Ellis, Barbarossa 1941

Preguntas, dudas, comentarios sobre bibliografía

Moderador: David L

Responder
Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9911
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Ellis, Barbarossa 1941

Mensaje por José Luis » Sab Dic 05, 2015 5:47 pm

¡Hola a todos!

Frank Ellis, Barbarossa 1941. Reframing Hitler's Invasion of Stalin's Soviet Empire (Lawrence, Kansas: University Press of Kansas, 2015).

Los comentarios que siguen se ciñen exclusivamente al prólogo que Ellis hace a su libro y a la sección bibliográfica. No he leído el libro y probablemente no lo lea en mucho tiempo, pues tengo otras lecturas pendientes mucho más interesantes para mí. Sin embargo, dado que el prólogo me ha llamado la atención de forma asombrosa, no he podido resistirme a hacer las siguientes observaciones.

Con tantos libros, académicos y populares, publicados sobre la operación Barbarroja, Ellis hace la pregunta retórica de ¿por qué se requiere otro estudio?, respondiendo a continuación que el motivo es esencialmente una cuestión de material de fuentes. Dice que una gran parte de su libro está basada en una serie de documentos soviéticos que fueron desclasificados parcialmente desde 1991 hasta la actualidad. En concreto, cita los volúmenes de Organy gosudarstvennoi bezopasnosti SSSR v Velikoi Otechestvennoi voine, en particular los que cubren la segunda mitad de 1941 -esto es Nachalo 22 iiunia-31 avgusta 1941 goda (2000), Nachalo 1 sentiabria-31 dekabria 1941 goda (2000)- y la primera mitad de 1942, es decir Krushenie "Blitzkriga" 1 ianvaria-30 iiunia 1942 goda (2003), así como también los dos volúmenes de documentos relacionados con el periodo anterior e inmediatamente posterior al 22 de junio de 1941, contenidos en 1941 god (1998).

Escribe Ellis que, pese a que dicho material ha estado a disposición de los especialistas durante más de una década, no conoce ningún estudio de los problemas centrales asociados con Barbarroja (como las valoraciones de la inteligencia soviética, la diplomacia nazi-soviética y las operaciones del NKVD) basado en un análisis sistemático y detallado de los volúmenes arriba citados. Y acto seguido dice que en los capítulos 3, 4 y 5, intentará remediar esta deficiencia.

Bien, debo decir que hay numerosos historiadores que han hecho un amplio uso de ese material citado por Ellis, pero obviamente no se han limitado a manejar esos volúmenes como única fuente de su investigación, sino que, afortunadamente, han examinado otras fuentes primarias de los archivos rusos (en este caso de fuentes rusas). Parece evidente que Ellis desconoce esos trabajos, pues están ausentes en su bibliografía. Por citar sólo algunos, el Stalin's Wars. From World War to Cold War, 1939-1953 (2006) de Geoffrey Roberts; el Near and Distant Neighbors. A New History of Soviet Intelligence (2015) de Jonathan Haslam; el Thunder in the East (2005) de Evan Mawdsley; el 1939: The Alliance that Never Was and the Coming of World War II (1999) de Michael Jabara Carmey; o, por finalizar, el Grand Delusion. Stalin and the German Invasion of Russia (1999) de Gabriel Goredetsky. Ninguno de estos autores aparerce en su bibliografía.

Sigue Ellis diciendo que las relaciones diplomáticas germano-soviéticas entre 1939 y 1941 han sido tratadas en detalle por Gerhard Weinberg en Germany and the Soviet Union, 1939-1941 (1954), aunque subraya que, como el propio Weinberg reconoce, sus fuentes descansan en gran parte sobre la base de fuentes alemanas. El “en gran parte sobre la base” (“largely on the basis”) sobra -salvo que se aplique a otras fuentes no alemanas, pero no soviéticas-, pues Weinberg no utiliza una sola fuente primaria soviética en ese estudio de 1954. Él mismo lo comenta en su prólogo:

The relations between Germany and Soviet Russia in the years 1939 to 1941...They are related here largely on the basis of German sources. There are, of course, the foreign policy speeches of Stalin and Molotov, the communiqués and notes published in the Soviet press, and the Soviet notes and memoranda given to the Germans. There are also the actions of the Soviet themselves; but these, as well as the talks of Soviet diplomats with German officials, come to us mainly through the accounts of others.

Todo esto es lógico, pues cuando Weinberg preparó su estudio (primeros años de la década de 1950), el material de archivo soviético estaba cerrado a los historiadores occidentales.

Pero continuemos con Ellis. Escribe que los documentos soviéticos disponibles desde 1998 permiten que se llenen ciertas lagunas que existían desde la Guerra Fría y más allá. Esta afirmación es ciertamente asombrosa, pues los documentos soviéticos importantes para cualquier estudio de las relaciones y la guerra nazi-soviética comenzaron a estar disponibles ya en 1991. Tanto es así que el mejor estudio que existe en lengua inglesa, a mi juicio, sobre las relaciones nazi-soviéticas de 1940-1941 se publicó en 1999, y es la obra ya referida de Gabriel Goredetsky.

Ahora, siguiendo con el material soviético y su mención a Weinberg, Ellis afirma que es “reseñable” que el autor de uno de los estudios más recientes sobre el Pacto de No-Agresión nazi-soviético de agosto de 1939 no haya “explotado" el detallado material de los dos volúmenes de 1941 god. Se está refiriendo, lo aclara en la sección de notas, a Roger Moorhouse y su The Devil's Alliance. Hitler's Pact with Stalin, 1939-1941 (2014). De hecho, Moorhouse no es que no haya hecho uso de dicho material, sino que no ha hecho uso alguno de ningún material soviético declasificado desde finales de la década de 1980 (y son muchos, muchos más de los que simplemente menciona Ellis). Si uno lee la sección bibliográfica del libro de Moorhouse verá que, al relacionar las fuentes primarias, sólo aparece lo siguiente: un libro de Berezhkov, History in the Making. Memoirs of World War II Diplomacy (Moscú, 1983), las memorias de Khrushchev tituladas Khrushchev Remembers (Londres, 1971), el Mezhdubure (1954) en ruso de Semyon Krivoshein, las memorias del embajador Maisky (Londres, 1967) y las memorias de Zhukov (Moscú, 1985), así como una obra que desconozco de Edward Raczynski, In Allied London (Londres, 1962). Como se puede observar de lo que precede, la investigación de Moorhouse de fuentes primarias soviético-rusas, al margen de memorias antiguas, es del todo inexistente.

Lo auténticamente reseñable es que Ellis sólo haya citado, en lo que a las relaciones diplomáticas nazi-soviéticas de 1939-1941 se refiere, una obra antigua y desfasada (en lo que a la perspectiva soviética se refiere), la de Weinberg, y otra obra cuyo autor no ha hecho una sola investigación de las fuentes de archivo rusas. En cambio, Ellis no dice una sola palabra ni hace referencia alguna a los grandes trabajos que se han hecho en los últimos años sobre las relaciones nazi-soviéticas, como los de los autores que he citado más arriba (hay muchos más autores, por supuesto, como Tedddy Uldricks, Jonathan Haslam, Silvio Pons, etc.), que sí han hecho un uso muy amplio de todo el material de archivo soviético disponible desde 1991. Falta saber si Ellis desconoce este material o ha preferido ignorarlo.

Un último asunto (hay más, pero no no tengo tiempo) que quiero comentar es la inclusión de Ellis en su libro de un capítulo dedicado al famoso manipulador llamado Suvorov. Es el capítulo 8 titulado Viktor Suvorov, the Stalin Attack Thesis, and the Start of World War II, al que Ellis dedica casi 40 páginas. Sobre este capítulo dice Ellis en el prólogo:

The penultimate chapter of this books is dedicated to a detailed analysis of Viktor Suvorov's book Ledokol: Kto nachal vtoruiu voinu? (Icebreaker: Who Started the Second World War?) [1992]. Suvorov is a talented maverick whose views on the origins of World War II have to be taken seriously in order to rebut them.

Que las opiniones de Suvorov hay que tomarlas en serio para refutarlas es algo que ya han hecho varios historiadores (véase http://forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=5&t=10217 ), pero lo que resulta increíble es que Ellis no haya hecho la más mínima referencia a esas refutaciones. Ni una sola mención en su escasa relación bibliográfica (que no llega a las cuatro páginas y media, y es relativamente una muy pobre bibliografía). Ni siquiera ha citado el último repaso, del que yo tenga noticia, con referencia a este tema de Suvorov, que es un artículo de Uldricks titulado Icebreaker Redux: The Debate on Stalin's Role in World War II Continues. Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, Volume 11, Number 3, Summer 2010 (New Series), pp. 649-660, donde Uldricks hace una reseña de cuatro libros de cuatro autores al respecto.

Finalmente, a lo largo del prólogo, Ellis subraya la importancia, según él minusvalorada, que tuvo la política criminal del régimen soviético durante los años de preguerra y en 1940 (los crímenes de Katyn), e incluso la IGM, para comprender la guerra ideológica que Hitler desató contra la Unión Soviética, dando a entender que las raíces de las órdenes criminales de Hitler (vg., el Decreto de Jurisdicción y la Orden de los Comisarios) están en estos crímenes del régimen soviético. Esto resulta todavía más asombroso, y no puedo dejar de sospechar en el autor un voluntario y descarado olvido de la génesis y desarrollo de la política racial nazi. Eso sí, Ellis pretende salvar la ropa al escribir rematando su prólogo:

Finally, so that my interpretation of Unternehmen Barbarossa is not misconstrued, I would like to point out that my view of the German campaign undoubtedly represents, in part, something of a challenge -even a disorienting and threatening one- to the scholarly consensus, especially that which has emerged since the end of the 1970s. This is often an inherent part of writing about history, and for this I make no apologies. However, I hope it is obvious that in highlighting and criticizing aspects of Soviet behavior before, during, and after the war and reexamining the way it has been interpreted, I am not providing an alibi for Hitler and his regime. I merely wish to explain and draw attention to some aspects of Barbarossa that, in my opinion, have not been properly examined.

Para mí nada de lo que dice es obvio, más allá de que Ellis tenga plena legitimidad para exponer y argumentar sus opiniones. Porque tratar de enraizar la guerra criminal que Hitler desató contra la Unión Soviética en 1941 con los crímenes terribles del régimen stalinista durante los años anteriores al comienzo de Barbarroja me parece completamente absurdo. Tan absurdo que bastaría con preguntarle a Ellis: si el barbarismo que Hitler impuso a su invasión de la URSS estuvo predeterminado por la naturaleza “salvaje asiática” y los crímenes del régimen soviético, ¿qué predeterminó entonces el barbarismo que impuso a su invasión de Polonia, auténtico laboratorio de pruebas para los crímenes de guerra y genocidios nazis subsiguientes? ¿Acaso debemos buscar también crímenes horrendos del régimen polaco durante los años anteriores a 1939?

En fin, el prólogo da para muchos más temas, pero mi tiempo no. Dicho lo cual, vuelvo a insistir que mis comentarios se refieren exclusivamente al prólogo. Seguramente habrá en el foro algún compañero que leerá este libro en el futuro y, quizás entonces, tenga la amabilidad de darnos sus impresiones.

Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

Avatar de Usuario
vonHosch
Miembro
Miembro
Mensajes: 68
Registrado: Lun Oct 01, 2012 7:20 pm
Ubicación: Santa Fe, ARGENTINA

Re: Ellis, Barbarossa 1941

Mensaje por vonHosch » Sab Dic 05, 2015 7:24 pm

Se ve interesante. Lastima que mi ingles no sea tan bueno, pero quiza valga el esfuerzo.

Avatar de Usuario
Chepicoro
Miembro
Miembro
Mensajes: 321
Registrado: Dom Ago 24, 2014 8:20 pm

Re: Ellis, Barbarossa 1941

Mensaje por Chepicoro » Mié Feb 10, 2016 12:08 am

Todo sea por vender libros...
José Luis escribió:Dice que una gran parte de su libro está basada en una serie de documentos soviéticos que fueron desclasificados parcialmente desde 1991 hasta la actualidad.
Gracias por tu reseña José Luis, lo había visto anunciado en Amazon y estaba en mi lista de espera, la frase "basada en una serie de documentos soviéticos que fueron desclasificados parcialmente" me sigue enganchando y hubiera caído de no ser por tu reseña... mejor si vivo lo suficiente me espero al día en que los rusos desclasifiquen todo y no sean más "desclasificados parciales".
"No creas todo lo que se escribe en internet" Abraham Lincon

Responder

Volver a “Biblioteca”

TEST