Stalin sondea a Hitler
Publicado: Mié Ene 03, 2007 5:22 pm
Hola a Todos:
Andreas Hillgruber en su libro "La segunda guerra mundial, objetivos de guerra y estrategia de las grandes potencias" menciona que cuando entre el 12 y el 16 de agosto de 1942 Churchill confirmó en Moscú que los aliados no desembarcarían en Francia y en su lugar lo harían en el norte de África, Stalin en lugar de tranquilizarse por las razones expuestas por Churchill vio confirmada su impresión de que los aliados temían y a la vez evitaban intervenir con todas sus fuerzas contra Alemania. Si continuaban con esa estrategia, no importaba cuales fueran los motivos concretos, la victoria del ejército rojo en el frente principal se conseguiría con sacrificios tan elevados que al concluir la guerra, la URSS se hallaría totalmente agotada, mientras los EEUU serían con gran diferencia la potencia imperialista más fuerte y se hallaría en condiciones de dictar la paz. Así pues, a pesar de la guerra de exterminio de los nazis contra la URSS, Stalin movido de nuevo por su pragmatismo, y porque no decirlo, en este caso por unas ideas bastante realistas y sensatas, decidió explorar la vía del acuerdo con Alemania para volver a la composición de fuerzas existente en 1939/41. Estos fueron sin duda los motivos fundamentales para los sondeos de paz intentados por Stalin desde diciembre de 1942, hasta septiembre de 1943.
No deja de ser irónico que mientras los aliados formulaban en Casablanca su fórmula de rendición incondicional, que en parte estaba destinada a aplacar la desconfianza de Stalin, éste estuviese intentando negociar con Hitler e incluso tras su adhesión a esta fórmula en mayo de 1943 prosiguiera con sus sondeos.
Helmut Heiberr, H. von Kotze y H. Krausnick en su libro "Hitler habla el führer" manifiestan que los rusos exploraron el terreno para la negociaciones con Alemania, en el invierno de 1942/43, y nuevamente en el verano de 1943. Los rusos querían salir cuanto antes del conflicto para prepararse al inevitable enfrentamiento con las potencias capitalistas y por otro lado veían con creciente temor una posible amenaza china a sus fronteras orientales, finalmente todo quedó en nada porque Hitler pensaba más en los riesgos que en los beneficios derivados de una negociación.
Liddell Hart en su libro "historia de la II guerra mundial" dice que en la primavera de 1943 se reunieron Ribbentrop y Molotov en Kirovograd para discutir un final del conflicto. Los militares alemanes presentes en la reunión en calidad de consejeros técnicos afirman que Ribbentrop exigía que la frontera rusa se extendiera a lo largo del Dnieper, mientras Molotov no aceptaba nada que no fuera el retorno a las antiguas fronteras, lo que dio al traste cualquier negociación ulterior, y cuando la reunión se filtró a los aliados occidentales el asunto quedó olvidado.
Joachim Fest en "Hitler una biografía" tras ofrecer las mismas razones que Andreas Hillgruber para el acercamiento de Stalin nos dice que la propuesta se concretó por parte rusa en septiembre de 1943, sobre la base de las fronteras de 1941, manos libres en los asuntos de los estrechos y una amplia base de cooperación económica, manteniendo en Estocolmo al antiguo embajador en Berlin, Vladimir Dekanozov, desde el 12 al 16 de septiembre para un intercambio de ideas. Hitler se negó a cualquier posibilidad de negociación viendo en ello sólo una maniobra táctica por parte de Stalin, aunque las intenciones reales de Moscú siguen sin haber sido clarificadas hasta hoy día. A Ribbentrop que era partidario del acercamiento le contestó: "Sepa usted, Ribbentrop, que si hoya llegase a un acuerdo con Rusia, mañana volvería a atacarla; yo no puedo ser de otra forma". A mediados de septiembre le dijo a Goebbels que el momento escogido para los contactos políticos era sumamente desafortunado y que sólo podría negociar con posibilidades de éxito tras una victoria militar decisiva. ¿Quizás si Kursk hubiese salido medianamente bien?
David Irving en "la guerra de Hitler", nos cuenta que Ribbentrop había vuelto a efectuar sondeos ante los rusos durante el mes de agosto, y que su enviado Peter Kleist informó el día 10 de septiembre a Ribbentrop en la guarida del lobo, que había sabido a través de su contacto en Suecia, Edgar Klaus, que Vladimir Dekanozov acudiría el 12 de septiembre a Estocolmo con intención de entrevistarse con un enviado alemán. Según Ribbentrop, Hitler se mostró propicio a ello, llegando a trazar sobe un mapa una posible línea de demarcación, pero al anochecer tenía dudas, y al día siguiente cambió de opinión.
De lo visto anteriormente parece que Hitler dejó pasar el que bien pudiera haber sido su último tren, donde le llevaría es algo que no podemos saber, pero es difícil que fuese peor, (al menos para él), de lo que en realidad fue.
Saludos
Andreas Hillgruber en su libro "La segunda guerra mundial, objetivos de guerra y estrategia de las grandes potencias" menciona que cuando entre el 12 y el 16 de agosto de 1942 Churchill confirmó en Moscú que los aliados no desembarcarían en Francia y en su lugar lo harían en el norte de África, Stalin en lugar de tranquilizarse por las razones expuestas por Churchill vio confirmada su impresión de que los aliados temían y a la vez evitaban intervenir con todas sus fuerzas contra Alemania. Si continuaban con esa estrategia, no importaba cuales fueran los motivos concretos, la victoria del ejército rojo en el frente principal se conseguiría con sacrificios tan elevados que al concluir la guerra, la URSS se hallaría totalmente agotada, mientras los EEUU serían con gran diferencia la potencia imperialista más fuerte y se hallaría en condiciones de dictar la paz. Así pues, a pesar de la guerra de exterminio de los nazis contra la URSS, Stalin movido de nuevo por su pragmatismo, y porque no decirlo, en este caso por unas ideas bastante realistas y sensatas, decidió explorar la vía del acuerdo con Alemania para volver a la composición de fuerzas existente en 1939/41. Estos fueron sin duda los motivos fundamentales para los sondeos de paz intentados por Stalin desde diciembre de 1942, hasta septiembre de 1943.
No deja de ser irónico que mientras los aliados formulaban en Casablanca su fórmula de rendición incondicional, que en parte estaba destinada a aplacar la desconfianza de Stalin, éste estuviese intentando negociar con Hitler e incluso tras su adhesión a esta fórmula en mayo de 1943 prosiguiera con sus sondeos.
Helmut Heiberr, H. von Kotze y H. Krausnick en su libro "Hitler habla el führer" manifiestan que los rusos exploraron el terreno para la negociaciones con Alemania, en el invierno de 1942/43, y nuevamente en el verano de 1943. Los rusos querían salir cuanto antes del conflicto para prepararse al inevitable enfrentamiento con las potencias capitalistas y por otro lado veían con creciente temor una posible amenaza china a sus fronteras orientales, finalmente todo quedó en nada porque Hitler pensaba más en los riesgos que en los beneficios derivados de una negociación.
Liddell Hart en su libro "historia de la II guerra mundial" dice que en la primavera de 1943 se reunieron Ribbentrop y Molotov en Kirovograd para discutir un final del conflicto. Los militares alemanes presentes en la reunión en calidad de consejeros técnicos afirman que Ribbentrop exigía que la frontera rusa se extendiera a lo largo del Dnieper, mientras Molotov no aceptaba nada que no fuera el retorno a las antiguas fronteras, lo que dio al traste cualquier negociación ulterior, y cuando la reunión se filtró a los aliados occidentales el asunto quedó olvidado.
Joachim Fest en "Hitler una biografía" tras ofrecer las mismas razones que Andreas Hillgruber para el acercamiento de Stalin nos dice que la propuesta se concretó por parte rusa en septiembre de 1943, sobre la base de las fronteras de 1941, manos libres en los asuntos de los estrechos y una amplia base de cooperación económica, manteniendo en Estocolmo al antiguo embajador en Berlin, Vladimir Dekanozov, desde el 12 al 16 de septiembre para un intercambio de ideas. Hitler se negó a cualquier posibilidad de negociación viendo en ello sólo una maniobra táctica por parte de Stalin, aunque las intenciones reales de Moscú siguen sin haber sido clarificadas hasta hoy día. A Ribbentrop que era partidario del acercamiento le contestó: "Sepa usted, Ribbentrop, que si hoya llegase a un acuerdo con Rusia, mañana volvería a atacarla; yo no puedo ser de otra forma". A mediados de septiembre le dijo a Goebbels que el momento escogido para los contactos políticos era sumamente desafortunado y que sólo podría negociar con posibilidades de éxito tras una victoria militar decisiva. ¿Quizás si Kursk hubiese salido medianamente bien?
David Irving en "la guerra de Hitler", nos cuenta que Ribbentrop había vuelto a efectuar sondeos ante los rusos durante el mes de agosto, y que su enviado Peter Kleist informó el día 10 de septiembre a Ribbentrop en la guarida del lobo, que había sabido a través de su contacto en Suecia, Edgar Klaus, que Vladimir Dekanozov acudiría el 12 de septiembre a Estocolmo con intención de entrevistarse con un enviado alemán. Según Ribbentrop, Hitler se mostró propicio a ello, llegando a trazar sobe un mapa una posible línea de demarcación, pero al anochecer tenía dudas, y al día siguiente cambió de opinión.
De lo visto anteriormente parece que Hitler dejó pasar el que bien pudiera haber sido su último tren, donde le llevaría es algo que no podemos saber, pero es difícil que fuese peor, (al menos para él), de lo que en realidad fue.
Saludos