HISTORIA DE LA FLOTA DE SUPERFICIE ALEMANA EN LA II WW

Flotas de superficie. Navíos de guerra.

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Pavía
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HISTORIA DE LA FLOTA DE SUPERFICIE ALEMANA EN LA II WW

Mensaje por Pavía » Sab Ene 16, 2010 11:18 am

Pavía desde su base operacional de Ciaño.

9.- LA BATALLA DE NORUEGA: UN COMIENZO IMPREVISTO

Madrugada de 8 de abril el destructor británico Glowworm navega entre grandes olas escoltando al Renown Un inesperado golpe de mar lanza a uno de sus hombres por la borda. Las alarmas del buque se encienden, y después de avisar con señales luminosas, detiene su rumbo para buscar al hijo perdido, cual si fuera un ballenero de sempiterna novela.
La labor le lleva demasiado tiempo, así que cuando trata de volver a su posición la labor es imposible. Entre las altas olas, que amenazan con tragarse el pequeño casco del destructor, no se ve rastro de su formación de combate. G. Broadmead Roope, capitán de corbeta al mando de destructor, desiste de forzar las máquinas al quedar varias veces con las hélices fuera del agua y dar unos peligrosos bandazos su navio. Hay noches para correr y noches para andar. Modera a unos 18-20 nudos y sigue singladura.
Por su parte catorce destructores alemanes, por tanto a cazadores de montaña austriacos, avanzan todo lo rápido que les permiten las aviesas condiciones del mar camino de Narvik. Tienen un horario que cumplir sino no quieren que las baterías de 210 mm que defiende el puente se encuentran esperándoles con las bocas cargadas y los servidores con el dedo en el gatillo. Es más que posible que la gran mayoría de los soldados austriacos sea la primera vez que se enfrentan a la mar, y muchos de ellos están deseando que sea la última. Los alemanes también han perdido varios marineros por la borda, pero hay órdenes estrictas que cumplir y son abandonados a su suerte, descender al frío fondo del océano, donde sus huesos descansarán hasta que el mundo cambie.
Las inevitables averías surgen en estas extremas condiciones, y dos de los destructores alemanes se han quedado atrás, más hijos perdidos en la noche. Son precisamente estos dos buques quienes se tropiezan al oeste de Trondheim con el Glowworm, que navega con un retraso de unas 150 millas respecto a su grupo de combate original. El británico, tras preguntar por la identidad de los buques, hace fuego al no encontrar respuesta. El primero de los destructores alemanes, cargados de soldados, opta por evitar el combate, mientras el segundo, que navega más al sur, entabla combate solicitando de paso ayuda al almirante Lütjens.
El destructor británico hace lo propio y el almirante Forbes destaca el Repulse, al crucero Penélope y cuatro destructores a toda la velocidad posible… pero se hayan a más de 300 millas, siendo enviados por tanto a una misión inútil. También el Renown y su grupo empiezan a virar hacia al sur para ayudar a los canmaradas, pero los británicos empiezan a comprender que realmente un grupo alemán debe ir camino de Narvik, por lo que reciben orden de unirse al oeste de Bödo con ocho destructores que estaban en labores de minado.
Los alemanes, por su parte, destacan al Hipper. El gran crucero alemán invirtió rumbo y forzó máquinas. En tan solo una hora sus serviolas descubren al solitario destructor británico, que mantiene un esporádico encuentro con su contraparte alemana. Las piezas de 203 mm del ADmiral Hipper dan un nueva dimensión a la batalla que se libra.
El destructor inglés, enzarzado en un combate superior a sus fuerzas, no va a poder librarse de sus adversarios, así que hace honor a toda la alrga tradición marinera de su país. Con un valor digno de tal tradición lanza sus torpedos contra el crucero pesado alemán, recibiendo dos graves impactos casi de inmediato. Los británicos lanzan una cortina de humo y se esconden en ella. Los alemanes no van a dejar escapar a la presa, así que tal vez imprudentemente el Hipper se mete de lleno en la bruma artificial para darse casi de bruces contra el pequeño buque británico.
El capitán Broadmead Roope, sin torpedos, viendo perdido su buque, asume su responsabilidad en la guerra, y ordena lanzar su que a toda máquina disparando armas contra el poderoso navío alemán. Una carrera suicida en busca de un postrer abordaje que deje tocados a los alemanes. 1.345 Tn por parte británica, 14.260 por parte alemana.
En una maniobra digna del mejor piloto los británicos evitan la proa alemana y aciertan, casi en vuelta encontrada, contra el crucero. El sonido de las planchas al quebrase es estremecedor. Han acertado por debajo de la parte blindada, y más de 40 metros de abertura abren el casco alemán.
Pero los británicos pagan un gran precio, totalmente destrozado por la colisión el pequeño pero valiente destructor se va rápidamente al fondo, y solo 40 de los 145 hombres de su tripulación son rescatados, entre ellos no se cuenta su valiente capitán Roope.
Pero el crucero alemán también está muy tocado, embarcando 530 Tn de agua, perdiendo siete tanques de petróleo, con una escora aproximada de 5º a estribor.

Como anécdota decir que la bizarra actuación del destructor británico solo sería conocida después de la guerra, siendo concedida la Cruz Victoria a título póstumo a su capitán Broadmead Roope.

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Mensaje por Pavía » Dom Feb 07, 2010 1:06 pm

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10.- LA BATALLA DE NORUEGA: LOS ALEMANES SE CUELAN EN NARVIK

A estas alturas del evento los británicos ya debían de tener una idea bastante aproximada del cuadro operacional en la zona. Además habían sumado el hundimiento del transporte alemán Río de Janeiro por parte del submarino de origen polaco Orzel. Sin embargo, aunque parezca increíble dada su superioridad, hicieron poco más que nada.
El grupo Renown comete uno de los errores más graves de la campaña. Inadvertidamente se encuentra en situación de entrar en el fiordo de Narvik, ganando por la mano a los alemanes, El vicealmirante Withworth cuenta con un crucero de batalla y 9 destructores, pero la conjunción de desconocer el potencial enemigo, la cercanía de la noche, el temor a el propio campo de minas recién barrado, los faros apagados, el mal tiempo… llevan a Withworth a tomar la decisión de entrar en el fiordo cuando las condiciones mejoren
Sin embargo los destructores del comodoro Bonte no serán tan timoratos, penetrando en el fiordo y tomando Narvik los hombres en ellos embarcados.
En Narvik dos antiguos buques noruegos guardacostas el Aisvold y su gemelo norge (3.500 Tn, 2 de 210mmm, 6 de 152mm, 8 de 76mm, 2 de 47mm), han recibido órdenes de enfrentarse a cualquier invasor no británico. Sus comandantes tienen noticias de los combates iniciados en Oslo. Una “embajada” alemana llega hasta ellos en un bote intentando que se rindan sin presentar batalla… pero, como si de una batalla medieval se tratara, los noruegos informan, tras deliberar, de su intención de resistir. Todo esto mientras los alemanes han ido tomando posiciones ventajosas. Así, desde el destructor Heidkamp se lanza un torpedo que acierta de lleno en el viejo Aiswold, que se va al fondo rápidamente después de invertirse… de más de doscientos valientes marinos apenas sobreviven 10.
Al poco el Nogue abre fuego y, a pesar de las reducidas distancias, falla todos sus disparos. Un nuevo torpedo alemán es lanzado alcanzando de lleno al buque que, imitando a su hermano, se va al fondo rápidamente, como con prisa, muriendo de nuevo casi toda la tripulación.

Pero no todo en plan alemán sale bien… Los barcos que debían aprovisionar a sus destructores para que estos salieran inmediatamente a la mar se retrasan. Solo uno de ellos ha llegado, por lo que la flotilla de destructores no pede hacerse a la mar para volver a la patria a la sombra de la maniobra de sus propios acorazados. Esto tendrá nefastas consecuencias.

En tierra las tropas alemanas no han tenido, de momento problemas para ocupar el puerto… pero eso no tardaría en cambiar, entablándose una de las batallas más duras de la campaña… pero eso es harina de otro costal, que no entra en este artículo.

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Mensaje por Knight » Sab Feb 13, 2010 5:15 pm

Pavía, me encanta leer tus artículos de la Flota de Superficie Alemana, me resultan super amenos :sgm120:

Un Saludo Compañero.

David.
Todas las fotos son de piezas de mi colección si no digo lo contrario.
[img]http://i94.photobucket.com/albums/l95/hartmann_/52.jpg[/img]
[img]http://i94.photobucket.com/albums/l95/hartmann_/41.gif[/img]

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Mensaje por Pavía » Mar Feb 16, 2010 12:00 pm

Pavía desde su base operacional de Ciaño.

11.- LA BATALLA DE NORUEGA: SCHARNHORST Y GNEISENAU EN ACCIÓN

Tras dar cobertura a los destructores de Narvik el Scharnohorst y Gneisenau, enviados a jugar al gato y al ratón, viran antes de llegar a las Lofoden, bajando a 12 nudos su rápido andar. Sin embargo este suave giro haría que el “gato encontrara al ratón”, ya que el grupo del Renown aproa hacia ellos, con lo que la amanecida del día 9 prometía traer emociones para todos.
Cuando los serviolas divisan a los dos buques alemanes al principio creen vérselas con un acorazado y un crucero (debido a los cambios en la línea de la proa del Scharnhorst). Por su parte los alemanes están ciegos, ya que los británicos salen de entre nubes bajas de tormenta, recibiendo las primeras noticias con el aterrador sonido de las granadas británicas de 780 kg de los cañones de 38 1mm del Renown, que levantan enormes piques a menos de 400 metros de ambos buques germanos.
La reacción alemana no se hace esperar: suenan las alarmas, se aumenta la velocidad y se busca frenéticamente a los enemigos en el horizonte nublado. Son localizados gracias a los fogonazos de sus propios disparos.
Por su parte los británicos dividen el fuego entre ambos buques: la artillería principal de 381 mm (6 bocas) se centra en el Gneisenau, donde los minutos trascurren angustiosamente, mientras las piezas secundarias de 114 mm (20 bocas) apuntan hacia el Scharnohorst, que debido a la gran distancia ni se acercan, por lo que este buque alemán puede respirar más tranquilo que su gemelo.
Lo peor para los alemanes fue el escaso calibre de sus cañones en comparación (280 mm, lo que era ciertamente ridículo), y el poco peso por tanto de sus proyectiles, 314 kilos. Aunque esto quedaría compensado al poco por sus mejores direcciones de tiro y la rapidez con que los cañones alemanes se podían recargar. En cualquier caso no era una circunstancia halagüeña. También hay que reseñar que los buques alemanes estaban mejor blindados que su contraparte en este mortal juego y eran más rápidos. A pesar de todo sumando el peso por andanada de ambos buques gemelos nos da 5.650, mientras el Renown por el solito sumaba 5.232 kg.
Pero Lütjens no quiere arriesgar sus buques en un encuentro tan equilibrado, más que nada porque no es esa su misión, con lo que ordena los correspondientes cambios de rumbo y aumento de velocidad para romper contacto. Sin embargo antes de terminar el encuentro el Renown se llevaría un mal recuerdo de sus contrapartes, llevándose al menos dos impactos directos. Por su parte el Gneisenau recibió un impacto nada más y nada menos que en la central general de tiro, destrozándola, lo que dejaba toda su artillería fuera de acción durante unos angustiosos minutos. De no ser por su mayor velocidad y la presencia de su gemelo aquel hubiera sido su último acto. Pero aún habría de recibir dos impactos más.
El almirante Withworth, viendo que sus presas se escapan, forzó su buque a todo su andar, 29 nudos en aquellas condiciones de mar, pero la ventaja de andar de los buques germanos les hace ahora inalcanzables.

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Mensaje por Pavía » Sab Sep 04, 2010 10:25 am

Pavía desde su base operacional de Ciaño.

12.- LA BATALLA DE NORUEGA: WARBURTON-LEE A LO NELSON.

Las noticias sobre la entrada de los buques alemanes en el fiordo de Ofot y la toma de Narvik conmocionan a los británicos, abrumados por las noticias que les llegan desde todos los puertos importantes de los noruegos. A pesar de la evidente superioridad numérica la táctica ofensiva de la Kriesgsmarine ha pillado completamente a contrapié sus contrapartes.
Sin embargo los alemanes están sufriendo pérdidas y en Narvik sus destructores han quedado encerrados al no tener el suficiente combustible para iniciar la vuelta a casa. Pero la cuestión de quién será el gato que entrará a cazar al ratón es espinosa. No en vano en los estrechos pasos del sistema de fiordos donde está enclavado Narvik aguarda un indeterminado número de destructores con sus cañones y torpedos dispuestos.

Para hacernos una pequeña idea del laberinto de fiordos una imagen
Imagen
(sacado de wikipedia.org)

Y un enlace a un mapa google en la actualidad (si alguien sabe de un enlace mejor que me lo envíe, edito estos y lo pongo)
http://maps.google.es/maps?hl=es&source ... CAoQ8gEwAA

El Almirante Forbes y el vicealmirante Withworth dudan de la oportunidad de dar la orden de entrar en el fiordo. El segundo, comandante en la zona, ordena al jefe de la Segunda Escuadrilla de Destructores, capitán de Navío Warburton-Lee se dirija hacia allí y patrulle en la entrada del sistema de fiordos, dándole aviso de la posible presencia de baterías de costa (que por cierto no estaban armadas) y de los dos guardacostas noruegos (que a esas horas dormían en el fondo del fiordo con sus tripulaciones). La orden terminaba con “Sólo usted puede juzgar si en estas circunstancias puede atacar. Respaldaremos cualquier decisión que tome”. Si bien no es un lavarse las manos si que es una orden un tanto confusa.
Pero entonces, saltándose toda la cadena de mando al juzgar que sus almirantes son demasiado timoratos, el Almirantazgo se pone en contacto directo con el jefe de la Segunda Escuadrilla. Withworh se negaba a dar orden de asalto hasta que el crucero Penélope llegara, pero en el Almirantazgo quieren devolver el golpe rápido. Deciden no arriesgar el Renown, y, en vez de dar orden directa a Withworh, da una orden a Warburton-Lee.
Los ingleses desconocen el número exacto de los enemigos que pueden encontrarse en Narvik, así que Warburton-Lee detiene sus buques a la altura de Tranoy, donde recibe información de los noruegos sobre la presencia de 6 destructores en el fiordo y un submarino. Comunica la decisión de atacar al amanecer a los mandos implicados (Almirantazgo, Forbes y Withworth), ninguno de los cuales veta la decisión. Así que los cinco destructores británicos, que se saben en inferioridad aunque no tenga idea de que es de 10 a 5, ponen proa a la batalla.

Por su parte el comodoro Bonte mantiene a cinco de sus destructores en el puerto, mientras el resto aguardan emboscados: tres en el fiordo lateral de Herjangs, en el pequeño pueblecito de Elvegaard, los otros dos en el fiordo de Ballangen. El destructor Roeder, destacado en el puerto de Narvik, realizada la guardia avanzada en el fiordo, pero al amanecer, cumpliendo las órdenes al pie de la letra, se retira hacia el puerto, sin relevo y sin que la visibilidad sea lo suficientemente buena para que en caso de ataque puedan avisar con tiempo los hombres enviados de vigías a tierra.
Un poco más allá de las cinco dos destructores de la formación británica, que sigue totalmente inadvertida, son destacados para entendérselas con las inexistentes baterías de costa, mientras el Hardy con Warburton-Lee, el Hunter y el Havock siguen hacia Narvik, donde los cinco destructores alemanes y su comodoro duermen tranquilamente entre numerosos transportes. La sorpresa alemana fue absoluta, la primera noticia que tuvieron fueron las explosiones de bombas y torpedos. Armas de 120mm, 40 mm y torpedos se abaten sobre los barcos del puerto. El comodoro Bonte, en su camara del Heidekamp fue de los primeros muertos, lo que aumenta la confusión, el buque es alcanzado en un pañol de municiones con la consiguiente catastrófica explosión. El Schemitt también es alcanzado por un torpedo que le parte literalmente por la mitad. EL aquelarre es inmenso, y varios buques mercantes estallan en llamas alcanzados por los proyectiles de los tres destructores británicos. Cuando los alemanes del puerto empiezan a reaccionar llega uno de los destructores destacados a silenciar las baterías de costa, el Hotspur, que ataca a torpedo, hundiendo dos mercantes. Los cuatro buques renuevan el fuego, pero ahora los alemanes responden, aunque debido a que están parados su fuego es poco eficaz, logrando pocos impactos.
Los británicos se reagrupan a la entrada del fiordo de Skojomnes. Warburton-Lee rebosa de ardor guerrero, ha localizado a cuatro de los “seis” destructores enemigos, hundiendo dos y dañando severamente a otros dos. Sus cinco buques apenas presentan daños, y sus hombres permanecen confiados. Así que, en base a los datos con los que tiene, decide lanzarse de nuevo al asalto de Narvik, sin duda la imagen de Nelson y de toda la tradición marinera de su país llena la mente de este valiente capitán.
En el puerto el sordo bramido de los cañones vuelve a oírse, soltando el Hostile su carga de torpedos (a partir de aquí ningún destructor británico contará cone ste arma). El Roedor alemán es gravemente averiado, varando el buque en el muelle de correos, y también es seriamente alcanzado por varias bombas el Thiele. Por fin los británicos, escasos de municiones y sin torpedos, se retiran, dejando Narvik como un escenario de los infiernos de Dante.
Un destructor hundido, el Heidekamp camino de hundirse, dos destructores más fuera de combate, siete mercantes y un pequeño guardacostas hundidos, 6 mercantes más en llamas luchando por no irse al fondo, tres muelles dañados es el balance del ataque. Warburton-Lee y sus hombres, sin duda satisfechos, inician la retirada… pero su suerte, buscada desde la valentía, está a punto de agotarse. Warburton-Lee tendrá el mismo fin que Nelson, la muerte en combate.


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Mensaje por Montefusco » Jue Dic 30, 2010 5:18 am

Veo que te quedaste corto cuando te faltaron casi cuatro años de operaciones continuadas (porque se puede decir que la historia de las grandes unidades de la kriegsmarine termina con el hundimiento del Scharnhorst, aunque las operaciones en el báltico en 1944-'45 también merecen ser relevadas). Sin embargo hay q comentar que finalmente la flota de superficie alemana optó por la dirección correcta: dado que no podía disputar el dominio del mar a la Royal Navy (peor cuando contaba con el apoyo de las armadas francesa primero y estadounidense después), su unica opción era ser una flota corsaria, interrumpir en todo lo que pudiera las lineas de suministro navales a las islas británicas. Ya la flota del kaiser intentó durante 25 años igualarse a la británica y no lo logró, finalmente su aporte fue mucho menor que la de la flota del III Reich que evitando el combate directo les causó demasiados quebraderos de cabeza a los ingleses y exigió la movilización de fuerzas desproporcionadas para contener la amenaza de los buques alemanes (caso Bismarck y Tirpitz). Dudo que el plan Z hubiera cambiado tanto las cosas como para que Raeder plantee su estrategia de otra forma, tomando en cuenta que en esos tres o 4 años británicos y franceses hubieran incrementado también su poderío naval.

Queda en discusión si la Kriegsmarine se "quemo" demasiado pronto en Rheinubung que fue lanzada con precipitación por imperativos "pollíticos" más que tácticos o estratégicos, si el concentrarla en Noruega fue un error o acierto (en mi opinión fue correcto porque se la ubicó en el único teatro en el que podía tener influencia estratégica a partir de 1942) y en fin, si pudo hacer más, a sabiendas que la pérdida de los grandes buques era inevitable.

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tigre
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Re: HISTORIA DE LA FLOTA DE SUPERFICIE ALEMANA EN LA II WW

Mensaje por tigre » Mar Mar 17, 2020 2:22 pm

Hola a todos :D; otro fragmento..............................

Las primeras bajas de la Kriegsmarine en la Segunda Guerra Mundial - Septiembre de 1939.

Las primeras bajas de la Armada en la Segunda Guerra Mundial provinieron del crucero ligero Emden. Como parte de un ataque de bombarderos británicos el 04 de septiembre de 1939, nueve marinos murieron y 20 resultaron heridos.

Gerhard Koop escribe sobre este incidente en su libro "Emden - Un nombre - Cinco buques":

El 04 de septiembre, un total de diez bombarderos medianos Blenheim, que pertenecían a los Esciadrones 110 y 107 del "Comando de Bombarderos de la RAF", intentaron atacar buques de guerra en Wilhelmshaven. El Panzerschiff Admiral Scheer que yacía fondeado en la rada fue alcanzado por tres bombas, que felizmente no detonaron. Un avión fue derribado en el ataque.

No se anotó ningún impacto en la aproximación posterior, pero cuatro de los cinco atacantes se estrellaron, uno tan desafortunadamente que casi cayó sobre el Emden en el Gran Puerto. El avión cayó entre el castillo de proa y la pared del muelle. Después de todo, el daño fue tan grande que el crucero tuvo que llorar nueve muertos y 20 heridos. Según un antiguo tripulante, siete hombres murieron inmediatamente, y dos hombres más murieron poco después debido a sus heridas. (Debajo, entierro de los tripulantes caídos).

Imagen

Imagen

Fuente: https://www.bgef.de/dieschiffe/emdeniii ... -wwii.html

Saludos. Raúl M 8).
Irse a pique, antes que arriar el pabellón. Alte G. Brown.

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