Soldados con y sin ideología

Cuestiones generales relativas a la Segunda Guerra Mundial

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Plantigrado
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Soldados con y sin ideología

Mensaje por Plantigrado » Dom Oct 28, 2018 2:16 pm

He encontrado algunas declaraciones que me parecen curiosas del director de cine norteamericano Samuel Fuller, que participó en la SGM, en el frente occidental, y luego dirigió algunas famosas películas bélicas como por ejemplo Uno rojo división de choque.

En ellas viene a decir algo así como que participó en la guerra porque lo mandaron, sin más.

Lo nuestro era matar nazis. Los mandos, o los jefecillos nos largaban discursos sobre la grandeza de nuestro cometido. Libertad, democracia. ¡***!, nosotros no queríamos liberar a nadie. Nos importaba un carajo estar en Normandía o en cualquier otro sitio. Nosotros hacíamos la guerra. Y la guerra es matar, matar, matar.

Nadie se encontraba en estado de éxtasis pensando en defender la democracia. Estábamos en Francia. Bueno, ¿y qué? Lo único que nos preocupaba era saber cuantos cabrones teníamos enfrente.

En las películas de guerra tendría que haber un tío detrás de la pantalla disparando sobre el público con una ametralladora. Para enseñarle lo que es eso del miedo. Vinieron unos tíos a lagarnos unos discursos. Generales, mariscales, hijoputas. Todos dijeron estupideces. Menos uno. Se llamaba Alexander. Nos dijo: "Hay unos desgraciados que tienen que hacer este puto trabajo, y esos desgraciados sois vosotros". No nos vendió sentimentalismo.

(Citado en Los años de la infamia de Manuel Leguineche, Ediciones temas de Hoy, 1999. Leguineche menciona como fuente la revista Cambio 16, sin especificar más).

Supongo que el modo de pensar de Fuller recoge algo que probablemente sería muy frecuente. Soldados que iban a la guerra sin ideología, porque es lo que les había tocado. Como mucho por un patriotismo sin florituras, "lucho por mi país y basta".

Sin embargo, se supone que la SGM fue una guerra que surgió a raíz del choque entre ideologías contrarias y modelos sociales.

A veces se dice que los soldados de la Werhmacht eran como los soldados de las novelas de Sven Hassel, en las que casi todos los protagonistas pasaban de Hitler y del nazismo para sus adentros. Que tan sólo los de las Waffen SS eran los que se movían por fanatismo.

Así como entre los mandos profesionales (Rommel, Guderian, Manstein, Paulus, Canaris por ejemplo se suelen presentar como no nazis) frente a los más ideologizados (Model, Reichenau, Keitel, Dietrich, Eicke, por ejemplo).

En el Ejército Rojo también se suponía que la ideología era importante desde los inicios de la Revolución Bolchevique, pero que el comunismo pasó rápidamente a un segundo plano en la SGM ante una cuestión de supervivencia.

La desmotivación que generalmente se atribuye a los italianos en la SGM también a menudo se explica como consecuencia de una escasa identificación con los ensueños imperiales de Mussolini y el fascismo.

No digamos las tropas angloamericanas, procedentes de países donde el adoctrinamiento político no era algo machacado a diario como en los totalitarios.

Parece como si la guerra fuese un invento de los políticos para usar en su beneficio a gente en principio no politizada, en muchos casos.
“Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad”.

Oscar Wilde, escritor irlandés.

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Re: Soldados con y sin ideología

Mensaje por José Luis » Mié Oct 31, 2018 8:41 am

¡Hola a todos!
Plantigrado escribió: Sin embargo, se supone que la SGM fue una guerra que surgió a raíz del choque entre ideologías contrarias y modelos sociales.
Esa suposición no es del todo cierta en lo tocante a la causa fundamental de la guerra. Es cierto que ideologías contrapuestas o diametralmente opuestas tienden al conflicto, sobre todo cuando se producen entre países limítrofes y aspiran a una dominación local o global. Sin embargo, la IIGM no fue tanto una guerra de ideologías como una guerra de intereses de poder (político y económico) enfrentados en torno al orden mundial establecido tras el final de la IGM. Hubo unas potencias que lo desafiaron e intentaron transformarlo a su favor (Japón, Alemania, Unión Soviética e Italia) y otras que lo defendieron porque les favorecía (Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos). El hecho de que la Unión Soviética pasara de ser una potencia “revisionista” durante los años de preguerra a entrar finalmente en el bloque de los Aliados tiene su causa en la agresión militar nazi de junio de 1941, invasión que vino motivada por los intereses económicos de expansión nazi (con el propósito de ser económicamente autosuficiente y compensar así las consecuencias del bloqueo naval británico), una expansión hacia el Este que formaba la base económica de la ideología nazi. Dado que esta expansión nazi hacia el Este estaba modelada por la política racial de la propia ideología nazi, cabe hablar por ello de la guerra en el Frente Oriental como una guerra ideológica de exterminio. Pero la guerra en su conjunto, como casi todas las guerras, fue por intereses (ofensivos y/o defensivos) de poder.

Británicos y franceses no se involucraron en la defensa de la independencia y soberanía de Polonia por una causa democrática o ideológica, sino porque la escalada de las agresiones nazis llegó al punto en que se tornó una amenaza para los intereses geoestratégicos anglofranceses en esta región de Europa. Y tampoco la administración estadounidense se involucró indirectamente en la guerra (antes de que Japón atacara Pearl Harbor) por cuestiones ideológicas, éticas o morales, sino por puros intereses materiales, intereses de poder.
Plantigrado escribió: A veces se dice que los soldados de la Werhmacht eran como los soldados de las novelas de Sven Hassel, en las que casi todos los protagonistas pasaban de Hitler y del nazismo para sus adentros. Que tan sólo los de las Waffen SS eran los que se movían por fanatismo.
Bueno, entre el adoctrinamiento y el fanatismo hay, como mínimo, un grado. Como había un grado entre el adoctrinamiento de los miembros de la Wehrmacht y los de las WF-SS. Por supuesto, habría en ambas instituciones quienes pasarían totalmente, tanto del adoctrinamiento como del fanatismo, pero tengo para mí que serían los menos. Por otra parte, el fanatismo tiene muchos matices, especialmente cuando se produce porque es una situación de vida o muerte.
Plantigrado escribió: Así como entre los mandos profesionales (Rommel, Guderian, Manstein, Paulus, Canaris por ejemplo se suelen presentar como no nazis) frente a los más ideologizados (Model, Reichenau, Keitel, Dietrich, Eicke, por ejemplo).
Quienes presentan a Guderian y Manstein como no nazis pintan un cuadro bastante irreal. Ambos estaban muy de acuerdo con los objetivos expansionistas de Hitler y no mostraron ningún escrúpulo en los medios utilizados para conseguirlos ni en los crímenes que los acompañaron (participando en algunos de ellos). Guderian siguió defendiendo a Hitler tras la guerra, siendo en este aspecto más sincero que Manstein. Rommel fue un admirador de Hitler durante la mayor parte de la guerra, y sólo se volvió contra él cuando comprobó que a su admirado Führer le importaba un rábano el Afrika Korps, el ejército alemán y Alemania en su locura de continuar la guerra cuando ya estaba rematadamente perdida. Paulus no tenía carácter para ser nazi ni para no serlo, y mucho menos para enfrentarse a Hitler en su calvario de Stalingrado. De todos los que has nombrado, Canaris es el único que no sólo no fue nazi, sino que fue antinazi. En cuanto a los que citas como nazis, Model se parece a Guderian; Reichenau era un oportunista (fue relativamente nazi -denunció los planes para la ofensiva del Oeste de 1940- porque los nazis llegaron al poder; hubiera sido relativamente comunista si fuesen éstos los que hubieran llegado al poder); Keitel era como Paulus, sólo que más sumiso y débil; Dietrich era nazi pero con el coraje suficiente como para ponerse a las órdenes de Rommel cuando éste le comunicó sus intenciones de actuar en contra de Hitler abriéndose a los aliados; y Eicke era un demente criminal.

Más allá de los matices personales, el generalato alemán en su conjunto se vendió a Hitler, unos por convicción y otros por oportunismo; todos por ambición. Y quienes tuvieron las agallas de volverse contra él lo hicieron cuando la guerra ya estaba perdida.
Plantigrado escribió: En el Ejército Rojo también se suponía que la ideología era importante desde los inicios de la Revolución Bolchevique, pero que el comunismo pasó rápidamente a un segundo plano en la SGM ante una cuestión de supervivencia.
En el caso soviético, la cuestión de la ideología es un poco diferente al caso alemán, pues como bien significas cedió su lugar a la defensa de la patria, independientemente de cómo entendiera cada cual esa patria. Un sentimiento que Stalin supo aprovechar y explotar, muy pronto y muy bien, en términos de propaganda.
Plantigrado escribió: La desmotivación que generalmente se atribuye a los italianos en la SGM también a menudo se explica como consecuencia de una escasa identificación con los ensueños imperiales de Mussolini y el fascismo.
Ciertamente. De las tres grandes potencias del Eje -Alemania, Japón e Italia- la última fue la que aportó las tropas menos adoctrinadas en términos ideológicos.
Plantigrado escribió: Parece como si la guerra fuese un invento de los políticos para usar en su beneficio a gente en principio no politizada, en muchos casos.


Si cambias “invento” por “instrumento” o “medio”, tu frase me parece un corolario perfecto.

Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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