Capítulo 15
1941-1942
Comienzo de la guerra germano-soviética - En el asedio de Leningrado - Sinfonía num. 7.
Se decretó la movilización general. Hasta las personas de edad avanzada, como el septuagenario Leonid Nikolaiev, profesor de Shostakovich, recibieron la orden de incorporarse al Ejército Rojo. De ahí que con sus características terquedad y decisión el compositor de Lady Macbeth intentase por todos los medios ser llamado a filas. En un artículo publicado en plena guerra escribía Shostakovich: "Al comenzar la guerra, el 22 o el 23 de junio, me apunté como voluntario en el ejército. Se me dijo entonces que tenía que esperar. Presenté de nuevo mi solicitud inmediatamente después del discurso de Stalin sobre la movilización. Me contestaron: Le admitiremos, pero ahora vuelva, por favor, a su puesto y continúe su trabajo. Yo trabajaba en el Conservatorio. Estaba a punto de acabar el curso académico. Admití estudiantes y dirigí trabajos de diplomatura; la actividad académica duró hasta el 1 de julio. Renuncié a las vacaciones y permanecí día y noche en el Conservatorio.
Pensando que se habían olvidado de mí me presenté por tercera vez en la oficina de reclutamiento. Eran muchos los que habían presentado allí su solicitud. [...] Se me confió entonces la dirección del departamento de música del teatro del ejército [...] Se trataba de algo realmente difícil, pues sólo había intérpretes de bayán. Volví a solicitar el ingreso en el ejército. Habló conmigo un comisario. Tras exponerle mi petición me dijo que era muy difícil admitirme en el ejército. Según él yo debería limitarme a escribir música. A continuación me releyó de mis funciones de director del teatro musical y, contra mi voluntad, decidió mi evacuación de Leningrado. Yo pensaba que sería mucho más útil en Leningrado. Sobre el particular mantuve una conversación seria con la dirección de la Organización de Leningrado. Me dijeron que tenía que marcharme, pero yo no tenía prisa en abandonar la ciudad, en la que reinaba una atmósfera de lucha» (1).
Shostakovich continuó insistiendo hasta que fue incorporado a la sección de incendios del grupo de defensa aérea. Existen fotografías en las que aparece con un grueso traje de protección y con un casco de bombero. Su misión consistía en sofocar el fuego de las casas que ardían y en colaborar en la defensa de la ciudad. No obstante, realizó otras muchas tareas. Inicialmente trabajó con el actor Nikolai Cherkassov en el teatro de la policía de Leningrado preparando programas y organizando los primeros conciertos destinados a los soldados. Después se ocupó de la edición de canciones. Durante algún tiempo residió en el edificio del Conservatorio, cuya custodia se le había confiado.
Como sucedió con la mayoría de los compositores soviéticos más destacados, Shostakovich no fue incorporado al ejército; todos ellos fueron evacuados en dirección al Cáucaso y después a Alma Ata y a Novosibirsk, pues el talento era una cuestión de la máxima importancia para el Estado, hasta el punto de que los dirigentes, que en tiempos de paz necesitaban el arte para difundir su ideología y apoyar sus aparatos de propaganda, mantuvieron sobre «sus» artistas una atención especial y durante la guerra se preocuparon muchísimo de su seguridad, pues sólo así podrían continuar trabajando para gloria del poder soviético. De ahí que la movilización total no alcanzase ni a Serguei Prokofiev. ni a Nikolai Miaskovski, ni a Yuri Shaporin, ni al director Serguei Eisenstein ni a otros muchos. También Shostakovich hubiera tenido que trasladarse al Este de no haberlo impedido su oposición y su inquebrantable voluntad de permanecer en Leningrado.