Liderazgo militar soviético: protagonistas

Cuestiones generales relativas a la Segunda Guerra Mundial

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José Luis
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Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por José Luis » Sab Nov 24, 2012 10:44 am

¡Hola a todos!

En esta primera entrega quisiera esbozar algunas valoraciones del desempeño de Timoshenko, Zhukov y Vasilevsky.

El mariscal Timoshenko (18-2-1895/31-3-1970) era el Comisario de Defensa cuando la Wehrmacht invadió la Unión Soviética en junio de 1941. Por tanto, después de Stalin era el militar con más autoridad en el Ejército Rojo y el máximo responsable de la defensa nacional. En este sentido, pocos activos se pueden poner en el haber de Timoshenko con respecto a la dirección de la defensa militar de las primeras semanas de la guerra frente a la embestida nazi. Sin embargo, los motivos de esta catástrofe militar, por parte soviética, son multicausales y complejos, y sería desproporcionado achacar exclusivamente a Timoshenko el tremendo caos producido en la toma de decisiones y cadena de mando del Ejército Rojo durante los primeros días de la guerra nazi-soviética. Pero es un hecho que, junto con Stalin por arriba y Zhukov por abajo, Timoshenko personificó como ministro de defensa (hasta mediados de julio, cuando lo sustituyó Stalin) el desastre militar soviético de las tres primeras semanas de la guerra.

De su papel en la guerra, destacaría cuatro operaciones que representan la cara y cruz de la suerte de este militar: en el haber, como comandante del Frente Occidental y del Teatro Occidental, la fase defensiva y ofensiva de Smolensk de julio-septiembre de 1941; como comandante del Frente Suroccidental, el contraataque de noviembre de 1941 en el sector de Rostov en el Don, que llevó a la captura de la cuidad el día 28. En el debe, la desastrosa operación ofensiva de Kharkov de mayo de 1942 y, ya como comandante del Frente Noroccidental, su parte del fracaso en la operación ofensiva Estrella Polar de febrero-marzo de 1943. Por su fracaso en sus dos ofensivas de Estrella Polar (operación diseñada por Zhukov) fue relevado del mando el 13 de marzo de 1943, no obteniendo mando alguno más como comandante de frente durante el resto de la guerra, periodo en que sirvió como representante del Stavka, coordinando un número de frentes y diseñando y conduciendo algunas operaciones.

Como Comisario de Defensa (mayo de 1940-julio de 1941) no tuvo homólogo en el bando alemán, pues Hitler había abolido, de facto, su Ministerio de Guerra en 1938. Sólo el mariscal Keitel, como jefe ejecutivo del OKW, puede asociarse en cierto modo al papel de Timoshenko. Desgraciadamente (o afortunadamente, según se mire), Keitel no tuvo comisiones de mando de formaciones de combate, por lo que no hay base para una comparación entre ambos mariscales.

El mariscal Zhukov (1-12-1896/18-6-1974) era el jefe del Estado Mayor General del Ejército Rojo cuando comenzó la guerra nazi-soviética. Timoshenko había reemplazado a Voroshilov como comisario de defensa en mayo de 1940; Zhukov a Meretskov como jefe del EMG en enero de 1941. Como él mismo reconoció, Zhukov no gustaba ni estaba realmente preparado para la jefatura del EMG; Meretskov había sustituido a Shaposhnikov en el verano de 1940, cuando el viejo oficial zarista había caído enfermo. El nombramiento de Zhukov se produjo el 14 de enero (aunque no asumió el mando hasta el 1 de febrero) y llevó también aparejado el de vicecomisario de defensa. El 15 de marzo de 1941 asumió también la responsabilidad en varias áreas: comunicaciones militares, suministros de campaña, defensa aérea y dirección de la Academia del EMG. Como en el caso de Timoshenko, Zhukov, hasta su destitución como jefe del EMG a finales de julio, fue también responsable del desastre militar soviético de las primeras semanas de la guerra.

Zhukov combatió toda la guerra nazi-soviética en diferentes puestos de máxima responsabilidad, ya como jefe del EMG, comandante de frente, representante y coordinador del Stavka y planificador de grandes operaciones. Fue, además, el vicecomisario de defensa (con Stalin como comisario) y la máxima autoridad militar después del dictador. Es imposible resumir su papel en la guerra en estos breves retazos que estoy haciendo de los grandes comandantes soviéticos, por lo que, como en el caso de Timoshenko, sólo voy a poner cuatro ejemplos cara y cruz de la moneda: en el haber, fue el artífice principal de la defensa de Moscú en el otoño de 1941 y de la contraofensiva de diciembre de 1941/enero de 1942, logrando con su liderazgo la primera gran derrota de la Wehrmacht y lo que en mi opinión representó el comienzo del final del Ostheer en la guerra. Fue igualmente el gran diseñador de la defensa estratégica de Kursk en la primavera-verano de 1943 y de las operaciones ofensivas resultantes. En el debe, fue el diseñador y organizador de las fracasadas operaciones Marte contra el saliente de Rzhev en el otoño de 1942 y Estrella Polar, ya citada en Timoshenko, en la región de Demiansk en febrero-marzo de 1943.

En la Rusia actual, el mariscal Zhukov es considerado por una aplastante mayoría de la opinión popular como el mejor comandante de la historia rusa, haciendo podio con los dos grandes generales zaristas Alexander Suvorov y Mikhail Kutuzov. El general Gareev, veterano de la guerra nazi-soviética y actual presidente de la Academia de la Ciencia Militar de Rusia, concluyó en un estudio de 2004 sobre los grandes militares de la Gran Guerra Patriota de 1941-1945 que en la historia militar rusa sólo el gran Alexander Zuvorov, el general que nunca perdió una batalla, puede considerarse un gran comandante al nivel de Zhukov. En lo que a mí respecta, Zhukov no es el militar que mejor simboliza mi arquetipo de general, particularmente en cuanto a liderazgo. Sin embargo, me resulta indudable que, en persecución de los objetivos que le fueron encomendados y en su cómputo general, Zhukov fue el comandante de alto rango más exitoso de toda la IIGM, sin par en ningún otro bando.

Es difícil hacer una comparación entre Zhukov y cualquier otro gran comandante -soviético, alemán o aliado-, pues ninguno de rango similar combatió toda la guerra como lo hizo Zhukov desde 1941 hasta 1945 (con la salvedad de Vasilevsky), ni en comisiones similares a la de representante del Stavka y planificador y coordinador de operaciones multi-frentes. Sospecho que hubiera sido, para su consternación racial, el general ideal de Hitler. Este eslavo poseía todas las condiciones que Hitler quería en un general: energía extraordinaria, voluntad de hierro, rudeza brutal, disciplina implacable, talento estratégico, genio organizativo, fanatismo ideológico y fidelidad absoluta al líder. Una auténtica bofetada a la perversa ideología racial del Führer y a la desmedida arrogancia del generalato alemán en general. Y en este sentido, Zhukov no fue una excepción en el Ejército Rojo.

Termino esta primera entrega con Alexander Vasilevsky (18-9-1895/5-12-1977). A diferencia de Zhukov, Vasilevsky era un oficial especialmente dotado para el trabajo de estado mayor general. Precisamente, en 1937 se graduó en la Academia Militar del EMG (graduación ausente en Zhukov) y fue nombrado por su mentor y jefe del EMG Shaposhnikov, jefe del Departamento de Logística de la Academia. Dos años más tarde, fue nombrado jefe suplente del Departamento de Operaciones del EMG, y en mayo de 1940 primer jefe suplente de dicho departamento. El 1 de agosto de 1941, tras el relevo el día anterior de Zhukov por Shaposhnikov como jefe del EMG, Vasilevsky fue nombrado jefe del Departamento de Operaciones del EMG y mano derecha, su jefe suplente, de Shaposhnikov. El 24 de abril de 1942, debido a la mala salud de Shaposhnikov, Vasilevsky fue nombrado jefe en funciones del EMG hasta su nombramiento pleno el 26 de junio de 1942, conservando ese puesto hasta el 3 de febrero de 1945, cuando fue nombrado comandante del 3º Frente Bielorruso dejando su jefatura del EMG al gran Antonov, auténtico cerebro gris en la planificación de las grandes operaciones ofensivas del Ejército Rojo.

Siempre consideré a Vasilevsky como el contrapunto perfecto a Zhukov, y ello está en el haber de la sabiduría de Shaposhnikov y del ojo de halcón de Stalin. Si Zhukov representaba la espada, Vasilevsky la pluma; si el primero podía llegar a ser un auténtico torrente incontrolado, el segundo jamás perdió la calma y el buen hacer, quizás cualidades que aprendió de su jefe el viejo oficial zarista o de su enemistado padre, sacerdote ortodoxo. Curiosamente, como Stalin, Vasilevsky se formó en un seminario. Con Antonov actuando en la sombra, Zhukov y Vasilevsky fueron las manos derecha e izquierda de Stalin en el terreno militar, sus dos grandes consejeros militares, coordinadores del Stavka, arquitectos de las grandes operaciones y comandantes de frentes.

En Vasilevsky no he hallado grandes fracasos al estilo de Zhukov, y quizá su mayor defecto fuera un carácter débil frente a Stalin. Destaco en este breve esbozo los que considero sus dos mayores logros: la planificación, compartida con Zhukov, y la conducción de la operación Urano en noviembre de 1942, y, como comandante en jefe de las fuerzas soviéticas en Extremo Oriente, la planificación y conducción de la ofensiva contra el Ejército de Kwantung en Manchuria en agosto de 1945.

Hasta otra ocasión.
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José Luis
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Re: Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por José Luis » Dom Nov 25, 2012 2:21 pm

¡Hola a todos!

He tratado algunos aspectos del papel en la guerra de las tres mayores autoridades militares del Ejército Rojo (al margen de Stalin), tres mariscales: Timoshenko, Zhukov y Vasilevsky, comisario de defensa, primer y tercer jefes de estado mayor general, respectivamente. Citado de pasada el segundo jefe de EMG (durante el tiempo de guerra), Shaposhnikov, que voy a dejar al margen porque apenas cumplió un año en este servicio de guerra debido a su edad, es hora de tratar sobre el papel del último jefe de EMG del ER durante la guerra, el general de ejército Alexei Antonov (15-9-1896/18-6-1962).

La literatura militar occidental, tanto profesional como académica, apenas se ha detenido a estudiar el desempeño de este brillante oficial de EMG durante la guerra en el Frente Oriental. Y en las contadas ocasiones que lo ha hecho -los grandes especialistas de este teatro de la guerra, como David M. Glantz-, no le ha dedicado, en el mejor de los casos, apenas una página: tres o cuatro datos biográficos, su comisión como jefe del departamento de operaciones del EMG y una notable valoración de su competencia como oficial de EMG. Tampoco la literatura militar soviético-rusa más popular ha reconocido, en la medida merecida, la valiosa contribución de Antonov en el camino hacia la victoria en la Gran Guerra Patriótica.

Y yo no hubiera dedicado más tiempo a este militar si no fuera porque a medida que he ido leyendo algunos trabajos académicos rusos sobre la guerra, he ido descubriendo, casi oculto, su nombre detrás de la mayor parte de las grandes operaciones estratégicas del Ejército Rojo. Este hallazgo despertó mi curiosidad y me hizo recordar una máxima que Moltke el Viejo había impuesto a sus oficiales de EMG en el ejército prusiano, y que venía a significar que un buen oficial de EMG no se hacía notar, trabajaba en la sombra. Quizás con ello buscaba Moltke no despertar los recelos de los comandantes de campo, que eran los grandes protagonistas en los campos de batalla, y los acreedores de fama o infamia. Cabe decir que muy pocos oficiales de EMG prusiano-alemanes siguieron en el futuro la máxima del mayor genio de esta, otrora, temida institución del ejército de tierra prusiano-alemán. Antonov se me aparece como el arquetipo de oficial de EMG deseado por Moltke, y como la historia militar general a mi alcance ha pasado de puntillas sobre este general, quisiera hacer una excepción con Antonov y dedicarle más tiempo en este hilo.

Antonov era natural de Grodno (Bielorrusia) e hijo de un oficial de artillería originario de Siberia, donde se casó con Teresa Ksaverevna, la hija de unos exiliados polacos que habían participado en el levantamiento de 1863-1864. Quizás por ello, el pequeño Alexei manejaba a una corta edad tanto el polaco como el ruso. En 1904 los Antonov se trasladaron a una provincia de Ucrania, donde el padre fue destinado como comandante de una batería de artillería. Alexei completó sus estudios de secundaria en un instituto de San Petersburgo en 1915, adonde se había trasladado un año antes con su madre viuda y enferma (moriría en ese mismo año de 1915; su marido había muerto siete años antes) y su hermana Ludmila a la casa de unos familiares maternos. Tras su graduación en la secundaria, Alexei entró en ese mismo año en la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de San Petersburgo, que pronto abandonó por falta de medios económicos.

En 1916 fue reclutado por el ejército y, tras un curso acelerado en una escuela militar en diciembre, fue enviado como oficial técnico a un regimiento de cazadores, recibiendo su baustismo de fuego en junio de 1917. Herido al mes siguiente, Antonov fue evacuado a un hospital de Petrogrado y honrado con la Orden de Santa Ana. Cuando se recuperó de sus heridas, sirvió en un regimiento de cazadores de la ciudad y en mayo de 1918 se matriculó en el Instituto Forestal de Petrogrado. El 11 de abril de 1919 volvió al servicio activo con el Ejército Rojo como ayudante del jefe de estado mayor de la 1ª División de Trabajadores de Moscú, formación que fue disuelta en mayo e incorporada en la 15ª Inzensky, con Antonov nuevamente sirviendo en el estado mayor. En marzo de 1920, Antonov fue nombrado jefe del estado mayor de la 45ª Brigada de la división, con la que entró en Crimea en noviembre, recibiendo por su liderazgo las armas y diplomas del Consejo Militar Revolucionario.

Antonov entró en la Academia Militar Frunze de Moscú en 1928, permaneciendo en ella hasta marzo de 1931, cuando fue destinado a Ucrania como jefe del estado mayor de la 46ª División de Infantería. Regresó a Frunze en el otoño de 1932, al recién creado Departamento de Operaciones de la academia. En mayo de 1933 se graduó con honores del Departamento de Operaciones de Frunze. En 1935 fue nombrado jefe del departamento de operaciones del cuartel general del Distrito Militar de Kharkov (agosto de 1935 a octubre de 1936).

En 1936 se creó la Academia de Estado Mayor General del Ejército Rojo. Hasta entonces era la Academia Frunze quien entrenaba y proporcionaba los escasos oficiales de EMG, tras superar un curso de un año en la academia. Pero se necesitaba una academia específica que proporcionara unos cursos con un currículum mucho más amplio y denso para que los oficiales de EMG pudieran desarrollar la teoría del arte operacional soviético, y de ahí la creación de la nueva Academia de EMG, que reunió como profesores a la flor y nata de los teóricos militares soviéticos: Isserson, Golubev, Melikov, Levitsky, Karbyshev, Shafalovich, Merdinov, etc., todos ellos expertos en alguna materia específica (Isserson en el arte operacional, Karbyshev en ingeniería de campaña, Levitsky y Melikov en historia...). Aquí fue enviado Antonov en octubre de 1936 junto con otros oficiales que se harían un nombre en la IIGM, como Vasilevsky, Bagramyan o Vatutin. Tras superar con éxito el primer curso de academia, Antonov fue reclamado por el comisario de defensa Voroshilov en junio de 1937 y nombrado jefe del estado mayor del Distrito Militar de Moscú (junio de 1937-junio de 1938). En junio de 1938 fue nombrado jefe suplente del departamento de táctica general en Frunze (hasta marzo de 1941). Promocionado a mayor general en junio de 1940, la agresión nazi de junio de 1941 cogió a Antonov como jefe suplente del estado mayor del Distrito Militar de Kiev, comisión que había recibido el 16 de marzo de 1941 y ejerció hasta el 24 de junio del mismo año, cuando fue nombrado jefe del estado mayor del mencionado distrito. El 24 de agosto fue nombrado jefe del estado mayor del Frente Meridional, manteniendo esa posición hasta el 28 de julio de 1942, cuando fue nombrado jefe del estado mayor del Frente del Cáucaso Norte. El 3 de septiembre de 1942 asumió la jefatura del estado mayor del Grupo de Fuerzas del Mar Negro y el 22 de noviembre de 1942 la jefatura del estado mayor del Frente Transcaucasiano. Finalmente, el 14 de diciembre de 1942 fue nombrado por Vasilevsky jefe del Departamento de Operaciones del EMG del Ejército Rojo y su jefe suplente. A partir de entonces, Antonov estuvo detrás de la planificación de todas las grandes operaciones estratégicas de la guerra.

Esta monótona descripción de fechas y comisiones en la carrera de Antonov tiene, sin embargo, su razón de ser aquí, especialmente si queremos saber quién estuvo detrás de la planificación de algunas de las operaciones más exitosas del Ejército Rojo en 1941-1942. Los comandantes de campo, como sabía Moltke, se llevan la fama y la gloria de los éxitos (y la desgracia de los fracasos), y así Timoshenko se llevó la palma en el éxito de la contraofensiva de Kharkov de noviembre de 1941. Pero fue Antonov el artífice de la planificación. Y también fue Antonov quien planificó la siguiente ofensiva exitosa (operación Barvenkovo-Lozovsky) al sureste de Kharkov en enero de 1942. Sin embargo, Antonov, como jefe del EM del Frente Meridional, no pudo evitar las desgracias vividas en Kiev en septiembre de 1941 y en Kharkov en mayo de 1942, si bien en su descargo es justo observar que no tenía bajo su mando el estado mayor de los altos cuarteles generales que decidieron esas operaciones en el nivel estratégico.

Antonov siguió demostrando su fino talento en las diversas planificaciones para la defensa del Cáucaso durante la segunda mitad de 1942 en sus diferentes comisiones como jefe de estado mayor de varios frentes, hasta la retirada de las fuerzas alemanas en ese sector del frente. Y entonces, el 14 de diciembre de 1942 llegó la hora de su destino, cuando Vasilevsky lo llamó para poner orden en el caos del departamento de operaciones del EMG.

Desde que Shaposhnikov se había hecho cargo del EMG el 30 de julio de 1941, Vasilevsky había manejado el departamento de operaciones. Pero cuando el viejo oficial zarista cayó enfermo en la primavera de 1942, Vasilevsky, que asumió su puesto, ya no tuvo tiempo para supervisar el departamento de operaciones, toda vez que Stalin lo enviaba com muchísima frecuencia a los frentes de combate. Durante ese tiempo y hasta que Antonov se hizo cargo, el departamento de operaciones tuvo siete jefes, ninguno de los cuales, al parecer, estuvo a la altura de sus funciones. Todo esto cambió cuando llegó Antonov, “una personalidad asombrosa y un excelente conocedor del trabajo de estado mayor”, escribió el coronel general Shtemenko, entonces en el EMG.

En realidad, Antonov revolucionó por completo el funcionamiento del Departamento de Operaciones, y no había transcurrido un mes de su jefatura cuando Stalin se percató de la extraordinaria transformación de la maquinaria operacional del EMG. Antonov se convirtió en el militar que más veces se reunió con Stalin durante la guerra, muchas más que Zhukov, muchas más que Vasilevsky, casi más que estos dos últimos juntos.

La primera misión crucial que le encargó personalmente Stalin fue valorar en persona la situación de los frentes de Briansk y Voronezh, y poco después la del Frente Central con el fin de remitirle propuestas para el posterior empleo de estas formaciones de combate. Antonov viajó por esos frentes desde el 10 de enero al 27 de marzo de 1943 bajo la dirección de Vasilevsky. Tras escuchar a los comandantes de dichos frentes, elaboró su propia estimación de la situación que entregó a Stalin y sirvió de base para las futuras operaciones en el eje de Orel-Kursk. Stalin y el Stavka vieron en el trabajo de Antonov una mente clara y ágil, gran habilidad organizativa y excelente talento operacional. Durante las frecuentes ausencias de Vasilevsky, Antonov fue, de facto, el jefe del EMG, trabajando, por lo que se dice, hasta 17 horas diarias.

No es exageración ninguna, escribió Shtemenko, decir que Antonov era un ser excepcional en el Ejército Rojo, con una gran cultura, especialmente en el terreno militar. De carácter cordial y ánimo equilibrado, jamás perdió la compostura y el respeto hacia sus subordinados. Combinaba sabiamente esta serenidad y buen gusto con firmeza y perseverancia, no tolerando la superficialidad, las prisas, las deficiencias o el formalismo. Apreciaba el aprovechamiento del tiempo y su cuidadosa planificación, siendo siempre breve y claro en sus órdenes e instrucciones, y enemigo de las reuniones largas y frecuentes. Siempre presentó a Stalin informes claros y precisos, por muy negativos que fueran, y fue igual de franco con sus opiniones.

Desde diciembre de 1942 y hasta el final de la guerra no hubo ninguna operación estratégica, grande o pequeña, en la que no estuviera involucrado Antonov, ya como artífice y planificador, ya contribuyendo de forma importante. Sus operaciones siempre tuvieron como concepto estratégico la concentración de fuerzas y la destrucción del enemigo, y nunca supeditó este concepto a la captura de territorio. La “operación Rumyansetv” llevó su marca. Cuando supo que los ejércitos de Zhadov y Katukov estaban violando el principio de masificación de fuerzas, Antonov dirigió un mensaje a Vatutin, el comandante del Frente de Voronezh, subrayando que Zhadov y Katukov estaban dispersando sus fuerzas con sus divisiones operando en direcciones divergentes, y ordenando, en nombre de Stalin, la reconcentración de fuerzas en el centro de gravedad del ataque. E hizo lo mismo con Zhukov pocos días después (10 de agosto), cuando le ordenó, en nombre de Stalin, concentrar el esfuerzo de los ejércitos de tanques allí donde los alemanes mostraban su lado más vulnerable. El 22 de agosto, Antonov informó a Stalin de su valoración: el comandante del frente (Vatutin) había subestimado la capacidad de reacción alemana, incluso la había ignorado, y era imprescindible que las vanguardias soviéticas no continuaran avanzando sin la previa consolidación del terreno ganado y la debida cobertura de sus flancos.

Estos consejos de Antonov sirvieron de base para la directiva que Stalin dirigió a Vatutin y que pronto fue conocida por todos los comandantes de frentes. En ella se expresaba que el deseo de atacar en todas partes y capturar el máximo de territorio sin asegurar previamente las ganancias y los flancos conducía a la dispersión de la capacidad ofensiva y permitía al enemigo atacar la retaguardia y flancos de las vanguardias soviéticas, destruyéndolas una a una.

La que fue probablemente la ofensiva estratégica más exitosa y famosa del ejército Rojo durante la guerra, “Operación Bagration”, llevó la marca de Antonov en su planificación. No es de extrañar, pues, que Stalin siguiese los consejos de Antonov cuando, tras la debacle del Grupo de Ejércitos Centro alemán, estableció los objetivos estratégicos para la continuación de la guerra. La mano de Antonov estuvo detrás de las operaciones de Prusia oriental, Vístula-Oder, Pomerania oriental, Viena, Berlín, Praga. En todas ellas Antonov tuvo que resolver complejos problemas de planificación estratégica y manejo de tropas. Stalin se lo llevó con él, como su principal asesor militar, a las coferencias políticas de Yalta y Potsdam en febrero y julio-agosto de 1945, respectivamente.

El 5 de febrero de 1945 Antonov fue nombrado jefe del EMG del ER, ocupando esa posición hasta el regreso de Vasilevsky el 25 de marzo de 1946. Continuó como primer jefe suplente del EMG del ER (EMG de las Fuerzas Armadas de la URSS a partir del 3 de junio de 1946) hasta 1948, cuando fue enviado como comandante suplente del Distrito Militar Transcaucasiano. Continuó ocupando distintas posiciones hasta su muerte el 18 de junio de 1962. Murió con el grado de general de ejército al que había sido ascendido el 27 de agosto de 1943 por la batalla de Kursk. Larin, un miembro del consejo militar del Frente del Cáucaso Norte, apodó a Antonov la “Esfinge de Hielo”. Vasilevsky alabó su trabajo, pero quizás fue el famoso Yakovlev quien describió a Antonov de forma más real: “Este hombre culto y educado produjo una impresión muy favorable. Estuvo muy cerca de Stalin, quien prestó atención a sus opiniones, sentía gran simpatía y confianza en él, y pasaron muchas horas los dos solos discutiendo la situación en el frente y planificando las futuras operaciones. Antonov era sencillo, sin arrogancia ni ambición. Siempre vistió con modestia: una túnica protectora, bombachos y botas; sólo su rango de general indicaba su alta posición en el ejército”. Hasta un hombre rudo y corto en elogios como Zhukov declaró: “Antonov fue un soldado altamente competente, hombre de gran cultura y encanto”.

Pues sirva de homenaje esta humilde aportación.

Fuentes:
Expediente militar: http://www.zamos.ru/dossier/a/4367/
Biografía: General Shtemenko, “General de Ejército Alexei Antonov”, en A. N. Kisilev et al, Generales y Comandantes de la Gran Guerra Patriótica, vol. 1 (Moscú: Guardia Joven, 1971), pp. 7-38. Libro en ruso disponible en:
http://militera.lib.ru/bio/commanders1/index.html

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Re: Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por Antonio Machado » Dom Nov 25, 2012 8:24 pm

Hola José Luis, estimado amigo:

Otro tema mega-interesante como todos los que constantemente aportas al Foro, muchas gracias por compartir tus conocimientos, lecturas y fuentes.

Luego de leer tus comentarios sobre el General Alexei Antonov, creo que valdrá la pena leer esa biografía u otra que describa su carácter, formación profesional, relaciones familiares, etc.

He buscado en la Internet alguna información sobre este personaje, estoy leyendo que en 1956 se casó con la célebre bailarina rusa Olga Lepeshinskaya (segundas nupcias de ella), quien trabajaba en el Ballet Bolshoi de Moscú, su matrimonio duró solamente seis años, es decir, hasta el fallecimiento de Antonov en 1962. El shock emocional para ella fue tal que sufrió ceguera durante un año, luego de tratamientos recuperó la visión pero no continuó como balletista en el Bolshoi sino que se dedicó a la enseñanza del ballet en otras ciudades. Ella falleció recientemente (2008) a los 92 años de edad.

Es en honor a este General que nombraron los famosos aviones rusos ?

Cómo murió el General Antonov ? enfermedad ? accidente ? sabes de algun monumento en su memoria en la Unión Soviética ? antes de su matrimonio con esta célebre balletista (él tenía 64 años de edad) estuvo casado ? se conoce su descendencia ?

Te anticipo agradecimientos, te reitero mi admiración y agradecimientos.

Saludos cordiales desde Nueva York,

Antonio Machado.
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Re: Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por José Luis » Dom Nov 25, 2012 10:39 pm

¡Hola a todos!
Antonio Machado escribió: Cómo murió el General Antonov ? enfermedad ? accidente ? sabes de algun monumento en su memoria en la Unión Soviética ? antes de su matrimonio con esta célebre balletista (él tenía 64 años de edad) estuvo casado ? se conoce su descendencia ?
Según la wiki rusa, su primera mujer, Maria Dmitrievna, murió en 1955, y parece ser que Antonov quedó muy resentido en su ya mala salud debido a un exceso de trabajo. Luego se casó con la afamada bailarina que has citado. No hubo hijos.

Una calle de Moscú lleva su nombre, al igual que un estanque cercano. También lleva su nombre otra calle en el Donets, Ucrania. Y en su ciudad natal, Grodno, hay una escuela y una calle con su nombre. Su casa natal fue convertida en un museo en su honor.

Por cierto, Antonov fue el único general a quien se le concedió la Orden de la Victoria (la más alta condecoración militar soviética creada en noviembre de 1943); el resto de sus concesiones fue a mariscales (11) y extranjeros (5). Sin embargo, no se le concedió el título de Héroe de la Uunión Soviética, pese a que en 2003 un grupo de líderes militares (entre ellos Sokolov, Yazov, Kulikov y el presidente de la Academia de la Ciencia Militar, Gareev) escribieron al presidente Putin para que honrara a título póstumo con dicho galardón a Antonov.

Saludos cordiales
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Re: Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por José Luis » Mar Nov 27, 2012 12:55 am

¡Hola a todos!

El mariscal Konstantin Rokossovsky (21-12-1896/3-8-1968) fue, no sólo a mi juicio, el comandante de campo más competente del Ejército Rojo en el nivel operacional. En otras palabras, esto significa que ningún otro general o mariscal de la Unión Soviética, con mando operacional durante la guerra, supo convertir, con tal maestría como la de Rokossovsky, un concepto operacional abstracto en una operación práctica, proceso cumbre del arte operacional. Esto no significa necesariamente que Rokossovsky haya sido el más brillante o genial de los planificadores soviéticos en el nivel operacional, pero si a ese proceso cumbre del arte operacional añadimos el factor de su liderazgo, esto es la ejecución y conducción de la operación, entonces Rokossovsky destaca sin par. Hemos visto anteriormente que Antonov destacaba por su intelecto estratégico y operacional, y en este último nivel Rokossovsky no estuvo, en general, por encima de él, debiendo recordar, para justicia de ambos, que Rokossovsky nunca estuvo en la situación de tener la perspectiva general que en el caso de Antonov le reportaba su posición como jefe del Departamento de Operaciones del EMG. Pero Antonov nunca lideró una formación de combate en la guerra, y por tanto nunca estuvo en la tesitura de tener que conducir una operación por él planificada. Sí lo estuvo Vasilevsky, pero el jefe del EMG nunca tuvo tanto mando de formaciones ni durante tanto tiempo como Rokossovsky, dedicándo la mayor parte de su servicio a la planificación estratégica como miembro del Stavka y a su planificación operacional como jefe del EMG. De forma similar sucedió con Zhukov. Y cuando Vasilevsky y Zhukov lideraron una formación tamaño frente, nuca lo hicieron con tal arte como Rokossovsky. Lo cual tampoco significa, ni mucho menos, que a Rokossovsky le acompañara siempre el éxito, aunque, como en el caso de Zhukov, en el cómputo general fue un general exitoso y finalmente victorioso.

Por otra parte, y en cuanto a estilo de liderazgo concierne, lo que he leído sobre Rokossovsky me proyecta una especie de rara avis entre el generalato del Ejército Rojo. Su estilo estaba en las antípodas del que mostraron militares como Zhukov y Konev, por citar a los dos militares probablemente más famosos del Ejército Rojo. Sin dejar de ejercer su autoridad como líder, Rokossovsky jamás humilló ni trató con brutalidad a sus subordinados, como hicieron Zhukov y Konev. Excepcionalmente, Rokossovsky podía destituir inmediatamente a un comandante por cometer un grave error, pero jamás lo hizo faltándole a su dignidad y respeto. Sin embargo, por regla general, solía más bien hacer una crítica constructiva ante el fallo de un subordinado y seguir confiando en él, dándole otra oportunidad. No en vano, Rokossovsky mantuvo hasta 1944, cuando fue destinado al mando del 2º Frente Bielorruso, a los mismos oficiales de estado mayor que iniciaron con él su andadura cuando se formó el Grupo Rokossovsky en el verano de 1941, e igual hizo con varios comandantes de ejército cuando tuvo a su mando un frente. Fue además, y también a diferencia de Zhukov y Konev, un comandante que brindó siempre a sus oficiales de estado mayor y sus comandantes de campo la oportunidad de expresar libremente sus opiniones en la planificación de las operaciones, escuchando atenta y pacientemente sus puntos de vista. No hubo planificación operacional bajo Rokossovsky en que no participaran los oficiales de su estado mayor y los comandantes de sus formaciones mayores, de tal forma que la elaboración final del plan era más un trabajo de equipo que la imposición del plan del comandante en jefe. Finalmente, Rokossovsky concedió a sus comandantes autonomía táctica (siempre bajo el marco de la intención operacional) y les exigió iniciativa propia. Él mismo siempre fue flexible en la conducción operacional, y lejos de obsesionarse, como Zhukov y Konev, con la persecución del objetivo operacional cuando el desarrollo o la fuerza táctica se demostraban insuficientes, estaba pronto a cancelar la operación si tenía libertad de sus superiores para hacerlo. Este proceder, cuando le fue posible, evitó un incremento innecesario de bajas entre sus tropas.

En mi opinión, todas estas cualidades citadas hicieron que Rokossovsky no tuviera par alguno en el Ejército Rojo en el terreno del liderazgo. Y la equilibrada combinación de su liderazgo y su mando operacional hicieron de Rokossovsky el comandante más capacitado del Ejército Rojo en el nivel operacional. Nunca he leído de un comandante soviético, cualquiera que fuera su rango, una opinión tan unánime como la expresada por los oficiales que sirvieron bajo el mando de Rokossovsky. Todos, sin excepción, destacaron su capacidad inigualable en la guerra para transmitir una confianza plena en sus subordinados, quienes se sintieron tratados en todo momento con dignidad y respeto.

En la otra cara de la moneda, al margen de los fracasos militares que tuvo durante la guerra, la imagen de Rokossovsky quedó empañada por la pasividad de su frente durante el levantamiento de Varsovia en 1944 y por las incontables violaciones sexuales de muchas de sus tropas durante la campaña de Prusia Oriental. En el primer caso su responsabilidad fue marginal, pues no estaba en sus manos la decisión final para intervenir en ayuda de los polacos; en el segundo caso, pese a que nunca instigó a sus tropas a una conducta tan brutal, no hay manera alguna de obviar que él era el comandante en jefe de su frente y, por tanto, el máximo responsable del comportamiento de sus tropas.

Quizás en otro momento me anime a considerar algunos de los mayores exponentes prácticos de lo que precede, examinando algunas de las operaciones de Rokossovsky. Pero hoy quiero concluir esta reseña deteniéndome por un momento en una circunstancia particular de su vida que creo marcó su personalidad y fue el origen de sus grandes recelos y desavenencias con algunos de sus colegas militares.

Me refiero al terrible destino que sufrió Rokossovsky cuando cayó víctima de las purgas militares de Stalin. Como es sabido, fue arrestado el 17 de agosto de 1937 bajo los cargos de negligencia de mando (logística) como comandante del 5º Cuerpo de Caballería y de ser espía al servicio de Polonia y Japón. Pendiente de ser juzgado hasta lograrse un veredicto, pasó casi tres años en prisión hasta que fue liberado el 22 de marzo de 1940 y seguidamente rehabilitado como comandante del 5º Cuerpo de Caballería.

Durante su tiempo en prisión, Rokossovsky fue brutalmente humillado (entre otras vejaciones fue obligado a sentarse sobre sus propios excrementos) y torturado en repetidas ocasiones (hasta hacerle perder ocho dientes y romperle tres costillas) por negarse a firmar una confesión de sus supuestos “crímenes”, y su familia privada de todas sus comodidades. Humillado y vejado en su dignidad psíquica y física, y expulsado del partido y del ejército durante casi tres años de solitario cautiverio, resulta admirable la fortaleza y generosidad de Rokossovsky para entregarse, tras su liberación, a las órdenes de quien le había sometido a tal tormento. Tal capacidad de superación es realmente excepcional.

Pero, sin duda, sospecho que quedaron posos de celos y recelos en el alma de Rokossovsky. Y esto se haría notar especialmente en algunos choques que tuvo con sus iguales o superiores, especialmente en el caso de Zhukov, durante y después de la guerra. No tuvo que resultarle nada fácil estar bajo las órdenes de Zhukov, un oficial que le había estado subordinado, como comandante de una de sus brigadas, cuando Rokossovsky fue comandante de la 7ª División de Caballería de Samara durante 1930-32. Hasta el día de su arresto siempre había disfrutado de mayor rango que Zhukov, pero tras su liberación Rokossovsky era un mayor general al mando de un cuerpo de caballería, mientras que Zhukov era un general de ejército al mando del distrito militar más importante, el Distrito Militar Especial de Kiev. Y además era el héroe de Khalkhin Gol, y pronto sería, en febrero de 1941, el jefe del EMG del ER. En cambio Rokossovsky había dejado el mando de un cuerpo de caballería para asumir el de un cuerpo mecanizado.

¿Qué movió a Rokossovsky en el famoso affair de Istra el 26 de noviembre de 1941 a puentear a su inmediato superior, Zhukov, solicitando directamente del bueno de Shaposhnikov, entonces jefe del EMG, permiso, que consiguió, para una retirada táctica al canal de Istra? ¿Por qué cometió este acto de insubordinación? La reacción de Zhukov fue inmediata y en su estilo; envió un telegrama a Rokossovsky que rezaba: “¡Yo soy el comandante del Frente!. Contraordeno la orden de retirada al canal de Istra y le ordeno defender las líneas que ocupa sin retirarse un paso más. General de Ejército Zhukov”. Rokossovsky acató la orden.

A partir de este incidente, la relación personal entre ambos quedó tocada para siempre. Y quizá sin ese incidente hubiera ocurrido lo mismo, pues el contacto entre dos personalidades tan opuestas tenía por fuerza que chocar. Zhukov podía ser brutal; fue a finales de ese mes de noviembre, según cuenta Rokossovsky en sus memorias, cuando Zhukov abroncó a Rokossovsky en presencia del entonces teniente general Govorov, comandante del 5º Ejército. Rokossovsky debió recordar antiguas humillaciones de su cautiverio cuando vio que Zhukov ponía en ridículo su competencia militar, pidiendo con sorna a Govorov que le enseñara el arte del mando.

Esta difícil relación se vio agravada más, si cabe, cuando Rokossovsky fue obligado en 1944 a dejar el mando del 1º Frente Bielorruso y transferido al mando del 2º Frente Bielorruso. Como Zhukov asumió el mando del 1º Frente Bielorruso, Rokossovsky creyó que Zhukov había sido el urdidor de ese cambio. Poco tiempo después, cuando Zhukov cayó en desgracia en junio de 1946, Rokossovsky se tomó su venganza declarando contra él.

De lo que yo conozco, la biografía más exhaustiva sobre Rokossovsky es la de Kardashov (1980), disponible para su lectura en ruso en:
http://militera.lib.ru/bio/kardashov/index.html

El mejor trabajo en inglés que he leído sobre Rokossovsky es la extensa tesis doctoral de Stephen Michael Walsh, “Leadership and Command on the Eastern Front (1941-1945): The Military Style of Marshal Konstantin Rokossovsky” (2009), disponible en su día, e imagino que en la actualidad, en https://dspace.lib.cranfield.ac.uk/handle/1826/4315

Sus memorias censuradas fueron publicadas, después de su muerte, en ruso e inglés (y si recuerdo bien en español) con el título de Un Deber de Soldado, y las no censuradas en ruso en 1997 con el mismo título.

Saludos cordiales
JL
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Re: Liderazgo militar soviético: protagonistas

Mensaje por alejandro_ » Lun Dic 17, 2012 10:55 am

Es en honor a este General que nombraron los famosos aviones rusos?
Los aviones Antonov (hoy en día ucranianos) deben su nombre a Oleg Antonov, creador de la oficina de diseños.

Saludos.
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