Las posibilidades de la economía francesa si hubiera llegado a estar realmente integrada en la economía del III Reich hubieran sido gigantescas. Tengamos en cuenta que en la época, la economía francesa era la quinta economía industrial del mundo y contaba con una presencia muy equilibrada en todos los sectores subindustriales. Así por ejemplo, contaba con una industria pesada de grandes dimensiones, con unas industrias automovilística, aeronáutica y química e incluso electrotécnica notables. Su agricultura y ganadería gozaban de justa fama y aunque no tuviera petróleo y le faltara carbón tenía recursos minerales muy importantes de algunos materiales (bauxita, hierro, antimonio, sales potásicas)
Por otra parte las posesiones coloniales francesas, en especial las situadas en el norte de Africa proporcionaban el acceso a unas importaciones muy necesarias (productos agrícolas, fosfatos, mineral de hierro) así como pequeñas cantidades de plomo, antimonio y manganeso. Durante el primer período de la guerra la Royal Navy no intentó hacer un bloqueo férreo entre las posesiones norteafricanas y el territorio metropolitano para no enajenarse completamente a las autoridades de Vichy y sobre todo su flota, verdadera baza de negociación de la misma.
Vistas las grandes posibilidades, la explotación acometida por la Alemania hitleriana durante la guerra no pasó de ser un saqueo a gran escala, útil desde el punto de vista alemán pero que adolecía en definitiva de una gran cortedad de miras por no haber sacado todo el partido posible a una gran economía más potente que la de Italia o el Japón. Parte del problema venía dado por la escasez de materias primas -en especial combustibles- que sufría la Francia ocupada sometida al bloqueo naval británico. Pero en la parte del problema que ocupa a los alemanes, la prepotencia, arrogancia así como la falta de unos planes claros para incorporar esta economía al Reich motivó el que los alemanes se enajenaran cualquier posibilidad de una verdadera cooperación por parte de los franceses así como el funcionamiento de su economía a pleno rendimiento. Esto fue especialmente significativo en la producción de carbón y acero en Francia, puntales de cualquier economía industrial de la época, que se derrumbaron durante la ocupación alemana (1)
El bloqueo británico significaba que por ejemplo el 40% del carbón que era importado mayoritariamente desde Inglaterra no llegaba a no ser que Alemania se hiciera cargo del suministro, ni el 90% de importaciones usadas en textiles, ni el 60% de la pasta de papel y ni que decir tiene que casi el 100% del petróleo consumido en Francia. Una de las consecuencias de esta falta de insumos y el empleo de materiales sustitutivos ineficaces fue la disminución de la productividad industrial. Esta pasó, si consideramos el índice 100 para el año 1938, a un 71 en 1941 y a un 57 en 1942 en todo el conjunto del sector industrial. (2)
Francia además se encontraba sometida a una miríada de problemas además de la falta de insumos para la industria y agricultura, el gravamen de unos gastos de ocupación colosales y era el hecho que una parte importante de los varones en edad laboral se encontraba prisioneros en Alemania lo que acarreaba un gravísimo problema de falta de obra. El número de prisioneros fue disminuyendo muy lentamente y con frecuencia sólo tras llegar trabajadores franceses a las fábricas alemanas (3)
1.835.000 prisioneros en julio 1940
1.500.000 prisioneros en diciembre 1940
1.225.000 prisioneros en diciembre 1941
1.135.000 prisioneros en diciembre 1942
1.010.000 prisioneros en diciembre 1942
Por si fuera poco la división de Francia entre una zona ocupada directamente por los alemanes y otra bajo la administración de Vichy creó unas fronteras artificiales que impedía el libre tránsito de personas y mercancías entre una y otra zona, lo que ya agregaba aún más caos a la complejidad de la
Y no creamos que las dimensiones del saqueo por parte de los alemanes fuera un concepto vacío de contenido; éste adquirió dimensiones colosales. Veamos como la exacción provocada por los gastos de ocupación lejos de disminuir con los años fue aumentando a medida que la fortuna bélica alemana se deterioraba. Según los cálculos de los propios alemanes los pagos de ocupación son como siguen en millones de francos:
1940 - 35.180 mill. francos
1941 – 101.740 mill. francos
1942 – 175.440 mill. francos
1943 – 195.960 mill. Francos
En otras palabras, los gastos de ocupación pasaron de unos 300 mill. de francos diarios a más de 700 mill. Este enorme crédito se utilizó para muchos fines que no tenían nada que ver con los verdaderos gastos de ocupación como la compra de bienes y productos franceses, obras de arte, adquisición de valores o participaciones en empresas francesas e incluso el pago a los empleados y funcionarios alemanes en aduanas, departamentos de la SS. (4)
Con la amenaza de invasión angloamericana se comenzó la construcción de la colosal Muralla del Atlántico que fue financiada en gran medida con estos pagos. Incluso cuando la invasión propiamente dicha comenzó y ésta sólo se había completado en parte, ya había consumido la friolera de 17.000.000 de t de hormigón y 1.200.000 t de acero. Sólo el consumo de acero era el que empleaba toda Alemania anualmente en la fabricación de carros de combate.(5)
... Continuará... si tengo tiempo...
Fuentes:
(1) Adam Tooze: The Wages of Destruction: The Making and Breaking of the Nazi Economy. Penguin books 2007. (Gráficos y tablas de elaboración propia a partir del gráfico expuesto en el libro en la pág. 417)
(2) Arnold Toynbee: La Europa de Hitler (pág. 254) Ed. Sarpe 1985.
(3) Arnold Toynbee: La Europa de Hitler (pág. 292) Ed. Sarpe 1985
(4) Arnold Toynbee: La Europa de Hitler (pág. 290) Ed. Sarpe 1985
(5) Steven J. Zaloga: The Atlantic Wall (I) (pág. 2) Osprey Publishing 2007.