Según la tradición, el roble ha sido considerado como el “árbol alemán“ por excelencia. La dureza de su madera y la tardanza en perder sus hojas hicieron que, ya para los antiguos Teutones, el roble fuese estimado como símbolo de la firmeza y de la inmortalidad. En tiempos más recientes, fundamentalmente a partir del Romanticismo, el roble ha sido visto como símbolo de la lealtad.
A partir de la fundación del II Reich (1871) y a raíz de la sólida implantación entre los alemanes de la idea de unidad nacional, el roble terminó por asumir un especial protagonismo dentro del lenguaje simbólico alemán. De este modo, las hojas de roble (
Das Eichenlaub), por su prolífica inclusión en condecoraciones, coronas y emblemas nacionales, acabaron por tener un significado análogo al de las hojas de laurel.
Como ya se indicó al comienzo de este “topic“, a partir del año 1957 la Ley solamente autoriza la exhibición de medallas y condecoraciones del III Reich que previamente han sido despojadas de la cruz gamada. En el caso de la Cruz de Hierro y de las diversas modalidades de la Cruz de Caballero, el Ministerio Federal del Interior ha dispuesto que la cruz gamada sea sustituida por las tres hojas de roble, con lo que se recupera el diseño originario de la primera Cruz de Hierro que se instituyó con ocasión de las Guerras de liberación contra los Ejércitos napoleónicos.
Tras el establecimiento de la República Federal de Alemania, las hojas de roble junto con la
Bundesadler (Águila de la Federación) han terminado por convertirse en los símbolos nacionales de la nueva República, por lo que su uso se ha extendido a otros ámbitos de la vida ajenos a los Ejércitos. Es el caso, por ejemplo, de las monedas; así, las antiguas monedas de 1 DM (Marco Alemán) y las de los
Pfennigen tenían en su reverso la
Eichenlaub, y a partir del año 2001, las monedas de 1, 2 y 5 céntimos de euro tienen en su reverso las tres hojas de roble.
Fuente,
http://www.bundesbank.de/