, se hallaban los proyectos de Hitler para la Unión Soviética una vez que hubiera sido derrotada militarmente.

En primer lugar, había que realizar un gigantesco saqueo de riquezas. Hitler lo encargó a un especialista eminente, el Reichsmarschall Goering. Este enorme pillaje tuvo también su nombre cifrado como operación militar. Fue el "Plan Oldenburg".

"Toda la organización —dice el documento número 1317 P. S., fechado en 1 de marzo de 1941— está subordinada al Reichsmarschall, quien es competente respecto a todas las medidas que se refieren a la economía de guerra, excepto las cuestiones alimenticias, que dependen de una comisión especial encabezada por el secretario de Estado Backe. Su misión principal será censar las materias primas y adquirir todas las organizaciones industriales importantes".

Dos meses después el "Plan Oldenburg" estaba preparado en sus detalles más pequeños. El documento 1157 P. S. del 29 de abril divide Rusia en cuatro grandes inspecciones económicas: una en Leningrado (nombre clave: Holstein), una segunda en Moscú (Sajonia), la tercera en Kiev (Baden) y la cuarta en Bakú (Westfalia). Había en reserva una quinta inspección, sin duda con vistas a otras conquistas.

Veintitrés mandos económicos y doce secciones dependientes dentro de las inspecciones completaban los cuadros subalternos de dirigentes del saqueo. Uno de los mandos económicos debía tener su sede en Stalingrado. Su titular quedó sin plaza.

El ministro Backe era responsable de los víveres. El espíritu en el que imaginaba su misión surge del documento 2718 P. S.

"1. La guerra podrá ser continuada sólo si nuestras fuerzas armadas son aprovisionadas en su totalidad por Rusia en el cuarto año de hostilidades.

2. No hay duda de que millones de individuos morirán de hambre si tomamos de ese país cuanto nos haga falta".
El tercer personaje que Hitler llamó a ejercer un papel en Rusia era el jefe de las SS y amo de la Gestapo. Heinrich Himmler.

"En la zona de operaciones —dicen las normativas especiales del 13 de marzo de 1941—, el Reichsführer de las SS está encargado de una misión especial por orden del Führer. Esta misión procede de la lucha entre dos sistemas políticos antitéticos. En el limite de esta misión, el Reichsführer de las SS actúa con total independencia y bajo su propia responsabilidad".

Himmler significaba la policía del régimen, la represión. Hacia falta un administrador, y Hitler nombró a Alfred Rosenberg ministro de los Territorios del Este. Sus ideas sobre el aprovechamiento de la Unión Soviética se exponen en el documento 1058 P. S. de Nuremberg.

"Alimentar al pueblo alemán —indica— es el principio de los objetivos alemanes de este año en el este. Los territorios de Rusia meridional deberán proporcionarnos el necesario complemento a la dieta alimenticia del pueblo alemán. No hay absolutamente ninguna razón para sentirse obligados a alimentar también a la población rusa con la producción excedente de esas regiones. Será ciertamente necesaria una enorme evacuación de poblaciones, y por otra parte no hay duda de que el porvenir reserva años duros a los rusos.

"La misión que espera a Alemania es gigantesca, pero no es una misión negativa como podría parecer si se considerase sólo la dura necesidad de evacuación. La misión de empujar el dinamismo ruso hacia el este es una obra que requiere caracteres bien firmes. Acaso esta decisión sea aprobada por una Rusia futura, no dentro de treinta años, sino de cien. Si cerramos occidente a los rusos, tomarán conciencia de su propio genio, de sus fuerzas originales y del ambiente geográfico al que pertenecen. Nuestra decisión no aparecerá a un historiador, dentro de centenares de años, como podría aparecer a un ruso de hoy".

El teórico del nazismo, involuntariamente grotesco, preparaba la felicidad de la Rusia futura imponiendo el hambre, el asesinato y el expolio a la Rusia actual. Se rodeaba de espíritus dignos de él.

"Rosenberg —dice al acta de una reunión tenida el 16 de junio de 1941— declara que trata de emplear al capitán Von Petersdorff, por sus notables méritos. Consternación general y negativa unánime. El Führer y el Mariscal del Reich declaran acordes que consideran loco a Petersdorff'.

El Führer escoge personalmente a los Gauleiter que pensaba poner al frente de las grandes circunscripciones rusas: Lohse, en los Países Bálticos: Kasche, en Moscú; Koch, en Ucrania: Frauenfeld, en Crimea, y Terboven. en la península de Kola. Todos viejos camaradas, y de los "duros".

Su misión era preparar el futuro. ¿Qué futuro? Un memorándum del 2 de abril de 1941 (documento 1017 P. S.) responde a esta pregunta. Rusia debe ser desmembrada y fraccionada en siete estados.

Los geopoliticos alemanes que aconsejaban a Hitler consideraban en primer lugar la Gran Rusia, es decir, la región central que tiene por capital Moscú. Desde los tiempos del primer zar es ésta el corazón y la espada de la potencia rusa, la inmensa cuna de donde surgió el paneslavismo. Era necesario debilitarla.

Los medios previstos eran tres:

:arrow: 1. La destrucción de la administración judeobolchevique, sin sustituirla con un gobierno moderno e inteligente.

:arrow: 2. La depauperación económica que debe obtenerse mediante la confiscación de depósitos, de instalaciones industriales y de medios de transporte.

:arrow: 3. La unión de vastos territorios a las unidades políticas y administrativas limítrofes: Ucrania, Rusia Blanca (Bielorrusia) y la cuenca del Don.

"La Rusia Blanca y el Don son regiones pobres y atrasadas", dice el documento alemán. "No preocupan al Reich y pueden incluso robustecerse y agrandarse sin que surjan inconvenientes, a condición de vigilarlas. Por consiguiente, la Rusia Blanca debe ser acrecentada con la provincia de Kalinin, y el Don con la de Saratov. En este caso, Moscú se encontrará a doscientos cincuenta kilómetros de la frontera de la Gran Rusia". A Ucrania se le dejaría una vida nacional autónoma, en cuanto posible. Se haría de ella un estado política y económicamente vasallo. Luego se le incorporaría a una Unión del Mar Negro, con el doble objetivo honorífico y de confianza de alimentar y tener constantemente vigilada a Moscú.

La quinta región considerada era la del Cáucaso. Su mescolanza étnica y lingüística es complicadísima. De aquí que resultara fácil despiezarla en gran número de pequeños estados, unidos entre sí por un vago vínculo federativo. Pero de un modo u otro, Bakú y su territorio petrolífero debían quedar bajo el control alemán.

Del Asia Central y del Turquestán los alemanes querían hacer un estado musulmán, aliado y auxiliar del Gran Reich. Este estado, dice el documento 1017 P. S., suministrará un medio de presión política, y eventualmente una base de operaciones contra la India. Quedaban las regiones bálticas, el Ostland, es decir, el territorio conjunto de Estonia, Letonia y Lituania.

"Hará falta organizar el transporte hacia el centro de Rusia de una parte importante de la burguesía letona y de los grupos racialmente inferiores de Lituania", dice el informe. "Podrá ser emprendido el establecimiento de una sólida población de estirpe germánica. Se podrá reunir un gran contingente de colonos entre los alemanes del Volga, después de la eliminación de los elementos indeseables. También se podrá poner en estudio la instalación de daneses, noruegos, holandeses y, después de la victoriosa conclusión de la guerra, de ingleses. Al cabo de una o dos generaciones esta nueva región de colonización alemana podrá ser incorporada al Reich".

De este modo, la victoria alemana debía causar la total destrucción de la potente política eslava. Debía producir como consecuencia enormes reajustes territoriales y gigantescos movimientos de población. La Europa occidental no sería olvidada. Alemania vaciaría los pequeños estados de raza germánica, como Holanda y Dinamarca, para trasplantar sus habitantes a las estepas orientales. Y los ingleses no sospechaban que estaban destinados a colaborar a la expansión del germanismo en Lituania y Estonia.

Sobre las ambiciones alemanas, existe un testimonio de valor aún superior en el documento 1017 P. S.: las palabras exactas de Hitler.

Era julio de 1941. Tenia lugar una reunión general sobre la reorganización del este (documento L. 221). Las divisiones acorazadas alemanas estaban en Yelna, en la carretera de Moscú. La victoria estaba al alcance de la mano, y el Führer hablaba como un triunfador.

Comenzó atacando con ira la impudicia de un periódico del gobierno de Vichy que, fiándose de la propaganda hitleriana, había osado escribir que la guerra en Rusia debía hacerse en beneficio de Europa entera. Él, Hitler, quería que fuese hecha para exclusivo beneficio de Alemania, y nadie más.

"Es esencial —dijo— no divulgar en seguida nuestros objetivos, pero nosotros debemos saber exactamente lo que queremos.

Hay que actuar como lo hicimos en el caso de Noruega, Dinamarca, Bélgica y Holanda. Declararemos una vez más que nos vemos obligados a ocupar, administrar y pacificar. Que es en interés de la población por lo que aseguramos el orden, los transportes y el aprovisionamiento. Nos presentaremos como libertadores.

Nadie debe darse cuenta de que preparamos una distribución definitiva, pero esto no nos impedirá adoptar las medidas necesarias, deportaciones, fusilamientos, y las adoptaremos.

Actuaremos como si pretendiéramos un simple mandato, pero sabremos claramente que no dejaremos nunca esos países".

Ante todo, era preciso reforzar de manera definitiva la seguridad del Gran Reich.

"No debe permitirse nunca en el futuro —declaró Hitler— que una potencia militar se forme al oeste de los Urales, aunque impedirlo costara cien años de guerra. Todos mis sucesores deberán saber que sólo habrá seguridad para Alemania si ninguna potencia militar existe al oeste de los Urales. Nuestro férreo principio debe ser y seguir siendo el siguiente: 'Nadie que no sea alemán debe portar las armas'.

Es fundamental. Aunque contar con las naciones sometidas pudiera parecemos cómodo, debemos abstenernos de hacerlo. Sólo los alemanes deben llevar las armas. No los eslavos, ni los checos, ni los cosacos, ni los ucranianos".

Hitler enumeró los despojos que se preparaba a arrebatar a los vencidos.

Crimea: "Crimea debe ser limpiada de todos sus habitantes y revalorizada por sólo alemanes. Debe tener un territorio anterior lo más amplio posible, que será, como la península, territorio del Reich".

Una parte de Ucrania: "La Galitzia, que pertenecía al antiguo imperio austríaco, debe ser territorio del Reich".

Ostland: "Todos los países bálticos deben ser incorporados al Reich".

Parte de la cuenca del Volga: "El distrito de los alemanes del Volga será también un territorio del Reich".

Una parte de la Transcaucasia: "Haremos de Bakú una colonia militar alemana".

La península de Kola: "Conservaremos para nosotros la península de Kola a causa de las minas que contiene".

Ninguno planteó objeciones, ni siquiera Goering. Tres meses antes había atraído la atención del Führer sobre la carga, a la larga insoportable, que comportaba la ocupación de un país tan vasto como Rusia. Ahora aceptaba este plan demencial de expansión y conquistas. Los países Bálticos, Galitzia. Crimea y su entorno, Bakú, el bajo Volga, y la península de Kola, serian territorios alemanes. Todo el resto de las tierras rusas, comprendida Asia, seria dividida en estados vasallos que la potencia militar alemana debía mantener sujetos. Luego, toda Europa central. Después, las costas del Mar del Norte, con Dinamarca, Holanda, y sin duda Bélgica y el norte de Francia. Luego las colonias, más toda una cadena de bases y puntos de apoyo cuya lista se encuentra en un documento del ministerio del Exterior: Trondhjem y Brest, que debían ser permanentemente puertos militares alemanes; Dakar, las Canarias, las Azores, Santa Elena, las Comores, isla Mauricio y Zanzíbar. Este imperio superaba los más locos y efímeros montajes de la historia. No podía durar, según las leyes naturales que dicen que los monstruos no sobreviven. Y los hombres que rodeaban a Hitler, algunos de los cuales eran inteligentes, instruidos y realistas, escuchaban, aprobaban, aplaudían.

Sin embargo, Goering quiso saber qué territorios habían sido prometidos a los aliados de Alemania. Hitler frunció el ceño. Le desagradaba hacer regalos. Tenía la impresión de que le robaban. A los eslovacos, a los húngaros y a los turcos no se les había prometido nada concreto, de modo que dijo:

"Antonescu reclama Besa rabia y Odessa. Nuestras relaciones con Rumania son buenas, pero nadie conoce el porvenir, y debemos trazar las fronteras teniendo esto presente.

Los finlandeses quieren la Carelia oriental, pero no tendrán la península de Kola, que nos quedaremos nosotros a causa de sus minas. Piden también la región de Leningrado. Arrasaré hasta el suelo Leningrado y les daré el territorio".


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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Nov 04, 2005 3:22 pm

La "normativa 32" del C. G. del Führer

El documento RV 11079 del catálogo del proceso de Nuremberg contiene la "normativa número 32" que debía regular la acción de la Wehrmacht en el periodo que —según los planes de Hitler— "seguiría a la aniquilación de las fuerzas armadas soviéticas".

"El Führer y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas GOG, 11-6-1941. Mando Supremo de las Fuerzas Armadas. Estado Mayor de la dirección operativa.

Servicio D (la sección operativa).
nº" 3 3 886/41-estrictamente confidencial.

Documento del mando.

Redactado en nueve copias que han de entregarse en propia mano sólo por un oficial.

Normativa n." 32. Preparación para el período sucesivo a la ejecución del plan
Barbarroja.

A. Tras la aniquilación de las fuerzas armadas soviéticas, Alemania e Italia tendrán la supremacía militar sobre todo el continente europeo, a excepción, por el momento, de la Península Ibérica. Por tierra firme no hay ningún peligro de entidad que amenace al continente europeo. Para la protección y eventuales operaciones ofensivas harán falta fuerzas de tierra muy inferiores a las empleadas actualmente. Todo el peso de los armamentos puede así destinarse a la marina de guerra y a las fuerzas aéreas.

El consolidamiento de la colaboración francoalemana debe inmovilizar e inmovilizará fuerzas británicas aún más importantes, alejará la amenaza que pesa sobre la retaguardia del teatro de guerra norteafricano, limitará todavía más la movilidad de su flota en el Mediterráneo occidental y protegerá el lejano flanco sudoccidental del teatro europeo de hostilidades, comprendidas las costas atlánticas del norte de África y de África occidental, de una intervención anglosajona.

En un futuro próximo España deberá declararse pronta a contribuir a la expulsión de los ingleses de Gibraltar.

La posibilidad de ejercer una fuerte presión sobre Turquía e Irán mejorará las perspectivas de conseguir así una ventaja directa o indirecta para la lucha contra Inglaterra.

B. La situación, tras la victoriosa campaña oriental, planteará a la Wehrmacht los siguientes problemas estratégicos para finales del otoño de 1941 v el invierno 1941-1942:

1. El espacio conquistado al este debe ser organizado, protegido y aprovechado económicamente con plena participación de la Wehrmacht. Sólo más tarde se podrán decidir las fuerzas necesarias para la protección del espacio ruso. Según valoraciones fundadas, para cumplir las misiones que nos esperan en el este bastarán 60 divisiones y una flotilla aérea, sin contar las tropas de los países aliados y amigos.

2. La lucha contra las posiciones británicas en el Mediterráneo y en Asia Menor prevé un ataque concéntrico desde Libia a través de Egipto, desde Bulgaria a través de Turquía, y también, según la situación, de Transcaucasia a través del Irán.

a) En el norte de África se precisa ocupar Tobruk y crear así una base para la posterior ofensiva italoalemana contra el canal de Suez. Esta ofensiva debe ser preparada para el mes de noviembre aproximadamente. Con tal fin hace falta que los efectivos y el material del África Korps sean llevados al máximo de potencia, y que disponga de suficientes reservas de todo género (comprendida la 5.a División acorazada). Las otras grandes unidades alemanas, por ello, no tendrán que ser trasladadas a África.

Para preparar la ofensiva, hace falta aumentar a toda costa el ritmo de traslado de los convoyes, aprovechando los puertos franceses y norteafricanos, y donde sea posible, nuevas vías marítimas en la región de Grecia meridional.

La marina de guerra, en colaboración con la marina italiana, debe equipar con gran cuidado un número suficiente de navíos y utilizar los barcos franceses y
neutrales.

Estudiar el problema del sucesivo traslado de lanchas torpederas alemanas al Mediterráneo.

Para aumentar la capacidad de descarga de los puertos norteafricanos, dar la máxima ayuda a la marina de guerra italiana.

El mando supremo de las fuerzas aéreas, para continuar las operaciones, debe enviar las unidades aéreas disponibles en el este y reforzar la cobertura de los convoyes italianos con unidades alemanas.

A fin de que la preparación del transporte de los soldados se subordine a un mando único, organizar un Estado Mayor de transportes marítimos que seguirá las instrucciones del OKW en cooperación con el representante alemán agregado al G. C. G. italiano y con el mando supremo de las fuerzas alemanas en el sudeste.
b) Teniendo en cuenta el previsto aumento de las fuerzas británicas en el Oriente Próximo y Medio para asegurar la protección del canal de Suez, examinar la posibilidad de operaciones alemanas desde Bulgaria a través de Turquía. Atacar las posiciones británicas del canal de Suez y de la costa oriental. Prever para tal fin, lo antes posible (!), la concentración de grandes fuerzas en Bulgaria de modo que Turquía se muestre políticamente dócil, o para quebrantar su resistencia por la fuerza de las armas.

c) Cuando para tal fin se hayan creado todas las condiciones necesarias tras la aniquilación de la Unión Soviética, preparar las operaciones de un Cuerpo expedicionario motorizado que parta de Transcaucasia contra el Irak (tales operaciones se enlazarán con las mencionadas en el punto 'b').

d) Utilizar el movimiento árabe. La posición de los ingleses en Oriente Medio, en caso de operaciones alemanas de relieve, será tanto más difícil cuanto que las fuerzas británicas serán inmovilizadas en el momento oportuno por desórdenes y revueltas. Durante la fase preparatoria, deberán ser acertadamente coordinadas todas las medidas militares, políticas y de propaganda dirigidas a tal fin. Ordeno al Estado Mayor especial F que asuma las funciones de organismo central y que tome honda conciencia de todos los planes y medidas concernientes a la zona árabe. Tal organismo tendrá su sede en la región del Alto Mando de las tropas sudorientales. Poner a su disposición los mejores expertos y agentes.

Los objetivos del Estado Mayor especial F están fijados por el jefe del OKW, actuando, cuando se trate de problemas políticos, en estrecho acuerdo con el ministerio del Exterior del Reich.

3. Bloquear el acceso al Mediterráneo con la ocupación de Gibraltar. En el curso de las operaciones en el este, reanudar en amplia escala los preparativos de la "Operación Félix", ya elaborada. A tal fin se contará con la utilización de la zona libre de Francia, si no para tránsito de tropas al menos para el transporte de aprovisionamientos.

Después de la toma de Gibraltar, trasladar al Marruecos español sólo el número de unidades indispensable para la protección del estrecho.

Los franceses deberán asegurar la defensa de las costas atlánticas de África septentrional y occidental, aislar las colonias inglesas del África occidental y recuperar el territorio a De Gaulle. Durante las operaciones previstas, se les concederán los refuerzos necesarios. Después de la ocupación del Estrecho. será más factible para la marina de guerra y la aviación valerse de las bases del oeste africano y, en determinadas condiciones, apoderarse de las islas del Atlántico.

4. Paralelamente a estas eventuales operaciones contra las posiciones británicas en el Mediterráneo, una vez que haya finalizado la campaña del este, la marina y la aviación deberán reanudar en toda su amplitud el asedio a Inglaterra.

En el cuadro de la situación bélica, todas las medidas dirigidas a tal objetivo serán consideradas prioritarias. A la vez se deberá reforzar al máximo la DCA alemana. La preparación del desembarco en Inglaterra se propondrá con un doble fin: inmovilizar las fuerzas británicas en la metrópoli, e iniciar y llevar a cabo la aniquilación de Inglaterra, que ya se está perfilando.

C. Actualmente no es todavía posible prever el momento en que se iniciarán las operaciones en la zona del Mediterráneo y el Cercano Oriente. Un efecto óptimo se puede obtener con una ofensiva simultánea contra Gibraltar, Egipto y Palestina.
Esta empresa será posible (aparte de una serie de factores aún imponderables) sobre todo si las fuerzas aéreas son capaces de apoyar todas las operaciones con los medios necesarios.

D. Pido a los jefes que adopten las medidas de orden general y organizativo inmediatamente después de haber tenido conocimiento de estas previsiones preliminares, y me informen de los resulte dos obtenidos, de modo que pueda impartir órdenes definitivas a tal propósito mientras todavía está en curso la campaña del este
".



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Mensaje por FALLSCHIRMJÄGER » Vie Nov 04, 2005 4:11 pm

Felicidades por el trabajo Erich, muy bien documentado y un trabajo excelente.
Gracias por compartir esta información.


Saludos.
"La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria." - Napoleón Bonaparte -

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