La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Cuestiones generales relativas a la Segunda Guerra Mundial

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Erich Hartmann
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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 1:22 pm

Bueno, vamos a darle un poco de ánimo a este tema un tanto olvidado con un texto sobre la sinfonía nº 7 de Shostakovich. Lo que viene a continuación es el capítulo 15 del libro: Shostakovich, su vida, su obra, su época, de Krzysztof Meyer, publicado por Alianza Editorial en Madrid, 1997. Por su extensión lo voy a dividir en varias entregas. Que lo disfruten.


Capítulo 15
1941-1942


Comienzo de la guerra germano-soviética - En el asedio de Leningrado - Sinfonía num. 7.
Al amanecer el día 22 de junio de 1941 traspasaban las fronteras soviéticas las primeras unidades del ejército alemán: para la población de la Unión Soviética aquel hecho constituía el comienzo de la gran guerra nacional. La noticia encontró a Shostakovich presidiendo la Comisión nacional examinadora en la clase de piano del Conservatorio de Leningrado. El trabajo se desarrolló sin interrupciones, aun cuando al mismo tiempo se adoptaron febrilmente medidas de defensa en las que intervinieron todos los ciudadanos. Junto con otros profesores Shostakovich participó prácticamente todos los días en la construcción de barricadas. El 8 de agosto sobrevolaron Leningrado los primeros aviones alemanes: comenzaban los bombardeos y los disparos de la artillería. Durante 900 días y noches, hasta febrero de 1944. la ciudad sufrió el asedio del fuego enemigo.

Se decretó la movilización general. Hasta las personas de edad avanzada, como el septuagenario Leonid Nikolaiev, profesor de Shostakovich, recibieron la orden de incorporarse al Ejército Rojo. De ahí que con sus características terquedad y decisión el compositor de Lady Macbeth intentase por todos los medios ser llamado a filas. En un artículo publicado en plena guerra escribía Shostakovich: "Al comenzar la guerra, el 22 o el 23 de junio, me apunté como voluntario en el ejército. Se me dijo entonces que tenía que esperar. Presenté de nuevo mi solicitud inmediatamente después del discurso de Stalin sobre la movilización. Me contestaron: Le admitiremos, pero ahora vuelva, por favor, a su puesto y continúe su trabajo. Yo trabajaba en el Conservatorio. Estaba a punto de acabar el curso académico. Admití estudiantes y dirigí trabajos de diplomatura; la actividad académica duró hasta el 1 de julio. Renuncié a las vacaciones y permanecí día y noche en el Conservatorio.

Pensando que se habían olvidado de mí me presenté por tercera vez en la oficina de reclutamiento. Eran muchos los que habían presentado allí su solicitud. [...] Se me confió entonces la dirección del departamento de música del teatro del ejército [...] Se trataba de algo realmente difícil, pues sólo había intérpretes de bayán. Volví a solicitar el ingreso en el ejército. Habló conmigo un comisario. Tras exponerle mi petición me dijo que era muy difícil admitirme en el ejército. Según él yo debería limitarme a escribir música. A continuación me releyó de mis funciones de director del teatro musical y, contra mi voluntad, decidió mi evacuación de Leningrado. Yo pensaba que sería mucho más útil en Leningrado. Sobre el particular mantuve una conversación seria con la dirección de la Organización de Leningrado. Me dijeron que tenía que marcharme, pero yo no tenía prisa en abandonar la ciudad, en la que reinaba una atmósfera de lucha» (1).

Shostakovich continuó insistiendo hasta que fue incorporado a la sección de incendios del grupo de defensa aérea. Existen fotografías en las que aparece con un grueso traje de protección y con un casco de bombero. Su misión consistía en sofocar el fuego de las casas que ardían y en colaborar en la defensa de la ciudad. No obstante, realizó otras muchas tareas. Inicialmente trabajó con el actor Nikolai Cherkassov en el teatro de la policía de Leningrado preparando programas y organizando los primeros conciertos destinados a los soldados. Después se ocupó de la edición de canciones. Durante algún tiempo residió en el edificio del Conservatorio, cuya custodia se le había confiado.

Como sucedió con la mayoría de los compositores soviéticos más destacados, Shostakovich no fue incorporado al ejército; todos ellos fueron evacuados en dirección al Cáucaso y después a Alma Ata y a Novosibirsk, pues el talento era una cuestión de la máxima importancia para el Estado, hasta el punto de que los dirigentes, que en tiempos de paz necesitaban el arte para difundir su ideología y apoyar sus aparatos de propaganda, mantuvieron sobre «sus» artistas una atención especial y durante la guerra se preocuparon muchísimo de su seguridad, pues sólo así podrían continuar trabajando para gloria del poder soviético. De ahí que la movilización total no alcanzase ni a Serguei Prokofiev. ni a Nikolai Miaskovski, ni a Yuri Shaporin, ni al director Serguei Eisenstein ni a otros muchos. También Shostakovich hubiera tenido que trasladarse al Este de no haberlo impedido su oposición y su inquebrantable voluntad de permanecer en Leningrado.
(1) Moskovskij bolsevk, 19 de abril de 1942.

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Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 2:43 pm

El 19 de julio empezó Shostakovich a trabajar en su nueva sinfonía, que habría de celebrar el valor de su patria y estaría consagrada a la lucha heroica. Era evidente que al escoger el género Shostakovich se decidiría por una sinfonía. Al terminar su obra declaró: «Me propuse escribir una obra sobre nuestras gentes, que durante la lucha contra el enemigo, emprendida bajo el signo de la victoria, se convirtieron en héroes... Mientras trabajaba en la nueva sinfonía pensaba en la grandeza de nuestro pueblo, en su heroísmo, en las maravillosas ideas humanistas. en los valores humanos, en nuestra espléndida naturaleza, en la humanidad, en la belleza.!...] Dedico mi Sinfonía num. 7 a nuestra lucha contra el fascismo, a nuestra incontrovertible victoria sobre el enemigo y a Leningrado, mi ciudad natal» (2).

La imagen de un artista que combate en las barricadas y compone una sinfonía inspirándose en la batalla corresponde exactamente a la psicología de los rusos que vieron en él al genio nacional, pero al mismo tiempo fue un instrumento de gran relieve en manos de la propaganda comunista. En torno a la génesis de la Sinfonía núm. 7, conocida también con el
nombre de Leningrado, surgieron pronto diversas leyendas que enmascaraban la realidad. Basta recordar que durante el asedio de la ciudad aparecieron 192 obras debidas a la pluma de compositores soviéticos, entre ellas nueve sinfonías, ocho óperas, dieciséis cantatas y cinco ballets. Sin embargo, sólo se habla de la Sinfonía núm. 7.

Inicialmente la sinfonía constaría de un solo movimiento. Shostakovich se proponía introducir un coro tras el tema principal y tras el subsiguiente momento culminante (3); posteriormente lo reemplazó por una especie de réquiem instrumental dedicado a los caídos en el combate. Pero en el curso de la composición volvió al esquema clásico de cuatro movimientos. Al principio pensó en poner un título a cada movimiento: 1. Guerra. 2. Recuerdo. 3. La inmensidad de la patria, 4. Victoria (4). Pero terminó distanciándose de este proyecto.

El lenguaje musical de esta obra está muy simplificado, lo cual nada tiene de extraño, pues la sinfonía debía transmitir a amplios auditorios la idea de la lucha y del triunfo sobre el enemigo (5). Al mismo tiempo es la obra sinfónica más extensa de Shostakovich. De su obra anterior la composición más larga era la Sinfonía núm. 4, que duraba una hora: la Sinfonía "Leningrado” dura alrededor de 75 minutos.

Sólo el primer movimiento se aparta de las convenciones. "Al escribir el primer movimiento", declaró el compositor, "hube de renunciar al desarrollo tradicional y sustituirlo por un episodio central nuevo y de contraste. En mi opinión, no es fácil encontrar una forma similar en la música sinfónica. Esta idea procedía del desarrollo del programa»".

De hecho, tras los dos temas, contrapuestos según los modos clásicos, en lugar del desarrollo aparece una nueva idea, el “episodio de la invasión”. En opinión de los críticos se trataría de una ilustración musical del asalto de las tropas hitlerianas (ejemplo 19). Este tema, que a través de doce repeticiones se acentúa progresivamente en su grotesca trivialidad, fue durante muchos años la melodía más popular de las escritas por Shostakovich. Béla Bartók utilizó en 1943 su parte central en el cuarto movimiento de su Concierto para orquesta (ejemplo 20).

El primer movimiento es el que más seduce a los oyentes. Su desarrollo dramático no tiene igual en toda la historia de la música y la utilización de instrumentos de viento suplementarios, que da lugar a un gigantesco conjunto de ocho trompas, seis trompetas, seis trombones y una tuba, eleva el sonido a un volumen hasta entonces desconocido.

Una vez terminado el primer movimiento, el trabajo se desarrolló con gran rapidez. Volvía a manifestarse una vez más la facilidad de escritura de Shostakovich.

En palabras del mismo Shostakovich “el segundo movimiento es un Intermezzo lírico, muy delicado. Carece del programa y de las imágenes concretas del primer movimiento. Tiene unas gotas de humor (no puedo prescindir del mismo): Shakespeare conocía perfectamente el valor del humor en la tragedia y sabía que no se puede mantener al oyente en una
tensión continua».

Acabado el Scherzo Shostakovich decidió presentar a sus amigos más íntimos la primera parte de su obra. Escribe Valerian Bogdanov-Beresovski:

“Miércoles. 17 de septiembre, Esta tarde, invitado por Shostakovich. He ido a la calle Skorokodov con Y. Kochurov. G. Popov y A. Peissin. Mientras nos dirigíamos allá reflexionábamos sobre el carácter de la nueva obra, compuesta en condiciones tan fuera de lo común. Hablábamos sobre la peculiaridad y la responsabilidad de una sintonía dedicada a la
gran guerra nacional,

Extendidas sobre el escritorio, las enormes páginas de la partitura revelaban la envergadura de la formación orquestal. Shostakovich nos interpretó su nueva sinfonía con nerviosismo y excitación. Se esforzaba claramente por reflejar todos los matices cromáticos de la orquesta. La impresión fue colosal. Se trata de una asombrosa imagen del tiempo actual, de un reflejo de los acontecimientos exteriores traducido en una forma musical sumamente compleja, sin trivializar en absoluto el género. Tanto por su contenido como por su forma es una sintonía audaz y valiente, sobre todo en su primer movimiento, con el largo desarrollo que sigue a la exposición.[...]

De repente nos llegó desde la calle el estridente alarido de las sirenas. Cuando terminó el primer movimiento, el compositor se preocupó de que su mujer y sus dos hijos acudiesen al refugio, pero no quiso interrumpir su interpretación. Acompañado por las sordas explosiones de los cañones antiaéreos nos interpretó el segundo movimiento y nos mostró algunos apuntes del tercero; finalmente tocó otra vez todo.

Al volver del distrito de Retrogrado veíamos desde el tranvía los resplandores del incendio, muestra de la obra destructiva de aquellos bárbaros de los aires. Impresionados por la música y por el noble pathos de la sinfonía percibimos con una penetración singular el absurdo de cuanto nos acontecía.”

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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 3:05 pm

Shostakovich trabajaba sin pausas.

“El 29 de septiembre acabé el tercer movimiento en medio de una gran excitación. Por tanto los tres primeros movimientos —cincuenta y dos minutos de música— están acabados: han sido escritos en corto espacio de tiempo. Tenía miedo de que una escritura tan rápida repercutiese negativamente en la calidad de la música. Por ello invité a algunos
amigos a escuchar lo que había escrito. Me han tranquilizado.

Hasta el momento recuerdo todas las fechas. Terminé el primer movimiento el 3 de septiembre, el segundo el 17 y el tercero el 29. He trabajado noche y día. A veces caían bombas alrededor y la defensa antiaérea entraba en acción. Pero no interrumpí mi trabajo ni un solo momento.

El 25 de septiembre celebré mis 35 años y trabajé más que nunca. Mis amigos dicen que he escrito mis páginas más expresivas".

La defensa de Leningrado continuaba. Estalla claro que el bloqueo se prolongaría durante meses enteros. Los combates se endurecían, hizo su aparición el hambre y en la asediada ciudad la vida resultaba cada vez más peligrosa. «Se me hizo saber que tenía que abandonar la ciudad. Me negué en redondo, tanto más cuanto que reinaba una atmósfera general de lucha. Las mujeres, los niños y los ancianos daban muestras de un valor extraordinario; nunca olvidaré el heroísmo que mostraron en plena lluvia de bombas. Las mujeres sobre todo tuvieron un comportamiento asombroso durante el asedio de la ciudad». Finalmente a principios de octubre Shostakovich y su familia fueron evacuados primero a Moscú y después a Kuibyshev, donde el 27 de diciembre de 1941 terminó la partitura.

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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 5:16 pm

El estreno no sólo fue un éxito personal de Shostakovich, sino todo un acontecimiento de importancia política. La Sinfonía "Leningrado" fue considerada desde el principio como un símbolo de victoria y sus tonos optimistas reconfortaron los corazones de los oyentes.

En una carta del 19 de marzo de 1942 escribía Shostakovich a Vissarion Shebalin: «El 5 de marzo se estrenó aquí mi Sinfonía núm. 7. Una vez más lamento que no la hayas escuchado. Pero acaso no esté todavía todo perdido. Me gustaría muchísimo conocer tu opinión sobre la sinfonía. No puedes hacerte una idea de lo mucho que te necesito, a ti y nuestras conversaciones. Me gustaría muchísimo verte de nuevo».

El éxito fue cada vez mayor en las sucesivas interpretaciones y, a pesar de las vicisitudes de la guerra, la obra inició una impresionante marcha triunfal no sólo en la Unión Soviética sino en todo el mundo.

El 22 de marzo la orquesta del teatro Boishoi volvió a Moscú con su director Samossud. Entretanto las tropas alemanas se apoderaron de Ucrania, de Bielorrusia, de la República de Moldavia y de la costa báltica y se acercaban a la capital. A pesar de todo el concierto de Moscú constituyó un gran acontecimiento y el público tuvo muchas dificultades para acomodarse en la sala. Uno de los musicólogos soviéticos presentes recordaba: -El estreno en Moscú de la Sinfonía núm. 7 se me grabó profundamente en la memoria.[...] Antes de iniciarse el tercer movimiento se presentó inesperadamente junto al director de la orquesta el responsable de la defensa antiaérea. Levantó la mano y en tono sosegado, para no provocar el pánico, anunció el comienzo de una alarma aérea. Por aquellas fechas los bombarderos nazis hacían frecuentes intentos de llegar a Moscú. A pesar de la alarma nadie se movió de su asiento.[...] La sinfonía fue interpretada hasta el final. Su poderoso Finale, que anuncia la victoria sobre el enemigo, creó una atmósfera inolvidable, arrebatadora. La estruendosa ovación se convirtió en una apasionada manifestación de sentimientos patrióticos y en una exaltación del talento de nuestro gran contemporáneo».

El concierto fue transmitido por radio. Posteriormente llegaron a Moscú desde diversos puntos solicitudes en demanda de la partitura.

"Una noche en que la embajadora soviética [en Suecia] Alexandra Mijailovna Kollontai escuchaba la radio se encontró con una música desconocida y poco habitual y pensó: una nueva sinfonía de Shostakovich.

Telegrama a la Unión Soviética... En respuesta sale para Irán un microfilme con la partitura, de allí a Irak, a Egipto, a través de África y en barco [...] por el Atlántico a Nueva York, donde la esperaban directores tan famosos como Toscanini, Stokowski, Kussewizki [...]. Desde Estados Unidos se envía una copia de la partitura a Londres y desde allí por avión a Estocolmo [...] La Orquesta Sinfónica de Göteborg la estrenó en Suecia. Se repitió la misma impresión: el público quedó conmocionado».

Sin embargo, el primer estreno en el extranjero de la Sinfonía "Leningrado" tuvo lugar en Estados Unidos.

En enero de 1941, es decir, un año antes de que se acabase la obra e incluso meses antes de que se escribiesen las primeras notas. Kussewizki había enviado un telegrama a Moscú recabando los derechos de estreno de la siguiente sinfonía de Shostakovich. Justificaba su petición en el hecho de ser uno de los directores que con más frecuencia interpretaba la música del compositor. Cuando aparecieron en la prensa las primeras noticias de que en la asediada Leningrado Shostakovich trabajaba en una nueva sinfonía, numerosos directores rivalizaron en hacerse con los derechos del estreno. En Moscú la "Sociedad panrusa para la colaboración con el extranjero" (VOKS) recibió cartas y telegramas de los más famosos directores de orquesta; cada uno de ellos fundaba sus derechos a este privilegio en los esfuerzos hechos por difundir la música del gran compositor ruso en Estados Unidos.

Eugene Ormandy, a la sazón director artístico de la Orquesta de Filadelfia, escribía el 16 de septiembre de 1941: "Teniendo en cuenta que en el pasado los estrenos [norteamericanos] de las sinfonías de Shostakovich correspondieron tradicionalmente a nuestra orquesta, solicito respetuosamente que se me ponga en contacto con el compositor por vía diplomática para que pueda solicitarle el envío a la mayor brevedad de la partitura y de las partes orquestales».

El 12 de febrero de 1942 Leopold Stokowski escribía al embajador soviético en los Estados Unidos: «Tengo entendido que Dmitri Shostakovich nha terminado la Sinfonía núm. 7 y que la misma se ha estrenado recientemente en Leningrado. Me gustaría dirigirla en Nueva York tan rápidamente como sea posible, retransmitir el concierto por radio, grabar un disco y utilizarla en Hollywood en una gran película musical. He escrito ya a la Am-Rus-Corporation de Nueva York solicitando que se me reserven los derechos de estreno en estos cuatro campos. Quisiera añadir que el estreno de una obra nueva de su gran compatriota constituiría una gran alegría para mí y para el público norteamericano».

Artur Rodzinski dirigió el 17 de febrero de 1942 una carta similar al embajador soviético: “Como usted seguramente sabe o puede fácilmente saber, soy el único [¡!] defensor de la música de Shostakovich en este país. Acabo de grabar en Columbia un disco con su Sinfonía núm. 1 y hace dos años fui el primero en dirigir su Sinfonía núm. 5. cuya grabación discográfica tengo prevista para la próxima semana. Pero lo que en mi opinión más cuenta es el estreno de la ópera Lady Macbeth de Mzensk que dirigí en Estados Unidos hace cinco años [...]. El estreno tuvo lugar en Cleveland; después la ópera obtuvo un triunfo sensacional en el Metropolitan Opera de Nueva York [...]. Conozco su afición a la música y sé la importancia que usted concede al intercambio cultural. La interpretación de la Sinfonía núm. 7 equivale al menos a varios transportes de armas, con la diferencia, sin embargo, de que la música alcanza su objetivo con más seguridad y eficacia». La embajada soviética recibió cartas parecidas de otros muchos directores de orquesta.

No obstante, el honor del estreno norteamericano de la Sinfonía núm. 7 recayó en Arturo Toscanini, que la interpretó en Nueva York el 19 de julio de 1942 con la Symphony Orchestra de la NBC. No tardaron en ofrecerse nuevas interpretaciones, de forma que en la temporada de conciertos 1942/43 la sinfonía se programó en el continente americano en sesenta y dos ocasiones. Fue dirigida entre otros por Kussewizki, Stokovski, Rodzinski, Dimitri Mitropoulos. Ormandy, Fredrick Stock, Fierre Monteux y Carlos Chávez. La siguiente anécdota refleja adecuadamente la popularidad de que disfrutaba Shostakovich en Estados Unidos. En 1945 Victor Seroff, musicólogo norteamericano de origen ruso, se dirigió a Serguei Rajmaninov porque se proponía escribir un artículo con motivo de sus 70 años. El compositor exclamó amargamente: «¿Para qué? Todos los compositores rusos han caído en el olvido. Sólo queda uno: Shostakovich».

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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 5:22 pm

Sin embargo, aquel hombre tan envidiado soñaba con que su Sinfonía núm. 7 se interpretara en Leningrado. Era un deseo compartido con todos los músicos y aficionados residentes en la ciudad. Un avión especial, que logró superar el bloqueo, trasladó la partitura. Karl Eliasberg, director de la Orquesta de la radio, fue el encargado de organizar el concierto. Lo primero que hizo fue completar el conjunto. A pesar de que el cerco se estrechaba cada vez más, de que la gente moría de hambre y de que los bombardeos diezmaban la población, hubo que volver a llamar a muchos músicos de la primera línea del frente para que pudieran tomar parte en los ensayos.

Se fijó el 9 de agosto como fecha del concierto. Aquel día los alemanes volvieron a intentar la conquista de la ciudad, pero aunque no dejaron de combatir no avanzaron ni un paso.

“El ejército se hizo cargo de los últimos preparativos del concierto [...]. Alguien facilitó al director de la orquesta un cuello recién almidonado para la camisa del frac: era más fácil encontrar un frac que encontrar patatas.

Los músicos se presentaron con sus uniformes, pero se cambiaron en los vestuarios. De las perchas colgaban capotes y correajes, carabinas y pistolas se apoyaban en las paredes [...]. A su lado estaban las cajas de los instrumentos [...].

El público llegó en grupos o separadamente. Llegaban por caminos trillados desde los barrios más alejados, realizando grandes desviaciones para evitar los lugares en los que había carteles con la siguiente inscripción: "Utilícese el otro lado de la calle. Peligro de disparos de artillería." Pasaban entonces al otro lado de la calle, más seguro, y veían cómo se desmoronaban los revoques y las cornisas y cómo se desprendían las piedras de las paredes de las casas ametralladas. Caminaban con sumo cuidado, escuchaban atentos el estruendo del frente y las detonaciones de las explosiones cercanas para comprobar si los disparos se acercaban tal vez a la calle por la que se apresuraban a llegar a la gran sala de columnas en que se ofrecía el concierto”.

El concierto fue retransmitido por todas las emisoras soviéticas. Según Bogdanov-Beresovski, que estuvo presente, el concierto «se desarrolló en una atmósfera de ardor y de entusiasmo, como una reunión soberbia y solemne, como una fiesta nacional». Las reacciones del público no fueron el único testimonio del carácter extraordinario del acontecimiento. El musicólogo y crítico Leonid Entelis, que vivió el asedio de Leningrado, contaba al autor de este libro que los responsables de la defensa soviética interrumpieron el fuego de artillería durante el concierto para no perturbar la audición de la Sinfonía núm. 7.

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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Ene 12, 2012 5:34 pm

La sinfonía fue interpretada en Novosibirsk. Tashkent, Erivan. Alma Ata y en muchas otras ciudades, siempre a cargo de los mejores directores soviéticos. El compositor reconoció que la «interpretación que más me agrada es la de Yevgueni Mravinski y la Orquesta Filarmónica de Leningrado».

Tras la primera interpretación de la Sinfonía núm. 7 bajo la dirección de Mravinski (Novosibirsk. 9.7.1942) declaró Shostakovich: «Es uno de los mejores directores que conozco: es preciso, comprende muy bien las intenciones del compositor y posee el infrecuente don de trabajar con exactitud e inteligencia. Sabe siempre lo que quiere, trabaja sin prisas superfinas, procede metódicamente y obtiene en cada ensayo resultados sorprendentes».

Ninguna otra sinfonía ha provocado en nuestro siglo una ola similar de interés y de entusiasmo. Shostakovich ha sido calificado de genio, del Beethoven del siglo XX. Se le ha asignado la primera posición entre los compositores vivos. La popularidad y el reconocimiento logrados a raíz de la Sinfonía "Leningrado- no tienen precedentes en la música contemporánea. “Una sinfonía sobre los hombres de la Unión Soviética”, “Shostakovich no habla sólo en nombre de la Gran Rusia, sino en el de toda la humanidad”, ...Sinfonía de la rabia y de la lucha», «La Heroica de nuestros días»: he aquí algunos títulos de los ditirámbicos artículos publicados en todo el mundo. Los músicos más destacados acudieron a los superlativos para referirse a ella. Uno de los mejores directores de orquesta de la primera mitad de este siglo, el norteamericano de origen ruso Sergei Kussewizki, opinaba: «Desde Beethoven nadie ha sabido hablar con tal capacidad de sugestión a las más extensas capas de oyentes».

En su propio país Shostakovich fue considerado como el mayor compositor soviético. Obtuvo de nuevo el Premio Stalin de primer grado, esta vez el correspondiente a 1942. Aunque en la Unión Soviética todavía vivía y trabajaba otro destacado compositor, Prokofiev, universalmente reconocido entonces como innovador, se adjudicó la primera posición al autor de la Sinfonía "Leningrado".

En la primera temporada de conciertos de la posguerra esta obra fue interpretada prácticamente en todas las grandes ciudades europeas: París, Belgrado, Oslo, Viena, Sofía, Budapest, Copenhague, Bucarest, Cracovia, Zagreb, etc. En el invierno de 1946-47 sonó por primera vez en Berlín.

¿Es realmente la Sinfonía "Leningrado" una obra maestra que ensombrece todas las demás creaciones de Shostakovich? Una afirmación de este tipo sería actualmente insostenible. La obra ha alcanzado una popularidad enorme en virtud de las circunstancias en que fue escrita. La sinfonía pretendía ser un símbolo de la victoria final, un acontecimiento artístico-político, y lo fue. Su carácter programático y la sencillez de su lenguaje musical facilitaban su comprensión, de forma que logró cautivar y arrastrar a amplias masas. Hoy en la Sinfonía "Leningrado" nos incomodan la excesiva longitud de algunos episodios, sobre todo en el tercer movimiento, y los giros convencionales de la parte central del Finale. Evidentemente la Sinfonía num. 7 revela un gran talento, pero si hubiera de calibrarse el valor de todas las obras de Shostakovich por el éxito de la Sinfonía "Leningrado", ¿qué juicio merecerían la Sinfonía num. 1 y la Sinfonía num. 2 y, entre las obras posteriores, las Sinfonías nún. 10 y núm. 13, el Concierto para violín núm. 1 y el Concierto para violonchelo núm. 2. Sin duda ninguna el lenguaje musical de Lady Macbetb de Mzensk es mucho más original y la profundidad expresiva de la Sinfonía num. 8 es mucho mayor que la de la Sinfonía "Leningrado". Sucede, sin embargo, muchas veces que las mejores obras no son las más populares. En comparación con otras obras de Shostakovich actualmente la Sinfonía núm. 7 se interpreta relativamente poco. No obstante, todavía son muchos los melómanos que asocian directamente el nombre de Shostakovich con la Sinfonía "Leningrado".

eisenach
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Re: La Segunda Guerra Mundial en la música culta

Mensaje por eisenach » Vie Ene 13, 2012 6:11 pm

Cuarteto nº 8 de Shostakovich, oficialmente dedicado a las víctimas del fascismo y la guerra, entre las cuales se encontraba su hija (y extraoficialmente compuesto como epitafio a sí mismo).

Una obra maestra en su simplicidad, sencillez y dramatismo, con un carácter más personal y menos institucional o político que las sinfonías (compuestas para ''agradar'', en cierto, modo al público). Frente a éstas, los cuartetos (y especialmente el octavo) son obras de introspección. De hecho, las cuatro primeras notas son la firma germanizada del autor: Re-Mi bemol-Do-Si, DeSCH (ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Motivo_DSCH" onclick="window.open(this.href);return false;), costumbre imitada del maestro de Eisenach, Bach (http://es.wikipedia.org/wiki/Motivo_BACH" onclick="window.open(this.href);return false;). El cuarteto contiene melodías populares y fragmentos de sus compositores favoritos, y es considerado casi un testamento musical.

Aconsejo consultar la excelente biografía de Shostakovich de Krzysztof Meyer (Shostakóvich: Su vida, su obra, su época. Madrid, Alianza Editorial 75) para comprender la torturada relación de D. S. con su inóspito entorno político y cultural.

El cuarteto (hago notar que D. S. no previó cortes entre movimientos, que deben escucharse sin solución de continuidad, cosa que Youtube no permite):

Mov 1: http://www.youtube.com/watch?v=RCOMyaMX ... ure=fvwrel" onclick="window.open(this.href);return false;
Mov 2: http://www.youtube.com/watch?v=khpm7RLF ... re=related" onclick="window.open(this.href);return false;
Mov 3: http://www.youtube.com/watch?v=G_VOfwUC ... re=related" onclick="window.open(this.href);return false;
Mov 4: http://www.youtube.com/watch?v=GsVcoceq ... re=related" onclick="window.open(this.href);return false;
Mov 5: http://www.youtube.com/watch?v=h_cjmF74 ... re=related" onclick="window.open(this.href);return false;

Más información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Cuarteto_n ... %B3vich%29" onclick="window.open(this.href);return false;

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