Planificación urbanística nacionalsocialista

La vida cotidiana en la Alemania del Reich

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Planificación urbanística nacionalsocialista

Mensaje por Eckart » Mar Feb 17, 2009 3:08 am

Quisiera exponer muy someramente en este texto los aspectos principales de las primeras propuestas nacionalsocialistas en el ámbito de la planificación urbanística. Aunque hay que destacar que en este campo nunca hubo una política realmente uniforme ni en el tiempo ni en el espacio, los 12 años de gobierno nazi pueden dividirse en dos periodos con diferente tendencia. Por un lado, durante los primeros años, los que podemos llamar de recuperación económica (1933-36), se mostró como línea oficial la que fomentaba la creación de nuevos asentamientos rurales en detrimento del crecimiento de las ciudades, descentralizando y equilibrando las densidades de población al desplazarlas desde los cascos urbanos al campo; esta será la que me pararé a comentar. A partir de 1936, con la guerra ya a la vista de Hitler, la industrialización y el crecimiento de las áreas urbanas (y, por consiguiente, el abandono del planteamiento rural) se tornó fundamental.

El movimiento descentralizador hacia pequeños asentamientos rurales no era una nueva idea. Teóricos como LaGarde, Langbehn y Toennies había expuesto previamente esta propuesta y sus ideas influenciaron a Theodor Fritsch, uno de los desarrolladores de la idea alemana de “ciudad jardín” a finales del siglo XIX. El nuevo concepto de Fritsch fue importante por varias razones. Primero, representaba uno de los primeros esquemas teóricos que destacaban la necesidad de desarrollar alternativas contra los males de la industrialización. En segundo lugar, su idea mostró cómo nuevos asentamientos podían ser injertados en otros ya existentes. Tal enfoque ganó popularidad entre planificadores e ideólogos porque la tierra escaseaba y contribuía a la expansión del carácter de comunidad. Finalmente, Fritsch afirmó que esta nueva comunidad contribuiría a una “construcción cultural” y el desarrollo de más elevados estándares estéticos. Sus conceptos, con el tiempo fueron bien recibidos por los teorizadores nacionalsocialistas y, hasta cierto punto, llevados a la práctica, como vamos a ver.

Gottfried Feder fue el ideólogo del NSDAP encargado de marcar las directrices para la planificación urbanística. Este ingeniero civil abogaba por la disolución de la ciudad industrial y la promoción de la comunidad rural como paso clave en la creación del verdadero estado nacionalsocialista. Al poco de alcanzar el NSDAP el poder, Feder se convirtió en director de la Reichsheimstättenamt, la organización responsable de la vivienda y la urbanización. A través de su oficina propuso conceptos que iban a guiar la "desurbanización" de la nación. Más específicamente, Feder abogó por:

- Frenar el crecimiento urbano.
- Dispersar la industria fuera de las ciudades.
- Disminuir la población en las áreas urbanas.
- Supeditar toda la planificación local, regional y estatal a las necesidades nacionales.

Su principal propuesta fue la creación de pequeñas ciudades-jardín de no más de 20.000 habitantes, alejadas de los centros urbanos. Siguiendo los pasos marcados previamente por los teorizadores del concepto de la ciudad-jardín, Feder calculó el tamaño ideal de una ciudad, en parte, sobre la base de la distancia óptima a pie o en bicicleta entre la casa, el lugar de trabajo y las escuelas. Las grandes ciudades existentes tendrían que ser reducidas a una población de no más de 100.000 habitantes y deberían de ser divididas en células más pequeñas, en las que cada aspecto de la vida urbana pudiera quedar planificado racionalmente: el número exacto de escuelas, instalaciones culturales, servicios públicos, oficinas gubernamentales y políticas, etc. La población sobrante tendría que ser reubicada en las pequeñas comunidades de los asentamientos rurales.

Estas ideas provocaron gran controversia. Por un lado, propietarios de grandes granjas, militares e industriales argumentaron que la dispersión urbana disminuiría significativamente la producción. Más positivamente, la idea fue apoyada por Erich Koch, Gauleiter de Prusia Oriental, quien vio el concepto como un medio para desplazar el desarrollo y crecimiento económico desde el “oeste capitalista al este prusiano”. Los arquitectos vieron el esquema de la dispersión como un medio potencial para la creación de ciudades-jardín en los límites urbanos, la disminución de las densidades urbanas y la disminución de la necesidad de seguir confiando en el uso de las Mietkaserne*. Otros ideólogos del partido también apoyaron las políticas de Feder, pues vieron que contribuían a la consolidación de una fuerte clase granjera. En última instancia, los ciudadanos que tendrían que ser reasentados objetaron con fuerza y las políticas de Feder fueron abandonadas al poco tiempo de su aplicación.

Feder fue relegado de su puesto en menos de 12 meses. Sus ideas fueron consideradas tan medievales, tan económicamente disruptivas y tan impopulares entre militares, industriales y políticos que el ministro de economía Hjalmar Schacht lo cesó de su cargo. Su sustituto fue Wilhelm Ludovic, quien continuó desarrollando la idea de los nuevos asentamientos pero sin la estridente llamada a eliminar el sistema urbano y su infraestructura. La posición de Feder como ideólogo de los asentamientos y crítico urbano fue asumida entonces por Walter Darré. Igual de antiurbano que Feder, apoyó el fortalecimiento del agricultor rural a expensas de la ciudad. Al contrario que Feder, sin embargo, continuó siendo un poderoso oficial gubernamental y del partido durante los años 30. Desde posiciones tales como director de la Siedlungsamt (1931) y Ministro de Agricultura (1933), y mediante un asignamiento especial como Reichsbauernführer (1934), ejerció considerable influencia en las políticas contrarias a la ciudad y favorables a los asentamientos rurales.

Ni Feder ni Darré fueron capaces de ralentizar el crecimiento y expansión de las ciudades. Sin embargo, debe señalarse que a pesar de la pronta destitución de Feder, el antiurbanismo aun permaneció como una consideración ideológica crítica para la política del gobierno. De hecho, tuvo una significativa aportación en el propósito de los programas de desarrollo aplicados durante los años de recuperación económica (1933-36). Esta aportación puede apreciarse particularmente en las políticas de asentamiento, expansión agrícola y regionalización. Se aplicaron con cierta regularidad tres alternativas a la ciudad centralizada:

- Casas con granja.
- Casas particulares con unos metros de terreno para producir para el sustento propio (Kielensiedlung).
- Casas particulares en las afueras de la ciudad (Heimstätte)

Conceptualmente, estas comunidades fueron diseñadas para alcanzar varios objetivos. Primero, se concibieron para ser autosuficientes y generar un sentido de Patria. Además, se trató con ellas de reducir la sobrepoblación en las ciudades al mismo tiempo que se generaba demanda de empleo y se aumentaba la producción.

Fue a partir de 1935-36, con la puesta en marcha del rearme y del primer Plan Cuatrienal, que los planteamientos pro rurales perdieron fuerza y volvió el interés por las áreas urbanas, pues existía ahora la necesidad de expandir la industria, sita esta, principalmente, en las ciudades. El Völkischer Beobachter del 26 de julio de 1939 señalaba en este sentido que:
  • Hemos dejado la etapa de los asentamientos obreros, el desarrollo suburbano y las comunidades rurales por un desarrollo industrial global, con la consiguiente necesidad de asentamientos industriales. Hoy esta fase está casi volviéndose obsoleta debido a la expansión de nuestras medianas y grandes ciudades.
En definitiva, aunque puedan diferenciarse dos etapas distintas en cuanto a planificación urbanística durante el Tercer Reich, ninguna de estas dos fue realmente homogénea y lineal. Generalmente, la búsqueda de espacios verdes convivió con la ampliación de los cascos urbanos y la disminución de las densidades de población (el saneamiento de las ciudades), sin concretarse ni siquiera de una manera mínimamente significativa la ruralización de Alemania.


* Las Mietkasernen eran barracones de alquiler dispuestos en largas líneas a los que se recurrió en las grandes ciudades a partir de la segunda mitad del siglo XIX, para solventar el problema de la sobrepoblación derivada del desarrollo industrial y sus consiguientes flujos migratorios. Estos Mietkasernen estaban poco aireados e iluminados, superpoblados y disponían de insuficientes instalaciones sanitarias.

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Fuentes:
- MULLIN, John Robert. “Ideology, planning theory and the German city in the inter-war years”. Town Planning Review. Julio de 1982, Vol. 53, No.3, p. 258-271.
- DIEFENDORF, Jeffry M. In the Wake of War: The Reconstruction of German Cities After World War II. Oxford University Press. 1993. p 158-59.
Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
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Mensaje por Claus von Stauffenberg » Mié Mar 04, 2009 1:10 am

Genial tema.
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Deine Zauber binden wieder,
Was die Mode streng geteilt;
Alle Menschen werden Brüder,
Wo dein sanfter Flügel weilt.

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