Entrevista a Wolfgang F. Robinow, veterano norteamericano
Publicado: Vie Ago 01, 2008 5:59 pm
Wolfgang F. Robinow, nacido en Alemania, es un veterano del ejército norteamericano que vivió los últimos meses de la guerra en suelo europeo. Robinow, cuyos abuelos eran judíos, emigró de Alemania a los estados Unidos en 1938, cuando tenía 20 años. Más tarde volvió a Europa como un soldado de la infantería norteamericana, desempeñando tareas de reconocimiento. El día 30 de abril de 1945, cuando las tropas norteamericanas se encontraban a las puertas de Múnich, fue enviado en un vehículo a aproximarse a la cuidad e informar. Lo que podría haber sido una complicada tarea acabó siendo una tranquila entrada en la capital del nazismo. El sargento Robinow se convirtió sin esperarlo en el liberador -un silente liberador- de Múnich.
1 de mayo de 1945. Robinow en Múnich.
Actualmente vive en un asilo de la ciudad de Frankfurt. He tenido el placer de hacerle unas preguntas, a las cuales ha respondido con mucho interés y no menos dificultad. Debo de agradecerle mucho su esfuerzo en transmitirme algunos de sus cada vez más diluidos recuerdos para nuestro foro.
¿Dónde nació usted y cómo llegó al ejército norteamericano?
Nací en Hamburgo, pero viví allí dos años. Mi padre fue destinado a Berlín.
Me alisté voluntario en el ejército americano porque no tenía todavía la ciudadanía.
¿Dónde fueron sus primeras acciones de combate en Europa?
En Alsacia, Francia.
¿En qué unidades combatió?
En la 42ª División de Infantería.
¿Tenía Múnich un significado especial para las tropas norteamericanas debido a su condición de Capital del Movimiento?
Dudo que las tropas supieran siquiera que Múnich era la “Capital del Movimiento”.
¿Podría explicarnos cómo fue ese día, el de la liberación de Múnich?
Comenzó temprano. Mi coronel quería que averiguásemos si había tropas alemanas allí. No había ninguna. No vimos ninguna gente hasta que estuvimos en el ayuntamiento. Había 8.000 prisioneros, que tenían la tarea de retirar escombros después de cada ataque aéreo. Ellos fueron las primeras personas que vimos. Enfrente del ayuntamiento había mucha gente. Mayormente mujeres y niños. Fuimos recibidos como si fuéramos el Salvador en persona. Yo fui el primer soldado americano allí. ¡Las calles estaban vacías!
¿Cual fue su impresión sobre los civiles? ¿Se encontraron ustedes con una población agresiva o con una población cansada y asqueada?
La gente estaba contenta por que habíamos llegado.
Antes de Múnich, ¿cual fue la última ciudad en la que encontraron oposición y combate?
Una aldea a unos 40 kilómetros de Múnich. Los alemanes se habían escondido en un bosque.
¿Recuerda el día en que fueron informados de la muerte de Hitler?
No.
¿Fue difícil interactuar con la población alemana tras la guerra? ¿Parecían ser los alemanes nazis?
Muchos habían sido nazis, porque una parte de la población no hizo nada contra ellos.
¿Qué hizo cuando la guerra acabó? ¿Cómo decidió quedarse allí para largo?
Permanecí en la zona de ocupación durante cinco años.
Al señor Robinow sus casí 90 años de edad ya no le permiten recordar muchos detalles; es una pena que el tiempo sea tan cruel. De todos modos, para mí ha sido un verdadero placer poder hacerle estas preguntas a él, un hombre que tiene un pequeño hueco en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
30 de abril de 1945. Robinow (izda.) con unos familiares, en Múnich.
1995: 50º aniversario de la liberación del campo de Dachau. Robinow es el primero por la izquierda. A su lado, un antiguo general belga.
Las fotografías son cortesía del propio Robinow.
Un saludo.
1 de mayo de 1945. Robinow en Múnich.
Actualmente vive en un asilo de la ciudad de Frankfurt. He tenido el placer de hacerle unas preguntas, a las cuales ha respondido con mucho interés y no menos dificultad. Debo de agradecerle mucho su esfuerzo en transmitirme algunos de sus cada vez más diluidos recuerdos para nuestro foro.
¿Dónde nació usted y cómo llegó al ejército norteamericano?
Nací en Hamburgo, pero viví allí dos años. Mi padre fue destinado a Berlín.
Me alisté voluntario en el ejército americano porque no tenía todavía la ciudadanía.
¿Dónde fueron sus primeras acciones de combate en Europa?
En Alsacia, Francia.
¿En qué unidades combatió?
En la 42ª División de Infantería.
¿Tenía Múnich un significado especial para las tropas norteamericanas debido a su condición de Capital del Movimiento?
Dudo que las tropas supieran siquiera que Múnich era la “Capital del Movimiento”.
¿Podría explicarnos cómo fue ese día, el de la liberación de Múnich?
Comenzó temprano. Mi coronel quería que averiguásemos si había tropas alemanas allí. No había ninguna. No vimos ninguna gente hasta que estuvimos en el ayuntamiento. Había 8.000 prisioneros, que tenían la tarea de retirar escombros después de cada ataque aéreo. Ellos fueron las primeras personas que vimos. Enfrente del ayuntamiento había mucha gente. Mayormente mujeres y niños. Fuimos recibidos como si fuéramos el Salvador en persona. Yo fui el primer soldado americano allí. ¡Las calles estaban vacías!
¿Cual fue su impresión sobre los civiles? ¿Se encontraron ustedes con una población agresiva o con una población cansada y asqueada?
La gente estaba contenta por que habíamos llegado.
Antes de Múnich, ¿cual fue la última ciudad en la que encontraron oposición y combate?
Una aldea a unos 40 kilómetros de Múnich. Los alemanes se habían escondido en un bosque.
¿Recuerda el día en que fueron informados de la muerte de Hitler?
No.
¿Fue difícil interactuar con la población alemana tras la guerra? ¿Parecían ser los alemanes nazis?
Muchos habían sido nazis, porque una parte de la población no hizo nada contra ellos.
¿Qué hizo cuando la guerra acabó? ¿Cómo decidió quedarse allí para largo?
Permanecí en la zona de ocupación durante cinco años.
Al señor Robinow sus casí 90 años de edad ya no le permiten recordar muchos detalles; es una pena que el tiempo sea tan cruel. De todos modos, para mí ha sido un verdadero placer poder hacerle estas preguntas a él, un hombre que tiene un pequeño hueco en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
30 de abril de 1945. Robinow (izda.) con unos familiares, en Múnich.
1995: 50º aniversario de la liberación del campo de Dachau. Robinow es el primero por la izquierda. A su lado, un antiguo general belga.
Las fotografías son cortesía del propio Robinow.
Un saludo.