Ambos buques fueron incapaces de neutralizar a los escoltas de dicho convoy, cinco destructores que mantuvieron a raya a ambos cruceros durante cuatro horas hasta la llegada de cruceros británicos que los obligaron a retirarse lo que no deja de ser un borrón en la carrera de ambos buques alemanes.
Lo del Scharnhorst decir que participó en la batalla del cabo Norte de un modo podríamos llamar casual pues a duras penas y dando ciertas concesiones consiguió que Hitler le permitiera enviarlo a Noruega y que no acabara en el Báltico,
Sabido es que las intenciones de Hitler era desguazar sus buques capitales y usar sus baterías principales para situarlas como defensas costeras, los buques enviados al Báltico fueron usados como baterías flotantes contra objetivos terrestres.
En un apartado de éste foro se habla sobre Raeder y Dönitz y para saber un poco más sobre determinadas decisiones te pongo el enlace y una cita para que todos podamos entender un poco más la "idiosincrasia" de la Kriegsmarine
Tomado de éste enlace la cita que va a continuación del mismo
viewtopic.php?f=24&t=9808" onclick="window.open(this.href);return false;
minoru genda escribió:Gracias Andrés, pero no, mi visión es eso mi visión y es lo que yo interpreto por tanto es tan válida y amplia como la tuya o la de cualquier otro.Andrés Darío Cardozo Höhn escribió:Bueno, he estado esperando una respuesta, pero lo cortés no quita lo valiente, así que voy yo de nuevo.
En primer término, quiero reconocer que estoy de acuerdo con casi todo, prácticamente todo, lo que ha manifestado minoru. Él tiene una visión más amplia, más completa, más abarcante y por lo tanto más precisa sobre el conflicto y sus comienzos.
En segundo lugar, diré porqué elegí a Raeder por sobre Doenitz, siendo éste un gran almirante y, sobre todo, un estratega eficiente. Me quedo con Raeder porque fue el único que se atrevió a enfrentar a Hitler y decirle que sus planes estaban equivocados. Luego, al no estar de acuerdo, y no conseguir cambiar el pensamiento y los planes de Hitler, dimitió, y no recuerdo si en esto también fue el único, creo que sí. Esto no era poca cosa, no era fácil. Habría que tener carácter, personalidad y otras cualidades más para enfrentar a Hitler y encima dejarlo.
Doenitz asumió el mando de la Kriegsmarine en un momento de ocaso y en tales condiciones no era mucho lo que podía hacer.
Un fuerte abrazo, minoru, y saludos a los amigos del Foro.
En realidad no es descabellado elegir a Raeder del mismo modo que tampoco lo es elegir a Dönitz ambos tuvieron sus luces y sus sombras, ambos en cierto modo y en mayor o menor medida estuvieron supeditados a los deseos de Hitler. Una de las razones que se han esgrimido es que Raeder fue mando supremo de la Kriegsmarine cuando todo eran éxitos, pero si se analizan esos éxitos vemos que es el arma submarina (la U-bootwaffe) la que más se lleva y vemos que el mando de la U-bootwaffe recaia entonces y después sobre Dönitz que era quien tomaba las decisiones en ese terreno tanto tácticas como estratégicas. Dönitz fue el precursor o defensor de la táctica de manadas de lobos y todos sabemos que esa táctica era temible. Pero además tenemos que fue capaz de convencer a Hitler para conseguir verdaderos submarinos aunque esa autorización llegó demasiado tarde y vemos que el tipo XXI y el proyecto de los tipo XXVI, que hubieran sido quizás el arma definitiva, llegaron demasiado tarde.
Lo mismo pasó con unidades de la Luftwaffe o de la Whermacht que fueron dotadas de nuevo armamento demasiado tarde.
Se perdió demasiado tiempo, material y dinero en proyectos sin futuro o en proyectos del futuro pero sin él y no se dedicó a desarrollar y construir material mucho más práctico y útil.
En fin que a Hitler solo le preocupaba ganar la guerra aunque fuera a pedradas.
Durante la guerra sabemos que hubo proyectos absurdos por ambos bandos pero los alemanes pueden llevarse la palma.
Bueno sería en algún momento hablar entre todos de esos proyectos y aportar datos.
Por ejemplo en el campo naval decir que Hitler era partidario de proyectos "faraónicos" le encantaba tener enormes acorazados con grandes cañones con un gran alcance capaces de destruir cualquier cosa. De hecho una de sus aficiones era dibujar buques de guerra dotados de enormes cañones. De Raeder podemos decir que tras sacar parcialmente el plan Z
adelante (no tuvo tiempo suficiente y quedó incompleto por las veleidades de Hitler) al empezar la guerra y hasta que fue cesado, y tal y como tú Andrés comentas tuvo muchas discrepancias con él porque una de las frecuentes "reflexiones" de Hitler era desguazar los grandes buques de superficie y destinar sus piezas de artillería a la defensa de las costas.
Lo mejor de todo es que tras la destitución de Raeder, a petición propia, Dönitz consiguió convencer a Hitler de que los grandes buques no debían ser desguazados. Para ello tuvo que hacer algunas concesiones y propuso dar de baja a los cruceros ligeros Leipzig y Köln y al crucero pesado Admiral Hipper dejar el Gneisenau sin reparar y transferir el Admiral Scheer, el Lützow y los cruceros Emden y Prinz Eugen al Báltico como flota de entrenamiento. Incluso parece ser que Hitler en un arranque de cinismo apuntó a que, "algunas de las tripulaciones podrían ser utilizadas como carne de cañón llegado el momento".Dönitz también consiguió que los acorazados Scharnhorst, que se encontraba en el Báltico, y Tirpitz permanecieran en Noruega. Comentar que por otra parte Dönitz también consiguió que Hitler para futuras batallas navales permitiera que los capitanes de buques capitales actuaran según las circunstancias o el criterio de los mismos (recordar que el Bismarck tenía unas órdenes concretas y eso posiblemente condicionó su modo de operar y por tanto su final)
De todos modos Hitler se despidió de Dönitz tras hacerle esas concesiones renunciando con ello a sus propósitos con la siguiente frase:
"Volverá aquí y admitirá que yo tenía razón"