Inicio un nuevo hilo sobre la visión que los nazis tenían del mundo antiguo, especialmente de Roma, Grecia y el Oriente. Es un artículo titulado “Las guerras de la antigüedad vistas por los nazis” de Johann Chapoutot publicado en la revista Historia(s) de la dernière guerre. Johann Chapoutot es doctor y agregado de historia en la universidad de Grenoble II. Es autor del libro El nacionalsocialismo y la Antigüedad, aparecido en los PUF (Presses Universitaires de France) en 2008.
“Es otra Cartago” (“This is an other Carthage!”) es con estas palabras como Harry Lloyd Hopkins, compañero de Roosvelt, después consejero del presidente Truman, comenta respecto a las ruinas de Berlín cuando, en ruta hacia Moscú para la que debía ser su última misión, sobrevuela la capital del difunto Reich. Berlín bombardeado por los aliados, devastado por los órganos de Stalin, objeto de un Strassenkampf (combate callejero) encarnizado, está destruido en un 90%. Su aspecto lunar evoca al humanista Hopkins la destrucción de la prestigiosa y orgullosa ciudad púnica por las legiones del general Escipión, que ganó, con esta victoria el “cognomen” de Africanus.
UN PASADO ANTIGUO REINVENTADO
De esto hace decenas de años que Catón el Viejo apelaba sin descanso a una guerra decisiva contra un enemigo que se había revelado suficientemente peligroso como para llegar a las puertas de Roma: “Delenda est Carthago!”, “Cartago debe ser destruida “, repetía con obstinación, al acabar cada uno de sus discursos, el viejo senador. Fue escuchado. Los historiadores Apio y Polibio informan sobre la inusitada violencia de la toma y saqueo de la ciudad y de los combates en los, que se estima, se hicieron 150.000 muertos. La destrucción de Cartago según Benedict Kiernan, director del Genocide Studies Program de la universidad de Yale, es “el primer genocidio” de la historia, aunque, concede, que la tercera guerra Púnica “no fue una guerra de exterminación racial”. Y aquí está el meollo de la cuestión. Para los nazis: las guerras púnicas fueron militarmente ganadas por Roma, pero biológicamente perdidas, como vamos a ver.
Batalla de Zama
Fuente: http://dialogos.pideundeseo.org/socieda ... s-escipion" onclick="window.open(this.href);return false;
Uploaded with ImageShack.us
A partir de 1933, en Alemania, la historia de la antigüedad es diferente, es otra. La que se enseña, en las escuelas, en las universidades y también en las organizaciones del Partido: los miembros de las Juventudes Hitlerianas, de las SA y de las SS, por ejemplo, deben seguir clases de educación ideológica (Weltanschauliche Schulung) para que sean iniciados en una visión del mundo (Weltanschauung) estructurada bajo unas ideas simples. La existencia de unas razas jerarquizadas, el determinismo biológico, la evidencia de una guerra interracial y lo nocivo de la mezcla de sangres se convierten en los principios pan-explicativos de toda historia y de toda cultura humana: y todo rigurosamente todo, se lee bajo el prisma de la raza y de sus supuestas leyes.
No solo es la enseñanza de la biología, asimilada de hecho a la zoología, la que se encuentra alterada, sino también la enseñanza de la literatura, de la historia del arte, del derecho: Beethoven es un genio germánico-nórdico, mientras que el expresionismo es un arte degenerado, desecho de su raza o extraño a ella y, por ejemplo, el Código Civil francés introduce un igualitarismo de inspiración judía. La historia también se ve golpeada por la hermenéutica racista: ahora se enseña que los griegos y los romanos son … germanos.
Esta es una hipótesis antigua, aparecida en el siglo XIX en algunas obras, pero que se convierte en una tesis de Estado, a la que ningún profesor está libre de oponerse. Las instrucciones para la enseñanza de la historia, publicadas en el boletín oficial de Prusia por el ministro del interior Wilhem Frick desde el 20 de julio de 1933 son explícitas: “La historia de los griegos”, así como “ la historia de los pueblos nórdicos de Italia debe ser relacionados con su origen, que es el espacio mitteleuropeo”. El profesor deberá “subrayar que [los griegos] son nuestros hermanos de raza más cercanos, lo que explica nuestra íntima relación con el arte griego” tanto es así que desde Winckelmann, y como lo testimonian Hölderlin, Burckhardt y Nietzsche, sólo los alemanes han comprendido algo sobre el arte de los antiguos. Esta doxa (opinión) se ve confirmada por la reforma y refundición de los programas de enseñanza secundaria desde 1935, y más tarde en 1938.
Wilhem Frick minisrro del interior
Fuente: http://www.trialrun.com/nuremberg_profi ... rick3.html" onclick="window.open(this.href);return false;
Uploaded with ImageShack.us
La traducción en términos reglamentarios, de esta curiosa tesis da lugar a toda una producción pedagógica, impávida en cuanto a su seriedad, asertiva, inquebrantable: libros de texto, atlas, boletines de formación ideológica para las SS y la Juventudes hitlerianas… Se trata de formar informando/desinformando, a todo el universo mental de las generaciones por venir. La anexión de la antigüedad mediterránea a la raza nórdica permite la captura de una herencia inédita. Si los germanos del norte pudieron construir y legar, los germanos del sur, también fueron generosos en creaciones de todas clases: germánicas, las tragedias de Esquilo y Sófocles; germánicos el Partenón y las falanges espartanas; germánicos el Imperio romano, las legiones, el Coliseo. Esto es lo que sirve de consuelo, de bálsamo al corazón de la memoria de una nación, una nación que con anterioridad a los caballeros de la orden Teutónica, no tenía nada famoso que pudiera reivindicar.
Hitler incluso se irrita cuando el Reichsführer-SS Heinrich Himler, se obstina en examinar a fondo los lugares germánicos de Alemania: ¿para encontrar qué, Dios mío?, vasijas de barro algún mercader, metal oxidado, ciudades lacustres… ¡mientras los griegos construían el Partenón! Hitler es rotundo: “Cuando se nos pregunta quienes son nuestros ancestros, nosotros debemos responder: los griegos”. Sin olvidar a los romanos conquistadores germánicos venidos del norte, que invadieron y ocuparon la península italiana, redujeron a la esclavitud a la población autóctona de raza inferior y fundaron una ciudad holista, jerarquizada, eugenista, en una palabra: racista, que diferenciaba claramente a los patricios (nórdicos) y a los plebeyos (mediterráneos).
Obras citadas:
KIERNAN, B.“ Le premier génocide: Carthague 146 A.C.” aparecido en Diogène nº 203, 3/2003 Paris, PUF, pag. 32-48
FRICK, W. “Richtlinien für die Geschichtslehrbücher 20 jili 1933” Ministerium für Wissenschaft, Kunst und Volksbildung. Berlin 5 de agosto 1933 pag. 197-199.
Continuaré en otro momento. À suivre.
Fuente: Traducción y adaptación propias del artículo titulado “Las guerras de la antigüedad vistas por los nazis” de Johann Chapoutot publicado en la revista Historia(s) de la dernière guerre, número 4 de marzo-abril de 2010.
À bientôt.