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KURSK. EL RELATO DE FRIEDRICH FANGOHR

Publicado: Dom Ene 15, 2006 6:31 pm
por Medina
Saludos. El siguiente es el tercer capítulo de "Kusk. The German View". En él se narra las operaciones del Cuarto Ejército Panzer. El autor es el General de Infantería Friedrich Fangohr, jefe del Estado Mayor de dicha unidad.

Publicado: Dom Ene 15, 2006 6:44 pm
por Medina
CUARTO EJÉRCITO PANZER.
Por General de Infantería Friedrich Fangohr
Jefe de Estado Mayor, Cuarto Ejército Panzer

Introducción del Editor.
Quizás la contribución más significativa del estudio de posguerra de Kursk –si bien ha sido inalcanzada hasta ahora- fue la afortunada selección por Busse de Friedrich Fangohr para escri-bir el capítulo sobre las operaciones del Cuarto Ejército Panzer. Fangohr escribió solamente otros dos manuscritos para el programa histórico: P-013b (volumen 6) sobre el entrenamiento de los oficiales del Estado Mayor y P-071 (“Región, Clima, Población y Su Influencia sobre el Combate en la Rusia Europea”), que fue después incorporado al estudio de Raus (“Efectos del Clima sobre el Combate en la Rusia Europea”). La atribución de este capítulo a Fangohr es acertada. Primero, era el único miembro de mayor categoría del estado mayor del Cuarto Ejército Panzer para realizar cualquier trabajo para el Ejército Norteamericano (aunque Otto von Knobelsdorff del XLVIII Cuerpo Panzer y Paul Hausser del II Cuerpo Panzer SS produjeron estudios sobre la campaña de 1944 en Francia). Segundo, es obvio del contexto del mismo documento que el autor disfrutó de un acceso personal directo al comandante del ejército Hermann Hoth, y el segmento cubriendo la introducción del autor a la Operación Ciudadela simplemente no puede haber sido escrito por cualquier otro. Así tenemos una valiosa memoria perdida de cierto tipo por un participante clave en la batalla de Kursk.

El mismo Fangohr casi se ha perdido para la historia. Nacido en Hannover el 12 de agosto de 1899, recibió el empleo de teniente en el 129 Regimiento de Infantería el 20 de noviembre de 1917. Retenido en el ejército de posguerra, había ascendido en octubre de 1937 hasta convertirse en comandante y oficial de operaciones de la 13 División de Infantería (Motorizada), puesto que conservó a lo largo de la campaña polaca. El 5 de febrero de 1940, el Teniente Coronel Fangohs se convirtió en oficial de operaciones del XLI Cuerpo Panzer en los Grupos Panzer Kleist y Guderian, donde permaneció a lo largo de la conquista de Francia y la abortada planificación para una invasión de Inglaterra. Casi exactamente un año después (15 de febrero de 1941), Fangohr ascendió para convertirse en jefe de estado mayor del LVII Cuerpo Panzer (con una promoción a coronel el 1 de marzo), el cual fue asignado al 3 Grupo Panzer. Allí, comenzó su relación de trabajo durante la guerra con Hermann Hoth, aunque no fue hasta el 15 de julio de 1942 cuando los dos hombres se convirtieron en estrechos colaboradores, cuando Fangohr se convirtió en jefe del estado mayor del Cuarto Ejército Panzer, una posición que mantendría a lo largo de todas las críticas campañas en el sur, desde el avance inicial hacia Stalingrado hasta la infructuosa batalla defensiva al oeste del Dnepr a mediados de 1944.

El Coronel General Hermann Hoth puede ser mejor descrito como un general panzer en el molde de Heinz Guderian o Erwin Rommel, esto es, él creyó que la guerra móvil no podía ser dirigida efectivamente desde un cuarto de mapas en algún lugar millas por detrás de las líneas de batalla. En el Cuarto Ejército Panzer, anotó F. W. von Mellenthin, “Todos los oficiales superiores, incluyendo los comandantes de cuerpo operando varias divisiones panzer, viajaban en la vanguardia del avance. Incluso el General Hoth estaba más a menudo con las unidades de tanques en cabeza que con su estado mayor, aunque el cuartel general del ejército siempre estaba inconfortablemente cerca del frente”. Este estilo de mando operacional se lograba solamente cuando había un jefe de estado mayor u oficial de operaciones atrás en el cuartel general que tenía la acometividad de actuar en nombre de su comandante cuando era necesario y que disfrutaba de tal confianza implícita por parte de ese comandante de que sus órdenes serían invariablemente sustentadas. Tales oficiales se convirtieron no tanto en la columna vertebral como en la espina dorsal de las operaciones móviles alemanas, y tales oficiales de estado mayor (Theodor Busse, Otto Woehler, Walter Wenck y otros) a menudo surgieron para forjarse reputaciones como comandantes superiores.

Está claro que Fangohr debería de ser incluido en esta categoría. Las memorias de Hoth ponen en claro el grado hasta el cual él confió en su jefe de estado mayor, una imagen que Paul Carell esbozó aún más completamente, e incluso von Manstein comentó sobre las contribuciones de este oficial “admirable”. Aún de muchas formas Fangohr permanece casi invisible, sin ningún sentido discernible de color o personalidad. Las fuentes más ampliamente disponibles, tales como Guderian, von Mellenthin, Fridolin von Senger und Etterlin y otros, omiten cualquier mención a él, si bien todos estos oficiales lo conocían e interactuaron con él de forma regular durante períodos cruciales de la guerra.

Fangohr comenzó su viaje hacia la oscuridad incluso antes de que la guerra terminase. Una vez que Hitler decidió sacar a Hoth del Cuarto Ejército Panzer, caracterizándole como un “pájaro de mal agüero”, los días de Fangohr estaban contados. El 25 de agosto de 1944, aparentemente después de habiendo sido relevado de su puesto algunas semanas antes, Fangohr tomó el mando de la 122 División de Infantería en el Grupo de Ejércitos Norte, alcanzando el mando del I Cuerpo en la bolsa de Curlandia el 20 de enero de 1945. Aparentemente evacuado de ese estratégico lugar apartado a finales de marzo, él escapó del cautiverio soviético, sirviendo durante dos semanas a mediados de mayo como el jefe del estado mayor alemán de enlace responsable para coordinar el desarme e internamiento de los prisioneros de la Wehrmacht tras la rendición en Rheims.

¿Cuáles son los motivos para el penetrante anonimato de un oficial competente? Solamente la especulación es posible en este punto, pero parece haber sido el destino de Fangohr haber servido consistentemente bajo oficiales que atrajeron la furia de Hitler (Hoth y Gustav von Wietershem en el XIV Cuerpo Panzer) o que eran competentes pero no conectaban bien en el mundo de la política militar alemana (Georg-Hans Reinhardt en el XLI Cuerpo Panzer y Friedrich Kirche-ner en el LVII Cuerpo Panzer). Careciendo de un mentor lo suficientemente poderoso, incluso oficiales competentes como Fangohr podían darse por vencidos.

En un sentido personal poco puede ser directamente recabado sobre Friedrich Fangohr del texto que sigue, principalmente porque el trabajo es técnico en naturaleza, y cuando se concentra sobre las contribuciones de cualquier individuo, esa persona es Hoth no Fangohr. En este respecto, el estudio de Fangohr proporciona información sustancial para ensanchar nuestra comprensión del pensamiento y de las acciones del oficial que comandó la punta de lanza panzer del Grupo de Ejércitos Sur en Kursk en un grado incluso más extenso que incluso las propias memorias de Hoth.

Fangohr sostiene fuertemente que el plan operacional de ataque del Cuarto Ejército Panzer provino de Hoth, no de von Manstein, y que Hoth, de hecho, logró convencer al mariscal de campo de cambios sustanciales para las líneas directivas originales establecidas por el OKH. Crítica entre estos cambios es la aseveración de Fangohr de que Hoth siempre había pretendido dirigir al II Cuerpo Panzer SS hacia Prokhorovka para enfrentarse con el Quinto Ejército de Tanques de la Guardia más que avanzar directamente hacia Oboyan y Kursk. La importancia de esta interpretación de la intención de Hoth será discutida en un capítulo posterior.

Durante el curso de la batalla, cuando las decisiones críticas eran tomadas entre el 11 y el 13 de julio, Fangohr revela varios detalles convincentes sobre la relación entre Hoth y von Manstein. En particular, Hoth surge a través de esta narración como consistentemente más agresivo y más operacionalmente flexible que su comandante de grupo de ejércitos. Dada la perspectiva de Fangohr y la obvia lealtad a su propio jefe, esta sección del manuscrito debe ser utilizada muy cuidadosamente. Pero un cuadro consistente comienza a emerger cuando esta información es tomada junto con la de Busse y Raus. El mismo relato de la batalla de Fangohr es detallado hasta el nivel de división, aunque está más bien desprovisto de detalle táctico. Ocasionalmente proporciona retazos de la relación entre Hoth y sus comandantes de cuerpo, y ciertamente sustenta su conclusión de que la razón principal para el fracaso de la batalla fue la carencia de infantería, no la escasez de tanques. Dentro de sus limitaciones, por consiguiente, el análisis de la Operación Ciudadela de Fangohr merece tomar su sitio como una fuente principal alemana.

Nota: Solamente algunas notas personales estuvieron disponibles para la preparación de este estudio, que por otro lado fue escrito de memoria. Los mapas disponibles –en parte ediciones de la Luftwaffe (escala 1:300.000)- no estaban adaptados para utilizarlos en una crítica de operaciones terrestres porque las elevaciones, pueblos y muchas carreteras no están indicadas.

La Situación hasta finales de junio de 1943.
Entre el 21 de febrero y el 23 de marzo de 1943, el Cuarto Ejército Panzer y el Destacamento de Ejército Kempf vencieron totalmente a la fuerza de la ofensiva rusa de invierno de 1942-1943. La brecha entre los Grupos de Ejércitos Sur y A había sido cerrada de nuevo, y la orilla oeste del Donets (con la excepción de una pequeña cabeza de puente rusa al noroeste de Izyum) había sido limpiada de enemigos. La importante área industrial en la Cuenca del Donets estaba por consiguiente protegida contra una amenaza desde el norte, mientras Kharkov y Belgorod volvieron a manos alemanas. La parte del frente del Grupo de Ejércitos Sur inmediatamente al este del sector Belgorod-Sumy estaba protegida por el Don, pero el área hacia el norte carecía de obstáculos naturales y requería permanentes y potentes fuerzas para defenderla.

El mando alemán inicialmente pretendió adelantar las líneas del sector delantero del Donets hasta el río Oskol con objeto de lograr una línea defensiva más favorable, la cual conservaría nuestras fuerzas y obstaculizaría cualquier intento soviético de rodear el área industrial del Donets desde el norte. Los ataques fueron planeados desde las proximidades de Izyum y el área ese de Kharkov. Estos proyectos tuvieron que ser abandonados, sin embargo, porque parecía dudoso que los objetivos deseados pudieran ser alcanzados, y las desventajas de fracaso eran desproporcionadas a lo que podría lograrse.

Aún así, tuvimos que tomar en consideración que los rusos, cuando sus unidades hubiesen sido completamente reorganizadas, ciertamente emprenderían una ofensiva a gran escala contra la línea Río Dnepr-Zaporozhe-Kiev, probablemente lanzada desde el saliente de Kursk así como también al este y al norte (a través de Stalino y Kharkov). Tal ataque podía ser esperado para finales de verano como muy tarde y solamente podría ser contrarrestado precediéndole con un ataque nuestro en el momento más temprano posible.

Mientras tanto, los rusos permanecieron generalmente inactivos tras la reconquista alemana de Kharkov y Belgorod en marzo, sin embargo la actividad avivada de combate surgió en el sector norte entre Belgorod y la línea de demarcación con el Grupo de Ejércitos Centro. Detrás de las líneas, el refuerzo de la artillería enemiga y el paso de reservas hacia el frente continuaron sin reducir. El Ejército Rojo particularmente se aplicó a construir cinturones defensivos fortificados y mejorar el terreno natural. Todos los informes de reconocimiento terrestre y aéreo estaban de acuerdo en que los soviéticos –al menos por lo pronto- se habían concentrado exclusivamente en aumentar la fuerza defensiva de este sector tan rápidamente como fuera posible.

Por otro lado, el intenso tráfico de doble sentido cerca del frente indicaba una reorganización intensiva de las unidades que habían sido vapuleadas en marzo, mientras que grandes cantidades de nuevas fuerzas continuaban trasladándose al área Kursk-Oskol Norte-Oskol Sur. Este tráfico excedía de lejos los requerimientos normales para la reorganización y suministro, identificamos dos nuevas grandes concentraciones de fuerzas soviéticas: en el saliente de Kursk desde el este, y en el área de Starobelsk desde el Cáucaso vía Rostov. Esto llevó a la sospecha de que el Ejército Rojo finalmente pretendía lanzar un amplio envolvimiento del área Kharkov-Belgorod, de tal manera que, tras eliminar ese saliente, el enemigo poseería la opción de girar al sur contra la Cuenca del Donets o continuar al oeste contra el Dnepr. Al menos cuatro cuerpos de tanques y tres mecanizados asignados a los Veintiún y Sesenta y Dos Ejércitos fueron positivamente identificados en las principales áreas de reunión. Así, mientras que los preparativos enemigos en el área Kharkov-Belgorod parecían ser por un lado puramente defensivos, no parecía completa-mente improbable que los rusos intentarían recobrar la iniciativa y anticiparse a cualquier ofensiva alemana lanzando la suya en la fecha más pronto posible.

Las siguientes unidades habían sido sacadas de primera línea en abril para propósitos de reorganización y entrenamiento:

III Cuerpo Panzer, consistente en las 6 y 7 Divisiones Panzer y la División de Panzergranaderos Grossdeutschland.

II Cuerpo Panzer SS, consistente en las Divisiones de Panzergranaderos SS Liebstandarte Adolf Hitler y Das Reich.

Una vez que nos dimos cuesta del grado al cual los soviéticos se habían reforzado al noreste de Belgorod, mantuvimos un Grupo de Combate panzer preparado en todo momento justo al norte de Kharkov, a fin de que cualquier ataque sorpresa ruso sobre Kharkov pudiera ser contrarrestado inmediatamente. Este despliegue fue logrado rotando continuamente a las divisiones panzer en el área de reorganización con aquellas en el frente.

El Cuarto Ejército Panzer ocupó su nuevo sector el 25 de abril…asumiendo el mando de las siguientes unidades:

LII Cuerpo (comandado por el General de Infantería Eugen Ott), consistente en las 57, 167, 255 y 332 Divisiones de Infantería, todas las cuales estaban empleadas en primera línea.

II Cuerpo Panzer SS (comandado por el Obergruppenfuehrer Paul Hausser), consistente en las Divisiones de Panzergranaderos SS Liebstandarte Adolph Hitler, Das Reich y Totenkopf. Este cuerpo había sido empleado en primera línea –en total o en parte- desde el fin de la operación invernal. Ahora, el Cuarto Ejército Panzer había retirado a estas divisiones del frente y las estacionó en el área de Kharkov-Udy para una muy necesitada reorganización de personal y equipamiento.

XLVIII Cuerpo Panzer (comandado por el General de Tropas Panzer Otto von Knobelsdorff), consistente en la División de Panzergranaderos Grossdeutschland y la 11 División Panzer. La 3 División Panzer fue transferida del 1 al 4 Ejército Panzer solamente después de que la fuerza de ataque para la Operación Ciudadela hubiese sido reunida, quedando por consiguiente bajo el mando del XLVIII Cuerpo Panzer. El cuerpo estaba acuartelado al sudoeste de la línea Bogodu-khov-Akhtyrka.

Para permitir que las divisiones panzer fueran sacadas de primera línea, el Cuarto Ejército tuvo que asignar a la infantería del LII Cuerpo sectores de defensa muy amplios. Además, éste era precisamente la parte del frente en el cual los rusos permanecían muy inquietos, lo cual hizo difícil para la infantería reorganizarse. Finalmente, la infantería tuvo que ser relevada reemplazando progresivamente regimientos individuales con un regimiento reforzado de Panzergranaderos del II Cuerpo Panzer SS. El Coronel General Hermann Hoth, comandante del 4 Ejército Panzer, comprendió que tomando esta acción podría revelar inadvertidamente sus planes futuros a los soviéticos, pero no obstante decidió recurrir a este expediente, que era el único modo para que las divisiones del LII Cuerpo hicieran descansar a sus batallones durante unos días, rotándolos con aquellos en el frente.

Mientras tanto, en sus áreas de acuartelamiento ambos cuerpos panzer se prepararon para sus inminentes misiones con numerosos ejercicios que iban desde problemas de unidad pequeña hasta el nivel de división. El entrenamiento de los oficiales superiores fue de la mano con el entrenamiento de las tropas; incluido ejercicios conjuntos con la Luftwaffe. El Cuarto Ejército Panzer puso particular énfasis sobre las tácticas para penetrar una posición fortificada, traspasar zanjas antitanque y combatir contra puntos fuertes antitanque. Los oficiales y suboficiales se entrenaron para el ataque a través de ejercicios sobre el tablero, problemas de mapas y encuentros de orientación táctica sobre el terreno. A mediados de junio, el General Hoth dirigió un ejercicio de puesto de mando en su cuartel general de Bogodukhov para los comandantes de cuerpo, división y jefes de destacamentos especiales. Basado en la situación real, este ejercicio tuvo el propósito principal de demostrar el pretendido curso de acción para los primeros días de la Operación Ciudadela. (Debe anotarse que los resultados de los primeros días de la batalla apenas se asemejaron a los previstos por el ejercicio de Hoth). Así, las veteranas divisiones de los dos cuerpos panzer habían sido de nuevo llevadas a la condición de primera clase en lo que concernía a personal, equipamiento y entrenamiento.

El espíritu de combate entre los soldados de infantería del LII Cuerpo no era de ninguna manera inferior al de las tropas panzer. El largo y continuo empleo en primera línea había dejado a estas divisiones en una espantosa necesidad de reorganización y rehabilitación. Dentro de las restricciones de la situación, el General Hoth eliminó todos los obstáculos posibles y colocó todos los medios posibles a disposición del General Ott, pero la reorganización de la infantería, comparada con la de los cuerpos panzer, continuó siendo una cuestión de retazos. Tiene que admitirse que justo antes del despliegue para la batalla, la condición de estas cuatro divisiones de infantería era solamente “satisfactoria”.

Publicado: Mar Ene 17, 2006 12:14 am
por Gotthard
EXCELENTE!!!!!

Publicado: Mar Ene 17, 2006 8:25 pm
por Medina
El Plan de Ataque del General Hoth.
Originalmente supe de la intención de llevar a cabo la Operación Ciudadela mientras estaba en el cuartel general del Grupo de Ejércitos Sur el 27 de marzo. El 6 de mayo, tras varios cambios necesitados por el desarrollo de la situación y varios aplazamientos de la ofensiva, recibimos la primera orden formal para preparar el ataque. Junto con el Mayor General Hans Speidel, jefe de estado mayor del Destacamento de Ejército Kempf, me fue dado un detallado resumen oral en el cuartel general del grupo de ejércitos. Recibimos la orden final de ataque en el cuartel general del ejército el 27 de junio, la cual especificaba que el ataque principal comenzaría el 5 de julio. Como propuso el General Hoth, estas órdenes se establecieron aparte la tarde del 4 de julio para un ataque preliminar para tomar los puestos de observación necesitados por nuestros observadores de artillería con objeto de dirigir el fuego sobre la línea principal rusa. Una vez que esto hubiera sido cumplido, la orden de operaciones del grupo de ejércitos vislumbraba un ataque para aislar y destruir a todas las fuerzas soviéticas en el protuberante saliente de Kursk con objeto de obtener una línea defensiva más corta que corriese directamente desde Belgorod a Orel. El Cuarto Ejército Panzer atacaría en el área oeste de Belgorod a lo largo de una línea recta corriendo justo al norte vía Oboyan para buscar el contacto con el Noveno Ejército cerca de Kursk. (El Noveno Ejército atacaría simultáneamente al sur hacia Kursk desde las proximidades de Orel).

El Mariscal de Campo von Manstein y el General Hoth debatieron el empleo de fuerzas y la ejecución del ataque en detalle el 10-11 de mayo cuando el comandante del grupo de ejércitos visitó el cuartel general del Cuarto Ejército Panzer. El General Hoth había desarrollado varias ideas nuevas con respecto al ataque, y el Mariscal de Campo von Manstein las aceptó como base para toda la planificación operacional ulterior. El General Hoth tomó en consideración varios cambios aparentes en las disposiciones soviéticas cuando adelantó estas sugerencias.

Ahora parecía, por ejemplo, que el X Cuerpo de Tanques se había reunido en las proximidades de Oboyan, y durante mediados de junio, varios días de notable tráfico pesado vehicular había sido observado moviéndose desde Voronezh hasta Kursk. Importantes concentraciones enemigas permanecían a lo largo del río Oskol, al este de Kursk, también. El General Hoth concluyó que los rusos se habían percatado de nuestra intención y habían enviado elementos de su reserva estratégica hacia el oeste para tenerlos más fácilmente disponibles.

Sobre la base de esta estimación, el General Hoth decidió que la orden para atacar hacia el norte a lo largo de una ruta directa vía Oboyan no debía ser interpretada literalmente. En opinión de Hoth, el terreno y las disposiciones enemigas prohibían tal movimiento. Desde la región a unos veinte kilómetros al sur de Oboyan, el terreno declinaba hacia el noreste y norte hasta el río Psel y gradualmente se elevaba en la otra orilla del río, ofreciendo a los rusos una observación excelente. Los cruces del río Psel en y alrededor de Oboyan eran extremadamente estrechos debido a los numerosos estanques que no podían ser bordeados debido al curso del río. Detrás del Psel, en cualquier lado de Oboyan y al sudeste de la ciudad, las divisiones rusas hechas retroceder en el ataque a las afueras de Belgorod alcanzarían, por consiguiente, una posición natural de retirada y punto de encuentro.

El General Hoth también tuvo que asumir que las reservas estratégicas soviéticas –incluyendo varios cuerpos de tanques- entrarían en batalla avanzando rápidamente a través del estrecho pasaje entre los ríos Donets y Psel en Prokhorovka (a unos cincuenta kilómetros al noreste de Belgorod). Si las puntas de lanza del Cuarto Ejército Panzer estaban comprometidas en una difícil lucha por los cruces del Psel alrededor de Oboyan, entonces un ataque de tanques rusos alcanzaría nuestro flanco derecho exactamente en el momento en que las divisiones panzer tuvieran su libertad de movimiento extremadamente limitada por el río Psel. Debido a que tal situación podría rápidamente convertirse en un desastre, el General Hoth comprendió que sus planes debían anticipar un enfrentamiento con las reservas blindadas soviéticas cerca de Prokhorovka antes de continuar el ataque hacia Kursk. Él consideró vital emplear la fuerza más potente posible en tal combate, a fin de que pudiéramos compeler al enemigo a enfrentarse con nosotros en terreno de nuestra elección en el cual las divisiones panzer pudieran explotar completamente su movilidad superior, sin obstaculizar por el río Psel. Consecuentemente, tras nuestra penetración del cinturón defensivo enemigo, el II Cuerpo Panzer no avanzaría hacia el norte a través del Psel sino que viraría abruptamente al noreste hacia Prokhorovka para destruir a las fuerzas de tanques rusas que esperábamos encontrar allí. Tal maniobra tenía la ventaja de que nos colocaría mucho más cerca del proyectado avance del III Cuerpo Panzer del Destacamento de Ejército Kempf, aumentando la posibilidad de la coordinación de las dos alas interiores del ejército en el campo de batalla. Tal consideración también llevó al General Hoth a modificar la misión del XLVIII Cuerpo Panzer en nuestro flanco izquierdo. Tras su penetración inicial en ambos lados de Cherkassokoe, el cuerpo no avanzaría al norte hacia el Psel sino que se mantendría al costado del II Cuerpo Panzer SS según éste rotase hacia el noreste. Tal maniobra cubriría el flanco del Obergruppenfuehrer Hausser según él avanzase hacia la decisiva batalla y potencialmente proporcionaría refuerzos adicionales para ese enfrentamiento. Para ser certero, nosotros no podíamos determinar la manera en la cual el XLVIII Cuerpo Panzer podría ser empleado en torno a Prokhorovka, sin embargo en ningún caso emplearíamos al cuerpo del General von Knobelsdorff para un ataque al oeste de este objetivo. Ningún plan de batalla pudo ser realizado para la continuación de la operación tras lograr una victoria en Prokhorovka, pero tal éxito nos situaría en la división estratégica entre los ríos Oskol, Donets, Psel y Seim, desde la cual podríamos continuar el avance en cualquier dirección deseada.

El General Hoth también llamó la atención del Mariscal de Campo von Manstein sobre el hecho de que penetrar el sistema defensivo ruso sería difícil, costoso y llevaría tiempo. No esperaba que el Cuarto Ejército Panzer lograra libertad de movimiento estratégico hasta que hubiésemos penetrado la línea Teterevino-Novenkoye, aproximadamente de veintisiete a treinta kilómetros al sudeste de Oboyan, donde el tercer y último cinturón defensivo soviético estaba ubicado.

Los ejercicios de mapas ordenados por el General Hoth durante junio encarnaron este concepto de la batalla venidera; el general lo enfatizó en cada conversación que mantuvo con sus subordinados. Cada oficial desde el General Hoth para abajo, hasta el teniente más joven, fue tan a fondo adoctrinado con estas ideas que el curso de los primeros días de la operación realmente se amoldó a nuestras expectativas.

No obstante, el general continuaba preocupado sobre si nuestras fuerzas estarían a la altura o no de esta difícil misión. Él consideraba que dos cuerpos panzer con seis divisiones panzer y de panzergranaderos entre ellos, constituían una fuerza de ataque demasiado débil para cumplir su misión. Por otro lado, todos creíamos que la calidad de estas divisiones y su equipamiento justificaban visualizar un facto intangible que podría restaurar el equilibrio. La asignación de dos batallones desplegando entre ellos 188 de los nuevos Pzkw V Panther parecía apoyar tal opinión y llevarnos a un total de 700 tanques disponibles para el ejército durante la operación. Más inquietante en algunos aspectos era la duda fastidiosa –repetidamente expresada en los cuarteles generales superiores- de que las divisiones de infantería asignadas al Cuarto Ejército Panzer simplemente no poseían fuerza suficiente para llevar a cabo su papel vital: proteger los muy extendidos flancos del ejército. Finalmente, el cuartel general del ejército se encontró forzado a emplear una variedad de medidas auxiliares e improvisaciones para asegurar nuestros flancos, pero estos expedientes nunca pudieron compensar la debilidad de la infantería. Finalmente, el General Hoth quedó convencido de que el Ejército de Alemania había perdido el elemento de sorpresa por el repetido aplazamiento de la ofensiva. Acumular y reorganizar seis divisiones panzer al sur del área Kharkov-Akhtyrka durante un período de varios meses simplemente no pudo haber escapado a la detección soviética a pesar de todas las medidas de engaño.

Aún así, el General Hoth parecía estar confiado de lograr al menos una victoria limitada. Con respecto al ataque de penetración contra el sistema defensivo ruso, él anticipaba un éxito completo. Dados nuestros efectivos de tanques y estado de entrenamiento, él tenía confianza también en el resultado de la esperada colisión en Prokhorovka, aunque nunca dudó que esto llegaría al costo de fuertes pérdidas en personal y equipamiento. Si nuestras fuerzas restantes serían suficientes para el largo y disputado avance en el área este de Kursk estaba por verse. Muy pocas si algunas tropas estarían disponibles para apuntalar a las fuerzas del Cuarto Ejército Panzer, aún en esa crítica coyuntura. El Grupo de Ejércitos Sur era la única fuente posible de refuerzos, y trasladó al XXIV Cuerpo Panzer (División de Panzergranaderos SS Wiking y 17 División Panzer) para este propósito. Cuando el Cuarto Ejército Panzer quedó enredado en Prokhorovka, este cuerpo había llegado detrás del ejército al oeste de Kharkov, pero, como resultado de la anterior finalización del ataque, nunca fue empleado.

Las tropas afrontaron este nuevo esfuerzo con grandes expectativas. Después de todo, cada soldado en el Cuarto Ejército Panzer había trabajado hacia su preparación desde los primeros días de primavera. Para ellos, todos los prerrequisitos para una exitosa penetración parecían estar a mano, y acometieron sus misiones asignadas con entusiasmo.

El 1 de julio, Adolf Hitler convocó a los comandantes participantes del ejército y de la Luftwaffe –hasta los comandantes de cuerpo- a su cuartel general. Explicó las razones militares y políticas para el ataque y porqué había sido aplazado varias veces. Una Fuehrerdirectiv, emitida poco antes del comienzo de la ofensiva, enfatizaba la importancia de la operación, que debía demostrar a los rusos que a pesar de los reveses sufridos durante el invierno de 1942-1943 el espíritu de ataque alemán no había sido roto.

Misiones, Objetivos y Despliegue.
A comienzos de julio, no habían sido advertidos cambios esenciales en el enemigo en nuestro frente. Los rusos aparentemente habían empleado una división de fusileros adicional en la línea del frente cerca de Belgorod, y durante finales de junio advertimos por primera vez la presencia de tropas del Ejército Rojo en el sector del río Pena, al noreste de Rakitnoye. Según nuestra mejor inteligencia, sin embargo, solamente reservas locales habían estado implicadas en estos cambios. La presencia de un cuerpo de tanques en Oboyan (provisionalmente identificada como el X Cuerpo de Tanques) había sido repetidamente confirmada. Los soviéticos no escatimaron esfuerzos para mejorar su sistema defensivo, incluso empleando personal femenino. Las fotografías aéreas sugerían que los rusos habían sustancialmente mejorado su posición delante de la estrecha tira de tierra en Prokhorovka. Mientras tanto, el enemigo intentó con todos los medios a su disposición descorrer el velo que pendía sobre las intenciones alemanas. A lo largo de junio, la actividad de reconocimiento enemigo sobre el terreno y en el aire había aumentado en intensidad y alcance. En al menos dos ocasiones descubrimos agentes enemigos en las áreas de acampada de nuestras divisiones panzer.

La disposición y misión de los dos cuerpos de asalto eran como sigue:

Ambos cuerpos habían sido reforzados con infantería: el II Cuerpo Panzer SS recibió elementos de la 167 División de Infantería, mientras que el XLVIII Cuerpo Panzer tenía el resto de la 167 así como también a la 332 División de Infantería asignada a él. Además e sus tres divisiones panzer o de panzergranaderos, el XLVIII Cuerpo Panzer recibió la Brigada “Decaer” (10 Brigada Panzer) con sus 188 Pzkw V Panthers de nueva fabricación. Esta brigada consistía principalmente de personal recién entrenado sin experiencia de batalla. Los Panthers, asimismo, aún no habían sido puestos a prueba en combate y durante la concentración ya habían evidenciado serios defectos técnicos. El cuartel general de la brigada carecía de equipamiento de comunicaciones y de los apropiados vehículos blindados de mando. La brigada, por consiguiente, sufrió de todos los males que estaban asociados a unidades apresuradamente organizadas y sin bautismo de fuego. El General Hoth y Knobelsdorff sabían que la brigada (que tenía que ser empleada bajo la Grossdeutschland en el Schwerpunkt) no iba a estar a la altura de las grandes esperanzas que Hitler había situado en ellas.

La penetración de los cinturones defensivos rusos primario y secundario entre Belgorod y Tomarovka recayó en el II Cuerpo Panzer SS, con el esfuerzo principal a ser situado en las alas interiores de la Das Reich y de la Leibstandarte Adolf Hitler. Un ataque antes del amanecer del 4 de julio eliminaría los puestos avanzados de combate enemigos en el terreno elevado delante de la Das Reich y nos permitiría situar nuestros propios puestos de observación de artillería allí. Dos batallones de artillería pesada y una brigada de Nebelwerfer (artillería de cohetes) reforzaron al II Cuerpo Panzer SS durante la fase de penetración. Las divisiones del Obergruppenfuehrer Hausser avanzarían entonces y asegurarían el cerro dominante al sudeste de Prokhorovka.

El XLVIII Cuerpo Panzer haría su esfuerzo principal en la mitad derecha de su sector, penetrando las posiciones soviéticas en cada lado del área Butovo-Cherkasskoe. El cuerpo lanzaría un ataque con objetivos limitados en la tarde del 4 de julio, antes de la apertura de la ofensiva principal, para tomar las alturas dominante de Syhino (sudoeste de Butovo). Este cerro sería una posición crítica para nuestros observadores de artillería el 5 de julio, para utilizarlo para dirigir el fuego sobre la línea principal de batalla enemiga. Al XLVIII Cuerpo Panzer también le habían sido ubicados recursos de artillería para la fase de penetración. Tras su penetración, el General von Knobelsdorff no continuaría hacia el norte y cruzaría el río Pena como sus órdenes originales de operación había ideado sino en lugar de ello pivotaría hacia el noreste y se mantendría al lado del II Cuerpo Panzer SS según avanzaba hacia Prokhorovka. Tal despliegue era pretendido para proteger al flanco izquierdo de nuestro elemento de la punta de lanza del X Cuerpo de Tanques, todavía supuesto que se encontraría en el área de Oboyan.

Ambos cuerpos panzer atacarían simultáneamente el 5 de julio tras una breve preparación artillera de dos horas. En su orden de ataque, el General Hoth enfatizó que ambos cuerpos debían prestar atención particular a proporcionar constante y adecuada protección a sus alas y flancos exteriores. Elementos adicionales de infantería habían sido destinados a los cuarteles generales de cada cuerpo para este propósito.

El LII Cuerpo recibió órdenes para destacar estos elementos de la 255 División de Infantería situada al oeste de Vorsklitsa mediante extendiendo el sector de la 57 División de Infantería según progresaba el ataque. Estos elementos de la 255 así removidos de la línea serían organizados en un Kampfgruppe para operar en el área del XLVIII Cuerpo Panzer tan pronto como fuera posible. Este Kampfgruppe protegería el ala y el flanco del cuerpo panzer, tomando posiciones escalonadas en la izquierda. El resto del LII Cuerpo debería representar un ataque de finta en su ala derecha durante la tarde del 4 de julio, al mismo tiempo que el XLVIII Cuerpo Panzer comenzaba su ataque; el 5 de julio, el cuerpo tenía la misión de seguir a la saga el ataque del cuerpo panzer, en el área al este de Vorsklitsa. Aquellos elementos de la 255 División de Infantería todavía bajo el control del cuerpo se unirían a la 332 División de Infantería en su avance subsidiario; instruimos al General Ott para retener a la 57 División de Infantería en una estancia exclusivamente defensiva.

El Grupo de Ejército Sur había asignado al Destacamento de Ejército Kempf para proteger el flanco derecho del Cuarto Ejército Panzer. Las órdenes de ataque emitidas por el Destacamento de Ejército Kempf, de conformidad con los acuerdos hechos con el Cuarto Ejército Panzer, requería que el III Cuerpo Panzer irrumpiera desde la cabeza de puente de Belgorod y desde el área inmediatamente al sur para atacar a través del sistema defensivo soviético y luego avanzar hacia Korocha. Este ataque panzer tenía que derrotar a cualquier fuerza rusa que pudiera encontrarse allí o que pudiera ser esperado que llegara después desde las proximidades. El Cuerpo Provisional Raus, desplegado a la derecha del Destacamento de Ejército, cubriría los flancos sur y oeste del III Cuerpo Panzer concentrando sus fuerzas para un ataque en su ala norte.

Publicado: Sab Ene 21, 2006 1:04 am
por Medina
El Curso de la Batalla.
El ataque preliminar del XLVIII Cuerpo Panzer del 4 de julio comenzó a las 15:00 horas. Para este ataque inicial, el cuerpo empleó a su infantería sin apoyo de tanques. La mañana había sido tranquila, pero una extraordinariamente fuerte tormenta se desencadenó justo cuando el ataque se inició. El aguacero era torrencial, durante hasta últimas horas de la tarde. No obstante, la operación progresó sin interferencias gracias a la excelente preparación. Los elementos de ataque de la 167 División de Infantería, de la 11 División Panzer y de la División de Panzergranaderos Grossdeutschland habían alcanzado todos sus objetivos a las 18:00 horas. La 3 División Panzer y la 332 División de Infantería, sin embargo, tuvieron un fuerte fuego de flanqueo desde las colinas Sabino, y la 332 resultó ser incapaz de asegurar ese cerro durante el día. Elementos de vanguardia de ambas divisiones tuvieron que aguantar contraataques rusos, que duraron hasta la noche.

El tiempo mejoró esa noche, pero las carreteras permanecieron embarradas y la artillería rusa fue muy activa. Bajo estas condiciones, los elementos principales del XLVIII Cuerpo Panzer todavía cumplieron el difícil viaje a sus áreas de reunión a tiempo. La 10 Brigada Panzer del Coronel Decker, sin embargo, se topó con extremas dificultades en el terreno repentinamente embarrado. Los defectos mecánicos sumaron la pérdida del 25% de sus vehículos durante la noche. Aunque muchos de estos defectos eran menores, cuarenta y cinco Panthers no lograron entrar en acción en el primer día del ataque. Las pérdidas sufridas en combate posteriormente hicieron imposible compensar esta pérdida inicial.

El II Cuerpo Panzer SS logró eliminar los puestos avanzados soviéticos en su frente tras un encarnizado combate. La lluvia en ese sector no había sido tan severa, y el escalón de ataque del cuerpo fue, por consiguiente, capaz de moverse hacia su área de reunión con dificultad considerablemente menor.

El ataque de finta del LII Cuerpo en la tarde del 4 de julio fracasó. Tras sufrir sustanciales bajas, el cuerpo tuvo que detener la operación.

El 5 de julio, ambos cuerpos panzer irrumpieron a las 6:00 horas tras la planeada preparación artillera de dos horas. Posteriormente establecimos que, aunque breve, este bombardeo había sido muy efectivo.

El II Cuerpo Panzer SS avanzó sobre incontables trincheras antitanques, destruyó armas antitanques en gran número, y se abrió paso a través de los cinturones defensivos soviéticos primario y secundario el 5-6 de julio. El VIII Cuerpo Aéreo había llevado a cabo varias misiones con poderosas formaciones de bombarderos para subyugar a la artillería enemiga completamente.

Aquí, debe ser reconocido que el General de Aviación Hans von Seidemann, comandante del VIII Cuerpo Aéreo, y sus pilotos apoyaron al Cuarto Ejército Panzer brillantemente a lo largo del curso de la ofensiva. El 7 de julio, el Obergruppenfuehrer Hauser advirtió, con considerable aprehensión, que su flanco derecho había quedado expuesto ya que el Destacamento de Ejército Kempf había sido hasta ahora incapaz de hacer ganancias sustanciales al noreste, a través del Donets. Los fieros y repetidos contraataques rusos a lo largo de la línea ferroviaria Prokhorovka-Belgorod, así como también desde el norte contra el ala izquierda del II Cuerpo Panzer SS, obligaron el destacamento de grandes elementos para protección de flanco. Para ser francos, a pesar de los esfuerzos del Destacamento de Ejército, el flanco derecho del II Cuerpo Panzer nunca cesó de estar expuesto y amenazado hasta el momento en que la ofensiva fue suspendida. Por consiguiente, encontramos difícilmente posible ganar terreno el 7 de julio, y el día pasó eliminando posiciones individuales en el sistema defensivo ruso y reagrupándose para una continuación del ataque a la mañana siguiente. Al anochecer, el cuerpo había consolidado una línea que iba aproximadamente desde Teterevino hasta un punto al noreste de Rozhdesdevskoye.

El Cuarto Ejército Panzer ahora transfirió a toda la 167 División de Infantería al II Cuerpo Panzer SS para proporcionar seguridad a lo largo de su flanco este. Esta división inmediatamente se trasladó al ala derecha, donde relevó a la División de Panzergranaderos SS Totenkopf, la cual pudo entonces ser empleada para reforzar el ataque principal. Esta transferencia no fue una improvisación; habíamos pretendido desde el comienzo destinar a la 167 de Infantería al II Cuerpo Panzer SS, y la medida había sido discutida a fondo durante nuestros ejercicios de mapas. Aunque habría sido preferible transferir la división en una fecha anterior, esto no fue posible, pues sin infantería adicional el XLVIII Cuerpo Panzer habría sido insuficientemente fuerte para abrir brecha en las defensas rusas.

El avance del XLVIII Cuerpo Panzer sufrió grandes retrasos, ya que no solamente luchaba contra los rusos sino también con formidables obstáculos de terreno. Específicamente, un lecho de riachuelo corría al sur y sudeste de Butovo, el cual no podía ser franqueado; el barro en este lecho fluvial es difícil de describir. Al mismo tiempo, el fuego de flanqueo enemigo desde las posiciones que aún mantenían encima de las colinas de Sabino se hizo sentir. Debido a que el esfuerzo principal del VIII Cuerpo Aéreo tenía que ser concentrado en apoyo del II Cuerpo Panzer SS el 5 de julio, el General von Rnobelsdorff recibió poco apoyo aéreo. Además, las reservas tácticas enemigas lanzaban continuos aunque a menudo desarticulados contraataques. En resumidas cuentas, el XLVIII Cuerpo Panzer tuvo una lucha difícil en el primer día del ataque, sufriendo bajas que distaban de ser insignificantes. Al anochecer, el cuerpo mantenía una línea que corría generalmente desde Dragunskoye hasta un punto al este de Cherkasskoe y luego hasta un punto al sudoeste de Korovino.

El 6 de julio, los rusos inesperadamente desataron un cañoneo de fuego defensivo: pusieron todas las armas en acción, incluyendo artillería de largo alcance. Esto sucedió cuando el avance alemán entró en un área en la cual incontables tanques enemigos habían sido atrincherados, hasta la altura del casco; estaban camuflados e ingeniosamente distribuidos sobre el terreno.

Cada tanque representó un punto fuerte en sí mismo, la destrucción o captura del cual era costoso y llevaba tiempo. Nuestras maniobras tuvieron que ser ejecutadas en formaciones inconexas (lo cual ya estaba siendo hecho), y fue virtualmente imposible utilizar carreteras. Así, añadidos al tiempo perdido en destruir esos tanques enterrados estaban los retrasos sucedidos cuando llegó a ser necesario para las tropas alemanes moverse fuera de las carreteras en el excepcionalmente embarrado terreno. Como debía esperarse, los Panthers de la 10 Brigada Panzer sufrieron mucho como resultado de esta situación.

Elementos de la 167 División de Infantería fueron las únicas unidades del cuerpo que hicieron un buen progreso, ganando terreno lenta pero firmemente. La división alcanzó el área de Dmitriyeskoye esa tarde, tras lo cual fue destinada al II Cuerpo Panzer SS. La 11 División Panzer capturó numerosas localidades y alcanzó el río Pena, al norte y noreste de Cherkasskoe. Inmediatamente al oeste de la ciudad, el XLVIII Cuerpo Panzer incluso logró avanzar más al norte. A pesar de dos días de dificultades, al anochecer del 6 de julio, el cuerpo del General von Knobelsdorff había logrado romper el sistema defensivo soviético, penetrando a lo largo de la línea general Teterevino-Novenkoye.

El XLVIII Cuerpo Panzer se reagrupó durante la noche, una medida que se había vuelto necesario cuando el avance al este del río Pena creó peligros y oportunidades. El General von Knobelsdorff ordenó a la 11 División Panzer y a la División de Panzergranaderos Grossdeutschland que continuaran el ataque sobre ambos lados de la carretera hacia Oboyan. Este avance fue efectuado en contacto relativamente estrecho con las divisiones SS a la derecha. La 3 División Panzer debía seguir al flanco izquierdo de la Grossdeutschland, mientras que la 332 División de Infantería recibió instrucciones de continuar su misión de protección en el flanco sur del XLVIII Cuerpo Panzer al sur del Pena.

Elementos en cabeza de ambas divisiones de la punta de lanza chocaron con grandes fuerzas de tanques soviéticos atacando desde el norte casi inmediatamente (aparentemente, elementos avanzados del X Cuerpo de Tanques). Las divisiones del General von Knobelsdorff obtuvieron una victoria completa tras superar dificultades iniciales; él ordenó una persecución de los rusos cuando éstos huyeron hacia el norte y ganó terreno muy extensamente. Al anochecer, elementos avanzados de la 11 División Panzer y de la Grossdeutschland habían llegado justo al sur de la línea Shipy-Gorki. Logrado en el tercer día de la ofensiva, esto representó la línea más septentrional obtenida durante la Operación Ciudadela. En esta coyuntura, sin embargo, los flancos de la 11 Panzer y de la Grossdeutschland estaban sobreextendidos y expuestos; apenas quedaban tropas para emplearlas en una pantalla defensiva. Mientras tanto, el General von Knobelsdorff había sido informado que el cuerpo principal del X Cuerpo de Tanques, junto con elementos de otras unidades de tanques rusas, estaba aproximándose desde el norte y el noreste. Todo lo que podía ser hecho para reforzar las posiciones avanzadas del XLVIII Cuerpo Panzer era mover a la 3 División Panzer detrás de la Grossdeutschland en el área de Syrtsevo; la 332 de Infantería sólo realizó cambios insignificantes en su sector defensivo.

Incluso con esta exposición y la perspectiva de un potente contraataque del Ejército Rojo, el 7 de julio señaló una completa victoria para los hombres del General Knobelsdorff. No solamente habían derrotado a las fuerzas de tanques soviéticas en combate casual sino que –más crítico desde la perspectiva global de la ofensiva- habían logrado abrirse paso con dificultar lo bastante cerca de Oboyan para poner el cruce del río Psel bajo el fuego de la artillería. Esto ahora nos permitió poner el empleo de unidades enemigas de refresco en el área más difícil, aunque los rusos sacaron la misma inclusión e inmediatamente comenzaron a construir nuevos puentes en ambos lados de Oboyan.

Hasta el anochecer del 7 de julio, el progreso del ataque por nuestros dos cuerpos panzer conformaron las expectativas del General Hoth, aunque la amenaza a los flancos de ambos cuerpos permanecía sustancialmente mayor de lo que había sido originalmente anticipado. La lluvia y el terreno difícil habían retrasado nuestro horario considerablemente, pero los XLVII y II SS Cuerpos Panzer habían ganado terreno al norte y al noreste con suficiente velocidad y hasta tal punto que podíamos mirar hacia delante con confianza para un encuentro con la reserva estratégica blindada soviética –un acontecimiento que parecía estar pendiente de un momento a otro. Por otra parte, debe mencionarse que la mayor parte de la artillería emplazada por los rusos había podido ser retirada detrás de los ríos Psel y Pena; grandes elementos enemigos fueron aislados y hechos prisioneros en un lugar sólo. El Ejército Rojo atacó sobre nuestros flancos una y otra vez, resistiendo tenazmente todos los intentos por extender la anchura de nuestra cuña de penetración. La resuelta resistencia enemiga y el fuerte fuego defensivo de la artillería contra el Destacamento de Ejército Kempf permitió a los soviéticos mantener una fuerte presión contra el ala derecha del Cuarto Ejército Panzer. Elementos del II Cuerpo Panzer SS, como resultado, todavía permanecían a la defensiva inmediatamente al norte de Belgorod, lo cual disminuyó los efectivos del Obergruppenfuehrer Hausser para el esfuerzo principal.

Publicado: Sab Feb 04, 2006 1:00 am
por Medina
El enemigo desencadenó ataques de tanteo contra el grandemente debilitado flanco izquierdo del Cuarto Ejército Panzer en Krasnopoly. Hasta ahora, estos ataques habían sido rechazados sin dificultad, excepto que el Segundo Ejército a nuestra izquierda no hizo acto de aparición en la escena. Al norte del saliente de Kursk, el Noveno Ejército continuó luchando contra el sistema defensivo soviético, defendiéndose contra fuertes ataques blindados, montados por hasta 200 tanques a la vez.

Por el momento, no había nada que pudiera causar que el General Hoth cambiara la dirección de los ataques como él los había originalmente planeado. Pero los magros éxitos del Destacamento de Ejército Kempf y del Noveno Ejército hicieron surgir las dudas en su mente en lo que se refiere a que si iba a ser posible aislar la “curva de Kursk”. Debido a que no teníamos indicios de que los soviéticos pretendían ceder esta área voluntariamente, teníamos que esperar poderosos ataques de diversión a lo largo de todo el frente del Cuarto Ejército Panzer, particularmente en el sector del II Cuerpo Panzer SS.

El 8 de julio, la División de Panzergranaderos SS Liebstandarte Adolf Hitler destruyó grandes unidades de tanques enemigos que habían estado resistiendo cerca de Prokovskoye, en el área antre los dos cuerpos panzer. El 9-10 de julio, la Liebstandarte Adolf Hitler y la Das Reich continuaron su ataque, avanzando lentamente sobre ambos lados de la línea de ferroviaria y de la carretera que llevaban a Prokhorovka. Hasta ese momento, grandes elementos de la Totenkopf habían sido retenidos protegiendo el flanco derecho del cuerpo; con la llegada de la 167 División de Infantería, la Totenkopf formó filas detrás del ala izquierda del ataque. El II Cuerpo Pan-zer SS partió para su ataque directo sobre Prokhorovka el 11 de julio. La Totenkopf intentó forzar un cruce del Piel cerca de Prelestroye y logró establecer una cabeza de puente. La Liebstandarte Adolf Hitler y la Das Reich continuaron combatiendo contra una tenaz resistencia a lo largo de la línea ferroviaria y fueron finalmente incapaces de avanzar más allá del área al sudes-te de Bogorodits. Esto inicialmente impidió al cuerpo explotar la ventaja adquirida cerca de Prelestroye.

Mientras tanto, el 8 de julio, el XLVIII Cuerpo Panzer experimentó fuertes ataques del X Cuerpo de Tanques Ruso y de otras unidades recién llegadas, incluyendo el III Cuerpo Mecanizado. Contra estos ataques, las tropas del General von Knobelsdorff mantuvieron sus posiciones con dificultad. La resistencia soviética en el extendido flanco oeste del cuerpo también había aumentado, impidiéndonos ensanchar nuestra brecha en las defensas enemigas. La 3 División Panzer logró cruzar el arroyo cerca de Valdimirovka para tomar Kruglik, pero se hizo cada vez más obvio que los efectivos rusos en la curva del río Pena necesitaban un asalto deliberado antes de que la situación allí pudiera ser declarada como estar consolidada y antes de que pudiéramos pensar en continuar un ataque hacia el norte.

Las declaraciones de los prisioneros de guerra, el tráfico de radio interceptado, y los informes del reconocimiento terrestre sugerían al cuartel general del ejército que nos enfrentábamos a las siguientes unidades de tanques enemigas: el II Cuerpo de Tanques de la Guardia y un cuerpo no identificado en nuestro flanco este; el III Cuerpo Mecanizado, el V Cuerpo de Tanques de la Guardia y el X Cuerpo de Tanques directamente delante de nuestro avance; y el VI Cuerpo de Tanques en el flanco oeste, en la curva del Pena. Aunque las interceptaciones de radio indicaban que unidades adicionales enemigas continuaban llegando, una parte considerable de la reserva estratégica soviética había sido ya empleada.

El encarnizado combate defensivo caracterizó la situación el 9 de julio en el sector norte del XLVIII Cuerpo Panzer, justo al sur de Oboyan. Las tropas del General von Knobelsdorff lograron avanzar solamente una corta distancia en esa área. Por otro lado, la 3 División Panzer organizó un resuelto y brioso ataque en la curva del Pena, avanzando al sudoeste, y abriendo una brecha en el sector desde la retaguardia en las proximidades de Berezovka, obligando a los rusos a evacuar el área norte de la orilla del Pena hasta el área sudoeste de Bakovo. La 332 División de Infantería siguió inmediatamente este éxito, atacando a través del Pena y tomando un área que se extendía al norte hasta el borde sur de Melovoye. Desafortunadamente, la 332 de Infantería carecía de fuerza para aniquilar al enemigo, y su cuerpo principal escapó hacia el norte. Los ingenieros comenzaron a levantar un puente militar de sesenta toneladas en Bakovo, que completaron al mediodía del 11 de julio. El 10 de julio, el XLVIII Cuerpo Panzer limpió de potentes unidades enemigas los bosques en la curva del Pena, al norte de Bakovo y al este de Melovoye, una acción que implicó encarnizadas batallas de tanques con ambos bandos sufriendo considerables bajas –las formaciones de tanques alemanas, sin embargo, ganaron cada enfrentamiento. Un enorme grupo de tanques enemigos se encontró embotellado e incapaz de escapar hacia el norte debido a la falta de combustible; las dotaciones rusas defendieron sus vehículos inmovilizados muy tenazmente. La situación en el sector norte fue rica en momentos críticos ese día. Unidades superiores de tanques e infantería enemigas asaltaron repetidamente las débiles posi-ciones defensivas del XLVIII Cuerpo Panzer. Únicamente un esfuerzo supremo y repetidos contragolpes sirvieron para rechazar estos ataques. En el curso de estos contraataques, las tropas del General von Knobelsdorff lograron mejorar algo sus precipitadas posiciones, y al anochecer ni una sola pulgada de terreno había sido cedida en ningún sitio del sector del cuerpo. Afortunadamente, en su propio combate encarnizado delante de Prokhorovka, el II Cuerpo Panzer SS tuvo ocupado a grandes fuerzas soviéticos, aliviando así hasta algún pequeño grado la presión contra el flanco este del XLVIII Cuerpo Panzer.

El XLVIII Cuerpo Panzer comprendió que tendría que estar preparado para más duros contraataques enemigos a lo largo de su sector frontal y en la curva del Pena. Teniendo en cuenta la extensión a la cual sus unidades ya estaban desplegadas, el General von Knobelsdorff no creía que pudieran mantener su terreno el 11 de julio con tales fuerzas como tenía a su disposición. Ante la situación en conjunto, el General Hoth se encontró forzado a estar de acuerdo. Un Grupo de Combate de la 255 División de Infantería había sido liberado del frente en el sector del LII Cuerpo cuando la 57 División de Infantería extendió su propio sector defensivo; la necesidad de emplear este Grupo de Combate en el sector del XLVIII Cuerpo Panzer había sido contemplada desde el principio. Ahora, estos elementos de la 255 de Infantería se movieron para proteger el flanco izquierdo del cuerpo al sur del río Pena. La 332 de Infantería fue así capaz de transferir a sus elementos restantes al norte del río, lo cual a su vez permitió a parte de la 3 División Panzer ser relevada, la cual entonces el General von Knobelsdorff pudo utilizar para reforzar su sector frontal norte. El General Hoth comprendió perfectamente que había aceptado un riesgo calculado al extender tan ampliamente la línea de la 57 de Infantería, pero como los rusos enfrente del LII Cuerpo no habían mostrado intenciones agresivas hasta el momento, él creyó que podría aprovechar esta oportunidad. Resultó que tuvo razón.

Combates aún más intensos sucedieron en los sectores norte y oeste de la línea del General von Knobelsdorff el 11 de julio, con los esfuerzos rusos centrados principalmente en liberar a la fuerza inmovilizada de tanques. El cuartel general del cuerpo interceptó tráfico de radio instruyendo a las dotaciones de tanques soviéticas a “aguantar hasta el final” y permanecer junto a sus vehículos –el relevo estaba en camino. Por lo tanto, las dotaciones y la infantería que había resultado ser atrapada junto con ellas, realizaron una tenaz defensa. Estos rusos abandonaron sus tanques desamparados solamente tras un duro combate; casi 100 tanques enemigos intactos cayeron en nuestras manos. Casi en el mismo momento, elementos de la 3 División Panzer cayeron sobre un área de reunión de tanques soviética, tomando al enemigo completamente por sorpresa. La división obtuvo una victoria bastante respetable y consiguió prisioneros y equipamiento capturado. La mayoría de los elementos de la 332 de Infantería había mientras tanto cruzado el Pena, permitiendo al cuartel general del cuerpo efectuar el previsto reagrupamiento de sus fuerzas durante la noche del 11 al 12 de julio. De esta manera, el General von Knobelsdorff reforzó su sector norte y simultáneamente reforzó sus flancos.

El Cuarto Ejército Panzer había alcanzado el final de la segunda fase de su ofensiva al anochecer del 11 de julio. Durante la fase inicial, habíamos penetrado el sistema defensivo enemigo, avanzando al norte y al noreste y capturando muchos cientos de prisioneros y grandes cantidades de botín. Esta parte del ataque había, en general, progresado bien. Las acciones defensivas contra las fuerzas enemigas –algunas de sus reservas tácticas y algunas recién llegadas- caracterizaron la segunda fase, mientras el XLVIII Cuerpo Panzer eliminaba a las fuerzas rusas en la curva del río Pena. Habíamos obtenido de nuevo un éxito considerable, destruyendo o tomando en condición utilizable más de 900 tanques mientras también inflingimos fuertes bajas en los recursos aéreos enemigos. Las fuerzas aéreas rusas realizaron continuamente salidas siempre que el tiempo lo permitía, bombardeando a nuestras unidades mucho más duramente de lo que esperábamos; aún así, al anochecer del 11 de julio los soviéticos habían perdido casi 1.000 aviones al sur de Kursk. No obstante, considerado en conjunto, la ofensiva ya no parecía estar progresando de manera satisfactoria. Nuestras tropas simplemente no eran lo bastante fuertes para ganar una batalla decisiva frente a una multitud de unidades de tanques rusas mientras que nuestras propias tropas tenían sus fuerzas minadas en costosos combates defensivos que ganaron poco terreno.

El ala norte del Destacamento de Ejército Kempf continuó haciendo un progreso lento e insatisfactorio y permanecía incapaz de aliviar ninguna de la presión contra el Cuarto Ejército Panzer. Para que la ofensiva diera resultad, necesitábamos muchísimo tal alivio. En un intento de ayudar al Destacamento de Ejército, el Mariscal de Campo von Manstein consideró brevemente la idea de emplear una división panzer y una de infantería del Cuarto Ejército Panzer a través del Donets en el sector norte del Destacamento de Ejército. Avanzando hacia el sur, esta fuerza cogería al enemigo en el flanco y en la retaguardia donde amenazaba el frente del Destacamento de Ejército. El General Hoth contestó con la idea de girar a todo el II Cuerpo Panzer SS al sur tras tomar Prokhorovka, y el Mariscal de Campo von Manstein no hizo oídos sordos a esta propuesta. Sin embargo, se reservaría el derecho a tomar la decisión final; cuando se desarrollaron los acontecimientos, ulteriores eventos eliminaron la necesidad de decidir tal propuesta.

Publicado: Mar Feb 07, 2006 6:59 pm
por Medina
El ataque del Noveno Ejército en el norte se había virtualmente encallado en este momento.

Aunque las tropas estaban combatiendo duro, apenas podían mantener las posiciones ya ganadas.

El 12 de julio, los rusos emprendieron una ofensiva a lo largo de todo el sector del Grupo de Ejércitos Sur, bajo mando unificado, llevando unidades adicionales para participar en el ataque. Los soviéticos lanzaron al V Cuerpo Mecanizado contra el III Cuerpo Panzer del Destacamento de Ejército al sur de Prokhorovka, atacando a ese cuerpo cuando avanzaba desde el área noreste de Belgorod. Los XVIII y XXIX Cuerpos de Tanques atacaron al II Cuerpo Panzer SS en las proximidades de Prokhorovka, penetrando las posiciones alemanas en varios sitios. Identificamos a la recién llegada 9 División de Fusileros a la defensiva al oeste de Prokhorovka. Apoyada por una brigada independiente de tanques, la 13 División de Fusileros de la Guardia (traída desde el área de St. Oskol) asaltó continuamente el ala derecha del XLVIII Cuerpo Panzer en el área este de la carretera Belgorod-Oboyan. En la curva del Pena, el maltrecho X Cuerpo de Tanques intentó obstinadamente avanzar hacia el sur. La 219 División de Fusileros, que previamente había sido empleada cerca de Krasnopolye, intentó ahora hacer retroceder la atenuada ala izquierda del General von Knobelsdorff. Algunos de estos ataques continuaron a lo largo del 13-14 de julio y bien podrían haber sido ejecutados en coordinación con la contraofensiva emprendida por el Tercer Ejército Ruso contra el Segundo Ejército Panzer al sudeste y al este de Orel, que había sido inaugurada con una excepcionalmente fuerte preparación artillera el 12 de julio.

A través de un encarnizado e indeciso combate, el II Cuerpo Panzer SS mantuvo sus posiciones. Las bajas –particularmente las de los rusos- fueron elevadas. Los valientes soldados alemanes se sacrificaron literalmente pero lograron eliminar todas las penetraciones enemigas sin perder terreno. En estas batallas, nuestras armas antitanques acabaron con un número excepcionalmente alto de tanques rusos. A pesar de la presión soviética, el cuerpo logró realmente expandir su cabeza de puente de Prelestroye. Todavía enfrentado con tales fuerzas superiores del Ejército Rojo, el Obergruppenfuehrer Hausser no pudo ya pensar en continuar el ataque el 12 o el 13 de julio. Además, una brecha considerable todavía permanecía entre el II Cuerpo Panzer SS y el Destacamento de Ejército Kempf, aunque el III Cuerpo Panzer había sido capaz de abrirse paso en el área de Sobyshno. Las tropas soviéticas cogidas en la brecha entre nuestros dos ejércitos lanzaron repetidamente ataques contra el flanco abierto de las divisiones SS.

Ningún cambio importante tuvo lugar en el sector del XLVIII Cuerpo Panzer el 12-13 de julio. Los rusos atacaron el frente norte del cuerpo con creciente furia pero fueron rechazados a lo largo de toda la línea. Las tropas del General von Knobelsdorff presionaron lentamente por detrás del enemigo en retirada en cada momento, mejorando sus posiciones defensivas. En ningún lugar los rusos lograron reconquistar el terreno perdido. En el flanco oeste, cerca de Novenkoye, se desencadenaron duras batallas de tanques, y el X Cuerpo de Tanques pudo obtener una victoria temporal; el XLVIII Cuerpo Panzer tuvo que lanzar la última de sus unidades disponibles en esta brecha. La brigada Panther del Coronel Decker tuvo que ser retirada del frente el 13 de julio después de que perdiera la mayoría de sus tanques debido a fallos mecánicos. Esta brigada había comenzado –al menos sobre el papel- como un conjunto formidable. Hitler y el jefe del Estado Mayor del Ejército habían puesto su fe en esta unidad, pero desafortunadamente la brigada resultó ser una desilusión en la mayoría de los aspectos.

En la tarde del 14 de julio, el II Cuerpo Panzer SS atacó y conquistó el área sur de Prokhorovka, los tanques del Obergruppenfuehrer Hausser estaban a punto de entrar en la ciudad, mientras que los ataques enemigos en todos los otros sectores del cuerpo estaban siendo rechazados. En la misma tarde, el XLVIII Cuerpo Panzer obtuvo otra victoria en la curva del río Psel cerca de Novenkoye, inflingiendo fuertes pérdidas a los rusos que habían penetrado nuestras posiciones. El ala izquierda del General von Knobelsdorff se abrió paso en el área norte de Novenkoye, obteniendo puestos de observación de artillería que dominaban el valle del río Psel, al oeste de Oboyan.

Tal era la situación. Había una satisfacción bien merecida con las últimas victorias del Cuarto Ejército Panzer y con el conocimiento que permanecíamos al pie de forzar una decisión final sobre la reserva estratégica de tanques soviética en Prokhorovka. En este momento de oportunidad, sin embargo, el Grupo de Ejércitos Sur notificó al General Hoth que el Cuarto Ejército Panzer no continuaría su avance el 15 de julio. Fue informado que el ataque del Noveno Ejército había sido interrumpido para enfrentarse con la ofensiva soviética contra el Segundo Ejército Panzer en el saliente de Orel y que masivos ataques rusos contra el Sexto Ejército y el Primer Ejército Panzer eran inminentes en Izyum y a lo largo del río Mius. El Grupo de Ejércitos Sur ordenó al Cuarto Ejército Panzer realizar todos los preparativos necesarios para mantener sus conquistas, limpiar las curvas de los ríos Pena y Psel, y estar en posición para avanzar sobre la retaguardia enemiga al sur del Psel. Esta operación –con el nombre en clave de “Roland”- parecía ser bastante prometedora, pero nunca se nos permitió ejecutarla. Las ofensivas combinadas enemigas contra el Segundo Ejército Panzer, el Noveno Ejército, el Sexto Ejército y el Primer Ejército Panzer requirieron la transferencia inmediata de casi todas nuestras divisiones panzer. El 17-18 de julio, el Cuarto Ejército Panzer perdió las tres divisiones del II Cuerpo Panzer SS (redesplegado en Stalino); la División de Panzergranaderos Grossdeutschland (transferida al Grupo de Ejércitos Centro); y a la 3 División Panzer (transferida al Primer Ejército Panzer). Retuvimos solamente a las siguientes unidades: la 11 División Panzer y las 57, 167, 255 y 332 Divisiones de Infantería. Con tales reducidas fuerzas, nuestro ejército no estaba en posición para mantener nuestra extendida línea; fue así necesario para el cuartel general del ejército ordenar una retirada hacia una posición preparada y más corta.

Las tropas alemanas habían obtenido logros tremendos contra probabilidades prohibitivas. Pero a pesar del hecho de que los soldados y sus líderes de combate habían dado lo mejor de sí, el objetivo no pudo ser logrado, ni la fuerza ofensiva del Ejército Rojo había sido notablemente disminuida. Las cuatro divisiones de fusileros que había sido inicialmente golpeadas por el ataque del Cuarto Ejército Panzer habían sido ciertamente tan maltrechas que tuvieron que ser retiradas del frente para reorganización; el X Cuerpo de Tanques igualmente había sufrido fuertes pérdidas. Otros dos cuerpos móviles soviéticos habían perdido incontables tanques intentando penetrar en Prokhorovka y entre esa ciudad y Belgorod. Pero del mismo modo, las bajas alemanas habían sido de todo menos insignificantes. Las bajas en equipamiento podían ser reemplazadas según pasaba el tiempo, pero nuestras bajas en personal eran irremplazables. Esta pérdida de efectivos se puso cada vez más evidente durante las semanas y meses siguientes cuando nuestro frente retrocedió hacia el río Dnepr.

Pero la decisiva y final derrota rusa había estado en perspectiva en el mismo momento en que se hizo necesario interrumpir la ofensiva.

Publicado: Mar Feb 07, 2006 7:06 pm
por Medina
Conclusiones.
Cualquier intento de descubrir las razones del fracaso de la Operación Ciudadela revelará lo siguiente:

Las fuerzas empleadas eran inadecuadas para la misión y objetivos asignados. Los dos cuerpos panzer estaban en excelente condición –las palabras no pueden elogiar adecuadamente su espíritu combativo. Pero combatir en buen estado y espíritu marcial no puede compensar la grave inferioridad numérica. La angosta cuña abierta entre las defensas enemigas por el XLVIII Cuerpo Panzer y el II Cuerpo Panzer nunca logró suficiente amplitud. Los efectivos de infantería alemanes eran demasiados bajos; esto ha sido comentado previamente y puede ser deducido por el más superficial examen de la operación. No empleamos bastante infantería que nos permitiera tener a los regimientos de panzergranaderos disponibles para su misión principal en los puntos críticos de la batalla. Esta escasez de infantería obligó al General Hoth y al Obergruppenfuehrer Hausser a emplear un tercio de los panzergranaderos y de la artillería de la División de Panzergranaderos SS Totenkopf en la línea avanzada al oeste de Belgorod durante varíos días cruciales.

La ofensiva alemana no golpeó a los rusos en un punto vital. El Ejército Rojo probablemente habría sacrificado a las pocas unidades que tenía en el saliente de Kursk sin titubeo para obtener una victoria en otro sector del frente. Ni nuestro ataque obligó a los soviéticos a lanzar el grueso de las reservas que estaban retenidas para posteriores ataques en el área de la penetración alemana. Se debe llegar a la conclusión, por consiguiente, que la Operación Ciudadela careció de un objetivo estratégico realmente decisivo.

Los dos principales grupos de ataque –el Cuarto Ejército Panzer y el Noveno Ejército- estaban demasiado separados. El Noveno Ejército nunca estuvo en posición de obtener ningún beneficio de las victorias logradas por el Cuarto Ejército Panzer.

Las fuerzas en los flancos externos de los dos grupos de ataques del Grupo de Ejércitos Sur –el Cuarto Ejército Panzer y el Destacamento de Ejército Kempf- carecían de suficientes efectivos. El Destacamento de Ejército Kempf no logró derribar el pilar de las defensas rusas al noreste de Belgorod hasta el 11 de julio. Debido al fracaso del Destacamento de Ejército, el Cuarto Ejército Panzer tuvo que proteger su flanco derecho con unidades propias, disminuyendo la fuerza de su avance hacia el norte y el noreste. Igualmente, las unidades del Segundo Ejército Panzer, que debían asegurar el flanco del Noveno Ejército en el norte, fueron incapaces de mantener su terreno.

La repetida postergación del ataque, y el largo período durante el cual mantuvimos a las divisiones de asalto en preparación directamente detrás del frente, se combinaron para despojarnos del elemento de sorpresa táctica. Dos factores provocaron que el OKH y el Grupo de Ejércitos Sur mantuvieran estas divisiones en un prolongado estado de preparación tan cerca del frente. Primero, el Ejército Rojo en cualquier momento estaba en situación de invadir las delgadamente sostenidas líneas alemanas al oeste de Belgorod, avanzar hacia el sector del Donets y reconquistar Kharkov. Medidas preventivas contra tal acontecimiento eran consideradas esenciales. Segundo, el período de tiempo entre la orden de ataque y el comienzo de la ofensiva se pretendió que fuera lo más breve posible, con la concentración estratégica y el movimiento hacia las áreas de reunión consumiendo no más de dos breves noches de verano. Este requisito determinó en gran parte la distancia entre los alojamientos de las unidades panzer y la línea avanzada cerca de Belgorod.

A juzgar por la situación a lo largo y por detrás de nuestras líneas en el saliente de Kursk, el Ejército Rojo había estado demasiado bien preparado para un ataque de doble punta desde el norte y el sur; al STAVKA ciertamente se le había sido concedido demasiado tiempo para realizar tales preparativos. Los rusos concentraron potentes unidades de artillería cerca de Belgorod y delante del Noveno Ejército. Desde el mismo comienzo, el mando soviético pretendió no solamente defender sus posiciones en el norte sino también rechazar el ataque del Noveno Ejército. Por contraste, los rusos parecían haber querido meramente desgastar al Cuarto Ejército Panzer; las defensas en el sur se concentraron en fuertes obstáculos antitanque. Los soviéticos trasladaron sus fuerzas principales fuera del alcance de nuestra preparación artillera inicial estableciendo una profunda y fuertemente minada área avanzada.

Además, las fuerzas rusas en el saliente de Kursk habían sido mantenidas tan bajas como fue posible. Por ejemplo, no habían sido construidos aeródromos en esta área, con la excepción de uno en Kursk. En el frente del Cuarto Ejército Panzer, solamente el X Cuerpo de Tanques había sido mantenido en preparación cerca de Oboyan para participación en las primeras fases de la batalla. En lugar de ello, las reservas estratégicas de tanques soviéticas serían empleadas en el momento cuando nuestros panzer hubiesen quedado debilitados por abrirse paso a través del sistema defensivo ruso. Estas reservas, por consiguiente, podían ser mantenidas fuera del saliente de Kursk.

Los oficiales y suboficiales del Ejército Rojo habían sido informados en detalle sobre las reacciones rusas en caso de un ataque alemán. Esta conclusión es apoyada por el hecho de que una mesa de arena fue descubierta en los bosques donde el cuartel general de una gran unidad rusa había situado su puesto de mando. Además, pudimos distinguir fácilmente que las operaciones soviéticas habían sido meticulosamente preparadas por la ausencia de cualquier signo de desorden y de señales de retirada apresurada o aterrorizada de las unidades en el sistema defensivo. No hubo llamadas “SOS” por radio, que habían sido tan frecuentemente interceptadas en el pasado. Estos procedimientos habían sido obviamente copiados de los alemanes, con efecto excelente. El enemigo, como nosotros, se sentía confiado en los primeros días de la batalla de que todo se estaba desarrollando según lo planeado.

El objetivo de la Operación Ciudadela había sido recortar la línea de defensa entre Belgorod y Orel; esto no fue cumplido. Pero el hecho de que la ofensiva tuviera que ser interrumpida prematuramente no implica que la operación finalizara en derrota. El Cuarto Ejército Panzer sobrevivió al combate ciertamente invicto. Las tropas expresaron una terrible decepción cuando el ataque fue cancelado, pues habían conservado su agresividad, su firmeza a la defensiva y su voluntad de hacer los sacrificios necesarios a pesar de los desastres durante el invierno de 1942-1943. Todos los niveles del liderazgo alemán habían demostrado de nuevo ser hábiles e iguales en cualquier situación.

La ofensiva estratégica final alemana de esta guerra en suelo ruso tuvo que ser interrumpida después de una duración de doce días. La iniciativa pasó irrevocablemente al Ejército Rojo. Las fuerzas alemanas en el frente ruso tenían un combate extremadamente duro delante de ellas, lo cual estuvo estrechamente ligado a situar una tensión inusitamente fuerte sobre las tropas.